Sin título-2 


DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2617    

 

Ausencia de competencias emocionales y ciudadanas en la educación básica secundaria colombiana

 

Luz Marina Bayona Moreno

https://orcid.org/0000-0002-3685-1902

[email protected] 

 

Luz Stella Ahumada Méndez

https://orcid.org/0000-0002-3965-9860  

[email protected]

Universidad Metropolitana de Educación,

Ciencia y Tecnología-UMECIT

 Ciudad de Panamá-Panamá

 

RESUMEN

Este artículo producto de la investigación “Formación para una cultura de paz desde las competencias emocionales y ciudadanas” emerge de la realidad social en Colombia acerca el aumento de desplazados y migrantes que llegan a las ciudades con dificultades emocionales y sociales, incrementando la problemática de los entornos educativos. Indaga sobre ¿Qué problemas presentan los estudiantes relacionados con la falta de formación en competencias emocionales y ciudadanas? Con el objetivo de analizar los problemas que presentan los estudiantes por falta de formación en competencias emocionales y ciudadanas en las instituciones Educativas. Ejecutado mediante el diseño de la Investigación Acción Participativa y análisis a fuente humanas por medio de entrevistas semiestructuradas a los integrantes de las comunidades educativas de Básica Secundaria en Suesca Cundinamarca. Refleja en los hallazgos problemas como: Deserción, violencia escolar, intento suicida, consumo de drogas y liderazgo negativo e implica modificaciones curriculares en la formación emocional y ciudadana de los contextos educativos.

 

Palabras clave: competencias; formación ciudadana; educación y cultura de paz.

 

 

Correspondencia: [email protected]  

Artículo recibido: 23 junio 2022. Aceptado para publicación: 10 julio 2022.

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Como citar: Bayona Moreno, L. M., & Ahumada Méndez, L. S. (2022) Ausencia de competencias emocionales y ciudadanas en la educación básica secundaria colombiana. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(4) 727-742. DOI:  https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i4.2617          

Absence of emotional and citizenship competencies in colombian basic secondary education

ABSTRACT

This article resulting from the research "Training for a culture of peace from emotional and citizen competencies" emerges from the social reality in Colombia about the increase in displaced persons and migrants who arrive in cities with emotional and social difficulties, increasing the problem of educational environments. It inquires about what problems do students present related to the lack of training in emotional and civic competences? With the objective of analyzing the problems that students present due to lack of training in emotional and civic competences in educational institutions.

Executed through the design of the Participatory Action Research and analysis of human sources through semi-structured interviews with the members of the educational communities of Basic Secondary in Suesca Cundinamarca. It reflects in the findings problems such as: Dropout, school violence, suicide attempt, drug use and negative leadership and implies curricular modifications in the emotional and citizen formation of educational contexts.

 

Keywords: competencies; citizen education; education and culture of peace.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

Colombia ha incrementado el número de desplazados y migrantes que llegan a las ciudades con dificultades emocionales y sociales, aumentando la problemática social de los entornos educativos manifestada a través de: Baja autoestima, depresión, bajo rendimiento académico, consumo de drogas, suicidios, deserción y violencia escolar entre otros.

Hechos que requieren de educación una formación en competencias emocionales y ciudadanas como factor de prevención y bienestar en beneficio de una cultura de paz en el ámbito educativo en el sentido que “Les permiten a las personas conocerse mejor a sí mismas, manejar sus emociones, trazarse metas y avanzar hacia ellas, construir mejores relaciones con los demás, tomar decisiones responsables en su vida, disminuir la agresión y aumentar la satisfacción con su vida” (Mejía et al, 2017, p.2).

Pues ante la presencia de hechos que provocan dificultades emocionales en los estudiantes, que reclaman una atención oportuna por parte del sistema educativo “Concentrarse exclusivamente en las capacidades lingüísticas y lógicas durante la escolaridad formal puede suponer una estafa del sistema educativo y el desarrollo de las competencias emocionales puede ser más necesario que saber resolver ecuaciones de segundo grado” (Bisquerra, 2003, p.26).

