DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2522

 

Competencias investigativas del docente universitario:  

el pensamiento cítrico – una aproximación teórica

 

María Elena León Marrou

mleó[email protected]

https://orcid.org/  0000-0002-5083-296x 

 

Universidad César Vallejo

 Trujillo- Perú

 

RESUMEN

El presente artículo, tiene como principal objetivo   aborda desde el punto de vista teórico la importancia de las competencias investigativas   y   en particular  el pensamiento  crítico que los docentes deben apropiarse y aplicar dentro de las aulas universitarias, para constituirse en el   agente  de cambio fundamental en el proceso de transformación de una sociedad que cambia de manera vertiginosa. La metodología utilizada fue la Revisión bibliográfica consultándose trabajos de investigaciones y artículo  de  revistas especializadas de  los últimos 5 años. Los resultados reportaron que ya desde el siglo XX existe una preocupación por parte de la universidad y sociedad sobre la urgente necesidad de  formar el capital humano capaz de trascender, contribuyendo a la creación de una sociedad más justa y equitativa.

 Sin embargo, han pasado ya 20 años desde que se teoriza y aplica esta temática pero que aún los centros de educación superior no han podido integrar de manera asertiva el componente investigativo en las aulas, debido fundamentalmente que los docentes universitarios no las han internalizado como una práctica inherente a su actividad docente. De lo que se concluye que la Universidad debe reflexionar como se relacionan los docentes con sus estudiantes y las mejoras que debe incluir para elevar la calidad universitaria

 

Palabras claves: docente universitario; competencias investigativas; pensamiento crítico.

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: mleó[email protected]

Artículo recibido: 15 junio 2022. Aceptado para publicación: 30 junio 2022.

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Como citar:  León Marrou, M. E. (2022) Competencias investigativas del docente universitario:  el pensamiento cítrico – una aproximación teórica. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(4), 99-110. DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2522         

Research skills of the university teacher:

citrus thought – a theoretical approach

 

ABSTRACT

The main objective of this article is to address from the theoretical point of view the importance of investigative competences and in particular the critical competence that teachers must appropriate and apply within university classrooms, to become the fundamental agent in the process of transformation of a rapidly changing society. The methodology used was the bibliographic review, consulting research papers and articles in specialized journals of the last 5 years. The results reported that since the twentieth century there has been a concern on the part of the university and society about the urgent need to train human capital capable of transcending contributing to the creation of a more just and equitable society. However, it has been 20 years since this theme has been theorized and applied, but even higher education centers have not been able to assertively integrate the research component in the classroom, fundamentally due to the fact that university teachers have not internalized it as a practice inherent to their teaching activity. From which it is concluded that the University must reflect on how teachers relate to their students and the improvements that it must include to raise university quality.

 

Keywords:  university teacher; research competences; critical competence

 

 

 

 

 

 
 

INTRODUCCIÓN

 A nivel mundial los procesos de transformación  de las instituciones de educación superior están vinculadas para atender los nuevos desafíos de una nueva configuración social, en la cual se primigenia que el conocimiento y la información constituirán los elementos claves para el desarrollo de las naciones, en este contexto las riqueza material (recursos naturales, dinero) dejan de ser importantes. En base a ello la Universidad tiene la responsabilidad con la sociedad en formar el capital humano capaz de dar solución a los problemas de manera asertiva con justicia y equidad. (Espinoza Freire, 2020) indica que la universidad requiere de una plana  docente con un alto grado de competencia investigativa y una cultura científica que posibilite emprender procesos de investigación en concordancia  con   las necesidades  de la sociedad , así mismo  (Aliaga-Pacora, Alicia y Luna-Nemecio, 2020)  manifiestan que las universidades promueven la investigación como una responsabilidad inherente a su función educativa, por lo tanto, el docente universitario debe de apropiarse de las competencias investigativas, de manera general y el pensamiento crítico como competencia primigenia, ya que  dentro de su praxis universitaria,  tiene un rol decisivo, en la formación de profesionales altamente competitivos.(Canese de Estigarribia, 2019) indican que el pensamiento crítico es la característica cognitiva indispensable para  proponer y aplicar  soluciones correctas  cuando nos enfrentamos a situaciones polémicas en la que se requiere emitir juicios de valor de manera reflexiva, analítica, y objetiva. A pesar de la importancia de esta competencia   en un estudio realizado por(Bezanilla-Albisua et al., 2018)  reportaron  que la mayoría de los docentes Iberoamericanos consideran el pensamiento crítico como una competencia imprescindible para mejorar su praxis como docente, sin embargo, se evidenció que aún no comprenden como integrarlo en sus asignaturas, así mismo desconocen  las dimensiones del pensamiento crítico desde el punto de vista epistemológico.  De lo anteriormente expuesto se formula la siguiente pregunta de investigación ¿las competencias investigativas en general y  el pensamiento  crítico en particular juegan un rol importante en la educación superior?

