DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3872

Resiliencia como predictora de conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021

 

Santos Eladio Rodríguez Moreno

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-7455-563X

Universidad César Vallejo

Trujillo - Perú

 

RESUMEN

El estudio tiene como objetivo determinar el grado de predicción de la resiliencia sobre la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021; es una investigación de tipo básica, con enfoque cuantitativo y diseño no experimental transeccional, correlacional explicativo. La muestra fue probabilística, conformada por 169 estudiantes. Se aplicó dos instrumentos, una escala de resiliencia y un cuestionario de conductas disociales. Las correlaciones se realizaron mediante Spearman y la regresión lineal simple con base en la prueba ANOVA para responder a los objetivos y confirmar la predicción. Los resultados evidencian un Rho = -0.866, con nivel de significancia menor al 1% (p < 0.01), la cual indica que la resiliencia se relaciona de manera inversa y altamente significativa con las conductas disociales. Asimismo, se mostró que el coeficiente de determinación de R2 es 0.76, lo cual significa que la resiliencia explica el 76% de las conductas disociales, y el 24% restante es explicado por otros factores. Finalmente, se determinó que las dimensiones de la resiliencia, cada una, se relaciona de manera inversa y altamente significativa con las conductas disociales.

 

Palabras clave:  resiliencia; conducta; disocial; estudiantes.

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido 15 setiembre 2022 Aceptado para publicación: 15 octubre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

Todo el contenido de Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, publicados en este sitio están disponibles bajo Licencia Creative Commons https://revistacientifica.uamericana.edu.py/public/site/images/aduarte/cc2.png.

Cómo citar: Rodríguez Moreno, S. E. (2022). Resiliencia como predictora de conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 6250-6269. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3872

 

Resilience as a predictor of dissocial behavior in high school students from Huamachuco, 2021

 

ABSTRACT

The objective of the study is to determine the degree of prediction of resilience on dissocial behavior in secondary school students from Huamachuco, 2021; It is a basic type research, with a quantitative approach and a non-experimental, transectional, correlational explanatory design. The sample was probabilistic, made up of 169 students. There were two instruments applied, a resilience scale and a dissocial behavior questionnaire. Correlations were performed using Spearman and simple linear regression based on the ANOVA test to respond to the objectives and confirm the prediction. The results show a Rho = -0.866, with a significance level of less than 1% (p <0.01), which indicates that resilience is inversely and highly significantly related to dissocial behaviors. Likewise, it was shown that the coefficient of determination of R2 is 0.76, which means that resilience explains 76% of dissocial behaviors, and the remaining 24% is explained by other factors. Finally, it was determined that the dimensions of resilience, each one, are inversely and highly significantly related to dissocial behaviors.

 

Keywords: resilience; behavior; dissocial; students

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

En los últimos años la resiliencia cobra cada vez mayor presencia en el mundo entero, se estudia dentro de las disciplinas sociales y humanas, las áreas médicas y la educación para gestar una mejor calidad de vida (Páez, 2020). Es un concepto muy utilizado y difundido desde el contexto de la psicología positiva y respaldado por numerosas aportaciones, modelos teóricos o como constructo (Cortés et al., 2021). Se viene indagando de manera rigurosa las implicancias de este paradigma el cual involucra capacidades de la persona para afrontar, superar, transformar lo ordinario y generar vida a pesar de las adversidades (Forés y Grané, 2019). En el ámbito socioeducativo encontramos un terreno fecundo y poco explorado, es esencial el rol de la resiliencia en la persona, para generar factores protectores, a su vez paliar las situaciones de riesgo que causan dificultades en la salud mental.

La salud mental es un elemento indispensable para el bienestar psicosocial y emocional. La OMS (2020) estimó que en el mundo hay un porcentaje considerable (20%) de adolescentes que padecen de trastornos mentales y muchos de estos casos no son detectados, menos tratados. En respuesta a este panorama, la resiliencia es posible porque se da un ambiente social, donde el individuo está en constante interacción con su contexto, en el cual se desarrollan procesos de transformación colectiva (Cortés et al., 2021). Desde la perspectiva social se puede decir, que los contextos escolares, familiares y comunidad, son vitales para promover resiliencia. Marín et al. (2019) refieren que la familia representa un soporte protector influyente en la formación de valores y normas. La OMS (2020) indica que la adolescencia es un ciclo único y formativo, comprendida desde 10 a 19 años; es una etapa de diversos cambios físicos, sociales y emocionales; en el que se exponen a dificultades como el abuso o la violencia, haciendo de los adolescentes sujetos vulnerables y proclives a problemas de salud mental. ISEP (2019) refiere que, en esta etapa de cambios, el adolescente defiende y buscar su identidad contra los límites, las normas, la sensación de contrariar al adulto, como una manera de manifestarse y colocarse en su sitio, llevando estos comportamientos a situaciones conflictivas y delicadas. En ciertos casos, al adolescente se ha estigmatizado tanto, obteniendo respuestas inmediatas, como: rebeldía, drogas, hormonas, conflictos, distanciamiento, emociones intensas, desobediencia, etc.

