DOI https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3880

Incidencia del pensamiento crítico en el desarrollo

de las competencias académicas en estudiantes

 universitarios de educación

 

Dina De La Cruz García

[email protected]  

https://orcid.org/0000-0003-3463-6851  

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

Milagros Bertha Cjuno Tacca

[email protected]  

https://orcid.org/0000-0002-6707-5838  

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

Maricia Úrsula Urrutia Mendoza

[email protected]  

https://orcid.org/0000-0003-2142-9159  

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

Ingrid García Loaiza

[email protected]   

https://orcid.org/0000-0002-5520-3150   

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

Jaime Cuentas Salas

[email protected]  

https://orcid.org/0000-0002-8697-9234  

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

Sherezada Dueñas Aguilar

[email protected]  

https://orcid.org/0000-0001-8070-0004  

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]   

Artículo recibido 15 setiembre 2022 Aceptado para publicación: 15 octubre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

Todo el contenido de Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, publicados en este sitio están disponibles bajo Licencia Creative Commons https://revistacientifica.uamericana.edu.py/public/site/images/aduarte/cc2.png.

Cómo cita Garcia , D. D. L. C., Cjuno Tacca , M. B., Urrutia Mendoza , M. Úrsula, García Loaiza , I., Cuentas Salas , J., & Dueñas Aguilar , S. (2022). Incidencia del pensamiento crítico en el desarrollo de las competencias académicas en estudiantes universitarios de educación. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 6383-6410. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3880r

RESUMEN

Uno de los factores más importantes del Siglo XXI en el ámbito académico es el pensamiento crítico, por formar parte del proceso formativo del futuro profesional en educación, donde el estudiante para ser un pensador crítico debe demostrar la capacidad de evaluar el conocimiento adquirido, identificarlo o rechazarlo, cuestionando la validez de la información, conclusión y puntos de vista, con la intención de exponer una mejor capacidad para profundizar el conocimiento con imparcialidad y lógica con el fin de asumir retos y generar cambios en el escenario de su cotidianeidad, favoreciendo el desarrollo de las competencias académicas. En ese entender, el estudio procuró establecer la incidencia del pensamiento crítico como factor para el logro de las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, esto responde a un método cuantitativo y un diseño no experimental transversal y explicativo. La unidad de estudio estuvo conformada por los estudiantes matriculados en el semestre académico 2022-1 de la Escuela Profesional de Educación con un total de 1667, para la aplicación de los cuestionarios se realizó un muestreo sistemático obteniéndose 313 estudiantes entre las distintas especialidades. Del análisis descriptivo de los datos, se obtuvo una media =58,63 y una DE=11,226 en el caso de la especialidad de Ciencias Sociales, esto señala un buen desarrollo del pensamiento crítico, y de forma similar se observa en el caso de la especialidad de Educación Física, pero la DE=13,533 se revela diferencias notorias en el proceso de mejora del pensamiento crítico; en el caso de la variable competencias académicas se tuvo una media=65,71 en los estudiantes de la especialidad de ciencias sociales y una DE=7,804 siendo esta la más baja, en esta especialidad de demuestra un óptimo logro de las competencias académicas, donde la mayoría de los estudiantes de esta especialidad logran buenos resultados. Del análisis bivariado se obtuvo un coeficiente de correlación de Pearson R=0,836 con valor P significativo al 5%, mientras el análisis multivariado de la regresión lineal determino la ecuación: competencias académicas=27,30 + 0,6420 pensamiento crítico.

 

Palabras clave: competencias académicas; procesos cognitivos superiores; pensamiento crítico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Incidence of critical thinking in the development of academic skills in university education students

ABSTRACT

One of the most important factors of the 21st century in the academic field is critical thinking, as it is part of the training process of the future professional in education, where the student to be a critical thinker must demonstrate the ability to evaluate the knowledge acquired, identify it or reject it, questioning the validity of the information, conclusion and points of view, with the intention of exposing a better capacity to deepen knowledge with impartiality and logic in order to assume challenges and generate changes in the scenario of their daily life, favoring the development of academic competencies. In this understanding, the study sought to establish the incidence of critical thinking as a factor for the achievement of academic skills of the students at the Professional School of Education, this responds to a quantitative method and a non-experimental cross-sectional and explanatory design. The study unit was made up of students enrolled in the 2022-1 academic semester of the Professional School of Education with a total of 1,667. For the application of the questionnaires, a systematic sampling was conducted, obtaining 313 students among the different specialties. From the descriptive analysis of the data, a mean =58.63 and a SD=11.226 were obtained in the case of the Social Sciences specialty, this indicates a good development of critical thinking, and similarly it is observed in the case of the specialty of Physical Education, but the DE=13,533 reveals notorious differences in the process of improving critical thinking; In the case of the academic competencies variable, there was an average=65.71 in the students of the Social Sciences specialty and a DE=7.804, this being the lowest, in this specialty it demonstrates an optimal achievement of academic competencies, where most of the students of this specialty achieve good results. From the bivariate analysis, a Pearson R=0.836 correlation coefficient was obtained with a significant P value at 5%, while the multivariate analysis of linear regression determined the equation: academic skills=27.30 + 0.6420 critical thinking.

 

Keywords: academic skills; critical thinking; higher cognitive processes.

 

 

 

 


1. INTRODUCCIÓN

En la medida en que el Estado, la sociedad y la comunidad educativa estén convencidos de la importancia de las instituciones educativas, es posible dimensionar en toda su extensión cuán fundamental es desarrollar en el estudiantado su capacidad de pensamiento, a fin de elevarlo del nivel ordinario y básico hacia un estadio, en el cual los expertos de este campo han denominado habilidades de pensamiento de orden superior, encontrándose en este contexto el pensamiento crítico.

Resulta muy difícil establecer con precisión si un estudiante de escuela preparatoria cumple con el nivel efectivo de competencias necesarias, tanto en el mercado laboral como en el conjunto de la sociedad. Las razones pueden aducirse desde diferentes ángulos. Si atendemos al punto de vista individual, por ejemplo, debemos contemplar que cada ser humano es único desde los puntos de vista intelectual, afectivo y emocional, y lo mismo ocurre en el aspecto social, pues los estudiantes pertenecen a estratos sociales y económicos diversos, lo cual influye permanentemente a lo largo de su recorrido formativo. En todo caso, el proceso de aprendizaje y formación debe, hasta donde sea posible, desarrollar una competencia genérica clave como es el pensamiento crítico (PC). Esta competencia es primordial para el desarrollo humano y social desde la perspectiva socioformativa (Tobón, 2013).

Las competencias son necesarias en la humanidad para aprender a sobrevivir en la vida diaria, asimismo desarrollar plenamente su capacidad y potencial con el fin de mejorar su condición de vida cotidiana, en el trabajo y participar como ciudadano responsable y afrontar los desafíos Siglo XXI, desde un enfoque individual, laboral y social mediante el proceso de la educación.

