Evaluación del aprendizaje en bachillerato del estado de Sinaloa, México en tiempos de cuarentena

 

Pineda Castillo Kristian Armando

[email protected]

 

Angulo Ochoa Juan Carlos

[email protected]

 

Ruiz Espinoza Francisco Higinio

[email protected]

Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa, Plantel 60

Colegio de bachilleres del estado de Sinaloa, plantel 27

Universidad Autónoma de Baja California Sur

 

RESUMEN

El objetivo de la investigación fue analizar la evaluación del aprendizaje en el bachillerato en tiempos de cuarentena dentro de un marco de educación inclusiva en un contexto de diversidad. El estudio siguió una metodología cualitativa apelando al diseño de la Teoría Fundamentada. La muestra correspondió a 23 docentes, indagados mediante un cuestionario y un registro constante de observación participante. Los resultados permitieron identificar que los educadores recurrieron a un enfoque de carácter estratégico para evaluar, el cual se caracterizó por ser humanista, flexible, constructivista, crítico, y sobre todo táctico, puesto que apeló al uso de distinto tipo de recursos y herramientas según las necesidades y posibilidades tanto de los discentes como de los pedagogos.

 

Palabras clave: Pandemia, educación a distancia, enfoque estratégico de evaluación, situaciones sociales emergentes.

 


 

Evaluation of learning in high school of the state of Sinaloa, México in times of quarantine

ABSTRACT

 The objective of the research was to analyze the evaluation of learning in high school in times of quarantine within an inclusive education framework in a context of diversity. The study followed a qualitative methodology appealing to the Grounded Theory design. The sample corresponded to 23 teachers, investigated through a questionnaire and a constant record of participant observation. The results allowed us to identify that the educators resorted to a strategic approach to evaluate, which was characterized by being humanistic, flexible, constructivist, critical, and above all tactical, since it appealed to the use of other types of resources and tools according to the needs and possibilities of both learners and pedagogues.

 

Keywords: Pandemic, distance education, strategic assessment approach, emerging social situations.

Artículo recibido: 25 enero 2020
Aceptado para publicación: 28 febrero2020
Correspondencia: fruiz@uabcs.mx
    Conflictos de Interés: Ninguna que declarar
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

A mediados del ciclo escolar 2019-2020, la pandemia mundial del coronavirus, SARS-CoV-2, o COVID-19 obligó a todo el sistema educativo mexicano de modalidad presencial a migrar a una educación a distancia. Afortunadamente, la decisión que tomó el gobierno fue la correcta, ya que a nivel sanitario se consideró como una situación emergente que se suscitó a partir de eventos de perplejidad y repetición (Merklen, 2016). No obstante, a pesar de que se tomaron medidas preventivas, la salud pública no solo se vio amenazada, sino que realmente se registró un daño irreparable con la pérdida de muchas vidas a causa del virus que se propagó rápidamente por toda la república mexicana (Kánter, 2020).

Cabe mencionar también que la sociedad confrontó un sin número de escenarios en relación con el proceso educativo. En lo particular, en el nivel medio superior los educadores jugaron un papel preponderante al brindar la atención pertinente a los jóvenes ante el panorama pernicioso. Por un lado, se considera que todos los procesos educativos son de suma importancia; sin embargo, es particularmente la evaluación del aprendizaje en el bachillerato en tiempos de cuarentena dentro de un marco de educación inclusiva en un contexto de diversidad lo que viene a definirse como objeto de estudio del presente trabajo. En tal, el recuperar las medidas tomadas por los diferentes actores con la finalidad de medir el conocimiento y dar seguimiento a los aprendices podría dar lugar a teorizar sobre una manera de abordar este problema de carácter nacional, dejando un registro para futuras experiencias que requieran recurrir a estrategias similares. Esta problemática conllevó al planteamiento de la siguiente pregunta central de investigación: ¿cómo se llevó a cabo la evaluación del aprendizaje de los discentes del COBAES durante el periodo de confinamiento?

