Teorías de la educación contemporánea, breves reflexiones

para volver la mirada a la pedagogía

 

Juan Carlos Pila Martínez

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-5900-4191

Rector de la IE. Vicente Rocafuerte

 

Fernando Rodrigo Pila Martínez

[email protected]

http://orcid.org/0000-0002-4114-8605

Escuela de Perfeccionamiento FAE

 

Jacqueline Esperanza Carrera Rivas                                                                                                                               [email protected]

https://orcid.org/0000-0002-8068-0442

Rectora de la IE. Miguel de Santiago

 

Luis Rolando Hurtado Herrera

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-0944-1190

Docente de la IE. Miguel de Santiago

 

Edwin Ramiro Sáenz Cárdenas

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-1711-9721

Docente de la IE. Miguel de Santiago

 

Quito - Ecuador

 

RESUMEN

Entender la educación de hoy, supone adoptar un enfoque de reconstrucción histórica de conceptos y procesos asociados hegemónicamente en la escolarización, que permite comprender cómo la escuela, sus métodos, los alumnos, los maestros, las relaciones con el conocimiento llegaron a ser lo que son, se escoge como opción metodológica la perspectiva histórica para el análisis de su constitución como disciplina, las concepciones y reflexiones desarrolladas desde la modernidad, para comprender cómo la pedagogía o teoría de la educación fue asumiendo diversas identidades en el tiempo. La educación como objeto de estudio es mirada, explicada e interpretada a la luz de los complejos contextos sociales, históricos y culturales.  Se trata de conocer, analizar y reflexionar acerca de continuidades y discontinuidades a fin de entender los cambios en la educación escolar y como está funcionando en el presente según la concepciones educativas provenientes de distintas corrientes pedagógicas coexistentes en los discursos y prácticas educativas tanto de directivos como docentes en el complejo mundo de la educación.

 

Palabras clave: educación; pedagogía; mejora escolar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Contemporary theories of education, brief reflections

 to look back at pedagogy

 

ABSTRACT

Understanding education today means adopting an approach to historical reconstruction of concepts and processes associated hegemonically in schooling, which allows us to understand how the school, its methods, the students, the teachers, the relationships with knowledge became what they are. , the historical perspective is chosen as a methodological option for the analysis of its constitution as a discipline, the conceptions and reflections developed from modernity, to understand how pedagogy or theory of education was assuming different identities over time. Education as an object of study is looked at, explained and interpreted in the light of complex social, historical and cultural contexts. It is about knowing, analyzing and reflecting on continuities and discontinuities in order to understand the changes in school education and how it is working in the present according to the educational conceptions coming from different coexisting pedagogical currents in the discourses and educational practices of both managers and teachers. teachers in the complex world of education.

 

Keywords: education; pedagogy; school improvement.

 

 

 

Artículo recibido:  20 marzo 2022

Aceptado para publicación: 15 abril 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

1.      INTRODUCCIÓN

En este ensayo Teorías de la Educación se abordan cuatro ejes muy importantes que llevan a la reflexión en el devenir del fenómeno educativo especialmente en la acción de enseñar como espacio para fundamentar prácticas que son comunes en los docentes, sin diferenciar niveles y disciplinas en que se desempeñan. Muchos y hasta confusos son los enfoques, teorías, modelos, corrientes, cada uno de acuerdo a sus intencionalidades propias de la ideología que asuman sus ponentes, más, cada docente en función del Proyecto Educativo Institucional y su propuesta pedagógica sabrán abordar y propagar la forma de enseñar a través de la misión y más que nada la intencionalidad aspirada a través de la visión institucional.

Para esto, en primer lugar, se parte desde las nociones introductorias al campo de la teoría de la educación como fundamento primordial en cuanto provoque reflexionar la multidimencionalidad que implica la acción de enseñar desde diversas perspectivas para transformar al niño en otro que no es, por tanto la educación como conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada sociedad produce y distribuye saberes de los que se apropian sus miembros y que de una forma permiten la reproducción y por otra producen su transformación de lo establecido es el objetivo de análisis.

En segundo lugar, entender los diferentes significados históricos de la educación desde los trabajos de Comenio, Rosseau y Khant en la modernidad como base de la teoría educativa cuyos postulados aún siguen vigentes en la actualidad y han contribuido notablemente al estudio y evolución de la educación.

En tercer lugar, distinguir la Teorías críticas y no críticas de la educación, en función de la reflexión filosófica como base fundamental para entender de mejor manera el “cómo” enseñar no desde una mirada sino desde el espacio y el tiempo en que se ha desarrollado esta herramienta indiscutible para la labor docente.

