SEMBRANDO FUTURO: MUJERES
RURALES Y LA EXPANSIÓN GLOBAL DEL
CAFÉ DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA
MARTA
SOWING THE FUTURE: RURAL WOMEN AND THE
GLOBAL EXPANSION OF COFFEE FROM THE SIERRA
NEVADA DE SANTA MARTA
Mabel Manrique Ramos
Especialista en Negocios Internacionales, Colombia
pág. 3017
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21423
Sembrando Futuro: Mujeres Rurales y la Expansión Global del Café de la
Sierra Nevada de Santa Marta
Mabel Manrique Ramos1
mabelmanrique@gmail.com
Especialista en Negocios Internacionales, Colombia
RESUMEN
Este estudio analiza, desde una perspectiva de revisión documental, las dinámicas contemporáneas de
sostenibilidad en la cadena global del café, prestando especial atención a los desafíos socioeconómicos,
ambientales y tecnológicos que enfrentan los pequeños productores, en particular las comunidades
rurales vinculadas a la producción de cafés diferenciados. La revisión evidencia que, si bien la
sostenibilidad en el sector cafetero ha evolucionado hacia enfoques integrados que combinan
innovación tecnológica, gestión ambiental y gobernanza, persisten brechas estructurales relacionadas
con la distribución del valor, la exclusión de actores rurales y la desconexión entre productores y
mercados de alto valor.Los estudios revisados muestran que la digitalización mediante tecnologías
como blockchain, IoT y aplicaciones móviles está reformulando los mecanismos de transparencia y
trazabilidad, ofreciendo oportunidades para mejorar la posición de los productores en la cadena.
Asimismo, se identifican impactos crecientes del cambio climático sobre la productividad y la calidad
del café arábica, particularmente en regiones vulnerables, lo que exige estrategias de adaptación basadas
en prácticas agroecológicas y resiliencia climática
Palabras clave: mujeres rurales, cadena de valor del café, sostenibilidad, café de especialidad, trabajo
invisible, co-creación de valor
1 Autor principal
Correspondencia: mabelmanrique@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21423
Sembrando Futuro: Mujeres Rurales y la Expansión Global del Café de la
Sierra Nevada de Santa Marta
Mabel Manrique Ramos1
mabelmanrique@gmail.com
Especialista en Negocios Internacionales, Colombia
RESUMEN
Este estudio analiza, desde una perspectiva de revisión documental, las dinámicas contemporáneas de
sostenibilidad en la cadena global del café, prestando especial atención a los desafíos socioeconómicos,
ambientales y tecnológicos que enfrentan los pequeños productores, en particular las comunidades
rurales vinculadas a la producción de cafés diferenciados. La revisión evidencia que, si bien la
sostenibilidad en el sector cafetero ha evolucionado hacia enfoques integrados que combinan
innovación tecnológica, gestión ambiental y gobernanza, persisten brechas estructurales relacionadas
con la distribución del valor, la exclusión de actores rurales y la desconexión entre productores y
mercados de alto valor.Los estudios revisados muestran que la digitalización mediante tecnologías
como blockchain, IoT y aplicaciones móviles está reformulando los mecanismos de transparencia y
trazabilidad, ofreciendo oportunidades para mejorar la posición de los productores en la cadena.
Asimismo, se identifican impactos crecientes del cambio climático sobre la productividad y la calidad
del café arábica, particularmente en regiones vulnerables, lo que exige estrategias de adaptación basadas
en prácticas agroecológicas y resiliencia climática
Palabras clave: mujeres rurales, cadena de valor del café, sostenibilidad, café de especialidad, trabajo
invisible, co-creación de valor
1 Autor principal
Correspondencia: mabelmanrique@gmail.com
pág. 3018
Sowing the Future: Rural Women and the Global Expansion of Coffee
from the Sierra Nevada de Santa Marta
ABSTRACT
This study analyzes,from a documentary review perspective, the contemporary dynamics
ofsustainability in the global coffee chain, paying special attention to thesocioeconomic, environmental,
and technological challenges faced by smallproducers, particularly rural communities linked to the
productionof differentiated coffees. The review shows that, although sustainability in the coffee sector
has evolved towards integrated approaches that combinetechnological innovation, environmental
management, and governance, structural gaps persistrelated to value distribution, the exclusion ofrural
actors, and the disconnect between producers and high-value markets. Thestudies reviewed show that
digitization through technologies such asblockchain, IoT, and mobile applications is reshaping the
mechanisms oftransparency and traceability, offering opportunities to improve the positionof producers
in the chain. Likewise, growing impactsof climate change on the productivity and quality of Arabica
coffee are being identified,particularly in vulnerable regions, which requires adaptation strategiesbased
on agroecological practices and climate resilience
Keywords: rural women, coffee value chain, sustainability, specialty coffee, invisible labor, value co-
creation
Artículo recibido 14 octubre 2025
Aceptado para publicación: 28 noviembre 2025
Sowing the Future: Rural Women and the Global Expansion of Coffee
from the Sierra Nevada de Santa Marta
ABSTRACT
This study analyzes,from a documentary review perspective, the contemporary dynamics
ofsustainability in the global coffee chain, paying special attention to thesocioeconomic, environmental,
and technological challenges faced by smallproducers, particularly rural communities linked to the
productionof differentiated coffees. The review shows that, although sustainability in the coffee sector
has evolved towards integrated approaches that combinetechnological innovation, environmental
management, and governance, structural gaps persistrelated to value distribution, the exclusion ofrural
actors, and the disconnect between producers and high-value markets. Thestudies reviewed show that
digitization through technologies such asblockchain, IoT, and mobile applications is reshaping the
mechanisms oftransparency and traceability, offering opportunities to improve the positionof producers
in the chain. Likewise, growing impactsof climate change on the productivity and quality of Arabica
coffee are being identified,particularly in vulnerable regions, which requires adaptation strategiesbased
on agroecological practices and climate resilience
Keywords: rural women, coffee value chain, sustainability, specialty coffee, invisible labor, value co-
creation
Artículo recibido 14 octubre 2025
Aceptado para publicación: 28 noviembre 2025
pág. 3019
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la caficultura colombiana ha sido reconocida a nivel internacional no solo por la
calidad de su grano, sino también por la creciente importancia de los factores sociales, ambientales y
culturales que intervienen en su producción. Dentro de este entramado, el papel de las mujeres rurales
ha emergido como un componente fundamental, aunque históricamente subrepresentado, en especial en
narrativas asociadas a la calidad del café, la trazabilidad, la sostenibilidad y la inserción en mercados
globales. A pesar de su participación en las labores agrícolas, domésticas, comunitarias y comerciales,
las mujeres caficultoras continúan siendo invisibilizadas en los discursos hegemónicos de la caficultura,
que tienden a privilegiar una visión androcéntrica del trabajo rural.
Estudios recientes han evidenciado que las mujeres realizan aportes sustanciales tanto en el proceso
productivo como en el sostenimiento de las fincas cafeteras, combinando tareas agrícolas con
responsabilidades domésticas y de cuidado que permiten la reproducción social de las unidades
productivas (Ramírez, 2023). Sin embargo, este esfuerzo se desarrolla en un contexto de desigualdades
estructurales donde persisten brechas en el acceso a la tierra, los recursos productivos, la educación, la
participación en espacios de decisión y el reconocimiento económico y simbólico.
En este sentido, la investigación sobre equidad de género en la caficultura desarrollada en el marco del
proyecto Amazonia Connect en el departamento del Caquetá aporta evidencia relevante al mostrar cómo
las relaciones de género estructuran el acceso, control y toma de decisiones en las fincas cafeteras. El
estudio señala que solo el 11 % de las 111 fincas analizadas tienen como propietaria a una mujer, y que,
además, estas fincas presentan un área promedio en café menor (0,88 ha) comparada con las de
propiedad masculina (1,51 ha) (Ramírez et al., 2023). Estos datos reflejan una desigualdad estructural
en la tenencia y uso de la tierra, factor clave para acceder a programas de apoyo, créditos y mercados
diferenciados.
A pesar de esta limitación, el mismo estudio señala que las fincas lideradas por mujeres presentan una
mayor área dedicada a conservación, con promedios de 14,67 hectáreas de bosque frente a 11,69
hectáreas en fincas de hombres, lo cual evidencia su papel clave en la sostenibilidad ambiental y la
protección de ecosistemas estratégicos (Ramírez et al., 2023).
