DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.4112

El Pensamiento: un concepto clásico que evoluciona en el tiempo

 

Ines Melina Cobo de Gilbert

[email protected]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-0008-887X

Universidad de Palermo

Buenos Aires – Argentina

 

 

RESUMEN

Desde la Psicología Cognitiva, se ha articulado el estudio de la mente en procesos básicos: memoria, emoción, motivación, lenguaje, pensamiento, entre otros, los cuales han ido evolucionando con el tiempo. Desde este artículo de revisión, se pretende realizar un recorrido breve por los procesos básicos de la mente, centrándonos concretamente en el concepto de pensamiento, a luz de la reciente contribución de Kanheman, sobre los tipos de pensamiento. Su aporte nos permitirá identificar el modo de funcionar de cada uno de los sistemas de pensamiento, los sesgos más comunes y cómo pensar cada vez de una manera más racional.

 

Palabras clave: psicología básica; procesos psicológicos; pensamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido 27 noviembre 2022 Aceptado para publicación: 27 diciembre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Cómo citar: Cobo de Gilbert, I. M. (2022). El Pensamiento: un concepto clásico que evoluciona en el tiempo. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 10007-10014. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.4112

 


 

Thinking: a classic concept that evolves over time

 

ABSTRACT

From Cognitive Psychology, the study of the mind has been articulated in basic processes: memory, emotion, motivation, language, thinking, among others, which have evolved over time. From this review article, it is intended to take a brief tour of the basic processes of the mind, focusing specifically on the concept of thinking, in light of Kanheman's recent contribution on the types of thought. His contribution will allow us to identify the way each one of the thought systems works, the most common biases and how to think more and more rationally.

 

Keywords: basic psychology; psychological processes; thinking.

 


INTRODUCCIÓN

La Psicología Cognitiva se ha establecido desde mediados del siglo pasado como el paradigma para el abordaje de los procesos psicológicos básicos (Irrazabal, 2022). Para el abordaje de los mismos, se han desarrollado modelos independientes de lenguaje, memoria, emoción, pensamiento y motivación, aunque todos se dan de manera global y muchas veces inconsciente en la mente, objeto de estudio de la psicología (Méndez Paz, 2010).

Se define el Lenguaje, en sus concepciones más recientes planteadas por Noam Chomsky (Blanco, 2008) como una facultad específica de la mente humana que permite transmitir sentido, sujeta a reglas específicas que permiten nuevas combinaciones que dan espacio a la creatividad y la productividad. El mismo está amparado en una gramática universal que transmite componentes semánticos y fonológicos.

Sobre la memoria, uno de los procesos básicos en los que más consenso se ha alcanzado, se ha evolucionado de la categorización de memoria de corto y largo plazo, a la definición de memoria de trabajo y memoria episódica (Baddeley et al, 2015). La Memoria de Trabajo, más que un almacenamiento, es un espacio de trabajo, en el cual se reciben los estímulos del entorno, a través de la percepción, y se recupera información de la memoria episódica. Este espacio de consciencia, depende de la atención y tiene una capacidad limitada. Por otro lado, en la memoria a largo plazo se almacenan no solo la información conocida, sino las experiencias y los procedimientos que el sujeto a aprendido. Solo damos cuenta de la existencia de la memoria episódica, semántica y procedimental por la capacidad de ser recuperada por la memoria de trabajo. Este espacio es inconsciente y hasta donde se conoce, ilimitado (Fernández-Rey et al., 2010).

El concepto de emoción, probablemente uno de los que más ha evolucionado desde la mera concepción de que las evaluaciones son universales y adaptativas planteada por Darwin, hasta un enfoque multifactorial que involucra factores fisiológicos, culturales y cognitivos. (Elices, 2015). De manera general, se entiende la emoción como el “conjunto de procesos (cognitivo, conductual-motivacional, somático, experiencial) que componen un estado mental intencional evaluativo (afectivo) de corta duración” (Burín,7, 2022). El estudio actual de las emociones, enriquecido por la neurociencia, valida sus bases biológicas universales, la caracterización social de las mismas y sobre todo el protagonismo de las mismas en la vida psíquica de cada sujeto (Barret, 2012).

Finalmente, el pensamiento, es concebido como un proceso psicológico de alto nivel, orientado a resultados que sucede en la memoria de trabajo (Carretero & Asensio, 2008). Sobre él, sus características, heurísticos y sesgos pretendemos profundizar en este trabajo.

EL PENSAMIENTO

El pensamiento implica manipular esquemas mentales, por eso para que se dé es necesario tener información previa sobre el dominio en que se piensa. Esta necesidad de actualizar un esquema, viene dada por una situación externa, que se puede entender como problema, por eso hoy, una vez superada la lógica del mero razonamiento, se sostiene que el pensamiento está orientado a resolver problemas. Estos problemas pueden ser cotidianos o existenciales, sin embargo, representan una necesidad del sujeto de actualizar su esquema mental sobre algún tema, más allá del recuerdo o la comprensión donde no hay novedad, y producir una respuesta o solución (Carretero & Asensio, 2008). Se sostiene además que se aprende a pensar por dominios, pues el pensamiento se alimenta de los conocimientos previos en esa materia y las reglas de esa área del conocimiento para manipular sus esquemas.

La contribución más reciente y disruptiva sobre el pensamiento, la aporta Kahneman (2012), quien propone dos modos de pensamiento, el pensamiento sistema 1, que también denomina pensamiento lento y el pensamiento sistema 2, al que denomina sistema rápido. Además, indica que la mayoría de nuestros pensamientos y en consecuencia la mayoría de nuestras decisiones se dan usando el sistema 1 de pensamiento, aunque cuando tratamos de caracterizar nuestro pensamiento, lo identificamos con el pensamiento sistema 2.