Por último, volver la mirada a la pedagogía para mejorar la escuela es la necesidad urgente en medio de la complejidad que implica el fenómeno educativo, por tanto, los docentes deben tomar posición como establece Antelo (1999), pero también señala “un profesor se hace, se fabrica, se construye. Nadie nace profesor y quizá nadie llegue a serlo plenamente” (p.13-14), esto como un exhorto a quienes está dando pasos en la docencia, a todo esto, responder positivamente a lo encomendado por la escuela necesita de un aprendizaje largo y permanente.

2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS O MATERIALES Y MÉTODOS

Se analiza a través de una perspectiva histórica algunas concepciones y reflexiones desarrolladas desde la modernidad, para comprender cómo la pedagogía o teoría de la educación fue asumiendo diversas identidades en el tiempo.

2.1 Nociones introductorias al campo de la educación

La educación es un fenómeno que ha estado presente en todo el desarrollo de la especie humana, pues de alguna forma todos nos educamos, desde nuestra familia, cuando nuestros padres nos enseñan a hablar nuestra primeras palabras, a dar nuestros primeros pasos, a alimentarnos, etc, por tanto no solo se aprende en la escuela. Desde este planteamiento, todos sabemos de educar, por que en algún momento enseñamos y nos enseñaron, sin embargo este fenómeno ha resultado necesario e inherente en la sociedad humana para sobrevivir y mantener el orden social. Sin la educación el cachorro humano de Antelo “no podrá tener transformación en otra cosa distinta de lo que es” (Antelo E. , s/d).

Pero qué somos? , ¿Qué es el estudiante que está iniciando su escolaridad?, las respuestas pueden ser variadas desde diferentes concepciones filosóficas, políticas o económicas incluso. Siguiendo la línea de Antelo (2005), el niño que inicia la escolaridad es un no del todo humano o no adulto, es la materia prima sobre la cual se desplegará el enorme esfuerzo educativo de producción, reproducción, conservación y transformación de la especie (p. 9).

Estas acciones de enseñar y aprender por si solas no bastan en la sociedad, dado que sus miembros necesitan sobrevivir y mantener un orden social y para ello es necesario la reproducción, esto es cuando las prácticas educativas de los docentes están orientadas a mantener un orden social establecido, sin embargo la inteligencia e iniciativa de los seres humanos difícilmente logran encuadrarse total o completamente en lo establecido. Como sugiere Giroux que, “existen mediaciones y acciones en el nivel de la escuela y del currículo que pueden trabajar contra los designios del poder y del control” (Giroux, 1992).

Además ese cometido de reproducir totalmente el orden social establecido, no es posible en un mundo cambiante, cada vez más exigente de nuevas habilidades y adaptaciones ante situaciones nuevas y un modo de comunicación distorsionado y abundante entre generaciones por lo que es imposible que un hijo repita todo lo que hace su padre por ejemplo, por lo que inevitablemente se transforma lo establecido creando un nuevo orden, esto se denomina prácticas educativas productivas.

Estas reflexiones, sin duda atañen el círculo del poder, pues ella en cualquiera de sus formas busca incidir en la conducta y en los pensamientos de alguien y eso es lo que en definitiva buscan algunas prácticas del docente bajo determinadas concepciones o racionalidades curriculares determinando qué y cómo enseñar (Saviani, 1984). Por lo expuesto, se puede establecer una definición más o menos clara de la educación, como un conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada sociedad produce y distribuye saberes de los que se apropian sus miembros y que de una forma permiten la reproducción y por otra producen su transformación.

2.2 Significados históricos de la educación: continuidades y rupturas

La educación como se mencionó líneas arriba, es un fenómeno que ha estado presente en todo el desarrollo de la especie humana, ahora bien, distintos momentos a lo largo de la historia fueron abordados por personajes que sentaron las bases de la educación con teorías pedagógicas que han posibilitado la evolución de la enseñanza desde algunos enfoques planteados desde Juan Amos Comenius, Juan Jacobo Rousseau y Immanuel Kant.

Juan Amos Comenio, parte del convencimiento de que el hombre sólo necesita una educación adecuada para desarrollar su naturaleza a plenitud; es decir, que el hombre por su naturaleza no necesita tomar nada del exterior sino que es preciso tan sólo desarrollar lo que encierra oculto en sí mismo. La reforma educativa que propuso estaba íntimamente ligada con la búsqueda de una renovación moral, política y cristiana de la humanidad, defendió la idea de una escuela para todos, hombres y mujeres, señalando a las autoridades gubernamentales como responsables de su difusión y organización (Comenio, Didáctica Magna, 1998).