Esta investigación se centra en el ámbito socioeducativo y obedece a la diversidad de conductas repetidas en estudiantes de educación secundaria, las cuales comprometen el normal desarrollo biopsicosocial, repercutiendo en la vida presente o futura; esto lleva a poner de manifiesto, la necesidad de identificar aquellos factores de riesgo influyentes en tales conductas. En la institución educativa en la cual se realizó este estudio, los casos registrados son derivados al área tutorial para asumir compromisos reparadores. En efecto, el proceso resiliente permite la superación de las adversidades cotidianas, a la vez, potencia las fortalezas o recursos personales (Ortega y Mijares, 2018).

El problema propuesto tiene muchas causas, en el contexto escolar es muy importante desarrollar la resiliencia para mitigar problemáticas diversas, sobre todo en estudiantes de educación secundaria que muestran desregulación emocional, trasgresión de normas; consumo de drogas; relaciones sexuales tempranas, entre otras.

Según Vanistendael (2018), la resiliencia es “la capacidad humana para crecer ante las dificultades y desarrollarse positivamente en cualquier contexto” (p.25). Como recurso, la resiliencia ayuda a las personas a afrontar las adversidades de la vida diaria (Eilersten et al., 2016). Otros resaltan el interactuar permanente de la persona con su entorno para desarrollarse socialmente. Vanistendael (2018), señala que “la resiliencia en un proceso constructivo en la cual las personas interactúan con su entorno y con personas significativas en todo el ciclo de vida” (p.31). Desde otra perspectiva, Kotliarenco (2014), considera como un “proceso de interacción dinámica sociocultural que conlleva a optimizar mejor los recursos humanos y permite superar a las adversidades, gracias a los mecanismos protectores, sean estos personales, familiares, comunitarios y/o culturales”. En la concepción de Feder et al. (2019, p.443) es “un proceso complejo y dinámico ampliamente definido como la capacidad de adaptarse a las adversidades con éxito, lo mismo que a la vida estresante, eventos, amenaza significativa o trauma”.

Para Masten et al. (2021) es “la capacidad de un sistema dinámico que permite la adaptación con éxito al contexto a través de procesos multisistema ante situaciones que amenazan el funcionamiento, la supervivencia o el desarrollo del sistema” (p.521). En una visión más amplia como “proceso de mantener el bienestar mental mediante el aprovechamiento de factores y procesos protectores y promotores biológicos, psicológicos y ambientales” (Ungar et al., 2021). O como “proceso de múltiples sistemas que interactúan de manera que ayudan a las personas a recuperar, mantener o mejorar su bienestar mental cuando se enfrentan a desafíos por uno o más factores de riesgo” (Ungar & Theron, 2020). En la apreciación de estos autores se observa que hay ciertas coincidencias en sus afirmaciones, en cuanto consideran que la resiliencia como proceso donde los factores son sensibles a las dinámicas de contexto. Las investigaciones han dado lugar a una variedad de propuestas respecto a su concepción, no obstante, las acepciones utilizadas continúan generando debates hasta la actualidad; algunos proponen estudiar la resiliencia en un espectro, distinguiendo entre grados de funcionalidad en relación con la adaptación (Mahdiani y Ungar, 2021). Pero, es mejor entender la resiliencia como un proceso multisistémico que es extremadamente útil cuando pensamos en cómo funcionan los sistemas complejos bajo estrés (Ungar, 2021).

En la actualidad diversos constructos teóricos convergen proponiendo una contextualización de resiliencia, según Cortés et al. (2021), como “proceso complejo, constructivo, transformador, dinámico, intersubjetivo y multisistémico, se forja desde una perspectiva relacional y psicosocial” (p.vii). Los desastres en todo el mundo a causa de la pandemia COVID-19, han dado paso a factores de resiliencia psicosocial identificados a nivel de familias, escuelas y comunidades, en base a sistemas unificadores (Masten & Motti, 2020). Un sistema resiliente que incluye diversidad, redundancia y participación en un ciclo de interacciones sistémicas interdependientes (Ungar, 2018). Por su parte (Prabhu, 2020), enfatiza el rol que desempeña los entornos familiar, escolar y comunitario en la intervención. El confinamiento generó otras formas en las relaciones personales, en este contexto, la telepsicología y los dispositivos tecnológicos asumieron importantes roles, para mitigar los efectos de la pandemia (Saladino et al., 2020).

En base a los hechos, acontecimientos o circunstancias no existe una definición sólida respecto al concepto de la resiliencia, no obstante, muchos autores van acercándose a una concepción más global respecto al sustento teórico y epistemológico del ser resiliente; más allá de las tendencias filosóficas y psicológicas, el cuestionamiento de los modelos sobre resiliencia y su abordaje como proceso complejo, van sentando las bases desde una aproximación fenomenológica, metodológica y predictiva, hasta actuales perspectivas multidisciplinarias y multisistémicas.

La perspectiva teórica propuesta por Henderson y Milstein se organiza en seis pasos: los tres primeros están orientados a mitigar los componentes de riesgo, tenemos: enriquecer los vínculos prosociales, fijar límites claros y firmes; enseñar “habilidades para la vida” y los tres siguientes para construir resiliencia, como son: brindar afecto y apoyo, establecer y transmitir expectativas elevadas; brindar oportunidades de participación significativa. Según Henderson & Milstein (2003), el enfoque y la identificación de una cantidad extensa de agentes de riesgo en la vida del adolescente; también han contribuido a un sentimiento de desánimo hacia los mismos. Los adultos han llegado a creer que la mayor exposición a peligro en la vida de los niños, es una realidad que condena a un número creciente de niños a resultados negativos: abandonar la escuela, consumir drogas, ir a la cárcel.

