Carmen
Aleida Nastacuas[1]
Elkin
Antonio Huertas Franco (Asesor)[2]
RESUMEN
El presente art�culo es el producto de la
investigaci�n desarrollada con la maestr�a en Educaci�n Ambiental de la
Universidad Popular del C�sar, donde se expone la implementaci�n de una
estrategia pedag�gica en el �rea de ciencias naturales para el desarrollo de la
educaci�n ambiental, con los estudiantes del grado 5 del Centro Educativo
Chimbuza, en Ricaurte, Nari�o. El objetivo consisti� en orientar saberes y practicas
a la recuperaci�n y buen uso de la tierra (suelo) para disminuir el da�o ambiental
producto de malas pr�cticas relacionadas a la agricultura y ganader�a. La
metodolog�a utilizada abarca un enfoque cuantitativo, puesto que se
sistematizan los conocimientos relacionados a la conservaci�n
ambiental y desarrollo sostenible, para esto se aplic� una encuesta con la cual
se diagnostic� los saberes previos que la poblaci�n ten�a sobre esta tem�tica y
que dieron lugar al an�lisis y posterior dise�o de la propuesta. Una
de las respuestas m�s importantes tras la aplicaci�n de la propuesta con la
comunidad, evidencia que, aunque hay un escaso conocimiento espec�fico sobre
los cuidados que deben darse al suelo, los habitantes encuentran necesario
integrar nuevas pr�cticas y conocimientos a sus saberes tradicionales, desde
donde comprenden una relaci�n m�s amplia entre el ser humano y la naturaleza.
Palabras
clave: educaci�n
ambiental; estrategia, pedagog�a, suelos; aprendizaje comunitario.
Environmental
strategy for the recovery of acid soils
in
the Chimbuza community, Ricaurte, Nari�o
ABSTRAC
This article is the product of the research developed
with the master's degree in Environmental Education of the Popular University
of C�sar, where the implementation of a pedagogical strategy in the area of
natural sciences for the development of environmental education
is exposed, with the students of the grade 5 of the Chimbuza Educational
Center, in Ricaurte, Nari�o. The objective was to guide knowledge and practices
to the recovery and good use of the land (soil) to reduce environmental damage
caused by bad practices related to agriculture and livestock. The methodology
used covers a quantitative approach, since the knowledge related to
environmental conservation and sustainable development is systematized, for
this a survey was applied with which the previous knowledge that the population
had on this subject was diagnosed and that gave rise to the analysis. and
subsequent design of the proposal. One of the most important responses after
the application of the proposal with the community, shows that, although there
is little specific knowledge about the care that should be given to the soil,
the inhabitants find it necessary to integrate new practices and knowledge to
their traditional knowledge, from where understand a broader relationship
between human beings and nature.
Keywords: environmental education;
strategy, pedagogy, soils; community learning.
Art�culo
recibido:� 20 marzo 2022
Aceptado para
publicaci�n: 15 abril 2022
Correspondencia: [email protected]
Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar
INTRODUCCI�N
La comunidad Chimbuza se ubica en el
municipio de Ricaurte, zona monta�osa con clima h�medo, zona sur occidente del Departamento de Nari�o, al occidente de
la ciudad de San Juan de Pasto, hace parte de la regi�n del piedemonte pacifico
e hidrogr�ficamente comprende las cuencas de los r�os Guiza, Telembi y Mira.
Tiene una extensi�n de 151.678,4 hect�reas, que representan el 4.6% del total
de la superficie del Departamento de Nari�o, lo que permite ubicar al municipio
en el 5� puesto seg�n su extensi�n. (PLAN DE VIDA, 2010, p.9).
Esta zona est�
poblada por campesinos colonos y tambi�n el pueblo Aw�, etnia INKAL AWA (�gente
de la monta�a�), cuya lengua es el Awapit, con dos organizaciones que
administran y gobiernan su territorio, el cabildo Mayor Aw� de Ricaurte,
CAMAWARI y la Unidad Ind�gena del Pueblo Aw�, UNIPA.� (PLAN DE VIDA, 2010, p.26) El territorio Aw�,
en gran parte est� cubierto de bosque primario (monta�as) con importantes r�os
y quebradas de la regi�n, tiene diferentes clases de animales, aves y plantas
que enorgullecen el territorio donde habitan las comunidades Aw�.� (CAMAWARI, 2002, p.10)
Esta comunidad se caracteriza por la producci�n agr�cola,
relacionada a cultivos de pl�tano, chiro, yuca, algunos frutales y ca�a de
az�car. Un factor que contrasta este panorama agr�cola, consiste en la
presencia de cultivos il�citos, lo que representa no solo un problema al que se
relacionan efectos ambientales, sino tambi�n efectos de tipo social, pues con
la llegada de estos cultivos desde los a�os 80 y 90, tambi�n llego a la zona la
violencia y la presencia de grupos armados. (ODDR, 2011) Por otra parte,� esta zona es atravesada por parte del
Oleoducto Transandino, cuya estructura es sujetos de constantes atentados, el �ltimo de ellos presentado
el 24 de febrero del presente a�o, en el municipio de Mallama, (Semana, 2022)
con el derrame de crudo y considerando las condiciones de la zona, donde hay
afluentes que se conectan entre si con los de otros municipios y veredas, esto
representa un grave da�o ambiental, tanto para el suelo como para el agua, cuya
contaminaci�n es inminente.