Para aprender y enseñar recomendó, proceder de lo conocido a lo desconocido, desde lo simple a lo complejo. Criticó los métodos de enseñanza basados en el castigo y la amenaza, que solamente despertaban el terror de los muchachos para con el conocimiento e impedían la creatividad y el ingenio. Comenio plantea un método práctico de aprender, en el que los conocimientos se infiltren suavemente en las almas, llevando al entendimiento la verdadera esencia de las cosas e instruir acerca de los fundamentos, razones y fines de las más principales cosas que existen y se crean.

Entre otras cosas, en el ámbito educativo Comenio postuló lo siguiente: Un sólo maestro debe enseñar a un grupo de alumnos, ese grupo debe ser homogéneo respecto de la edad, reunir en las escuelas a toda la juventud de uno y otro sexo (Cap. IX de Didáctica Magna, p. 65) ; Alumnos de la escuela deben ser distribuidos por grados de dificultad, principiantes, medios y avanzados; La escuela no puede ser completamente autónoma sino que deben organizarse sistemas de educación escolar simultánea, todas las escuelas deben comenzar y finalizar sus actividades el mismo día y a la misma hora (un calendario escolar único); La enseñanza debe respetar los preceptos de facilidad, brevedad y solidez (Cap. XXVII, Didáctica Magna, p. 109)

 Del mismo modo hizo algunas recomendaciones a los maestros, por ejemplo, enseñar en el idioma materno, conocer las cosas para luego enseñarlas, eliminar de la escuela la violencia, el medio más adecuado para aprehender a leer es un libro que combine: lecturas adaptadas a la edad con gráficos e imágenes, el aprendizaje debe ser un juego, los niños ir a la escuela con alegría y la visita de los padres a la escuela, una fiesta (Cap. XXVIII, Didáctica Magna, p. 111).

En definitiva, de los planteamientos de Comenio conocido como padre de la Didáctica, lo que se conoce como Escuela Moderna, incluso hasta en la actualidad       se basa en gran medida en sus postulados en la Didáctica Magna hace cuatrocientos años y que se refiere a la educación en la infancia y primera juventud.

Juan Jacobo Rousseau, por su parte, gran maestro en estas cuestiones, dice así: “...nacemos débiles y necesitamos fuerzas; nacemos desprovistos de todo y necesitamos asistencia; nacemos sin luces y necesitamos de inteligencia. Todo cuanto nos falta al nacer, y cuanto necesitamos siendo adultos, se nos da por la educación” (Rousseau, 1970, p.18).

El pensamiento de Rousseau constituye, uno de los hitos más importantes de la Ilustración del Emilio (1762), que gozó de gran popularidad en su época. Este escrito sobre educación destaca la importancia que tiene atender la vida del niño en sus comienzos y su autor se pronuncia a favor de que su propia madre le dedique los cuidados que necesita en esta etapa, lo que contribuiría a su bienestar físico y a su equilibrio emocional. En términos precisos, la educación del niño, dice Rousseau, “permite cultivar hábitos y no costumbres, puesto que la naturaleza de los hábitos está dada de acuerdo con la naturaleza del niño” (Deleuze, 2005, p.12) es decir, con su propio modo de ser, alterando aquello que tiene que ver con la sensibilidad y con la inteligencia.

En ese sentido, “el niño es pensado como un gran depósito, que nace con la capacidad de aprender” (Montero, 2009, p.97). De tal manera que al nacer empiezan sus necesidades y se le puede considerar, de hecho, un discípulo. La educación, entonces, debe formar en este primer momento, un niño robusto, sano, bien conformado, que empiece a distinguir y a diferenciar; alegre, vivaz, activo y expresivo. Rousseau señala, a propósito del lenguaje, la importancia de estudiar a los niños, y para ello recomienda volver a aprender cómo ellos, ingresan al lenguaje y sus significaciones

Ahora bien, en cuanto a la relación niño-educación, los niños tienen un lugar en el orden de las cosas, Rousseau dice que su identidad ni le permite a los hombres ni a las instituciones sociales, considerarlos seres morales. La educación debe enseñárselo, situándolos en ella de acuerdo con su condición de vida, por tanto, es necesario comprender que la razón enseña, la acción compromete y la edad conduce. Por otro lado, los niños educados según castigos y mimos pueden formarse débiles, pues el criterio de formación se sitúa en los extremos, y pueden formarse fuertes cuando se establecen los límites, si se les educa según su naturaleza, en el sentido de seguir su modo de ser y no en el sentido de que haga lo que quiera.

Escucharlos y aprender de la naturaleza de ellos es aprender aquello que es propio del modo de ser de los niños; por ejemplo, correr, sentir, explorar, probar, actividades que les permite entender que puede conseguir lo que quiere sin pedirlo (Rosseau, 2000). De ahí que la obra maestra de una buena educación consiste en formar un hombre racional, sin pretender educar a los niños por la razón; esto sería empezar por el fin y querer que el hombre o el niño sean instrumentos de ellos mismos. A los niños se les inicia en su educación a partir de las sensaciones, haciendo que los niños sean niños antes de llegar a ser hombres y procurando que ellos puedan valerse de la fuerza con los mismos niños y puedan valerse de la razón con los hombres. Ese es el orden natural para Rousseau.

