pág. 3693
EROSIÓN DE LA DEMOCRACIA DURANTE

LOS GOBIERNOS DEL PARTIDO DE LA
LIBERACIÓN DOMINICANA (PLD) Y DEL

PARTIDO REVOLUCIONARIO
MODERNO(PRM) 2004/2024

EROSION OF DEMOCRACY DURING THE GOVERNMENTS OF THE
DOMINICAN LIBERATION PARTY (PLD) AND THE MODERN
REVOLUTIONARY PARTY (PRM) 2004/2024)

Victor Manuel Burgos Caba

Universidad Autononoma de Santo Domingo
pág. 3694
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21471
Erosión de la Democracia Durante los Gobiernos del Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) y del Partido Revolucionario Moderno(PRM)
2004/2024

Victor Manuel Burgos Caba
1
vburgos63@uasd.edu.do

https://orcid.org/0009-0008-1124-180X

Facultad de.Ciencias Economicas y Sociales

Universidad Autononoma de Santo Domingo (UASD)

RESUMEN

La cultura política dominicana constituye un horizonte interpretativo clave para comprender las
tensiones entre la democracia liberal procedimental y la aspiración de una democracia sustantiva. Este
artículo analiza la erosión democrática en la República Dominicana durante los gobiernos del Partido
de la Liberación Dominicana (PLD, 20042020) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM, 2020
2024), examinando las continuidades y rupturas en las prácticas políticas, la percepción ciudadana y las
dinámicas institucionales. Con un enfoque mixto y hermenéutico, se combinaron datos de una encuesta
aplicada a 100 ciudadanos dominicanos, 8 entrevistas en profundidad a expertos en ciencias sociales y
el análisis crítico de 6 discursos presidenciales (discurso inaugural y de rendición de cuentas de Leonel
Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader). Los hallazgos evidencian la persistencia de factores
estructurales como el presidencialismo, el clientelismo y la desigualdad socioeconómica, así como
factores simbólicos que normalizan el poder personalista y la dependencia estatal. Sin embargo,
emergen contra-horizontes ciudadanos, expresados en movilizaciones como Marcha Verde (2017) y
Plaza de la Bandera (2020), que reconfiguran los símbolos de resistencia y dignidad democrática. Se
concluye que la erosión democrática en el país no es un fenómeno lineal, sino resultado de una dialéctica
entre hegemonía partidaria y resistencia ciudadana. Se plantean implicaciones para el fortalecimiento
de la ciudadanía democrática.

Palabras clave: cultura política, democracia, clientelismo, ciudadanía critica, patrimonialismo

1
Autor principal
Correspondencia:
vburgos63@uasd.edu.do
pág. 3695
Erosion of Democracy During the Governments of the Dominican

Liberation Party (PLD) and the Modern Revolutionary Party (PRM)

2004/2024

ABSTRACT

Dominican political culture constitutes a key interpretative horizon to understand the tensions between

procedural liberal democracy and the aspiration for substantive democracy.
This article analyzes
democratic
erosion in the Dominican Republic during the governments of the Dominican Liberation
Party (PLD, 2004
2020) and the Modern Revolutionary Party (PRM, 20202024), examining
continuities and ruptures in political practices, citizen
perceptions, and institutional dynamics. Using a
mixed and hermeneutic approach, data were combined from a survey applied to
100 Dominican citizens,
8 in
- depth interviews with social science experts, and a critical analysis of 6 presidential speeches
(inaugural and accountability addresses by Leonel Fernández, Danilo Medi
na, and Luis Abinader).
Findings show the persistence of structural factors such as presidentialism,
clientelism, and
socioeconomic
inequality, as well as symbolic factors that normalize personalist power and state
dependency. However,
counter-citizen horizons are emerging, expressed in mobilizations such as
Marcha Verde (2017) and Plaza de la Bandera (2020),
which reconfigure the symbols of resistance and
democratic dignity. It is concluded that democratic erosion in the country is not a linear phenomen
but
the
result of a dialectic between party hegemony and citizen resistance. Implicacions are discussed
for
strengthening democratic citizenship.
Keywords
: political culture, democracy, clientelism, critical citizenship, patrimonialism
Artículo recibido 20 octubre 2025

Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
pág. 3696
INTRODUCCIÓN

A lo largo de las últimas dos décadas, múltiples investigaciones académicas han abordado la evolución
de la democracia en la República Dominicana, concentrándose especialmente en aspectos
institucionales, jurídicos y electorales. Sin embargo, persiste un déficit analítico en torno al papel
estructurante de la cultura política como matriz de sentido que condiciona y en muchos casos
neutraliza las reformas democráticas emprendidas desde el aparato estatal y los organismos
internacionales.

