Modos de proceder de habitantes amuzgos de Guerrero durante la epidemia de COVID-19

Hugo Baltazar Palacios Pérez

[email protected]

Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO)

 

Ever Sánchez Osorio

[email protected]

Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ)

 

Martha Patricia Quevedo Fuentes

[email protected]

Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO)

 

Guadalupe Antúnez Nájera

[email protected]

Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO)

 

 

 

RESUMEN

La COVID-19 ha enfrentado a los pueblos del mundo ante un estado de emergencia que exige medidas extraordinarias para tratar de salir de la crisis. Los pueblos originarios enfrentan la epidemia desde una postura desventajosa, aquejados de marginación pobreza y olvido. Se estableció un diálogo mediante el estudio de los modos de conocer que caracterizan al pueblo amuzgo con el objetivo de entender como cruzan la epidemia y las posibilidades al salir de ella. Principalmente los amuzgos, proceden con sus tejidos, procurando el entendimiento mutuo, compartiendo y mostrando respeto.

 

Palabras clave: amuzgo, modos de conocer, COVID-19, afrontamiento, epidemia

 

 

 

 

Ways of proceeding of the Amuzgo inhabitants of Guerrero during the COVID-19 epidemic

 

ABSTRAC

COVID-19 has confronted the peoples of the world with a state of emergency that requires extraordinary measures to try to get out of the crisis. Native peoples face the epidemic from a disadvantageous position, suffering from marginalization, poverty and neglect. A dialogue was established through the study of the ways of knowing that characterize the Amuzgo people in order to understand how they cross the epidemic and the possibilities when they come out of it. Mainly the Amuzgos, proceed with their fabrics, seeking mutual understanding, sharing and showing respect.

Keywords: Amuzgo, ways of knowing, COVID-19, coping, epidemic

 

Artículo recibido: 25 enero 2020
Aceptado para publicación: 28 febrero2020
Correspondencia: hugobaltazar@uagro.mx
    Conflictos de Interés: Ninguna que declarar
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

El primer caso de COVID-19, en el mundo, se detectó en China, el 30 de diciembre de 2019 (Buzai, 2020). El primer caso en México se detectó el 27 de febrero de 2020 (Suárez et al., 2020). Durante el tiempo transcurrido de entonces hasta hoy, y en gran medida, debido al estado hiperconectado de la sociedad, tanto en sentido físico como en sentido de tecnologías digitales de comunicación, han tenido lugar, entre otros, dos fenómenos que resaltan por sus efectos. Por un lado, la imparable difusión del virus, que ha sido difícil de contener, llegando a casi todos los rincones del mundo. Por otro lado, la difusión de noticias e información que han inundado el medio social e individual. Ambos fenómenos, prácticamente inéditos para las actuales generaciones.

En México, la presencia del SARS-CoV-2, en coincidencia con otras epidemias, ha provocado una situación bastante compleja. Debido a las medidas de confinamiento empleadas para afrontar la emergencia sanitaria, se disminuyó el ritmo de la vida cotidiana en todos los órdenes. Las pausas en todas las actividades no esenciales, afectaron de forma importante a los diversos sistemas que integran la actividad social. Por citar tres de los frentes de batalla más sensibles, en el sistema de salud, en el sistema económico y en el sistema educativo, se hicieron evidentes rápidamente las dificultades.

Complicaciones de grandes sistemas

El contexto socieoeconómico en que ocurre la pandemia, es de primordial importancia para entender sus impactos. De acuerdo con Foladori & Wise (2020), la epidemia de la COVID-19 tiene lugar en un sistema capitalista altamente desarrollado, en el cual, tres de sus tendencias directivas son la división social del trabajo y su profundización, la cada vez más acentuada diferenciación e inequidad social y el avance de las fuerzas productivas. La presencia de cada una de estas tendencias es observable en las dificultades que enfrenta cada sistema mencionado arriba. Sin embargo, se debe reconocer que la COVID-19 es una problema global, regional, familiar y personal, que exige la respuesta unida y solidaria para tener oportunidad de remontarlo de mejor modo posible y que de cierto modo, ha diluido las relaciones sociales que antes parecían inamovibles, como el frenético ritmo de producción y consumo (Barrientos-Gutiérrez et al., 2020).

