Miner�a
informal e ilegal: Alcances desde el �mbito social,
econ�mico y
medioambiental en el Per�
Hip�lito
Vargas Sacha
https://orcid.org/0000-0001-9729-8242
RESUMEN
Este estudio
se realiz� con la finalidad de analizar la actividad minera informal e ilegal
del Per�, a trav�s de distintas fuentes reconocidas, enfocado en los aspectos
que alcanza: �mbito social, medioambiental y econ�mico, destacando la
importancia de brindar a las poblaciones vulnerables m�s afectadas las
herramientas que les permitan desarrollar dicha actividad dentro de la
legislaci�n nacional y potenciar as� su crecimiento econ�mico, desarrollando
adem�s como aporte, una comisi�n unificada que permita regular y mejorar las condiciones
de trabajo, brindando protecci�n tanto a los individuos, como al ambiente, el
agua, suelos y el aire, contando para ello con el compromiso de las entidades
estatales, empresas privadas y la ciudadan�a, para revertir los efectos nocivos
de la actividad minera y apalancar una productividad ambientalmente responsable
para el mejor porvenir del pa�s.
Palabras clave: miner�a ilegal, contaminaci�n
ambiental, sostenibilidad.
Informal and illegal mining: Scope from the social sphere,
economic and environmental in Peru
ABSTRACT
This study was
carried out with the purpose of analyzing the informal and illegal mining
activity in Peru in summary form, through different recognized sources, focused
on the aspects that it reaches: social, environmental and economic, stressing
the importance of providing the most affected vulnerable populations with the
tools that will enable them to carry out this activity within national
legislation and thus boost their economic growth, while also developing as a
contribution, a unified commission to regulate and improve working conditions,
providing protection for individuals, the environment, water, soil and air,
with the commitment of State entities, private companies and citizens, to
reverse the harmful effects of mining activity and leverage environmentally
responsible productivity for the best future of the country.
Keywords: illegal
mining, environmental contamination, sustainability.
Art�culo recibido:� 03 marzo 2022
Aceptado para publicaci�n: 20 marzo 2022
Correspondencia: [email protected]
Conflictos
de Inter�s: Ninguna que declarar
INTRODUCCI�N
El Per� es
ampliamente reconocido por su riqueza geol�gica a lo ancho del territorio
nacional, tomando en consideraci�n la gran extensi�n de yacimientos de oro, plata
y bronce que posee, por lo que se ha convertido en un promotor del
extractivismo� (Glave, 2007). En ese
sentido, es un pa�s eminentemente minero, lo que le ha permitido en las �ltimas
d�cadas alcanzar un crecimiento econ�mico favorable, adem�s de ser, seg�n Mamani
et al. (2022), el cuarto productor de plomo en el mundo, por lo que est�
expuesto a la contaminaci�n ambiental producida por la explotaci�n minera, tanto
formal como informal. �
Al respecto, Glave y Kuramoto (2002), se�alaron que �la
miner�a peruana est� orientada principalmente al mercado externo y es el sector
econ�mico que m�s contribuye en la balanza comercial, con alrededor de 45% de
las exportaciones totales�, no obstante, la baja disponibilidad de mano de obra
calificada a nivel local, impide el m�ximo aprovechamiento econ�mico, reduci�ndose
a tan solo al 5% del PIB nacional y entre 2 a 3% del empleo del pa�s. Adicional
a lo anterior, Mart�nez (2013), confirm� que constantes conflictos socio-ambientales
se han originado entre las empresas mineras del pa�s y la comunidad, debido al profundo
impacto ambiental derivado de la explotaci�n minera por altas demandas de
dichas materias primas, por parte de sociedades industrializadas.
En ese sentido este estudio plantea realizar un
an�lisis �sobre la miner�a informal e
ilegal, destacando su alcance en el �mbito social, econ�mico y medioambiental
en el Per� y as� brindar una perspectiva de la realidad actual, resaltando de
igual manera la implicaci�n del Estado peruano en la resoluci�n de dichos
conflictos y la aplicaci�n de normativas adecuadas para fomentar la expansi�n
de dicha actividad de manera segura para garantizar una sostenibilidad a largo
plazo, apalancada en la inversi�n extranjera proveniente de pa�ses como China,
principalmente.
