DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i3.2532

Ansiedad e inteligencia creativa en estudiantes universitarios

 

Hernán Guzmán Murillo

https://orcid.org/0000-0002-6757-4549

[email protected]

 Universidad del Sinú – Elias Bechara Zainum, Montería, Colombia

 

Lucia Magdalena Rojas Hernández

 https://orcid.org/0000-0003-4416-9206

[email protected]

Universidad del Sinú – Elias Bechara Zainún, Monteria, Colombia

 

Dennys Eva Rodao Stand

https://orcid.org/0000-0003-0237-1959   

[email protected]

Universidad del Sinú – Elias Bechara Zainum, Cartagena, Colombia

 

Afiliación institucional del equipo de investigación

Monteria - Colombia

RESUMEN

El propósito del estudio fue determinar la relación entre la Inteligencia Creativa y la Ansiedad de los estudiantes de Psicología de la Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, sede Montería y Cartagena. Desde el punto de vista metodológico, la investigación se enmarca en el paradigma positivista y corresponde a una investigación positivista, con un tipo descriptivo-correlacional, apoyada en un diseño de campo. La población de estudio estuvo constituida por 181 estudiantes del primer el primer semestre del programa de Psicología de la Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, sede Montería y Cartagena (96 y 85 respectivamente), para lo cual se utilizó criterio de censo poblacional. Para recabar los datos se utilizó el Test de Inteligencia Creativa (CREA) de Corbalán, F., Martínez, F.  Zaragoza y Donolo (2003), y el Inventario de Ansiedad: Rasgo – Estado de Spielberg-Diaz (1975) .  El procesamiento de los resultados, se efectuó a través de estadística descriptiva. En lo que respecta al establecimiento de la relación entre las variables, se utilizó el coeficiente estadístico de correlación de Pearson. Al respecto el procesamiento de los datos, reflejó un nivel medio de ansiedad e inteligencia creativa, así como una relación fuerte y negativa, lo cual significa una relación inversa e importante entre las variables, pues en la medida que el estudiante en estudio, demuestra un menor  nivel de ansiedad, estarán en capacidad de adaptarse y y asimilar a los cambios actuales vinculados con los cambios de estrategia, el aislamiento producto de la pandemia y la reconfiguración de los procesos instruccionales vinculados a la estrategia de aprendizaje, como marco para desarrollar su potencial creativo.

Palabras clave: ansiedad de estado; ansiedad de rasgo; creatividad; inteligencia creativa.

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido: 16 mayo 2022. Aceptado para publicación: 30 mayo 2022.

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Como citar Guzmán Murillo, H., Rojas Hernández, L. M., & Rodao Stand, D. E. (2022) Ansiedad e inteligencia creativa en estudiantes universitarios. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(3), 4155-4176. DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i3.2532       

Anxiety and creative intelligence in university students

 

 

ABSTRACT

The purpose of the study was to determine the relationship between Creative Intelligence and Anxiety in Psychology students at the Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, Montería and Cartagena campus. From the methodological point of view, the research is part of the positivist paradigm and corresponds to a positivist research, with a descriptive-correlational type, supported by a field design. The study population consisted of 181 students from the first semester of the Psychology program at the Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, Montería and Cartagena campuses (96 and 85 respectively), for which population census criteria were used. To collect the data, the Creative Intelligence Test (CREA) by Corbalán, F., Martínez, F. Zaragoza and Donolo (2003), and the Anxiety Inventory: Trait – State by Spielberg-Diaz (1975) were used. The processing of the results was carried out through descriptive statistics. Regarding the establishment of the relationship between the variables, the Pearson statistical correlation coefficient was used. In this regard, the processing of the data reflected a medium level of anxiety and creative intelligence, as well as a strong and negative relationship, which means an inverse and important relationship between the variables, since to the extent that the student under study demonstrates a lower level of anxiety, they will be able to adapt and assimilate to the current changes linked to the changes in strategy, the isolation resulting from the pandemic and the reconfiguration of the instructional processes linked to the learning strategy, as a framework to develop their creative potential .

 

Keywords: state anxiety; trait anxiety; creativity, creative intelligence.

 

 

 

 

 

 

 

 

                     


INTRODUCCIÓN

Desde hace varios años,  se colocó en marcha a través del Ministerio de Educación de la República de Colombia,  un plan para mejorar la cobertura y la calidad educativa en todos los niveles de educación impartidos en esta nación. Esto representa la ampliación de la capacidad de ofertas educativas y el fortalecimiento de competencias y conocimientos necesarios para el buen desarrollo del individuo como agente integral reproductor de equidad y justicia social, marco dentro del cual el desarrollo del potencial creativo, constituye en esencia el fundamento de la formación integral de nuevo profesional que debe reinventarse continuamente, adaptarse a los cambios del entorno, demostrar resiliencia ante la adversidad, dentro de un marco de equilibrio emocional, en el cual el control de la ansiedad ante lo incierto, las limitaciones y cambios, pudiera afectar su potencial creativo.