La principal preocupación, al menos en México, ha sido prevenir el colapso del sistema de salud, en el sentido de que los limitados recursos no se vean superados por un exceso de casos simultáneos que requieran hospitalización. De acuerdo con Culebro (2020), la variable fundamental a tener en consideración, ha sido la coordinación horizontal y vertical entre los diferentes niveles de influencia del sistema de salud. Dada la globalidad de la situación de emergencia, ha sido necesaria la coordinación internacional, nacional, local a incluso familiar, como niveles partícipes de la agencia de control y afrontamiento epidémico. 

 En lo educativo, se debió pasar de pronto, de un modelo de enseñanza pensado bajo el concepto de transmisión de la formación, articulado sobre la presencialidad docente-discente, del aparentemente imprescindible contacto cara-a-cara, a un estado emergente de la educación mediado por las tecnologías de la información (Cabero-Almenara, & Llorente-Cejudo, 2020). Al conjunto de profesores y estudiantes que ya trabajaban bajo un ambiente de innovación tecnológica, no les ha sido tan difícil la transición, pero no es el caso de la gran mayoría. Se ha evidenciado el atraso digital en que se encuentra el sistema educativo, afectado por una lentitud en el logro de una actualización competente.

Vida cotidiana

La vida cotidiana sido trastocada de formas que hasta hacía poco, no eran imaginables. En este tiempo se ha pasado del desconcierto por la noticia de la epidemia, al asombro y desconcierto por las medidas de afrontamiento inicial y subsecuentes ajustes. La interrelación entre la suspensión de actividades y el incremento del número de contagios y decesos. La esperanza de un tratamiento y una vacuna, la subsecuente y épica carrera científica por lograr una vacuna, los hitos en el campo, hasta el inicio de las etapas de vacunación.

En este contexto, la atención hacia los pueblos originarios, ha expresado las condiciones de rezago y exclusión que históricamente han experimentado. La comunidad originaria de los amuzgos, en la Costa Chica de Guerrero, tal como la mayoría de las comunidades originarias, son afectadas por problemas de marginación y pobreza. Esta comunidad, al igual que muchas otras, orgullosamente conservan su lengua y costumbres ancestrales. La confluencia cultural a la que se ven sujetos los pobladores de la comunidad amuzga, ha sido el medio en el cual se ha dado respuesta a la llegada de la epidemia de COVID-19.

Modos de conocer

La vida cotidiana, los actos de todos los días en las vidas de los individuos en situación, son la base de la interacción social (Parada-Rico & Zambrano-Plata, 2020). De acuerdo con López-Valadez (2015), los sistemas de convenciones prácticas, las cuales posibilitan formas de contacto diferenciales con la realidad, esto es, los modos de conocer (Ribes-Iñesta, 2013), están presentes como ejes en todas las sociedades, de forma tal que, cada sociedad se caracteriza por su particular articulación o coordinación de dichos modos (Tabla 1), es decir, por el modo en que determinadas prácticas son priorizadas y articuladas con otras. De aquí que, la identificación de los sistemas de prácticas característicos, su articulación y eventualmente, sus transiciones, permitan entender cómo se procede en ciertas épocas En una investigación previa (Palacios & Parada, 2020), se había resaltado que los modos que parecían ser más notables en la epidemia entre estudiantes de secundaria, se encontraban los modos: religioso, cotidiano (interpersonal en este trabajo), tecnológico y artístico-estético.