La
miner�a informal e ilegal alcances desde el �mbito social, econ�mico y
medioambiental en el Per�
La miner�a informal e ilegal es una consecuencia de la
falta de leyes eficaces y de la poca gesti�n por parte de las entidades del
Estado por hacer cumplir dichas regulaciones (Gallardo et al. 2013). En
detrimento de ello, las explotaciones manuales de minerales, en especial de oro,
han venido constituyendo una fuente de recursos econ�micos para determinados
sectores de poblaci�n, principalmente, donde existen altas tasas de pobreza y
est�n carentes de alternativas laborales y profesionales, desde hace mucho
tiempo. En l�nea con lo anterior, sostuvo Glave
(2007), lo siguiente:
�Es preciso dise�ar e implementar pol�ticas que
promuevan la diversificaci�n econ�mica y que generen incentivos para la
inversi�n en actividades econ�micas en las zonas mineras. Asimismo, es preciso
que el Estado haga inversiones complementarias que incrementen el impacto del
canon y las regal�as, entre otras medidas. Pero tambi�n olvidamos que para
dise�ar e implementar pol�ticas se debe tener un s�lido conocimiento sobre el
tema�.
Tambi�n Roma (2021), argument� que la miner�a informal
constituye un importante problema en Per� y adem�s en naciones como Ecuador,
Bolivia y Colombia, con graves afectaciones al medio ambiente y que tiene
repercusiones en materias sensibles como la trata de personas y la financiaci�n
de grupos criminales organizados. Otro aspecto para considerar en este
particular, de acuerdo con Ch�vez (2022), es el importante n�mero de
productores, los cuales, en muchos casos pueden acceder a medios productivos
altamente da�inos en una econom�a de escala que no puede ser desatendida,
capaces de generar una importante producci�n de mineral.
Por su parte, Manrique y Sanborn
(2021), se�alaron que
la falta de supervisi�n especializada y el correcto uso de equipos y recursos,
se convirti� en una alerta constante para trabajadores y entidades del Estado,
quienes podr�an recibir sanciones tanto nacionales como internacionales por las
afectaciones a trabajadores y el ambiente. Asimismo, sostuvo Su�rez (2014), que
es importante crear diversas legislaciones para formalizar la miner�a en los poblados
m�s apartados, con el fin de garantizar la salud y seguridad de las personas,
la recaudaci�n tributaria, la conservaci�n del patrimonio natural y el
desarrollo de actividades econ�micas sostenibles.
De igual forma Brou (2019), se�al� que el contar con
un territorio rico en minerales y la gran cantidad de fronteras, vuelven al
pa�s particularmente vulnerable ante la miner�a ilegal o informal y en
particular al narcotr�fico. Asimismo, destac� Acosta (2014) que las actividades mineras il�citas que re�nen grandes
cantidades de dinero se relacionan por medio de actividades como el lobby, el
financiamiento de campa�as, y actividades similares, en diversos sectores
estatales, haciendo parecer ser dejadas de lado a la hora de analizar a
profundidad el impacto del dinero en la pol�tica. Como complemento de ello, el
informe del Banco mundial (2005) public� lo siguiente:
La miner�a il�cita, se mantiene enraizada en el Per� y
se conecta con otras actividades il�citas como el narcotr�fico o la trata de
personas. Por lo que, es de suma importancia analizar el v�nculo que mantiene
con la pol�tica peruana, y as� develar las formas en la que dichas actividades
permanecen al margen de la ley.
Mientras que, en relaci�n a la contaminaci�n ambiental,
dicho informe, sumado a la investigaci�n de Gianoli et al. (2019), demostraron que
la cantidad de contaminaci�n microbiana presente en el agua, son
alarmantes, debido a que est�n estrechamente relacionados con los ecosistemas y
la salud humana, demostrando que elevadas concentraciones de coliformes totales
y termotolerantes estar�an relacionados con su cercan�a a zonas urbanizadas de
la ciudad de Puerto Maldonado. Esta
situaci�n seg�n Kambuta y Ulloa, (2020), podr�a
revertirse considerando la capacidad de respuesta de las instituciones
encargadas de prevenir, monitorear, y fiscalizar las irregularidades dentro del
territorio nacional, garantizando la sustentabilidad.
Ciertamente la econom�a a nivel nacional se sustenta
en base a la actividad minera, sin embargo, las expectativas creadas por dicho desarrollo
son interrumpidas por el da�o al medio ambiente, por un lado, y por las
limitaciones en el uso y distribuci�n de los ingresos de la miner�a, por el
otro. Ambos hechos est�n ocasionando conflictos sociales, hasta el punto en que
podr�an desalentar a los inversionistas y afectar el inicio de nuevos
proyectos, ocasionando en ese sentido, lo que se ha denominado �la maldici�n de
los recursos naturales� (Acosta, 2011).