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la caficultura colombiana ha sido reconocida a nivel internacional no solo por la
calidad de su grano, sino también por la creciente importancia de los factores sociales, ambientales y
culturales que intervienen en su producción. Dentro de este entramado, el papel de las mujeres rurales
ha emergido como un componente fundamental, aunque históricamente subrepresentado, en especial en
narrativas asociadas a la calidad del café, la trazabilidad, la sostenibilidad y la inserción en mercados
globales. A pesar de su participación en las labores agrícolas, domésticas, comunitarias y comerciales,
las mujeres caficultoras continúan siendo invisibilizadas en los discursos hegemónicos de la caficultura,
que tienden a privilegiar una visión androcéntrica del trabajo rural.
Estudios recientes han evidenciado que las mujeres realizan aportes sustanciales tanto en el proceso
productivo como en el sostenimiento de las fincas cafeteras, combinando tareas agrícolas con
responsabilidades domésticas y de cuidado que permiten la reproducción social de las unidades
productivas (Ramírez, 2023). Sin embargo, este esfuerzo se desarrolla en un contexto de desigualdades
estructurales donde persisten brechas en el acceso a la tierra, los recursos productivos, la educación, la
participación en espacios de decisión y el reconocimiento económico y simbólico.
En este sentido, la investigación sobre equidad de género en la caficultura desarrollada en el marco del
proyecto Amazonia Connect en el departamento del Caquetá aporta evidencia relevante al mostrar cómo
las relaciones de género estructuran el acceso, control y toma de decisiones en las fincas cafeteras. El
estudio señala que solo el 11 % de las 111 fincas analizadas tienen como propietaria a una mujer, y que,
además, estas fincas presentan un área promedio en café menor (0,88 ha) comparada con las de
propiedad masculina (1,51 ha) (Ramírez et al., 2023). Estos datos reflejan una desigualdad estructural
en la tenencia y uso de la tierra, factor clave para acceder a programas de apoyo, créditos y mercados
diferenciados.
A pesar de esta limitación, el mismo estudio señala que las fincas lideradas por mujeres presentan una
mayor área dedicada a conservación, con promedios de 14,67 hectáreas de bosque frente a 11,69
hectáreas en fincas de hombres, lo cual evidencia su papel clave en la sostenibilidad ambiental y la
protección de ecosistemas estratégicos (Ramírez et al., 2023).
pág. 3020
Este hallazgo resulta particularmente relevante en contextos como la Sierra Nevada de Santa Marta,
región reconocida por su riqueza ambiental y cultural, y donde los mercados internacionales exigen
crecientes estándares de sostenibilidad.
En contraste con su aporte real, el trabajo de las mujeres en el sector cafetero ha sido históricamente
objeto de lo que algunos autores denominan un proceso de despojo simbólico y económico, en el que
su trabajo productivo y reproductivo es cooptado pero no reconocido en las dinámicas del
mercado(Sañudo et al., 2023). Este fenómeno se manifiesta con mayor fuerza en el segmento de los
cafés especiales, donde la calidad y la trazabilidad dependen en gran medida del trabajo meticuloso
realizado por las mujeres en labores de selección, beneficio, secado y control de calidad, pero donde su
participación en la valorización y comercialización sigue siendo limitada.
Según investigaciones en zonas cafeteras de Colombia, las mujeres han sido actoras clave en la
consolidación del sector de cafés especiales. Un estudio en el municipio de La Unión (Nariño) señala
que las mujeres producen alrededor de 200.000 kilos de café, de los cuales al menos el 50 % corresponde
a café especial (Sañudo et al., 2023). Este dato ilustra cómo su aporte está directamente vinculado con
la calidad y competitividad del café colombiano en mercados internacionales, a pesar de que su rol sigue
siendo invisibilizado en muchos discursos institucionales y comerciales.
Como respuesta a estas brechas, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) (Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia (FNC), 2021), formuló en 2021 la Política de Equidad de Género para la Mujer
Caficultora, considerada la primera política de este tipo en un gremio agrícola en Colombia. Esta
política surge tras un proceso de construcción colectiva con mujeres líderes del sector y se basa en un
diagnóstico integral de las brechas existentes en los roles productivo y reproductivo, la educación, la
autonomía económica, la participación, la salud y las violencias basadas en género (Velásquez, 2022).
Dicho instrumento establece principios como la igualdad y no discriminación, la autonomía y
empoderamiento, la participación y la sostenibilidad, así como siete ejes estratégicos orientados a
transformar las relaciones de género en el sector cafetero, promover el acceso de las mujeres a la
educación y a recursos productivos, fortalecer su participación en espacios de decisión e impulsar su
autonomía económica (FNC, 2021).
Este hallazgo resulta particularmente relevante en contextos como la Sierra Nevada de Santa Marta,
región reconocida por su riqueza ambiental y cultural, y donde los mercados internacionales exigen
crecientes estándares de sostenibilidad.
En contraste con su aporte real, el trabajo de las mujeres en el sector cafetero ha sido históricamente
objeto de lo que algunos autores denominan un proceso de despojo simbólico y económico, en el que
su trabajo productivo y reproductivo es cooptado pero no reconocido en las dinámicas del
mercado(Sañudo et al., 2023). Este fenómeno se manifiesta con mayor fuerza en el segmento de los
cafés especiales, donde la calidad y la trazabilidad dependen en gran medida del trabajo meticuloso
realizado por las mujeres en labores de selección, beneficio, secado y control de calidad, pero donde su
participación en la valorización y comercialización sigue siendo limitada.
Según investigaciones en zonas cafeteras de Colombia, las mujeres han sido actoras clave en la
consolidación del sector de cafés especiales. Un estudio en el municipio de La Unión (Nariño) señala
que las mujeres producen alrededor de 200.000 kilos de café, de los cuales al menos el 50 % corresponde
a café especial (Sañudo et al., 2023). Este dato ilustra cómo su aporte está directamente vinculado con
la calidad y competitividad del café colombiano en mercados internacionales, a pesar de que su rol sigue
siendo invisibilizado en muchos discursos institucionales y comerciales.
Como respuesta a estas brechas, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) (Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia (FNC), 2021), formuló en 2021 la Política de Equidad de Género para la Mujer
Caficultora, considerada la primera política de este tipo en un gremio agrícola en Colombia. Esta
política surge tras un proceso de construcción colectiva con mujeres líderes del sector y se basa en un
diagnóstico integral de las brechas existentes en los roles productivo y reproductivo, la educación, la
autonomía económica, la participación, la salud y las violencias basadas en género (Velásquez, 2022).
Dicho instrumento establece principios como la igualdad y no discriminación, la autonomía y
empoderamiento, la participación y la sostenibilidad, así como siete ejes estratégicos orientados a
transformar las relaciones de género en el sector cafetero, promover el acceso de las mujeres a la
educación y a recursos productivos, fortalecer su participación en espacios de decisión e impulsar su
autonomía económica (FNC, 2021).
pág. 3021
Estos lineamientos evidencian un reconocimiento institucional del problema, pero su implementación
enfrenta desafíos estructurales, culturales y territoriales que requieren ser analizados a profundidad.
De acuerdo con la FNC, el 30 % del total de caficultores en Colombia son mujeres, lo que equivale a
más de 163.000 productoras, mientras que el 45,9 % de los miembros de hogares cafeteros son mujeres
(FNC, 2021). No obstante, el 25 % de los hogares cafeteros con jefatura femenina presentan mayores
niveles de vulnerabilidad y condiciones habitacionales más precarias, lo que refleja una feminización
de la pobreza rural. Asimismo, el diagnóstico de la política identificó que el 79 % de las mujeres
cafeteras dedican más de cinco horas diarias a labores del hogar no remuneradas, evidenciando una
sobrecarga de trabajo que limita su participación plena en los espacios productivos y comerciales.
En el ámbito laboral, las brechas también son profundas. Las mujeres rurales en Colombia presentan
una tasa de desempleo del 14,8 %, en comparación con el 5 % de los hombres rurales, y reciben en
promedio un 34,5 % menos ingresos por actividades realizadas bajo contrato (FNC, 2021). Estas cifras
explican por qué, a pesar de su aporte a la cadena del café, muchas mujeres no logran beneficiarse de
manera proporcional de los ingresos generados por la actividad cafetera, particularmente en los
segmentos de exportación y cafés diferenciados. En este contexto, la Sierra Nevada de Santa Marta se
erige como un territorio estratégico para analizar estas dinámicas. Esta región combina una alta
valoración internacional por la calidad de su café con una fuerte presencia de comunidades campesinas,
indígenas y mujeres rurales, cuyas prácticas productivas están estrechamente vinculadas con la
sostenibilidad ambiental y cultural. Sin embargo, como ocurre en otras regiones cafeteras del país, el
trabajo de las mujeres sigue siendo poco visibilizado en las narrativas dominantes sobre el café de alta
calidad y exportación. Adicionalmente, el estudio desarrollado en Caquetá pone de relieve que las
relaciones de género en las familias cafeteras están marcadas por una división sexual del trabajo que
asigna a las mujeres tareas domésticas, de cuidado y apoyo al cultivo, mientras que los hombres
concentran las labores más visibles y reconocidas económicamente (Ramírez et al., 2023). Esta
estructura reproduce desigualdades en el acceso al poder, a los recursos y a la toma de decisiones dentro
y fuera de la finca.