En el marco de esas ideas, a pesar del crecimiento notable de la oferta educativa del nivel superior,  que se da hoy día en Colombia, aún prevalece la brecha de inequidad entre las oportunidades de ingreso y prosecución en la educación superior de los bachilleres de  las diferentes zonas tanto urbanas como rurales, retos importantes que asumen las instituciones de educación superior, para hacer frentes a las condiciones adversas, generadas entre otros aspectos por los problemas de desplazamiento, la crisis económica, así como las condiciones psicosociales dentro de las cuales desarrollan la praxis personal y educativa los jóvenes universitarios, expuestos al narcotráfico, el terrorismo, la pérdida de valores morales, entre otros aspectos que vulneran sus estabilidad emocional y, sus competencias, al generar estados de ansiedad que pudieran convertirse en limitantes de su potencial creativo

El acceso a la educación superior es una problemática que afecta a los bachilleres a nivel global. En Chile por ejemplo, de acuerdo a  Cornejo (2013, p.12) “los estudiantes universitarios poseen cada día limitadas oportunidades para acceder a la educación universitaria gratuita”. A través de este postulado se constata que esta dificultad no se presenta sólo en Colombia ni en Latinoamérica, sino en todo el mundo, más aún en el contexto actual en el cual la pandemia ha venido mermando la capacidad de las instituciones para prestar el servicio y, planteado la necesidad de reconducir los esquemas de funcionamiento, lo cual ha pasado por la virtualización de los procesos académico-administrativos.

Se puede también relacionar esta problemática,  con el flagelo de la falta de inversión de los gobiernos de las naciones en educación, para Marmolejo (2018), este es un fenómeno endémico en América Latina y el Caribe, en el cual la actividad de investigación y desarrollo se encuentra altamente rezagada en comparación con países de referencia en economías de altos ingresos. En definitiva, existen países que decididamente priorizan otros aspectos, impidiendo notablemente el desarrollo de estos pueblos, motivo por el cual la educación está rezagada a un segundo plano.

En Colombia, se encuentra un estudio estadístico realizado por Martínez-Restrepo, S. et. al. (2016), el cual plantea que sólo un 9% de los graduados de la educación media entre los 18 y 25 años de la zona rural ingresan a cursar la educación superior, lo que contrasta con el 55% de la zona urbana en este mismo rango de edad que ingresan en este nivel, lo cual evidencia la brecha de inequidad en las oportunidades de acceso a la educación superior con el cual cuentan los bachilleres, situación que genera contribuye a potenciar los niveles de ansiedad de los jóvenes estudiantes, aunado a las condiciones psicosociales y personales que los caracterizan, aspectos que pudiera ser una limitante de su potencial creativo.

En ese orden de ideas el MEN (2018),  establece un análisis en el cual se observa una reducción de la población atendida en programas de educación superior ofertados a nivel del país, que contrasta con el crecimiento acelerado de la matrícula atendida en programas ofertados en las ciudades, aglomeraciones y municipios intermedios. Lo anterior, se explica por la concentración de la oferta de educación superior en los cascos urbanos.

A nivel local, la Universidad del Sinú Elías Bechara, en sus sedes de  Montería y Cartagena formuló y aprobó una política de inclusión, dentro de la cual se beneficia a los dos estudiantes con mejores resultados de las pruebas saber 11° de cada una de las instituciones educativas, con el ingreso a una carrera universitaria y la gratuidad con respecto al costo de la matrícula. Son medidas que se han venido implementando, pero que como paliativos, no son determinantes para contrarrestar el flagelo de la desigualdad, la atención prioritaria de las necesidades contextualizadas de la población estudiantil, y el desarrollo de su potencial de manera integral, basamento dentro del cual la creatividad se ha venido convirtiendo en una prioridad del sistema educativo, como parte de la concepción integral de la formación de un ciudadano que asume con libertad el desarrollo de sus competencias creativa, el manejo de sus procesos emocionales y, la formación de valores ciudadanos.

El potencial creativo de los seres humanos, se  ha constituido a lo largo de la historia un tema importante de la investigación científica y, es una de las prioridades de la psicología, como disciplina encargada de potenciar las competencias personales y sociales propias que debería asumir el hombre, dentro de un contexto en particular, ya sea social o laboral, entre otros.  En cuanto a los ambientes donde se desenvuelve el ser humano Angarita et al. (2020) hacen referencia que la vida universitaria representa unos retos o ajustes en los hábitos que desarrollan las personas, esto puede provocar ciertas consecuencias que perjudican el estado de salud y, a su vez, la calidad de vida.

 Desde ese punto de vista, Estrada et al. (2016), citando a Bisquerra, Pérez y Escoda (2007); Fernández, Berrocal y Extremera (2005) manifiestan de manera unánime, que el desarrollo del potencial creativo favorece diversos aspectos entre los que destacan el proceso de aprendizaje, las relaciones interpersonales, la solución de problemas, entre otros ya que incrementa una adaptación más adecuada al contexto y favorece un afrontamiento a las circunstancias de la vida con mayores probabilidades de éxito.

En ese sentido, se comprende que para el caso de estudiantes universitarios el tema del desarrollo del potencial creativo,  cobra importancia ya que permite a estos jóvenes que están en proceso de formación, atender al desarrollo de esta importante competencia para alcanzar éxito profesional y en su vida personal (Estrada et al.  2016), además de mejorar la preparación humanística y científica, desde una educación académica integral donde el alumno tenga conciencia, control y regulación de sus propios aprendizajes (López, 2008) y, utilice la creatividad como herramienta para enfrentar el cambio, y asumir su corresponsabilidad como agentes de transformación, marco dentro del cual, la ansiedad pudiera convertirse en un factor paralizante y limitador del estudiante.