Lo anterior se refleja de forma detallada en el Informe
de sustentabilidad del Banco Mundial (2005), donde se mencionan diversos
aspectos que truncan el progreso socioecon�mico del pa�s, evidenciando el
alcance de la actividad minera en el aspecto social, tales como: �
�
Falta
de conocimientos y conciencia por parte de la poblaci�n sobre temas ambientales
relacionados con las operaciones mineras;
�
La
ausencia de informaci�n de l�nea base para medir la calidad del medio ambiente
y los riesgos derivados de los pasivos ambientales;
�
La
opini�n ampliamente difundida de que calidad
ambiental y crecimiento econ�mico son objetivos incompatibles;
�
Un
marco institucional d�bil, que incluye la ausencia de una autoridad ambiental
central independiente con capacidad de fiscalizaci�n; y
�
Carencias
de recursos financieros y humanos en la unidad ambiental sectorial dependiente
del Ministerio de Energ�a y Minas (MEM) para que pueda llevar a cabo sus tareas
de manera eficiente.
Abordar los puntos mencionados es una tarea pendiente
por parte del Gobierno Nacional que al ser solventados beneficiar� a la
sociedad alcanzando el equilibrio econ�mico y social esperado, logrando un
enfoque exitoso y compatible entre la calidad ambiental y el desarrollo
econ�mico, a trav�s del dise�o de estrategias competitivas, minimizando as� los
indicadores negativos como los pasivos ambientales mineros, de� manera que sea posible adem�s, reducir el
sentimiento colectivo de malestar entre las comunidades m�s vulnerables.
Otra investigaci�n a resaltar es la de Luque (2021),
quien destac� el impacto ambiental ocasionado por la miner�a ilegal, con relaci�n
a la deforestaci�n en el sureste de la amazonia del Per�, caso Regi�n de Madre
de Dios (Puerto Maldonado � Inambari), basado en los siguientes hallazgos:
El avance de la miner�a aur�fera aluvial, influenciada
por la pavimentaci�n de la v�a interoce�nica y por el alza del precio del oro,
es el agente principal de la deforestaci�n, y en menor orden, la ampliaci�n de
la frontera agr�cola, la ganader�a y la actividad forestal. Esto ha ocasionado
una superficie deforestada de 55 426 ha., la cual representa una tasa anual de
cambio de cobertura de � 0,22% y una deforestaci�n anual promedio de 3 246
ha/a�o.
Lo expuesto anteriormente coincide con Lozada (2017), haciendo
destacar que la miner�a ilegal e informal continua increment�ndose a trav�s de
los a�os provocando da�os al medio ambiente generando adem�s de la
deforestaci�n, otras figuras delictivas, por lo que representa en la
actualidad, el mayor problema ambiental, econ�mico y social del pa�s. Estudios
previos demostraron que entre el 2006 y el 2011, la tasa de deforestaci�n
creci� en un 425%, de manera que cuando en el 2006 la deforestaci�n era de 2010
hect�reas al a�o, durante el 2011, lleg� a 8536 hect�reas anuales a nivel
nacional (Luque, 2021).
Respecto a esta situaci�n, Smits et al. (2020), expusieron que las entidades gubernamentales y de
desarrollo han iniciado esfuerzos para la formalizaci�n de mineros artesanales,
as� como para que los mineros dejen de usar mercurio en los sistemas de
procesamiento de minerales y mejoren los m�todos de recuperaci�n de oro. De
igual forma destacaron que, aun cuando existe un claro reconocimiento entre las
comunidades y los reguladores, como una operaci�n ilegal e informal, el sector
es fundamental para los medios de vida rurales, por consiguiente, existen
preocupaciones relacionadas con su sostenibilidad como medio de vida viable y
los impactos ambientales y sociales asociados.
De acuerdo con el estudio antes se�alado, el Per�
cre� el Registro Integrado de Formalizaci�n Minera (REINFO) (2012), una base de
datos utilizada para registrar a los mineros para su formalizaci�n. Desde
entonces, el proceso de registro y la base de datos han pasado por varias actualizaciones,
pese a ello, el gobierno nacional confirm� el registro de aproximadamente 50.000
mineros hasta el a�o 2020, procedentes del sur del Per� (Arequipa, Ayacucho,
Puno, Apur�mac y Madre de Dios).
En ese orden, se desprende la importancia de regular las obligaciones y procedimientos que deben
cumplir los titulares de la actividad minera para la elaboraci�n, presentaci�n
e implementaci�n de extracci�n de minerales, que aseguren el cumplimiento de
las inversiones que representa, sujeta �a
los principios de protecci�n, preservaci�n y recuperaci�n del medio� ambiente (Rodr�guez
y Julca, 2020), teniendo como principal finalidad el mitigar sus
impactos negativos a la salud de la poblaci�n, el ecosistema circundante y la
propiedad, teniendo en cuenta que la miner�a es una de las principales fuentes
de contaminaci�n del agua, el aire, el suelo y el paisaje, siendo al mismo
tiempo la actividad central de la econom�a del pa�s, tal como fue se�alado por Men�ndez� y
Mu�oz (2021).