Por último, Immanuel Kant, pensador alemán de la edad moderna, a cerca de su tesis pedagógica determina que es fundamental que la educación es absolutamente indispensable para el desarrollo de la humanidad, por tanto “El hombre llega a ser hombre exclusivamente por la educación; es lo que la educación hace de él” (Kant, 2004, p.49).

Kant considera la educación como una institución propia y característica de la especie humana; así observa, en efecto, que "el hombre es la única criatura que ha de ser educada" (Kant, 2003, p. 31), por tanto enfatiza la importancia de la educación en tanto proceso que posibilita al individuo para alcanzar su estatus o condición propiamente humana, observa que "únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. Él no es sino lo que la educación le hace ser” (Kant, 2003, p. 32). La educación no sólo es concebida como aquello que permite diferenciar al hombre respecto de otros seres naturales, sino que es caracterizada asimismo como una instancia decisiva para la adquisición y desarrollo de las capacidades y facultades propiamente humanas.

La condición de hombre no es entendida como algo meramente dado, sino como un estatus que ha de ser adquirido a través de un proceso en esencia pedagógico. Dicho proceso incluye diversos aspectos, tales como los cuidados, la disciplina, la instrucción y la formación (Kant, Op. Cit., p.29). Mientras que los tres primeros aspectos se hallan vinculados al desarrollo de las capacidades humanas orientadas a la satisfacción de las necesidades básicas del individuo (así como a su inserción en el entorno social que le es propio), la formación se halla esencialmente ligada a la educación moral y cívica, y es considerada por Kant como la meta fundamental del proceso educativo.

Ni el cuidado ni la instrucción resultan, en efecto, suficientes para alcanzar el fin último de todo proyecto educativo, a saber: la transformación y el progreso de las instituciones sociales. La educación es un arte, cuya práctica ha de ser perfeccionada por muchas generaciones. Cada generación, provista de los conocimientos de las anteriores, puede realizar constantemente una educación que desenvuelva de un modo proporcional y conforme a un fin, todas las disposiciones naturales del hombre, y conducir así toda la especie humana a su destino. La Providencia ha querido que el hombre deba sacar el bien de sí mismo y le habló, por decirlo así: «¡Entra en el mundo!; yo te he provisto de todas las disposiciones para el bien. A ti toca desenvolverlas, y, por tanto, depende de ti mismo tu propia dicha y desgracia.»

Por la educación, el hombre ha de ser, pues: Disciplinado para tratar de impedir que la animalidad se extienda a la humanidad; Cultivado, pues la cultura comprende la instrucción y la enseñanza para proporcionar la habilidad, que es la posesión de una facultad por la cual se alcanzan todos los fines propuestos; Prudente,  para adaptarse a la sociedad humana para que sea querido y tenga influencia; Moral, el hombre no sólo debe ser hábil para todos los fines, sino que ha de tener también un criterio con arreglo al cual sólo escoja los buenos. Estos buenos fines son los que necesariamente aprueba cada uno y que al mismo tiempo pueden ser fines para todos.

2.3 Teorías críticas y no críticas de la educación, algunas implicaciones en el caso ecuatoriano

La reflexión filosófica como base fundamental para entender la pedagogía, como algo más que un listado de conceptos y definiciones o de corrientes diferentes, es un espacio de reflexión teórica que apunta a la problematización (Abramowsky, 2011). Por tanto situar a la pedagogía desde perspectivas no críticas y críticas para aportar a la reflexión y entender de mejor manera el “cómo” enseñar no desde una mirada sino desde el espacio y el tiempo en que se ha desarrollado esta herramienta indiscutible para la labor docente.

Las teorías no críticas entendidas desde la pedagogía tradicional como un antídoto contra la ignorancia donde es preponderante moldear la conducta del “cachorro humano” de Antelo, donde “enseñar unos contenidos definidos estatalmente a un enorme sector de la población con la intención de que los mismos sean aprendidos por quienes son ubicados en el rol de alumnos, a la vez que se los disciplina en relación a un orden de valores y prácticas establecidas con la finalidad de conseguir sujetos dóciles y adaptados a las demandas sociales y económicas del modelo de producción capitalista” (Lesteime, 2021, p. 23). Del mismo modo la desigualdad e inequidad es una relación característica en la educación tradicional como única relación posible entre los sujetos negándose la existencia de planos de igualdad, el sujeto cognoscente no es comprendido en el proceso pedagógico como “un igual” o “futuro igual” (Pineau, Dussel, & Caruso, 2001).