Tabla 1: Modos de conocer

 

Modo

Procede por

Criterio de significación

1

Ordinario

Práctica interpersonal convencional

Sentido común

2

Científico

Abstracción analítica

Confirmación o verificación empírica

3

Religioso

Interpretación de signos trascendentales

Revelación

4

Tecnológico

Concreción sintética

Producción de un resultado eficaz

5

Artístico-estético

Elaboración o reelaboración de objetos o acontecimientos singulares y originales

Recreación

6

Formal

Definiciones simbólicas respecto de objetos abstractos

Demostración

7

Ético-jurídico

Argumentación

Justo o correcto

Fuente: Elaboración propia a partir de Ribes-Iñesta (2013)

 

Este amalgamiento de sistemas de conocimientos, entre el conocimiento amuzgo y el conocimiento externo a la comunidad, es una descripción de las posibilidades y recursos de afrontamiento ante la epidemia. La cuestión que se aborda, con base en los modos de conocer, es ¿Cómo es el proceder cotidiano amuzgo en esta situación crítica derivada de la COVID-19?

Contexto

En Guerrero se reconocen 34 municipios con población indígena, 30 de ellos superan el 40% del total de la población, predominando principalmente: amuzgo, mixteco, náhuatl y tlapaneco, aproximadamente 600 mil personas. Los amuzgos habitan en Oaxaca y Guerrero, en este último se localizan en la región sureste, teniendo sus principales asentamientos en Xochistlahuaca, Zacualpan, Ometepec y Tlacoachistlahuaca. En la emergencia sanitaria y económica que hoy impera, las comunidades indígenas se encuentran entre la vida y la muerte frente al COVID 19. Esta situación desafía el sistema sanitario nacional ya que los sistemas de salud deben ser adecuados a la realidad cultural de las comunidades indígenas que viven en condiciones adversas: pobreza material, desigualdad social, falta de acceso a servicios de salud, educación, agua potable, electricidad y sistemas de comunicación que los hace vulnerables ante el contagio de la pandemia. En este sentido, el estándar sanitario no aplica para las poblaciones indígenas, debido a la heterogeneidad cultural, usos y costumbres, y diferentes perspectivas de la realidad social y situación en la que viven.

En Guerrero, los cuidados y medidas de afrontamiento, surgen desde las asambleas comunitarias: cierre de acceso a las comunidades, regulación del horario del transporte público, rescate de ojos de agua, recuperación de mangueras entubadas y la recomendación de “quédate en casa”. En el pensamiento amuzgo, la lucha por la vida, va más allá de las formas tradicionales convencionales: parte de la dinámica comunitaria y su sentipensar con la tierra, lo que lleva a algunas comunidades a realizar ritos propios con el fin de salvar sus vidas. Debido a este contraste entre la cultura mestiza y la de los pueblos originarios, en el caso particular de los amuzgos, se busca analizar las estrategias y dificultades frente a la pandemia, así como los efectos posteriores de reorganización de la vida en el contexto y cosmovisión indígena a partir de las afectaciones y cambios propiciados en esta crisis.

MÉTODOLOGIA

En el presente estudio, se parte del objetivo de explorar las estrategias y dificultades vividas en las comunidades amuzgas durante la implementación de la fase 3 por el COVID 19, así como los visualizar posibles efectos pos pandemia; a nivel regional en el entorno familiar, considerando las costumbres y tradiciones locales enmarcadas por los modos de conocer, contemplados en una transversalidad a los contextos global, nacional, regional, familiar e individual.

Participantes

Entre agosto y diciembre de 2020, se realizó una encuesta a 997 personas de la zona amuzga de la Costa Chica de Guerrero, especialmente de los municipios de Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca y Ometepec, con el objetivo de contar con información diagnóstica respecto a cómo se ha vivido el COVID-19 en la zona Amuzga. La técnica de muestreo no probabilístico, del tipo bola de nieve, partió del contacto de algunos roles clave y a partir de ahí conectar con otros actores. Fue de particular importancia la participación de una asociación civil de jóvenes de la localidad, debido a la necesidad de comunicarse en lengua amuzga, al conocimiento de la zona y al celo que guardan los pobladores para hablar con alguien de fuera de la comunidad. La encuesta se orientó a incluir principalmente a personal de salud (enfermeras, médicos, directivos de seguridad social, IMSS, ISSSTE, servicios privados de seguridad médica), promotores de la salud local (curanderos, parteras, otros), actores políticos y personas que estén vinculados a la comunidad, familiares o personas sobrevivientes.