El sistema 1, produce pensamientos que aparecen en la mente de manera automática, involuntaria y sin esfuerzo. Podemos reconocer este tipo de pensamiento como impresiones, intuiciones, intenciones o sensaciones mayormente acertadas que responden a experiencias y conocimientos previos y se están retroalimentando constantemente.

El sistema 2, desde Kanheman (2012) presenta un pensamiento más reflexivo y ordenado, capaz de tener secuencia y narrativa. Aunque ambos sistemas de pensamientos coexisten, Kanheman manifiesta que el sistema 2 permanece al mínimo mientras el sistema 1 pueda resolver la situación, lo denomina “perezoso”. Cuando ante algún desconcierto o si de manera consciente lo estimulamos, aparece el sistema 2. El pensamiento del sistema 2 requiere esfuerzo y atención, siempre es consciente y por lo tanto limitado.

También señala que el sistema 1 opera en un ambiente de facilidad cognitiva, donde es más probable que produzcamos pensamientos creativos, informales o superficiales; esto se puede dar cuando se enfrenta a una experiencia ya conocida, una explicación clara, una situación familiar, un entorno de buen humor o algo que parece bueno, fácil o verdadero. Cuando estas condiciones son opuestas, enfrentamos un estado de tensión cognitiva, donde se activa el sistema 2 y solemos ser más racionales y suspicaces, reacios a aceptar la primera intuición, seamos menos creativos y comentamos menos errores.

El sistema 1 es propenso a creer y a confirmar, por lo que elimina la ambigüedad y atribuye causas o intenciones rápidas en base a lo conocido, descartando toda la evidencia ausente. Al ser rápido, se va configurando en prototipos aislados, que no se integran. En caso de que estos no tengan coherencia, se activa el sistema 2.

Se establece que el sistema 2 entra en acción cuando el sistema 1 aparentemente no tiene una repuesta, pero el autor sostiene que, aunque efectivamente no tengamos la respuesta automatizada en el sistema 1, de manera automática y para poder responder el sistema 1 adapta la pregunta original por una más sencilla, que sí pueda manejar, a esto lo denomina pregunta heurística. Luego la respuesta que podemos dar a la nueva pregunta, la adaptamos a la inicial, habitualmente equiparando la intensidad de ambas respuestas.

Para garantizar la eficiencia en la interacción de estos dos sistemas que ya hemos caracterizado, la mente usa atajos que se definen como heurísticos. Uno de estos sería la inclinación a la creencia y a la confirmación. Como decíamos, el sistema 2 es limitado y perezoso, por lo que, si se encuentra ocupado en un tema o relajado en un estado de facilidad cognitiva, probablemente el sujeto asuma como cierto los pensamientos del sistema 1.

Kahneman agrupa estos heurísticos y sesgos en 3 grandes grupos: representatividad, accesibilidad y anclaje. Los sesgos por representatividad se relacionan con estimar la incidencia de casos en función de la similitud de una situación con otra más que en función de la distribución estadística conocida sobre este tema, se puede dar por ignorar la tasa base, una falacia de conjunción, la concepción errónea de regresión a la media, los efectos del diluido en información no relevante y una mal aplicada ley de las pequeñas muestras. En los sesgos por accesibilidad, favoreceremos los pensamientos que se relacionan con los casos que conocemos o que tenemos disponibles cerca, antes esto se pueden dar correlaciones ilusorias, construcciones de escenarios e ilusión de control. Finalmente, en los sesgos por anclaje o ajuste se da una interpretación errada en base a datos numéricos equiparando la intensidad de dos cosas que no necesariamente son comparables en intensidad. Los sesgos motivacionales, por otro lado, se pueden presentar como error de atribución, error de autocomplacencia, ilusión de control, el efecto halo que busca coherencia exagerada, una explicación retrospectiva la cual pretende demostrar a posteriori que a priori se sabía cómo iban a resultar las cosas y la sobre confianza.  

Estos sesgos son adaptativos, y su función es darle a la persona la ilusión de entender, así el sistema 1 construye la mejor historia posible y nos presenta un mundo más ordenado y coherente de lo que es, con el fin de tener una sensación de control sobre el pasado que reduzca la ansiedad sobre el futuro.

Por lo tanto, una vez que conocemos y reconocemos los sesgos a los que es susceptible el sistema 1, es importante recalcar que no todos sus pensamientos van a estar sesgados. Una vez que somos conscientes de la posibilidad de sesgo, alertamos al sistema 2 para que intervenga y lo vaya modelando en base a las experiencias y conocimientos que vayamos generando a modo de pensamiento del sistema 2.

CONCLUSIONES

El pensamiento es un proceso superior que se realiza en la memoria de trabajo, algunas veces de manera rápida e intuitiva (pensamiento del sistema 1) y otras de manera más racional, reflexiva y lenta (pensamiento del sistema 2).

Aunque el sistema 1 es quien genera la mayoría de nuestros pensamientos y los realiza de manera acertada casi siempre, es importante conocer los heurísticos y posibles sesgos que se pueden dar para tratar de educar mejor al sistema 1. Solo estando consciente podremos, desde el sistema 2 cuestionar aspectos en que lo es más probable que se presente un sesgo, estar más alteras y producir pensamientos más razonables.

REFERENCIAS

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