En el campo regional latinoamericano, autores como Manuel Antonio Garretón, Guillermo O’Donnell
y Leonardo Avritzer han advertido sobre los contrates entre los marcos institucionales de la democracia
y las culturas políticas heredadas de regímenes autoritarios, personalistas o clientelares. En el caso
dominicano, estudios como los de Rosario Espinal, Flavio Darío Espinal y Wilfredo Lozano han
documentado la persistencia del clientelismo, la debilidad de la rendición de cuentas y el carácter
delegativo de la representación política. No obstante, estas investigaciones tienden a centrarse en
dimensiones empíricas o procedimentales, sin ahondar en los sustratos culturales, simbólicos y
hermenéuticos que configuran el Athos político dominante.

La democracia dominicana se encuentra en una encrucijada marcada por avances y retrocesos que ponen
en tensión su estabilidad institucional y su legitimidad social. Si bien el país ha consolidado una
democracia electoral desde la década de 1990, con elecciones periódicas y un sistema multipartidista
competitivo, diversos estudios señalan que persisten prácticas y estructuras que erosionan su calidad
(O’Donnell, 1994; Diamond, 2019). La cultura política de la República Dominicana es un elemento
clave para comprender este fenómeno: refleja las creencias, valores y actitudes que la ciudadanía y las
élites políticas tienen respecto a la democracia, al Estado y al ejercicio del poder.

Durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, 20042020) y el Partido
Revolucionario Moderno (PRM, 20202024), se han evidenciado continuidades en el predominio del
presidencialismo, el clientelismo electoral y la captura partidaria de las instituciones (Hartlyn, 1998;
Jiménez, 2021). Al mismo tiempo, han surgido resistencias ciudadanas que cuestionan la corrupción y
la impunidad, como la Marcha Verde (2017) o las movilizaciones de Plaza de la Bandera (2020),
revelando la existencia de contra-horizontes democráticos (Santos, 2014).
pág. 3697
El concepto de erosión democrática resulta pertinente en este contexto. Este se refiere a procesos
graduales de debilitamiento de las normas y valores democráticos, que no necesariamente implican la
ruptura abrupta del orden institucional (Levitsky & Ziblatt, 2018). En la República Dominicana, esta
erosión se expresa en la reducción de la independencia institucional, el debilitamiento de los
mecanismos de control y la normalización de prácticas clientelares que condicionan el voto ciudadano.

El análisis de la cultura política permite desvelar cómo la ciudadanía interpreta y reacciona ante estas
dinámicas. Dimensiones como el conocimiento político (cognitiva), la confianza en las instituciones
(afectiva), la valoración de la democracia (evaluativa), la participación (conductual) y los valores
democráticos (normativa) son fundamentales para comprender la relación entre cultura política y
erosión democrática (Almond & Verba, 1963; Inglehart, 2003).

Este artículo comunica los resultados de la investigación sobre los factores estructurales y simbólicos
que, desde la cultura política, explican la erosión democrática en la República Dominicana entre 2004
y 2024, destacando pautas conservadoras, de cambios, rupturas y resistencia ciudadana. Además, se
refuerza una perspectiva hermenéutica y multidimensional que combina datos cuantitativos (encuesta
aplicada a ciudadanos dominicanos de 18 años y más) y cualitativos (entrevistas y análisis de discursos),
permitiendo comprender no solo las prácticas políticas de los partidos dominantes, sino también las
reacciones y horizontes de la ciudadanía.

Método Enfoque y diseño

El estudio adoptó un enfoque mixto con orientación hermenéutica, integrando estrategias cuantitativas
y cualitativas para captar tanto los patrones generales de la cultura política como las narrativas y
significados subyacentes que explican la erosión democrática. Se optó por un diseño no experimental,
transeccional y de alcance descriptivo-interpretativo, adecuado para explorar el fenómeno en un periodo
determinado (20042024) sin manipular variables (Hernández-Sampieri et al., 2018).

Población y muestra

La población de referencia fueron ciudadanos dominicanos mayores de 18 años, así como expertos en
ciencias sociales, derecho y política con experiencia en el análisis de la democracia dominicana.

