Sin título-2 


DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2607  

 

Comprensión lectora: fundamentos teóricos y estrategias

de acercamiento al texto

 

Anderson Julián Vásquez Sierra

[email protected]

 https://orcid.org/0000-0003-4021-5981

Universidad Metropolitana de Ciencia Investigación y Tecnología (UMECIT)

 

 

RESUMEN

La comprensión lectora es fundamental en la formación de cada individuo, en tanto le permite acceder de manera autónoma, eficiente y crítica a la información que lo rodea, máxime en tiempos donde el conocimiento abunda en las distintas redes y se hace más evidente la necesidad de tener las herramientas necesarias para interpretarlo; en ese sentido, la escuela es el espacio propicio para fundamentarla y, el docente el eje de dicha formación; en consecuencia, el presente artículo está enfocado en presentar los resultados de la revisión bibliográfica realizada en torno a los principales fundamentos teóricos y conceptuales que se deben tener en cuenta en la enseñanza de la comprensión lectora por parte de los maestros en los distintos niveles de escolaridad; dicha revisión bibliográfica se hizo a través de los principales buscadores de documentos científicos tales como: Google académico, Redalyc, Academia, Scielo y Dialnet. Como criterio de selección se tuvieron en cuenta aquellos artículos con mayor número de citaciones, autores con mayor producción en el campo, y el tratamiento de la temática desde las distintas dimensiones del ser humano.

 

Palabras clave: comprensión lectora; niveles de lectura; modelos de lectura; proceso lector; estrategias de comprensión.

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido: 15 junio 2022. Aceptado para publicación: 29 junio 2022.

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Como citar: Vásquez Sierra, A. J. (2022) Comprensión lectora: fundamentos teóricos y estrategias  de acercamiento al texto. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(4) 618-633. DOI:  https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2607            

Reading comprehension: theoretical foundations and

Strategies approach to text

ABSTRACT

Reading comprehension is fundamental in the formation of each individual, as it allows them to access the information that surrounds them autonomously, efficiently and critically, especially in times when knowledge abounds in the different networks and the need for have the necessary tools to interpret it; in that sense, the school is the appropriate space to base it and, the teacher, the axis of said training; Consequently, this article is focused on presenting the results of the bibliographic review carried out around the main theoretical and conceptual foundations that must be taken into account in the teaching of reading comprehension by teachers at the different levels of schooling. ; This bibliographic review was done through the main scientific document search engines such as: Google academic, Redalyc, Academia, Scielo and Dialnet. As a selection criterion, those articles with the highest number of citations, authors with the greatest production in the field, and the treatment of the subject from the different dimensions of the human being were taken into account.

 

Keywords: reading comprehension; reading levels; reading models; reading process; comprehension strategies.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN

Chartier, 2004 y Griswold, et al. 2005, como citan Cuesta, Labra y Planas (2017) explican que son más las sociedades letradas en las que sus ciudadanos viven interactuando de manera permanente con estímulos oral-escrito, asociados a las tareas que realizan sean cotidianas, académicas o profesionales. A esto se suman las nuevas tecnologías, que constantemente incorporan nuevas formas de leer y escribir, nuevos lenguajes, simbologías, planos, y otras formas de expresión.

Frente a este panorama es válido afirmar que la lectura sigue siendo importante, si bien ha perdido el lugar que ocupó durante siglos como único mecanismo para aproximarse a los conocimientos, para registrar, almacenar información y para saber, ahora se ha redimensionado como acto y como proceso mental. Peña (2018) sostiene que el reto que tienen los docentes es dar importancia la mejora de la comprensión lectora mediante la sistematización de ideas cuyos elementos o planos interactúan para lograr la comprensión. En este proceso juntan el contenido de la lectura, lo que dice el autor, lo que percibe el alumno, la mediación del docente, las estrategias y estructuras textuales implementadas en cada clase, las preguntas que se susciten en la interacción didáctica y la lectura como eje del aprendizaje permanente.  Por su parte, la comprensión lectora es una capacidad más compleja, pues se trata de entender todo aquello que está en un texto, no solo lo referencial y propio del código lingüístico y sus significados, sino que se trata de que se del proceso de comprensión global del texto.