Al respecto, para Torres (2021), aunque existe una influencia alta de algunas dimensiones de inteligencia emocional  sobre los factores estresantes causantes de eastado de ansiedad (manejo de estrés, adaptabilidad) y sobre el afrontamiento (intrapersonal e interpersonal); y una influencia moderada sobre los síntomas (estado de ánimo y manejo del estrés).

En el marco de esas ideas, para Cardona et al. (2014),  la época universitaria constituye un periodo de la vida donde la mayoría de los estudiantes son adolescentes o adultos jóvenes, lo cual implica que son una población donde se consolidan los proyectos de vida, se adquiere la mayoría de edad, se asumen nuevas responsabilidades sociales y aumentan las presiones psicosociales, lo cual puede redundar en una mayor vulnerabilidad frente a trastornos psicosociales como el síndrome ansioso. Más aún en una situación de confinamiento social y una educación virtual universitaria debido a la pandemia donde el estudiante universitario se encuentre posiblemente experimentando la presencia factores psicosociales como el estrés, la depresión y ansiedad, como así lo refiere Apaza, Seminario y Santa Cruz (2020).

Es por esta razón,  que el concepto de ansiedad se toma desde la diferenciación de lo patológico y lo no patológico (Rodríguez, Amaya y Argota, 2011). La ansiedad no patológica es adaptativa, sirve para solucionar el problema e incluso evitarlo. Es como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal y no representa ningún problema de salud, sin embargo, en algunos casos, este mecanismo funciona de forma alterada, es decir, produce problemas de salud y en lugar de ayudar, incapacita (García, 2011).

Por otra parte, la ansiedad cuando se presenta de manera intensa, desproporcionada, continua y de forma en que interfiere con las actividades diarias, se considera desadaptativa (Riveros, Hernández y Rivera, 2007). De acuerdo con Lazarus y Folkman (1986) citado por Begoña et al. (2007). La ansiedad se define como un estado emocional desagradable que surge como consecuencia de una valoración cognitiva que el sujeto realiza sobre la situación amenazante; es decir, de un análisis de las condiciones ambientales y los recursos personales disponibles para afrontar dicha situación.

Algunos autores, como Spielberger, Gorsuch y Lushene (1982), diferencian la Ansiedad-Estado (AE) y Ansiedad de Rasgo (AR). La AE, es conceptualizada como un estado personal o condición emocional transitoria, que puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad, y que se caracteriza por sentimientos subjetivos, conscientemente percibidos, de tensión y aprensión, al igual que por una hiperactividad del sistema nervioso autónomo.

Y la AR indica una relativamente estable propensión ansiosa en el sujeto en lo que respecta a su tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras y a elevar, en consecuencia, su AE. En general, las personas con alta AR presentan una AE más elevada, porque tienden a percibir muchas más situaciones como amenazadoras. En consecuencia, los sujetos con elevada AR son propensos a responder con un aumento de la AE en situaciones de relaciones interpersonales que supongan alguna amenaza a la autoestima. El que las personas que difieren en AR muestren unas correspondientes de semejanzas en AE depende del grado en que la situación específica es percibida como amenazadora o peligrosa, lo que está condicionado por las experiencias previas.

Cabe decir, que la diferencia sustancial entre la ansiedad estado y la ansiedad rasgo es que la primera es un fenómeno transitorio, además depende de estímulos reales y de la percepción que el sujeto les dé a estos, para establecer la intensidad o duración de la ansiedad. Y la ansiedad rasgo reflejaría la frecuencia e intensidad con que los estados de ansiedad han sido experimentados en el pasado y en la probabilidad de que la reacción rasgo de ansiedad se manifieste en el futuro. Las características de la AR son: A mayor nivel de ansiedad rasgo el mundo se interpreta como más amenazante, en comparación con aquellos que tienen niveles más bajos. Así mismo, cuando el nivel de ansiedad rasgo es alto, el individuo es más vulnerable a la tensión y a interpretar las situaciones más amenazantes que aquellas personas con bajos niveles de ansiedad rasgo (Spielberger, 1980).         

 Evidentemente, se ha determinado en estudiantes universitarios que los altos niveles de ansiedad reducen la eficiencia en el aprendizaje y el desarrollo del potencial creativo, ya que disminuyen la atención, la concentración y la retención, con el consecuente deterioro en el rendimiento escolar, tienen dificultades para poner atención, se distraen con facilidad. Utilizan pocas de las claves que se otorgan en las tareas intelectuales. A medida en que van procesando la información, no organizan ni elaboran adecuadamente los materiales y tienden a ser poco flexibles para adaptarse a los procesos de aprendizaje,  perciben las demandas de la situación como amenazantes para su ego y esto lo conduce a una auto focalización que divide su atención entre los procesos de ejecución de   la   tarea   y   las   cogniciones   irrelevantes asociadas al “sí mismo”, lo que conlleva a una disminución de su rendimiento (Newcomer, 1993, Zeidner, 1998). Aquellos con una inteligencia promedio sufren mayormente de dificultades académicas, ya que los mejores dotados intelectualmente pueden compensar la ansiedad (Spielberger, 1985). 