La importancia de la prevención de conductas antisociales en adolescentes, según Morales (2021), es desde el entorno socio-familiar; la estructura, la organización familiar y el control, relacionan conductas que tienden a romper las normas sociales.  Y en la opinión de Llatas (2018), es la “conducta que trasgrede reglas e intereses sociales, y desempeña una acción negativa contra las personas, animales o pertenencias, siendo su componente primordial la agresión”. Se puede decir entonces que el comportamiento agresivo vulnera las normas y derechos de las personas conllevando a consecuencias graves.

Tomando la referencia de Vásquez (como se citó en Montes, 2018), es la trasgresión de los derechos de las personas y no se puede relacionarse con el trastorno oposicional desafiante, ya que estas se presentan en una secuencia de conductas similares tales como: desafiar, desobedecer y sobrepasar límites permitidos, no obstante, distingue que la mayor gravedad radica en la conducta disocial.

El trastorno de conducta en la persona, según Greenfield et al. (2017), se inicia a partir de los 10 años de edad y se acrecienta la dominancia pasado los 14 años; más aún se vincula con los trastornos por consumo de sustancias, deserción escolar, conductas sexuales de riesgo, apresamientos, entre otros.

Las diversas teorías etiológicas en la modernidad nos permiten optar por una perspectiva integrada biológica y psicosocialmente, al respecto (Koch y Gross, 2002), refieren que existen diversas etiologías relacionadas con el comportamiento y el trastorno disocial, las cuales incluyen paradigmas biológicas, psicológicas, genéticas, ambientales, socioculturales; no obstante, todavía hay imprecisión de lo que produce el trastorno disocial.

Teniendo en cuenta que las conductas se aprenden según la imagen que proyecten los padres; la teoría de Bandura (1977) sobre el aprendizaje social, indica que los comportamientos del niño son imitaciones de todas las personas que constituyen su entorno familiar. Destaca tres medios de aprendizaje de la conducta agresiva: agresión modelada, influenciada y reforzada por los miembros de la familia; el entorno cultural en la cual interactúa y tiene contactos referenciales y el modelado simbólico, un aprendizaje por imágenes influenciada de los medios de comunicación. El modelo de la coerción de Patersson es una perspectiva en la cual los individuos desarrollan conductas disociales.

Existe evidencia suficiente respecto a la crianza de los padres y su repercusión directa en los hijos para que desarrollen conductas disociales. Por ende, la influencia de la educación autoritaria, verticalista y rigurosa; las agresiones permanentes, sean estas físicas o verbales, están relacionadas con el desarrollo de conductas mal aprendidas.

El contar con acceso para realizar el estudio, hizo que esta investigación sea factible, para lo cual planteé la pregunta ¿Cuál es el grado de predicción de la resiliencia respecto a la conducta disocial en los estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021? La justificación de esta investigación responde a la presencia de factores diversos y a los cambios repetitivos de comportamiento. Por ello, es inevitable involucrar a diversos actores educativos, familiares y sociales, ya que el escaso apoyo familiar puede ser causal de conductas disruptivas, a su vez, detonante de conductas agresivas o trastornos de conductas. La investigación cuenta con gran valor teórico, al indagar sobre variables que ofrece la posibilidad de identificar la predicción de la resiliencia sobre la conducta disocial. Tiene implicancias prácticas y es una problemática poco abordada en el ámbito local y regional, lo cual involucra a la comunidad educativa, gestionar entornos sociales resilientes. Asimismo, este estudio posee relevancia social, la muestra poblacional que está en constante formación y desarrollo, proporciona un amplio registro de conductas inadecuadas para su edad como, transgredir las normas establecidas, desobedecer las órdenes, dañar y apropiarse de la propiedad ajena, intimidar o amenazar, mentir para conseguir algún bien personal, etc., por lo cual su abordaje psicológico es trascendente. A nivel metodológico tiene gran utilidad y valía científica, por su pertinencia sirve como precedente para posteriores estudios empíricos relacionado a la temática.

Sobre lo descrito anteriormente, propuse como objetivo: Determinar el grado de predicción de la resiliencia sobre la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021. Y como hipótesis: Existe grado de predicción de la resiliencia sobre la conducta disocial, en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

METODOLOGÍA

El estudio es básico, con enfoque cuantitativo, según Hernández et al. (2014), el diseño es no experimental, transeccional, correlacional explicativo. El recojo de datos se dio en un solo momento, en un tiempo único. En el estudio no se manipuló las variables de manera intencional.

