DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3854

Hablemos de violencia docente. Narrativas estudiantiles

 

Elisa Esther Chavarin Campos

Elisa.chavarin@upes.edu.mx

https://orcid.org/0000-0001-9987-4506

Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa

Culiacán, Sinaloa, México

 

RESUMEN

Describir las principales manifestaciones de violencia docente, desde la perspectiva de los y las estudiantes de licenciatura de una institución pública de educación superior fue el objetivo de la presente investigación, la cual contó con un diseño metodológico de enfoque cualitativo, corte descriptivo y con una perspectiva socioeducativa, bajo un método de estudio de caso, caso único; la técnica e instrumento se lideró por medio de una entrevista semiestructurada. De acuerdo con los hallazgos del estudio el alumnado percibe la violencia en la práctica del docente, pero desconoce las manifestaciones de violencia ejercidas por el personal docente y los efectos que ello provoca en su formación y en su persona. El estudio de esta problemática, desde las experiencias del estudiantado, amplía las posibilidades para una mejor comprensión de las relaciones que se establecen entre docente y alumno en la institución. Las ideas antes expuestas sirvieron como marco de referencia para el análisis de la violencia docente en las aulas universitarias de una institución pública de educación superior investigada en la ciudad de Culiacán, desde la perspectiva de las y los estudiantes de licenciatura. Lo cual contribuyó a develar la perspectiva y manifestaciones de violencia que ocurren en el aula universitaria.

 

Palabras clave: violencia; docente; estudiantes; aula universitaria.

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: Elisa.chavarin@upes.edu.mx

Artículo recibido 11 octubre 2022 Aceptado para publicación: 11 noviembre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

Todo el contenido de Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, publicados en este sitio están disponibles bajo Licencia Creative Commons https://revistacientifica.uamericana.edu.py/public/site/images/aduarte/cc2.png.

Cómo citar: Chavarin Campos , E. E. (2022). Hablemos de violencia docente. Narrativas estudiantiles. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar6(6), 5989-6007. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3854

 

Let's talk about teacher violence. Student narratives

ABSTRACT

The objective of this research was to describe the main manifestations of teacher violence from the perspective of the undergraduate students of a public institution of higher education, which had a methodological design of qualitative approach, descriptive cut and with a socio-educational perspective, under a case study method, single case; the technique and instrument was led by means of a semi-structured interview.

According to the findings of the study, students perceive violence in the teacher's practice, but are unaware of the manifestations of violence exercised by the teaching staff and the effects this has on their education and on themselves. The study of this problem, from the students' experiences, broadens the possibilities for a better understanding of the relationships established between teachers and students in the institution.

The above ideas served as a frame of reference for the analysis of teacher violence in the university classrooms of a public institution of higher education in the city of Culiacán, from the perspective of undergraduate students. This contributed to reveal the perspective and manifestations of violence that occur in the university classroom.

 

Keywords: violence; teacher; students; university classroom.

 


INTRODUCCIÓN

Cada día se presentan sucesos violentos que fracturan la sociedad en todos sus ámbitos, incluyendo a la familia y al sistema educativo. Las instituciones educativas son un espacio en el que se despliega, manifiestan, diversas formas de violencia escolar, una de ellas es la ejercida por el docente, la cual, sin duda, tiene efectos en los procesos educativos del estudiante.

La violencia es un fenómeno que se presenta en los espacios del mundo social, tanto públicos como privados; y, la escuela no es la excepción. La violencia en el espacio escolar se presenta mediante dinámicas de convivencia violentas en el aula y de las experiencias vividas, ya sea propias, o por las experiencias de otras personas, hechos que han permitido se naturalice y ya no sea motivo de asombro o de sorpresa, como lo expone Gómez (2005) se acepta como algo normal.

Partiendo de esta premisa, se consideró que para los fines de esta investigación, se retoma la postura de Gómez (2005) respecto al concepto de violencia, destacando que el tema de la violencia y el espacio escolar, debe servir tanto para comprender algunas dinámicas que se presentan en la escuela, así como ser una oportunidad para que se convierta en un espacio a partir del cual se generen nuevas estrategias y relaciones que atiendan esta problemática, que tiene repercusiones educativas graves.

Ahora, hablar de violencia escolar refiere a los actos que se ejercen dentro del espacio educativo, aulas, patios o pasillos. Es una problemática que ha ido adentrándose en los rincones, y desde la opinión de Gómez y Zurita (2013) la violencia escolar se deriva de la violencia social, por ende, si una institución educativa se ubica en un contexto violento, el fenómeno se verá presente en el ambiente escolar.

La naturaleza del objeto de estudio permitió partir de lo expuesto por González y Guerrero (2003). Ambos autores acotan el concepto a un universo especifico, las aulas escolares, destacando que el uso de la fuerza, poder, amenazas e imposición de autoridad son las características que definen esta problemática. La violencia escolar tiene diversas formas de clasificación, una de ellas es la ejercida por el profesorado. La violencia docente es definida como el abuso de poder y autoridad, se caracteriza por las conductas que dañan la autoestima del alumnado por medio de discursos violentos, discriminación por cuestiones de sexo, edad y condición social y académica, dañando la integridad psicológica y emocional del estudiante. 