Ante esto surge la Escuela Nueva como crítica a la Escuela Tradicional, y gracias a profundos cambios sociales, económicos y la aparición de nuevas ideas filosóficas y psicológicas, como las corrientes empiristas, positivistas, pragmatistas, que se concretan en las ciencias. De igual forma surge como una respuesta a la drástica y desigual educación tradicional, la posición del estudiante como centro e interés del proceso educativo (Dewey, 1859-1952), la participación activa del estudiante y la capacidad de construir su propio aprendizaje.

Esta propuesta positivista  sin lugar a duda marca un antes y un después en el planteamiento de la educación en la forma de concebir al estudiante, sin embargo no cumple su cometido dado que prevalece la metodología conductista cuya finalidad es diseñar objetivos conductuales de aprendizaje, es decir la aplicación total de una racionalidad técnica donde moldear la conducta es el imperativo, (Kelly, 1988), además “el control del medio, para el sujeto cognoscente la realidad existe como algo separado e independiente de él”.  La acción de la tecnología ejerce manipulación y control, la homogeneización sociocultural de los individuos es el propósito educativo, es decir la fabricación de un único producto al servicio del poder capital.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A todo este entramado de intencionalidades a modo de línea de tiempo y espacio de cada una de las teorías, cada una fabricada sobre las debilidades y desatenciones de sus predecesoras, sin embargo esto no quiere decir que hayan desaparecido, por el contrario están presentes en el debate académico en el contexto de la globalización, el repunte del capitalismo despiadado y el surgimiento de pensadores que reclaman y cuestionan una escuela mejor, igualitaria, equitativa e inclusiva. Ante la gran brecha social producida directa o indirectamente por los modelos aplicados y siendo la escuela el instrumento de dominación perfecta de la burguesía, esta no es un cuerpo neutro, inocente y desinteresado de conocimientos, sino el resultado de un proceso que refleja los intereses particulares de las clases y grupos dominantes (Apple, 1979).

Por ejemplo, esa brecha social se puede evidenciar más en el contexto de Latinoamérica, donde según con estimaciones relativas de 1970, “cerca del 50% de los alumnos de las escuelas primarias desertaban en condiciones de semianalfabetismo o de analfabetismo potencial en la mayoría de los países” (Tedesco, 1981) citado en (Saviani, 1984), realidad a la que no fue diferente en el Ecuador, sin embargo pese a las últimas reformas implementadas en el Plan Decenal iniciado en 1996, la reforma curricular del 2016, la nueva Ley Orgánica de Educación Intercultural Bilingüe del 2012 y todos los esfuerzos para transformar la educación especialmente en el acceso y cobertura, no se ha podido cumplir con este cometido.

En la actualidad las dificultades sanitarias por la pandemia del COVID 19 han evidenciado y afectado aún más las difíciles condiciones de acceso a la educación o la deserción. Según Informe de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el 63% de los casos los niños abandonaron sus estudios por falta de ingresos, mientras que en el 43% de los casos lo hicieron porque no tienen computadora. En 2020, el 75% de los hogares en el país experimentó una reducción de sus ingresos, y la situación es más grave en aquellas familias que tienen niños o adolescentes, dice el informe. (Primicias.ec, 2022)

Esta es la realidad de la marginación (Saviani, 1984) , y ante ello el mismo autor establece que las teorías criticas reproductivitas pueden ser asumidas desde dos ópticas, la primera establece que la educación es un instrumento de igualación social por tanto es la respuesta a la marginalidad. El segundo grupo, en contraste con el primero es más crítico, esta entiende que la educación es un instrumento de discriminación social, luego, un factor de marginación, planteamiento que en el caso ecuatoriano según el informe de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y con toda seguridad en Latinoamérica es evidente la marginación.

A todo este devenir de la educación y sus diferentes sistemas educativos especialmente en el contexto de Latinoamérica la marginación va de la mano con la violencia simbólica, en que consiste según Bordieu y Passeron (1970), en su obra la “Reproducción”, establecen que la violencia simbólica es una forma de imposición oculta de un arbitrario cultural legitimo a través de la acción, la autoridad y el trabajo pedagógicos, es decir ese dominio simbólico adquiere su fuerza precisamente al definir a la cultura dominante como la cultura, del mismo modo, los valores, los hábitos y costumbres, los comportamientos de la clase dominante se considera que  constituyen la cultura, por el contrario los valores y hábitos de otras clases no son la cultura, las culturas nativas y  la imposición del currículo desde la posición del dominado ahonda más la desvalorización y exclusión.