En el ámbito universitario, las competencias deben formar parte de las políticas académicas y responder en la formación profesional mediante procesos educativos capaces de garantizar la integridad y propósitos formativos de cada profesión. En este panorama es necesario fortalecer los enfoques pedagógicos y las estrategias didácticas, orientadas a responder a la formación del capital intelectual, donde los egresados deberán mantener vinculación con los procesos académicos, con el fin producir nuevos conocimientos orientados a comprender la realidad de su entorno y proponer soluciones a los problemas de su vida diaria.

Las competencias académicas, es entendida como la capacidad para favorecer el conocimiento, interpretarlo, dar razones, explicar y crear nuevas ideas. Son acciones de la persona orientadas a valorar su dimensión cognitiva y todo lo relacionado con ella. En ese entender, el sistema educativo universitario debe estar articulado con las exigencias de la sociedad, en una dinámica de participación en el proceso de desarrollo de las personas, la cultura, la sociedad y el mundo.

En el caso específico del estudio, centrado en la Escuela Profesional de Educación de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), en los últimos años no se visto un desarrollo de la calidad académica, en consecuencia, se ha mantenido en el ranking elaborado por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), ocupando un sexto lugar que tiende bajar y no subir. Entonces, se puede mencionar la presencia de problemas en el logro de las competencias académicas de los estudiantes. Esta afirmación no involucra a todas las escuelas profesionales de la UNSAAC, pero es válida para la Escuela Profesional de Educación, debido a los resultados de las evaluaciones censales realizadas por el Ministerio de Educación en el departamento del Cusco, donde aún no se logran proporciones alentadoras del desempeño escolar de los estudiantes de Educación Básica, en especial de las instituciones educativas públicas.

Entre la problemática encontrada en los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, de acuerdo con los resultados descriptivos que forman parte del estudio, aún no es posible afirmar un óptimo logro o desarrollo de las competencias cognoscitivas, comunicacionales e interpersonales, debido a la poca afición por la lectura, en consecuencia no se crea un sentido de obtener más información o adquirir más conocimientos, conformándose solamente con lo aprendido en clase, a su vez no se observa la gestión apropiada de la información, provocando poca capacidad para reconocer e implicar los datos seleccionados, por otra parte, los procesos de aprendizaje se ven afectados porque no se evidencia un buen despliegue de los procesos cognitivos asociados con la memoria de mediano y largo plazo. El hecho de no contar con hábitos de lectura provoca un proceso comunicativo escrito y oral con falencias, esto ocasiona poca capacidad para discernir, opinar y admitir soluciones a situaciones problemáticas y en cuanto a las habilidades interpersonales, al menos en el caso de trabajo en equipo, aún les cuesta porque solamente lograr asumir un trabajo grupal, donde algunos se involucran con los objetivos de las actividades académicas asignadas en las asignaturas durante el semestre académico, mientras a otros poco o nada les importa involucrarse con el proceso de aprendizaje, tampoco se observa el uso apropiado de las técnicas de estudios y mucho menos las técnicas de organización de organización de la información.

En base lo fundamentado el estudio propuso como problema general: ¿Cómo incide el desenvolvimiento del pensamiento crítico de los estudiantes universitarios de la Escuela Profesional de Educación en el desarrollo de sus competencias académicas? en respuesta a esta interrogante se planteó el siguiente objetivo: Explicar la incidencia del proceso de perfeccionamiento del pensamiento crítico de los estudiantes universitarios de la Escuela Profesional de Educación en el desarrollo de sus competencias académicas. Los objetivos específicos fueron: a) Describir el comportamiento de los datos del pensamiento crítico y competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, b) Identificar la correlación entre las variables pensamiento crítico y competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación y c) Determinar la ecuación predictora de la ocurrencia de las competencias académicas considerando como factor el pensamiento crítico de los estudiante de la Escuela Profesional de Educación. En cuanto la hipótesis principal fue: El grado de perfeccionamiento del pensamiento crítico incide en el desarrollo de las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación. Respecto a las hipótesis específicas estas son: Se evidencian características peculiares del pensamiento crítico y las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, b) Existe correlación directa entre el pensamiento crítico y las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación y c) Se determinó la ecuación lineal para predecir el comportamiento de las competencias académicas considerando como factor importante al pensamiento crítico de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación.

En relación con lo mencionado en los párrafos anteriores el estudio consigno la revisión de los siguientes fundamentos teóricos con el fin comprender el contexto de la realidad problemática concurrente en los estudiantes universitarios de la Escuela Profesional de Educación, perteneciente al Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, focalizando el estudio en los estudiantes de la Sede Central, de la revisión sistemática se compiló la siguiente información:

1.1.     Pensamiento critico

El pensamiento crítico hace referencia al procedimiento de examinar y valuar el pensamiento con el fin de optimizarlo. Este pensamiento supone el conocimiento de la constitución de los patrones intelectuales más elementales del pensamiento (patrones universales intelectuales) y los más esenciales del pensamiento (los fundamentos del pensamiento). El aspecto esencial para liberar la creatividad del pensamiento crítico (la mejora real del pensamiento) se halla en “reestructurar” el pensamiento como producto de evaluarlo y examinarlo de forma efectiva (Paul & Elder, 2005).

De acuerdo con Núñez et al. (2017) esta se percibe como el pensamiento intelectualmente enfocado a conceptualizar, sintetizar, evaluar, aplicar y examinar la información recolectaba a raíz de la experiencia, observación, reflexión o la comunicación. El pensamiento crítico hace alusión a un proceso que proporciona una valuación racional a las emociones y creencias.

Por su parte Facione (1990) profundiza en el pensamiento crítico mencionando que este es producto esencial para el desarrollo de capacidades de las personas. Por tanto, compone un aspecto esencial en la educación y un elemento enérgico en la vida cotidiana y personal de cada uno.

Adicionalmente Paul y Elder (2005) definen el pensamiento crítico como un procedimiento de evaluar y examinar el pensamiento con el fin de acrecentarlo y mejorarlo; al mencionar esta mejora se resalta y direcciona al factor de la creatividad, por lo que se menciona que “el punto fundamental para aflorar la creatividad del pensamiento crítico se halla en reestructurarla apoyándose en una efectiva evaluación y análisis” (p.7).

Desde la visión de la “socioformación” Lucio y Vázquez (2018) afirman que el pensamiento crítico como competencia se direcciona a una funcionabilidad integral que debe facilitar a los individuos a dar solución a todos sus conflictos a partir del desarrollo del pensamiento complejo. Estos puntos son resaltantes para un desarrollo sustentable, crecimiento social y autorrealización.

