REPARAR Y REINTEGRAR: LA
CORRESPONSABILIDAD DE VÍCTIMA Y
OFENSOR EN LA CONSTRUCCIÓN DE
JUSTICIA PENAL RESTAURATIVA

REPAIR AND REINTEGRATE: THE SHARED
RESPONSIBILITY OF VICTIM AND OFFENDER IN
BUILDING RESTORATIVE CRIMINAL JUSTICE

Fatima Palacios Reyes

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México
pág. 2980
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21421
Reparar y Reintegrar: la Corresponsabilidad de Víctima y Ofensor en la
Construcción de Justicia Penal Restaurativa

Fatima Palacios Reyes1

palaciosreyesfatima@gmail.com

https://orcid.org/0009-0008-6730-6975

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Pachuca, México

RESUMEN

Los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias (MASC) representan un avance
fundamental y una herramienta esencial en la transformación del sistema judicial mexicano, al ofrecer
vías pacíficas, flexibles y participativas de resolución centradas en el diálogo, la reparación del daño y
la restauración social. En este trabajo se analizan los papeles que desempeñan la víctima y el ofensor y
y el empoderamiento de estos, destacando su función en la construcción de acuerdos pacíficos, la
reparación del daño y la promoción de una justicia restaurativa, analizando cómo la comunicación
efectiva entre las partes contribuye a la resolución de conflictos de manera más humana y eficiente que
el sistema penal tradicional

Palabras clave: mecanismos alternativos, víctima, ofensor, justicia restaurativa, reparación del daño

1
Autor principal
Correspondencia:
palaciosreyesfatima@gmail.com
pág. 2981
Repair and Reintegrate: the Shared Responsibility of Victim and Offender
in Building Restorative Criminal Justice

ABSTRACT

Alternative Dispute Resolution Mechanisms (ADR) represent a fundamental advancement in the
Mexican justice system, offering resolution pathways centered on dialogue, reparation of harm, and
social restoration. This paper analyzes the roles of the victim and the offender within these processes,
highlighting their function in building peaceful agreements, repairing harm, and promoting restorative
justice. It examines how effective communication between the parties contributes to resolving conflicts
in a more humane and efficient manner than the traditional criminal justice system

Keywords: alternative mechanisms, victim, offender, restorative justice, ©

Artículo recibido 15 octubre 2025

Aceptado para publicación: 29 noviembre 2025
pág. 2982
INTRODUCCIÓN

Naturaleza y evolución de los mecanismos alternativos

Los MASC se inspiran en los principios de la justicia restaurativa surgida a mediados del siglo XX en
países como Canadá, Nueva Zelanda y noruega. Este modelo se bajo en prácticas comunitarias
ancestrales de reparación y conciliación y fue reconocido internacionalmente por la Organización de
las Naciones Unidas en los principios básicos sobre la utilización de Programas de Justicia Restaurativa
en Materia Penal (ONU, 2022) estos documentos impulsaron a los Estados a incorporar modelos
alternativos que priorizaran la reparación del daño por sobre el castigo.

En México, la reforma constitucional de 2008 transformó profundamente el sistema de justicia penal
mexicano al introducir el modelo acusatorio adversarial, orientado hacia la oralidad, la transparencia y
la búsqueda de soluciones alternativas al conflicto penal donde también se reconoció a La Constitución
política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 17, donde menciona que toda persona tiene
derecho a que se le administre justica de manera pronta y completa y el estado promoverá los
mecanismos alternativos de solución de controversias. Dentro de este contexto, podemos decir que los
MASC tienen una naturaleza restaurativa y consensual, pues buscan que las partes involucradas en un
conflicto lleguen a un acuerdo que satisfaga sus intereses.