De este panorama general, se destacan los procesos de
praderizaci�n, conversi�n de bosques a pastos, que trae como consecuencia la
deforestaci�n, para dar lugar a la siembra de ca�a y cultivos de coca. El
portal ambiental (2019), informa que esta es la principal causa para la
deforestaci�n en Colombia, asociada al uso de terrenos para el cultivo de coca,
ganader�a, extracci�n ilegal de minerales, construcci�n no autorizada de
carreteras y ampliaci�n irregular de fronteras agr�colas.�
Respecto al da�o ambiental en el suelo, en esta regi�n del
departamento de Nari�o, se reconoce que la siembra de coca es vigente, de donde
se presumen afectaciones contaminantes por el uso de agroqu�micos y
praderizaci�n, por otra parte, existen procesos de ganader�a, que aunque
menores, generan un efecto nocivo debido al excremento y or�n de los animales,
que aumenta la acides de los suelos, esto se fundamenta a partir de lo expuesto
por el portal
Debe
mencionarse que las problem�ticas reconocidas anteriormente se asocian en parte
a la falta de instrucci�n a los campesinos y habitantes de esta comunidad; a la
ausencia de sensibilizaciones que les permitan comprender los efectos que un
mal manejo o exagerado uso de los qu�micos y de suelo puede traer a largo plazo.
Por este motivo, como resultado de los estudios realizados en la Maestr�a en
Educaci�n Ambiental, se implement� desde el �rea de Ciencias Naturales, una
estrategia pedag�gica con la cual generar conciencia sobre las acciones
cotidianas de sus habitantes, sobre los tipos de relaciones que se establecen
entre ellos y el medio ambiente, pero sobre todo para brindar unas bases
te�ricas y pr�cticas, con las cuales, estas personas, puedan desarrollar
actividades m�s sostenibles, de mayor cuidado con el medio ambiente y� sus elementos, pensadas desde lo regional y
que aseguren los mismos recursos para las generaciones futuras. �
El
objetivo de esta investigaci�n consisti� en la elaboraci�n de una estrategia
pedag�gica con los estudiantes del grado quinto del Centro Educativo de
Chimbuza, orientada a la recuperaci�n y utilizaci�n de la tierra para disminuir
el impacto ambiental; esto se determin�, teniendo en cuenta que la educaci�n
ambiental propicia las posibilidades de
participaci�n, de estudio e investigaci�n sobre las tem�ticas ambientales de
cada contexto; las estrategias pedag�gicas se han convertido en un elemento
esencial en este prop�sito, puesto que permiten abordar una tem�tica especifica
a trav�s de la pedagog�a, la cual no �nicamente se dirige a un grupo de
estudiantes si no a una comunidad en general, por otra parte, las estrategias
pedag�gicas son una herramienta fundamental para el aprendizaje y ense�anza de
una tem�tica determinada, porque con esta se asegura un acercamiento entre
quienes aprenden con los saberes, integr�ndolos dentro de sus procesos
cotidianos que les permita
conocer el estado de su entorno, reconocer y reformar sus propias pr�cticas.
En
este sentido es conveniente abordar una problem�tica ambiental tratable con los
esfuerzos humanos y formaci�n adecuada, partiendo de diferentes contenidos
te�ricos e investigativos que como profesionales de la educaci�n ambiental
pudimos brindar, pues el impacto de la degradaci�n de los suelos, se comprenden
dentro del problema ambiental global que puede frenarse si se toman las medidas
necesarias. Te�ricamente parte de conocimientos especializados para organizar
contenidos pedag�gicos orientados a una comunidad espec�fica, quienes recibir�n
por primera vez apoyo en este sentido, con el que se espera lograr cambios a
corto y mediano plazo.
Normativamente
esta investigaci�n se fundamenta en los procesos internacionales que propician importantes normas ambientales que buscan
frenar el deterioro de los recursos naturales a manos del consumo y/o
explotaci�n desmesurada provocada por el hombre.
Colombia ha
venido desarrollando una propuesta nacional en materia de educaci�n ambiental
que est� contenida en el c�digo nacional de los recursos naturales, renovables
y de protecci�n del medio ambiente de 1974; �pero es a partir de 1991 con la Constituci�n
pol�tica, que Colombia desarrolla una propuesta nacional seria en educaci�n
ambiental, cuyos esfuerzos fundamentales han estado orientados a la inclusi�n
de la tem�tica tanto en el sector ambiental como en el sector educativo
espec�ficamente. (N��ez Alexis, 2008, p.14).
Algunas normas y
principios ambientales contenidos en la Constituci�n Pol�tica de Colombia son:
Art. 7.
diversidad �tnica y cultural de la naci�n: hace reconocimiento expreso de la
pluralidad �tnica y cultural de la naci�n y del deber del estado para con su
protecci�n. Este art�culo se destaca, pues se reconoce una estrecha relaci�n
entre las comunidades �tnicas que habitan diferentes territorio de nuestro pa�s
con la naturaleza, ellos se han convertido en guardianas protectores de la
biodiversidad en la que habitan y encierran mejor que nada, el tipo de relaci�n
que debe establecerse con la tierra como sujeto vivo, al cual conciben en
muchos casos como su madre y al que ligan su cultura y tradiciones, por esto al
reconocer la diversidad y protegerla, se protege tambi�n la biodiversidad y la
naturaleza.