El pensamiento crítico en base a algunos enfoques pedagógicos se entiendo como una competencia especifica vinculada al grupo de habilidades lógicas que se adquieren para la solución de problemas; sin embargo, otras corrientes la determinan como una habilidad del pensamiento abierto de los procedimientos de relación comunitaria y procedimientos de liderazgo por la vía del discernimiento ético y de la comunicación afectiva (Freire, 2004); (López, 2012); (Epstein, 2018).

Lipman (1998) afirma que “el pensamiento crítico es un pensamiento que es autocorrectivo, facilita el juicio, sensible al contexto y se apoya en criterios” (p.37). por su lado Castillo (2020) menciona que para ejercitar de forma resaltante el pensamiento crítico, los educandos deben contar esencialmente con materiales que les facilite direccionar de manera óptima el pensamiento; es decir, poseer con los instrumentos idóneos de juicio y valuación que contribuyan criterios en base a las cuales se tomaran en cuenta las participaciones y puntos de vista, adicionalmente tener a disposición la suficiente información que alimente la habilidad de aprehensión de nuevo conocimientos y de su interpretación. El pensamiento crítico de acuerdo con Facione (1990) tiene como objetivo la generación del juicio reflexivo apoyado en un núcleo de desarrollo de capacidades.

1.1.1.    Importancia del pensamiento crítico

De acuerdo con Paul y Elder (2005) el pensamiento crítico es más relevante en la actualidad a raíz de las siguientes tendencias: incremento en complejidades, acrecentar la interdependencia, crecimiento del peligro y el cambio acelerado. En un contexto invadido por la inseguridad y el temor, la sociedad, las personas se refugian en el seguir lo que otras personas hagan o digan, es en este punto en donde viene a tallar la relevancia del pensamiento crítico, de la reflexión y de esta manera se fomente la crítica, el análisis y la valuación de hechos, de la información y los conocimientos que se nos imparte.

En la actualidad, cada día nos vemos enfrentados a una información excesiva, y mucha de esta información no es del todo verídica o comprobada, con lo cual no aporta a un bien común, o en su defecto esta direccionada hacia un determinado grupo y no para el general de las personas. Es en este punto que se resalta la importancia del pensamiento crítico para con los educandos, que a través de esta pueden asumir el control de sus creencias, y de sus conocimientos, reflexionar, analizar y evaluar estos, lo cual les facilitara reconocer sus valores inherentes para actuar y contribuir a su propio bienestar y al de los pares.

1.1.2.    Elementos del pensamiento crítico

Paul y Elder (2005) proponen una serie de elementos que son la base para comprender el desarrollo del pensamiento crítico, los autores mencionan las siguientes estructuras básicas del pensamiento.

§  Información, hace referencia al proceso de poner en tela de juicio la exploración de datos que dé lugar a explicar el panorama crítico.

§  Interrogantes, principia de la idea de que es recomendable iniciar de interrogantes para tratar de hallar respuestas.

§  Finalidad del pensamiento, da a entender que todo debe hallarse direccionado a un propósito con el objetivo de explorar soluciones.

§  Implicaciones y consecuencias, hace alusión a las derivaciones que puede acarrear todo raciocinio y que coadyubaran a la toma de decisiones atinadas.

§  Conceptos, se centra en la expresión por medio de conceptos que sean explícitos y puntuales, con lo cual evitar ambigüedades.

§  Interpretación de deducciones, involucra el empleo de suposiciones como sendero para arribar a oportunas conclusiones.

§  Ópticas, acentúa la perspectiva de cada individuo respecto a cualquier contexto o problemática, sin embargo, se debe considerar que frente a una misma situación existen varias formas o posiciones para afrontarlas.

§  Hipótesis, surge porque los razonamientos se sustentan en principio, en conjeturas, motivo por el cual se debe tomar previsiones para evitar equivocaciones.

1.1.3.    Habilidades del pensamiento crítico

Cangalaya (2020) menciona que hoy en día es de vital importancia entender todo lo vinculado a las habilidades que participan en el pensamiento crítico, de manera que un individuo se halle en la capacidad de comprender y enmarcar íntegramente un problema o contexto que lo direccione a su resolución. El estudiante es en este escenario que como “pensador crítico” debe forjar y estimular sus habilidades específicas de manera continua, con lo cual estas se puedan fortalecer hasta alcanzar la habilidad verdadera.

Por su parte Albertos (2015) tomando como base los estudios de Halpern (2003), desarrollo una minuciosa dilucidación de las habilidades que consienten el abordaje del pensamiento crítico de la manera más compresible y cercana, entendiéndola en las siguientes habilidades: de análisis de argumentos, de resolución de conflictos, de toma de decisiones, de razonamiento verbal, de afrontamiento de la incertidumbre y del riesgo y de la habilidad en la comprobación de hipótesis.

De esta forma, se considera que el pensador critico presenta cuatro habilidades esenciales: argumentación, análisis, solución de problemas y evaluación.

a)   Argumentación

Leitão (2009) menciona que la unidad argumentativa se apoya en una triple correspondencia: un conjunto de una posición justificada, una posición justificada opuesta (contraargumento) y una tercera posición o respuesta.

Tomando en consideración lo planteado, un argumento se basa en un motivo que dé lugar a explicar y defender una conclusión. En esta misma línea, es factible afirmar que pueden existir bastantes motivos, por tanto, bastantes conclusiones, y esta se halla sujeta al contexto y la manera como se aborda el tema tratado.

b)  Análisis

Cangalaya (2020) menciona que el análisis es factible de ser comprendido como una capacidad intrínseca del pensamiento que se posee para obtener los componentes de un todo, de forma que se establezca su efecto en determinado suceso o fenómeno.

De acuerdo con este postulado, el análisis propicia la explicación de un suceso o fenómeno en cada uno de sus componentes y particularidades, de forma que sea factible determinar explícitamente los vínculos de causa-efecto entre estas. Esto posibilita lograr un conocimiento más amplio respecto los acontecimientos y será empleado además para fijar las bases del entendimiento en niveles más complejos.

c)   Solución de problemas

De acuerdo con Nickerson et al. (1994) esta se halla direccionada a los “procesos de conducta” y pensamientos encaminados a la realización de una labor intelectual rigurosa especifica. De esta forma frente al surgimiento de una problemática, se ocupa la idea de indagar la consecución de un propósito, aun así, del desconocimiento del proceso para lograrlo.

Esta habilidad en su desarrollo viene a ser una de las más complejas, en la medida en que presume el conocimiento de la problemática para de esta manera plantearle una solución. Normalmente se necesita juntar algunas habilidades, como la percepción, análisis y comprensión, que posibiliten la indagación de soluciones que puedan ser coherentes y factibles. De este punto partimos para mencionar que se establece como modalidades de solución a los procesos “deductivos” e “inductivos”.