La incorporación de los MASC en la legislación mexicana, especialmente a partir de la entrada en vigor
de la ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal (2014)
representa un avance significativo en la consolidación del estado de derecho, al garantizar el acceso a
una justicia pronta, completa e imparcial. Los MASC han transformado la forma en que se concibe la
justicia en México, estos instrumentos, sustentados en los principios de voluntariedad, confidencialidad,
flexibilidad y equidad, permiten resolver conflictos sin necesidad de recurrir al proceso de juicio
tradicional, dentro de estos, el empoderamiento de la víctima y del ofendido constituye un eje esencial
para garantizar que la justicia alternativa sea verdaderamente restaurativa, participativa y humana. Estos
mecanismos buscan atender los conflictos desde una perspectiva centrada en las personas, promoviendo
la comunicación directa entre la víctima y el responsable del hecho, con la finalidad de alcanzar una
solución que repare el daño y restaure la armonía social.
pág. 2983
El papel de la víctima y del ofensor es esencial en estos mecanismos, pues su participación activa
constituye la base de la solución consensuada. A diferencia del sistema tradicional, donde el Estado
asume el control del conflicto, los MASC devuelven el protagonismo a las personas involucradas,
permitiendo un diálogo constructivo que promueve la empatía y la responsabilidad, destacando como
la interdependencia de los roles de ambos promueven una justicia distinta a la que conocemos.

METODOLOGÍA

El presente estudio se desarrolló bajo un enfoque cualitativo, orientado a comprender la experiencia,
las percepciones y los significados que los actores jurídicos atribuyen a los MASC en México. Este
enfoque no busca cuantificar resultados, sino interpretar la manera en que las personas viven y valoran
estos mecanismos dentro del proceso penal acusatorio entendiendo el cómo y el porqué en el papel de
víctima y ofensor. De esta manera permite analizar los factores relacionales que influyen en la eficacia
de los MASC, como la comunicación, la confianza y la disposición al diálogo. Estos elementos no
pueden medirse con precisión numérica, pero son determinantes para que el proceso restaurativo logre
sus objetivos.

El enfoque cualitativo es indispensable para comprender la complejidad del papel de víctima y ofensor
y su corresponsabilidad en los MASC, ya que proporciona una visión integral del proceso de justicia
restaurativa, centrada en la experiencia humana, la reconstrucción del daño y la búsqueda genuina de la
paz social.

RESULTADO Y DISCUSIÓN

Durante mucho tiempo, el sistema penal mexicano se caracterizó por un enfoque retributivo, en el que
la víctima quedaba relegada a un papel secundario. Sin embargo, las reformas constitucionales y la
implementación de los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal
(MASC) han transformado este paradigma, otorgando a la víctima un papel protagónico y participativo.

El empoderamiento de la víctima en la reparación integral.

El empoderamiento se define como el proceso mediante el cual una persona adquiere control, autonomía
y participación en la toma de decisiones que afectan su vida, en el ámbito penal, el empoderamiento de
la víctima implica reconocerla como un sujeto de derechos y no solo como un elemento probatorio. En
lugar de limitarse a ser testigo o denunciante, la víctima se convierte en parte activa del proceso
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restaurativo, con derecho a dialogar con el ofensor, expresar el daño sufrido y participar en la
construcción de acuerdos que promuevan su reparación integral convirtiéndose en un agente activo del
proceso restaurativo, capaz de expresar sus necesidades. Este enfoque se alinea con los principios de la
justicia restaurativa, reconocida en la legislación mexicana como un complemento del sistema penal
acusatorio. La víctima deja de ser un ente pasivo del procedimiento penal para convertirse en sujeto
activo de derechos. Su papel es esencial porque, sin su consentimiento, los mecanismos alternativos no
pueden llevarse a cabo. A través del diálogo con el ofensor, la víctima puede expresar el impacto del
delito, lo que contribuye a su proceso de sanación emocional y a la reconstrucción del sentido de justicia
personal y social.

El empoderamiento de la víctima se entiende como el proceso mediante el cual la persona afectada
busca una solución por sí misma, es decir, recupera su agencia dejando de ser un sujeto pasivo y se
convierte en un actor central del proceso restaurativo, el empoderamiento además implica garantizar
condiciones de igualdad y seguridad para que la víctima participe libremente, esto se logra a través del
espacio seguro para llevar un libre y respetuoso diálogo y saber ocupar los mecanismos favorablemente.