Art.8. riquezas
culturales y naturales de la naci�n: establece la obligaci�n del estado y de
las personas para la conservaci�n de las riquezas naturales y culturales de la
naci�n.
Art. 95.
Protecci�n de los recursos culturales y naturales del pa�s: establece como
deber de las personas, la protecci�n de los recursos naturales del pa�s y de
velar por la conservaci�n de un ambiente sano.
Art. 330.
Administraci�n de los territorios ind�genas: establece la administraci�n
aut�noma de los territorios ind�genas, con �mbitos de ampliaci�n en los usos
del suelo y la preservaci�n de los recursos naturales, entre otros.
Por otra parte,
es obligaci�n de las Corporaciones Aut�nomas, y en el caso de Nari�o,
CORPONARI�O a trav�s de sus programas de asistencia t�cnica y manejo de
problemas ambientales estar presentes en la recuperaci�n y protecci�n de zonas
de importancia estrat�gica, ciencia. y tecnolog�a ambiental (Revelo, p.25).
Pedag�gicamente en
la comunidad Chimbuza, dado que toda su poblaci�n es ind�gena, se desarrolla un
proceso enfocado a la recuperaci�n y transmisi�n de saberes esenciales, como la
lengua, la medicina, las artesan�as, adem�s del cuidado del territorio, donde
se realizan actividades que consisten en el cuidado y alimentaci�n del ganado
en pastizales, todos los habitantes realizan sus actividades diarias en forma
de aprendizaje, dado que esta se transmite de generaci�n en generaci�n a manera
de herencia ya que desde los primeros a�os los ni�os son encargados de esta
labor. La comunidad se encuentra organizada bajo resguardos,� un resguardo es una instituci�n legal y
sociopol�tica de car�cter especial, conformada por una o m�s comunidades
ind�genas, que con un t�tulo de propiedad colectiva que goza de las garant�as
de la propiedad privada, poseen su territorio y se rigen para el manejo de este
y su vida interna por una organizaci�n, adem�s resguardo son las diferentes
comunidades que existen en el territorio cada una con distintos nombres por
ejemplo la comunidad Chimbuza pertenece al resguardo Vegas Chag�i Chimbuza, en
total son 11 resguardos totalmente legales de la organizaci�n CAMAWARI y cada
resguardo con su respectivo nombre.
En otras
palabras, es una organizaci�n social, que se encuentra dentro de una comunidad
donde a la capital se llama resguardo y de cada una se deriva una comunidad.
La pedagog�a entendida como un conjunto de
normas, leyes o principios que regulan los aprendizajes en el proceso educativo
es uno de los factores de mayor problem�tica en las comunidades ind�genas. Para
la comunidad Chimbuza ha sido de gran dificultad el proceso educativo dado que
antes la educaci�n era memor�stica, no hab�a escuela ni profesores, la mayor�a
de las personas no sab�an leer ni escribir, educaci�n era responsabilidad de
los padres de familia, quienes les ense�aban �a sus hijos �a trabajar en la agricultura, elaborar artesan�as,
la caza de animales, y la importante transmisi�n de la lengua, la medicina y
las tradiciones propias de su cultura, en este aspecto se resalta las
relaciones cosmog�nicas que la comunidad establece con el medio ambiente, que
reconocen como sagrado, como lo menciona, Baca (2022), en sus articulo Gran
territorio Aw�: El �Katsa Su� como v�ctima de la violencia.
La traducci�n literal de �Katsa Su� (awapit) es Casa Grande
(castellano). Se trata de un concepto que integra cultura y naturaleza: de un
lado, los referentes cosmol�gicos del pueblo Aw�; del otro, sus referentes
geogr�ficos. En este contexto, la jurisdicci�n del pueblo Aw� interact�a con
las representaciones jur�dicas dominantes, y tiene en cuenta las dimensiones
topogr�ficas y biol�gicas de la superficie de la tierra. Sin embargo, tambi�n
se relaciona con una multiplicidad de agencias no-humanas con las que sus
comunidades negocian su vida social junto a las relaciones ecol�gicas y
espirituales que florecen en su territorio.
La educaci�n Aw� siempre ha existido, se ha desarrollado a partir de la
oralidad por medio del consejo; en donde las familias en interacci�n con el
territorio, han sido las directamente encargadas de afianzar los saberes
ancestrales. �Los Aw� aprenden mirando, tocando y experimentando en el
territorio�. (L�der Aw� del departamento del Putumayo, comit� t�cnico
construcci�n Mandato Educativo del pueblo ind�gena Aw�, 2010). Sin embargo, han
existido cambios significativos, como la llegada de la educaci�n escolarizada,
la cual, se dio en diferentes tiempos y formas a lo largo del territorio. Un
primer referente, fue 1920 en el sector de Ricaurte, el cual surge por
intereses pol�ticos liderados por mestizos, quienes enviaban a profesores que
desconoc�an la cultura, prohibiendo el idioma y menospreciando los saberes.