Encuesta: se aplicó un cuestionario estructurado a 100 ciudadanos dominicanos residentes en zonas
urbanas y rurales de las principales regiones del país.
pág. 3698
La muestra fue de tipo intencional, buscando diversidad de género, edad y nivel educativo.

Entrevistas: se realizaron 8 entrevistas en profundidad a expertos seleccionados mediante un muestreo
de tipo bola de nieve. Los entrevistados incluyeron académicos, analistas políticos, periodistas y
exfuncionarios con trayectoria en temas de democracia y cultura política.

Discursos presidenciales: se analizaron 6 discursos oficiales (2 por cada presidente del periodo 2004
2024: Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader).

Para cada mandatario se seleccionó el discurso inaugural de su primer mandato y un discurso de
rendición de cuentas (Constitución, art. 114) como momentos claves de definición de agenda y
evaluación de gestión.

Instrumentos de recolección de datos Encuesta estructurada

El cuestionario de 32 ítems incluyó escalas tipo Likert (1 = totalmente en desacuerdo a 5 = totalmente
de acuerdo) para medir cinco dimensiones de la cultura política:

1.
Cognitiva: conocimiento sobre instituciones y normas democráticas.
2.
Afectiva: confianza en instituciones y actores políticos.
3.
Evaluativa: valoración ética y de desempeño de los gobiernos.
4.
Conductual: participación electoral y no electoral.
5.
Normativa: adhesión a valores democráticos (libertad, igualdad, derechos humanos).
El cuestionario fue validado por juicio de expertos y alcanzó una consistencia interna aceptable (α
de Cronbach = 0.84).

Entrevistas en profundidad

Las entrevistas semiestructuradas exploraron los factores estructurales y simbólicos que afectan la
democracia sustantiva. Se utilizaron preguntas guía como:

“¿Cómo describiría el funcionamiento de la democracia dominicana en los últimos 20 años?”
“¿Qué prácticas políticas erosionan la confianza ciudadana en las instituciones?”
“¿Qué símbolos o narrativas refuerzan o resisten la hegemonía política?” Cada entrevista
tuvo una duración promedio de 50 minutos y fue grabada y transcrita con consentimiento informado.
pág. 3699
Análisis de discursos presidenciales

Se utilizó una ficha de análisis hermenéutico-discursivo para examinar los ejes temáticos presentes en
los discursos inaugurales y de rendición de cuentas. Se analizaron categorías como:

Concepción de democracia y ciudadanía.
Cultura política y democracia.
Narrativas de legitimidad y poder presidencial.
Uso de símbolos patrios y referencias históricas.
Procedimiento de análisis
Encuestas: se realizó un análisis descriptivo de frecuencias y porcentajes por dimensión de la cultura
política.

Entrevistas y discursos: se utilizó análisis de contenido temático (Braun & Clarke, 2006), identificando
patrones discursivos y categorías emergentes. La codificación se realizó en dos niveles:

1.
Factores estructurales: presidencialismo, clientelismo, captura institucional, desigualdad
socioeconómica.

2.
Factores simbólicos: mito del líder, narrativas de dependencia estatal.
RESULTADOS

Los hallazgos se presentan a partir de la integración de los datos de la encuesta aplicada a 100
ciudadanos dominicanos, las 8 entrevistas en profundidad a expertos y el análisis hermenéutico de 6
discursos presidenciales. Los resultados se organizan por las cinco dimensiones de la cultura política,
resaltando los factores estructurales y simbólicos que afectan la democracia sustantiva.

Resultados de la Encuesta Ciudadana: Cultura Política y Participación Democrática

La encuesta estructurada midió las cinco dimensiones de la cultura política: cognitiva, afectiva,
conductual, evaluativa y axiológica. A continuación, se presentan los principales hallazgos por
dimensión:

Dimensión cognitiva

Solo el 26% de los encuestados manifiesta conocer los mecanismos de participación ciudadana más
allá del voto.
pág. 3700
El 68% valora positivamente la democracia como sistema, aunque con escaso conocimiento sobre
el funcionamiento institucional.