Como aditamento a la violencia simbólica pero en términos más confortables hablando técnicamente, el caso ecuatoriano es un claro ejemplo de la escuela dualista explicada así; El estado, representado por la escuela selecciona a los alumnos que posteriormente van a estudiar en la Universidad y a los que irán al mundo laboral una vez concluida la enseñanza obligatoria. Esto a través de su brazo político de control y evaluación, la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación “SENESCYT”.  Esto se produce porque se los "divide” según sus logros en la adquisición de la cultura dominante.

Quienes cumplen con los parámetros establecidos continúan carreras universitarias y aquellos que no los cumplen son considerados como "no preparados" para afrontar esos estudios, por tanto se les ofrece carreras cortas en las ramas artesanales o cualificación de mano de obra. Esto acentúa la diferencia entre el trabajo intelectual y manual por tanto se deriva a la ubicación de las personas en los dos polos de la sociedad, burguesía y proletariado, desvirtuando la idea de que la escuela se presenta a sí misma como un espacio privilegiado donde las diferencias de clases desaparecen (Baudelot & Establet, 1997).

En ese mismo fin y en esa misma línea de dominación, los aparatos ideológicos del estado juegan un papel importante para consolidar la reproducción social de la sociedad capitalista, estos dependen tanto de elemento económicos como materiales, así como de componentes ideológicos para mantener el statu quo. Los mecanismos de reproducción para mantener el capitalismo no siempre actúan por medio de la represión sino también utilizan el aparato ideológico como medio de convencimiento a las masas, a través de instituciones como la iglesia, escuela, familia, sistema jurídico, sistema político, sindical, medios de comunicación, instituciones culturales, etc.

Las clases dominantes hablan a través de estas instituciones para afianzar la “democracia” y las libertades, sin embargo vienen implícito el mensaje y la intencionalidad de reproducir la subordinación y el buen comportamiento como atributos especialmente para la vida laboral y una buena ciudadanía (Athusser, 1970)

Frente a todas estas racionalidades propias en su tiempo y espacio y ante los mecanismos de reproducción para mantener la desigualdad especialmente en la escuela como un aparato ideológico de la supremacía del capital surgen las Teorías críticas de la educación cuyos planteamientos se centran en torno a Paulo Freire. Si bien es cierto la escuela se halla en un conflicto de intereses entre quienes formulan sus políticas para mantener el statu quo e impedir su transformación y quienes tienen esperanza en ella para atender las necesidades e intereses de los más necesitados y dominados para dejar de ser marginados.

Freire (1970) plantea que, la educación es bancaria dado que se concibe al estudiante como un objeto pasivo sin participación en el que hay que depositar los saberes para formarle a imagen y semejanza de los intereses dominantes. Este objeto debe ser capaz de adaptarse al orden establecido como virtud de un buen ciudadano competente. Este objetivo comprende la finalidad de los sistemas educativos que tradicionalmente han funcionado como instrumentos de dominación y domesticación, en los cuales educar es conducir por un camino único, y durante el trayecto es posible manipular al estudiante para que se adapte a la realidad y esté lejos de transformarla.

Ese es el sentido implícito además en la educación ecuatoriana al igual que otros sistemas educativos como ya se analizó líneas arriba, contextualizando, el camino único de formación para garantizar la dominación, la exclusión y el estatu quo se ejemplifica así: quienes no pudieron encontrar el significado de los códigos “culturales” impuestos son considerados no aptos, por tanto no pueden ingresar a la educación superior, a ellos les queda un camino único ser formados para responder con mano de obra barata a los intereses del capital y por tanto potenciar la dominación y ratificar la diferencia de clases sociales.

El instrumento utilizado para este fin, dado que no todos pueden acceder a la educación superior, es la educación por competencias para el Bachillerato Técnico cuyo perfil de salida formula “El bachillerato técnico es una oferta enfocada en las y los jóvenes, para fortalecer su incorporación al mundo laboral, en estrecha vinculación con el sector productivo y prioridades nacionales. Su diseño curricular se basa en el desarrollo de competencias laborales que brindan características de empleabilidad a nuestros estudiantes, en concordancia con la demanda laboral forjada según las necesidades de la matriz productiva, los sectores priorizados y las agendas zonales de desarrollo” (Ministerio de Educación del Ecuador, 2012)

Sin embargo, Freire establece que  la educación liberadora o también conocida como educación problematizadora es la contraparte que la escuela debe adoptar, teniendo en cuenta la esperanza que los más desposeídos tienen en ella, pues se busca un cambio social favorecedor de los sectores oprimidos, dominados, en la pugna de la lucha de clases. El paso fundamental es que el estudiante tome consciencia de su propia circunstancia. En este afán la escuela no debe enseñar sino por el contrario se aprende con reciprocidad de conciencias, del mismo modo, (Cousinet, 1950), llegó a afirmar, en una fórmula radical, “si el maestro quiere que el alumno aprenda, debe abstenerse de enseñar” (1950, p. 78) citado en  (Meirieu, 1998). Más allá del aspecto provocador de esta fórmula, existe en ella una idea esencial: la actividad del maestro debe estar subordinada al trabajo y a los progresos del alumno.