Cabezas (2008) es el autor desde quien se retoma el concepto. Afirma que por lo general la agresión del maestro hacia el alumno suele quedar impune, y los testigos no intervienen por miedo a recibir el mismo trato. Explica que las características del maestro agresor son el intentar ejercer la autoridad de manera rigurosa, transferir sus frustraciones y problemas personales hacia sus alumnos, sentimientos de inferioridad e incapacidad por miedo a perder el control de la clase.

Después de establecer las definiciones y posturas teóricas que fundamentan la investigación, se expone la problemática del objeto de estudio. La escuela es un ámbito en el que también, se expresa la irracionalidad humana, alterando el clima, la convivencia y las relaciones mismas que se gestan en los distintos lugares escolares. Precisamente, el objeto de esta investigación es identificar, desde la mirada del estudiante, las manifestaciones de la violencia docente que ocurren en el contexto escolar, de manera específica, en las aulas universitarias de la institución pública de educación superior investigada.

De acuerdo con Furlán (2013), la violencia se ha convertido en parte de la vida cotidiana de las escuelas en México, encontrándose presente en las tradiciones, costumbres, rituales, interacciones y decisiones que en ocasiones adopta el docente; esta problemática es parte central de la cultura que se promueve y reproduce en los espacios educativos.

La violencia se ha convertido en un tema de carácter social y educativo por su incremento en los últimos años. Las manifestaciones de la misma son diversas: asesinatos, agresiones, secuestros, robos, además de trato hiriente, ofensivo, denigrante, la desacreditación y el abuso de poder. Prieto, Navarro y Pérez (2013), advierten que esto se vuelve parte de la vida cotidiana en variados espacios: familiares, sociales e institucionales y, que uno de ellos es la escuela. Se considera violencia la que se ejerce entre todos los actores educativos: estudiantes a docentes y también de docentes a alumnos. Es esta última forma de violencia escolar la que se considera cobra particular relevancia, ya que el docente, como profesional de la educación, tiene como responsabilidad promover experiencias tendientes a fomentar una cultura de paz. Asunto crucial en los procesos de formación de futuros profesionales de la educación.

La violencia en las aulas y en todo el escenario educativo, desde la perspectiva de Gallego, et al. (2016), se ha convertido en un tema emergente en los centros educativos, dejando expuesto que los medios de comunicación encuentran en la violencia escolar una temática que atrae público con sus notas cargadas de dolor y desesperanza.

No obstante, aunque suelen evidenciarse casos de violencia, en las instituciones educativas se han disimulado, encubierto y callado, tanto por docentes y directivos, los actos de violencia docente, en una suerte de pacto informal. Lo anterior ha conducido a que esta tipología forme parte de la cultura del sistema educativo; a la vez que tiende a incrementarse silenciosamente, dentro de las aulas (Gallego, Acosta, Villalobos y Giraldo, 2016).

La violencia docente, al igual que la de cualquier otro tipo, cobra diferentes manifestaciones, y, al parecer son más los esfuerzos por evadirla que por reconocerla y enfrentarla. Frente a tales prácticas, es común que la y el estudiante alce la voz y se desahogue con personas que le inspiren confianza, que denuncie las situaciones conflictivas en que se ve envuelto con algún docente que, desde su percepción, lo está violentando mediante comportamientos que lo hacen sentir vulnerable o menospreciado. 

Tales situaciones afectan al estudiante psicológicamente, de forma indirecta o directa; o bien tener impacto en su trayectoria académica, al provocar inseguridades y miedos; sobre todo cuando se presentan elementos o actitudes negativas por parte del docente, como el ignorarlo, subestimar su capacidad, burlarse de sus trabajos, descalificar sus participaciones y utilizar las evaluaciones como instrumento de castigo, amenaza o intimidación. Esas formas de violencia docente son una reproducción, al interior del aula universitaria, de la violencia aprendida o imitada sobre todo cuando el contexto social se caracteriza por una arraigada violencia cotidiana. Esta problemática se ha normalizado por el contexto que impera en la ciudad de Culiacán, universo de estudio de esta investigación. Diariamente se destapan notas periodísticas que presentan múltiples actos de violencia, asesinatos, feminicidio, violaciones, abuso sexual y problemáticas relacionadas con el narcotráfico, cultura que impera en todos los ámbitos del municipio.  Estas noticias se han tomado de manera cotidiana y se ha logrado acostumbrarse a ellas, se consideran parte del contenido diario. Su impacto no genera en la sociedad susto o sorpresa, se acepta como parte de la cultura que representa a la ciudad, sin entender que esta violencia afecta directamente en las dimensiones sociales, familiares, educativas, laborales y culturales.