 

d)  Evaluación

Consiente tomar las decisiones adecuadas frente a casos en las que un individuo debe enfrentar en el transcurso de su día a día; motivo por el cual es indispensable fortalecerla y usarla de forma apropiada. Saiz y Rivas (2008) mencionan que el requerimiento indispensable para evaluar las habilidades del pensamiento nace de tener conocimiento si una programa, curso o estrategia surte efectos o no. Posteriormente se resaltan en la permuta que deben ocasionarse posterior al proceso de instrucción, así como pasa al reforzar las habilidades criticas: si la instrucción es para fortalecer unas habilidades en específico, es esencial conocer si esta enseñanza ocasiona algún cambio. Para evidenciar esta incidencia se debe comparar el desempeño, el antes de la instrucción con el después de la misma.

Tomando en consideración estas habilidades, podemos inferir que el pensamiento crítico involucra acatar y seguir una sucesión de contextos y escenarios que den lugar a la consecución de evidencias suficientes para arribar a conclusiones válidas. Todos estos aspectos mencionados implican que se debe proceder con exactitud y con la total seguridad en la razón. Por todos estos puntos mencionados este tipo de pensamiento necesita casi obligatoriamente de una evaluación o un juicio que manifieste y muestre el producto final de lo procesado.

1.2.     Competencias académicas

1.2.1.    Competencias

Las competencias representan una mezcla dinámica de habilidades, valores, conocimientos y capacidades.

Respecto a las competencias Perrenoud (2008) afirma esta es una acción completa que posibilita reconocer, interpretar, argumentar y dar solución de manera ética e idónea a conflictos que surjan en un determinado escenario, siempre tomando en cuenta el “saber ser”, “saber hacer” y el “saber conocer”. En esta misma línea Cano (2008) refuerza el postulado anterior afirmando que la competencia “articula conocimiento conceptual, procedimental y actitudinal” (p.6).

Por su parte Le Boterf (2001) menciona que se hizo recurrente que la competencia sea comprendida como la adición de saberes teóricos y prácticos, esto lo limita a un conocimiento parcial y ausente de sentido. Es por lo que el autor sugiere e intercede por definiciones más estrictas que conserven la cualidad y naturaleza del concepto.

Adicionalmente a lo mencionado en los párrafos anteriores Schneckenberg y Wild (2006) afirman que la competencia no simplemente se limita a la obtención de capacidades, es decir específicamente “esta se centra en la habilidad de actuación apropiada frente a los desafíos que se dan en un determinado escenario. Las competencias se muestran y exteriorizan en el proceso de actuación y ejecución, y estas generalmente se hallan vinculadas a un escenario social determinado” (p.2).

1.2.2.    Competencias académicas

Las competencias académicas, se comprende como a las que se hallan conexas a las capacidades para aprehender conocimientos, entenderlo, interpretarlo, explicarlo y propiciar nuevas ideas. Se refiere a la manera en cómo se visualizan el accionar y comportamiento de las personas, estas privilegian su “dimensión cognitiva”.

La competencia académica de acuerdo con Losada y Moreno (2001) involucra el crecimiento y desarrollo de aptitudes de un individuo, y estas tienen como punto de partida la educación primaria y así pasando por todos los niveles educativos, desarrollando de esta manera un aprendizaje significativo y logrando el conocimiento aplicado.

Pinilla (1999) por su lado menciona que las competencias académicas hacen alusión al conjunto de habilidades que se adquieren por medio del aprendizaje, a través de este proceso una persona desarrolla diversas actividades (cognitivas, afectivas, productivas, sociales, laborales, culturales), con las cuales es competente en diversos escenarios, debido a que con estos aspectos muestra y transmite su capacidad de resolución a conflictos en contextos particulares y cambiantes (p.4).

Condemarín y Medina (2000) lo consideran como la capacidad de actuación eficiente y eficaz en determinados escenarios que se respalda en los saberes adquiridos y en recursos cognitivos. Por su parte Barrón (2000) considera la competencia académica como “un compuesto que involucra y engloba por lo general cuatro elementos: información, conocimientos (respecto a retención, análisis y aplicación), habilidad y actitud o valor” (p.31).

Las competencias académicas que desarrollan los educandos deben centrarse en la capacidad, en los conocimientos, los cuales puedan ser empleados para asumir retos y generar cambios en los escenarios en el que se desarrolla la sociedad; esta competencia enmarca el desarrollo de las capacidades cognitivas, con lo cual un individuo pueda actuar en un contexto en específico y además se halle en la capacidad de dar solución a determinados conflictos.

Echeverría (2001) afirma que una competencia académica hace alusión a una capacidad cognitiva, es decir “saber hacer” para compartir la información adecuada, involucra también el “saber actuar” frente a un conflicto en un escenario determinado y proporcionado una solución a esta. Una competencia es la manera como un individuo emplea los recursos con los que cuenta para ejecutar una labor o dar solución a una problemática en un escenario en específico.

Adicionalmente Fuentes (2007) menciona que hoy en día las competencias académicas asumen un rol resaltante en el contexto educativo. Enfocarnos en la “Educación basada en competencias” involucra permutas drásticas en el desarrollo y desenvolvimiento académico, permutas desde un enfoque social de la praxis educacional. La educación, como praxis social, debe contestar a las particularidades, requerimientos y los conflictos preponderantes en el contexto en el que sucede.

Las competencias académicas en este entender, puede simbolizar la base de una opción apropiada a la praxis educativa tradicional. Una opción que pueda corresponder a los requerimientos y peculiaridades sociales predominantes en el contexto actual de constantes permutas.

1.2.3.    Competencias de los estudiantes universitarios

La educación tradicional en muchas casas de estudio de nivel superior aun es preponderante, y esta posee la peculiaridad de que se centra y si encierra en el simple traspaso de saberes; la formación de profesionales y que estos se enfoquen en una área en particular, lo cual se relaciona básicamente con el perfil profesional; con estas afirmaciones los egresados de las universidades son catalogados como buenos profesionales con lo cual logran puestos laborales donde se desenvuelven de la mejora manera.

Actualmente en base a estudios llevados a cabo todas las afirmaciones aludidas en el anterior párrafo denotan que todo ello no basta, con lo cual se demuestra que las compañías y el público usuario requiere de una suma de competencias, de las cuales muchas no se aprehendieron en el nivel educativo superior. Tomando en consideración a la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (2003) hoy en día una gran mayoría de egresados y titulados de las universidades, respecto a las competencias y habilidades manifiestan insuficiencias y muchas de estas son requeridas por las organizaciones, como pueden ser: competencias impersonales (liderazgo, expresión escrita y oral, trabajo en equipo), competencias cognitivas (creatividad, razonamiento cotidiano, toma de decisiones y pensamiento crítico), competencias académicas (formación teórica y práctica) y competencias instrumentales (idiomas, informática, capacidades de gestionar, etc.).