Autores como Martínez y Pérez (2014), investigaron en el ámbito de la prevención de la ansiedad, con una muestra de 106 estudiantes, que respondieron al Cuestionario de ansiedad Estado-Rasgo (STAI), revelaron como resultados un significativo porcentaje de alumnos con ansiedad elevada. Los niveles altos de ansiedad en los estudiantes de Educación tienen relevantes implicaciones que se extienden más allá del contexto universitario. Mientras que Castro, De La Ossa y Eljadue (2016) describieron la experiencia de ansiedad desde la perspectiva humanista – existencial, en una muestra de 300 estudiantes universitarios de las ciudades de Cali y Cartagena. Midieron ansiedad con el inventario construido por De La Ossa, Noreña y De Castro, (2014) presentando confiabilidad y validez adecuada, dividido en dos dimensiones: síntomas (Rojas, 2000) y formas de enfrentar (May, 2000). Los resultados muestran predominio de sintomatología de la ansiedad en la dimensión psicológica. Además, una tendencia a enfrentar la experiencia de ansiedad de forma constructiva. No se observan diferencias estadísticamente significativas entre los resultados obtenidos en cada una de las muestras.

Reyes y Trujillo (2020), observaron por otra parte, que el estado de alarma por la crisis sanitaria global y local donde ha incluido un extenso aislamiento social de la población, la paralización de labores productivas y el cierre de centros educativos de todos los niveles que han afectado la cotidianidad, reconfigurando el concepto de normalidad y afectando gravemente las economías familiares. A partir del relato etnográfico describieron las sensaciones y sentimientos que el encierro de más de 100 días les ha producido. Concluyendo que la cuarentena ha causado una serie de problemas en el comportamiento social, familiar y afectivo, incrementando estados de ansiedad, angustia y estrés que se mezclan con incertidumbre por los serios problemas que el país enfrenta, relacionados a la pérdida de empleos, aumento de la pobreza, desigualdades sociales, pánico e impactos sobre la salud mental causados por el temor a la infección y la pérdida de vidas de seres queridos, lo que ha generado una crisis sin precedentes del modelo civilizatorio.

Guzmán, et al. (2020) identificaron síntomas de ansiedad y depresión entre estudiantes de segundo semestre de la Licenciatura en Psicología de la Escuela Superior de Actopan ante la contingencia sanitaria por COVID-19. A partir de un muestreo no probabilístico por conveniencia, con criterio de inclusión sin antecedentes psiquiátricos, encuestaron a 40 estudiantes con las versiones digitalizadas del Inventario de Escala de Ansiedad de Hamilton y el Inventario de Depresión de Beck (BDIII), obtuvieron por resultados que el 50% de la muestra tuvo algún grado de depresión, mientras que el 82.5% de la muestra presentó algún grado de ansiedad. El porcentaje de sintomatología ansiosa de la muestra fue mayor al de depresiva y está presente sin importar si la situación ante la contingencia es de aislamiento total o con cambios menores. No obstante, para aquellos que describen su situación en aislamiento, sus niveles de ansiedad y depresión son mayores.

En el caso de los estudiantes universitarios, son muchos los factores que influyen en la presencia de estos trastornos y que los hacen especialmente vulnerables a estas condiciones: el aislamiento social, la necesidad de adaptarse al nuevo contexto educativo sin clases presenciales, la presión económica, entre otros (Husky et al., 2020; Ozamiz et al., 2020 Citados por Guzmán, et al., 2020).

Por otra parte, Rodríguez, et al. (2011), realizó un estudio  cuyo objetivo fue determinar como la IE (Inteligencia emocional),  influye en la ansiedad, evidencian una relación inversa entre la compresión emocional y la AE, y entre la compresión emocional y la AR, que significa que, a mayor comprensión emocional, menor AE y AR y viceversa. Además, encontraron relación inversa entre la regulación emocional y la ansiedad-estado, así como entre la regulación emocional y la AR, lo que quiere decir que, a mayor regulación emocional, corresponde menor AE y AR y viceversa y, lo cual demuestra que por constituirse la creatividad un acto de libertad, la ansiedad pudiera convertirse en un factor limitante del desarrollo de este potencial humano.

Al respecto, la creatividad es inherente al ser humano, siendo estudiada en todos los campos del saber y sobre todo por la importancia que cada día está teniendo la capacidad de innovación de los miembros de las organizaciones para poder enfrentar los retos que se presentan día a día. En este sentido, una de las profesiones que demandan el desarrollo del pensamiento creativo es la psicología, ya que debe centrarse en identificar situaciones en las conductas de los individuos, grupos y organizaciones para poder analizarlas y orientar el curso de acción más idóneo. Por otro lado deben contar con pensamiento crítico y capacidad de análisis y abstracción.

Mauro Rodríguez (2007), uno de los autores con más relevancia en el campo de la creatividad, planteó  lo siguiente: “En todas las épocas la creatividad ha sido el motor del desarrollo de los individuos, las organizaciones y las sociedades. Pero en el momento actual han surgido situaciones que acentúan y extreman la importancia de la creatividad para el hombre de finales del siglo XX” (p.12). Hoy más que nunca esta visión ha tomado vigencia, ya que se inició el siglo XXI y las situaciones a las cuales se está enfrentando el individuo requiere el desarrollo del pensamiento creativo y la capacidad de innovación.

Para poder desarrollar el pensamiento creativo y las competencias para la innovación, se hace necesario partir de una caracterización de la creatividad para orientar planes de acción que faciliten en primer lugar que los estudiantes descubran y estén conscientes de su potencial creativo y en segundo lugar que puedan desarrollarlo minimizando el efecto de los factores que actúan como bloqueadores, caso particular el estudio, la ansiedad. Estos bloqueadores pueden ser de orden personal, social y ambiental, siendo los primeros los de mayor repercusión, destacándose la ansiedad sobre todo en los estudiantes universitarios.