La violencia docente en el nivel superior es la que cobra presencia mediática actualmente. Los medios de comunicación han divulgado, confirmado y puesto en la mesa de discusión las conductas de corte violento adoptadas por docentes: gritos, insultos, intimidación, burlas, comentarios sexistas hasta episodios de acoso y abuso sexual. Y, en años recientes, particularmente a partir de la pandemia actual, la práctica docente está en el espacio virtual. Esto porque la cátedra ha sufrido cambios y el aula se ha convertido en una sala de sesión, impartida por Meet, Zoom o Teams, lo cual, ha facilitado el identificar y evidenciar con mayor claridad la violencia docente que la y el estudiante ha venido enfrentando en silencio.

Por ende, la violencia docente ha cobrado mayor presencia mediática en los medios de comunicación, así como también, las mismas redes sociales han divulgado, confirmado y puesto en la mesa de discusión las conductas de corte violento adoptadas por docentes: gritos, insultos, intimidación, burlas, comentarios sexistas y hasta episodios de acoso. Y, fue en el marco de los 16 días de activismo contra la violencia de género, donde estudiantes de facultades de Universidades Autónomas en el Estado denunciaron mediante las redes sociales la violencia de género de la que habían sido víctimas o de la que fueron testigos; lo más destacado de la denuncia fue que en los hechos se involucraba directamente a docentes. Mediante de la dinámica denominada “tendedero” las estudiantes expusieron públicamente la situación, trascendiendo este evento a través de los medios de comunicación electrónicos e impresos locales.  

A partir de lo anterior, se realizó un diagnóstico para conocer si las y los estudiantes percibían algún signo de violencia ejercida por parte del personal docente en las aulas universitarias de la institución. Para tal efecto se aplicó una encuesta diseñada en un formulario de Google en el mes de diciembre del año 2019. Se compartió en los grupos de Whatsapp, y, de un total de 396 solamente dieron respuesta 116 estudiantes de licenciaturas de la institución pública de educación superior en cuestión.

Los resultados obtenidos muestran, efectivamente, que en las aulas universitarias de la institución investigada ocurren actos de violencia docente. Mismos, que son percibidos por los y las estudiantes como sucesos o momentos incómodos, intimidatorios, tensos y de carácter ofensivo y de burla, destacándose frases como: “Sinceramente algunos maestros durante este semestre han provocado que el ambiente en el grupo sea tenso”; lo que se considera una manifestación de violencia. Hasta este punto, se identificó que el fenómeno de la violencia en las aulas universitarias estaba presente, pero se descocía las manifestaciones ejercidas en la práctica del profesorado y las experiencias estudiantiles entorno ellas.

La importancia de abordar la problemática de la violencia docente se enmarca en la idea de que evadir la existencia de la violencia en el aula conlleva a seguir reproduciendo conductas violentas, a normalizar conductas que quedan en el anonimato y el silencio del alumnado, pero que actualmente tienden a denunciarse.

La institución pública de educación superior que fue el escenario de esta investigación, se caracteriza por ser especializada en la formación de profesionales de la educación; en razón de esto, se convierte en un espacio clave para el abordaje de la temática, dado que el desconocimiento de las formas como se manifiesta esta problemática y por ende su desatención, implica formar a los futuros formadores en la cultura de la violencia docente como algo natural e inherente a la profesión. Esto, es, al incumplimiento del fomento de una cultura de la no violencia, encomienda social de la escuela.

Investigar el ejercicio de violencia docente en el aula universitaria, desde la perspectiva del estudiante, permite visibilizar una problemática que se oculta, tanto en la sociedad como en la escuela, que se considera normal, y se ignoran los efectos que generan en la formación del alumnado. Es decir, no es vista como una problemática, misma que debe conocerse, denunciarse y atenderse. La institución pública de educación superior seleccionada no se encuentra exenta de esta problemática. A su interior, la reflexión acerca de la violencia escolar, y especialmente es incipiente y carece de información que documente los tipos y manifestaciones de violencia ejercidas por el docente y sus las consecuencias en los procesos educativos. Por las razones antes anotadas, es que se realizó esta investigación, para contribuir a la construcción de entornos educativos sanos y sin violencia; así como, para aportar, al campo del conocimiento de la violencia escolar y violencia docente, a partir de generar conocimiento empírico.

El marco teórico se realizó con base en el análisis de las diferentes propuestas conceptuales y teóricas de autores como Gómez (2005), Galtung (1990, 1996), González y Guerrero (2003), Bandura (1973, 1984), Furlán, Spitzer (2013), entre otros, para identificar la postura teórica más adecuada para sustentar esta investigación. 

La exposición se organiza bajo seis categorías donde se presentan los conceptos, teorías y posturas de análisis referentes al tema de violencia, de manera general y, de la violencia escolar, en particular; esto con la finalidad de precisar el objeto de esta investigación: la violencia docente. Dichos apartados se mencionan a continuación:  

Conceptualización de la violencia; teorías acerca de la violencia; tipos y clasificación de la violencia; violencia escolar; violencia docente; tipos y manifestaciones de violencia en la práctica docente; la violencia del docente hacia el alumnado en las instituciones de educación superior; la violencia de género en las instituciones de Educación Superior y la violencia simbólica y poder en el aula universitaria.