Por su parte Martínez (2002) afirma que las organizaciones actualmente fijan un conjunto de requisitos vinculados a conocimientos no necesariamente direccionadas al campo académico, por el contrario, estas se hallan conexas a las competencias profesionales, sumando la adecuación al cambio, la disponibilidad, la entrega y dedicación, la polivalencia, las habilidades de interrelación, y la conexión con el lugar de trabajo y para con la organización.

Por tanto, hoy en día el estudiantado universitario en el proceso de su formación académica debe buscar conseguir y consolidar sus competencias, fortalecer además las competencias académicas e integrarlas con las otras competencias, con esto se obtendría un desarrollo integro.

1.2.4.    Desarrollo de competencias

De acuerdo con Alles (2007) el desarrollo de competencias es una acción positiva de las personas, con el fin de fortalecer sus competencias, mismas que no pueden ser simples acciones de formación u objeto de manuales pedagógicos; con lo cual el desarrollo de competencias viene a ser un compromiso colaborado tanto del individuo y de la organización. Por su parte Nagles (2005) respecto al desarrollo de competencias menciona que “una manera de crear competencias profesionales y académicas del estudiantado es apoyándose en la psicología, buscando generar reacciones positivas frente a los desafíos, esto coadyuvara a desarrollar las competencias necesarias con el propósito de garantizar un correcto desenvolvimiento profesional” (p.100). Partiendo de este punto de vista una alternativa es comenzar de la concepción de gestión de conocimiento para garantizar el desarrollo de las competencias en las organizaciones.

1.2.5.    Clasificación de competencias

Respecto a la clasificación de competencias Sagi-Vela (2004) considera que hay dos puntos:

§  Las competencias técnicas, hacen referencia a los conocimientos profesionales enfocados en actitudes y capacidades de las personas y que son fundamentales para contribuir a la gestión profesional.

§  Las competencias clave, engloban las actitudes y habilidades que coadyuban a los profesionales a mejorar su contribución en los procedimientos de la organización y en su vínculo con los pares, proveedores y clientes.

 

Por su parte Tobón (2006) menciona que las competencias pueden clasificarse como profesionales y laborales. La primera es adquirida por las personas en una formación educativa superior y se diferencia por ser amplias y flexibles, e involucran el hacer frente a conflictos muy complejos; la segunda hace alusión a las competencias calificadas innatas de los colaboradores y que son empleadas en acciones en específico.

Adicionalmente Bogoya (2000), Van Vucht y De Weert (2005) clasifican y engloban a las competencias académicas en dos grupos:

§  Competencias básicas, referidas a competencias lingüísticas para la obtención y utilización de información.

§  Competencias propiamente productivas encuadradas en el desempeño profesional, tanto de manera genérica como de manera específica a la profesión en la que una persona se desenvuelve.

 

2. METODOLOGÍA

La unidad de estudio estuvo conformada por los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación de la Universidad Nacional de San Antonio Abad, del distrito, provincia y departamento del Cusco, con un total de 1667 matriculados pertenecientes a las escuelas profesionales de Educación Primaria y Educación Secundaria, no habiéndose seleccionado a los estudiantes de las filiales de Canas y Espinar. De los cuales la edad promedio fue 19,35 y la desviación estándar de 2,098, esto indica que la mayoría de los estudiantes se encuentran cursando del 5to al 6to semestre académico en la mayoría de los casos y están distribuidos por especialidad de acuerdo con la tabla 1.

 

 

 

Tabla 1

Población de estudiantes de la Escuela Profesional de Educación matriculados en el semestre académico 2022-1

Escuela Profesional/Especialidad

Nro. Matriculados

Porcentaje

Escuela Profesional de Educación Primaria

362

21,7%

Escuela Profesional de Educación Secundaria

1305

78,3%

Ciencias Naturales

191

11,5%

Ciencias Sociales

345

20,7%

Educación Física

241

14,5%

Lengua y Literatura

334

20,0%

Matemática y Física

194

11,6%

Total

1667

100,0%

 

Los estudiantes seleccionados para la recogida de la información mediante la aplicación de los cuestionarios de pensamiento crítico y competencias académicas fueron debidamente seleccionados y ajustados de forma proporcional según el procedimiento del muestreo sistemático, obteniéndose a los integrantes de la muestra como se muestra en la tabla 2.

 

Tabla 2

Número de estudiantes de la Escuela Profesional de Educación seleccionados por el muestreo sistemático

Escuela Profesional/Especialidad

Nro. Matriculados

Porcentaje

Escuela Profesional de Educación Primaria

68

21,7%

Escuela Profesional de Educación Secundaria

245

78,3%

Ciencias Naturales

36

11,5%

Ciencias Sociales

65

20,8%

Educación Física

45

14,4%

Lengua y Literatura

63

20,1%

Matemática y Física

36

11,5%

Total

313

100,0%

 

El método seleccionado para alcanzar el objetivo del estudio correspondió al diseño explicativo, observacional -no experimental- y transversal, centrado en explicar los hechos desde el comportamiento observado de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, sin mediar ninguna intervención o manipulación deliberada de la variable independiente con fines de modificar el comportamiento de la dependiente. (Hernández & Mendoza, 2018)

Los cuestionarios elaborados por los investigadores estuvieron ajustados de acuerdo con la tabla 3. Operacionalización de las variables en estudio. Los cuales estaban conformados por un total de 21 ítems para la variable pensamiento crítico y en la misma cantidad para la variable competencias académicas, cuyas respuestas respondieron a la Escala Likert.

Tabla 3

Operacionalización de las variables pensamiento crítico y competencias académicas

Variables

Dimensiones

Indicadores

Pensamiento crítico

Evaluación de argumentos

-   Búsqueda de la verdad de los argumentos

-   Controversia de la veracidad de los argumentos

Interpretación de la información u opinión

-   Postura frente a las opiniones

-   Análisis de la opinión o información

Reconocimiento de supuestos o asunciones

-   Efectuar juicios o reflexiones

-   Aptitud ante las situaciones o hechos

-   Exploración crítica de los hechos

Competencias académicas

Competencias cognoscitivas

-   Reconocer y connotar datos seleccionados

-   Proceso de aprendizaje y memoria

-   Capacidad de atracción, inventiva, decisión y asumir retos

Competencias comunicacionales

-   Comunicación escrita y oral

-   Capacidad de discernir, opinar y admitir soluciones

Competencias interpersonales

-   Habilidad de construir lazos inalterables

-   Habilidad de manejo de emociones y comprensión de los demás

Nota: Revisión y adaptación realizada de Zaldívar (2010) respecto al pensamiento crítico. En el caso de las competencias académicas se tuvo en cuenta a Rodríguez et al. (2017).