Lo anterior hace que la responsabilidad docente en el proceso de enseñanza de la lectura y, por ende, de la comprensión lectora, sea muy importante. Pero vale preguntarse si realmente el docente cuenta con el conocimiento necesario sobre el nivel de lectura de sus alumnas y alumnos. Así como acerca de qué competencias deben poseer para enfrentar las pruebas nacionales de calidad de la educación y que se enfocan en el área de lenguaje, en verificar si los estudiantes leen comprensivamente.

2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS O MATERIALES Y MÉTODOS

Para escribir el artículo se realizó una búsqueda en los principales buscadores de textos científicos como Google académico, Redalyc, Academia, Scielo y Dialnet, utilizando como principal término de búsqueda “enseñanza de la comprensión lectora” “comprensión lectora y estrategias de enseñanza” “comprensión lectora fundamentos teóricos”. Frente a los términos de búsquedas se encontraron diversidad de artículos, entre los cuales fueron seleccionados aquellos que tenían un mayor número de citaciones y que respondían directamente al tema solicitado, así mismo los que pertenecían a artículos de revista, capítulos de libro o libros, dejando de lado las tesis. Mientras se realizaba la búsqueda de artículos se observó que varios de los textos seleccionados coincidían en los diferentes buscadores, razón por la que se decidió utilizar como principal herramienta de consulta el buscador Google Académico.

Una vez seleccionados los artículos se procedió a realizar una clasificación a partir de los términos de búsqueda y del contenido de los resúmenes de cada texto para el caso de los artículos; en el caso de los libros y capítulos de libros se dejó como criterio de clasificación el título de cada texto; posteriormente se ordenaron por fecha de publicación desde el más antiguo al más reciente. Una vez hecha la clasificación se pasó a la lectura de los textos de los cuales se fueron extrayendo las ideas fundamentales de cada uno en una matriz de fichaje, para más adelante clasificar la información de acuerdo al objetivo de la investigación, de tal forma que la información presentada en el artículo tuviera un sustento sólido y respondiera a los fundamentos planteados sin recurrir a la repetición de informaciones o teorías.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La lectura y el alcance de su comprensión como habilidad

La lectura, tal como lo afirma Jurado (2008) es una acción que consiste en “comprender e interpretar representaciones, sean de carácter lingüístico o de cualquier otra sustancia de expresión” (p. 92). Por su parte, leer es una competencia básica que permite al individuo acceder a las distintas dimensiones de su propia formación, así como impulsar su crecimiento personal; en un plano más individual, le brinda la posibilidad de disfrutar, a través de su práctica, de espacios de recreación e imaginación de situaciones. De igual forma, la lectura constituye una habilidad que le permite al ser humano adquirir conocimientos sobre cualquier dimensión de su vida, ya sea en el plano cognitivo, emocional, social, espiritual, etc. desarrollar esta capacidad de manera comprensiva, le permitirá acceder con mayor facilidad a oportunidades académicas, laborales y sociales, lo cual le garantizará una mejor calidad de vida.

 En consecuencia, leer no es una capacidad que se desarrolle espontáneamente, ya que, a diferencia del habla, el desarrollo de la capacidad lectora debe ser mediada por instituciones debidamente organizadas para tal fin. el hecho de que un niño este rodeado de textos y mensajes escritos, no implica el desarrollo de su capacidad lectora y mucho menos de su capacidad de comprensión, como sí suele suceder con los mensajes orales (Alegría, 1985); de allí que sea importante abordar este proceso de enseñanza - aprendizaje desde la escuela primaria, de la forma adecuada, en el entendido de que el acceso a la lectura es un proceso de construcción social (Ferreiro, 2001, p. 41).