Por consiguiente, si se asume el fin de la educación como el desarrollo integral del individuo desde los aspectos cognitivo y emocional, se deben incorporar las competencias emocionales y de la ciudadanía mundial al currículo en los estándares, contenidos y estrategias de enseñanza-aprendizaje, para que respondan a las necesidades de hoy y generen transformaciones al tejido social.

En tal sentido, se propone analizar los problemas que presentan los estudiantes relacionados con la falta de formación en competencias emocionales y ciudadanas en las Instituciones de Educación Pública de Suesca Cundinamarca a partir de la indagación ¿Qué problemas presentan los estudiantes relacionados con la falta de formación en competencias emocionales y ciudadanas?  

METODOLOGIA

Esta investigación se desarrolló mediante el método de la Investigación Acción Participativa, según Colmenares (2012) constituye una opción metodológica de mucha riqueza en cuanto permite la expansión del conocimiento, genera respuestas concretas a problemáticas que plantean los investigadores y coinvestigadores cuando deciden abordar un problema y aportar alternativas de transformación; por consiguiente, la Investigación Acción Participativa implicó una intervención social al involucrar a la comunidad educativa en la reflexión y participación activa, frente a la solución de sus problemas para contribuir con la transformación de su realidad social. Igualmente representa una visión activa del investigador y la comunidad objeto de estudio para generar transformaciones significativas a las prácticas educativas que se realizan en el momento, que sean pertinentes y respondan a la realidad social de los contextos educativos del municipio.

Dicha formación en competencias emocionales y ciudadanas debe fortalecer el ejercicio académico, mediante acciones de diálogo, participación y concertación que inviten a la reflexión, cuestionamiento y transformación positiva de los entornos sociales en favor de la cultura de paz en el municipio.

La investigación se asumió desde el enfoque Crítico Social, que transforma realidades sociales y promueve el cambio desde la participación activa, el diálogo y la reflexión de los actores sociales involucrados en el proceso; mediante este enfoque además de comprender la realidad, se deben gestionar desde la investigación acciones que modifiquen y ejerzan una transformación significativa en las comunidades, en este caso desde la formación en competencias emocionales y ciudadanas implementar acciones para modificar la cultura de paz en las Instituciones Educativas del municipio.

En cuanto al tipo de investigación corresponde a una investigación de tipo Interactiva, dado su nivel de profundidad tendiente a modificar contextos sociales. Para Hurtado de Barrera (2012) la Investigación Interactiva modifica el evento estudiado, aplicando sobre él una intervención especialmente diseñada, donde el investigador pretende sustituir un estado de hechos actuales por otro estado de situaciones deseadas. En esta oportunidad transformar la problemática social mediante la implementación de las competencias emocionales y ciudadanas para construir cultura de paz.  

Respecto al diseño de la investigación se acudió al modelo en espiral propuesto por Stringer (1999) en la Investigación Acción Participativa desde tres fases, en la primera observa la realidad buscando un primer acercamiento al problema mediante recolección  y descripción de información, en la segunda fase o de pensar analiza la situación real y explica las razones por las cuales ocurre el fenómeno y en la tercer fase o de actuar, propone una solución al problema con base en las fases de observar y pensar para implementarla y evaluarla. Así en este caso en la primera fase o de observación se contextualizó la problemática, en la segunda fase o de pensar se realizó la fundamentación teórica y en la tercera fase o de actuar, con base en los resultados de la primera y segunda fase se definió la metodología a seguir y a partir de los hallazgos se elaboró la propuesta.

En cuanto a las técnicas e instrumentos se realizaron entrevistas semiestructuradas a directivos docentes, docentes de Ciencias Sociales, Ética y otras áreas, así como a expertos, padres de familia y estudiantes; para la aplicación de las técnicas se diseñaron instrumentos validados mediante el Juicio de Expertos quienes fueron seleccionados en Universidades Colombianas por su cualificado perfil profesional dentro del campo de formación de las competencias emocionales y ciudadanas.

