La Actitud frente al consumo de sustancias y su relación con la calidad de vida en estudiantes universitarios
David Fabricio Cajas Fernández
https://orcid.org/0000-0002-0302-4847
Facultad de Ciencias de la Salud, Carrera de Psicología Clínica,
Universidad Técnica de Ambato
Ambato – Ecuador.
Paulina Jhojana Bonilla Basantes
https://orcid.org/0000-0001-6706-5392
Facultad de Ciencias de la Salud, Carrera de Psicología Clínica,
Universidad Técnica de Ambato
Ambato – Ecuador
Las actitudes frente al consumo de sustancias afectan la calidad de vida de los estudiantes universitarios. El objetivo general de la presente investigación fue determinar la relación entre las actitudes frente al consumo y la calidad de vida. Mediante; un enfoque cuantitativo correlacional, de diseño no experimental con corte trasversal. La muestra estuvo comprendida por 136 estudiantes universitarios con edades entre los 18 y 25 años, seleccionados mediante un muestreo no probabilístico intencional. Se aplicó el Autoinforme de consumo de sustancias psicoactivas (AICA) y la escala de calidad de vida de Olson y Barnes (confiabilidad de 0.87 mediante la medida de Kaiser-Meyer). Los resultados determinaron una correlación positiva (R de Pearson = 0.295 y p<0.01) entre las actitudes frente al consumo y la calidad de vida, se determinó que el 71.3% de los evaluados poseen actitudes desfavorables hacia el consumo, existe una tendencia hacia la buena calidad de vida y una diferencia entre las actitudes frente al consumo y el sexo de los participantes.
Palabras clave: actitud; consumo; sustancia; calidad de vida.
Correspondencia: dcajas2344@uta.edu.ec
Artículo recibido 21 noviembre 2022 Aceptado para publicación: 21 diciembre 2022
Conflictos de Interés: Ninguna que declarar
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Cómo citar: Cajas Fernández, D. F., & Bonilla Basantes, P. J. (2022). Actitudes frente al consumo de sustancias y su relación con la calidad de vida en estudiantes universitarios. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 8544-8555. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.4019
Attitudes towards substance use affect the quality of life of university students. The general objective of this research was to determine the relationship between attitudes towards substance use and quality of life. By means of a quantitative correlational approach, non-experimental design with a cross-sectional cut. The sample consisted of 136 university students between 18 and 25 years of age, selected by means of a non-probabilistic intentional sampling. The self-report of psychoactive substance use (AICA) and the Olson and Barnes quality of life scale (reliability of 0.87 using the Kaiser-Meyer measure) were applied. The results showed a positive correlation (Pearson's R = 0.295 and p<0.01) between attitudes towards drug use and quality of life, 71.3% of those evaluated had unfavorable attitudes towards drug use, there was a tendency towards good quality of life, and there was a difference between attitudes towards drug use and the sex of the participants.
El consumo de sustancias como el alcohol, tabaco, marihuana y otros con acción psicoactiva es un problema de salud pública a nivel mundial. En Ecuador los datos obtenidos por el tercer estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la población Universitaria demuestran que, el 30% de los estudiantes que cursan una carrera universitaria han consumido drogas ilícitas. El 12.7% de los evaluados consumieron sustancias sujetas a fiscalización durante el año 2016 (Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), 2017). Dentro de estos datos se puede destacar como grupo vulnerable a la población adolescente como principales consumidores, seguido de los jóvenes adultos, dentro de los cuales se incluye a la población universitaria del país. El uso de alcohol en universitarios ecuatorianos supera el 50% de prevalencia con una distinción clara entre sexos, siendo los hombres quienes más consumen, el 56,4% de universitarios manifiestan haber consumido tabaco al menos una vez en su vida. Por otro lado, al hablar de drogas ilícitas se conoce que un 12.7% a consumido alguna droga fuera del marco legal (Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, 2019).
Debido a esta problemática, la psicología se ha enfocado en investigar los diferentes aspectos y factores de riesgo que rodean este problema social como es el caso de la edad, el sexo, mecanismo de habituación y medio ambiente en el que se desarrolla el presente tema de estudio.
Uno de los grupos con mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas son los jóvenes-adultos, período evolutivo que comprende desde los 18 hasta los 25 años de edad (Kail & Cavanaugh, 2015). Esta etapa incluye una serie de cambios físicos, morales y sociales tanto en hombres como mujeres. Al finalizar la adolescencia el desarrollo del lóbulo frontal ha terminado, por lo que la toma de decisiones se verá reflejada por el desarrollo de la personalidad y aspectos de interacción como la socialización y la comunicación (Caro, 2018).