 

 

 

 

 


En la cual:

M = muestra de investigación

O_x = resiliencia en los estudiantes de educación secundaria

O_y = conducta disocial en los estudiantes de educación secundaria

r = relación entre variables 

La población estuvo constituida por 327 estudiantes de educación secundaria de Huamachuco (47.4% hombres y 52.6% mujeres) y la muestra fue de 169 estudiantes. El muestreo fue probabilístico estratificado, se aplicó por afijación proporcional para determinar las cantidades de cada estrato. Las técnicas fueron: la encuesta, observación, análisis documental e interpretación cuantitativa de datos. Se aplicaron dos instrumentos para el recojo de información: la escala de resiliencia de Wagnild y Young, adaptada por Novella (2002), con base de 25 preguntas tipo Likert, cada ítem validado en un rango entre 1 = Totalmente en desacuerdo y 7= Totalmente de acuerdo. La escala evalúa cinco dimensiones: Ecuanimidad, perseverancia, confianza en sí mismo, satisfacción personal y sentirse bien solo. Se aplicó el cuestionario CCD–MOVIC, de Alcántara (2016) para evaluar la conducta disocial. El instrumento tiene 4 dimensiones con 33 preguntas tipo Likert, cada una puntúa de 1 a 4, para los criterios (1 = nunca, 2 = a veces, 3 = casi siempre y 4 = siempre), la prueba presenta tres ítems que indican falseamiento. Las dimensiones son: agresión, destrucción y vandalismo, fraudulencia y manipulación, intimidación sexual y violación grave de las normas. En cuanto a al análisis y procesamiento de datos se utilizó el SPSS.25, se obtuvo las pruebas de correlación para cada dimensión. Se usó el coeficiente de correlación de Spearman y la regresión lineal, para determinar la asociación predictiva entre variables.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En este apartado se presenta la descripción de resultados, respecto al nivel de resiliencia en la muestra total.

Tabla 1.

Nivel de Resiliencia en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

Resiliencia

Escala

%

Muy baja

25 - 74

1

0.6%

Baja

75 - 100

8

4.7%

Media

101 - 125

25

14.8%

Alto

126 - 150

81

47.9%

Muy alto

151 - 175

54

32.0%

Total

169

100%

Nota: Aplicación de la escala que evalúa la Resiliencia, Huamachuco – 2021.

 

En la Tabla 1, se muestra que un 47.9% de los estudiantes alcanzan un nivel alto de resiliencia, un 32.0% presentan nivel muy alto, el 14.8% presentan nivel medio, un 4.7% de los estudiantes logran nivel bajo en tanto que el 0.6% obtienen nivel muy bajo de resiliencia. Estos resultados permiten afirmar en mayor medida que la familia constituye un factor protector importante para canalizar resiliencia, toda vez que constituye el primer escenario en donde interactúan una serie de aprendizajes favorables para promover la prevención en niños y adolescentes. Según (Bandura,1977), las conductas se aprenden según la imagen que proyecten los padres. O si los individuos presentan buena salud mental, estos son considerados como resilientes (Gartland et al., 2019), asociando los resultados resilientes a una gran variedad de factores como la familia, la escuela y comunidad.

 

Tabla 2. 

Nivel de las dimensiones de la Resiliencia en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

Niveles de Resiliencia

Ecuanimidad

Perseverancia

Confianza en sí mismo

Satisfacción personal

Sentirse bien solo

%

%

%

%

%

Muy baja

2

1.2%

1

0.6%

1

0.6%

1

0.6%

1

0.6%

Baja

10

5.9%

7

4.1%

5

3.0%

7

4.1%

11

6.5%

Media

55

32.5%

32

18.9%

18

10.7%

42

24.9%

36

21.3%

Alto

73

43.2%

86

50.9%

76

45.0%

74

43.8%

70

41.4%

Muy alto

29

17.2%

43

25.4%

69

40.8%

45

26.6%

51

30.2%

Total

169

100%

169

100%

169

100%

169

100%

169

100%

Nota: Aplicación de la que evalúa la Resiliencia, Huamachuco – 2021.

 

Se constata en la Tabla 2, que un 43.2% de estudiantes evidencian nivel alto sobre la ecuanimidad, un 32.5% presentan nivel medio y un 17.2% nivel muy alto. El 50.9% logran nivel alto en perseverancia, un 25.4% muestran nivel muy alto y el 18.9% nivel medio. El 45.0% de la muestra total obtienen nivel alto sobre la confianza en sí mismo, el 40.8% tienen nivel muy alto y el 10.7% nivel medio. El 43.8% de la muestra total evidencian nivel alto en satisfacción personal, el 26.6% alcanzan nivel muy alto. El 41.4% de la muestra total obtienen nivel alto sobre sentirse bien solo, el 30.2% evidencian nivel muy alto y el 21.3% nivel medio. Los hallazgos evidencian un promedio de nivel alto (44.9%), seguido del nivel muy alto (28.0%) y nivel medio (21.7%); mostrándose bajo (4,7%) y muy bajo en porcentaje restante. Las dimensiones de resiliencia permiten: potenciar el ánimo, cuidar las reacciones emocionales, establecer metas, confiar positivamente en las habilidades, estar satisfecho y valorarse como persona importante en la vida (Wagnild y Young, 1993).

 

En parte con Galindo (2017) que indica, el factor apoyo social de resiliencia y los rasgos de personalidad en sentido inverso son buenos predictores de resiliencia. Y de cierta concordancia con Zavaleta (2020).