Al respecto Hoyos y Gallego (2017), afirman que la lectura es un proceso constructivo que se revaloriza mediante estrategias de intervención que requiera de los la identificación la estructura de los textos, hacer preguntas, hacer deducciones sobre los elementos, hacer inferencias, restaurar datos, vincular los conocimientos previos con nuevos y compartir con otros sus impresiones y reflexiones;

así mismo, Romero, Linares y Rivera (2017) Plantean la lectura como un proceso que implica diferentes funciones cognitivas y de procesamiento, es más una práctica socio-cultural, vinculada a la historia, cultura, ideología y estructura institucional de la sociedad. También hallaron que la lectura como práctica se ve influida por contenidos de tipo ideológico, normativos, prescriptivos y lingüísticos transmitidos a través de discursos que en el tiempo evidencian rasgos sociales, políticos y culturales

en ese sentido Cifuentes (2017) plantea a las condiciones socioculturales y los entornos en los que ocurren los procesos de enseñanza y aprendizaje, como un factor que debe ser integrado a las prácticas pedagógicas para desarrollar competencias específicas, ciudadanas y para el trabajo.

Desde el punto de vista sociocultural, la lectura se concibe como una práctica democrática en la que el lector debe poseer “una sofisticada capacidad de comprensión” para lograr “identificar aquellos aspectos del escrito que permanecen oscuros o para poder hacer hipótesis plausibles sobre su significación y sobre los intereses que esconden” (Cassany, 2004: p 4); o, como lo plantea Gray (citado por Cassany, 2004), la operación que consiste en identificar lo que hay “detrás de las líneas”, (expresión que se refiere, principalmente, a la orientación ideológica  o al punto de vista adoptado por el autor de un texto), se sustenta en el reconocimiento de una condición socio-cultural  específica que consiste en el hecho de que hoy existen una mayor cantidad de textos y una mayor probabilidad de acceder a ellos con base en el uso de las tic, lo que al mismo tiempo hace posible el ejercicio de algún tipo de influencia o dominio sobre los sujetos lectores, por lo que se hace necesaria la formación de un lector cada vez más competente que logre evadir este tipo de acciones sobre sus pensamientos e ideas.

De esta forma, es importante destacar que la lectura y el acto de comprender es un proceso complejo que va más allá del acto mecánico de decodificación de grafías, sino que es en sí mismo un proceso de razonamiento en el que el lector relaciona sus conocimientos ya adquiridos con la información que el texto le presenta. decir que se ha comprendido un texto equivale a afirmar que se ha modificado una idea o creencia complementándola con una nueva información, otorgándole de este modo una mayor amplitud al conocimiento que ya poseía; de igual forma, en este proceso de comprensión se van realizando otra serie de razonamientos que le permiten al lector percibir aquellos elementos que han quedado fuera de su comprensión, permitiéndole dirigir su atención a otros aspectos del texto, de tal manera que logre comprenderlo en su totalidad. (González, 2008). En este sentido, la comprensión del texto varía en cada una de las sucesivas lecturas que de él se hagan en distintos momentos de la vida del individuo, pues las características culturales del lector se habrán transformado con base en nuevas experiencias y, por lo tanto, su compresión del texto se habrá enriquecido.

Desde el punto de vista cognitivo, se define la comprensión lectora como un “proceso mental que lleva al lector a construir dos tipos de representación: la base textual o representación textual, y el modelo de la situación, o representación situacional.” (Herrada, 2017). la base textual hace referencia a la identificación de las microestructuras del texto y a la configuración de un significado a partir de estas con el propósito de establecer la coherencia local del texto, es decir, a las relación existente entre una oración y otra, para a partir de allí construir la coherencia global del texto, en otras palabras, establecer las relaciones jerárquicas entre las ideas principales de tal forma que ayuden a construir un significado del texto; por otra parte, la representación situacional sugiere simbolizar mentalmente la situación en la que está inmerso el contenido del texto, con el objetivo de representar el contexto en el que este se ubica.

Como lo afirma Vallés (2005: p 3), tener una buena comprensión le permite al estudiante desarrollar sus capacidades de procesamiento de la información, tales como la imaginación, la selección de la información, así como su valoración, la elaboración de resúmenes, clasificación, distinguiendo lo fundamental de lo secundario, de tal manera que pueda construir esquemas que le permitan más adelante, a través de su memoria a largo plazo, recordar la información debido a que ha sido comprendida.

Modelo interactivo: texto y lector, claves de la comprensión.