Estos lineamientos evidencian un reconocimiento institucional del problema, pero su implementación
enfrenta desafíos estructurales, culturales y territoriales que requieren ser analizados a profundidad.
De acuerdo con la FNC, el 30 % del total de caficultores en Colombia son mujeres, lo que equivale a
más de 163.000 productoras, mientras que el 45,9 % de los miembros de hogares cafeteros son mujeres
(FNC, 2021). No obstante, el 25 % de los hogares cafeteros con jefatura femenina presentan mayores
niveles de vulnerabilidad y condiciones habitacionales más precarias, lo que refleja una feminización
de la pobreza rural. Asimismo, el diagnóstico de la política identificó que el 79 % de las mujeres
cafeteras dedican más de cinco horas diarias a labores del hogar no remuneradas, evidenciando una
sobrecarga de trabajo que limita su participación plena en los espacios productivos y comerciales.
En el ámbito laboral, las brechas también son profundas. Las mujeres rurales en Colombia presentan
una tasa de desempleo del 14,8 %, en comparación con el 5 % de los hombres rurales, y reciben en
promedio un 34,5 % menos ingresos por actividades realizadas bajo contrato (FNC, 2021). Estas cifras
explican por qué, a pesar de su aporte a la cadena del café, muchas mujeres no logran beneficiarse de
manera proporcional de los ingresos generados por la actividad cafetera, particularmente en los
segmentos de exportación y cafés diferenciados. En este contexto, la Sierra Nevada de Santa Marta se
erige como un territorio estratégico para analizar estas dinámicas. Esta región combina una alta
valoración internacional por la calidad de su café con una fuerte presencia de comunidades campesinas,
indígenas y mujeres rurales, cuyas prácticas productivas están estrechamente vinculadas con la
sostenibilidad ambiental y cultural. Sin embargo, como ocurre en otras regiones cafeteras del país, el
trabajo de las mujeres sigue siendo poco visibilizado en las narrativas dominantes sobre el café de alta
calidad y exportación. Adicionalmente, el estudio desarrollado en Caquetá pone de relieve que las
relaciones de género en las familias cafeteras están marcadas por una división sexual del trabajo que
asigna a las mujeres tareas domésticas, de cuidado y apoyo al cultivo, mientras que los hombres
concentran las labores más visibles y reconocidas económicamente (Ramírez et al., 2023). Esta
estructura reproduce desigualdades en el acceso al poder, a los recursos y a la toma de decisiones dentro
y fuera de la finca.
pág. 3022
Asimismo, las autoras del estudio señalan que las mujeres enfrentan barreras culturales relacionadas
con estereotipos de género que limitan su participación en espacios técnicos, comerciales y de liderazgo,
a pesar de que en muchas ocasiones son quienes garantizan la continuidad generacional de la caficultura
mediante la transmisión de saberes, prácticas y valores en las familias cafeteras (Ramírez et al., 2023).
En el caso del mercado de cafés especiales y de exportación, esta invisibilización se vuelve aún más
crítica, pues los discursos comerciales tienden a resaltar conceptos como calidad, origen y
sostenibilidad, sin reconocer explícitamente quiénes son las personas que sostienen esos atributos desde
el trabajo cotidiano. La literatura analizada destaca que el impulso a la participación de las mujeres en
este segmento debe ir más allá del acceso a recursos y oportunidades, orientándose al fortalecimiento
de sus capacidades para incidir en las dinámicas económicas y políticas a nivel local, regional y nacional
(Sañudo et al., 2023).
En este marco, el presente artículo de revisión documental se propone analizar y visibilizar el rol
transformador de las mujeres rurales en la cadena de valor del café de la Sierra Nevada de Santa Marta,
especialmente en relación con su contribución a la calidad, la sostenibilidad y la expansión hacia los
mercados globales. A partir de los aportes del estudio de equidad de género en Caquetá, los análisis
sobre cafés especiales y la política de equidad de género de la FNC, se busca problematizar las
narrativas dominantes de la caficultura y rescatar el papel central que desempeñan las mujeres en la
construcción de un café colombiano sostenible, ético y competitivo a nivel internacional.
Este análisis resulta pertinente no solo en términos académicos, sino también sociales y políticos, en
tanto contribuye a generar insumos para el diseño de estrategias de intervención, políticas públicas y
modelos productivos más inclusivos, que reconozcan a las mujeres rurales como sujetas históricas,
económicas y culturales de la caficultura colombiana.
Marco Teórico
1. Mujeres rurales, trabajo invisible y sistemas patriarcales en el ámbito agrícola
Las mujeres rurales han desempeñado históricamente un rol central en los sistemas productivos
agrícolas, particularmente en economías basadas en cultivos comerciales como el café. Sin embargo,
gran parte de su trabajo permanece invisibilizado en las narrativas económicas, institucionales y
Asimismo, las autoras del estudio señalan que las mujeres enfrentan barreras culturales relacionadas
con estereotipos de género que limitan su participación en espacios técnicos, comerciales y de liderazgo,
a pesar de que en muchas ocasiones son quienes garantizan la continuidad generacional de la caficultura
mediante la transmisión de saberes, prácticas y valores en las familias cafeteras (Ramírez et al., 2023).
En el caso del mercado de cafés especiales y de exportación, esta invisibilización se vuelve aún más
crítica, pues los discursos comerciales tienden a resaltar conceptos como calidad, origen y
sostenibilidad, sin reconocer explícitamente quiénes son las personas que sostienen esos atributos desde
el trabajo cotidiano. La literatura analizada destaca que el impulso a la participación de las mujeres en
este segmento debe ir más allá del acceso a recursos y oportunidades, orientándose al fortalecimiento
de sus capacidades para incidir en las dinámicas económicas y políticas a nivel local, regional y nacional
(Sañudo et al., 2023).
En este marco, el presente artículo de revisión documental se propone analizar y visibilizar el rol
transformador de las mujeres rurales en la cadena de valor del café de la Sierra Nevada de Santa Marta,
especialmente en relación con su contribución a la calidad, la sostenibilidad y la expansión hacia los
mercados globales. A partir de los aportes del estudio de equidad de género en Caquetá, los análisis
sobre cafés especiales y la política de equidad de género de la FNC, se busca problematizar las
narrativas dominantes de la caficultura y rescatar el papel central que desempeñan las mujeres en la
construcción de un café colombiano sostenible, ético y competitivo a nivel internacional.
Este análisis resulta pertinente no solo en términos académicos, sino también sociales y políticos, en
tanto contribuye a generar insumos para el diseño de estrategias de intervención, políticas públicas y
modelos productivos más inclusivos, que reconozcan a las mujeres rurales como sujetas históricas,
económicas y culturales de la caficultura colombiana.
Marco Teórico
1. Mujeres rurales, trabajo invisible y sistemas patriarcales en el ámbito agrícola
Las mujeres rurales han desempeñado históricamente un rol central en los sistemas productivos
agrícolas, particularmente en economías basadas en cultivos comerciales como el café. Sin embargo,
gran parte de su trabajo permanece invisibilizado en las narrativas económicas, institucionales y
pág. 3023
comerciales, las cuales tienden a privilegiar las figuras masculinas como “productores” formales y
tomadores de decisiones, relegando a las mujeres a roles secundarios, de apoyo o domésticos.
Barrios, Barrios et al. (2025) desarrollan un análisis profundo en el contexto de mujeres caficultoras en
el sur de Colombia, evidenciando cómo los sistemas patriarcales estructuran la distribución de roles de
género en el mundo rural. Según estos autores, en contextos dominados por normas patriarcales, las
mujeres siguen siendo asignadas principalmente al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que los
hombres son reconocidos como líderes económicos y productivos, incluso cuando las mujeres
participan activamente en las labores agrícolas y asociativas. Esta estructura genera una fuerte
subrepresentación del trabajo femenino en los relatos oficiales sobre el sector cafetero y limita su
reconocimiento como actoras estratégicas en la cadena de valor.