El objetivo general es recopilar información actualizada y analizar las competencias investigativas del docente universitario y el pensamiento crítico  como una de las más importantes que debe ser promovida por toda la comunidad universitaria y que esta constituya un rasgo distintivo en sus egresado, acorde con las exigencias del mercado laboral.

METODOLOGÍA

Se realizó una revisión exhaustiva sobre este tema, La búsqueda de la Información se realizó consultando base de datos como EBSCO, Proquest, scielo, Dialnet, entre otras Se realizó una indagación utilizando como palabras claves:  Competencias investigativas, docente universitario y pensamiento crítico, que se encontraron en un periodo del 2017- 2022.No se realizó un análisis estadístico, debido a que la evidencia que se presenta es de corte descriptivo.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Competencia docente

En términos generales y para comprender el significado e importancia de las competencias investigativas de los docentes, se hace necesario definir la competencia docente como tal, la cual ha tenido una evolución histórica y ha sido definida desde diversas ciencias y perspectivas(Rodríguez et al., 2019). No obstante las diferentes definiciones que la literatura propone como concepto de las competencias docentes, éstas confluyen en la siguiente definición: “Es el conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas, pensamientos, carácter y valores, que se apropia el docente para interactuar y vincularse de manera  asertiva en los diferentes ámbitos, sociales o laborales, con el firme propósito de ser eficaz, eficiente y más productivo, para transformar la práctica pedagógica en la que se desenvuelve” (Spencer y Spencer, 2000; Zambrano, 2006; Diaz 2002; como citó   (Martínez Aguilera & Obregón González, 2017).

 Competencias Investigativas del docente universitario

Dentro del ámbito educativo, refiriéndonos específicamente a la educación superior, la universidad y sus docentes se encuentran frente a un gran reto: formar personas que al egresar de la universidad constituyan el capital humano invaluable que respondan a las  necesidades que la sociedad requiere y, que desde su ámbito profesional,  puedan dar respuesta a los problemas de su entorno inmediato(Reiban Barrera, 2018) , para ello es indispensable que los futuros egresados desde el inicio del pre grado  adquieran las competencias investigativas, para solucionar problemas  con actitud crítica y reflexiva   (Bracho Perez et al., 2019). Hace más de una década que las universidades han incorporado dentro de su “Misión” el componente investigativo, y se han creado vicerrectorados o direcciones, institutos de investigación que establecen los planes, líneas o temas de investigación concordantes con la realidad o el contexto social tanto nacional como internacional a través de intercambios UNESCO (1998); además para lograr la relación entre culturas y países (Gacel-Ávila, 2018).

 (Quezada Castro et al., 2020)  afirman que la investigación, además de acrecentar el conocimiento científico, permite a la universidad resolver problemas de su entorno y fortalecer el vínculo con la sociedad a través de la acción científica, como uno de sus propósitos fundamentales; también es considerada la parte principal del capital intelectual  (González & Zavaleta, 2020). Dentro de este contexto tal como lo manifiestan   Flores Nessi et al., 2020) los programas, planes y líneas de investigación, caen en el vacío si no encuentran la manera de operacionalizar todo este entramado en un agente crucial dentro de este proceso de cambio: El “docente universitario”, quien debe de contar con las competencias investigativas necesarias para convertirse en un promotor de cambio dentro de los claustros universitarios.  Sin embargo, las competencias investigativas de los docentes no es un concepto nuevo ya la Organización de las Naciones Unidas para la educación, ciencia y cultura (1998) en su artículo 10, acota:

“Deberían tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como de actualización y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de formación del personal, que estimulen la innovación permanente en los planes de estudio y los métodos de enseñanza y aprendizaje, y que aseguren condiciones profesionales y financieras apropiadas a los docentes a fin de garantizar la excelencia de la investigación y la enseñanza”.

De lo anteriormente expuesto el docente universitario tiene el compromiso ineludible de dar respuesta a las exigencias de la sociedad en general y la universidad en particular, que dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje   desarrolle de manera paulatina y sistemática las competencias investigativas en sus estudiantes(Vallejo López, 2020). Sin embargo, este reto no podrá alcanzarlo si es que el mismo docente no cuenta con esas competencias investigativas   que constituyen las herramientas indispensables para ser él mismo, una persona competitiva, actualizada, capaz de conducir a su alumnado a la ejecución de actividades, que a través de la investigación impacten positivamente en la sociedad(Aguiar Santiago & Rodríguez Pérez, 2018). Según lo reportado por Castillo (2011) como se citó por,( Flores Nessi et al., 2020) las competencias investigativas que los docentes deben apropiarse para su mejor desempeño en el aula se mencionan: La competencia para:  Observar, preguntar, criticar, así mismo también deben de contar con las competencias propositivas, tecnológicas, interpersonales, cognitivas, procedimentales, analíticas y comunicativas.