En cuanto a la evaluación, conforme a los planteamientos de García-Planas y Taberna (2020), es una actividad de alta complejidad, en la cual el docente apela al uso de distintas herramientas, recursos, o evidencias aplicadas a los discentes con el fin de obtener datos que permitan trazar una ruta de mejora, sin necesariamente cerrar el ciclo del aprendizaje. Este punto de vista se puede armonizar con la perspectiva de Ralph W. Tylor (1967), quien argumenta que el evaluar es describir o medir el potencial dinámico de los entes, pero también identificar aquellas áreas de oportunidad para ayudar al individuo e institución a optimizar los procesos de gestión del conocimiento. Asimismo, Porlan (2020) la ve a manera de un proceso científico riguroso que permite dar cuenta de la evolución del aprendizaje y de esta forma afinar la práctica educativa, que como plantea Taylor, se encamina a favorecer el crecimiento del educando. Por tal, el objetivo general de la presente investigación fue analizar la evaluación del aprendizaje en el bachillerato en relación con su influencia en materia de educación inclusiva en un contexto de diversidad en tiempos de cuarentena.

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

Muestreo intencional

En este estudio participaron veintitrés maestros de diferentes asignaturas de los tres grados del bachillerato. La investigación se circunscribió bajo el enfoque cualitativo, siguiendo los principios metodológicos de la Teoría Fundamentada constructivista propuesta por Kathy Charmaz (2006).

Como técnicas válidas para indagar dentro de este diseño metodológico de la tradición cualitativa, se empleó el cuestionario autoadministrado en línea y se llevó a cabo la observación participante. Con la finalidad de salvaguardar la salud de los sujetos de estudio durante el periodo de confinamiento, se acudió a la aplicación de los instrumentos de recolección de datos utilizando la plataforma de Office 365. Asimismo, se utilizó la reflexión constante de los investigadores en relación con la evaluación del aprendizaje en la educación a distancia, capturando los registros en formatos digitales en ordenadores. De los maestros participantes fueron 8 mujeres y 15 hombres, adscritos en diferentes planteles del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa. Es elemental mencionar que la muestra fue de tipo no probabilística y por conveniencia (Hernández et al., 2014), debido a que se recolectó información de interés de profesores que de manera voluntaria aportaron con su experiencia.

El análisis se realizó en tres niveles; codificación inicial, axial, y selectiva utilizando procesadores de texto, procedimiento que se considera válido para analizar datos empíricos dentro del marco de la Teoría Fundamentada (San Martín, 2014). Además, se manejó el método de comparación constante, que prácticamente consiste en realizar un contraste entre códigos, categorías, y códigos con categorías. De la misma forma, los investigadores examinaron la información de manera individual, posteriormente debatiendo y consensando hallazgos. A su vez, se apeló al razonamiento de carácter inductivo y abductivo con la finalidad de interpretar los significados y dar respuesta al objetivo de este estudio, generando una teoría substantiva lo suficientemente potente que sostuviera el conocimiento generado.

RESULTADOS

Los resultados permitieron responder a la pregunta principal de investigación identificando al Enfoque Estratégico de Evaluación en Situaciones Emergentes (Figura 1) como categoría central, el cual se caracteriza por ser humanista, flexible, interactivo, constructivista, crítico, y sobre todo táctico, dado que recurre al uso de distinto tipo de recursos y herramientas que se adaptan a las necesidades y posibilidades de los estudiantes y profesores, con el fin de medir, valorar, y dar seguimiento al aprendizaje. Asimismo, la evaluación estratégica da cabida a las diferentes etapas que por tradición fomentan el acompañamiento al proceso de formación a través de un momento diagnóstico, formativo, y sumativo, pero al mismo tiempo puede apelar al empleo de la autoevaluación, coevaluación, y heteroevaluación.

Figura 1. Categoría central teórica. Fuente: Elaboración propia, trabajo de campo.

A continuación, se presentan las categorías teóricas que permitieron recurrir a la abducción y llegar a la categoría central de manera fundamentada.

Enfoques centrados en el alumno

En esta categoría se plantea que se asumió una postura educativa de enfoque humanista, flexible, interactiva, constructivista, crítica, y sobre todo táctica, llevando a cabo una evaluación del aprendizaje enfocándose en las TIC, pero de manera mucho más relajada, evitando la saturación de tareas. De tal forma, se optó por no solicitar bastantes tareas, con sólo pedir máximo dos evidencias que representaran que los aprendices habían reunido los elementos temáticos, así como dar asesoría y realizar videos con la explicación de contenidos.