Por otra parte, hay que mencionar que la revisión a las investigaciones sobre el tema implicó una búsqueda en bases de datos como DialnetProQuest Central y Scopus y en las de las principales universidades para posteriormente realizar un análisis hermenéutico a cincuenta tesis doctorales clasificadas en tres categorías: Competencias emocionales, competencias ciudadanas y cultura de paz, que permitieron identificar como ha sido abordado el problema hasta el momento.

La población la conformaron los integrantes de las Comunidades Educativas de las cuatro Instituciones de Educación Pública del ciclo Básica Secundaria del municipio de Suesca.

La muestra se seleccionó mediante el muestreo Teórico, constituida por 83 estudiantes, 69 padres de familia del grado noveno, así como 31 docentes que orientan en este grado, además de 4 directivos docentes, para un total de 191 participantes de las Instituciones de Educación Pública del municipio de Suesca Cundinamarca.

Finalmente, en cuanto a los Criterios de Inclusión y Exclusión es importante aclarar que por circunstancias de la pandemia del Covid 19 fue imposible el contacto presencial con los participantes de la investigación, pues los colegios trabajaban desde la virtualidad y dadas las restricciones sanitarias del momento no estaba permitido el contacto físico ni el intercambio de material impreso; en tal sentido se optó por ejecutar las entrevistas mediante formularios Google vía internet, situación que limitó un poco la muestra en cuanto a padres de familia y estudiantes en razón a las dificultades de conectividad a internet en la región; es decir, el acceso a internet y el uso de celular o computador se convirtieron en criterios de inclusión y exclusión para participar en la investigación, pero no interfirió en los docentes, directivos ni expertos, ya que contribuyeron con sus aportes significativos al proyecto.

RESULTADOS

Respondiendo al planteamiento de este estudio en relación a ¿Qué problemas presentan los estudiantes relacionados con la falta de formación en competencias emocionales y ciudadanas en las instituciones educativas? Primero se abordan los resultados desde el ámbito de las competencias emocionales y posteriormente desde las competencias ciudadanas.  

Inicialmente en cuanto a los problemas de los estudiantes por falta de formación en competencias emocionales los hallazgos evidenciaron que los Directivos Docentes detectan con mayor prevalencia problemas relacionados con: Desmotivación por el estudio, bajo rendimiento académico, deserción escolar, violencia, acoso y consumo de drogas entre otros.

Tal y como lo manifiesta uno de los Directivos Docentes entrevistados “En mí colegio los problemas a nivel emocional los protagonizan principalmente los estudiantes extranjeros venezolanos que llegan al municipio con serias dificultades académicas, emocionales y de convivencia; aquí son estigmatizados, víctimas y victimarios de acoso y violencia escolar, se les dificulta adaptarse a la institución, permanecen desmotivados y generalmente  por la falta de estabilidad laboral de sus familias desertan del sistema educativo”.          

Por su parte los docentes identificaron con mayor prevalencia problemáticas a nivel emocional en los estudiantes relacionada con: Bajo rendimiento académico, indisciplina, ausencia de proyecto de vida, embarazos tempranos, autolesiones o cutting, consumo de drogas e influencia de malas amistades principalmente.

Como lo ratifica uno de los docentes entrevistados al afirmar que “La principal problemática por falta de formación emocional en mis estudiantes la manifiestan con agresividad, bajo rendimiento académico, embarazos tempranos, por falta de acompañamiento en el hogar en razón a que debido a las dinámicas económicas de la región en los cultivos de flores los padres deban trabajar largas jornadas y sus hijos permanecen solos gran parte del tiempo y fácilmente son influenciados por malas amistades que los inducen a cometer acciones que afectan su bienestar”. 

 Así mismo, los padres de familia mencionaron problemáticas de sus hijos debido a la fata de formación emocional evidente en problemas como: Depresión,

irritabilidad, intento suicida, baja tolerancia al fracaso,

dependencia de las redes sociales y videojuegos y necesidad de aceptación en el grupo.