En ese orden de ideas, los estudiantes del X semestre del Programa de Psicología presentaron las pruebas “Saber Pro” del ICFES 2018, que es un examen dirigido a estudiantes que han aprobado el 75% de los créditos de sus respectivos programas de formación universitaria profesional. Los resultados para los estudiantes del Programa de Psicología de la UNISINU en la sede Montería evidencian un bajo rendimiento en las Competencias Genéricas que miden, a saber: Razonamiento Cuantitativo, Comunicación Escrita, Lectura Crítica, Competencias Ciudadanas, Inglés. Tomando como referencia que el máximo puntaje es 300, los estudiantes de Psicología obtuvieron puntajes entre 134 y 146, ubicándose por debajo del promedio. Con respecto a la sede Cartagena los resultados son similares. Dicha situación requiere atención ya que estos estudiantes están próximos a egresar y la universidad ya no puede ejercer acciones para orientarlos en el desarrollo de estas competencias; de allí que sea necesario efectuar un diagnóstico inicial de su nivel de inteligencia creativa. (Ministerio de Educación de Colombia, 2018)

Rodríguez (2007), al respecto,  uno de los autores contemporáneos que dedicó gran parte de su vida profesional al estudio de la Creatividad, ha mencionado algunas de las razones en forma muy particular: “La creatividad es la sustancia misma de la cultura y del progreso. Sin la Creatividad estaríamos en los comienzos de la Edad de Piedra, viviendo en la selva y comiendo raíces”(p.10). “La Creatividad puede ser sinónimo de plenitud y de felicidad. El buen pintor goza pintando; el buen organizador disfruta organizando; el buen matemático se deleita resolviendo ecuaciones. Producir cosas nuevas y valiosas es fuente de gozo supremo” (p.11)

“En todas las épocas la creatividad ha sido motor del desarrollo de los individuos, las organizaciones y las sociedades”(p.12) “Vivimos una época de cambios múltiples y acelerados, un mundo de mutaciones caleidoscópicas. Lo que funcionó bien en la generación de nuestros padres suele funcionar mal en la nuestra, y lo que nos sirve a nosotros tal vez no les valdrá a nuestros hijos dentro de 30 años. Quien está preparado solo para reproducir modelos pronto ira al remolque” (p.12) Y finalmente cierra con esta frase que implica adoptar la creatividad como un estilo de vida: “La creatividad no es una curiosidad o un artículo de lujo, sino el camino para una vida plena, para lograr la felicidad personal, la higiene social y el progreso en todos los campos”(p.14)

Si Rodríguez escribiera en esta época, principios del siglo XXI este texto, no perdería vigencia, al contrario, se convencería más de la necesidad de estudiar la Creatividad y de la responsabilidad que tienen las instituciones educativas para poder estimular el desarrollo del potencial creativo de los jóvenes, los cuales serán los ciudadanos creativos e innovadores del futuro.

En el marco de esas ideas, el problema de investigación se formuló en los términos de la siguiente pregunta: ¿Cuál es la relación entre la ansiedad y la inteligencia creativa  de los estudiantes de Psicología de la Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, sede Montería y Cartagena?, planteándose al respecto como objetivo general, determinar la relación entre la ansiedad y la inteligencia creativa de los estudiantes en estudio.

METODOLOGÍA

El estudio se ubica dentro de la concepción epistemológica cuantitativa, específicamente el paradigma positivista.  En este sentido se caracteriza por el carácter deductivo del método, razón por la cual se parte de teorías de sustento (desde lo general), que permiten comprender una realidad en particular. Es una investigación de tipo descriptivo, con nivel correlacional, pues se orientó a recolectar datos relacionados con el estado real de las variables ansiedad e inteligencia creativa, tal como se presentaron en el momento de su recolección, para luego por medio de la aplicación de un coeficiente estadístico de correlación, establecer la relación entre las misma. Así mismo, es un estudio de campo, debido a que los datos se recolectaron de fuentes primarias, representadas por los estudiantes de Psicología de la Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, sede Montería y Cartagena.

Al mismo tiempo, se utilizó un diseño no experimental, transeccional descriptivo-correlativo, en consideración a que las variables, como lo apuntan Hernández, Fernández y Batista (2016, p. 415), no fueron manipuladas intencionalmente, sino que se recolectaron datos en un momento único, aplicando los cuestionarios a través de la web, a las fuentes de información, para establecer una relación estadística de los datos.

Se consideró una población de 181 estudiantes del primer el primer semestre del programa de Psicología de la Universidad del Sinú Elias Bechara Zainúm, sede Montería y Cartagena (96 y 85 respectivamente).  El tamaño de la muestra quedó constituido por un muestreo probabilístico al azar simple, considerando el total de la población se envió el cuestionario vía web, para un total de 67, estratificados a través de la formula se Shiff, citado por Chávez (2007), para cada una de las sedes.

En cuanto a la recolección de los datos, se llevó a cabo mediante la aplicación de dos (2) cuestionarios, siendo estos en primer lugar, el Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE, versión en español del STAI (State-Trait-AnxietyInventary). El Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE), está constituido por dos escalas separadas de auto evaluación, utilizadas para medir dos dimensiones distintas de la ansiedad: 1. La llamad Ansiedad Rasgo (A-Rasgo) y 2. La llamada Ansiedad-Estado (A-Estandar). Conformado por 40 ítems, repartido en 20 y 20 para las dos dimensiones con 4 opciones de respuesta (no, un poco, bastante, mucho). Para su corrección, es necesario el uso de la formula, cuyo resultado final permite ubicar al sujeto en distintos niveles de ansiedad para cada escala, siendo Baja, Moderada o Alta, relativamente siguiendo lo prescrito por el barrero de interpretación (ver cuadro 2). El inventario no tiene límite de tiempo, se calcula que pueden tardar entre 10 y 15 minutos.