En otros resguardos, el proceso de escolarizaci�n, se inici� en la d�cada
de los 80, con la entrada de los misioneros al territorio, quienes ten�an como
prop�sito evangelizar. Sin embargo, esto paso a un segundo plano, al darse
cuenta que ten�an la necesidad de aprender a leer, escribir y organizarse como
pueblo, con el fin de poder defender los derechos e identidad cultural. Desde
entonces los misioneros comenzaron a capacitar a los profesores Aw�, lo cual
dio como resultado la educaci�n escolarizada; generando en las comunidades la
necesidad de construir escuelas en todo el territorio. En los a�os 80 se
construyen las primeras escuelas en el territorio Aw�, como aquellos espacios
donde los ni�os aprend�an diferentes conocimientos. Desde la creaci�n de estas,
se abre una brecha cultural y de identidad para los estudiantes, ya que se
inicia un proceso escolarizado, que concibe �nicamente el aula de clases, los
contenidos y horarios est�ndar, dejando a un lado el proceso vivencial que por
naturaleza desarrollan los Aw� desde un entorno familiar. (Lideresa, Resguardo
la Brava, reuni�n de trabajo UNIPA, 2010).
En la concepci�n de la educaci�n propia, para los Aw�, es muy importante el
aprender en contacto e interacci�n con los espacios tradicionales, ceremonias,
sitios sagrados, hablando, jugando y trabajando. Una forma importante de
ense�anza es la tradici�n oral, donde abundan las leyendas, as� como los
consejos, las palabras mayores que llevan el mensaje propio sobre el cuidado de
la naturaleza para preservar aquel mundo propio de la comunidad, el mundo de
sus esp�ritus y guardianes, tal como vemos en la �leyenda del Astaron, que deja el mensaje sobre
el equilibrio entre naturaleza y hombre evitando matar animales sin necesidad,
es a trav�s de los esp�ritus que se ense�a a mantener y a proteger las plantas,
los animales y el territorio. Puesto que existe una relaci�n directa con los
esp�ritus lo que permite que no haya una caza indiscriminada de los animales,
as� mismo, la tala de los �rboles de la monta�a. (Mandato educativo del pueblo
ind�gena Aw�. 2010, p. 54).�
Es evidente que la importancia del cuento del Astaron que es un esp�ritu y
quien es el due�o de los animales, de �rboles y monta�as seg�n la creencia del
pueblo Aw� que se debe respetar y cuidar, pero muchas personas
desafortunadamente no han aplicado esta creencia, sino que han deforestado y no
han tenido ese sentido de pertinencia y cuidado por el territorio en especial
la comunidad de Chimbuza ha sido muy afectada por este factor. �
De esta manera,
para que el potencial de los ni�os se desarrolle, la educaci�n debe seguir el
ritmo de la naturaleza y no de la sociedad. Se debe dar importancia a los
intereses de los ni�os, respetando su condici�n de ni�os y no de adultos.
En la comunidad
Chimbuza, las tierras son muy extensas, con partes planas y otras partes lomas,
monta�osas h�medas, secas e inf�rtiles. Puede afirmarse, que el suelo influye
considerablemente sobre el medio en el que se ubica y repercute en las
actividades sociales y econ�micas de los grupos humanos que se asientan en ese
territorio, grupos que ejercen diferente grado de presi�n sobre el suelo y
generan as� afectaci�n o deterioro de este. (Gardi et al.,2014). La historia,
da cuenta de c�mo el suelo ha hecho parte de la vida de los seres humanos, no
obstante, que es el gran olvidado cuando se alude a los recursos naturales.
(Burbano, 2013 y Saavedra, 2015). Por eso, hoy se juzga, que debe haber un
manejo respetuoso del suelo, no solo para incrementar la producci�n de
alimentos si no para preservar los servicios ecosist�micos y regular el clima.
(FAO-ITPS, 2015).
�Para
las comunidades ind�genas, la �tierra" incluye el suelo, los recursos, las
estructuras y los procesos de toda la superficie emergida del planeta, por lo
tanto, es la fuente de vida, un regalo del creador que nutre, sustenta, ense�a
y tiene una gran influencia en las costumbres y cultura, todos los pueblos originarios
consideran a la Tierra como su madre y la veneran como tal. 'La madre Tierra'
es el centro del universo, el coraz�n de su cultura, el origen de su identidad
como pueblo. Ella los conecta con su pasado como el hogar de sus ancestros, con
el presente como proveedora de sus necesidades materiales y con el futuro como
el legado que guardan para sus hijos y nietos. As� es como lo ind�gena conlleva
un sentido de pertenencia a un lugar. En este orden de ideas se podr�a decir
que el deterioro o mal uso del suelo afecta grandemente a las comunidades
ind�genas en especial a los Aw�, ya que del buen uso que se le d�, depende su
permanencia y sostenibilidad, los suelos ya sufren una importante p�rdida de capital
natural, algo que no tiene precio y no se puede calcular teniendo en cuenta la
p�rdida de un recurso no renovable como es el suelo y la p�rdida de la
biodiversidad.
Hay que tener en
cuenta que en los 30 cm de suelo m�s superficiales existen miles de
microorganismos y de una diversidad dif�cil de imaginar, en estos cent�metros
existe una informaci�n gen�tica de casi 50 kg/ha de ADN. Si tenemos en cuenta
que un humano tiene alrededor de 800 gramos de ADN en su cuerpo, la magnitud de
informaci�n gen�tica de los suelos es superlativa e indica la importancia de la
p�rdida que supone su degradaci�n.