En el campo de los estudios sobre la comprensión lectora se han propuesto diferentes modelos para interpretarla. algunos de ellos han tenido relevancia de acuerdo a la época en que han sido utilizados. pero, a medida que avanzan las investigaciones, se han ido complementando y cambiando la percepción utilitaria que se tiene de ellos. de esta forma, un primer modelo de comprensión lectora proponía lo que se denominó el procesamiento ascendente, el cual, como su nombre lo indica, describe el proceso de interpretación partiendo de una categoría pequeña o simple hasta una más amplia o compleja. desde el punto de vista de la lectura, este modelo propende a establecer una correspondencia entre grafema y fonema (Vallés, 2005, p.2), promoviendo una decodificación del texto en la cual sea posible interpretar en primer lugar las palabras para luego, proseguir con las frases, oraciones, párrafos, de manera secuencial y jerarquizada (Solé, 1992) , partiendo de la idea de que la decodificación de un elemento más simple es prerrequisito para la interpretación de uno más complejo, de tal forma que se logre el procesamiento semántico del texto (Alonso y Mateos, 1985, p.2).

posteriormente, y en vista de algunas deficiencias teóricas que presentaba este modelo, se propuso un segundo modelo denominado el modelo descendente, en el cual, si bien no se desconocen las habilidades de descodificación, se hace énfasis en que estas ya han sido aprendidas y, por lo tanto, se procesan de forma automatizada, dándole mayor prioridad a la construcción semántica y sintáctica del texto, antes que al procesamiento de los grafemas (Alonso y Mateos, 1985, p 2). así mismo, en el nuevo modelo se conserva del anterior el proceso de comprensión del texto con base en una estructura secuencial y jerárquica, en la cual es necesario poner en juego los conocimientos previos sobre el texto, las anticipaciones del lector y la lectura de este para verificar sus apreciaciones (Solé, 1992: p 19).

No obstante, los modelos mencionados anteriormente presentan falencias; en primer lugar, el modelo ascendente conllevaría a que existiendo varios lectores para el mismo texto, la interpretación sea una misma, en el entendido que lo importante de este modelo es el texto y no el lector, de tal forma que la secuencia que se plantea lo guiará al desciframiento del código mas no del sentido del texto; en segundo lugar, mediante el modelo descendente, quedarían elementos pendientes de comprensión, debido a que se considera que es el lector quien aporta al texto a partir de sus conocimientos previos y no esté a quien lo lee, dejando entre ver que los dos modelos trabajados de forma unilateral no generan una comprensión total del texto.

Frente a este panorama surge el modelo interactivo de comprensión lectora, el cual es “una síntesis y una integración de otros modelos” (Alonso y Mateos, 1985, como se citó en Solé, 1987) el ascendente y el descendente; debido a que en el proceso de comprensión ambos actúan simultáneamente, permitiéndole al lector a través del segundo la asimilación de ideas del texto acordes a las hipótesis que se ha planteado; mientras que con el primero le proporciona la facilidad de identificar a través de elementos textuales información que tiene un carácter novedoso (Solé, 1987).

Esto se logra teniendo como base los esquemas, los cuales son estructuras mentales en las que se organiza el conocimiento, de tal manera que una vez se esté frente a un texto, el lector pueda hacer uso de él dependiendo de la situación contextual, logrando así la identificación de información que no existe dentro de sus variables, de esta forma “la construcción del significado es el resultado de la interacción entre el texto, los esquemas de conocimiento y el contexto” (Spiro, 1980; Vega, 1984, como se citó  Alonso y Mateos, 1985) de tal manera que el avance en la lectura del texto le permitirá al lector ir modificando sus esquemas  y enriqueciéndolo continuamente, en ese orden de ideas “la lectura debe ser un proceso constructivo, inferencial, caracterizado por la formación y comprobación de hipótesis acerca de lo que trata el texto” (Alonso y Mateos, 1985, p.3).

Leer en profundidad a través de los distintos niveles

El nivel de lectura literal es el primer escalón en el proceso de comprensión de un texto, es aquel nivel en el que, como lo afirma Zorrilla (2005), se ponen en juego dos capacidades fundamentales del lector: la de reconocer y la de recordar. en ese sentido, el lector, en primer término, reconoce las frases y las palabras clave del texto (Gordillo y Flórez, 2009), es decir, aquello que está explícitamente mencionado, y de esta manera se le facilita identificar las ideas principales, el orden y secuencialidad de las ideas, los lugares, tiempos, personajes, si se trata de un texto narrativo, las razones y causas explícitas de los sucesos o acciones.