Aun cuando se construyó para investigar fenómenos de ansiedad en sujetos adultos normales, es decir, sin síntomas psiquiátricos, se ha demostrado que es también útil en la medición de la ansiedad en estudiantes de secundaria y de bachillerato, tanto como en pacientes neuropsiquiatricos, médicos y quirúrgicos (Spilberger y Guerrero, I.D.A.R.E 1975, p.01).  Con respecto a las propiedades psicométricas del instrumento, En cuanto a la validez del IDARE en la escala A-rango del IDARE, se realizó con la prueba IPAT, obteniéndose una correlación de 0,75 a 0,77 con la escala de ansiedad manifiesta (TMAS) de Taylor (1973) encontrándose correlaciones entre 0,79 a 0,83 y la lista de adjetivos afectivos de Zuckerman (1960), en donde se obtuvieron correlaciones desde 0,52 a 0,58 proporcionalmente.

En el IDARE se obtuvo a través del método Test-Rest, en donde se hallaron puntuaciones para la escala Ansiedad-Rasgo desde 0,73 (en un intervalo de 104 días) a 0,86; para la escala Ansiedad Estado las correlaciones fueron bajas, variando desde 0,16 a 0,54 con una mediana de 0,32 estas correlaciones bajas fueron anticipadas por los autores de las pruebas, debido a que una medida valida ansiedad-estado deberá reflejar las influencias de factores situacionales (Spielberger 1975).

Cuadro 2 Baremos para la Interpretación del Inventario de Ansiedad: Rasgo- Estado (IDARE) Spielberg y Guerrero (1975)

Niveles de ansiedad

Puntaje

Bajo

< =30 puntos

Medio

30-44 puntos

Alto

> =45 puntos

Fuente: Spielberger y Guerrero (1975)

Por otra parte, para la segunda variable se utilizó el Test CREA, creado por  Corbalán, F., Martínez, F.  Zaragoza y Donolo (2003), el cual  tiene como objetivo valorar la inteligencia creativa por medio de una evaluación cognitiva de la creatividad, bajo el indicador de generación de preguntas. El CREA consta de tres formas:

§  Forma A: Puede aplicarse a niños desde 3º de Primaria (10 años) hasta adultos.

§  Forma B: Puede aplicarse a adolescentes (12-16 años) y  adultos (17 años en adelante).

§  Forma C: Puede aplicarse a niños desde 1º de Primaria (6 años) hasta adultos.

El test CREA consiste en la presentación de una lámina ante la que el sujeto tiene que hacer el mayor número de preguntas posible. A la hora de corregir la prueba se otorga un punto por cada pregunta formulada, aunque a aquellas preguntas que impliquen más de una cuestión básica se les puede otorgar uno o dos puntos extra. Todas las preguntas que se formulen se consideran correctas, con excepción de:  (1) Las preguntas repetidas, (2) Preguntas fuera de contexto (3) Preguntas de repertorio (por ej. ¿Cuándo?, ¿Cómo?) Consultando los baremos se obtiene una puntuación centil, considerándose como criterios interpretativos generales los presentados en el cuadro 3:

Cuadro 3 Baremos para la Interpretación de la inteligencia creativa

Niveles de creatividad

Puntaje

Bajo

1 - 25 puntos

Medio

26 – 74 puntos

Alto

75 – 99 puntos

Fuente: Corbalán y otros (2003)

La validación del CREA, realizada con una muestra cercana a las 2.500 personas de España y América Latina, presenta datos que justifican su validez técnica y la forma en que predice y discrimina respecto a las medidas más clásicas de creatividad. Adicionalmente, incluye datos de contraste con medidas de inteligencia, que permiten una clarificación en el posicionamiento de la dimensión evaluada en relación con la producción convergente, así como un estudio del comportamiento conjunto de ambas variables.

Desde el punto de vista teórico se promueve, a partir de estos estudios y otros antecedentes, una interpretación de la disposición para la creatividad como un estilo que incorpora tanto los perfiles afectivo-motivacionales como los cognitivos propios de este comportamiento, ofreciendo una solución explicativa para su interacción.

Para determinar la medición de la correlación se empleó la técnica de correlación de Pearson, con el fin de demostrar la asociación existente entre las dos variables de estudio. En este sentido, para la interpretación de los resultados en cuanto a la relación de las variables, se utilizó la propuesta de Escotet (2005), el cual se presenta en el siguiente baremo:

Cuadro 4 Baremo para la interpretación del Coeficiente de correlación de Pearson

Categoría

Descripción

r = 1.00

Correlación grande, perfecta y positiva

r = 0.90 a 0.99

Correlación muy alta

r = 0.70 a 0.89

Correlación alta

r = 0.40 a 0.69

Correlación moderada

r = 0.20 a 0.39

Correlación baja

r = 0.01 a 0.19

Correlación muy baja

r = 0.00

Correlación nula

r = - 1.00

Correlación grande, perfecta y negativa

Fuente: Escotet (2005)

En ese orden de ideas, para la aplicación de los cuestionarios, debido a las condiciones de funcionamientos de las instituciones universitarias, generadas por la pandemia de Covid – 19, se contactó a un grupo de docentes, que se prestaron a colaborar en la aplicación de las mencionadas escalas, a través de la web permitiendo el acceso al correo electrónico del alumnado.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación, se exponen los resultados obtenidos a partir de los sujetos encuestados en formato digital vía web durante la investigación, orientada a determinar la inteligencia emocional y ansiedad en estudiantes universitarios. Para llevar a cabo dicho análisis estadístico se utilizó el programa SPSS en su versión 20.0, facilitando así la interpretación y la representación de resultados por medio de tablas.