Cada vez que se
degrada o se sella un suelo, se pierde una parte importante de la biodiversidad
que habita el planeta, obviar que la biodiversidad no es sino la protagonista
de los beneficios ecosist�micos de soporte y regulaci�n que proporcionan los
suelos, entre ellos los de recirculaci�n de nutrientes y por lo tanto de la
fertilidad natural; beneficios ecosist�micos como el reciclaje de nutrientes,
la regulaci�n del clima, depuraci�n de aguas, reservorio de biodiversidad y
otros muchos beneficios que se ven en peligro cuando se ejerce presi�n
significativa sobre los suelos que provocan su degradaci�n; con esta� se pierde la capacidad natural de producir
biomasa, siendo necesaria, por tanto, m�s superficie apropiada para la sociedad
o una mayor utilizaci�n de recursos ex�genos como fertilizantes y pesticidas,
que proporcionan mayores impactos ambientales.
Suelos �cidos
Los suelos
�cidos hacen referencia a aquellos que contienen un pH de valor inferior a 5,5
durante la mayor parte del a�o. Est�n asociados con un n�mero de toxicidades
(Aluminio) y deficiencias (Molibdeno) y otras condiciones restringentes para
las plantas. Se puede afirmar que en la comunidad Chimbuza los suelos son muy
�cidos ocasionados por los factores provocados por el hombre, como son la
ganader�a, la deforestaci�n y el uso de fungicidas; es por eso que las tierras
quedaron inertes para la producci�n agr�cola, afectando a muchas familias para
conseguir el sustento diario; En los �ltimos a�os la presencia e incrementaci�n
de los cultivos il�citos se hace presente en la regi�n, los habitantes
comienzan a manipular la tierra para sembrar estos� cultivos, utilizando como abonos de productos
qu�micos como es el cafetero, 10 30 10, entre otros.
En el a�o 2017, la deforestaci�n asociada a cultivos de
coca en Colombia represent� el 24% del total deforestado en el pa�s. Es decir,
por cultivos de coca se deforestan 137 hect�reas diariamente de bosque natural
colombiano, que equivalen a 161 canchas de f�tbol con coca en ecosistemas
estrat�gicos, esta deforestaci�n asociada a cultivos de coca tiene impactos
relacionados con la p�rdida y migraci�n de la fauna y flora de estos bosques,
p�rdida de estos suelos y aumento de la erosi�n y desertificaci�n, y el consecuente
incremento de deslizamientos, avalanchas y dem�s desastres asociados en el
pa�s. No resultan menores los efectos de esta deforestaci�n en el cambio
clim�tico, identific�ndose que es una de las principales fuentes de gases
efecto invernadero del pa�s: Por ejemplo, en el 2017 se emitieron 141 millones
de toneladas de Gases Efecto Invernadero asociadas a dicha deforestaci�n; As�
mismo, seg�n datos de la Direcci�n Antinarc�ticos de la Polic�a Nacional, la
coca�na genera vertimientos derivados de residuos de m�nimo 3,5 toneladas por
hect�rea al a�o de sustancias qu�micas que afectan los suelos y el agua.
(Tomado de Minambiente.)
Las principales
causas de la acidificaci�n del suelo son largos eventos de precipitaci�n,
drenaje de suelos potencialmente �cidos, deposici�n �cida, aplicaci�n excesiva
de fertilizantes a base de amonio, deforestaci�n y pr�cticas de uso del suelo
quitando los restos de cosecha. Adem�s, la causante de suelos �cidos en la
comunidad Chimbuza es la ganader�a, deforestaci�n y la mala administraci�n de
la agricultura provocadas por el hombre, aunque hay suelos naturalmente �cidos
y seres vivos capaces de sobrevivir en condiciones �cidas, un suelo con un pH
bajo o en disminuci�n va a presentar problemas de desarrollo porque el
crecimiento de plantas y microorganismos va a estar inhibido.
Efectos de la acidificaci�n de suelos.
Uno de los
principales efectos de la acidificaci�n es la disminuci�n de la disponibilidad
de nutrientes (P, Mg, Ca) en los lugares donde suelen ser absorbidos por las plantas
por haber sido intercambiados por otros cationes como H+ o Al3+; Riesgo de
encontrar niveles t�xicos de aluminio (Al), manganeso (Mn) y otros metales que
en condiciones �cidas pueden llegar a ser muy m�viles, el aluminio va a
producir un descenso en el crecimiento en longitud de las plantas y lo va a
hacer actuando a dos niveles: inhibiendo el crecimiento celular e inhibiendo la
divisi�n celular. Por su parte, el manganeso va a provocar da�os en las partes
a�reas de las plantas: manchas necr�ticas en los tallos y manchas rodeadas de
un halo de necrosis en las hojas, que adem�s van a aparecer arrugadas;
agotamiento de la capacidad de amortiguamiento del suelo. Se va produciendo una
disminuci�n progresiva de la capacidad de neutralizar �cidos a medida que el pH
disminuye; disminuci�n del crecimiento de plantas y de los procesos
microbiol�gicos que ocurren en el suelo, especialmente si el pH disminuye por
debajo de 4. De esta forma se va a perder aporte de materia org�nica al haber
menos biomasa y los procesos de nitrificaci�n que realizan las bacterias van a
estar desfavorecidos. Esto conlleva una debilitaci�n de la estructura de
agregados del suelo que favorec�a la aireaci�n y el movimiento de agua, y se
van a formar costras superficiales que aumentan la escorrent�a y disminuyen la
lixiviaci�n.