Pérez (2003) llama a este nivel “la superficie del texto”, en la que se privilegia la asignación de significado a cada componente del texto, haciendo posible, además de lo mencionado anteriormente, la identificación del significado de términos, oraciones, párrafos, gestos, en el caso de ser imágenes y signos ortográficos.

Un paso más adelante se encuentra la lectura inferencial, En referencia a este nivel, Gordillo y Flórez afirman que:

 “se caracteriza por escudriñar y dar cuenta de la red de relaciones y asociaciones de significados que permiten al lector leer entre líneas, presuponer y deducir lo implícito; es decir, busca relaciones que van más allá de lo leído, explica el texto más ampliamente, agrega informaciones y experiencias anteriores, relaciona lo leído, los conocimientos previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. la meta del nivel inferencial es la elaboración de conclusiones (2009).

En ese orden de ideas, se parte del hecho de que en un texto no toda la información está dicha; por el contrario, existe una gran cantidad de información subyacente, la cual le corresponde al lector agregarla a partir de las inferencias, entendidas “como la capacidad de obtener información o sacar conclusiones que no están dichas de manera explícita en el texto, al establecer diferentes tipos de relaciones entre los significados de palabras, oraciones o párrafos” (Pérez, 2003).

En este nivel se pueden realizar acciones como:

1.      Inferir ideas principales

2.      Inferir secuencias sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera terminado de otra manera;

3.      Inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o caracteres y sus relaciones en el tiempo y el lugar.

4.      Se pueden hacer conjeturas sobre las causas que indujeron al autor a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;

5.      Predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente o no;

6.      Interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto (Gordillo y Flórez, 2009).

Zorrilla (2005) plantea que este nivel “supone una comprensión global de los significados del texto”, lo que implica establecer relaciones de orden temporal, espacial, causal, de correferencia y sustituciones a partir de lo que dice el texto. así mismo se hace necesario identificar el tipo de texto y su estructura y la coherencia y cohesión de sus ideas.

 

Por último, y un poco más complejo aparece la lectura crítica, frente a la que Gordillo y Flórez (2009) llaman a este nivel “el ideal, ya que en él el lector es capaz de emitir juicios sobre el texto leído, aceptarlo o rechazarlo, pero con argumentos”. así mismo, Zorrilla (2005) lo considera como el nivel de  lectura propicio para reflexionar sobre el texto; mientras que Pérez (2003) plantea que lo que sucede en este nivel es que el lector toma distancia del texto y asume una posición frente a él; en ese orden de ideas la lectura crítica  tiene un carácter evaluativo (Gordillo y Flórez, 2009) mediado  por la formación del lector, sus razonamientos y conocimiento de lo leído, propiciando que el lector contraste sus ideas con las que se plantean en el texto, permitiéndole emitir juicios de valor, juicios sobre la realidad,  validar o rechazar ideas del texto, dependiendo de su código moral y de los valores que posee así como identificar las intenciones del autor

Por su parte, Plaut, Snowling y Hume (2005)  plantean los siguientes niveles de procesamiento:

1.    Nivel lingüístico: en este nivel el lector inicia por decodificar las grafías, así como lograr el reconocimiento de las palabras y su rol dentro de las frases y oraciones.

2.    Análisis semántico:  el lector comprende el significado de las palabras, las cuales están interrelacionadas en una red denominada microestructura del texto, la cual se configura a partir de la formación de diferentes unidades proposicionales que son coherentes a partir de la sintaxis del texto y de los marcadores de cohesión. La comprensión de las microestructuras dará lugar a la formación de una estructura global que se denomina la macroestructura textual.

3.    Construcción de la base del texto: se presenta cuando se logra entender el texto de una forma explícita, es decir, tal como el texto lo está planteando sin que medie ninguna relación con otros elementos.

4.    Formación de un modelo de situación: posterior a la construcción de la base del texto, el lector logra integrar la comprensión explícita, con sus conocimientos previos y el objetivo para el cual había abordado la lectura; de tal forma que creará un modelo mental, el cual le permitirá recordar con mayor facilidad la información leída y los nexos establecidos a partir de esta.