El análisis de los diferentes autores (Míguez (2012), Castañeda (2019), Álvarez-García et al. (2011), Valdivieso (2009), Galtung (1996), Carmona (1999), Gómez (2005), González y Guerrero (2003), permitió identificar que el concepto de violencia tiene una gama de significados; sin embargo, coinciden en que la definición parte de las experiencias vividas, ya sea propias, o de las experiencias de otras personas, es quizá una de las razones de las diferencias en el concepto de violencia.

Por ende, para los fines de este estudio, se recupera la conceptualización de Gómez (2005) respecto al concepto de violencia porque relaciona el concepto con los sujetos y el espacio escolar; presenta una oportunidad para convertirla en un espacio en el que se generen nuevas estrategias y relaciones que atiendan esta problemática, que tiene repercusiones educativas graves. Además, que brinda un acercamiento a lo que se conoce como naturalización de la violencia en las aulas educativas, al plantear que esta problemática ha dejado de ser motivo de asombro, menos aún de sorpresa y se acepta como algo “normal”, no sólo se promueve, sino que también se perpetúa en el espacio educativo.

Para este estudio, la violencia es un concepto global y complejo y se refiere a: cualquier acto de comisión u omisión y cualquier condición que resulte de dichos actos, que prive a los sujetos de igualdad de derechos y libertades e interfiera con su máximo desarrollo y libertad de elegir.

Para trabajar los tipos de la violencia docente se retomó a Sanmartín (2007), porque atiende aspectos esenciales: la forma en que se despliega (acción u omisión), la víctima a la que se dirige el estudio y el escenario o contexto en que se ubica, que en este caso es el aula universitaria. También, clasifica al tipo de agresor, lo que permite identificar los tipos y manifestaciones de violencia docente, las cuales se rescatarán al analizar la percepción de los estudiantes.

A partir de la teoría del aprendizaje de Bandura (1973) se asume que, si la violencia es percibida como un factor determinante para el éxito, ésta se volverá a implementar como práctica cotidiana para lograr lo deseado. Esto es, la violencia no es algo natural, sino que es la misma cultura quien la impone como estrategia en los diversos espacios. Situación que no está alejada de la realidad educativa, y se ha normalizado con el paso del tiempo en el contexto donde se desarrolla la investigación.

A lo que refiere la violencia escolar, en este estudio se define a partir de las aportaciones de Bordieu (1995) para quién la escuela es un reflejo de la realidad social y la violencia simbólica, es la acción pedagógica que impone significaciones y las impone como legítimas. Se parte de que todo lo que rodea al ser humano es un reflejo, una construcción de las interacciones entre los sujetos y, por lo tanto, las realidades se pueden transformar, incluyendo la violencia escolar. Lo que permite ubicar que sigue estando presente el contexto, y si dicho contexto se encuentra impregnado de tintes de violencia, la conducta de sus habitantes en punto de su vida será violento, y esto se verá reflejado en todos los ámbitos, pero sobre todo en el ámbito escolar.

De acuerdo con Cabezas (2008), la violencia docente hace referencia a actos de autoritarismo y sometimiento por parte del docente, quien las justifica como estrategias de control de la clase, cuando en realidad busca imponer contenidos y saberes, como mecanismo para evitar que los estudiantes pongan en cuestionamiento su autoridad. Gómez (2005), complementa profundiza un poco más en el estudio del concepto, advirtiendo el impacto en el alumnado, ya que, el docente cuenta con un discurso para justificar los actos antes mencionados, aunque con dichas acciones se dañe la integridad física, psicológica y emocional del estudiante, dado que esto le permite hacer sentir superioridad y aumentarla. 

Entonces, la violencia docente se caracteriza por los actos y/o comportamientos implementados por el profesorado hacia el estudiantado, donde se reproducen agresiones verbales y situaciones de abuso de poder, dejando de lado el sentir del estudiante por ser víctima de dichos episodios.

Los estudios relacionados con el objeto de estudio se identificaron a partir de una búsqueda en revistas y libros digitales e impresos, en bibliotecas electrónicas de instituciones educativas nacionales e internacionales y, en el estado del conocimiento del COMIE (2013) coordinado por A. Furlán.  Se identificó, que en el ámbito internacional las investigaciones centradas en el análisis de la violencia docente en los espacios universitarios son recientes, de los años 2016 (Gallego, Acosta, Villalobos, López y Giraldo) y 2018 (Hernández y Prieto); ambas presentan las experiencias relatadas por las y los estudiantes y permiten detectar los tipos y manifestaciones de violencia desarrolladas en la práctica del docente.    

En el plano nacional, las investigaciones de Gómez (2005), Violencia e institución educativa, a Gómez y Zurita (2013),  Sánchez (2005); el trabajo de Cervantes, Sánchez y Villalobos (2013), así como el trabajo de Prieto en coordinación con Carrillo, Pérez y Castellano (2013), aportaron aspectos de fundamentación y datos estadísticos necesarios para la selección y delimitación del objeto de estudio así como el estudio de Cervantes, Sánchez y Villalobos (2013), Carrillo (2015) y la de Tlalolin (2017). Los hallazgos y conclusiones de cada una de las investigaciones permitieron identificar la necesidad de desarrollar estudios enfocados a analizar el rol del docente en esta problemática, fundamento que sirvió para la redacción de la justificación y delimitación del objeto de estudio de este trabajo; Además de identificar que son escasas las investigaciones que abordan específicamente la temática de la violencia docente en las aulas universitarias.