Este fenómeno está íntimamente relacionado con lo que los autores denominan la “triple carga de
trabajo”, que implica que las mujeres deben cumplir simultáneamente con tareas productivas (cultivo,
recolección, procesamiento del café), reproductivas (cuidado del hogar e hijos) y comunitarias
(participación en asociaciones y procesos organizativos). Aunque estas actividades pueden fortalecer
sus capacidades y redes, también incrementan su carga de trabajo no remunerado y contribuyen a su
invisibilización en las estadísticas y narrativas del desarrollo rural.
2. Participación de las mujeres en organizaciones de productores y sus efectos en el bienestar
En las últimas décadas, las asociaciones de productores se han consolidado como estructuras clave para
fortalecer el acceso de los pequeños agricultores a mercados, crédito, asistencia técnica y procesos de
certificación. En muchos contextos, incluyendo el cafetero, estas organizaciones han desarrollado
programas específicos orientados al empoderamiento económico de las mujeres rurales.
(Barrios et al., 2025) destacan que la participación de las mujeres en asociaciones de caficultores ha
sido promovida como una vía para mejorar sus capacidades, su autonomía económica y su bienestar
subjetivo. A partir de un enfoque mixto que combina entrevistas cualitativas y encuestas cuantitativas,
los autores evidencian que las mujeres que participan en organizaciones presentan mayores niveles de
bienestar comparadas con aquellas que no lo hacen, especialmente en términos de autoestima, acceso a
redes de apoyo y percepción de agencia persona.
comerciales, las cuales tienden a privilegiar las figuras masculinas como “productores” formales y
tomadores de decisiones, relegando a las mujeres a roles secundarios, de apoyo o domésticos.
Barrios, Barrios et al. (2025) desarrollan un análisis profundo en el contexto de mujeres caficultoras en
el sur de Colombia, evidenciando cómo los sistemas patriarcales estructuran la distribución de roles de
género en el mundo rural. Según estos autores, en contextos dominados por normas patriarcales, las
mujeres siguen siendo asignadas principalmente al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que los
hombres son reconocidos como líderes económicos y productivos, incluso cuando las mujeres
participan activamente en las labores agrícolas y asociativas. Esta estructura genera una fuerte
subrepresentación del trabajo femenino en los relatos oficiales sobre el sector cafetero y limita su
reconocimiento como actoras estratégicas en la cadena de valor.
Este fenómeno está íntimamente relacionado con lo que los autores denominan la “triple carga de
trabajo”, que implica que las mujeres deben cumplir simultáneamente con tareas productivas (cultivo,
recolección, procesamiento del café), reproductivas (cuidado del hogar e hijos) y comunitarias
(participación en asociaciones y procesos organizativos). Aunque estas actividades pueden fortalecer
sus capacidades y redes, también incrementan su carga de trabajo no remunerado y contribuyen a su
invisibilización en las estadísticas y narrativas del desarrollo rural.
2. Participación de las mujeres en organizaciones de productores y sus efectos en el bienestar
En las últimas décadas, las asociaciones de productores se han consolidado como estructuras clave para
fortalecer el acceso de los pequeños agricultores a mercados, crédito, asistencia técnica y procesos de
certificación. En muchos contextos, incluyendo el cafetero, estas organizaciones han desarrollado
programas específicos orientados al empoderamiento económico de las mujeres rurales.
(Barrios et al., 2025) destacan que la participación de las mujeres en asociaciones de caficultores ha
sido promovida como una vía para mejorar sus capacidades, su autonomía económica y su bienestar
subjetivo. A partir de un enfoque mixto que combina entrevistas cualitativas y encuestas cuantitativas,
los autores evidencian que las mujeres que participan en organizaciones presentan mayores niveles de
bienestar comparadas con aquellas que no lo hacen, especialmente en términos de autoestima, acceso a
redes de apoyo y percepción de agencia persona.
pág. 3024
Sin embargo, este impacto positivo no es lineal ni universal. Los autores advierten que la participación
organizativa también conlleva costos ocultos, especialmente asociados al tiempo. Las exigencias de
asistir a reuniones, capacitaciones y actividades colectivas se suman a sus responsabilidades domésticas
y productivas, lo que en muchos casos incrementa su sobrecarga laboral y genera efectos ambivalentes
en su bienestar.
3. Pobreza de tiempo y bienestar en mujeres caficultoras
Uno de los aportes más relevantes del estudio de Barrios et al. (2025) es la incorporación del concepto
de pobreza de tiempo (time poverty) para analizar los impactos de la participación de las mujeres rurales
en organizaciones productivas.
La pobreza de tiempo se define como la falta de tiempo disponible para el descanso, el autocuidado, la
educación, la participación social y el desarrollo personal, debido a la acumulación de trabajo
remunerado y no remunerado. En el caso de las mujeres caficultoras, esta condición se agrava por la
persistencia de normas patriarcales que no redistribuyen equitativamente las tareas domésticas
Los resultados del estudio muestran que, aunque las mujeres que participan en asociaciones tienden a
experimentar un aumento en su bienestar subjetivo, existe un umbral crítico de carga de tiempo no
discrecional. A partir de este umbral, los beneficios de la participación se diluyen y el bienestar
comienza a disminuir, ya que la sobrecarga laboral se transforma en estrés, fatiga y deterioro de la
calidad de vida.
4. Producción agrícola, economía de subsistencia y lógica de mercado
Otro elemento clave en el análisis del rol de las mujeres rurales en la cadena de valor del café es la
tensión entre la lógica de subsistencia y la lógica de mercado. El estudio de (Emera et al., 2025), aunque
centrado en Burundi, aporta elementos conceptuales relevantes sobre cómo las decisiones agrícolas no
siempre están orientadas exclusivamente al mercado, sino también a las necesidades alimentarias y
reproductivas del hogar.
os autores distinguen entre sistemas de agricultura de subsistencia, cuasi-subsistencia y con orientación
al mercado. En estos contextos, muchas familias rurales producen principalmente para el autoconsumo
y solo una parte limitada de su producción se destina a la venta. Dentro de estas dinámicas, las mujeres
Sin embargo, este impacto positivo no es lineal ni universal. Los autores advierten que la participación
organizativa también conlleva costos ocultos, especialmente asociados al tiempo. Las exigencias de
asistir a reuniones, capacitaciones y actividades colectivas se suman a sus responsabilidades domésticas
y productivas, lo que en muchos casos incrementa su sobrecarga laboral y genera efectos ambivalentes
en su bienestar.
3. Pobreza de tiempo y bienestar en mujeres caficultoras
Uno de los aportes más relevantes del estudio de Barrios et al. (2025) es la incorporación del concepto
de pobreza de tiempo (time poverty) para analizar los impactos de la participación de las mujeres rurales
en organizaciones productivas.
La pobreza de tiempo se define como la falta de tiempo disponible para el descanso, el autocuidado, la
educación, la participación social y el desarrollo personal, debido a la acumulación de trabajo
remunerado y no remunerado. En el caso de las mujeres caficultoras, esta condición se agrava por la
persistencia de normas patriarcales que no redistribuyen equitativamente las tareas domésticas
Los resultados del estudio muestran que, aunque las mujeres que participan en asociaciones tienden a
experimentar un aumento en su bienestar subjetivo, existe un umbral crítico de carga de tiempo no
discrecional. A partir de este umbral, los beneficios de la participación se diluyen y el bienestar
comienza a disminuir, ya que la sobrecarga laboral se transforma en estrés, fatiga y deterioro de la
calidad de vida.
4. Producción agrícola, economía de subsistencia y lógica de mercado
Otro elemento clave en el análisis del rol de las mujeres rurales en la cadena de valor del café es la
tensión entre la lógica de subsistencia y la lógica de mercado. El estudio de (Emera et al., 2025), aunque
centrado en Burundi, aporta elementos conceptuales relevantes sobre cómo las decisiones agrícolas no
siempre están orientadas exclusivamente al mercado, sino también a las necesidades alimentarias y
reproductivas del hogar.
os autores distinguen entre sistemas de agricultura de subsistencia, cuasi-subsistencia y con orientación
al mercado. En estos contextos, muchas familias rurales producen principalmente para el autoconsumo
y solo una parte limitada de su producción se destina a la venta. Dentro de estas dinámicas, las mujeres
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desempeñan un papel fundamental en la gestión de los alimentos, la diversificación productiva y el
sostenimiento de la seguridad alimentaria del hogar.