 

 

Desde el aspecto cognitivo lingüístico Vallés (2005) plantea los siguientes procesos:

Acceso al léxico: para llevarlo a cabo, el lector hace uso de su memoria a largo plazo en la cual existe, según lo planteado por el autor, un almacén léxico en el cual se encuentran organizadas las palabras de acuerdo a su morfología (estructura), semántica (significado) y pragmática (uso) las cuales en un determinado momento van a tener una correspondencia con las palabras percibidas visualmente, bajo el precepto de que cada palabra tiene un concepto asociado, posibles significados, características sintácticas y funciones relacionales con otras palabras.

Análisis sintáctico: en este aspecto el lector, una vez ha accedido al léxico, procede a establecer relaciones estructurales entre las palabras, las cuales de forma secuencial forman frases y proposiciones que le permiten obtener información. Este proceso se lleva a cabo a través de la identificación en las palabras de señales lingüísticas tales como: prefijos y sufijos, verbos, sustantivos, función sintáctica, articulación fonética entre otros elementos, los que, proporcionan un acceso sintáctico inmediato a medida que se va adentrando en el texto; de este modo el lector puede procesar textos estructuralmente más complejos y tener una mayor comprensión lectora.

Comprensión de lectura: psicología, lenguaje y afectividad

Desde el punto de vista psicológico existe un interés que va más allá de lo que significa comprender el texto y que se ubica más en la forma como tiene lugar o se realiza la comprensión del texto. en este sentido es importante resaltar los postulados de Valles (2005) quien los clasifica en procesos psicológicos básicos, procesos cognitivos lingüísticos y procesos afectivos; lo anterior, en el entendido de que la comprensión no se hace forma lineal, sino que obedece a un proceso gradual y progresivo tal como lo afirma el autor mencionado anteriormente.

De esta forma, los procesos psicológicos básicos que interceden en la comprensión lectora son los siguientes:

Atención selectiva: el lector, a partir de un esfuerzo de autorregulación centra toda su atención en el texto, dejando de lado cualquier estímulo externo que pueda desorientar su lectura.

Análisis secuencial: en este componente el lector va uniendo los significados de las palabras, para luego dar sentido a las frases y párrafos.

Síntesis: en este proceso el lector se condensa y da significado a determinadas unidades lingüísticas con el propósito de construir una unidad coherente y dotada de significado, es decir, llegar a la comprensión; no obstante, para que esta se dé, es necesario que quien lee sea eficaz en la interacción entre los procesos de análisis-síntesis de tal manera que no se presenten omisiones, sustituciones o inversiones en la lectura.

Memoria: cuando lee, el lector activa su capacidad de recordar, lo que conocemos como memoria; está dependiendo de su temporalidad puede llamarse de largo o corto plazo. Para el caso de la comprensión lectora se utilizan las dos; en primer lugar, la memoria a corto plazo le permite al lector ir haciendo asociaciones, secuencias y manteniendo una linealidad entre unos elementos con otros a medida que lee; en segundo lugar, la memoria a largo plazo le facilita el establecimiento de vínculos entre los conocimientos que tenía con los nuevos significados adquiridos, con lo cual logra consolidar los aprendizajes y esquemas que ya poseía.

Estrategias de comprensión lectora

Las estrategias para la comprensión lectora para Trabasso & Bouchard, 2002 (como citan Gutiérrez-Braojos y Salmerón, 2012) se trata de estrategias de aprendizaje en las que se interpretan como las decisiones que se toman acerca de la selección y uso de los procedimientos que propician la lectura activa, intencional, autorregulada y competente en función del propósito y de las características del texto. Estas incluyen estrategias cognitivas, metacognitivas, afectivas, motivacionales y contextuales. Todos estos procesos pasan a ser estrategias cuando son incluidos en un plan, e intencionalmente son gestionados y supervisados por el propio lector, bajo el control de la metacognición con el fin de alcanzar metas. En una definición elaborada a partir de Block y Pressley, 2007; Schmitt y Bauman, 1990 (como citan Gutiérrez-Braojos y Salmerón, 2012) estas se pueden clasificar de acuerdo al momento en que se están usando en: a) antes de iniciar la lectura, de tal forma que el lector active los conocimientos previos, descubrir el tipo de discurso, la finalidad de la lectura y predecir el contenido textual; b) durante la lectura, propiciar en el lector el reconocimiento de las distintas estructuras textuales, para que pueda construir una representación mental del texto y supervisar el proceso lector; y c) después de la lectura, para preparar al lector sobre el control que puede ejercer sobre el nivel de comprensión que ha alcanzado, para corregir errores de comprensión, dotarlo de elementos para elaborar una representación general del texto,  para ejercitar los procesos de transferencia, es decir para ampliar el conocimiento obtenido de la lectura.