 

Los datos recolectados mostraban fiabilidad superior a los 0,8 según el índice de consistencia interna Alfa de Cronbach. De mismo modo al realizar el análisis de la distribución normal con el estadígrafo Kolmogorov-Smirnov, se hallaron datos normales, lo cual se muestra en la tabla 4.

 

Tabla 4

Prueba estadística de Kolmogorov-Smirnov para una muestra de las variables pensamiento crítico y competencias académicas

Estadísticos

Pensamiento crítico

Competencias académicas

N

313

313

Parámetros normalesa,b

Media

56,21

63,39

Desviación estándar

12,057

9,262

Estadístico de prueba

0,045

0,047

Valor P (bilateral)c

0,200d

0,092

Significancia de Montecarlo (bilateral)e

Significancia

0,127

0,091

a. La distribución de prueba es normal.

b. Se calcula a partir de datos.

c. Corrección de significación de Lilliefors.

d. Esto es un límite inferior de la significación verdadera.

e. El método de Lilliefors basado en las muestras 10.000 Monte Carlo con la semilla de inicio 957.002.199.

 

Para la presentación de los resultados se empleó el análisis estadístico numérico, utilizándose las medidas de tendencia central y dispersión, tales como la media y desviación estándar. Para demostrar la fuerza de la relación se hizo uso de la correlación lineal de Pearson, además se complementó con el análisis de la regresión lineal de los datos recolectados para explicar la influencia del pensamiento crítico en el desarrollo de las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación. (Johnson & Kuby, 2008)

 

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La presentación de los resultados se detalló mediante la estadística descriptiva cuantitativa o numérica, tomando en cuenta la media y desviación estándar de los datos recolectados de las variables pensamiento crítico y competencias académicas, en respuesta a la hipótesis principal, como se detallan a continuación:

 

Tabla 5. Estadísticos descriptivos de la variable pensamiento crítico por especialidad de los estudiantes universitarios

Especialidad

n

Media

Desviación estándar

Ciencias Naturales

36

55,89

11,605

Ciencias Sociales

65

58,63

11,226

Educación Física

45

57,84

13,533

Educación Primaria

68

54,35

11,877

Lengua y Literatura

63

54,59

11,878

Matemática y Física

36

56,50

12,438

Nota: La muestra de estudiantes n=313 segmentado por especialidades.

 

Los promedios del pensamiento crítico por especialidad de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación precisan ciertas diferencias, siendo el más llamativo la media=58,63 de la especialidad de Ciencias Sociales, esto demuestra que hay un mejor desarrollo del pensamiento crítico, porque esta especialidad procura el logro de capacidades críticas, luego la especialidad de Educación Física presenta una media=57,84 esto indica también cierta inclinación por lograr el desarrollo del pensamiento crítico, respecto a las demás especialidades también muestran la inclinación por lograr un óptimo desarrollo del pensamiento crítico.

En el caso de la desviación estándar se puede observar en la especialidad de Educación Física una DE=13,533 la más llamativa, esto indica dispersión en cuanto al desarrollo del pensamiento crítico, donde algunos estudiantes logran un óptimo desarrollo, de forma similar ocurre en el caso de la especialidad de Matemática y Física con una DE=12,438. Respecto a las demás especialidades se evidencia un desarrollo del pensamiento crítico de manera consistente, donde la mayoría de los estudiantes presentan regularidad al momento de evaluación de argumentos, interpretación de la información u opinión y reconocimiento de supuestos o asunciones.

Paul & Elder (2005), señala la necesidad de liberar la creatividad del pensamiento crítico, en tal sentido al ser reestructurado el pensamiento, este provoca en el estudiante una mejor comprensión de su entorno. A lo cual Núñez et al. ​(2017)​, manifiesta una forma de percibir el pensamiento intelectual cuando el estudiante conceptualiza, sintetiza, evalúa, examina y aplica la información recolectada resultante de su experiencia, observación, reflexión y comunicación. En ese entender, los resultados estadísticos descriptivos, señalan a los estudiantes como protagonistas del desarrollo de su pensamiento crítico, donde la mayoría de las especialidades lo están logrando pero no demasiado notorio, porque la media no se muestra superior a 60 o 70 unidades, esto indicaría un logro excelente del pensamiento crítico, de esta forma demostrarían un mejor desarrollo de las capacidades para comprender su realidad y provocar una mejor capacidad de tomar decisiones y generar alternativas de solución a los problemas o situaciones a enfrentar en su vida cotidiana.

Tabla 6. Estadísticos descriptivos de la variable competencias académicas por especialidad de los estudiantes universitarios

Especialidad

n

Media

Desviación estándar

Ciencias Naturales

36

63,31

9,630

Ciencias Sociales

65

65,71

7,804

Educación Física

45

65,04

9,451

Educación Primaria

68

62,93

9,490

Lengua y Literatura

63

60,81

9,780

Matemática y Física

36

62,61

8,945

Nota: La muestra de estudiantes n=313 segmentado por especialidades.

 

Los resultados de la media o promedio hacen notorio el desarrollo de las competencias académicas en los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, con mayor notoriedad en el caso de las especialidades de Ciencias Sociales (promedio=65,71) y Educación Física (promedio=65,04), esto denota un mejor logro de las capacidades para aprehender conocimientos, y de esta forma entender, interpretar, explicar y elaborar ideas. Al respecto las demás especialidades también se encuentran en ese proceso, pero ligeramente menos notorio.

Respecto a la desviación estándar es menos notorio en el caso de la especialidad de Ciencias Sociales con una DE=7,804 señalando un desarrollo más compacto de las competencias académicas, diferencia de las demás especialidades, donde la desviación estándar es próximo a 9 o superior a esta, esto indica además, el logro de competencias para aprehender conocimientos, entenderlo, interpretarlo, explicarlo y propiciar nuevas ideas es disperso o diferenciado, donde algunos estudiantes presentan un óptimo logro de estas habilidades mientras otros todavía están empezando a consolidar o camino a desarrollarlas.

 Losada y Moreno ​(2001)​, señalan a la competencia académica como el crecimiento y desarrollo de aptitudes de la persona, estas son el punto de partida de la educación primaria y posteriormente en los demás niveles educativos con la finalidad de alcanzar un aprendizaje significativo y aplicado. Al respecto Pinilla ​(1999) hace hincapié en el conjunto de habilidades adquiridas mediante el aprendizaje donde la persona desarrolla actividades cognitivas, afectivas, productivas, sociales, culturales y laborales, en cuyos escenarios deben demostrar capacidad resolutiva y con mayor razón en contextos laborales.

De lo indicado por los autores antes citados y en alusión a los resultados de la tabla 6, los estudiantes de las diferentes especialidades vienen desarrollando las capacidades necesarias para desempeñarse en el ámbito académico, pero los estudiantes de la especialidad de Ciencias Sociales presentan un desarrollo mejor consolidado a diferencia de las otras especialidades.