Dimensión afectiva

El 65% expresa desconfianza hacia los partidos políticos.
El 59% muestra baja confianza en el Congreso y el sistema judicial.
Dimensión conductual

El 74% dice haber votado en las últimas elecciones.
Solo el 19% ha participado en cabildos, asambleas o espacios de deliberación comunitaria.
Dimensión evaluativa

El 62% cree que la democracia dominicana funciona "más o menos bien".
El 78% identifica el clientelismo como un problema persistente.
Dimensión axiológica normativa

El 72% respalda el derecho a la protesta pacífica.
El 49% considera aceptable recibir ayudas directas del Estado en tiempos electorales.
Gráfica 1: Percepción ciudadana según dimensiones de la cultura política

La gráfica de barras muestra que, aunque hay un respaldo mayoritario a valores democráticos como el
derecho a la protesta (72%) y una alta participación electoral (74%), persisten debilidades en el
conocimiento ciudadano (solo 26% reconoce mecanismos más allá del voto).
pág. 3701
También se evidencia una notable desconfianza hacia las instituciones políticas (65%), lo que indica un
divorcio entre la adhesión simbólica a la democracia y su práctica cotidiana. Este patrón revela una
cultura política en transición, donde coexisten prácticas tradicionales y valores democráticos
emergentes.

Resultados de entrevistas en profundidad: lectura experta sobre cultura política

Se entrevistaron ocho especialistas en áreas como ciencia política, filosofía, historia, antropología
cultural, periodismo y ética pública. A continuación, se sistematizan sus aportes:

Tabla 1

Dimensión Analítica
Expertos Principales hallazgos
Patrones persistentes
Todos Coinciden en la vigencia del
clientelismo, la verticalidad del poder, y
el conservadurismo cultural

Democracia formal vs.

prácticas informales

7 de 8
Denuncian simulación institucional y
cooptación del Estado como
continuidades estructurales

Juventud y cambio cultural
6 de 8 Reconocen una juventud crítica pero no
representada ni movilizada de forma
sostenida.

Discurso político
Todos Se percibe como retórico, legitimador,
no transformador; reproduce la figura del
líder mesiánico.

Propuestas normativas
Todos Educación política, ética pública,
empoderamiento ciudadano y reforma
institucional fueron reiterados.

Análisis crítico de los discursos presidenciales (20042024)

Se examinaron 6 discursos presidenciales de los gobiernos del PLD y PRM. Los principales patrones
identificados fueron:

Narrativa institucionalista

Ambos partidos destacan la estabilidad, la gobernabilidad y el crecimiento económico
como logros democráticos.
pág. 3702
Énfasis simbólico en transparencia

Bajo el PRM se acentúa la lucha contra la corrupción y el discurso de renovación ética, aunque
con limitadas transformaciones institucionales.

Liderazgo personalista

Se refuerza la figura del presidente como conductor del progreso, perpetuando una lógica
patrimonialista.

Débil representación de ciudadanía activa/critica:

Ficha estructurada para codificación de discursos presidenciales

Esta ficha fue utilizada para el análisis crítico de discursos presidenciales entre 2004 y 2024,
codificando la información según cuatro ejes analíticos clave. Su propósito es identificar patrones
discursivos, ausencias temáticas y usos simbólicos relevantes para evaluar la calidad democrática en el
contexto político dominicano.

Tabla 2

Eje analítico
Preguntas guía Indicadores observables
1. Visión de la democracia
¿Cómo define o describe el
presidente la democracia?

¿Se presentan logros como
evidencia del funcionamiento
democrático?

Presencia de términos como
'libertad', 'Estado de derecho',
'pluralismo', referencias a
elecciones o gobernabilidad.

2. Concepto de ciudadanía
¿Cómo se presenta el rol del
ciudadano? ¿Se alude a su
participación más allá del
voto?

Referencias a ciudadanía activa,
derecho a protestar, educación
cívica, movilización social.

3.Relación Estado-sociedad
¿Qué vínculo se establece
entre las instituciones y la
población? ¿Se reconocen
demandas sociales?

Lenguaje de inclusión o
exclusión, referencias a
gruposvulnerables, participación
comunitaria, descentralización.

4. Ugo simbólico del poder
¿Qué imagen proyecta el
presidente sobre su liderazgo?
¿Predomina una narrativa
personalista o institucional?

Uso de primera persona,
exaltación del líder, menciones a
'mi gobierno', apelaciones
emocionales, referencias
mesiánicas.
pág. 3703
Integración de resultados. Triangulación

La triangulación revela tensiones clave en la cultura política dominicana:

Alto respaldo nominal a la democracia, pero escasa participación real. Desconfianza institucional junto
a aceptación de prácticas clientelares. Discurso oficial de transparencia sin ruptura cultural con el
patrimonialismo.