En ese afán Freire insta a que el diálogo cobra una gran importancia al funcionar como instrumento de liberación y construcción de la conciencia crítica de los alumnos, transformándolos en creadores y sujetos de su propia historia. Todos los objetos se transforman en sujetos activos y participativos para conocer el mundo a través del diálogo bidireccional cuyo objetivo consiste en comprender al otro (Morin, 2004). Así mismo Morín determina que en una situación de diálogo todos pueden exponer sus tesis y argumentos sin impedir que el otro haga lo mismo. La base del dialogo es la igualdad, no puede haber diálogo entre amo y esclavo, para esto es necesario reconocer al otro en calidad de interlocutor con los mismos derechos a los de uno mismo.

3.1 Volver la mirada a la pedagogía para mejorar la escuela

El estudio e importancia de la teoría pedagógica como un instrumento importante en la gestión docente amerita algunas reflexiones desde la realidad de las instituciones Educativas especialmente en el contexto ecuatoriano, por ejemplo: docentes noveles y experimentados que inician o tienen su trayectoria en el sistema educativo nacional tienen formación específica, es decir estudiaron las ciencias de la educación, por otra parte también  hay profesionales de la educación, quienes tienen títulos universitarios en otra áreas, pero pudieron acceder al sistema educativo nacional a través de concursos o por la contratación de servicios. Aquí algo que resaltar, estos docentes no tienen formación pedagógica en las ciencias de la educación, por lo que puede ser un factor determinante a la hora de enseñar.

Así mismo, algunas conjeturas pueden pensar que durante la formación docente no resulta atractiva ni prioritaria el estudio de la pedagogía por ser una asignatura eminentemente teórica que conlleva profundos análisis con base filosófica, también los docentes pueden pensar que al ser mera teoría, no aporta significativamente en su práctica en la realidad de las aulas, por otra parte también es posible que los docentes no conozcan todo lo que implica el estudio de la teoría pedagógica desde sus inicios hasta la actualidad como se plantea en este ensayo. A esto se complementa que el sistema educativo nacional no prioriza la gestión pedagógica del docente como elemento fundamental en la mejora de la enseñanza, dado que es conocido que el directivo y docente ocupan la mayor parte de su tiempo en actividades administrativas y se interesan muy poco por las actividades pedagógicas y el acompañamiento al estudiante. (SERCE: LLECE UNESCO, 2008)

En el caso ecuatoriano, por ejemplo, específicamente en la gestión del directivo, esto como aditamento a las dificultades y desatenciones hacia el liderazgo enfocado a la pedagogía,  el 100% de directivos de las IE trabajan bajo la figura de encargo, ya en el año 2014, es decir 7 años atrás, el investigador Ecuatoriano y Ex-Director del Área de Educación del Convenio Andrés Bello en Bogotá-Colombia planteaba en su informe “La situación de los directivos de las instituciones educativas en el Ecuador” que la gran mayoría de directivos son encargados (Fabara, 2014).

Así mismo, en cada Institución Educativa dependiendo de la cantidad de sus alumnos y su oferta formativa no tienen la plantilla docente completa, en el mejor de los casos les faltan uno o dos docentes llegando a faltar incluso hasta más de 5 docentes dependiendo el tamaño de la Institución; por otro lado, los recursos e infraestructura por décadas han sido abandonadas, en este espacio la última década solo ha concentrado los esfuerzos en la Unidades Educativas del Milenio que cubren  solo el 3,6% del total de estudiantes fiscales del país (El Comercio, 2018).

Estas dificultades ocasionan la urgencia, pues los grandes cambios no pueden iniciarse sin alguna terrible sensación de urgencia (Kotter, 2008) citado en (Fullan, 2014), sin embargo lo expuesto por los autores sin un centro de atención, la urgencia puede empeorar las cosas a través de la implementación de soluciones fallidas provocando ansiedad, frustración o ira. El centro de atención en este caso es reformular la importancia que tiene la Teoría pedagógica a partir de los hallazgos puntuales. La ansiedad por resolver problemas concretos y urgentes suelen llevar a cierto menosprecio por la teoría, como si ella fuera puro “palabrerío de intelectuales” sin impacto en la acción (Abramowsky, 2011).