Tal como lo expresa una madre de familia participante al mencionar que “A causa de la separación con mí ex esposo mí hijo se deprime, permanece de mal genio todo el tiempo, desmejoró en el colegio, se la pasa todo el tiempo en el celular y en la calle con amigos poco recomendables; he llegado a temer que pueda atentar contra su vida porque ya no duerme ni se alimenta bien, no habla con migo y me trata mal, me han citado del colegio y la directora me dice que lo cambie de colegio, yo creo que esa no es la solución”.

Del mismo modo los estudiantes identificaron problemáticas relevantes relacionadas con la falta de formación emocional por medio de: Depresión, consumo de drogas y alcohol, desacuerdo con las normas del hogar y del colegio, rechazo a las figuras de autoridad en el hogar, el colegio y el municipio, malas relaciones interpersonales con compañeros, familiares y vecinos, bajo control de la ira, los celos y estrés.

Problemas por falta de formación emocional como lo manifiesta una de las estudiantes entrevistada quien argumenta: “Cuando me enteré que mí novio me traicionaba con mí mejor amiga, tuve unos celos terribles, me dio mucha rabia y agredí a los dos, me dediqué a tomar con mis amigos del parche, terminé muy deprimida y consumiendo drogas por aburrimiento, es que esas situaciones lo hacen sentir a uno muy estresada y frustrada y pues los amigos en algo ayudan a superar los problemas, esa vez me fui de la casa por peleas con mi madrastra y fue cuando perdí el año”.  

Finalmente, los expertos expresaron que dicha problemática en los jóvenes por falta de formación emocional, como lo expresa uno de los participantes obedece a “Ausencia de formación en el autoconocimiento de sus emociones, falta de verdaderos procesos de autonomía y empatía que hacen que el joven no descubra el valor de la vida misma y posea bajo nivel para soportar el fracaso”.

Ahora bien, respecto a los problemas por falta de formación en competencias ciudadanas los hallazgos permitieron identificar que los Directivos Docentes detectan con mayor prevalencia en los estudiantes problemas relacionados con:  Indiferencia social, apatía por la participación democrática, desconocimiento de la multiculturalidad y la diversidad, intolerancia política y desacato a la normatividad.

Como lo manifiesta uno de los Directivos Docentes entrevistados “El problema por falta de formación ciudadana es que los chicos son indiferentes ante los problemas de los demás, no toleran a quienes que llegan de otra regiones, ni respetan un pensamiento u opinión diferente; igualmente reinciden en faltas por desacato a la normas y no se interesan en participar de procesos de participación democrática en el colegio como por ejemplo el gobierno escolar, para que lo hagan hay que presionar con la nota”. 

Por su parte, los docentes identificaron con mayor relevancia dicha problemáticas en los estudiantes mediante: Vulneración a los derechos humanos, apatía por la participación democrática, desconocimiento las normas constitucionales e institucionales, uso inadecuado de los bienes públicos, recursos y servicios del Estado y falta de liderazgo positivo.

Así lo expresó una de las docentes participantes al afirmar “Los problemas por la falta de formación ciudadana, se hacen evidentes cuando el estudiante no valora los servicios de gratuidad que le ofrece el Estado, no cuida los bienes públicos como parques o mobiliario, ni hace uso adecuado de servicios como el restaurante escolar o escenarios deportivos e infringe constantemente normas del manual de convivencia. Igualmente, dentro de su comunidad vulnera derechos de otras personas, permanece inconforme todo el tiempo, nada le gusta, pero no se interesa en participar de las decisiones del gobierno escolar, ni aporta soluciones en beneficio de su institución o comunidad”.  

Por su parte los padres de familia detectaron con mayor presencia esta problemática en sus hijos mediante: Irrespeto a la autoridad y adultos mayores, incumplimiento de normas y acuerdos en el hogar, malas relaciones interpersonales con miembros de la familia y falta de colaboración, diálogo y escucha.

Como afirmó un padre de familia en la entrevista:

“Los problemas de formación ciudadana en los muchachos de hoy en día se ven en el irrespeto a la autoridad y la falta de consideración con los adultos mayores, para ellos somos cuchos pasados de moda, no colaboran en la casa, solo quieren dormir, estar con el celular y pelear si no se les complace en sus caprichos”.