Entre tanto, se estima que el impacto econ�mico relacionado
a la actividad minera desarrollada al margen de la ley conlleva a situaciones
desfavorables para el pa�s, siendo estas descritas por Roma (2021), de la
siguiente manera;
�
Muchas
de las �reas en donde se desarrolla la actividad minera cuentan con poca
presencia efectiva de las instituciones estatales, y en ocasiones se hallan
ubicadas en zonas de fronteras permeables que dificultan la aplicaci�n de la
legislaci�n minera.
�
El
incremento del precio de los metales preciosos, unida a las mejoras en
transporte y comunicaci�n, han favorecido la rentabilidad de una actividad
tradicionalmente limitada a la subsistencia de los productores.
�
A
diferencia de otras actividades, la miner�a permite obtener metales como el
oro, de l�cito comercio y con una rentabilidad m�s alta que, por ejemplo, la
coca�na, atendiendo al precio por kilogramo.
�
La
preexistencia de una poblaci�n que practicaba la actividad frecuentemente se
ubica en zonas de territorio con altas tasas de pobreza y carente de
alternativas laborales y profesionales.
�
La
actividad minera se consolida como uno de los principales valores del producto
interno bruto de las distintas naciones en que se desarrolla esta actividad, lo
que no ha impedido que el porcentaje de la miner�a ilegal cuente con unas
proporciones elevad�simas.
De manera complementaria, se destaca la necesidad de
que las normas estatales regulatorias sean claras y efectivas, permitiendo establecer
las responsabilidades del participante de la actividad minera y asignar
sanciones pertinentes. Basado en ello, se menciona a continuaci�n lo se�alado
en la Legislaci�n peruana; Ley n � 29815 del 20 de diciembre de 2011, analizando
dos aspectos relevantes:
�
Castigar
la ausencia de autorizaci�n de la entidad administrativa competente. En este sentido,
debe valorarse en los casos concretos los supuestos de extralimitaci�n de la
licencia atendiendo al principio de proporcionalidad, en que la licencia
circunscribe la autorizaci�n. Al respecto, habr� que entender que la licencia
debe ser la escrita y adaptada a la legislaci�n minera, con exclusi�n de las
autorizaciones informales o verbales.
�
La
acusaci�n efectiva o potencial de causar perjuicio, alteraci�n o da�o al
ambiente o sus componentes, la calidad ambiental o la salud ambiental. Esto es,
el concepto de potencialidad del da�o, pudiendo castigarse con la misma pena a
quien contamina, y a quien realiza una actividad que, en muchos casos, cuenta con
un alcance contaminante casi desapercibido.
CONCLUSIONES
La investigaci�n realizada permiti� generar las
siguientes aportaciones en relaci�n con la miner�a informal e ilegal: Alcances
desde el �mbito social, econ�mico y medioambiental en el Per�:
Es importante la conformaci�n de una comisi�n
unificada que vele por el cumplimiento de la legislaci�n peruana y m�s all� de
ello, represente a los trabajadores informales, permitiendo su formalizaci�n y
con ello, el desarrollo �ptimo de las actividades mineras en concordancia con
las exigencias del gobierno nacional, contando con el respaldo del Estado y la
comunidad para solventar los conflictos socioecon�micos y ambientalistas.
Para cumplir lo anterior, debe consolidarse una
normativa clara y consensuada a nivel nacional y regional, trav�s de la cual
sean valorados los derechos y deberes de los trabajadores informales, la cual segregue
claramente la intencionalidad de la actividad minera, apoyando a los pobladores
y sancionando a los for�neos y nativos de forma severa, cuando incumplan la
ley, garantizando la protecci�n al ambiente, el agua y los suelos.
Se recomienda realizar un programa nacional de
capacitaciones para los mineros, en funci�n de optimizar sus procesos de extracci�n
de metales precisos, dot�ndoles de herramientas y conocimientos para hacerlos
autogestores de su productividad y seguridad, d�ndoles un lugar en la cadena
productiva, brindando fuentes de empleo y sustentabilidad a las poblaciones
vulnerables, impulsando su desarrollo econ�mico.
Trabajar de forma conjunta el Estado y las grandes
empresas mineras, en funci�n de crear campa�as informativas, investigativas y
de asistencia econ�mica a la poblaci�n m�s afectada por los efectos de la
contaminaci�n y deforestaci�n, demostrando con hechos su compromiso por brindar
a las futuras generaciones un lugar seguro para vivir, siendo social y
ambientalmente responsables, y as� recuperar adem�s, la confianza por parte de
sociedad, hacia las instituciones p�blicas y privadas involucradas.
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