Gráfica 2: Integración de percepciones ciudadanas, expertas y discursos presidenciales

Los resultados evidencian una cultura política híbrida: democrática en lo normativo, pero patrimonial
y clientelar en lo práctico. La ciudadanía valora la democracia, pero opera en un sistema donde las
estructuras de poder y las formas culturales tradicionales siguen dominando. La transformación cultural
necesaria para una democracia de calidad requiere no solo reformas institucionales, sino un proceso
profundo de educación cívica, ética pública y participación transformadora.

Gráfica: Integración de percepciones ciudadanas, expertas y discursos presidenciales.

Gráfica 2: Generada por la IA con los datos cuantitativos y cualitativos suministrados

Interpretación de la gráfica: triangulación de datos sobre cultura política.

La gráfica radial ilustra cómo las tres fuentes de información utilizadas en esta investigación encuesta
ciudadana, entrevistas a expertos y análisis de discursos presidenciales valoran cinco dimensiones clave
de la cultura política dominicana: cognitiva, afectiva, conductual, evaluativa y axiológica.
pág. 3704
Dimensión Cognitiva (conocimiento político): Los ciudadanos muestran un bajo nivel de conocimiento
sobre mecanismos de participación más allá del voto (26%). Los expertos otorgan una valoración
ligeramente superior (40%), reconociendo una incipiente conciencia política en sectores críticos. Los
discursos presidenciales apenas visibilizan esta dimensión (20%), lo que indica una débil promoción
institucional del conocimiento cívico.

Dimensión Afectiva (confianza institucional): La desconfianza hacia partidos, Congreso y justicia es
alta entre la ciudadanía (35%). Los expertos refuerzan este diagnóstico con un puntaje moderado (45%),
señalando una desafección profunda. Los discursos presidenciales puntúan más bajo (25%), lo que
evidencia una omisión sistemática del tema en la narrativa oficial.

Dimensión Conductual (participación activa): La ciudadanía declara una alta participación en
elecciones (74%) pero poca en espacios deliberativos. Los expertos moderan esta visión (60%),
destacando la fragilidad de la participación organizada. Los discursos apenas promueven este aspecto
(50%), reafirmando una visión reducida de la ciudadanía como votante pasivo.

Dimensión Evaluativa (percepción de la democracia): Los ciudadanos evalúan medianamente el
funcionamiento del sistema (62%), mientras que los expertos adoptan una postura crítica (55%),
enfatizando las limitaciones estructurales. Los discursos del poder alcanzan el mayor valor en esta
dimensión (65%), presentando una imagen positiva y celebratoria de la democracia.

Dimensión Axiológica (valores democráticos): El respaldo ciudadano al derecho a protestar es alto
(72%), pero contradicho por la tolerancia al clientelismo (49%). Los expertos muestran una valoración
intermedia (50%), mientras que los discursos gubernamentales se limitan a referencias simbólicas
(30%).

La triangulación revela una democracia con tensiones entre discurso, percepción y práctica. La
ciudadanía expresa adhesión simbólica a los valores democráticos, pero con escaso conocimiento y
participación real. Los expertos advierten sobre la persistencia de estructuras tradicionales que limitan
la calidad democrática. Por su parte, los discursos presidenciales promueven una narrativa de
estabilidad y progreso, pero omiten las fallas estructurales y el rol activo de la ciudadanía.

Esta lectura integral evidencia la necesidad de fortalecer la educación cívica, la participación
deliberativa y el compromiso institucional con la democracia sustantiva.
pág. 3705
DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

Los hallazgos de esta investigación muestran que la erosión democrática en la República Dominicana
entre 2004 y 2024 es el resultado de un entramado de factores estructurales y simbólicos que interactúan
en un horizonte cultural e histórico en disputa. Este apartado discute los principales resultados de la
encuesta, de las entrevistas en profundidad y del análisis de los discursos presidenciales a la luz del
objetivo/hipótesis de este artículo, de los antecedentes, del marco teórico, de la perspectiva
hermenéutica asumida y del contexto democrático dominicano

Democracia procedimental y hegemonía partidaria

Los resultados evidencian la persistencia del presidencialismo y la concentración de poder en el
Ejecutivo, rasgo que ha caracterizado históricamente al sistema político dominicano (Hartlyn, 1998).
Tanto en los gobiernos del PLD como en el del PRM, el presidente se mantuvo como el actor central,
controlando recursos, decisiones y narrativas institucionales. Este hallazgo coincide con O’Donnell
(1994), quien describe a las democracias delegativas como aquellas en que los presidentes asumen un
mandato casi ilimitado, debilitando los contrapesos institucionales.