 

 

En cuanto al nivel de la Conducta disocial en la muestra total.

 

Tabla 3. Nivel de conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

Conductas disociales

Escala

%

Bajo

36 - 62

145

85.8%

Promedio bajo

63 - 89

16

9.5%

Promedio alto

90 - 116

8

4.7%

Alto

117 - 144

0

0.0%

Total

169

100%

Nota: Aplicación del Cuestionario que evalúa las conductas disociales,

Huamachuco – 2021.

 

Como se puede observar en la Tabla 3, el 85.8% de los estudiantes evidencian nivel bajo de conductas disociales, el 9.5% de la muestra total presentan nivel promedio bajo, el 4.7% de la muestra alcanzan nivel promedio alto. Demostrándose que las conductas disociales de la muestra total frente a las conductas fuera de las normas de la sociedad y de los valores de esta, es de nivel bajo. Los resultados dicen que 8 de cada 10 presentan características que no dependen de conductas negativas, son sensibles a los sentimientos de los demás, muestran comportamientos positivos y les importa las normas sociales.

 

Además, se tiene que 1 de cada 10, presenta un promedio bajo y tan solo un 5% aproximado de la muestra, presentan un promedio alto, lo que indica presencia de conductas disociales. Como lo indica Alcántara (2016), el rasgo principal de la conducta disocial es un patrón con presencia continua de comportamientos desadaptados y destructivos. Los adolescentes con problemas de conducta presentan desde el desafío, irritabilidad, reacciones exageradas y terminan con agresiones físicas, destrucciones y robos (Wolff & Ollendick, 2011).

 

 

 

 

 

Tabla 4.

Nivel de las dimensiones de las conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

Niveles de conductas disociales

Agresión, destrucción y vandalismo

Fraudulencia y manipulación

Intimidación sexual

Violación grave de las normas

%

%

%

%

Bajo

145

85.8%

139

82.2%

143

84.6%

146

86.4%

Promedio bajo

16

9.5%

23

13.6%

19

11.2%

14

8.3%

Promedio alto

8

4.7%

7

4.1%

7

4.1%

9

5.3%

Alto

0

0.0%

0

0.0%

0

0.0%

0

0.0%

Total

169

100%

169

100%

169

100%

169

100%

Nota: Aplicación del Cuestionario que evalúa las conductas disociales,

Huamachuco – 2021.

 

En la Tabla 4, se evidencia que el 85.8% de la muestra total alcanzan nivel bajo sobre la agresión, destrucción y vandalismo, un 9.5% presentan nivel promedio bajo y el 4.7% obtienen nivel promedio alto. El 82.2% de la muestra total presentan nivel bajo sobre la fraudulencia y manipulación, el 13.6% muestran nivel promedio bajo y el 4.1% obtienen nivel promedio alto. El 84.6% de la muestra total de estudiantes logran nivel bajo sobre la intimidación sexual, un 11.2% logran nivel promedio bajo y el 4.1% presentan nivel promedio alto. El 86.4% de la muestra total alcanzan nivel bajo sobre la violación grave de las normas, el 8.3% tienen nivel promedio bajo y el 5.3% obtienen nivel promedio alto.

 

Es decir, se presenta un promedio de nivel bajo (84.8%), seguido del nivel promedio bajo (10.7%) y nivel promedio alto (4.6%). En relación a estos resultados Greenfield et al. (2017), consideran que el trastorno de conducta en la persona, se acrecienta pasado los 14 años; debido al consumo de sustancias, deserción escolar, conductas sexuales de riesgo, entre otros, y en el criterio de Llatas (2018), incluye la trasgresión de reglas, las acciones negativas contra las personas, animales o pertenencias.

 

 

Prueba de Normalidad de Kolmogorov Smirnov de la Resiliencia y las conductas disociales

 

Tabla 5.

Prueba de Normalidad de Kolmogorov Smirnov de la Resiliencia y las conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

PRUEBA DE NORMALIDAD

VARIABLES / DIMENSIONES

Kolmogorov Smirnov

Estadístico

gl

Sig.

Resiliencia

0.086

169

0.004

Ecuanimidad

0.133

169

0.000

Perseverancia

0.091

169

0.002

Confianza en sí mismo

0.116

169

0.000

Satisfacción personal

0.143

169

0.000

Sentirse bien solo

0.189

169

0.000

Conductas disociales

0.316

169

0.000

Agresión, destrucción y vandalismo

0.385

169

0.000

Fraudulencia y manipulación

0.201

169

0.000

Intimidación sexual

0.497

169

0.000

Violación grave de las normas

0.326

169

0.000

Nota: Aplicación del instrumento que evalúa la resiliencia y las conductas disociales, Huamachuco – 2021.

 

En la Tabla 5, se percibe que la prueba tratándose de muestras que sobrepasan a 50 (n > 50), con base a la prueba de normalidad de los respecto a las variables de estudio, se evidencia que los niveles de significancia son menores al 5% (p < 0.05), verificándose de este modo que los datos no se distribuyen de manera normal, esto indica que se tiene una distribución no paramétrica, debido a ello se usó Rho Spearman para hallar las relaciones entre las variables y dimensiones mencionadas.