Tabla 1

Estadísticas descriptivas Ansiedad

Dimensión

Resultados

Interpretación

Cartagena

Montería

Cartagena

Montería

Ansiedad de estado (A-E)

37.82

35.21

Medio

Medio

Ansiedad de rasgo (A-R)

43.91

41.14

Medio

Medio

Fuente: Guzmán, Rojas, Rodao (2022)

Como se observa en la tabla 1, el procesamiento de los datos arrojó para la ansiedad de estado para los estudiantes de Cartagena, un valor de 37.82, ubicándose en la categoría de ansiedad media, la cual de acuerdo a Spielberger (1980), es una condición o estado emocional transitorio caracterizado por sentimientos subjetivos, conscientemente percibidos, de tensión, aprehensión, asociadas a la activación del sistema nervioso central. Por otra parte, al comparar los resultados con los alcanzados por los estudiantes de Montería, aunque se observa diferencias en los valores, se consideran poco significativos, pues el valor de 35.21 se ubica también en el nivel medio.

El estado de ansiedad puede variar en intensidad y fluctuar a través del tiempo. Por su parte, en relación a los resultados en relación con la dimensión ansiedad de rasgo, arrojó un valor de 43.91 y 41.14, para los estudiantes de Cartagena y Montería respectivamente, ubicándose en la categoría de medio nivel de ansiedad, siendo está considerada como las diferencias individuales relativamente estables, en la propensión a la ansiedad. Plantea al respecto Spielberger  (1980), citado por Martínez y Pérez (2014), que esto pudiera estar relacionado con un afrontamiento adaptativo de la situación excepcional que se vive en la actualidad, pues los estudiantes han tenido una comprensión paulatina de este nuevo modelo educativo no presencial establecido por más de un año, generando un proceso de acomodación que disminuye el nivel de amenaza que pueda provocar.

De la misma manera para la ansiedad de rasgo los individuos muestran tener un mecanismo de carácter individual, una predisposición positiva para manejar el cambio, reducir el impacto de situaciones amenazantes y un manejo efectivo de las demandas relacionadas con esta nueva modalidad de participación educativa ligada a la situación pandemia, se cree que esto pueda ser tendiente a que los individuos poseen habilidades  para lidiar con los recursos que demanda este proceso académico como lo son: el uso de la tecnología, la comodidad de estudiar desde su casa y el hecho de sentirse protegido de virus con el distanciamiento social.

En el estudio realizado por Martínez y Pérez (2014), la ansiedad Estado-Rasgo, presentó un significativo porcentaje de alumnos con ansiedad elevada. Por otra parte, los expuestos por Castro et al. (2016) indican un predominio de sintomatología de la ansiedad en la dimensión psicológica. Además, una tendencia a enfrentar la experiencia de ansiedad de forma constructiva. Al respecto, a los resultados de Guzmán, et al.  (2020), el 50% de la muestra tuvo algún grado de depresión, mientras que el 82.5% de la muestra presentó algún grado de ansiedad. El porcentaje de sintomatología ansiosa de la muestra fue mayor a la depresiva y está presente sin importar si la situación ante la contingencia es de aislamiento total o con cambios menores. 

Así mismo compaginan con los resultados por Reyes y Trujillo (2020), quien encontró también niveles medios de ansiedad, donde la nostalgia por lo cotidiano, por el día a día, por la rutina que sienten los estudiantes universitarios, no es por las aburridas clases, no extrañan las clases, añoran la interacción social, el poder mirarse, abrazarse, sentirse cerca, el sentido de la colectividad. Donde la cuarentena ha causado una serie de problemas en el comportamiento social, familiar y afectivo, incrementando estados de ansiedad, angustia y estrés que se mezclan con incertidumbre por los serios problemas que el país enfrenta, relacionados a la pérdida de empleos, aumento de la pobreza, desigualdades sociales, pánico e impactos sobre la salud mental causados por el temor a la infección y la pérdida de vidas de seres queridos, lo que ha generado una crisis sin precedentes del modelo civilizatorio.

Cabe destacar que a partir de los aportes teóricos y resultados establecidos para esta investigación, los sujetos evaluados, al ubicarse un nivel medio de ansiedad, se observa que el nivel de AR está por encima del nivel de AE marcando una diferencia significativa, en ambas poblaciones, que relativamente esta tendiente a un acercamiento del próximo nivel (nivel alto),  que por consiguiente según lo expresa Spielberger, (1980) a  mayor nivel de ansiedad rasgo el mundo se interpreta como más amenazante, en comparación con aquellos que tienen niveles más bajos. Así mismo, cuando el nivel de ansiedad rasgo es alto, el individuo es más vulnerable a la tensión y a interpretar las situaciones más amenazantes que aquellas personas con bajos niveles de ansiedad rasgo.  En tal sentido el nivel medio de ansiedad de rasgo obtenido, se interpreta como una moderada vulnerabilidad del individuo a la tensión de las presiones o situaciones relacionadas en este caso con la dinámica universitaria, el aislamiento social, la necesidad de adaptarse al nuevo contexto educativo sin clases presenciales, la presión económica, entre otros.