Aunque el estudio se enfoca en la diversidad dietaria y en el ingreso extra-agrícola, sus hallazgos
permiten extrapolar un aspecto teórico clave: la inserción en mercados no implica automáticamente
mejoras en el bienestar, especialmente cuando las estructuras productivas siguen siendo de carácter
familiar y cuando la comercialización se da bajo condiciones de asimetría económica.
5. Bienestar, sostenibilidad y trabajo femenino en cadenas de valor agrícolas
Desde una perspectiva más amplia, el concepto de bienestar no puede reducirse únicamente a
indicadores económicos, sino que debe contemplar dimensiones subjetivas, sociales y temporales.
Barrios et al. (2025) retoman la definición de bienestar como la experiencia de funcionamiento positivo
y satisfacción con la vida, enfatizando que las políticas de desarrollo rural deben incorporar esta
dimensión para evaluar sus impactos reales sobre las mujeres.
En este sentido, la sostenibilidad de la expansión global del café no puede entenderse solo en términos
ambientales o comerciales, sino también sociales y de género. Cuando el trabajo de las mujeres rurales
permanece invisible y no se redistribuyen de manera equitativa las cargas productivas y reproductivas,
se generan dinámicas que pueden considerarse insostenibles en el largo plazo, ya que profundizan
desigualdades estructurales.
Emera et al. (2025) muestran que incluso en contextos de alta producción agrícola, las mujeres pueden
mantener dietas poco diversas y bajos niveles de bienestar si no existen ingresos complementarios
suficientes y si la distribución de recursos al interior del hogar sigue siendo inequitati
6. Hacia una resignificación del rol de las mujeres en la expansión global del café
A partir de los aportes teóricos discutidos, se puede afirmar que la invisibilización del trabajo de las
mujeres rurales en la caficultura responde a una doble dinámica: por un lado, estructuras patriarcales
que las relegan a posiciones subordinadas en el ámbito productivo y organizativo; y por otro, narrativas
económicas que privilegian indicadores de mercado por encima de dimensiones humanas como el
bienestar y la carga de trabajo.
desempeñan un papel fundamental en la gestión de los alimentos, la diversificación productiva y el
sostenimiento de la seguridad alimentaria del hogar.
Aunque el estudio se enfoca en la diversidad dietaria y en el ingreso extra-agrícola, sus hallazgos
permiten extrapolar un aspecto teórico clave: la inserción en mercados no implica automáticamente
mejoras en el bienestar, especialmente cuando las estructuras productivas siguen siendo de carácter
familiar y cuando la comercialización se da bajo condiciones de asimetría económica.
5. Bienestar, sostenibilidad y trabajo femenino en cadenas de valor agrícolas
Desde una perspectiva más amplia, el concepto de bienestar no puede reducirse únicamente a
indicadores económicos, sino que debe contemplar dimensiones subjetivas, sociales y temporales.
Barrios et al. (2025) retoman la definición de bienestar como la experiencia de funcionamiento positivo
y satisfacción con la vida, enfatizando que las políticas de desarrollo rural deben incorporar esta
dimensión para evaluar sus impactos reales sobre las mujeres.
En este sentido, la sostenibilidad de la expansión global del café no puede entenderse solo en términos
ambientales o comerciales, sino también sociales y de género. Cuando el trabajo de las mujeres rurales
permanece invisible y no se redistribuyen de manera equitativa las cargas productivas y reproductivas,
se generan dinámicas que pueden considerarse insostenibles en el largo plazo, ya que profundizan
desigualdades estructurales.
Emera et al. (2025) muestran que incluso en contextos de alta producción agrícola, las mujeres pueden
mantener dietas poco diversas y bajos niveles de bienestar si no existen ingresos complementarios
suficientes y si la distribución de recursos al interior del hogar sigue siendo inequitati
6. Hacia una resignificación del rol de las mujeres en la expansión global del café
A partir de los aportes teóricos discutidos, se puede afirmar que la invisibilización del trabajo de las
mujeres rurales en la caficultura responde a una doble dinámica: por un lado, estructuras patriarcales
que las relegan a posiciones subordinadas en el ámbito productivo y organizativo; y por otro, narrativas
económicas que privilegian indicadores de mercado por encima de dimensiones humanas como el
bienestar y la carga de trabajo.
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Barrios et al. (2025) insisten en que las políticas y programas orientados al desarrollo agrícola deben ir
más allá de los ingresos y considerar los impactos en la calidad de vida, el tiempo disponible y el
bienestar subjetivo de las mujeres.
METODOLOGÍA
La investigación se desarrolló desde un enfoque cualitativo, con diseño de revisión documental
sistemática e interpretativa, orientada a analizar cómo la literatura académica representa, discute y
problematiza el rol de las mujeres rurales en los sistemas agrícolas, particularmente en relación con su
trabajo, bienestar, participación productiva y vinculación con procesos de mercado y sostenibilidad.
Este enfoque resulta pertinente dado que el objetivo del estudio no es medir fenómenos empíricos
directos, sino comprender cómo se ha construido discursiva y analíticamente el papel de las mujeres
rurales dentro de las dinámicas productivas asociadas al café y otros sistemas agrícolas comparables.
La investigación se enmarca como un estudio descriptivo-analítico, en tanto organiza, interpreta y
articula los aportes teóricos y empíricos de los documentos revisados en función del problema de la
subrepresentación e invisibilidad del trabajo femenino en contextos rurales.
El corpus documental estuvo conformado exclusivamente por los textos proporcionados por la
investigadora, que incluyen artículos científicos arbitrados y documentos académicos relacionados con
género, desarrollo rural, participación en asociaciones productivas, bienestar, sostenibilidad y
agricultura de subsistencia. Estos documentos fueron seleccionados atendiendo a su pertinencia
temática, considerando su capacidad para aportar directamente a la comprensión del rol de las mujeres
rurales en estructuras productivas agrícolas, sus condiciones de trabajo, su participación organizativa y
las tensiones derivadas de su inserción en dinámicas de mercado. Se descartaron aquellos documentos
de carácter normativo, técnico o institucional que no desarrollaban análisis sociales o de género, o que
no contribuían de forma sustantiva a los objetivos del estudio.
El proceso de análisis se desarrolló en varias etapas. Inicialmente se realizó una lectura exploratoria
para identificar el enfoque, los objetivos, la metodología y los principales resultados de cada
documento. Luego se llevó a cabo una lectura analítica en profundidad, durante la cual se identificaron
conceptos clave, categorías recurrentes y núcleos de sentido vinculados al trabajo de las mujeres rurales.
Barrios et al. (2025) insisten en que las políticas y programas orientados al desarrollo agrícola deben ir
más allá de los ingresos y considerar los impactos en la calidad de vida, el tiempo disponible y el
bienestar subjetivo de las mujeres.
METODOLOGÍA
La investigación se desarrolló desde un enfoque cualitativo, con diseño de revisión documental
sistemática e interpretativa, orientada a analizar cómo la literatura académica representa, discute y
problematiza el rol de las mujeres rurales en los sistemas agrícolas, particularmente en relación con su
trabajo, bienestar, participación productiva y vinculación con procesos de mercado y sostenibilidad.
Este enfoque resulta pertinente dado que el objetivo del estudio no es medir fenómenos empíricos
directos, sino comprender cómo se ha construido discursiva y analíticamente el papel de las mujeres
rurales dentro de las dinámicas productivas asociadas al café y otros sistemas agrícolas comparables.
La investigación se enmarca como un estudio descriptivo-analítico, en tanto organiza, interpreta y
articula los aportes teóricos y empíricos de los documentos revisados en función del problema de la
subrepresentación e invisibilidad del trabajo femenino en contextos rurales.
El corpus documental estuvo conformado exclusivamente por los textos proporcionados por la
investigadora, que incluyen artículos científicos arbitrados y documentos académicos relacionados con
género, desarrollo rural, participación en asociaciones productivas, bienestar, sostenibilidad y
agricultura de subsistencia. Estos documentos fueron seleccionados atendiendo a su pertinencia
temática, considerando su capacidad para aportar directamente a la comprensión del rol de las mujeres
rurales en estructuras productivas agrícolas, sus condiciones de trabajo, su participación organizativa y
las tensiones derivadas de su inserción en dinámicas de mercado. Se descartaron aquellos documentos
de carácter normativo, técnico o institucional que no desarrollaban análisis sociales o de género, o que
no contribuían de forma sustantiva a los objetivos del estudio.