METODOLOG�A
La metodolog�a utilizada en esta investigaci�n
fue no experimental transversal, desarrollada entre julio del 2020 y enero de
2022, en la comunidad de Chimbuza, la cual adem�s tiene un enfoque cuantitativo,
puesto que de lo que se parti� fue del conocimiento de las practicas que la
gente de esta comunidad desarrolla sobre el suelo y las cuales se convirtieron
en las potencial causad de su deterioro, tambi�n porque a partir de este
reconocimiento se indago sobre los saberes que existen o son ausentes sobre a
el tema ambiental en cuento a contaminaci�n y el reconocimientos de los
recursos naturales en relaci�n al medio ambiente contextual propio de la
comunidad de Chimbuza; esto atendiendo a lo expuesto por �Ortiz (2010) sobre el enfoque cuantitativo ��Un conjunto de reglamentaciones que rigen el
saber humano y que tiende a reservar el nombre de �ciencia� a las operaciones
observables en la evoluci�n de las ciencias modernas de la naturaleza� (p.12).
Desde esta perspectiva se busca el
conocimiento sistem�tico de la variable relacionada con la conservaci�n ambiental y desarrollo sostenible, con
las cuales posteriormente y conociendo tambi�n las necesidades y situaci�n
actual de los habitantes, se logre el desarrollo de estrategias pedag�gicas con
los estudiantes de grado quinto de primaria del Centro Educativo de Chimbuza y
sus familias.
La poblaci�n con la cual se trabaj� en esta investigaci�n consisti�
en un grupo de 31 estudiantes del centro educativo de Chimbuza pertenecientes
al resguardo Vegas Chag�i Chimbuza de la organizaci�n CAMAWARI, caracterizados
en: 16 ni�os y 15 ni�as en un rango de edad entre los 5 a 14 a�os,
perteneciente a la etnia Aw�.
Por otra parte, esta investigaci�n
atiende a un tipo descriptivo, ya que se bas� en considerar las caracter�sticas
tanto sociales como geogr�ficas y f�sicas de la regi�n, determinantes en la
relaci�n que se da entre las personas y el medio ambiente en t�rminos de usos y
explotaci�n de los recursos naturales.�
Para esto se aplic� una encuesta para recolectar datos e informaci�n
directamente de los estudiantes del centro educativo de Chimbuza y a sus
familias, informaci�n central para la consolidaci�n del objeto de
investigaci�n, la cual tuvo como respuesta el dise�o e implementaci�n de una
estrategia pedag�gica desde la educaci�n ambiental y el desarrollo sostenible.
La encuesta, que consto de 18 preguntas abiertas
orientadas a indagar los conocimientos de los estudiantes sobre temas como, el
concepto de acides del suelo, la comprensi�n de los efectos nocivos de la
acci�n humana sobre la tierra, los procesos propios de recolecci�n de desechos
y reciclaje, la importancia de los recursos naturales, y as� mismo las necesidades,
inquietudes� e intereses �frente a los conocimientos que se espera obtener
de este procesos, permitieron estructuras las tem�ticas que se desarrollaron en
la estrategia, desarrollada a trav�s de 4 talleres cuyas tem�ticas se
orientaron de la siguiente manera:
1.
Taller: La tierra es mi hogar, cuyo objetivo consisti� en el reconocimiento
de los recursos naturales como elementos del medio ambiente y del entorno
natural que habitan, a trav�s de actividades en las que se desarrolle los
saberes ambientales sobre los elementos para la existencia de los seres vivos,
c�mo cuidarlos orientado siempre a la reflexi�n de cu�l es el tipo de relaci�n
que cada uno tiene con estos.
2.
Un logro importante fue el reconocimiento de la importancia de los recursos
naturales que se encuentran en su comunidad, como el agua, el aire y los
suelos; identifican estos elementos como vitales en el desarrollo de sus
actividades y pr�cticas de cuidado del medio ambiente, especialmente del suelo,
apropi�ndose de los principales saberes ambientales, como la disminuci�n de
basuras, el reciclaje, entre otras.
3.
Taller: Agua, aire y tierra, los elementos para la vida, el objetivo de
este, fue el desarrollo de actividades de refuerzo sobre los saberes e ideas
previas que los asistentes tienen frente los temas de contaminaci�n,
contaminaci�n del suelo, acides, da�o ambiental, reciclaje, sostenibilidad,
desde el aprendizaje colaborativo.
4.
Como logro principal se reconoce en los asistentes la capacidad de identificar
en su comunidad, en la casa y en la escuela, acciones que afectan
potencialmente el medio ambiente que los rodean y buscan soluciones para
mejorar esta situaci�n.
5.
Taller: Reciclaje �Para qu�? Su objetivo consisti� en la promoci�n de
actividades sobre la utilizaci�n de recursos org�nicos para el cuidado de
plantas y nutrici�n de los suelos, dirigidos a partir del aprendizaje basado en
proyectos.
6.
En consecuencia, los asistentes se capacitaron en la realizaci�n de procesos
de reciclaje �til para su contexto, distinguiendo los 3 tipos de desechos que
desde el hogar y la escuela se producen y a partir de los cuales se pueden
obtener productos como abonos org�nicos, cenizas y propuestas de procesamiento
de empaques pl�sticos.