Instrumento

Se empleó un cuestionario que incluye ítems de actividades sobre cuatro modos de conocer, el religioso, el interpersonal, el tecnológico y el artístico-estético (ver Tabla 3). Cada ítem se considera característico del modo de conocer como modo de proceder en situación.

Procedimiento

Se adecuó el instrumento empleado en Palacios & Parada (2020), de acuerdo a los modos de conocer contemplados como más factibles en el caso amuzgo. Se capacitó a los jóvenes de la asociación civil en la aplicación de la encuesta. Se realizó una estancia en la comunidad para realizar la aplicación de los cuestionarios. Se procesaron los resultados en el software Excel 2016.

ANÁLISIS DE LOS DATOS

La encuesta fue contestada por 997 personas, de los cuales fueron 272 hombres y 725 mujeres. La media de edad fue de 39 años, con un mínimo de 15 y un máximo de 90 años. Las ocupaciones con mayor número fueron ama de casa con un 38%; artesano, con un 24.7 % y campesino con un 13.7 %, (ver Tabla 2).

Tabla 2. Ocupaciones con mayor número

 

Ocupación

Número

%

Ocupación

Número

%

Albañil

11

1.1

Comerciante

46

4.6

Ama de casa

382

38.3

Docente

24

2.4

Artesano

243

24.7

Empleada Domestica

5

0.5

Campesino

137

13.7

Empleado

14

1.4

Carpintero

7

0.7

Estudiante

67

6.7

Mecánico

6

0.6

Otras

55

5.5

Fuente. Elaboración propia

 

 

Los modos de conocer, indicados por las actividades en que se desglosaron cada uno, muestran que más personas señalaron lo siguiente en los modos estudiados. Del modo artístico-estético: cocinar (694), tejer (577). Del modo interpersonal: mostrar respeto (351), dialogar o platicar (297), procurar entendimiento mutuo (217), compartir cosas (209). Del modo tecnológico: uso de WhatsApp (252), uso de internet (170+66). Del modo religioso: lecturas de textos sagrados (155) (ver Tabla 3). Los modos que concentraron más actividades fueron en ese orden, el artístico-estético, el interpersonal, el tecnológico y el religioso.

Tabla 3. Número por actividades en los modos de conocer

Actividades religiosas

Actividades interpersonales

No.

Actividades tecnológicas

Actividades artísticas-estéticas

Peregrinaciones

64

Dialogar (platicar)

297

Utilizar agenda

17

Diseñar algo

38

Limpias (visitas a yerberos, curanderos, brujos, santeros, chamanes)

20

Procurar entendimiento mutuo

217

Hacer lista de actividades y cosas

65

Bailar

24

Lecturas de textos sagrados (la biblia, el rosario)

155

Mostrar respeto

351

Planificar acciones

52

Pintar

26

Recarga de energía (visitar lugares mágicos o sagrados) (limpias espirituales)

16

Compartir cosas, ayudar

209

Uso de internet en celular para comunicarse

170

Cantar

21

Recepción de dones espirituales

10

Mostrar aceptación de los demás

64

Uso de internet a través de una computadora para comunicarse

66

Realizar esculturas

13

Yoga, meditación u otras técnicas orientales

2

Llegar a acuerdos

50

Uso de teléfono fijo

13

Tomar fotos

28

Cadenas de oración en internet o celular

4

Otra. Especifique

3

Envío de correos electrónicos

45

Cocinar

694

Contacto con ángel guardián

2

Ninguna

35

Uso de WhatsApp

252

Tejer

577

Otra

2

 

 

Otra

9

Otra

14

Ninguna

69

 

 

 

 

 

 

Totales simples

344

 

1226

 

689

 

1435

Porcentajes simples

9.3

 

33.1

 

18.65

 

38.84

Fuente. Elaboración propia

 

RESULTADOS Y COMENTARIOS

Es interesante que de las 997 personas que contestaron la encuesta, casi, tres cuartas partes fueron mujeres y una cuarta parte fueron hombres, pues de acuerdo con el INEGI (2010), la población amuzga se compone casi en la misma proporción de hombres que de mujeres.