El proceso de análisis se desarrolló en varias etapas. Inicialmente se realizó una lectura exploratoria
para identificar el enfoque, los objetivos, la metodología y los principales resultados de cada
documento. Luego se llevó a cabo una lectura analítica en profundidad, durante la cual se identificaron
conceptos clave, categorías recurrentes y núcleos de sentido vinculados al trabajo de las mujeres rurales.
pág. 3027
A partir de este ejercicio se construyó un sistema de categorías analíticas que incluyó, entre otras, la
invisibilización del trabajo femenino, la carga laboral no remunerada, la pobreza de tiempo, la
participación en organizaciones productivas, el bienestar subjetivo, la relación entre producción
agrícola y mercados, y la sostenibilidad social en contextos rurales.
Posteriormente se realizó un análisis interpretativo, en el cual se compararon los enfoques y resultados
de los diferentes documentos, identificando convergencias, divergencias y vacíos en la forma como la
literatura aborda el papel de las mujeres rurales en las cadenas de valor agrícolas. Este análisis permitió
problematizar las narrativas dominantes sobre la producción y exportación agrícola, evidenciando cómo
muchas de ellas continúan reproduciendo una mirada parcial que privilegia indicadores económicos y
productivos, mientras minimizan o invisibilizan las dimensiones de género, bienestar y trabajo no
remunerado.
Finalmente, los hallazgos fueron organizados mediante una síntesis teórica integradora que conecta los
aportes del corpus documental con el problema específico de esta investigación. Esta síntesis permitió
construir un marco interpretativo que articula las categorías de género, trabajo, sostenibilidad y
mercado, destacando cómo la participación de las mujeres rurales en la expansión productiva no siempre
se traduce en reconocimiento ni mejora proporcional de sus condiciones de vida.
RESULTADOS Y DISCUSIONES
La revisión de los documentos analizados permite identificar cinco grandes ejes de transformación en
la cadena de valor del café: (i) sostenibilidad integrada de la cadena, (ii) innovación tecnológica y
trazabilidad, (iii) impactos del cambio climático, (iv) creación de valor en el mercado de cafés
diferenciados y (v) brechas estructurales en la inclusión de actores rurales.
En primer lugar, la sostenibilidad en la cadena global del café ha evolucionado desde enfoques
fragmentados hacia perspectivas sistémicas. El estudio de De Felice, Rehman, Petrillo y Baffo (2025)
evidencia que la literatura científica ha pasado de analizar aisladamente impactos ambientales o
económicos, a construir marcos integrados que incluyen dimensiones sociales, tecnológicas y de
gobernanza. Su revisión de 137 artículos muestra que los debates actuales giran en torno a la necesidad
de estrategias multi-actor y modelos de transición sostenible que articulen producción, procesamiento,
distribución y consumo bajo principios de responsabilidad social, economía circular y digitalización.
A partir de este ejercicio se construyó un sistema de categorías analíticas que incluyó, entre otras, la
invisibilización del trabajo femenino, la carga laboral no remunerada, la pobreza de tiempo, la
participación en organizaciones productivas, el bienestar subjetivo, la relación entre producción
agrícola y mercados, y la sostenibilidad social en contextos rurales.
Posteriormente se realizó un análisis interpretativo, en el cual se compararon los enfoques y resultados
de los diferentes documentos, identificando convergencias, divergencias y vacíos en la forma como la
literatura aborda el papel de las mujeres rurales en las cadenas de valor agrícolas. Este análisis permitió
problematizar las narrativas dominantes sobre la producción y exportación agrícola, evidenciando cómo
muchas de ellas continúan reproduciendo una mirada parcial que privilegia indicadores económicos y
productivos, mientras minimizan o invisibilizan las dimensiones de género, bienestar y trabajo no
remunerado.
Finalmente, los hallazgos fueron organizados mediante una síntesis teórica integradora que conecta los
aportes del corpus documental con el problema específico de esta investigación. Esta síntesis permitió
construir un marco interpretativo que articula las categorías de género, trabajo, sostenibilidad y
mercado, destacando cómo la participación de las mujeres rurales en la expansión productiva no siempre
se traduce en reconocimiento ni mejora proporcional de sus condiciones de vida.
RESULTADOS Y DISCUSIONES
La revisión de los documentos analizados permite identificar cinco grandes ejes de transformación en
la cadena de valor del café: (i) sostenibilidad integrada de la cadena, (ii) innovación tecnológica y
trazabilidad, (iii) impactos del cambio climático, (iv) creación de valor en el mercado de cafés
diferenciados y (v) brechas estructurales en la inclusión de actores rurales.
En primer lugar, la sostenibilidad en la cadena global del café ha evolucionado desde enfoques
fragmentados hacia perspectivas sistémicas. El estudio de De Felice, Rehman, Petrillo y Baffo (2025)
evidencia que la literatura científica ha pasado de analizar aisladamente impactos ambientales o
económicos, a construir marcos integrados que incluyen dimensiones sociales, tecnológicas y de
gobernanza. Su revisión de 137 artículos muestra que los debates actuales giran en torno a la necesidad
de estrategias multi-actor y modelos de transición sostenible que articulen producción, procesamiento,
distribución y consumo bajo principios de responsabilidad social, economía circular y digitalización.
pág. 3028
Este hallazgo revela cómo la sostenibilidad ya no se concibe solo como un atributo ambiental, sino
como una arquitectura compleja que exige coordinación entre múltiples niveles de la cadena.
En segundo lugar, la innovación tecnológica aparece como un factor disruptivo en la transformación
del sector cafetero. Petrillo, Rehman y De Felice (2025) destacan que el uso de aplicaciones móviles
basadas en blockchain, RFID y códigos de barra fortalece la transparencia y la trazabilidad, permitiendo
registrar información sobre origen, prácticas agrícolas, insumos, y condiciones de transporte. Los
autores evidencian que estas tecnologías pueden reducir costos logísticos hasta en un 20% y mejorar la
productividad agrícola en cerca de 15%, además de facilitar el acceso de pequeños productores a
mercados premium. Desde la perspectiva de la investigación, este avance tecnológico no solo es una
herramienta operativa, sino un mecanismo de redistribución de poder informacional, que puede
disminuir la asimetría entre productores y grandes intermediarios, históricamente dominante en el
comercio del café.
Un tercer eje fundamental se relaciona con los impactos del cambio climático. El estudio de Megerssa
et al. (2025) documenta, a partir de encuestas a más de 1.000 productores y múltiples entrevistas, cómo
el cambio climático afecta la productividad del café arábica mediante el aumento de temperaturas,
alteración de patrones de precipitación y aumento de eventos climáticos extremos. Asimismo,
evidencian que estos fenómenos generan expansión de plagas, pérdida de calidad del grano y
desplazamiento de zonas aptas para cultivo hacia mayores altitudes. Aunque su contexto es Etiopía, los
hallazgos tienen relevancia para otras regiones productoras de arábica, como América Latina, donde
también se enfrentan riesgos similares. Este resultado refuerza la idea de que la sostenibilidad del café
no puede entenderse sin una estrategia clara de adaptación climática, basada en agroforestería,
diversificación productiva e innovación agrícola.
En cuarto lugar, la revisión sobre análisis de ciclo de vida (LCA) de Muchangos et al. (2025) aporta una
comprensión detallada de los impactos ambientales del café a lo largo de toda su cadena. Los autores
señalan que existe una alta variabilidad metodológica en los estudios LCA, lo que dificulta
comparaciones y construcción de estándares globales. No obstante, identifican tendencias claras: los
mayores impactos ambientales se concentran en etapas de cultivo y procesamiento, especialmente en
uso de agua, energía y generación de residuos. Este hallazgo tiene implicaciones directas para las
Este hallazgo revela cómo la sostenibilidad ya no se concibe solo como un atributo ambiental, sino
como una arquitectura compleja que exige coordinación entre múltiples niveles de la cadena.
En segundo lugar, la innovación tecnológica aparece como un factor disruptivo en la transformación
del sector cafetero. Petrillo, Rehman y De Felice (2025) destacan que el uso de aplicaciones móviles
basadas en blockchain, RFID y códigos de barra fortalece la transparencia y la trazabilidad, permitiendo
registrar información sobre origen, prácticas agrícolas, insumos, y condiciones de transporte. Los
autores evidencian que estas tecnologías pueden reducir costos logísticos hasta en un 20% y mejorar la
productividad agrícola en cerca de 15%, además de facilitar el acceso de pequeños productores a
mercados premium. Desde la perspectiva de la investigación, este avance tecnológico no solo es una
herramienta operativa, sino un mecanismo de redistribución de poder informacional, que puede
disminuir la asimetría entre productores y grandes intermediarios, históricamente dominante en el
comercio del café.