Contrastación de hipótesis:

Análisis correlacional y predictivo de la Resiliencia y las conductas disociales.

 

Tabla 6. Análisis correlacional y predictivo de la Resiliencia y las conductas disociales en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021.

CORRELACIÓN DE SPEARMAN

Resiliencia

Conductas disociales

Coeficiente de Spearman Rho

-0,866**

Sig. (bilateral)

0,000

N

169

REGRESIÓN PREDICTIVA

Coeficiente de determinación (R2)

0.76

Significancia ANOVA (p)

0.000

Error típico de regresión (e.)

7.972

Nota: Aplicación del instrumento que evalúa la resiliencia y las conductas disociales, Huamachuco – 2021.

Nota: ** La relación es altamente significativa al 1% (0.01).

 

En la Tabla 6, se percibe que el coeficiente de correlación de Spearman es Rho = -0.866; lo cual indica que hay una alta relación negativa, con nivel de significancia menor al 1%  (p < .01), lo que significa que la resiliencia se relaciona de manera inversa y altamente significativa con las conductas disociales. También se observa que el coeficiente de determinación de R2 = 0.76 la cual quiere decir que la resiliencia explica el 76% de las conductas disociales y el 24% restante es explicado por otros factores; con nivel de significancia (ANOVA) menor al 1% (p < .01) siendo ésta altamente significativo, además el error típico de la regresión es 7.972 la cual quiere decir que la regresión es factible para su aplicación. Por lo tanto, se aprueba la hipótesis de que existe grado de predicción de la resiliencia sobre la conducta disocial en la muestra total de estudio.

Luego de percibir los resultados, a continuación se presenta ciertos estudios que refuerzan y respaldan la investigación realizada;  en base a las características de la muestra de estudio y el registro de conductas inadecuadas sustentadas en la evidencia, conviene promover la resiliencia según Cortés et al., (2021),desde una triada fundamental: entorno escolar, familiar y comunal, para fortalecer capacidades en los estudiantes y afrontar las adversidades, aun en las circunstancias más difíciles, con mejores formas de actuar, promoviendo más resiliencia y menos conductas disociales.

Gartland et al. (2019) al establecer que los factores están relacionados con los resultados resilientes, en niños expuestos a la adversidad social y los riesgos de sufrir a causa de las dificultades. Lograron identificar una variedad de factores como la familia, la escuela y comunidad están asociados a resultados resilientes en contextos diversos y constituyen hitos para intervenciones en salud pública.

Zavaleta (2020) refuerza los resultados al evidenciar una correlación significativa, inversa con r= -0.221, respecto a exposición a la violencia y resiliencia, mostrando un nivel moderado con 37.6%, 39.0% y 37.8% en ecuanimidad, sentirse bien solo y perseverancia, respectivamente; asimismo un nivel bajo en confianza en sí mismo en resiliencia.

Aunque en un contexto distinto Carlos (2018), también fortalece los resultados al determinar la relación entre resiliencia y el aprendizaje autónomo en estudiantes de la Facultad de Educación de la UNMS;  muestra un r= ,79 y una relación significativa entre confianza en sí mismo y el aprendizaje autónomo con r = ,69;  ecuanimidad y el aprendizaje autónomo con r = ,68; perseverancia y el aprendizaje autónomo con r = ,71; en satisfacción Personal y el aprendizaje autónomo una r = ,66; en tanto, sentirse bien solo y el aprendizaje autónomo  con r = ,64.

También refuerza los resultados, Núñez (2019) sobre la resiliencia educativa, que a futuro pudiera actuar como factores de protección en programas de intervención, al evidenciar en adolescentes de 2° y 3° de secundaria, habilidades, inteligencia emocional y los procedimientos de afrontamiento cognitivo que explican y predicen los niveles de resiliencia.

Del mismo modo Feder (2019), evidencia la predicción de la desatención emocional sobre la aparición de trastorno disocial. Esta amenaza significativa pone a flote las capacidades de adaptabilidad para afrontar con éxito una adversidad traumática y estresante.

El estudio de Martínez (2021), también es soporte para los resultados, evidencia que los estilos de crianza influyen en el aumento de trastornos conductuales en los hijos, los estilos de crianza autoritario como los permisivo son factores de riesgo respecto a los trastornos conductuales.

El artículo de Cabrera et al. (2020), en cierta medida respalda los resultados de la investigación, al establecer la relación entre la desregulación emocional y conducta disocial, mostraron problemas de conducta en un 54,8% de la muestra y evidenciaron diferencias entre la desatención emocional respecto a las personas con o sin trastorno disocial.

Meléndez et al. (2017), respalda la investigación, dado que resaltan la presencia de trastorno de conducta en un 40% de la muestra en el contexto socioeducativo, en actitudes como, agresión de una persona sobre otra, impulsividad, engaño, comportamiento inestable, transgresión de norma y daño a la propiedad ajena.

CONCLUSIONES

Se determinó que la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 76% (Rho = -0.866; p < 0.01). Esto significa que la resiliencia es el factor que explica y predice negativa y altamente significativa la conducta disocial. Es decir, la resiliencia explica el 76% de las conductas disociales mientras que el 24% es explicado por otros factores.