Es necesario destacar que durante el proceso de formación de la personalidad se verán implicados más aspectos además del desarrollo cerebral, es así que se puede entender a la personalidad como un conjunto de patrones, rasgos o formas de comportamiento los cuales pueden llegar a ser cambiantes o estables conforme pase el tiempo, esto se verá determinado principalmente por el pensamiento de la persona, como actual y se siente frente al entorno y los estímulos propios del mismo (Rodríguez Ramírez et al., 2020).
Las actitudes frente al consumo se consideran una conducta, donde las creencias y valores del individuo se contraponen ante las diversas situaciones dando como resultado un predisponente de uso o repulsión hacia el alcohol, tabaco y otras drogas (Moreta-Herrera et al., 2018). La causalidad del uso de sustancias hace referencia a la estimulación hedónica o comúnmente denominada como búsqueda del placer, el deseo de exploración y búsqueda de nuevas sensaciones propio de la etapa evolutiva y el contexto social (Alarcón et al., 2012).
Se plantea que las actitudes son estados psicológicos internos productos de una evaluación situacional que da como resultado una conducta predeterminada en respuesta al entorno. En relación a lo antes mencionado se puede afirmar que una actitud favorable o desfavorable condicionará la acción subsecuente sin importar si esta es correcta o incorrecta (Briñol, P & Falces, 2007).
Sobre el consumo de sustancias y las actitudes relacionadas, obedecen a las creencias obtenidas con anterioridad, es decir que están en la memoria y son de fácil acceso, estas delimitarán el comportamiento y serán seguidas de manera espontánea (Dilliott et al., 2020). En lo que corresponde a la cantidad y tipos de creencias, se verán afectadas según origen y objetivo de la motivación, el contexto y el nivel de importancia que el individuo le dé a las mismas (Ajzen, 2011). Las creencias personales e implantadas, el componente afectivo y las construcciones cognitivas acerca del consumo de sustancias direccionan el actuar ante estas. Las acciones subsecuentes serán propias de la experimentación y habituación del individuo en un intento por adaptarse al entorno.
Por otro lado, la calidad de vida (CV) puede ser definida como la percepción de bienestar en relación a diferentes ámbitos, por ejemplo, vida familiar, amigos, familia extensa, salud, hogar, educación, ocio, religión, medios de comunicación, bienestar económico, vecindario y comunidad (Guzmán-Muñoz et al., 2020). Esta variable es altamente utilizada dentro de los diferentes sectores de salud pública del país. Los diferentes estilos de CV pueden ser modificados en base la interacción con las condiciones ya mencionadas y las diferencias individuales de cada ser humano (Lima-Serrano et al., 2018).
Se puede considerar un estilo de vida óptimo cuando está direccionado a evitar la enfermedad, sin embargo, durante el periodo de adolescencia y pre-adultez pueden iniciarse estilos de vida no favorables influenciados por los nuevos ambientes sociales y el uso y abuso de drogas licitas e ilícitas, esto influirá de manera negativa sobre la percepción de CV(Salinas-Miranda et al., 2015).
La investigación propuesta busca cubrir vacíos en cuanto al conocimiento de las actitudes frente el consumo de sustancias y la calidad de vida, en Ecuador la calidad de vida es un estudio recurrente, con pocos criterios de exclusión y abarcando a la mayor parte de la población y usada principalmente en el área de la salud pública con la finalidad de conocer las condiciones personales, sociales y ambientales a las cuales están sujetas los individuos.
La presente investigación tiene como objetivo determinar la relación entre la actitudes frente al consumo de sustancias (alcohol, tabaco y otras drogas) y la calidad de vida en estudiantes universitarios, haciendo énfasis en la evaluación individual de las actitudes frente al consumo de sustancias y la valoración del nivel de satisfacción en la calidad de vida de los estudiantes universitarios, además se busca determinar si existe una diferencia estadística entre el sexo y las actitudes frente al consumo.
El enfoque de la investigación es cuantitativo por qué se obtendrán datos numéricos a través de instrumentos validados y estandarizados como es el Autoinforme de Consumo de sustancias psicoactivas (AICA) y la Escala de Calidad de Vida de Olson y Barnes.
El alcance es correlacional ya que espera determinar la relación entre la actitud frente al consumo de tabaco y la calidad de vida. En cuanto al diseño se trata de un estudio no experimental porque no existe manipulación de las variables, trasversal ya que se aplica los instrumentos antes mencionados en una sola ocasión.
Dentro de lo que comprende las limitaciones del estudio se puede señalar que se cuenta con un número limitado de participantes (136). Otra limitante es el escaso contenido de información que existe en la región relacionado a las variables y la población objetivo.