El estudio de la pedagogía es algo más que un listado de conceptos, definiciones, teorías, modelos, o corrientes, es más bien un espacio para la reflexión teórica que apunta a la problematización de la educación especialmente las prácticas de enseñanza que ejerce el docente (Abramowsky, 2011), en ese mismo sentido la autora manifiesta que esta disciplina se irá moviendo al ritmo de las dificultades que, quienes se dedican a educar, vayan teniendo que resolver.

Así mismo la autora recalca que, es importante que quienes  aprendieron de la pedagogía durante su formación docente la impliquen en la realidad diaria de su práctica docente en las aulas, pues esta se considera como una proveedora de herramientas teóricas que permiten pensar problemas y resolver situaciones , nunca desligadas de las practicas diarias, es decir cuando aparecen conflictos inminentes, urgentes, estamos en el momento indicado de recurrir a la teoría pedagógica, pues es ella la que posibilita mirar las cosas de otro modo, interrogar obviedades y construir problemas.

 

4. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES

Después del análisis realizado, se concluye que, tanto directivos como docentes, deben interiorizar y tener en cuenta la utilidad práctica y todo lo que implica el estudio de la teoría pedagógica desde sus inicios hasta la actualidad dado que, entender la teoría pedagógica a través del espacio y tiempo, sus diferentes actores e impulsores de modelos que en determinados momentos de la Historia significaron algún progreso en el ámbito, social, político, económico y cultural, es obligatorio para quienes ejercen la profesión docente y quienes dirigen las instituciones educativas, eso sin duda conlleva a formular el tipo de educación y formación que ofertarán sus instituciones en función del proyecto educativo.

Así mismo este estudio plantea la necesidad inmediata de responder urgentemente y volver la mirada y el interés a la teoría pedagógica, sin duda es necesario retomar su tratamiento. Esta urgencia atiende a una sensación de que las cosas no están bien, en efecto, el Sistema Educativo Ecuatoriano atraviesa por una profunda crisis en todos los ámbitos, administrativa, académica, de recursos. Además, enseñar unos contenidos definidos estatalmente a un enorme sector de la población con la intención de que los mismos sean aprendidos por quienes son ubicados en el rol de alumnos, a la vez que se los disciplina en relación a un orden de valores y prácticas establecidas con la finalidad de conseguir sujetos dóciles y adaptados a las demandas sociales y económicas del modelo de producción capitalista naciente.

Se puede correr riesgos incluso de retroceder en el contexto de las últimas tendencias pedagógicas en contraste con ejercer practicas pedagógicas equitativas, inclusivas, diversas que atiendan las necesidades e interés del estudiante en función de su realidad, al menos esa es la intención. Las consecuencias de esto es que los docentes enseñen como les enseñaron, sin reflexión alguna de una teoría pedagógica que libere y transforme la realidad de las personas, a esto debemos tener en cuenta a (Meirieu, 1998), “la verdadera revolución copernicana en pedagogía consiste en volverle decididamente la espalda al proyecto del doctor Frankenstein y a la “educación como fabricación” (p.41).

En definitiva, entender que la práctica docente desde la dirección y el profesorado deben ir en función de posibilitar una formación justa, inclusiva, que parta y entienda las necesidades e intereses de los estudiantes en relación con el contexto donde se desarrollan. Trabajar desde la escuela una teoría que provoque rupturas en lo tradicional para dar paso a una necesaria transformación especialmente que atienda a los más desfavorecidos como esperanza para cambiar su realidad que se sume en la profunda marginación por las condiciones sociales, económicas y culturales impuestas por el sistema económico del estado y al que no tiene la capacidad de responder por que no tiene las herramientas necesarias que solo una verdadera escuela socialmente critica, política y consiente podría suministrar.

El desempeño escolar en primer y último término, debe ser priorizados por los equipos directivos y docentes a través del liderazgo pedagógico para impulsar la mejora de la enseñanza a través del acompañamiento al docente en su fortalecimiento pedagógico frente a debilidades detectadas. Par ello la mayoría de los profesores deben recibir información sobre su ejercicio docente y, por tanto, tratar de mejorar sobre los resultados. Sin retroinformación para los profesores no hay mejora (Fullan, 2014).

Para ello, directivos y docentes deben inevitablemente asumir el tratamiento de la pedagogía, pero no como un abordaje de cómo enseñar efectivamente para alcanzar el tan anhelado resultado de la calidad sino más bien, como una reflexión general sobre la educación, que trate sobre la situación educativa de la modernidad (Meiriu, 2006), una reflexión que pretende encarar con fuerza los problemas con los que nos encontramos cotidianamente en las Instituciones Educativas, que no desprecia ninguna de las dificultades con las que se topa cada educador en su día a día y que sin embargo no hace ningún impasse con la reflexión filosófica.

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