En el mismo contexto, los profesores mencionan que todos los trabajos entregados fueron enviados a un correo establecido, mediante asignación de días y horarios para cada grupo, con la finalidad de trabajar en la parte disciplinar (tomando en cuenta ciertos casos identificados con el afán de otorgar la tolerancia necesaria). Asimismo, los educadores guiaron a los educandos a la construcción de un portafolio adaptado, con el afán de reflejar los aprendizajes y competencias adquiridas.

En el mismo tenor, las decisiones pedagógicas asociadas con la evaluación buscaron la inclusividad de todos los adolescentes. El uso de plataformas, redes sociales, y medios de comunicación fueron útiles para que los maestros establecieran contacto con los jóvenes, con el objeto de implementar distintas estrategias conforme a los diferentes contextos grupales. Incluso, hubo pedagogos que se comunicaron con los bachilleres por vía telefónica y activaron a monitores como apoyo a otros educandos con la intención de mejorar los canales de interacción.

En este mismo sentido, la utilización de estrategias durante el confinamiento tomó en cuenta la planeación, aunque enfocándola a las TIC. Por ejemplo, los ejercicios los tenían que mandar por correo electrónico o WhatsApp, pero con un contenido más relajado que en la modalidad presencial.

Cabe mencionar que, en su mayoría, los docentes adoptaron un enfoque humanista al ser flexibles y adaptarse a las necesidades y características de cada uno de los jóvenes, permitiendo una interacción asíncrona por diferentes cuentas de correo, institucionales y personales. Ante esto, los comentarios fueron que una de las premisas fue la motivación, para que en todo momento los adolescentes presentaran la iniciativa de trabajar.

…en cada cuadro que se enviaba los jóvenes de tercer año les anexaba frases de personajes célebres.

De igual forma, los maestros mencionan que fue difícil que los adolescentes ingresaran a las plataformas virtuales con facilidad, ya que algunos no contaban con computadoras y en otros casos por falta de conectividad.

Como estrategia, realizaba videoconferencias con jefes de grupo en una primera instancia, para después reunirme con el resto de los alumnos, con el fin de pasar la información por WhatsApp o vía e-mail, esto con el objeto de brindar educación integral y accesible.

Es conveniente mencionar que algunos maestros intentaron replicar hasta cierto límite, la enseñanza presencial en la modalidad a distancia, realizando videoconferencias (videollamadas), fomentando distintos niveles de pensamiento a través de la realización de evidencias digitalizadas, aplicando exámenes en línea, elaborando videos como guía, entre otros. Además, los profesores no dejaron de promover actividades que dieran cuenta del logro de aprendizajes esperados.

En cuanto a una de las estrategias para lograr el propósito de aprendizaje fue tomar en cuenta la estética, conocimientos, habilidades, actitudes, y valores al momento de realizar trabajos con los instrumentos en los que se les facilitara aprender. Por ejemplo, a través de exposición oral grabada, organizadores gráficos, portafolio, o diario.

De la misma manera, se implementaron técnicas para evaluar a distancia, entre las más sobresalientes estuvo la videoconferencia, a través de la cual existía una interacción en tiempo real con los educandos.

Mediante estas, se pueden proyectar temas y ejercicios resueltos para que el estudiante los analice y pueda comprender, esto ayuda de buena manera a poder resolver las dudas que hayan surgido durante un tema en específico; además, a través de este medio se estimula la participación de los educandos, con lo cual se puede realizar una evaluación al observar el grado de comprensión del contenido.

Actividades para el aprendizaje significativo

Los pedagogos recurrieron a estrategias que promovieron el aprendizaje significativo como la elaboración de organizadores gráficos, el aprendizaje por descubrimiento, partir de conocimientos actuales, entre otros. El docente 16 manifestó el siguiente comentario al respecto:

Los problemarios sirven para evaluar el grado de comprensión de los temas, ya que el concepto estudiado viene implícito en cada ejercicio a resolverlo, además que utilizan diversos instrumentos como libros, calculadoras y formularios.

A continuación, se comparte otra experiencia:

Las tareas se establecían para entregar un día antes del cierre de semana y sólo se consideraban conocimientos claves, dónde utilizaran la comprensión, síntesis y pudieran plasmarlo en un cuadro comparativo o una línea del tiempo, entre otras.