Población y Muestra
La población a la que estuvo dirigido el presente estudio conto con la participación de 147 estudiantes universitarios pertenecientes a la facultad de ciencias de la Salud de la carrera de Piscología, de los cuales se obtuvo una muestra de 136 participantes, seleccionados mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia. Con edades ubicadas dentro de un rango de 18 a 25 años de los cuales 29 fueron hombres (21.3) y 107 fueron mujeres (78.7). Dentro de los criterios de inclusión se tomó en cuenta lo siguiente: estar legalmente matriculado, ser hombre o mujer con un rango de edad de entre 18 a 25 Años y Firma de consentimiento informado para ser parte del estudio. Dentro de los criterios de exclusión se puede mencionar: No cumplir con la mayoría de edad y no haber aceptado las cláusulas del consentimiento informado.
Instrumentos
Como instrumento para la recolección de información de la variable actitudes frente al consumo se usó el Autoinforme de consumo de sustancias psicoactivas (AICA) creado por Santacreu, Frojan y Hernández en1990 (Santacreu et al., 1990). El autoinforme se encuentra conformado por treinta ítems que, estos esta divididos en tres áreas: a) Cognitivas: creencias y expectativas; b) Emocionales: sentimientos y valoraciones; y c) Comportamentales: disposición para actuar. La administración del test se lo puede realizar de forma individual o colectiva, con un tiempo estimado de 15 a 20 minutos. La calificación se la realiza mediante una escala de respuesta Likert de cinco opciones con valores entre 1 (muy en desacuerdo) y 5 (muy de acuerdo). Mayor a 90 puntos = actitud desfavorable hacia el consumo. Mejor a 60 puntos = actitud favorable hacia el consumo. Los puntajes intermedios (61 a 89) = actitud ambivalente. El test posee una confiabilidad al de 0.93 mediante ALPHA de Cronbach.
Por otra parte se utilizó la Escala de calidad de vida de Olson y Barnes la fue creada en 1892 (Muchotrigo, 2010), la misma está conformada por 12 áreas (vida marital y familiar, amigos, familia extensa, salud, hogar educación, tiempo, religión, empleo, medios de comunicación, bienestar económico y vecindario y comunidad). La aplicación puede ser realizada de manera individual o colectiva con una duración aproximada de 20 minutos, el test fue adaptado al español por Grimaldo en el año 2003. Las preguntas se califican en una escala de respuesta Likert de cinco opciones con valores entre 1,2,3,4 y 5, donde 1 es igual a insatisfecho 2 un poco satisfecho y así sucesivamente. Las puntuaciones obtenidas se pueden interpretar de la siguiente manera: 61 a más: Calidad de vida optima, 51 a 60: Tendencia a calidad de vida buena, 40 a 50: Tendencia a baja calidad de Vida, De 39 o menos: Mala calidad de vida. Posee una confiabilidad de 0.87 mediante la medida de Kaiser-Meyer.
Tabla 1. Actitudes frente al consumo de sustancias
Nivel |
Frecuencias |
% del Total |
% Acumulado |
|
|
Favorable |
5 |
3.7 % |
3.7 % |
|
|
Ambivalente |
34 |
25.0 % |
28.7 % |
|
|
Desfavorable |
97 |
71.3 % |
100.0 % |
|
|
Análisis: Del 100% de los evaluados se observa que un 71.3% de los participantes muestran una actitud desfavorable hacia el consumo de sustancias, un 25% muestra una actitud ambivalente y un 3.7% muestra una actitud favorable. Se evidencia que la mayoría de la población universitaria posee un promedio de comportamiento desfavorable hacia el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
Tabla 2. Niveles de satisfacción de calidad de vida.
Nivel de Satisfacción |
Frecuencias |
% del Total |
% Acumulado |
||
Mala Calidad de vida |
23 |
16.9 % |
16.9 % |
||
Tendencia a baja calidad de vida |
49 |
36.0 % |
52.9 % |
||
tendencia a buena calidad de vida |
35 |
25.7 % |
78.7 % |
||
Calidad de vida optima |
29 |
21.3 % |
100.0 % |
||
Nota. Porcentajes de los niveles de satisfacción de la calidad de vida. |
|||||
Análisis: La tabla dos nos muestra el porcentaje de los estudiantes universitarios junto a los diferentes niveles de satisfacción respecto a su calidad de vida. Del 100% de los participantes el 36% de los evaluados posee una tendencia a baja calidad, por el contrario, solo el 16.9% mostraron una percepción orientada a la mala calidad de vida, el porcentaje restante oscila entre una calidad de vida óptima y la tendencia a la misma.
Tabla 3. Diferencia estadística entre el sexo y actitudes frente al consumo.
|
Estadístico |
gl |
p |
Diferencia de medias |
EE de la diferencia |
|
Tamaño del Efecto |
|
Suma Total |
T de Student |
-2.48 |
134 |
0.014 |
-10.4 |
4.17 |
D de Cohen |
-0.513 |
Nota. Comparación entre sexos y actitudes frente al consumo.