El clientelismo aparece como un factor estructural que sostiene la hegemonía partidaria. Más de la mitad
de los encuestados (54%) consideró “normal” recibir beneficios estatales a cambio de apoyo político.
Esta normalización refuerza el “círculo cerrado” que Gadamer (2003) denomina pre-comprensión: las
prácticas clientelares se naturalizan como parte de la política, dificultando la construcción de ciudadanía
autónoma.

Cultura política ambivalente: adhesión a la democracia, pero tolerancia al autoritarismo

La encuesta reveló que, aunque el 72% de los ciudadanos considera que la democracia es el mejor
sistema de gobierno, el 38% justifica el liderazgo autoritario en contextos de crisis. Este hallazgo refleja
lo que Inglehart (2003) llama adhesión instrumental a la democracia: la ciudadanía valora la democracia
por los beneficios que proporciona, no necesariamente por sus principios éticos.

Las entrevistas y el análisis de los discursos presidenciales reforzaron esta ambivalencia. Narrativas
centradas en el “líder salvador” (Ricoeur, 1990) consolidan la percepción de que el presidente es el
único capaz de resolver los problemas nacionales.
pág. 3706
Esta simbología debilita la dimensión normativa de la cultura política, ya que la democracia se reduce a la
confianza en la figura presidencial.

Desafección institucional y erosión democrática

El bajo nivel de confianza en partidos políticos y en el Congreso (medias de 1.9 y 2.1 en la escala de 1
a 5) coincide con la literatura sobre erosión democrática en América Latina (Levitsky & Ziblatt, 2018;
Diamond, 2019). Esta desafección se alimenta de la captura partidaria de las instituciones, señalada por
el 67% de los encuestados.

La desconfianza institucional genera apatía y limita la participación no electoral (solo el 21% de los
encuestados ha participado en movimientos sociales o espacios de deliberación). Esta debilidad en la
dimensión conductual de la cultura política erosiona la democracia sustantiva al dejar el espacio público
dominado por las élites.

Resistencias ciudadanas y símbolos de dignidad

Pese a las tendencias anteriores, el estudio identifica la emergencia de contra- horizontes democráticos.
Movimientos como Marcha Verde (2017) y Plaza de la Bandera (2020) resignificaron símbolos
nacionales (bandera, plazas, colores) como signos de resistencia frente a la corrupción y la impunidad.
Estos símbolos abrieron lo que Ricoeur (1990) denomina “espacios narrativos alternativos”, desafiando
el orden hegemónico y mostrando la posibilidad de un horizonte democrático más inclusivo.

Los expertos entrevistados coincidieron en que estas movilizaciones marcaron un cambio en la cultura
política. Como señaló uno de ellos:

“La bandera dominicana dejó de ser solo un símbolo del Estado; ahora representa también a la
ciudadanía exigiendo dignidad democrática.” (Entrevista a M. Rodríguez, 2025). Este hallazgo conecta
con la propuesta de Santos (2014) sobre la democracia como proyecto inacabado, que se reconstruye
desde las resistencias populares.

Implicaciones para la democracia sustantiva

Los resultados sugieren que la erosión democrática en la República Dominicana no es un fenómeno lineal
ni irreversible. El horizonte democrático está en disputa, como parte de un círculo hermenéutico en el
que se entrelazan hegemonía partidaria y resistencia ciudadana.
pág. 3707
Si los factores estructurales (presidencialismo, clientelismo, desigualdad) no son abordados con
reformas profundas, la democracia seguirá siendo frágil.

Si los factores simbólicos que normalizan el poder personalista persisten, la ciudadanía continuará
aceptando prácticas que limitan sus derechos.

Pero si las resistencias ciudadanas logran consolidar narrativas alternativas y espacios de incidencia, la
democracia sustantiva puede avanzar.

Contraste de los resultados con el marco teórico, antecedentes y estado del arte Los hallazgos obtenidos
en esta investigación se encuentran en diálogo estrecho

con los marcos teóricos que sirvieron de sustento y con los antecedentes más relevantes. Al analizar la
erosión democrática durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, 20042020)
y del Partido Revolucionario Moderno (PRM, 2020 2024), considerando la cultura política, las
continuidades, rupturas y resistencias ciudadanas, se observa tanto la confirmación de patrones
estructurales ya documentados como la identificación de dinámicas emergentes que superan el estado
del arte.