De la misma forma, se utilizaron videos y cuestionarios en línea, donde al inicio se aplicaron evaluaciones diagnósticas, lo cual permite tener un punto de partida de los conocimientos previos de los jóvenes, para de esa manera desarrollar material y contenido que conectara con los temas a ser desarrollados.

Fue vital contar con un diagnóstico del estudiante, es por ello por lo que se exploraron conocimientos previos acerca de los temas que se estudiarían, una técnica fue utilizar la lluvia de ideas, dandole un seguimiento del proceso (conceptual), todo esto se realizó en los grupos de WhatsApp.

De igual manera, otros educadores promovieron una pedagogía similar al aula invertida, solicitando exposiciones de temas, grabaciones de audio, etc. Un ejemplo exitoso fue la exposición de clase mediante video, ya que el aprendiz debe estudiar y dominar el tema para explicarlo frente a la cámara, donde puede dar muestra realmente de su aprendizaje.

Otras técnicas es trabajar en conjunto con los estudiantes con lecturas de comprensión, redacción de resúmenes, construcción de mapas conceptuales y mentales, líneas de tiempo, elaboración de carteles y trípticos, además de la exposición de temas según correspondiera al contenido, otra estrategia fue que enviaran audios con el resumen de cierto tema con sus observaciones y análisis.

Uso de las redes sociales

Los maestros mencionan que primero se realizó la planeación, donde se buscaron los libros, y contenidos pertinentes a los aprendizajes esperados. Es vital recalcar que los pedagogos dieron seguimiento al proceso de evaluación mediante redes sociales. En este respecto, los profesores resaltaron el usar la red social de WhatsApp por ser la más utilizada en la comunidad educativa. La aplicación permitió brindar un acompañamiento puntual a los educandos. Primeramente, a manera de que facilitó la organización del trabajo al posibilitar la creación de salas para cada uno de los grupos que los docentes tenían a cargo; igualmente, los educadores realizaron una atención personalizada y mantuvieron comunicación permanente con fines de asesoría y retroalimentación.

De esta manera, el trabajar con la aplicación WhatsApp fue la más aceptada por los alumnos y fácil de manejar por ellos (los jóvenes). Asimismo, la utilización de videos a modo de guía para reforzar los aprendizajes de las lecturas. Otra red de gran aporte fue el correo electrónico institucional por donde se dio el seguimiento educativo, así como la forma de evaluación.

Empleando plataformas educativas

Los educadores recurrieron al uso de plataformas educativas, tanto institucionales como externas, con la intención de brindar un seguimiento y evaluación del aprendizaje mediante cuestionarios, asignación de tareas, exámenes, entre otras actividades en línea. Aquellas que más se reportaron emplear estuvieron Classroom y Teams.

Una de las problemáticas fue el ingreso de los alumnos, ya que no todos contaban con computadoras y en otros casos tenían falta de conectividad. Otra estrategia fue exposición de los temas mediante un video que se subió a YouTube, un examen en línea en un cuestionario de las herramientas de Google, y elaboración de ejercicios por medio de fotografías o escanear.

Algunas de las estrategias adicionales implementadas fueron el uso de mensajería de WhatsApp, creando salas por grupo, grado y plantel, la plataforma Yammer que proporciona COBAES, así como también el correo electrónico de la institución y Gmail.

Otra acción emprendida fue el uso de grupos en Microsoft Teams. La ventaja es que se establece la tarea con instrumento de evaluación y los estudiantes directamente ven las áreas de oportunidad. Los grupos que se trabajaron fueron alumnos de alto rendimiento académico y eso también ayudó.

Comunicación estratégica

Los profesores pusieron en acción distintas estrategias comunicativas propagando actividades de evaluación mediante diferentes medios. No obstante, existieron alumnos con los que no fue posible establecer contacto; ante esta situación, algunos educadores decidieron comunicarse con aprendices de alto rendimiento y solicitar su apoyo, aunque establecen que era exhaustivo, pero se obtuvieron buenos rendimientos.

Aunque no contaba con todos los números celulares, solo con el 80%, entonces la comunicación se dio por medio del jefe de grupo a fin de que transmitiera los trabajos de las clases que había que trabajar de día a día, pero además me daba la tarea de copiar y pegar para cada uno de los alumnos.