Pensamiento crítico

El pensamiento crítico no es un concepto nuevo, este es y ha sido por mucho tiempo un tema  polémico desde diversos puntos de vista; filosóficas y psicológicas  y también en especialistas  en el sector educativo en todos sus niveles,(Canese de Estigarribia, 2019) se le ha planteado históricamente como un tipo de pensamiento elaborado, es decir, como un  proceso  cognitivo  que  implica  evaluación  y  reflexión,  que  permite  la  construcción  de  un  conocimiento nuevo, y la utilización estratégica de este en la solución de problemas presentes   (Palacios Valderrama et al., 2017) afirman “que pensar críticamente es un tipo de razonamiento que podría ser definido de diferentes formas,cuando se habla de pensamiento crítico, en términos generales, se hace referencia a ejercicios de cuestionamiento y de valoración, que permiten finalmente emitir un juicio o tomar una posición con respecto a un hecho, fenómeno o idea” (p.196)    (Espinoza Freire, 2020) reporta la importancia para el docente desarrollar el pensamiento  crítico   ya que mediante la razón  direcciona sus pensamientos aplicando la reflexión y el raciocinio, este proceso  parte de la duda y se rige por la lógica y se evidencia de las acciones que aplica el docente   para discernir y  emitir una opinión sobre aquello que  él considera correcto.  Dentro de las fases que tiene el pensamiento crítico  (Bocanegra Vilcamango et al., 2021)Indican que  el  pensamiento crítico se inicia con: Interpretación de la información, análisis y síntesis de la información, argumentación o exposición de razones, y por último evaluación de las soluciones, en el mismo orden de ideas (Ossa-Cornejo et al., 2018) consideran  de suma importancia  que   los  profesionales  de  la  educación superior  propicien  estrategias didácticas  que posibiliten  el desarrollo del pensamiento crítico, en todos los niveles, personal, laboral y científico que le permita generar conocimiento científico analizando todas las posibilidades que este conocimiento puede aportar frente a situaciones problemáticas.  Así mismo  el pensamiento crítico se considera el santo grial de la educación   es considerado por una abrumadora mayoría de profesores universitarios como la competencia más importante que deben desarrollar y aplicar   (Ghanaat Pisheh et al., 2019)La Universidad por lo tanto debe crear espacios propicios que permitan fortalecer y desarrollar el pensamiento crítico de sus docentes en todas las áreas del conocimiento y que estén en la capacidad de comprender, analizar ,dialogar, compartir, actuar y resolver problemas en una sociedad pluricultural (Bocanegra Vilcamango et al., 2021) 

De la revisión bibliográfica realizada a esta competencia, diversos autores concluyen que, “si los docentes carecen de esta competencia, por consiguiente, no podrán incorporarla en sus experiencias curriculares asignadas” y mucho menos promoverla en sus estudiantes (Vendrelli Moracho & Rodríguez Mantilla, 2020).  Por lo tanto, los estudiantes que reciben clases de docentes no especialistas en pensamiento crítico se encontrarán en situaciones de desventaja para el desarrollo de esta habilidad. En contraste, maestros capacitados en aquel pueden hacer uso de un mayor número de estrategias de enseñanza que favorecen el análisis y la reflexión, por lo que pueden incrementar el desempeño de sus alumnos en pensamiento crítico (Guzmán y Sánchez, 2008 p. 195 como se citó en (Bezanilla-Albisua et al., 2018).

En base a ello, el desarrollo del pensamiento critico es fundamental en todos los ámbitos de la sociedad, Para los empleadores, el conocimiento técnico de sus trabajadores pasa a un segundo plano cuando entran en la ecuación habilidades de orden superior como el pensamiento crítico (Bellaera, Debney y Baker, 2018). El docente que ha desarrollado la competencia crítica como una competencia investigativa fundamental se caracteriza por:

§  Plantea preguntas, cuestionamientos y problemas formulándolos con claridad y precisión.

§  Identifica y evalúa información relevante.

§  Interpreta ideas abstractas.

§  Ofrece definiciones, soluciones y conclusiones bien fundamentadas y sustentadas.

§  Está abierto a analizar desde varias perspectivas. Evalúa las causas de los hechos y sus consecuencias.

§  Se comunica de manera efectiva para resolver problemas complejos(Ennis, 2018).