7.
Taller: Los cuidados del suelo. Su objetivo consisti� en la promoci�n del
buen uso del suelo y cuidado, contando con el acompa�amiento de profesionales
en ecolog�a, ingenier�a ambiental, agroforestal o biolog�a, que explicara,
capacitara y compartiera con los asistentes diferentes t�cnicas, consejos y
saberes que les permitieran mejorar la relaci�n que desde las actividades
propias de la comunidad se dan con el suelo; por tanto, se modificaron pr�ctica
realizadas por la comunidad en las que se est� afectando el suelo, dando paso a
acciones menos da�inas.
RESULTADOS O AVANCES Y DISCUSI�N
Cabe
destacar que la aproximaci�n a la definici�n de un suelo �cido por parte de la
investigadora, responde �nicamente a aspectos te�ricos, puesto que no se
contaban con las herramientas, personal ni elementos� para lograr hacer pruebas cient�ficas que
permitieran ver cu�l es el deterioro que este elemento ha sufrido a lo largo de
los a�os producto de la intervenci�n humana, por tal raz�n, se hace �nfasis en
lo siguiente, de acuerdo al IDEAM, las tierras, suelos, en Colombia presentan
una caracterizaci�n f�sica, natural y ambiental, acorde a
la geograf�a y a los procesos biol�gicos, qu�micos y geogr�ficos, que
determinan la econom�a y vida social de las comunidades que en �l habitan,
aspecto con el cual se concuerda.
En la zona monta�osa de Ricaurte, el
cultivo de ca�a resulta el de mayor nocividad y afectaci�n en el suelo, el agua
y la tierra, debido al uso de agroqu�micos que contaminan� el suelo, r�os y aguas residuales, tambi�n a
la compactaci�n del suelo debido al uso de maquinaria pesada y erosi�n por quema
de ca�a, estos procesos tienen gran producci�n de sustancias que tanto a corto
como a largo plazo, contaminan y da�an los recursos naturales, como los gases,
los �xidos y los nitratos� que resultan
de la mezcla de estos procesos con otros de �ndole natural.
Por otro lado, como se mencion�
inicialmente, una de las actividades que actualmente se desarrolla en esta
regi�n es el cultivo de hoja de coca de manera il�cita, lo cual representa no
solo una problem�tica ambiental por sus efectos en las fuentes h�dricas y el
suelo, si no una problem�tica de tipo social que no debe eludirse al pretender
implementar proyectos o propuestas que busquen establecer relaciones m�s
sostenibles entre la comunidad y el entorno, puesto que esta es una actividad
que hoy por hoy tiene mayor demanda, porque representa mayores ingresos para
quienes la producen. De otro modo, es una producci�n que necesita de un gran
cuidado para garantizar la calidad, raz�n por la cual se utiliza una gran
cantidad de agroqu�micos, teniendo gran influencia sobre los procesos de
erosi�n.�
Fundament�ndose en el estudio realizado por
el Instituto amaz�nico de investigaciones SINCHI,� se presume que tambi�n para esta regi�n
existe un riesgo� de deforestaci�n de los
suelos, asociada a la extensi�n de actividades agr�colas, lo antes mencionado,
junto a los relatos de algunas personas mayores de la comunidad, evidencia la
perdida de algunas plantas que hac�an parte de sus usos tradicionales, debido a
la contaminaci�n qu�mica, como la Zaragoza, una planta que se ha dejado de
cultivar y usar en esta regi�n. Estas actividades generan entonces una p�rdida
de los componentes org�nicos propios de estos suelos.
Ahora bien, en este contexto general, la
investigaci�n aqu� presentada busc� brindar algunos conocimientos sobre los
efectos de la acci�n humana sobre el medio ambiente, enfoc�ndose en un espacio
determinado, la Vereda Chimbuza; trabajando siempre desde el aula de clase,
haciendo un llamado a la comunidad a trav�s de los estudiantes del grado 5�,
quienes son los principales actores del proceso al recibir y poner en pr�ctica
directamente los contenidos que a trav�s de los talleres se imparte, queriendo
lograr que as�, estos chicos que hacen parte las labores agr�colas de su diario
vivir, integren ahora estas pr�cticas, las compartan con sus padres y las
enriquezcan tambi�n desde los conocimientos que estos tienen, considerando que
en estos espacios todav�a existe una relaci�n que se basa en las tradiciones,
en las herencias, en las costumbres, sobre la pr�ctica del cuidado de la tierra
como un ente vivo, donde se retribuye constantemente una cosa por otra, es
decir que existe un proceso sostenible que es lo que les ha permitido
permanecer.
Sin embargo, estas comunidades no son
ajenas a la entrada de lo externo, en este caso nuevos productos, nuevos
cultivos que para su sostenimiento necesitan de componentes qu�micos, como los
que antes se mencion�, buscando que se unan tanto los saberes que son propios
de la educaci�n ambiental y los que hacen parte de su tradici�n, muchos de los
temas se trabajaron en torno al contexto, por ejemplo, es necesario que hay un
proceso de reciclaje de materia org�nica y que se le de otro tratamiento� que lo lleve a convertirse en un suplemento
org�nico, verde que ayude como fertilizante, que sirva como reparador, son
acciones que desarroll�ndolas de forma adecuada pueden trabajarse desde el
hogar.