Una posible explicación es que la ocupación de los hombres en el campesinado, los hace menos presentes durante el día en las poblaciones, junto con el hecho de que las mujeres, por su misma ocupación, tienden a estar más tiempo en casa y población, por lo cual también fueron referidas para participar en la encuesta con mayor frecuencia. Lo cual coincide con la observación de que las mujeres han llevado una mayor carga en la cuestión de afrontar las medidas de la pandemia y el cuidado de la familia.

La edad promedio fue de 39 años, 10 años arriba del promedio nacional, de 29 años, según INEGI (2020). Lo cual puede deberse a la migración por diferentes razones, entre ellas, trabajo, estudio y búsqueda de oportunidades de desarrollo, quedando en los lugares las Las ocupaciones de la Tabla 2, reflejan las condiciones económicas descritas anteriormente, sobre todo la baja calificación técnica indicativo de una actividad de consumo propio y no integrada a flujos de comercialización de productos y servicios más competitivos, sin que esto signifique más destructivos. Que, entre las ocupaciones de ama de casa, artesano y campesino, cubran más del 70 % de los entrevistados, señala un sistema económico regional que requiere diseño estratégico para incluirse en sistemas de comercialización con mejores rendimientos para los productores y artesanos.

Las actividades indicadoras de los modos de conocer listadas en la Tabla 3, muestran que los habitantes amuzgos encuestados, proceden de forma artístico-estética e interpersonal en gran medida, seguida de la forma tecnológica y en menor medida las actividades religiosas. La inclinación por el modo artístico-estético puede entenderse desde que el pueblo amuzgo es un pueblo cuya artesanía característica es el tejido y gran parte de la población femenina tiene algún vínculo con esta actividad. También, desde que la mayoría de los encuestados fueron mujeres y de que, entre los amuzgos, las mujeres se dedican a la operación del hogar, no es extraño que el porcentaje de las actividades de cocinar fuera el de mayor número.

Resulta interesante que el modo de conocer interpersonal tenga números altos en las actividades de mostrar respeto, dialogar, entendimiento mutuo y compartir cosas, ya que refuerza lo conocido de la cultura amuzga, como un pueblo de gente amable, pacífica, en íntimo contacto de respeto con la naturaleza y entre ellos mismos.

Que el modo tecnológico haya resaltado el uso de internet y de WhatsApp no es de extrañar, dadas las características tecnológicas actuales globales, más bien, es un indicador de que es posible pensar en la inclusión del pueblo amuzgo en la corriente tecnológica que está transformando el modo de relación humano-naturaleza en la actualidad e incluir, de modo muy beneficiosos, los valores amuzgos contenidos en el modo interpersonal.

Que el modo religioso haya salido tan disminuido, no es una sorpresa de acuerdo a tendencias mundiales, pero si un poco en relación a la creencia común de que los pueblos originarios siguen muy atados a los modos trascendentales de proceder e interpretar los eventos.

CONCLUSIONES

Se ha logrado tener un diálogo directo con integrantes de la población amuzga, que ha empleado una combinación de sus medios tradicionales y de los medios de la cultura circundante para hacer frente a esta epidemia de la COVID-19. Cuándo se pregunta de los modos de proceder que principalmente hacen uso en este afrontamiento, es esclarecedor que sus valores tradicionales conviven con los modernos modos tecnológicos. Es así que un pueblo que basa sus actividades en el tejido y el campesinado, que valora el respeto por el prójimo y por la naturaleza, que dialoga, que comparte y que procura el entendimiento mutuo, está cursando la pandemia en mucho con sus propias herramientas y complementariamente, con las herramientas tecnológicas adquiridas más recientemente.

De continuar con esas acciones, más allá de la COVID-19, con esas articulaciones prácticas de los modos de proceder, no sería extraño ver un nuevo florecimiento del pueblo amuzgo en los próximos años.

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