Se determinó que la dimensión ecuanimidad de la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 75% (Rho = -0.866; p < 0.01). Lo que indica que la ecuanimidad de la resiliencia actúa como factor ante la conducta disocial, con capacidad predictiva negativa altamente significativa.

Se determinó que la dimensión perseverancia de la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 72% (Rho = -0.860; p < 0.01). Lo que indica que la perseverancia de la resiliencia actúa como factor de manera predictiva negativa altamente significativa respecto a la conducta disocial.

Se determinó que la dimensión confianza en sí mismo de la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 77% (Rho = -0.865; p < 0.01). Este factor predictivo indica que cuanto más incrementa un estudiante de educación secundaria su confianza en sí mismo, más resiliente llega a ser y menos vulnerable será ante la conducta disocial.

Se determinó que la dimensión satisfacción personal de la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 73% (Rho = -0.868; p < 0.01). Lo que indica la satisfacción personal de la resiliencia actúa como factor ante la conducta disocial, con capacidad predictiva negativa altamente significativa.

Se determinó que la dimensión sentirse bien solo de la resiliencia predice la conducta disocial en estudiantes de educación secundaria de Huamachuco, 2021 con un 79% (Rho = -0.880; p < 0.01). El reconocerse como único e importante es un factor que acrecienta la resiliencia, lo que predice negativa y muy significativa las conductas mal aprendidas.

LISTA DE REFERENCIAS

Alcántara, M. (2016). Construcción y propiedades psicométricas del cuestionario de conductas disociales CCD-MOVIC en alumnos de educación secundaria de cuatro distritos de Trujillo. [Tesis de Licenciatura, Universidad César Vallejo, Perú]. https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/242/alcantara_om.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Bandura, A. (1977). Social learning theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.

Cabrera Gutiérrez, G., Londoño Arredondo, N., Arbel´áez CaroJ., Cruz Valencia, J., Macías Castillo, L., & España Macías, A. (2020). Desregulación emocional y conducta disocial en una muestra de adolescentes en conflicto con la ley. Pensamiento Psicológico, 18(1), 103 - 115. https://doi.org/10.11144/Javerianacali.PPSI18-1.decd

Carlos, N. (2018). Resiliencia y su relación con el Aprendizaje Autónomo en estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. [Tesis doctoral, Universidad Nacional Federico Villarreal, Lima, Perú]. http://repositorio.unfv.edu.pe/handle/UNFV/2019

Cortés González, Pablo; González Alba, Blas; Forés Miravalles, Anna (2021).  La resiliencia en entornos e instituciones sociales y educativas. DEDICA. REVISTA DE EDUCAÇÃO E HUMANIDADES,18, 2021, V-IX. ISSN: 2182-018X. DOI http://doi.org/10.30827/dreh.vi18.21057

Eilersten, M.E., Hjemdal, O., Le, T.T., Diseth, T., & Reinfjell, T. (2016). Resilience factors play an important role in the mental health of parents when children survive acute lymphoblastic leukemia. Foundation Acta Paediatrica, 105(1), 30-34. Doi: https://doi.org/10.1111/apa.13232

Feder A, Fred-Torres S, Southwick SM, Charney DS (2019). The Biology of Human Resilience: Opportunities for Enhancing Resilience Across the Life Span. Biological Psychiatry September 15; 86(6):443–453 www.sobp.org/journal

Forés, A. y Grané, J. (2019). La resiliencia en entornos socioeducativos. Sentido, propuestas y experiencias. Narcea, Madrid.

Galindo, A. (2017). Inteligencia emocional, familia y resiliencia: Un estudio en adolescentes de la región de Murcia. [Tesis doctoral, Universidad de Murcia, España].https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/55752/1/Ana%20Dolores%20Galindo%20G%c3%a1lvez%20Tesis%20Doctoral.pdf

Gartland D, Riggs E, Muyeen S, et al (2019). What factors are associated with resilient outcomes in children exposed to social adversity? A systematic review. BMJ Open,9(4), e024870. https://bmjopen.bmj.com/content/bmjopen/9/4/e024870

Greenfield, B. L., Sittner, K. J., Forbes, M. K., Walls, M. L., & Whitbeck, L. B. (2017). Conduct disorder and alcohol use disorder trajectories, predictors, and outcomes for indigenous youth. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, 56(2), 133-139. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2016.11.009

Henderson, N. & Milstein, M. (2003). Resiliency in Schools: Making It Happen for Students and Educators. Corwin press, INC. California

ISEP. Navarro, A. (29 de agosto de 2019). Trastorno disocial en adolescentes difíciles [video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=gARKOdaWMQw

Koch, L.M. y Gross, A.M. (2002). Características clínicas y tratamiento del trastorno disocial. En Caballo, V. E. y Simón M. A. (Dirs.) Manual de psicología clínica infantil y del adolescente. Trastornos específicos. (pp. 23-38) Madrid: Pirámide.

Kotliarenco, María Angélica (2014). CEANIM: 34 años de historia de resiliencia comunitaria. En José María Madariaga (coord.). Nuevas miradas sobre la resiliencia: ampliando ámbitos y prácticas,153-171. Barcelona: Gedisa.