Acerca de los sujetos y contexto donde se desarrolló la investigación, se destaca la participación de 10 estudiantes de los cuales 9 eran mujeres y uno era hombre, de la licenciatura que presentó mayor número de respuestas (57), que indicaron haber experimentado o presenciado algún hecho de violencia docente, siendo estos estudiantes del tercer semestre. Cabe mencionar que el hecho del dato predominantemente femenino se debe a que el 95% de estudiantes en esa licenciatura son mujeres.

El escenario que representó el referente empírico de esta investigación corresponde a una de las unidades académicas que estructuran una institución pública de educación superior, que atiende a un promedio anual de 5 mil estudiantes.

Ahora bien, dos elementos más que configuraron esta investigación fueron los supuestos y objetivos de investigación, los cuales estuvieron enfocados a la descripción de las narrativas y manifestaciones de violencia. El supuesto que orientó el proceso de investigación fue el siguiente: Las manifestaciones de violencia docente en las aulas universitarias son percibidas por el alumnado desde diversas perspectivas, esto depende de factores como la edad, el sexo y las experiencias previas de quienes presencian este tipo de acontecimientos. Estas manifestaciones se expresan en forma de burlas, chistes, comentarios inapropiados y sarcásticos.

El objetivo general que orientó la elaboración de esta tesis fue el siguiente: Describir las principales manifestaciones de violencia docente, desde la perspectiva de los y las estudiantes de licenciatura de una institución pública de educación superior.

A la vez que se buscó el logro de los siguientes objetivos específicos: 1. Conocer la perspectiva del estudiante de la licenciatura, relacionada con la violencia docente desarrollada en una institución pública de educación superior. 2. Identificar los tipos de violencia que ejerce el docente desde la perspectiva del alumnado en las aulas universitarias de una institución pública de educación superior. 3. Analizar las características de la violencia que ejerce el docente desde la perspectiva del estudiantado.

METODOLOGÍA

En la exploración de la perspectiva del estudiante sobre la violencia docente en las aulas universitarias se utilizó un diseño metodológico de carácter cualitativo, buscando que permitiera tanto lograr los objetivos previstos como dar respuesta a las preguntas de la investigación planteada. Es decir, se eligió el paradigma cualitativo considerando que el propósito de esta investigación era describir aquellos eventos signados por la violencia, a cargo de los docentes, que caracterizan su interacción con las y los estudiantes.

Fue bajo un corte descriptivo, y el método de investigación se diseñó bajo los fundamentos del estudio de caso único, modalidad situacional, debido a que se centró en el estudio de una problemática desde la perspectiva de los estudiantes, lo que permitió describir, interpretar y categorizar, sus vivencias en el aula universitaria, al momento de la interacción con los docentes, particularmente, en aquellas situaciones que refieren a actos de violencia.

En este trabajo de investigación se utilizó un cuestionario para efectos de diagnóstico de la problemática con la finalidad de identificar si en las aulas se presentaban actos de violencia por parte del personal docente; y para conocer la perspectiva de los estudiantes de licenciatura sobre las principales manifestaciones de violencia docente, sus tipos y características, se aplicó la entrevista semiestructurada, la cual permitió el logro de los objetivos investigativos, que se expresan en el apartado de resultados de este trabajo.

El diseño de la entrevista semiestructurada se realizó con base en las aportaciones de Martínez (2006), Kvale (2008) y Álvarez (2014); por lo que, de manera general, el guion buscó contextualizar a los entrevistados y desplegó a su vez una organización temática de la entrevista, teniendo como referencia a las preguntas formuladas en esta investigación; el contenido implicó además una aclaración teórica del tema investigado.

Con base en lo anterior, el diseño de la entrevista semiestructurada que fue utilizada en este trabajo de investigación, para obtener la información, se formuló contemplando dos grandes apartados, quedando organizados de la siguiente manera:

1.      Preguntas de entrada sobre el estudiante. Este primer apartado representó un momento para establecer el rapport y a su vez obtener información sobre el participante.

2.      Apertura del diálogo sobre el tema. Este segundo apartado de la entrevista contiene cinco preguntas enfocadas a la apertura del diálogo sobre el tema específico de esta investigación.