Sumado a o anterior para los estudiantes la problemática radica en que no sienten respetados sus espacios, se les imponen las normas y no son tenidos en cuenta en la toma de decisiones.

Como lo ratifica uno de los estudiantes participantes

“Para mis papás todo es malo, a toda hora quieren estar controlándome y siempre se debe hacer lo que ellos digan, a toda hora viven criticando mi ropa, mi música y a mis amigos, en fin, no me entienden, que fastidio”.  

Por su parte, para los Expertos los problemas de los estudiantes relacionados con la falta de formación en competencias ciudadanas se asocian con falta de respeto, desconocimiento del valor de la vida, dificultad para afrontar el conflicto como algo positivo y si como hechos generadores de violencia social y alteración del clima escolar en los diferentes entornos educativos.

Así lo señaló el experto participante “La juventud de hoy ha venido normalizando prácticas y actitudes, que se traducen en irrespeto a la vida y violencia generalizada como generadores de conflicto social en todos ámbitos”.   

Lo anterior deja en evidencia que dicha problemática detectada en los estudiantes tanto en el ámbito emocional como en el ciudadano, es asumida por los adultos en este caso directivos, decentes y padres de familia como obstáculos que afectan el clima escolar, la normalidad académica y el orden establecido en la institución o en el hogar.

Dicha problemática en los jóvenes refleja vacíos, desajustes emocionales y ausencia de orientación a nivel institucional y familiar, pues su situación de migrantes o desplazados les impone unas dinámicas sociales con familias disfuncionales, que en poco contribuyen con su formación.

Ante esta realidad, las instituciones no cuentan con una hoja de ruta para detectar y asumir dicha problemática, ni brinda una formación que responda con pertinencia a los problemas reales que se presentan en los entornos educativos, ante una situación que deja al descubierto la existencia de una juventud afectada emocionalmente y más que formación académica, requiere de una atención especializada por parte de la educación que ofrece el Estado.

Como lo manifiesta Mejía et al., (2017) una educación les permita a los jóvenes conocerse mejor a sí mismos, gestionar sus emociones, trazarse metas y avanzar hacia ellas, construir mejores relaciones con los demás, tomar decisiones responsables en su vida, disminuir la agresión y aumentar el nivel de satisfacción con su vida.

Lo cual implica desde la educación asumir la problemática de la escuela, atenderla desde la diversidad y multiculturalidad, con sus implicaciones emocionales y ciudadanas, que responda desde los problemas locales al contexto global, una formación para la ciudadanía mundial, para habitantes del mundo pertenecientes a una sola raza, la raza humana.

Como lo afirma Morin (1999) una educación universal centrada en la condición humana, una aventura común que se apodere de los humanos donde quiera que estén, que reconozcan en su humanidad común la diversidad cultural inherente a todo ser humano.

Y para el caso de la formación ciudadana buscar un equilibrio desde lo emocional como lo expresa Nussbaum (2001) las emociones como fenómenos que determinan la existencia humana, se perciben en todo momento de la existencia, son factor definitivo en la interacción con los demás que afectan la realidad.

Es decir, se pueden vincular con el comportamiento ciudadano y trabajarlas en beneficio de la justicia, igualdad, solidaridad y la dignidad humana en procura de unas emociones llamada por la a autora emociones políticas como el patriotismo, el amor y la compasión para contribuir con la cultura de paz. 

Más aún, si se tiene en cuenta que la formación para la ciudadanía debe ser integral, pero como lo afirman Brad Berry y Greaves (2012) en la práctica no se evidencia ya que el colegio enfoca su educción desde lo académico e invisibiliza la formación emocional y a su vez esta inteligencia es más difícil de medir o evidenciar en el currículo, lo cual no significa que deba estar ausente dentro de los contenidos y prácticas.

Pues como lo manifiesta García (2011) se debe considerar el aprendizaje escolar como una actividad constructiva para lograr conocer y asimilar un objeto de conocimiento, determinado por unos contenidos mediante una permanente interacción social, descubriendo sus características y darles el significado.