Cultura política y erosión democrática

Los resultados confirman lo planteado por Almond y Verba (1963) sobre la coexistencia de
orientaciones cognitivas, afectivas y evaluativas hacia el sistema político, en este caso marcadas por un
hibridismo cultural que combina lealtades personalistas y clientelares con demandas crecientes de
institucionalidad. Del mismo modo, se corrobora lo advertido por O’Donnell (1994) y Diamond (1999)
respecto a que el presidencialismo concentrador de poder constituye un obstáculo central para la calidad
democrática en democracias delegativas.

Sin embargo, esta investigación añade evidencia empírica de que, aun en medio de esas continuidades,
emergen contraculturas ciudadanas que cuestionan el hiperpresidencialismo y las prácticas clientelares.
Tales expresiones se vinculan con los planteamientos de Norris (2011) y Tilly (2004) sobre la
movilización social como contrapeso democrático, pero con características locales que resignifican
símbolos patrios y prácticas de resistencia. Estas rupturas, particularmente visibles en sectores jóvenes
y urbanos, revelan que la cultura política dominicana no es estática, sino que contiene potencialidades
democratizadoras (Bourdieu, 1986).
pág. 3708
Contraste con los antecedentes

Los antecedentes mostraban un diagnóstico estructural de erosión democrática caracterizado por débil
ciudadanía organizada, cooptación institucional y prevalencia del clientelismo (Ceara-Hatton, 2015;
Guzmán & Rosario, 2018; Ortiz Jiménez, 2020). Los resultados de esta investigación confirman esas
tendencias, pero amplían el análisis al identificar procesos de resignificación simbólica y movilización
autónoma (Marcha Verde en 2017 y Plaza de la Bandera en 2020) que no habían sido documentados
con suficiente detalle en la literatura previa.

Asimismo, se constata que las instituciones políticas han mostrado resistencias al cambio, lo que genera
tensiones entre las expectativas ciudadanas y la lentitud de las reformas. Este hallazgo había sido
sugerido, aunque no desarrollado empíricamente, en los estudios previos, por lo que constituye un aporte
sustantivo al estado del arte.

Superación del estado del arte

Esta investigación supera el estado del arte en tres dimensiones fundamentales:

1.
Integralidad analítica: La aplicación de un enfoque mixto y hermenéutico, que combina encuesta,
entrevistas y análisis crítico de discursos, permitió triangular datos y ofrecer una comprensión
multidimensional de la cultura política dominicana.

2.
Visibilización de resistencias ciudadanas: Se documentan rupturas simbólicas y prácticas que
cuestionan el orden político establecido, aportando una narrativa más compleja sobre la erosión
democrática.

3.
Apertura hermenéutica: Al integrar los planteamientos de Gadamer (2004) y Ricoeur (1996), se
interpreta el sentido histórico de las continuidades y rupturas, sugiriendo la existencia de un nuevo
horizonte ciudadano en construcción.
pág. 3709
Tabla 1. Comparación entre el marco teórico, los antecedentes y los resultados de la investigación

Dimensión
Marco teórico
/antecedentes

Resultados de la
investigación

Superación del estado del
arte

Cultura politic
Almond & Verba
(1963); Bourdieu
(1986): cultura híbrida y
habitus clientelar

Persiste hibridismo
cultural, pero con mayor
cuestionamiento
ciudadano

Se documenta ruptura
generacional y simbólica
en sectores urbanos

Presidencialismo
O’Donnell (1994);
Diamond (1999):
concentración de poder
debilita democracia

Se confirma
hiperpresidencialismo en
PLD y PRM

Se identifican
contraculturas que
demandan control

Institucional

Movilización
ciudadana

Norris (2011); Tilly

(2004): movilización
como contrapeso
democrático

Movilizaciones como
Marcha Verde y Plaza de
la Bandera reconfiguran
la protesta

Se visibiliza
resignificación de
símbolos patrios en clave
democrática

Institucionalidad
Guzmán & Rosario
(2018); Ortiz Jiménez

(2020): instituciones
cooptadas

Instituciones continúan
mostrando resistencias al
cambio

Se muestra tensión entre
demandas ciudadanas y
lentitud institucional

En suma, los resultados no solo confirman los diagnósticos previos de erosión democrática durante los
gobiernos del PLD y del PRM, sino que además aportan evidencia empírica e interpretativa que supera
el estado del arte, al mostrar que la cultura política dominicana contiene elementos de resistencia y
resignificación que abren un horizonte ciudadano emergente. Este hallazgo plantea la necesidad de
repensar la democracia dominicana no solo en clave de debilidades institucionales, sino también
considerando el potencial transformador de las nuevas formas de ciudadanía.