Por otro lado, los docentes se apoyaron con el personal de orden, orientación, entre otros, para ubicar a los jóvenes con los que no se pudieron comunicar.

De manera oficial, se solicitaba una relación de aquellos estudiantes que no se habían reportado con la realización de actividades, pero a través del director se interactuaba con el orientador educativo para que se diera seguimiento.

Dificultades diversas de contexto

La evaluación del aprendizaje en el primer periodo de cuarentena conllevó a que se suscitaran múltiples problemas que obedecían a la gran pluralidad de la comunidad educativa. Algunas de las dificultades que se manifestaron fueron insuficientes recursos, la excesiva carga de trabajo, la falta de compromiso educativo, y la dificultad de adaptación a la modalidad a distancia.

Falta de compromiso educativo. Uno de los problemas al que hicieron frente los educadores para llevar a cabo la evaluación fue la dificultad de compromiso por parte de los educandos y padres de familia.

Una de las observaciones de los maestros es que los padres de familia no mantienen un vínculo constante con los hijos, no hay un apoyo y seguimiento de su desempeño, por lo que muchos de los adolescentes no avalan la importancia de los aprendizajes. Hay que recordar que los jóvenes están en búsqueda de su identidad, rodeados a veces de situaciones que los distraen, por eso es fundamental el acompañamiento de los progenitores.

Una problemática en cuanto al compromiso estudiantil fue en la visualización de los videos, ya que no ponían atención a la información presentada y no lograban comprender.

Excesiva carga de trabajo. La saturación de trabajo fue un aspecto que sobresalió en las respuestas, ya que durante la migración a la modalidad a distancia se perdió el horario laboral. Los educadores subrayaron que se vieron en la necesidad de estar disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana, tanto para los estudiantes como para las autoridades educativas. De igual manera, mencionan que era un agobio la entrega de formatos por doquier.

La excesiva carga administrativa que impone mandar evidencias de todo. Siendo actividad virtual, no tenemos horarios para el trabajo ni para el descanso.

Una respuesta expresada por la mayoría de los docentes es que se necesita más empatía por parte de las autoridades, pues hubo un momento donde se presentó una saturación de trabajo. Por otro lado, mencionan que es demasiado estrés estar recibiendo mensajes a todas las horas del día, tornándose en una situación incontrolable.

Por una parte, los directores jamás respetaron ni los sábados ni los domingos, ni siquiera los días festivos, y por otra, recibía mensajes y llamadas hasta en la madrugada por parte de los estudiantes. Se perdió la privacidad por completo.

Insuficientes recursos. Los maestros presentaron una gran variedad de dificultades en la evaluación de los educandos. En primer lugar, el COBAES no es la excepción del contexto de diversidad que se vive en la Educación Media Superior, en el cual, el nivel socioeconómico de muchas de las familias de los adolescentes no les permitió contar con los medios tecnológicos que les dieran acceso a las diversas plataformas de aprendizaje. En este tenor, los docentes mencionaron que los alumnos no contaban con la tecnología y recursos para poder mandar los ejercicios solicitados y realizar las actividades educativas. Asimismo, un pedagogo expresó que fue necesario crear tutoriales que explicaban como ingresar a la plataforma de Microsoft Teams y realizar la entrega de tareas, puesto que muchos adolescentes manifestaron tener dificultades o no saber cómo hacerlo.

En segundo lugar, se presentaron casos de jóvenes que viven o emigraron a zonas marginadas durante la pandemia, pero en muchas de estas localidades no se cuenta con la infraestructura tecnológica o de comunicación para conectarse internet. Aunado al problema de escasos recursos y sumado a la complejidad de algunas actividades de evaluación, muchos no contaron con las habilidades de manejo de las tecnologías.

Por otra parte, los pedagogos tuvieron que realizar el proceso de evaluación de manera muy generosa a favor de los jóvenes, ya que algunos nunca se comunicaban; argumentaron que no tenían saldo; otros estaban en un rancho donde no había señal; y existieron aquellos que se vieron en la necesidad de trabajar por los problemas económicos que trajo la pandemia.