Un tercer eje fundamental se relaciona con los impactos del cambio climático. El estudio de Megerssa
et al. (2025) documenta, a partir de encuestas a más de 1.000 productores y múltiples entrevistas, cómo
el cambio climático afecta la productividad del café arábica mediante el aumento de temperaturas,
alteración de patrones de precipitación y aumento de eventos climáticos extremos. Asimismo,
evidencian que estos fenómenos generan expansión de plagas, pérdida de calidad del grano y
desplazamiento de zonas aptas para cultivo hacia mayores altitudes. Aunque su contexto es Etiopía, los
hallazgos tienen relevancia para otras regiones productoras de arábica, como América Latina, donde
también se enfrentan riesgos similares. Este resultado refuerza la idea de que la sostenibilidad del café
no puede entenderse sin una estrategia clara de adaptación climática, basada en agroforestería,
diversificación productiva e innovación agrícola.
En cuarto lugar, la revisión sobre análisis de ciclo de vida (LCA) de Muchangos et al. (2025) aporta una
comprensión detallada de los impactos ambientales del café a lo largo de toda su cadena. Los autores
señalan que existe una alta variabilidad metodológica en los estudios LCA, lo que dificulta
comparaciones y construcción de estándares globales. No obstante, identifican tendencias claras: los
mayores impactos ambientales se concentran en etapas de cultivo y procesamiento, especialmente en
uso de agua, energía y generación de residuos. Este hallazgo tiene implicaciones directas para las
pág. 3029
comunidades productoras, pues sugiere que las intervenciones en origen pueden generar los mayores
beneficios ambientales y contribuir a posicionar el café bajo esquemas de sostenibilidad y certificación
internacional.
En quinto lugar, el trabajo de Boaventura et al. (2018) sobre cocreación de valor en la cadena del café
especial evidencia cómo el movimiento del “third-wave coffee” está transformando la lógica tradicional
de la cadena, pasando de un paradigma de intercambio a uno de valor en uso. A partir de análisis de
contenido y entrevistas, las autoras muestran que las cafeterías especializadas, cooperativas y
consumidores conscientes están promoviendo productos diferenciados basados en calidad, origen y
experiencia. Este proceso abre espacios para que los productores obtengan reconocimiento simbólico y
económico, pero también revela tensiones: la generación de valor no siempre se distribuye
equitativamente, y los pequeños productores siguen enfrentando barreras para capturar una mayor parte
del precio final.
En conjunto, los resultados permiten afirmar que, aunque la cadena del café avanza hacia una mayor
sostenibilidad, aún persisten brechas entre los discursos globales y las realidades locales. Las
tecnologías digitales, las estrategias de sostenibilidad ambiental y los mercados de cafés especiales
representan oportunidades para mejorar la posición de los actores rurales. Sin embargo, los estudios
también muestran que sin políticas públicas, fortalecimiento institucional y mecanismos de inclusión,
estos beneficios pueden concentrarse en actores dominantes, reproduciendo desigualdades históricas en
la cadena de valor.
Desde una perspectiva crítica, la invisibilidad del trabajo de las comunidades rurales —y en particular
de las mujeres— se relaciona con estas dinámicas de asimetría. Aunque los documentos revisados
reconocen la centralidad de los pequeños productores y los desafíos sociales del sector, aún es limitada
la incorporación sistemática de enfoques de género y territorialidad en los modelos de sostenibilidad y
trazabilidad. Esto evidencia un vacío que tu investigación puede aportar a llenar al vincular
sostenibilidad, cadena de valor y reconocimiento del rol transformador de las mujeres rurales.
CONCLUSIONES
El análisis documental realizado permite concluir que la sostenibilidad en la cadena global del café ha
entrado en una fase de reconfiguración estructural, donde convergen transformaciones tecnológicas,
comunidades productoras, pues sugiere que las intervenciones en origen pueden generar los mayores
beneficios ambientales y contribuir a posicionar el café bajo esquemas de sostenibilidad y certificación
internacional.
En quinto lugar, el trabajo de Boaventura et al. (2018) sobre cocreación de valor en la cadena del café
especial evidencia cómo el movimiento del “third-wave coffee” está transformando la lógica tradicional
de la cadena, pasando de un paradigma de intercambio a uno de valor en uso. A partir de análisis de
contenido y entrevistas, las autoras muestran que las cafeterías especializadas, cooperativas y
consumidores conscientes están promoviendo productos diferenciados basados en calidad, origen y
experiencia. Este proceso abre espacios para que los productores obtengan reconocimiento simbólico y
económico, pero también revela tensiones: la generación de valor no siempre se distribuye
equitativamente, y los pequeños productores siguen enfrentando barreras para capturar una mayor parte
del precio final.
En conjunto, los resultados permiten afirmar que, aunque la cadena del café avanza hacia una mayor
sostenibilidad, aún persisten brechas entre los discursos globales y las realidades locales. Las
tecnologías digitales, las estrategias de sostenibilidad ambiental y los mercados de cafés especiales
representan oportunidades para mejorar la posición de los actores rurales. Sin embargo, los estudios
también muestran que sin políticas públicas, fortalecimiento institucional y mecanismos de inclusión,
estos beneficios pueden concentrarse en actores dominantes, reproduciendo desigualdades históricas en
la cadena de valor.
Desde una perspectiva crítica, la invisibilidad del trabajo de las comunidades rurales —y en particular
de las mujeres— se relaciona con estas dinámicas de asimetría. Aunque los documentos revisados
reconocen la centralidad de los pequeños productores y los desafíos sociales del sector, aún es limitada
la incorporación sistemática de enfoques de género y territorialidad en los modelos de sostenibilidad y
trazabilidad. Esto evidencia un vacío que tu investigación puede aportar a llenar al vincular
sostenibilidad, cadena de valor y reconocimiento del rol transformador de las mujeres rurales.
CONCLUSIONES
El análisis documental realizado permite concluir que la sostenibilidad en la cadena global del café ha
entrado en una fase de reconfiguración estructural, donde convergen transformaciones tecnológicas,
pág. 3030
presiones ambientales, y nuevas formas de organización del mercado. Sin embargo, este proceso no es
homogéneo ni necesariamente inclusivo, lo que plantea desafíos relevantes para los territorios rurales
vinculados a la producción cafetera.
En primer lugar, se confirma que la sostenibilidad en el sector cafetero debe entenderse como un
fenómeno multidimensional. No se limita a la reducción de impactos ambientales, sino que involucra
también la redistribución del valor, el fortalecimiento de capacidades locales, la justicia social y la
transparencia en la gobernanza. Los estudios revisados muestran que los enfoques integrados son cada
vez más frecuentes en la literatura, pero aún existe una brecha entre la teoría y la práctica, especialmente
en contextos rurales periféricos. Esto implica que las estrategias de sostenibilidad no pueden diseñarse
únicamente desde centros de decisión globales, sino que deben construirse con los actores territoriales,
reconociendo sus saberes, prácticas y roles.
En segundo lugar, la creciente digitalización de la cadena del café representa una oportunidad histórica
para reducir las asimetrías de información y poder. Las tecnologías de trazabilidad, como blockchain y
aplicaciones móviles, permiten visibilizar procesos, condiciones de producción e historias territoriales,
lo que puede contribuir a que los pequeños productores accedan a mercados de mayor valor. Sin
embargo, también se identifican barreras importantes, como las brechas de infraestructura digital, los
costos de adopción tecnológica y los bajos niveles de alfabetización digital en zonas rurales. Por tanto,
si bien la tecnología tiene potencial emancipador, sin políticas de inclusión digital puede reforzar nuevas
formas de exclusión.
En tercer lugar, el cambio climático emerge como una amenaza transversal que compromete la
sostenibilidad futura de la caficultura, especialmente en regiones productoras de café arábica. La
reducción de zonas aptas, el aumento de plagas y la inestabilidad en la productividad afectan
directamente a las comunidades rurales que dependen del café como fuente principal de ingresos. Frente
a ello, las estrategias de adaptación basadas en agroforestería, prácticas resilientes y diversificación
productiva resultan fundamentales. No obstante, estas estrategias requieren apoyo institucional, acceso
a financiamiento y transferencia efectiva de conocimiento, elementos que aún son desiguales a nivel
territorial.
presiones ambientales, y nuevas formas de organización del mercado. Sin embargo, este proceso no es
homogéneo ni necesariamente inclusivo, lo que plantea desafíos relevantes para los territorios rurales
vinculados a la producción cafetera.