Israel (2007) (como citan Gutiérrez-Braojos y Salmerón, 2012) elabora una síntesis de las estrategias que pueden ser desarrolladas en educación, las cuales ha dividido en dos ciclos básicos: los primeros grados y los últimos. Seguidamente en la tabla 1 se representa esta postura.

Tabla 1. Resumen de las estrategias metacognitivas por grado en Educación Primaria

Fuente: traducción de Israel (2007) en Gutiérrez-Braojos y Salmerón, 2012 (p.191)

 

En ese mismo sentido (Hoyos & Gallego, 2017) orientan la comprensión lectora hacia dos habilidades fundamentales: el rastreo y el análisis de la información , debido a que “posibilitan la búsqueda, localización y procesamiento de los datos, la representación de significados, la activación de conocimientos previos, el análisis, la síntesis, la lectura de símbolos, el florecimiento de la imaginación, la creación y la reflexión” (p. 10)

Lo anterior refleja el grado de profundidad con que se debe abordar la lectura de textos de distintas características, en las cuales no solo se pone de manifiesto la realización de operaciones cognitivas básicas como se consideraba en otro tiempo, sino de operaciones complejas que requieren la mediación de expertos en el área del lenguaje, con el objetivo de lograr individuos más críticos y analíticos a la hora de abordar la lectura.

4. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES

A medida que se avanza en el conocimiento del ser humano tanto en el aspecto físico como en el psicológico y social se logra avanzar también en el desarrollo de teorías y experiencias que han permitido identificar las diferentes operaciones y procesos que se llevan a cabo para desarrollar habilidades como leer, escribir, hablar en procura de implementarlas dentro de los espacios educativos con el ánimo de impactar los procesos de enseñanza y por ende el desarrollo cognitivo de los estudiantes.

No obstante,  se observa que, a pesar de haber transcurrido dos décadas del siglo XXI aún permanecen vigentes dentro de los procesos de enseñanza de la comprensión lectora teorías de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, frente a las cuales se podrían plantear dos opciones; en primer lugar, que el avance que lograron durante ese tiempo en la materia que nos ocupa fue muy favorable y ha sido necesario continuar con su aplicación durante los procesos académicos; en segundo lugar, que por haber sido un tema tan estudiado durante las dos últimas décadas del siglo anterior, se ha perdido un poco el interés por profundizar en este aspecto desde el plano del desarrollo psicológico y social del estudiante.

Frente a lo planteado anteriormente se puede concluir que la comprensión lectora a diferencia de la lectura, implica una serie de acciones y operaciones que deben responder a un proceso ordenado desde el plano psicológico, cognitivo y lingüístico en el que el docente debe fungir como mediador entre el estudiante y el texto aportándole las estrategias necesarias para lograr el objetivo final de comprender; así mismo que corresponde al docente realizar una actualización de sus saberes en torno al fortalecimiento de los fundamentos básicos del área de enseñanza de tal forma que los procesos formativos sean llevados a cabo a partir de las particularidades del contexto de aula.

En ese sentido,  el papel de la escuela y el proceso de formación liderado por los docentes no pierde vigencia, en tanto son los mediadores en procesos de una mayor complejidad como escribir y leer compresivamente, los cuales a diferencia del habla no se desarrollan de manera involuntaria o adquirida por sus uso cotidiano, sino que requieren del aprendizaje de fundamentos y estrategias para llevarlos a cabo, estrategias que superan el plano cognitivo y se apoyan en acciones de tipo afectivo, contextual y motivacional.

5.  LISTA DE REFERENCIAS

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