Así, dicha formación emocional y ciudadana adquiere sentido en la construcción colectiva entre la escuela y los entornos educativos, mediados por los conocimientos, como lo propone Parra (2005) la persona demuestra competencias cuando resuelve problemas correctamente, lo cual implica aplicación de recursos disponibles en beneficio de la utilidad, con respuestas concretas ante los problemas existentes.

Lo cual implica que dichos contenidos al transformarse en competencias resuelvan las dificultades institucionales del momento y que para el caso particular de las competencias emocionales como lo expresa Calderón et ál., (2010) la formación emocional juega un papel primordial en la vida de las personas, pues las concibe desde un punto de vista holístico y preventivo con mira a estilos de vida y relaciones intrapersonales e interpersonales más saludables.

Con base en lo anterior Conangla (2014) afirma que las competencias emocionales recobran importancia en la formación de la persona, como punto de partida del conocimiento de sí mismo, con el autoconocimiento y la autocomprensión, para dar nombre y gestionar fenómenos afectivos con el fin de comprender el mundo de otras personas.

Poniendo de manifiesto además de lo anterior, la fragilidad  emocional de la juventud de hoy que ante la dificultades cotidianas se deprimen, se estresan y optan por decisiones equivocadas cuando los problemas tocan a su puerta, como lo describen Chica y Sánchez (2017) cada vez más las nuevas generaciones encuentran en el suicidio la salida a sus problemas, ante la incapacidad de autoadministrar sus emociones como única manera de salir de situaciones conflictivas, mostrando así la vulnerabilidad de la humanidad y falta de herramientas para responder a las presiones del contexto, donde mueren más personas por suicidio a causa de la depresión, que por conflictos bélicos.

Por consiguiente, ante dicha problemática Casassus (2007) expresa que las competencias emocionales transforman y desarrollan cualidades en la persona, mediante un proceso de cambio que incorpora conciencia y compresión emocional, permitiendo que la persona adicione nuevas actitudes a su personalidad y las mantenga vigentes mediante la práctica continúa.

Lo cual significa incorporar procesos formativos de igual importancia en cuanto a las competencias para la ciudadanía como lo establecen Mejía et ál (2017) el desarrollo de competencias emocionales hace parte de la educación para la ciudadanía ya que implica formar jóvenes responsables de su vida, que persistan en la búsqueda de sus metas y que como ciudadanos construyan un orden social de convivencia pacífica, participación democrática y valoración de la diversidad.

En consecuencia, se determinó la necesidad de incluir en la propuesta curricular una formación emocional y para la ciudadanía que contribuya a mitigar y hacer frente a dicha problemática, en cuanto esta se convierte en antídoto frente a los riesgos que asechan a la juventud en el ambiente escolar.

Igualmente, una propuesta que desde el reconocimiento del contexto local aporte soluciones a problemas globales como las migraciones, la violencia escolar, la inclusión y vulneración de los derechos humanos, con el fin de construir una sociedad democrática, dentro del marco de la diversidad y la multiculturalidad para aportar a formación de una cultura de paz en las instituciones educativas de Colombia.

CONCLUSIONES

La realidad social del momento a causa de las migraciones y el desplazamiento forzado en Colombia, muestra una radiografía del contexto escolar con una juventud afectada emocionalmente y permeada por una gama de problemas manifestados a través de bajo rendimiento académico, violencia, deserción escolar, embarazos tempranos y consumo de drogas, liderazgo negativo y desacato a las normas entre otros que impactan sus vidas, afectan su proyecto de vida y alteran las dinámicas del entorno social.

Por consiguiente, las Instituciones Educativas deben atender dichas dificultades desde una formación en competencias emocionales y para la ciudadanía mundial, que responda con pertinencia y de forma significativa, desde las realidades locales a la solución de problemas que afectan el contexto global como ciudadanos del mundo pertenecientes a una sola raza.

En consecuencia, se recomienda una propuesta curricular centrada en las dificultades reales de los estudiantes, asumidas desde la formación emocional y la ciudadanía mundial e incorporadas al currículo, para que desde la educación se generen transformaciones significativas a la sociedad, replanteando acciones que intervengan y transformen positivamente los entornos educativos.

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