En respuesta a la hipótesis principal, se realizó el análisis bivariado mediante el estadígrafo correlación lineal de Pearson, obteniéndose los siguientes resultados:

Tabla 7. Correlaciones entre las variables pensamiento crítico y competencias académicas

Variables / coeficiente de correlación

Pensamiento crítico

Competencias académicas

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,836**

Valor P

 

<0,001

n

313

313

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,836**

1

Valor P

<0,001

 

n

313

313

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

El resultado de la correlación lineal de Pearson R=0,836  demuestra ser bastante fuerte o muy alta, debido a la cercanía del coeficiente R con la unidad positiva, dado un valor P menor al nivel de significancia del 5%, queda confirmado el logro óptimo de las competencias académicas mientras se tenga como factor influyente al pensamiento crítico, este último mientras presente un alto nivel.

Mientras los estudiantes acumulen conocimientos y a su vez favorezca en la evaluación de argumentos, interpretación de la información u opinión y reconocimiento de supuestos o asunciones, se logrará mejorar considerablemente las competencias académicas, reforzando el desarrollo de las competencias cognoscitivas, comunicacionales e interpersonales.

Para demostrar la verdad de la primera hipótesis secundaria, el cual se fundamentó en el análisis de la correlación de Pearson según cada especialidad al cual pertenecen los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación.

Tabla 8. Correlaciones entre las variables pensamiento crítico y competencias académicas por especialidad del estudiante

Especialidad

Pensamiento crítico

Competencias académicas

Ciencias Naturales

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,902**

Valor P

0,000

n

36

36

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,902**

1

Valor P

0,000

n

36

36

Ciencias Sociales

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,846**

Valor P

0,000

n

65

65

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,846**

1

Valor P

0,000

n

65

65

Educación Física

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,860**

Valor P

0,000

n

45

45

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,860**

1

Valor P

0,000

n

45

45

Educación Primaria

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,800**

Valor P

0,000

n

68

68

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,800**

1

Valor P

0,000

n

68

68

Lengua y Literatura

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,828**

Valor P

0,000

n

63

63

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,828**

1

Valor P

0,000

n

63

63

Matemática y Física

Pensamiento crítico

Correlación de Pearson

1

0,822**

Valor P

0,000

n

36

36

Competencias académicas

Correlación de Pearson

0,822**

1

Valor P

0,000

n

36

36

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

Los coeficientes de la correlación de Pearson indican muy fuerte relación entre las variables pensamiento crítico y competencias académicas, aceptándose debido al valor P por ser este inferior al 0,05 en todos los casos, llamando la atención en el caso de los estudiantes de la especialidad de Ciencias Naturales, en quienes el coeficiente de correlación R=0,902 el valor más alto de todas las correlaciones, esto demuestra un óptimo desarrollo de las competencias académicas cuando el estudiante demuestra un nivel alto del pensamiento crítico. En los estudiantes de las otras especialidades también se observa similar situación porque el coeficiente es cercano a la unidad.

La segunda hipótesis específica hizo alusión a la regresión lineal entre las variables pensamiento crítico y competencias académicas, con la finalidad de establecer la ecuación de la regresión, de los cálculos efectuados en el programa estadístico Minitab se obtuvo:

Tabla 9

Ecuación de regresión lineal

Competencias académicas

=

27,30 + 0,6420 Pensamiento crítico

La ecuación de la lineal de las variables pensamiento crítico y competencias académicas, señalan la posibilidad de predecir el comportamiento de las competencias académicas, demostrando la necesidad de mejorar el pensamiento crítico para lograr un mayor logro de las competencias académicas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Educación.

 

Tabla 10

Coeficientes de la regresión lineal

Término

Coeficiente

EE del
coeficiente

Valor T

Valor p

FIV

Constante

27,30

1,38

19,85

0,000

 

Pensamiento crítico

0,6420

0,0239

26,84

0,000

1,00

 

Los valores de los coeficientes de la regresión lineal se aceptan debido a un valor P menor al nivel de significancia del 5%=0,05 esto permitió establecer la ecuación de la regresión lineal.

 

 

Tabla 11

Resumen del modelo de regresión lineal

S

R-cuadrado

R-cuadrado
(ajustado)

R-cuadrado
(predictivo)

5,09492

69,84%

69,74%

69,46%

 

El modelo de regresión lineal señala al 69,46% de los casos de estudiantes de la Escuela Profesional de Educación, la posibilidad de alcanzar un logro óptimo de sus competencias académicas, donde las competencias cognoscitivas, comunicacionales e interpersonales pueden ser beneficiadas cuando el pensamiento crítico logre niveles altos en la evaluación de argumentos, interpretación de la información u opinión y reconocimiento de supuestos o asunciones, en las diferentes actividades académicas desarrolladas en los primeros años de formación profesional.

4. CONCLUSIONES

El pensamiento crítico como una de las capacidades superiores, viene a conformar en los estudiantes de este milenio, la demostración o desarrollo de las destrezas cognitivas adquiridas por ellos, las cuales facilitan un mejor desempeño en las actividades educativas formales o en sus actividades cotidianas. Entre las principales las principales características evidenciables en los estudiantes es su capacidad resolutiva, autónoma, manipulación de objetos, planteamiento de hipótesis, establecimiento de sistemas ordenamiento y clasificación, elaboración de sistemas primarios de cuantificación y el desarrollo de inferencias en el campo socioafectivo. Estos aspectos determinan el logro de las competencias cognoscitivas, comunicacionales e interpersonales de los estudiantes universitarios de la Escuela Profesional de Educación.

En la actividad educativa y cotidiana del estudiante, es importante incidir en la solución de problemas, a través del pensamiento crítico, propiciando un cambio en el sistema educativo tradicional centrado en la importancia del aprendizaje de principios, conceptos y teorías en las distintas áreas del conocimiento, con el fin de desarrollar las capacidades, habilidades o destrezas de los estudiantes para enfrentar los retos académicos y cotidianos, provocar cambios o mejoras de la capacidad cognitiva, en especial de las memorias de mediano y largo plazo, orientado a proporcionar posibles alternativas solución a determinados conflictos o retos.

El desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes, de acuerdo con los alcances realizados en el estudio, centrado en el campo de la pedagogía, es posible mediante el fortalecimiento de las tres dimensiones: argumentación, metacognición y solución de problemas, a partir del debido trabajo que se venga impulsando con los estudiantes a través de retos o problemas reales que se le presenten en las sesiones de clase, estarán cada vez más cerca de lograr óptimo pensamiento crítico. Mientras el estudiante demuestre capacidad para actuar de forma eficaz y eficiente en diversos escenarios y con mayor necesidad en el ámbito universitario, a través del uso perspicaz de la información, conocimientos (comprensión, análisis y aplicación) y el despliegue de actitudes y valores orientados al logro de las competencias académicas.