Tabla 2

Estadísticas descriptivas Inteligencia Creativa

Dimensión

Resultados

Interpretación

Cartagena

Montería

Cartagena

Montería

Percentil

45.74

43.25

Medio

Medio

Fuente: Guzmán, Rojas, Rodao (2022)

En relación a la variable inteligencia creativa, el procesamiento de los datos, arrojó un percentil de 45.74 y 43.25, respectivamente para las poblaciones de Cartagena y Montería respectivamente, evidenciándose al comparar los datos, diferencias poco significativas en el comportamiento de la tendencia promedio, ubicándose en este sentido en centil que indica una creatividad media, nivel que refleja que se trata de unos sujetos con excelentes posibilidades para el desarrollo de tareas de innovación y producción creativa.

El pensamiento creativo ha sido estudiando en varias áreas del saber, por ejemplo en el campo organizacional. Sobre este particular, para Ayala (2003), el punto de partida del pensamiento estratégico es comprender que el cerebro humano es la herramienta básica para el proceso y  la receta para alcanzar el éxito en la ejecución de la estrategia, consiste en combinar el método analítico con la flexibilidad mental.  Esto implica una estrecha relación entre el pensamiento estratégico y  el pensamiento creativo, lo que implica que en la formación de los futuros profesionales, se deba enfocar como uno de los ejes transversales el desarrollo de la creatividad.

Salas y García (2010) señalan que en el ámbito académico, es dónde se adquieren y desarrollan habilidades particulares de acuerdo a la profesión, por lo que resulta útil comprender el papel mediador de ciertas variables personales de los alumnos y su influencia sobre su ajuste psicológico y su bienestar personal presente y futuro.

Tabla 4

Resultados del cálculo de correlación (Pearson)

 

 

 

A

IC

Pearson

A

Coeficiente de correlación

1,000

-,780

 

 

N

181

181

 

IC

Coeficiente de correlación

-,780

1,000

 

 

N

181

181

Fuente: Guzmán, Rojas, Rodao (2022)

En lo que se refiere a la relación entre las variables ansiedad (A) e inteligencia creativa (IC), se muestran resultados en la tabla 4, presentado un valor de correlación de Pearson de - 0.78, el cual se ubica en la categoría de correlación alta-negativa, lo que indica una relación inversamente proporcional entre las variables. Resultados que se relacionan con los presentados por Rodríguez, et al. (2011), al evidenciar relación inversa entre la ansiedad y el potencial creativo, por considerar este último un acto de creatividad limitado por los estados ansiosos y depresivos.

Por su parte, Bojórquez y Moroyoqui (2020), encontraron con correlaciones significativas entre ansiedad estado y ansiedad rasgo, además de relación positiva en la dimensión vinculada con el potencial creativo. Ahora bien, al enfocarse en el valor de correlación de Pearson, establecido en esta investigación, se enfoca que en la medida que los estudiantes demuestran capacidad para gestionar adecuadamente sus estados de ansiedad , sus niveles de creatividad serán mayores, en relación al manejo de capacidad para percibir las amenazas del exterior, comprensión de la situación, que significa y la variación de su estado de ánimo.

Con un nivel marcado de ansiedad de rasgo superior a la AE, en este sentido el aumento de la ansiedad-estado depende de la ansiedad-rasgo lo cual sugiere que los factores del contexto son menos influyentes que los rasgos de predisposición individual y que permite afirmar que los estudiantes universitarios, ante la actual crisis que experimentan en tiempo de pandemia se muestran vulnerables a la tensión que experimentan y la interpretan como amenazante, sin embargo, responden compensando la ansiedad regulando o controlando  sus emociones positivas y negativas, aspectos importantes en el despliegue de su potencial creativo.

CONCLUSIONES

El análisis de los datos, a la luz de las teorías y antecedentes que sustentaron la investigación, permitió generar las siguientes conclusiones:

En relación con la variable ansiedad, los resultados reportan niveles medios de ansiedad-estado y ansiedad-rasgo, para ambas poblaciones, lo cual permite concluir que los estudiantes presentan una moderada vulnerabilidad para interpretar las situaciones del medio ambiente, vinculadas con la dinámica universitaria y los cambios generados por la pandemia, como elementos estresores que afectan su desempeño y de forma directa su estado de ánimo.

En relación a los niveles de inteligencia creativa, se encontró para ambas poblaciones niveles de creatividad moderado, lo cual refiere una importante capacidad para el desarrollo de actividades y propuestas innovadoras, como marco para desplegar su creatividad, factor importante a considerar en el marco del desarrollo integral de sus competencias.

 En lo que se refiere al establecimiento de la relación entre las variables, el coeficiente de Pearson, reflejó una relación fuerte y negativa, lo cual significa una relación inversa e importante entre las variables, pues en la medida que el estudiante en estudio, demuestra un menor  niveles de ansiedad, estarán en capacidad de adaptarse y y asimilar a los cambios actuales vinculados con los cambios de estrategia, el aislamiento producto de la pandemia y la reconfiguración de los procesos instruccionales vinculados a la estrategia de aprendizaje, como marco para desarrollar su potencial creativo.

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