Esta dialéctica entre cierre y apertura del horizonte hermenéutico es clave para comprender el futuro de
la democracia dominicana.

Los hallazgos de esta investigación muestran que la erosión democrática en la República Dominicana
entre 2004 y 2024 es el resultado de un entramado de factores estructurales y simbólicos que interactúan
en un horizonte cultural e histórico en disputa...
pág. 3710
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones principales

Los hallazgos de este estudio confirman que la erosión democrática en la República Dominicana (2004
2024) es producto de la interacción entre factores estructurales y factores simbólicos que condicionan
la cultura política. Esta erosión no se expresa como una ruptura abrupta del orden institucional, sino
como un debilitamiento progresivo de los valores democráticos, de la confianza en las instituciones y
de la autonomía ciudadana.

Factores estructurales: la concentración de poder en el Ejecutivo, el presidencialismo, la captura
partidaria de las instituciones y la persistente desigualdad socioeconómica limitan el fortalecimiento de
una democracia sustantiva. Estas condiciones generan una ciudadanía dependiente de los recursos
estatales y con escasa capacidad de incidencia política.

Factores simbólicos: la normalización del clientelismo, el mito del “líder salvador” y la percepción de
que la política es un “juego arreglado” refuerzan la pasividad ciudadana. Al mismo tiempo, los símbolos
de resistencia y dignidad, como los surgidos en Marcha Verde (2017) y Plaza de la Bandera (2020),
evidencian la posibilidad de abrir contra-horizontes democráticos.

Cultura política ambivalente: aunque la mayoría de los ciudadanos valora la democracia como el mejor
sistema de gobierno (72%), una proporción significativa (38%) justifica el autoritarismo en contextos de
crisis. Esta ambivalencia refleja una adhesión más instrumental que ética a la democracia.

Recomendaciones para fortalecer la ciudadanía democrática

A partir de la interpretación hermenéutica de los hallazgos, se plantean las siguientes líneas de
acción:

Reformas estructurales para reducir el presidencialismo y la captura institucional

Promover leyes que fortalezcan la independencia del Congreso y del sistema judicial.

Reformar el sistema de partidos para mejorar su democracia interna y transparencia.

Políticas públicas para combatir el clientelismo y la desigualdad

Implementar mecanismos de control y sanción al uso político de los recursos públicos.

Priorizar políticas de desarrollo local y empleo que reduzcan la dependencia económica del Estado.
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Educación cívica y participación ciudadana

Incorporar programas de educación política en escuelas y universidades. Fortalecer espacios de
participación no electoral (presupuestos participativos,

consultas públicas).

Reconstrucción de la confianza en las instituciones

Garantizar procesos de rendición de cuentas claros y accesibles.

Transparentar el financiamiento de los partidos políticos y campañas electorales.

Aprovechar los símbolos de resistencia ciudadana

Valorar y articular los movimientos sociales como aliados en el fortalecimiento de la democracia.

Reconocer la memoria de movilizaciones como Marcha Verde y Plaza de la Bandera como hitos
que deben inspirar reformas.

Implicaciones finales

La democracia dominicana se encuentra en un horizonte hermenéutico en disputa. Si las élites políticas
continúan cerrando el círculo mediante prácticas hegemónicas, la erosión democrática se profundizará.
Sin embargo, las resistencias ciudadanas muestran que es posible abrir espacios para un modelo de
democracia sustantiva, más inclusiva y participativa.

Este artículo plantea que el fortalecimiento de la ciudadanía democrática requiere transformar
simultáneamente las estructuras y los símbolos que limitan la autonomía ciudadana. La construcción de
una cultura política basada en valores éticos, en la participación activa y en la confianza institucional
es condición indispensable para evitar el vaciamiento de la democracia.

Los hallazgos de este estudio confirman que la erosión democrática en la República Dominicana (2004
2024) es producto de la interacción entre factores estructurales y factores simbólicos que condicionan
la cultura política.

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