Dificultad de adaptación a la modalidad a distancia. Se considera que el principal problema al que se enfrentaron tanto estudiantes como profesores fue el proceso de adaptación al esquema de trabajo desde casa. En primer lugar, fue muy laborioso corroborar la autoría de los trabajos realizados por los adolescentes, puesto que se tenía que revisar uno por uno, revisando que no se cometiera plagio. Un pedagogo lo comentó así:

En este caso, considero que la elaboración de tareas y subir fotografías de ellas, no es una estrategia muy exitosa. Ayuda a los que quieren copiar los trabajos de otros compañeros y presentarlos como propios, haciendo una transcripción de los mismos.

En segundo lugar, no todos los medios para enviar o recibir tareas funcionaron con los jóvenes. Esto se reflejó cuando los docentes no recibieron muchas de los trabajos asignados y programados a ser enviados por correo electrónico.

En algunos grupos los alumnos no enviaban trabajos por email, por tal razón optamos que se entregaran por WhatsApp, considero que por la familiaridad que tienen con esta aplicación es por lo que fue más usada, ya que el estudiante podía dialogar de manera rápida para cualquier duda a diferencia del correo.

Al inicio de la pandemia, con la intención de mantener un ritmo parecido al de las clases presenciales, los profesores solicitaban evidencias de acuerdo con su número de horas. Por ejemplo, si una asignatura era de tres módulos a la semana, se asignaban 3 trabajos cada 7 días. Lo anterior significa que, si los jóvenes cursaban 7 materias, las actividades de enseñanza-aprendizaje se multiplicaban por 3, dando un total de 21 entregables a realizarse en ese periodo de tiempo. Aunado a esto, las fechas de entrega eran programadas casi inmediatamente, lo cual fue la locura para los educandos y docentes. Afortunadamente, esta forma de trabajo se fue ajustando, promoviéndose el dejar de 1 a 2 tareas semanalmente.

El acumulamiento de actividades por cada asignatura, estar pendiente en las obligaciones de la casa como distractor, no contar con los medios para comunicarse, la zozobra y el temor de la pandemia.

Por otro lado, la adaptación por parte de los docentes no solo se circunscribió al área pedagógica, sino también en el énfasis de la necesidad de fortalecer sus competencias profesionales en tecnología educativa. En este sentido, un pedagogo mencionó lo siguiente:

Sería valioso que los alumnos y los maestros estemos mejor preparados, tanto físicamente en elementos tecnológicos como en conocimientos, para que una simple tarea como una captura de pantalla o tomar fotografías no sea algo que se tenga que rechazar porque no es legible.

DISCUSIONES

De acuerdo con Moreno (2016), hoy en día existen diversos conceptos, teorías, sistemas, modelos, y enfoques de evaluación, entre los que más resaltan la evaluación interactiva, evaluación alternativa, evaluación formativa y sumativa, evaluación para el aprendizaje, y evaluación participativa. Sin embargo, el enfoque estratégico identificado como resultado de esta investigación tiene la particularidad de atender a las diversas dificultades que se suscitan en contextos emergentes, apelando a múltiples estrategias enfocadas en el educando, una comunicación estratégica, así como también el uso de redes sociales y plataformas educativas.

Por otra parte, es crucial contrastar los resultados de esta investigación con aquellos estudios cuyos hallazgos se asocian con la temática de la evaluación del aprendizaje. Uno de ellos es el que realizó Fardoun et al. (2020), presentando una propuesta similar a la que se identificó en el presente. A diferencia de lo propuesto por estos investigadores, el enfoque estratégico se caracteriza por ser táctico y flexible, pero sobre todo por recurrir a una comunicación estratégica, cuando la proposición de Fardoun y sus colaboradores se determina como un modelo, lo que de algún modo es más sistemático que un enfoque en sí.