En esto consisti� b�sicamente el desarrollo
de las estrategias, dotar a las personar en saberes, en consciencia ambiental
que puedan realizarla desde su diario vivir.
Dentro
de los hallazgos fundamentales en este proceso, se destaca que� en la comunidad, aquellas personas que
dedican parte de su vida al desarrollo agr�cola o pecuario, trabajan para otras
personas que tienen cultivos fuera de la comunidad, gran parte de lo que se
cultiva dentro de la comunidad� son
chagras o huertas� de pan coger, algunos
cultivos florales y no hay gran cantidad de animales que usen el suelo para
pastoreo, muchos de los animales de crianza son para el mismo consumo y se
destaca que aunque la contaminaci�n de los recursos naturales existe, no es tan
dram�tica como puede suceder en otros lugares; tambi�n la comunidad no se
encuentra expuesta a un gran riesgo en el que se vean afectado su diario vivir
como lo es la explotaci�n minera, o la producci�n constante de gases; las
problem�ticas consisten sobre todo en el riesgo social al que se exponen debido
a la presencia de grupos armados, en algunos casos los laboratorios para
procesamiento de coca que afectan los r�os y otros sembrados, aunque existen
est�s problem�ticas no constituyen una relaci�n directa hacia los da�os
ambientales, es decir, que mucho se puede hacer con una buena cultura y
educaci�n ambiental de unos pocos, buscando aminorar estos peque�os efectos.��
CONCLUSIONES
Frente a la estrategia pedag�gica
dise�ada se puede concluir que esta, cumpli� con su finalidad, dotar de un
saber y herramientas enfocadas en el cuidado del suelo y el medio ambiente,
puesto que los participantes mostraron inter�s en las tem�ticas y en el
desarrollo de las actividades, lo que evidencia el compromiso por continuar
desarrollando e integrando estos conocimientos a sus pr�cticas cotidianas.
Tambi�n abordar el desarrollo de esta tem�tica a trav�s de la estrategia
pedag�gica, mostro la necesidad de que la educaci�n ambiental debe ser
desarrollada sobre todo desde la participaci�n y la integraci�n de la
comunidad, teniendo en cuenta las reflexiones que se puedan hacer desde los
saberes particulares de cada uno, conociendo sus necesidades y sus dudas, en
este sentido, la estrategia promovi� la asimilaci�n de los saberes integrados a
la pr�ctica, guiando un ejercicio de reflexi�n desde lo individual y lo
comunitario, para que as� puede consolidarse un cambio.
Al realizarse el diagnostico se
evidencio que el conocimiento de los estudiantes o la comprensi�n sobre temas
ambientales relacionados al cuidado de los recursos, uno de ellos el suelo, es
b�sica, es decir que comprenden que por mano propia afectan el medio ambiente,
cuando tiran basura a los r�os, cuando se usan agroqu�micos, cuando no consume
plantas y �rboles sin que haya un posterior proceso de plantaci�n. Estos son
temas que toda la sociedad conoce y comprende, pero que no son realmente
llevados a cabo, porque no existe una consciencia ambiental s�lida y una
cultura ambiental que lleve a las personas a tener un compromiso con lo que le
es propio; en este caso hay un deseo por aprender y un deseo por desarrollar a
futuro una mejor practica sobre el suelo, porque es un elemento importante
dentro de sus din�micas cotidianas, ya que como elemento, como recurso, es
utilizado de muchas formas y al comprender un da�o potencial, existe la
necesidad o al menos la intensi�n de cambiar desde el aprendizaje, desde los
conocimientos que se puedan brindar desde el aula de clases.
Las
pr�cticas y saberes aportados tengan un proceso de eficiencia a largo plazo, en
primera media es notorio que, para las personas, estudiantes, las tem�ticas les
permitieron reflexionar sobre su hacer y al menos en los ejercicios propuestos
hubo gran compromiso en el desarrollo, pero se espera que esto continue en cada
una de sus actividades y en cualquier lugar donde ellos puedan llegar a
encontrarse. La educaci�n ambiental como tal busca� el desarrollo de valores, de cultura, de
consciencia frente al cambio ambiental, pues en discurso y tem�ticas propias de
un est�ndar que evaluar, los estudiantes pueden aprobar, pero conseguir que
este tipo de relaci�n se mantenga a lo largo del tiempo y que asegure por lo
menos un cambio, un efecto, una diminuci�n de los problemas ambientales
actuales, es la verdadera meta y esto se logra cuando se reconoce los lugares
como sujetos vivos y cuando se comprende que en esta relaci�n, qui�en m�s
pierde son los seres vivos, de modo que la evaluaci�n frente a los objetivos, por
cumplimiento y compromiso es muy buena, pero debe ser constante.
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[1] Licenciada en
Etnoeducaci�n, Universidad Abierta y a Distancia UNAD; cursante de la Maestr�a
en Pedagog�a Ambiental de la Universidad del Cesar.
[2] Licenciado en
Qu�mica y Biolog�a; Especialista en Edum�tica y Pedagog�a Ambiental; Magister
en Ciencias de la Educaci�n. Director de proyectos de grado en Especializaci�n
y Maestr�a; docente de investigaci�n en ecolog�a rural y urbana; ecolog�a
social y pedagog�a.