El criterio asumido para la selección del estudiantado participante fue el cuestionario de diagnóstico, el cual pedía comentarios al final de este. De ahí que se seleccionó a quienes pidieron que se diera seguimiento a la información que se aportaba en ese momento. De esta manera se eligió a 6 de los participantes, mientras que 4 fueron recomendados por los primeros. Resultó significativo el dato que refiere a la distribución de los participantes, de los cuales 8 resultaron tener experiencias como víctimas mientras que 2 participaron en calidad de espectadores; todos ellos, estudiantes del tercer semestre de una licenciatura.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados de investigación que atienden y describen este punto de partida se basan en la interrogante ¿Cuáles son las principales manifestaciones de violencia docente, desde la perspectiva de los y las estudiantes de licenciatura de una institución pública de educación superior? Se describen las principales manifestaciones de violencia docente en el aula universitaria, esto desde la perspectiva y/o narrativa del estudiante de licenciatura, y el cómo esto le hizo sentir al respecto. A este apartado se le denominó “Manifestaciones de la violencia docente desde la narrativa del estudiantado”. Esto se obtuvo a partir de la codificación y un ejercicio de categorización de las 10 entrevistas semiestructuradas, las cuáles se realizaron de forma virtual mediante Google Meet. Cabe señalar que dichas entrevistas estuvieron dirigidas a estudiantes de licenciatura de una institución pública de educación superior de la ciudad de Culiacán.

Ahora bien, se expone la descripción de la información referida a las manifestaciones de la violencia docente y la perspectiva en relación con esto de las y los estudiantes de la licenciatura. Para lograrlo, primeramente, se prestó atención a las percepciones del estudiantado entrevistado, siendo esto, el parteaguas que permitió iniciar con la descripción de estas manifestaciones.

La finalidad de este rubro es dar respuesta a las preguntas temáticas ¿Cuáles son las principales manifestaciones de violencia docente, desde la perspectiva de los y las estudiantes de licenciatura de una institución pública de educación superior? Y, ¿Cuál es la perspectiva del estudiante de la licenciatura, relacionada con la violencia docente desarrollada en una institución pública de educación superior? Estas interrogantes enfocaron una parte del problema de investigación: desde la perspectiva del alumnado, los profesores y profesoras realizan prácticas violentas; comentarios ofensivos y burla acerca del aspecto físico, así como actitudes arrogantes y de autoritarismo.

Respecto a la categoría de manifestaciones de la violencia docente, la mayoría del alumnado entrevistado describieron diferentes manifestaciones de violencia ejercida por parte del docente; un aspecto interesante es que en las narrativas se repite un patrón de conducta enmarcada en la violencia de género.

Las manifestaciones se representan mediante comentarios, que, desde la perspectiva de las estudiantes entrevistadas, son sarcásticos y considerados machistas, ya que en los comentarios va implícito un mensaje de menosprecio hacia las mujeres, desvalorando su conocimiento y genera en ellas sentimientos de incomodidad, ofensa y malestar. Las mismas estudiantes y el estudiante de cierta manera naturalizan el comportamiento del maestro. El docente trata de justificar que sus comentarios son sarcasmo, pero estos comentarios sarcásticos son manifestaciones de violencia de género.

Estudiante 01:

Me ha tocado que estudiantes de otros grupos, a quienes también les da clases este mismo maestro, expresan que no se sienten cómodas con sus comentarios, pero con el paso del tiempo, pues, se acostumbran a su manera de ser. La primera vez que nos dio clase, y que yo no estaba acostumbrada a su forma de ser, me dio un poquito de incomodidad el pensar que estaría con él todo el semestre, no puedo decir que miedo.

Estudiante 02:

Por lo general este maestro siempre saca comentarios que los quiere relacionar con el tema, pero no van del todo, son más de cuestiones personales. Considero que el maestro provoca, ya que somos puras mujeres…. Ataca con comentarios para provocar el enojo con las estudiantes. Y siento que, con la naturalización de las ideas del patriarcado, se nos ha enseñado que la enemiga de una mujer es otra mujer, y puede que esto es lo que busca el profe al provocar a las alumnas con esos comentarios.

Estudiante 04:

En otra ocasión, estábamos esperando en la mañana a que entraran más compañeros a la sesión, en este lapso de tiempo el maestro empezó a preguntarnos por nuestro peso a las alumnas, cosa que se me hizo rara. Además, no recuerdo si fue ese día u otro, el maestro hizo un comentario referente a la foto de perfil de una compañera.

Estudiante 07:

Había un maestro que discriminaba mucho a las mujeres, entonces, si era como que nos ofendía demasiado, como grupo. Él decía que las mujeres eran para estar en casa, que no servían para nada y así pues, o sea discriminaba mucho el hecho de que una era mujer.

Una interpretación de la respuesta anterior, lleva a identificar que estas acciones, son comportamientos que se han ido normalizando en la sociedad, y también en las aulas, además de considerar que, el mismo maestro se sienta con el derecho de preguntar por el peso o fotos de perfil de las estudiantes, advierte un comportamiento agresivo y no deseado. Por otro lado, tal como se refleja en las experiencias narradas por las estudiantes y el estudiante, el efecto que genera este tipo de manifestaciones de violencia por parte del docente, son una mezcla de emociones y sentimientos, los cuales van desde sentirse violentadas indirectamente por los comentarios sarcásticos, burlas del aspecto físico de sus compañeras, hasta sentirse incómodas y ofendidas.