Otro ejemplo, es la investigación emprendida por Sala (2020), quien señala que en el entorno universitario algunos discentes manifestaron el haber presentado dificultades de conectividad, falta de equipamiento, y al mismo tiempo insuficiente competencia para usar la tecnología para fines educativos, igualmente denominados Tecnologías de la Información, la Comunicación, el Conocimiento y el Aprendizaje Digital (Pérez-Archundia, 2020). El estudio de la investigadora indica que los pedagogos se vieron excedidos de carga laboral por la ruptura del horario de trabajo y por la suma de las responsabilidades laborales con el cuidado del hogar e hijos. Adicionalmente, la autora da cuenta de la manera en que los maestros evaluaron con acciones que concuerdan con el enfoque estratégico, partiendo de tareas educativas para valorar y reflejar las competencias desarrolladas. El proceder de los docentes rescata detalles del sistema de evaluación integral que propone Salas, aunque también se reflejan elementos de la evaluación invisible y la evaluación pública que presenta Marilina Lipsman (2020), que se lleva a cabo mientras los estudiantes desarrollan evidencias de adquisición de conocimiento, y la segunda como aquella que externaliza los conocimientos con intenciones de acreditación y a la vez permite validarla. A diferencia de la propuesta realizada por la científica en el 2014, el enfoque estratégico contempla el uso de recursos, herramientas, y comunicación estratégica según las necesidades y posibilidades de los educandos y los educadores, en tanto que es de vital importancia considerar la situación de ambos actores.

Otro estudio que guarda estrecha relación con este trabajo empírico es el de García-Planas y Taberna (2020) llevado a cabo en la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC). La investigación está vinculada de modo muy cercano con la comunicación estratégica identificada como resultado de esta obra, puesto que los investigadores sostuvieron el haber tenido que gestionar recursos para la comunicación y administración de las actividades de los educandos, además de desarrollar directrices y tutoriales con el propósito de emplear las herramientas educativas online a través de distintas plataformas. Asimismo, la UPC optó por una interacción comunicativa que se caracterizó por ser táctica al poner al alcance de maestros y alumnos las TIC indispensables con el afán de dar seguimiento al proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluación, con el fin de preservar y garantizar la interacción entre la comunidad educativa universitaria. Desde la perspectiva de los autores, uno de los elementos que son importantes para un buen diálogo a distancia, es tener bien definida la estructura, organización, y modos de contacto entre docentes y estudiantes, donde a manera de lo posible se debe evitar la presencialidad y sincronía.

Es vital mencionar que la UPC puso en manifiesto priorizar la evaluación continua, enfocándola a mantenerse en un nivel alentador, motivante, de confianza, pero también proveyendo un diálogo entre docentes y discentes que favoreciera el desarrollo integral de los educandos, lo que está estrechamente relacionado con el enfoque que se emprendió por parte de los profesores participantes del presente estudio. Igualmente, es crucial señalar que esta investigación da alta importancia al seguimiento del proceso educativo a través de videoconferencias o videollamadas, por medio de las cuales se impartieron talleres y se brindaron tutorías, estrategia que puede tener un impacto positivo en la motivación del aprendiz.

Por otro lado, cabe destacar que el portafolio fue percibido por ser una herramienta flexible que permitió la reflexión crítica del educando. Al mismo tiempo, diversas investigaciones subrayan que esta estrategia da pauta para una evaluación formativa y progresiva en el seguimiento del aprendiz, permaneciendo como una de las formas de evaluar durante el periodo de la pandemia (García-Planas y Taberna, 2020, y Moreno-Fernández y Moreno-Crespo, 2017).

CONSIDERACIONES FINALES

La evaluación en tiempos de cuarentena conlleva a situaciones tanto pedagógicas como administrativas que son de alta complejidad, y que al mismo tiempo se anteponen por ser un reto para todos los sujetos inmersos en la educación. Por tal, es sustancial invitar a los educadores a ser conscientes de los diferentes problemas sociales que se presentan durante el confinamiento que, aunque no parecieran ser meramente educativos, se adhieren a las dificultades de muchos adolescentes con falta de recursos; la pérdida de familiares, la separación del empleo de los padres, la necesidad de buscar trabajo, la migración a otras zonas marginadas, entre otros.

Por otro lado, hay una tendencia a asumir que los educandos de hoy en día son considerados nativos digitales, lo que supone que pueden manejar con naturalidad los avances tecnológicos, respondiendo con conocimientos y habilidades exigidos por parte de los profesores. No obstante, no es un hecho que se pueda generalizar.

La nueva normalidad a la que transita el sistema educativo mexicano requiere de procesos estratégicos trazados fuera de un esquema tradicionalista. En este sentido, los resultados de esta investigación pudieran aportar contundentemente a promover una evaluación que sea inclusiva, en tanto que es necesaria para hacer frente a contextos educativos de diversidad que se distinguen por ser adversos.

REFERENCIAS

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