Análisis: Al cumplirse los supuestos de homogeneidad (P = 0.832) y normalidad (Shapiro-Wilk: P = 0.846) se aplicó la prueba paramétrica T-Student, obteniendo un valor de P = 0.014 dando como resultado que existen diferencias entre el sexo y las actitudes frente al consumo de sustancias en los estudiantes universitarios evaluados.
Tabla 4. Correlación entre las actitudes frente al consumo y la calidad de vida
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|
SUMA TOTAL AICA |
|
||||
SUMA TOTAL AICA |
R de Pearson |
— |
|
||||
|
valor p |
— |
|
||||
SUMA TOTAL Calidad vida |
R de Pearson |
0.295 |
|
||||
|
valor p |
< .001 |
|
||||
Análisis: Para obtener los resultados se usó la prueba de normalidad ¨R de Pearson¨. Se evidencia una correlación positiva (R de Pearson = 0.295 y p<0.01), mientras mayores sean las actitudes negativas frente al consumo mayor será la calidad de vida, es decir que posee una correlación directa.
DISCUSIÓN
Posterior al análisis estadístico se obtuvo que las actitudes frente al consumo y la calidad de vida se correlacionan de manera positiva (R de Pearson = 0.295 y p<0.01), es decir mientras mayor sean las actitudes desfavorables hacia el consumo, los niveles de calidad de vida aumentarán. Estos resultados se pueden contrastar con el estudio realizado por Bernardes et al. (2018) quien mediante los datos obtenidos de 105 participantes afirmaron que existe una tendencia positiva entre la calidad de vida, el uso y consumo de sustancias, es decir, mientras menor sea la relación con consumidores y el consumo propio de sustancias, mejorará la tendencia hacia una buena calidad de vida.
Por otro lado, la investigación realizada en Chile por (Vilugrón Aravena et al., 2017) concuerda que existe una correlación directa entre el uso de sustancias como el alcohol, marihuana, tabaco y la influencia negativa que poseen en la calidad de vida.
En relación a las actitudes frente al consumo, se obtuvieron los siguientes datos, el 71.3% de los participantes muestran una actitud desfavorable al consumo, el 25% una actitud ambivalente y solo el 3.7% se muestran favorables hacia el consumo, estos datos concuerdan con la investigación realizada en Ecuador por (Moreta-Herrera, et al., 2021), para obtener los resultados se encuestaron a 711 participantes y obtuvieron que el 81% de sus evaluados muestran actitudes desfavorables hacia el consumo, cabe mencionar que en la misma línea de investigación existen diferentes actitudes de rechazo hacia el consumo propio y a los consumidores y una admiración y percepción hacia los no consumidores.
En cuanto a los niveles de calidad de vida se obtuvo que el 36% de los evaluados presentaron una tendencia a la baja calidad de vida, por el contrario, el 25.7% mostró una tendencia hacia una buena calidad vida, el restante 38.2% se encuentra distribuido hacia los extremos (mala calidad de vida: 16.9% y calidad de vida óptima: 21.3%). Los datos obtenidos difieren de la investigación realiza en Perú por (Villavicencios, 2020), con 163 estudiantes universitarios, las puntuaciones obtenidas mediante la escala de calidad de vida percibida muestran que existe una mayor tendencia hacia la buena calidad de vida, un 74.8% posee una buena calidad de vida mientras el restante 25.2% percibe una calidad de vida baja.
En la presente investigación se encontró que existe una diferencia entre actitudes frente al consumo y el sexo, mostrando una prevalencia en hombres. Coincidiendo con la investigación propuesta por (R. Moreta-Herrera et al., 2018) en Ecuador, evaluaron a 502 participantes entre hombres y mujeres Existe una diferencia estadística donde hay mayor tendencia al consumo en hombres (p< 0,05), por otra parte la disposición al consumo destacó una mayor exposición hacia el alcohol y el cannabis.
Se determinó que existe una correlación positiva entre las actitudes frente al consumo de sustancias y la calidad de vida, por ende, mientras mayor sean las actitudes desfavorables hacia el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, mejores serán los niveles de calidad de vida de los estudiantes universitarios.
En relación a la variable de actitudes frente al consumo de sustancias en estudiantes universitarios se obtuvo que la mayoría de los evaluados mostraron una actitud desfavorable, tanto al consumo propio como al consumo de terceros, además de una marcada admiración hacia los no consumidores.
En torno a los niveles de calidad de vida se pudo evidenciar que existió un alto porcentaje de evaluados distribuidos entre una tendencia hacia la buena calidad, posterior a esta se encontró una tendencia hacia la mala calidad de vida, seguida de una calidad de vida óptima, por último, se tiene a la mala calidad de vida.
Se determinó que existe una diferencia entre las actitudes frente al consumo y el sexo de los evaluados donde predominó las actitudes frente al consumo en hombres en relación a las mujeres, gracias a que se aplicó una prueba paramétrica estos datos pueden ser generalizados para la población de estudio.
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