Estudiante 06:

En la primera ocasión que hubo una experiencia desagradable fue cuando recién entramos, fue en la primera sesión, un maestro dijo que prendiéramos las cámaras, entonces él dijo esa frase: “No importa si están feas, si están granientas, estén güeras, estén morenas, estén prietas, tengan el cabello teñido de lila, azul, deben de salir a como estén”. Yo me quedé, así como de... ¿Por qué dijo eso?, entonces yo le dije “usted como maestro debe de respetar porque hay muchas niñas que tienen problemas de autoestima, problema de inseguridad y que él dijera eso, generó que varias niñas se sintieron cohibidas y hasta se salieran de la sesión a causa de esas expresiones. Y sí provocó un impacto, pues muchas niñas ya no se conectaron porque se sintieron ofendidas por lo que el maestro les había dicho, y la verdad yo no lo tomé personal, pero se me hizo una falta de respeto por parte del maestro, se supone que debería de poner el ejemplo.

Estas manifestaciones de violencia verbal se enmarcan dentro de la de violencia de género y se fundamentan en características de comportamiento sarcástico con tinte machista, partiendo de la premisa de que las manifestaciones de violencia de género se caracterizan por agresiones verbales, emocionales y con comentarios que denigran, ofenden e incomodan a las mujeres.

Una situación importante de destacar es que, el alumnado puede llegar a mostrar cierta conformidad ante las manifestaciones de violencia que ejercen los docentes, señalando entre líneas que puede que al inicio se muestren inconformes, y lo comenten con el maestro, sin embargo, terminaron viéndolo como algo dentro de lo “normal”, puesto que vieron que no podían hacer cambiar las prácticas y discurso del maestro.

Entonces, al concluir el análisis de las manifestaciones de violencia que demandó el objetivo general de esta investigación, se encontró que las principales manifestaciones de violencia docente fueron de carácter verbal, de intimidación, de ejercicio de poder y autoritarismo, marcadas y disfrazadas en las siguientes acciones: 

Aspectos de carácter verbal:  Burlas y chistes acerca del aspecto físico de estudiantes; Comentarios sexistas y sarcásticos; Discursos marcando estereotipos de género; Mensajes que se enmarcan en el acoso sexual.

Aspectos de intimidación, poder y autoritarismo:  Gestos de desaprobación; Mensajes de intimidación; Ejecutan ejercicios de poder ante el estudiante; Abuso de poder en las sesiones de clases; Conductas de arrogancia y superioridad por parte del docente.

Aspectos de maltrato emocional: Discursos que provocan llanto y sentimientos de menosprecio en las estudiantes; Estrés y desmotivación por comentarios negativos acerca de su desempeño; Sentimientos de inferioridad.

Lo anterior coincide con la parte final del supuesto general, donde se expresa que: “Estas manifestaciones se expresan en forma de burlas, chistes, comentarios inapropiados y sarcásticos”, quedando en claro que los aspectos verbales son una constante a la hora de identificar las expresiones de violencia docente.

García (2007) confirma que cuando se presentan estas manifestaciones dentro del aula, el docente se convierte en la figura antagónica y las manifestaciones de violencia se convierten en el contexto de la interacción en la relación docente-estudiante, pasando así, de acciones a entornos, los cuales tienen como atmósfera la violencia, y quien la propicia, está empeñado con sus manifestaciones a continuar con este entorno.

Las manifestaciones de violencia que puede ejercer el maestro van desde el ignorar las necesidades del alumno, subestimar su capacidad, asignar tareas excesivas o muy complejas para la capacidad cognitiva del alumno, descalificar sus opiniones en público, la comparación con otros compañeros, el uso de la calificación como instrumento de control y poder, castigos, amenazas e intimidación, el trato desigual y humillante, el uso de sobrenombres y el acoso sexual (Cervantes, et al., 2013).

Las consecuencias de esa violencia pueden derivar en el ausentismo o deserción del alumno, al bajo desempeño escolar, desmotivación y baja autoestima. Dentro de los hallazgos identificados durante el desarrollo de las entrevistas semiestructuradas, las estudiantes señalan que el presenciar esas acciones las hicieron sentir disgustadas, molestas y ofendidas, al punto de considerarlas machistas y fuera de lugar.

CONCLUSIONES

La violencia docente es una problemática, que, dentro de la institución pública de educación superior seleccionada, no se ha investigado y, por tanto, no se tiene documentada. Esto quedó a la luz gracias a las voces del alumnado participante en esta investigación, quienes develaron sus experiencias con relación al tema, en ocasiones siendo protagonistas o como testigos. Esta problemática se refleja mediante la práctica y discurso del personal docente y su escenario es el aula escolar.

En un primer momento se partió de la tesis que las manifestaciones vividas y observadas por el estudiante referente a la violencia docente en las aulas universitarias difieren en relación con la edad, el sexo y las experiencias previas. Estas manifestaciones de violencia docentes son ejercidas por medio de burlas, chistes, comentarios inapropiados y sarcásticos, así como a formas de comportamiento; y al cierre de esta investigación, analizando las experiencias narradas por las y los estudiantes, se detectó lo siguiente:

Las principales manifestaciones de violencia docente, desde la perspectiva del alumnado entrevistado, de licenciatura, varían según su experiencia, semestre y tiempo de formación; la edad del estudiantado no fue una variable representativa, no en la misma medida que el número de semestres que el alumno ha cursado y el sexo, las cuales sí lo fueron.