En primer lugar, se confirma que la sostenibilidad en el sector cafetero debe entenderse como un
fenómeno multidimensional. No se limita a la reducción de impactos ambientales, sino que involucra
también la redistribución del valor, el fortalecimiento de capacidades locales, la justicia social y la
transparencia en la gobernanza. Los estudios revisados muestran que los enfoques integrados son cada
vez más frecuentes en la literatura, pero aún existe una brecha entre la teoría y la práctica, especialmente
en contextos rurales periféricos. Esto implica que las estrategias de sostenibilidad no pueden diseñarse
únicamente desde centros de decisión globales, sino que deben construirse con los actores territoriales,
reconociendo sus saberes, prácticas y roles.
En segundo lugar, la creciente digitalización de la cadena del café representa una oportunidad histórica
para reducir las asimetrías de información y poder. Las tecnologías de trazabilidad, como blockchain y
aplicaciones móviles, permiten visibilizar procesos, condiciones de producción e historias territoriales,
lo que puede contribuir a que los pequeños productores accedan a mercados de mayor valor. Sin
embargo, también se identifican barreras importantes, como las brechas de infraestructura digital, los
costos de adopción tecnológica y los bajos niveles de alfabetización digital en zonas rurales. Por tanto,
si bien la tecnología tiene potencial emancipador, sin políticas de inclusión digital puede reforzar nuevas
formas de exclusión.
En tercer lugar, el cambio climático emerge como una amenaza transversal que compromete la
sostenibilidad futura de la caficultura, especialmente en regiones productoras de café arábica. La
reducción de zonas aptas, el aumento de plagas y la inestabilidad en la productividad afectan
directamente a las comunidades rurales que dependen del café como fuente principal de ingresos. Frente
a ello, las estrategias de adaptación basadas en agroforestería, prácticas resilientes y diversificación
productiva resultan fundamentales. No obstante, estas estrategias requieren apoyo institucional, acceso
a financiamiento y transferencia efectiva de conocimiento, elementos que aún son desiguales a nivel
territorial.
pág. 3031
En cuarto lugar, el mercado de cafés especiales y la economía de la experiencia asociada al “third-wave
coffee” abren nuevas posibilidades de posicionamiento para comunidades productoras. La cocreación
de valor, basada en calidad, historia y origen, ofrece una alternativa frente a la lógica extractiva del café
commodity. Sin embargo, los estudios evidencian que la apropiación de este valor no siempre beneficia
directamente a los productores, ya que buena parte se captura en etapas posteriores de la cadena, como
el tostado, la comercialización y el retail. Esto reafirma la necesidad de fortalecer esquemas asociativos,
cooperativas y modelos de comercio más justos que permitan a las comunidades rurales acceder a una
mayor proporción del valor generado.
Finalmente, un hallazgo transversal de esta revisión es la persistente invisibilización de los actores
rurales en la narrativa dominante sobre sostenibilidad y mercados de café. Aunque se reconoce su
importancia como base de la cadena productiva, su participación en la toma de decisiones, en la
configuración de estándares y en la construcción de narrativas de valor sigue siendo limitada. Esto
resulta especialmente relevante para las mujeres rurales, quienes, si bien desempeñan roles
fundamentales en la producción, el procesamiento y la gestión comunitaria, continúan subrepresentadas
en los estudios, en las políticas públicas y en los mecanismos formales de reconocimiento económico.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Asfaw, T. B., & Negeri, P. G. (2025a). Impact of Voluntary sustainability standards on decent rural
employment: Evidence from smallholder coffee farms and cooperatives. Journal of Agriculture
and Food Research, 24, 102352. https://doi.org/10.1016/J.JAFR.2025.102352
Asfaw, T. B., & Negeri, P. G. (2025b). Impact of Voluntary sustainability standards on decent rural
employment: Evidence from smallholder coffee farms and cooperatives. Journal of Agriculture
and Food Research, 24, 102352. https://doi.org/10.1016/J.JAFR.2025.102352
Barrios, A., Taborda, R., & Rueda, X. (2025). Time Poverty: An Unintended Consequence of Women
Participation in Farmers’ Associations. Social Indicators Research 2025 178:1, 178(1), 225–253.
https://doi.org/10.1007/S11205-025-03571-4
Boller, M. L., Bosch, C., Heinzel, K., Birkenberg, A., & Krupitzer, C. (2025). Brewing a sustainable
future: a firm-level analysis of sustainability initiatives in the coffee sector. Environment Systems
and Decisions 2025 45:4, 45(4), 55-. https://doi.org/10.1007/S10669-025-10047-W
En cuarto lugar, el mercado de cafés especiales y la economía de la experiencia asociada al “third-wave
coffee” abren nuevas posibilidades de posicionamiento para comunidades productoras. La cocreación
de valor, basada en calidad, historia y origen, ofrece una alternativa frente a la lógica extractiva del café
commodity. Sin embargo, los estudios evidencian que la apropiación de este valor no siempre beneficia
directamente a los productores, ya que buena parte se captura en etapas posteriores de la cadena, como
el tostado, la comercialización y el retail. Esto reafirma la necesidad de fortalecer esquemas asociativos,
cooperativas y modelos de comercio más justos que permitan a las comunidades rurales acceder a una
mayor proporción del valor generado.
Finalmente, un hallazgo transversal de esta revisión es la persistente invisibilización de los actores
rurales en la narrativa dominante sobre sostenibilidad y mercados de café. Aunque se reconoce su
importancia como base de la cadena productiva, su participación en la toma de decisiones, en la
configuración de estándares y en la construcción de narrativas de valor sigue siendo limitada. Esto
resulta especialmente relevante para las mujeres rurales, quienes, si bien desempeñan roles
fundamentales en la producción, el procesamiento y la gestión comunitaria, continúan subrepresentadas
en los estudios, en las políticas públicas y en los mecanismos formales de reconocimiento económico.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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employment: Evidence from smallholder coffee farms and cooperatives. Journal of Agriculture
and Food Research, 24, 102352. https://doi.org/10.1016/J.JAFR.2025.102352
Asfaw, T. B., & Negeri, P. G. (2025b). Impact of Voluntary sustainability standards on decent rural
employment: Evidence from smallholder coffee farms and cooperatives. Journal of Agriculture
and Food Research, 24, 102352. https://doi.org/10.1016/J.JAFR.2025.102352
Barrios, A., Taborda, R., & Rueda, X. (2025). Time Poverty: An Unintended Consequence of Women
Participation in Farmers’ Associations. Social Indicators Research 2025 178:1, 178(1), 225–253.
https://doi.org/10.1007/S11205-025-03571-4
Boller, M. L., Bosch, C., Heinzel, K., Birkenberg, A., & Krupitzer, C. (2025). Brewing a sustainable
future: a firm-level analysis of sustainability initiatives in the coffee sector. Environment Systems
and Decisions 2025 45:4, 45(4), 55-. https://doi.org/10.1007/S10669-025-10047-W
pág. 3032
Córdoba-Mora, Y. R., Lima-Solano, M., Gómez-Merino, F. C., Díaz-Porras, R. A., Contreras-Oliva, A.,
& Morales-Ramos, V. (2025). Key Concepts Used in Climate Change Mitigation Strategies in the
Coffee Sector. Sustainability (Switzerland), 17(17), 7848.
https://doi.org/10.3390/SU17177848/S1
De Felice, F., Rehman, M., Petrillo, A., & Baffo, I. (2025). Decoding the coffee supply chain: A
systematic review of stakeholders, sustainability opportunities, and challenges. Sustainable
Futures, 10, 101105. https://doi.org/10.1016/J.SFTR.2025.101105
dos Muchangos, L. S., Mejia, C., Gupta, R., Sadreghazi, S., & Kajikawa, Y. (2025). A systematic review
of life cycle assessment and environmental footprint for the global coffee value chain.
Environmental Impact Assessment Review, 111, 107740.
https://doi.org/10.1016/J.EIAR.2024.107740
Emera, W. D., Lachat, C., Umwungerimwiza, Y. D., Slosse, W., & D’Haese, M. (2025). Off-farm
income and dietary diversity in subsistence farming in Burundi. Food Security 2025 17:4, 17(4),
935–956. https://doi.org/10.1007/S12571-025-01551-7
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