En el ámbito penal, el término “ofendido” alude a la persona cuyos bienes jurídicos han sido vulnerados,
en los MASC se relaciona con la posibilidad de intervenir en la toma de decisiones sobre la reparación
del daño y el reconocimiento del conflicto, los procesos restaurativos permiten que el ofendido dialogue
directamente con el infractor (ofensor), comunique el impacto del delito desde su perspectiva y acuerde
la materna en que desea que este sea reparado, esto generó un efecto transformador, recupera su
dignidad, voz y control frente a una situación que antes lo colocaba en desventaja.

El ofensor como agente de reintegración social.

El ofensor, por su parte, asume un papel activo en el reconocimiento del daño causado. Los MASC
ofrecen un espacio para que este pueda asumir responsabilidad, pedir perdón y comprometerse con la
reparación. Este enfoque no busca castigar, sino reeducar y reintegrar al individuo en la sociedad. De
esta forma, la justicia restaurativa rompe con el paradigma retributivo al reconocer que la conducta
delictiva afecta relaciones humanas que deben ser reparadas, no solo sancionadas.

A diferencia del sistema punitivo, donde el castigo es impuesto, los MASC ofrecen al ofensor la
oportunidad de asumir conscientemente la responsabilidad de sus actos.
pág. 2985
Este reconocimiento no solo implica aceptar la comisión del delito, sino también comprender el impacto
que su conducta tuvo en la víctima y en la comunidad. El proceso restaurativo busca que el ofensor
reflexione sobre las causas de su comportamiento, se comprometa a reparar el daño y promueva un
cambio en su actitud. De esta manera, el sistema deja de centrarse exclusivamente en la sanción y se
orienta hacia la transformación personal y la prevención de la reincidencia. Este proceso fomenta la
conciencia moral, la empatía y el reencuentro con los valores sociales, contribuyendo a su reinserción
comunitaria.

La relevancia del papel que desempeñan la víctima y el ofensor dentro de los mecanismos alternativos
de solución de controversias (MASC) radica en que ambos constituyen los pilares fundamentales del
proceso restaurativo. A diferencia del sistema penal tradicional, donde el conflicto es absorbido por el
Estado y las partes se convierten en sujetos pasivos de un procedimiento judicial, los MASC devuelven
a las partes el protagonismo y la responsabilidad en la resolución del daño ocasionado.

En este contexto, la víctima adquiere un papel activo al poder expresar el impacto que el delito ha tenido
en su vida y participar en la búsqueda de una reparación integral, no solo material, sino también
emocional y simbólica. La evidencia muestra que, cuando la víctima es escuchada y participa en el
acuerdo reparatorio, existe una mayor percepción de justicia y satisfacción con el proceso. Por su parte,
el ofensor asume una función esencial al reconocer su responsabilidad en el hecho delictivo y
comprometerse a reparar el daño causado. A través de los MASC, el ofensor tiene la oportunidad de
comprender las consecuencias de sus actos, generar empatía hacia la víctima y participar activamente
en la solución del conflicto.

La importancia de ambos roles se manifiesta en que su participación voluntaria y consciente constituye
el núcleo de la justicia restaurativa. Cuando víctima y ofensor colaboran activamente, los MASC logran
cumplir su objetivo principal: la reparación del daño, la reconciliación y la reconstrucción del tejido
social. Por ello, reconocer, fortalecer y garantizar la participación de ambos actores es esencial para la
consolidación de un sistema de justicia penal más humana, eficiente y orientada a la paz social. El
empoderamiento de la víctima y del ofensor no puede entenderse sin relacionarlo con la justicia
restaurativa, paradigma que busca reparar el daño causado y restaurar las relaciones entre las partes.
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La justicia restaurativa reconocida en la Ley de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias
promueve que la víctima y ofendido participe activamente en la definición del acuerdo reparatorio,
asegurando así que su voz sea escuchada y respetada. El objetivo central es reparar el daño, restaurar la
relación social, lo cual solo puede lograrse mediante el empoderamiento efectivo de la víctima y del
ofendido, buscando reconstruir el equilibrio moral y social quebrantado en el conflicto. Usar los MASC
en lugar del sistema penal tradicional no significa evadir la justicia, sino buscar una justicia más
humana, rápida y efectiva, donde las partes sean protagonistas y el conflicto se resuelva de forma
constructiva. Estos mecanismos fortalecen la convivencia social, la confianza en las instituciones y la
cultura de la paz.