Las manifestaciones de violencia van desde aspectos de carácter verbal hasta la intimidación, poder y autoritarismo, así como maltrato emocional, situación que se considera interesante, ya que dentro del marco teórico se retoman como manifestaciones destacadas, las formas de intimidación del docente, abuso de autoridad y emocional, así como el autoritarismo.

Otra de las principales manifestaciones de violencia docente se enmarca en la violencia simbólica, ya que a través de las narrativas de las estudiantes advierten su presencia en el aula, de manera constante y, al parecer, invisible para los ojos de las y los docentes que se mantienen al margen, lo que ha provocado que ellas naturalicen ese tipo de comportamiento por parte del profesor. Lo anterior es evidencia de que la violencia de género es el tipo que predomina en las prácticas del docente, lo que da respuesta al supuesto descrito al inicio. Además, la perspectiva recuperada en la narrativa del alumnado entrevistado deja en claro que la naturalización de la violencia se da por el contexto sociocultural de la Universidad. Las experiencias recuperadas sugieren que es importante ir informando a las y los estudiantes sobre estos temas para que sean conscientes de ello y poco a poco disminuya esta naturalización de discursos sexistas.

LISTA DE REFERENCIAS

Álvarez-García D.; Rodríguez, C.; Álvarez L.; & Dobarro, A. (2011). Violencia a través de las tecnologías de la información y la comunicación en estudiantes de secundaria. Anales de psicología, 27(1) 221-231. ISSN: 0212-9728.

Bandura, A. (1973). Aggression: A social learning analysis. Englewood Ciffs, NJ: Prentice-Hall.

Bourdieu, P. (1995). La Reproducción, Elementos para una teoría del sistema de enseñanza. Madrid: Editorial Popular.

Cabezas, C. (2008). El acoso del profesor hacia el alumno. Madrid: CERSA.

Carmona, M. (1999) Violencia y sociedad. Adolescencia y Salud, 1 (1), 14-17.

Carrillo, R. (2015). Violencia en las universidades públicas. El caso de la Universidad Autónoma Metropolitana, Ciudad de México.

Castañeda, G. (2019). Configuración del maltrato en la relación profesor-estudiante. (Tesis doctoral) Universidad Distrital, Francisco José Caldas, Bogotá, Colombia.

Cervantes, M.; Sánchez, C.; Villalobos, M. (2013). Percepción de la violencia del docente hacia el alumno en Instituciones de Educación Superior. Presentación, 1er Congreso Internacional de Investigación Educativa RIE-UANL, Monterrey, México.

Furlan, A; & Spitzer, T. (2013). Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas: 2002-2011. México: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior: Consejo Mexicano de Investigación Educativa.

Galtung, J. (1990). “Cultural Violence”, en Journal of Peace Research. Journal of Peace Research, n. 3 (27), pp. 291-305.

Gallego, L.; Acosta, J.; Villalobos, Y; & Giraldo, A. (2016). Violencia del docente en el aula de clase. Revista de Investigación UCM, 16 (28), pp. 116-125.

Gómez, A. (2005). Violencia e institución educativa. Revista Mexicana de Investigación Educativa, sección temática “Problemas de indisciplina y violencia en la escuela”, 26 (X), pp.693-718. México, D.F.

Gómez, A.; Zurita, Ú. (2013). Capítulo 4. El estudio de la violencia escolar, orígenes y tendencias. En A. Furlan y T. C. Spitzer (Coords.), Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas (pp.183-222). México: ANUIES/COMIE.

González, E.; Guerrero, M. (2003). Investigaciones sobre violencia en el ámbito escolar. La investigación Educativa en México 1992-2002: Acciones, actores y prácticas educativa (2), pp. 289-297, México.

Míguez, D. (2012). “Cavilaciones epistemológicas sobre el estudio de la violencia en las escuelas. Elías y el equilibrio entre nominalismo y positivismo”. En Furlan, Alfredo (coord.) Reflexiones sobre la violencia en las escuelas. Editorial Siglo XXI. México.

Prieto, M.; Carrillo, J.; Pérez, R.; & Castellanos, J. (2013). La violencia del profesor contra el alumno: de lo que se habla poco y se investiga menos. Un estudio de caso. Entre violencias y convivencias: Diversas miradas a Iberoamérica, ISBN 9786079147570, pp. 87-98.

Sánchez, J. (2013). Violencia y segregación en el aula universitaria: práctica y ejercicio de la formación docente. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, No. 10, Campeche, México.

Sanmartín, J. (2007): ¿Qué es violencia? Una aproximación al concepto y a la clasificación de la violencia, Daímon, 42, 9-21.

Tlalolin, B. (2017). ¿Violencia o violencias en la universidad pública? Una aproximación desde una perspectiva sistémica. El Cotidiano, (206), 39-50. ISSN: 0186-1840.

Valdivieso, P. (2009). Violencia escolar y relaciones intergrupales. Sus prácticas y significados en las escuelas secundarias públicas de la comuna de Peñalolen en Santiago de Chile. Tesis doctoral. Universidad de Granada, España.