5.  LISTA DE REFERENCIAS

 

Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña. (2003). Educación superior y trabajo de Cataluña. Barcelona: AQU Catalunya.

Albertos, D. (2015). Diseño, aplicación y evaluación de un programa educativo basado en la competencia científica para el desarrollo del pensamiento crítico en alumnos de educación secundaria. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid. Recuperado el 5 de Febrero de 2022

Alles, M. A. (2007). Desarrollo del talento humano: Basado en competencia (1ra ed.). Buenos Aires: Ediciones Granica S.A.

Barrón, C. (2000). La educación basada en competencias en el marco de los procesos de globalización. En Á. Valle, Formación en competencias y certificación profesional (1ra ed., págs. 17-44). México DF: Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Bogoya, D. (2000). Competencias y proyecto pedagógico (1ra ed.). Bogotá: Unilibros.

Cangalaya, L. M. (2020). Habilidades del pensamiento crítico en estudiantes universitarios a través de la investigación. Desde el Sur, 12(1), 141-153.

Cano, M. E. (2008). La evaluación por competencias en la educación superior. Profesorado. Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 12(3), 1-16.

Castillo, R. A. (2020). El pensamiento crítico como competencia básica. IXTLI - Revista Latinoamericana de Filosofía de la Educación, 7(14), 127-148.

Condemarín, M., & Medina, A. (2000). Evaluación de los aprendizajes. Un medio para mejorar las competencias lingüísticas y comunicativas (1ra ed.). Santiago: Ministerio de Educación de la República de Chile.

Echeverría, B. (2001). Configuración actual de la profesionalidad. Letras de Deusto, 91(31), 35-55.

Epstein, R. L. (2018). Guía breve para el pensamiento crítico (1ra ed.). Ciudad de Santa Fe: Advanced Reasoning Forum.

Facione, P. A. (1990). Critical thinking: A statement of expert consensus for purposes of educational assessment and instruction. Education Resources Information Center, 1(1), 1-111.

Freire, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa (1ra ed.). Rio de Janeiro: Paz & Terra. Grupo Editorial Record.

Fuentes, M. T. (2007). Las competencias académicas desde la perspectiva interconductual. Acta Colombiana de Psicología, 10(2), 51-58.

Halpern, D. F. (2003). The “How” and “Why” of critical thinking assessment. En D. Fasko, Critical thinking and reasoning: Current research, theory, and practice (Perspectives on creativity) (págs. 355-366). New York: Hampton Press.

Hernández Sampieri, R., & Mendoza Torres, C. P. (2018). Metodología de la Investigación: Las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. Ciudad de México: McGRAW-Hill Interamericana Editores, S.A. de C. V.

Johnson, R., & Kuby, P. (2008). Estadística elemental: Lo esencial. México D.F.: Cengage Learning Editores, S.A.

Le Boterf, G. (2001). Ingeniería de las competencias (1ra ed.). Barcelona: Gestión 2000.

Leitão, S. (2009). Arguing and learning. En C. Lightfoot, & M. C. Lyra, Challenges and strategies for studying human development in cultural contexts (1ra ed., págs. 251-252). Roma: Firera & Liuzzo Group.

Lipman, M. (1998). Pensamiento complejo y educación (2da ed.). Madrid: Ediciones de la Torre.

López, G. (2012). Pensamiento crítico en el aula. Docencia e Investigación, 37(22), 41-60.

Losada, A., & Moreno, H. (2001). Competencias básicas aplicadas al aula (2da ed.). Bogotá: Ediciones Servicios Educativos del Magisterio S.E.M.

Lucio, B., & Vázquez, A. (2018). Relación entre el pensamiento crítico y el desempeño académico en alumnos de escuela preparatoria. Educar, 54(2), 411-427.

Martínez, R. (2002). La inserción laboral de los universitarios a través de las prácticas en empresas. Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 101(3), 229-254.

Nagles, N. (2005). El desarrollo de competencias. Revista Escuela de Administración de Negocios, 1(54), 99-114.

Nickerson, R. S., Perkins, D. N., & Smith, E. E. (1994). Enseñar a pensar: Aspectos de la aptitud intelectual (3ra ed.). Barcelona: Ediciones Paidós.

Núñez, S., Ávila, J. E., & Olivares, S. L. (2017). El desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes universitarios por medio del Aprendizaje Basado en Problemas. Revista Iberoamericana de Educación Superior, 8(23), 84-103.

Paul, R., & Elder, L. (2005). Una guía para los educadores en los estándares de competencia para el pensamiento crítico. Santa Barbara, Estados Unidos: Fundación para el Pensamiento Crítico.

Perrenoud, P. (2008). Construir las competencias, ¿es darle la espalda a los saberes? Revista de Docencia Universitaria, 6(2), 1-8.

Pinilla, A. E. (1999). Innovaciones metodológicas. En A. E. Pinilla, Reflexiones en educación universitaria (1ra ed., págs. 17-103). Bogotá: Grupo de Apoyo Pedagógico y Formación Docente de la Universidad Nacional de Colombia.

Rodríguez, G., Ibarra, M. S., & Cubero, J. (2017). Competencias básicas relacionadas con la evaluación. Un estudio sobre la percepción de los estudiantes universitarios. Educación XX1, 21(1), 181-208. doi:https://doi.org/10.5944/educxx1.20184

Sagi-Vela, L. (2004). Gestión por competencias: El reto compartido del crecimiento personal y de la organización (1ra ed.). Madrid: ESIC Editorial.

Saiz, C., & Rivas, S. F. (2008). Evaluación en pensamiento crítico: Una propuesta para diferenciar formas de pensar. Ergo, Nueva Época, 1(22-23), 25-66.

Schneckenberg, D., & Wild, J. (2006). Understanding the concept of e-competence for academic staff. En I. Mac Labhrainn, C. McDonald, & D. Schneckenberg, The challenge of e-competence in academic staff development (1ra ed., págs. 29-35). Toronto: Centre for Excellence in Learning and Teaching.

Tobón, S. (2006). Formación basada en competencias: Pensamiento complejo, diseño curricular y didáctica (2da ed.). Bogotá: ECOE Ediciones.

Tobón, S. (2013). Formación integral y competencias. Pensamiento complejo, currículo, didáctica y evaluación (4ta ed.). Bogotá: Editorial ECOE.

Van Vucht, L., & De Weert, E. (2005). De la erudición a la competencia académica. Revista Española de Pedagogía, 63(230), 123-146.

Zaldívar, P. (2010). El constructo "pensamiento crítico". Obtenido de https://www.yumpu.com/es/document/read/13031876/2010-el-constructo-pensamiento-critico-universidad-de-zaragoza