Llatas Aguilar, F. J. (2018). Factores que causan conductas antisociales en menores infractores a la ley penal. [Tesis doctoral, Universidad Nacional Federico Villarreal, Lima Perú]. http://repositorio.unfv.edu.pe/handle/UNFV/2115

Mahdiani, H., Ungar, M. (2021).  The Dark Side of Resilience. Adversity and Resilience Science.  https://doi.org/10.1007/s42844-021-00031-z

Marín Iral, M. del P., Quintero Córdoba, P. A., y Rivera Gómez, S. C. (enero-junio, 2019). Influencia de las relaciones familiares en la primera infancia. Poiésis, (36), 164-183. DOI: https://doi.org/10.21501/16920945.3196

Martínez, N. (2021) Influencia de los estilos de crianza parentales en el desarrollo de trastornos conductuales en los hijos. rua.ua.es. http://hdl.handle.net/10045/115470

Masten, A.S., Motti-Stefanidi, F. (2020). Multisystem Resilience for Children and Youth in Disaster: Reflections in the Context of COVID-19. ADV RES SCI 1, 95–106 https://doi.org/10.1007/s42844-020-00010-w

Masten AS, Lucke CM, Nelson KM, Stallworthy IC (2021). Resilience in Development and Psychopathology: Multisystem Perspectives. Annu Rev Clin Psychol. May 7;17:521-549. doi: 10.1146/annurev-clinpsy-081219-120307. Epub 2021 Feb 3. PMID: 33534615.

Meléndez, Cabrera, Baldovino & Díaz (2017). Conducta disocial en niños y adolescentes de Santiago de Tolú-Colombia. PPX200502ZU1935 / ISSN 1856-1594 / By Fundación Unamuno /. www.revistaorbis.org.ve / núm 38 (año 13) 73-85. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7150301

Montes, L. (2018). Evidencias de validez del cuestionario de conductas disociales en adolescentes de la provincia de Chepén. [Tesis de Licenciatura, Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú]

Morales, N. (2021). Conducta antisocial y clima familiar en adolescentes del municipio de Chimalhuacán. [Tesis de Licenciatura, Universidad Autónoma del Estado de México].http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/110571/TESIS%20FINAL.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Novella, A. (2002). Incremento de la resiliencia luego de la aplicación de un programa de psicoterapia breve en madres adolescentes [Tesis de Maestría, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú]

Núñez, J. (2019). Personalidad, inteligencia verbal e inteligencia emocional como factores predictores de resiliencia educativa. [Tesis doctoral, Universidad de Cádiz, España]. https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=221220

Organización Mundial de la Salud (2020). Salud adolescente. https://www.who.int/es/health-topics/adolescent-health#tab=tab_1

Ortega, S., y Mijares, B. (2018). Concepto de resiliencia: desde la diferenciación de otros constructos, escuelas y enfoques. Revista Científica Electrónica de Ciencias Humanas, 39 (13), 30-43. http://www. revistaorbis.org.ve/pdf/39/art3.pdf

Páez, M. (2020). La salud desde la perspectiva de la resiliencia. Arch Med  (Manizales);  20(1):203-216. DOI: https://doi.org/10.30554/arch-med.20.1.3600.2020

Prabhu, SG (2020, July 29). Determinants of Resilience in Adolescents Experiencing Adversities. https://doi.org/10.31219/osf.io/du48v

Saladino, V., Algeri, D., & Auriemma, V. (2020). The Psychological and Social Impact of Covid-19: New Perspectives of Well-Being: Frontiers in psychology, 11, 2550. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.577684

Ungar, M. (2021). Multisystemic Resilience Adaptation and Transformation in Contexts of Change. Oxford University Press. DOI: 10.1093/oso/9780190095888.001.0001

Ungar, M. & Theron, L. (2020). Resilience and mental health: how multisystemic processes contribute to positive outcomes. The Lancet Psychiatry, 7 (5), 441 - 448. https://doi.org/10.1016/S2215-0366(19)30434-1

Ungar M, Theron L, Murphy K and Jefferies P (2021) Researching Multisystemic Resilience: A Sample Methodology. Front. Psychol. 11:607994. doi:10.3389/fpsyg.2020.607994

Vanistendael, S. (2018). Hacia la puesta en práctica de la resiliencia. La casita: una herramienta sencilla para un desafío complejo. Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE), París – Ginebra. https://bice.org/app/uploads/2020/04/La-Casita-es.pdf

Wagnild, G., y Young, H. (1993). Development and psychometric. Journal of nursing measurement, 1(2), 165-17847.Zigmond, A. S., y Snaith, R.

Wolff J.C., Ollendick T.H. (2011) Conduct Problems in Youth: Phenomenology, Classification, and Epidemiology. In: Murrihy R., Kidman A., Ollendick T. (eds) Clinical Handbook of Assessing and Treating Conduct Problems in Youth. Springer, New York, NY. https://doi.org/10.1007/978-1-4419-6297-3_1

Zavaleta, A. (2020). Exposición a la violencia y resiliencia en adolescentes de una institución educativa pública del distrito de Jesús María, Lima, 2020. [Tesis de Licenciatura, Universidad Cesar Vallejo, Lima, Perú]. https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/47744/Zavaleta_L%C3%81R-SD.pdf?sequence=1&isAllowed=y