La eficacia de los acuerdos restaurativos

Finalmente, los acuerdos restaurativos constituyen el producto final del proceso de mediación,
conciliación o junta restaurativa, cuyo cumplimiento refleja el grado de eficacia jurídica y social que se
llevó entre la víctima y el ofensor. El análisis de su eficacia es fundamental, pues no solo se trata de que
el acuerdo tenga validez legal, sino también de que logre restaurar La Paz social y la confianza entre
las partes involucradas. La eficacia jurídica se refiere a la validez, obligatoriedad y ejecutabilidad de
los acuerdos alcanzados, esta depende de que el acuerdo cumpla con los riquísimos de legalidad y
voluntariedad, que se formalice ante la autoridad competente y que se respete el principio de reparación
integral del daño, puesto que, “El cumplimiento del acuerdo reparatorio extingue la acción penal” (art
187, CNPP).

Más allá de la validez jurídica, la eficacia social evalúa el impacto en la convivencia, la reconciliación
y la percepción de justicia, un acuerdo restaurativo es socialmente eficaz cuidando: la víctima se siente
escuchada, reparada y satisfecha, el ofensor asume responsabilidad y muestra compromiso con la
reparación, la comunidad percibe una restauración del orden social y la confianza en las instituciones,
esta eficacia está relacionada con la dimensión humana del conflicto, la empatía y la participación activa
de las partes. La eficacia de los acuerdos restaurativos en materia penal es un indicador esencial del
éxito de los MASC, su eficacia jurídica garantiza que el acuerdo tenga efectos legales válidos y extinga
la acción penal, mientras que su eficacia social demuestra que el mecanismo cumple su propósito
restaurador: sanar el daño y restablecer la convivencia.
pág. 2987
Diversos estudios en materia de justicia restaurativa demuestran que los acuerdos logrados mediante
diálogo y empatía reducen significativamente los índices de reincidencia y fortalecen los lazos sociales.

CONCLUSIONES

El papel de la víctima y ofensor en los mecanismos alternativos de solución de controversias en materia
penal es protagónico y transformador, al reconocer su voz, sus emociones y su derecho a participar, el
sistema penal mexicano avanza hacia una justicia más equilibrada y restaurativa. Representa una
oportunidad para transformar el conflicto en un proceso de aprendizaje, reparación y reconciliación.

Ambas figuras, al participar activamente, contribuyen a la consolidación de una justicia restaurativa que
coloca en el centro la dignidad humana y la reconstrucción del tejido social. México, al incorporar los
MASC en su marco legal, avanza hacia un sistema más accesible, empático y eficiente, donde la justicia
no solo se impone, sino que se construye de manera compartida.

En este sentido, los MASC se presentan como una vía eficaz para humanizar la justicia, privilegiando
el diálogo, la comprensión y la corresponsabilidad sobre la sanción punitiva tradicional, por lo cual se
vuelve indispensable y sumamente importante el rol que la víctima y el ofensor realizan en estos
mecanismos. Los MASC deben concebirse como un sistema integral en el que la reparación del daño,
la justicia, la dignidad humana y La Paz social se articulen de manera armónica, solo así la justicia
restaurativa podrá consolidarse como una vía eficaz, legítima y humanista dentro del sistema penal
mexicano.

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