 Los resultados de la bibliometría apuntan a que la estructura organizativa de la universidad, como centro de educación superior, es compleja, debe de formar futuros profesionales de diferentes disciplinas,  llámese Psicología, ingeniería, economía, administración ,etc., por lo tanto necesita de docentes que sean especialistas en la materia específica que imparten , es decir, los docentes universitarios no han sido formado para ejercer la docencia per se, sino que deben de adecuar sus conocimientos, dentro de la praxis enseñanza aprendizaje para transmitirlos a sus estudiantes y  que estos puedan ser internalizados de la mejor manera posible. Así mismo la percepción que tiene el estudiante universitario, es que “ El mejor docente” es quien domina su materia y la claridad con la que transmite los conocimientos. Se hace imperativo erradicar estos conceptos viejos y obsoletos y ser consecuentes con la misión universitaria del siglo XXI, en la que el componente investigativo juega un rol importante para medir la calidad de la educación universitaria y en la que el docente es   quien guía y alienta a sus estudiantes a construir sus propios conocimientos.

Mucho se ha escrito sobre las competencias investigativas que debe tener el profesor universitario, y como impactan en los estudiantes y por ende en la sociedad, sin embargo, hoy en día siguen predominando las clases expositivas sobre aquellas otras estrategias de enseñanza- aprendizaje que se encuentra centradas en el estudiante como el personaje protagónico en la construcción de sus propios conocimientos y el docente en facilitador y guía   dentro de este proceso.

Es imperativo que la universidad  reflexione y aplique las mejores estrategias para articular el binomio docente-estudiante y poner en marcha la construcción y aplicación del conocimiento.  Por consiguiente en la universidad se formara el talento humano competente, como el activo intangible mas valioso de las naciones, quienes serán capaces de afrontar los cambios acelerados de esta nueva sociedad del conocimiento.  Sin embargo,  los docentes  no asumen con responsabilidad su rol  decisivo  para iniciar el proceso de transformación,  aun no  interiorizan  la importancia de aplicar la investigación en aula como método de enseñanza-aprendizaje, debido a las siguientes razones que se expresan textualmente: La carga administrativa es onerosa, lo cual limita su preparación    como docente que proponen dentro del aula situaciones problemáticas de un contexto real para que junto con sus estudiantes le den solución. Así mismo, otro de los factores, que contribuyen a la situación mencionada es que los docentes argumentan que el proceso de investigación no es parte de su quehacer pedagógico, sino de los diferentes estamentos de la universidad como los institutos de investigación, los semilleros de investigación, entre otros.

Por otra parte, la universidad proporciona lineamientos para que los estudiantes desde el inicio de pre grado desarrollen sus habilidades investigativas, sin capacitar a sus docentes sobre las principales estrategias de enseñanza -aprendizaje, entre las que se mencionan Estrategias Basadas en Investigación (ABI ) y   Estrategias   Basado en Problemas ( ABP)  , Estudio de caso, entre otras que a nuestro entender son las que mejor se acercan a la práctica pedagógica por competencias.

Todo esto conlleva a que los docentes al  no incorporar las competencias investigativas en aula, se deduce que no han desarrollado  el pensamiento crítico, que parte de la duda y en este proceso el docente  deberá poner en práctica junto con sus estudiantes habilidades para búsqueda de información relevante,  para analizar, contrastar  una situación problemática  la cual  será influenciada por las acciones tomadas  con conocimiento científico para alcanzar el bienestar social,    (Martínez Aguilera & Obregón González, 2017).

El pensamiento crítico quizá no está entre los primeros puestos en el conjunto de soft skills más demandadas. Sin embargo, es una habilidad muy apreciada por los empleadores a la hora de elegir candidaturas para desarrollar determinadas profesiones,   en relación con la educación superior, esta tiene el desafío y deber social de desarrollar el pensamiento crítico de  sus  estudiantes,   (Lengua Cantero et al., 2020)

CONCLUSIONES

  A manera de conclusión ya desde el siglo XX se viene estudiando cuales  son las competencias que los docentes en general y el docente Universitario en particular deben  de tener y de aplicar  dentro de su practica pedagógica Siendo las competencias investigativas y dentro de las mismas, el pensamiento  crítico   la más importante en la formación de futuros profesionales que tengan no solo los conocimientos propios de  profesión, sino que sean capaces de transformar su entorno inmediato con actitud crítica y reflexiva. Gracias al pensamiento crítico se pueden crear innovaciones, progreso y nuevas formas de solucionar problemas que aquejan a la sociedad en diversos ámbitos. El pensamiento crítico libera a las personas de manipulación y hace que sean seres más conscientes, analíticos y responsables de su destino.

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