DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.4363

Black Mirror – Nosedive Aproximación A Una Reflexión Crítica Al 1° Capítulo De La 3ra Temporada

Lucía Esther Villamayor

[email protected]

Universidad Católica – UC Campus Asunción

RESUMEN

Este trabajo es una aproximación a una reflexión crítica al 1° capítulo de la 3ra temporada de la serie Black Mirror, llamado Nosedive (Caída en picada). Se trata como las redes sociales y la mirada de los demás condicionan nuestras vidas. En ella se trata de una progresiva pérdida de la identidad del ser humano, mediado por el uso desmedido de la tecnología, que lo lleva a un acuciante temor de quedar fuera.

 

Palabras clave: Black Mirror, Redes Sociales, Pérdida de Identidad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido 20 noviembre 2022 Aceptado para publicación: 20 diciembre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Cómo citar: Villamayor, L. E. (2023). Black Mirror – Nosedive Aproximación A Una Reflexión Crítica Al 1° Capítulo De La 3ra Temporada. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 13733-13742. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.4363


 

Black Mirror – Nosedive - Approach To A Critical Reflection On The 1st Chapter Of The 3rd Season

ABSTRACT

This work is an approach to a critical reflection on the 1st episode of the 3rd season of the Black Mirror series, called Nosedive. It deals with how social networks and the gaze of others condition our lives. It deals with a progressive loss of the identity of the human being, mediated by the excessive use of technology, which leads to a pressing fear of being leftout.


Keywords: Black Mirror, Social Networks, Loss of Identity


INTRODUCCION
Lo paradójico, ser libre al ser cancelada

Empezamos por el final, Lacie, la protagonista, se quita la ropa de gala destruida y se queda con una ropa común y corriente. En más detalles, se queda con el torso semidesnudo por vestir solamente una pollera y su sostén. Así termina el episodio. Se podría decir que se desnuda, que se quita el disfraz de algo que no es. Y en su desnudez, por fin puede ser ella misma y expresarse con libertad.

Qué extraño, es ser libre al ser cancelada y estar encerrada.

Teniendo en cuenta el concepto de cultura mediática de María Cristina Mata que nos lleva a comprender que la cultura mediática no se puede concebir sólo cómo un estadio de innovación tecnológica, de evolución en el intercambio de productos culturales, de aceleración en la producción de mensajes y de incremento en el uso y consumo de éstos, sino más bien en la cultura del intercambio simbólico con mediación tecnológica, la cultura de las relaciones escenificadas, que pone el énfasis en la construcción tecnológica de la cotidianidad.  A esto sumamos la concepción de cultura Clifford Geertz (1992) que lo define como “pautas de significados”. Para Geertz, la cultura es una ciencia interpretativa en busca de significados, él decía que vivimos insertos en tramas de significado que los seres humanos han creado (Geertz, La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa, 1992).

María Cristina Mata menciona que “la mediatización de la sociedad, la cultura mediática, nos plantea la necesidad de reconocer qué es el proceso colectivo de producción de significados a través del cual un orden social se comprende, se comunica, se reproduce y se transforma, el que se ha rediseñado a partir de la existencia de las tecnologías y medios de producción y transmisión de información y la necesidad de reconocer que esa transformación no es uniforme” (Mata, 1999, p. 81-91).

Esto significaría que la felicidad está en alcanzar una movilidad social y ser de la clase alta. Por ende, las personas de clase baja, con menos puntos dentro del sistema de meritocracia, buscan ser como la clase alta en sus actitudes, en sus vestimentas, en sus maneras de comunicarse, en mostrar en sus redes comidas gourmet, etc. En una frase, las personas de clase baja replican la cultura de la clase alta aspirando a algún día poseer lo que ellos poseen.


 

Elementos Narrativos

Algo interesante del episodio de la serie es la dirección de fotografía y como la imagen, los colores, forman parte del relato. Todo el episodio utiliza una paleta de colores que recuerda a Instagram y sus filtros. Las personas cuando se preparan para fiestas y están maquilladas, dan la impresión que utilizan un filtro de Instagram para embellecer sus rostros. Así también, todas las personas se visten con colores muy similares. Como si hubiera un estándar de cómo vestirse, cómo comportarse.

Estos elementos narrativos utilizados en el tratamiento del color de las imágenes, son una manera de reforzar el relato maximizando características de las redes sociales.

En este capítulo que analizamos se puede apreciar como las nuevas tecnologías arrasan con lo tradicional, y se posicionan progresivamente en cada espacio que le sea posible dentro del funcionamiento de la sociedad, reemplazando valores y elementos que nosotros consideraríamos indispensables.

Conforme Han (2014) nos dirigimos a la época de la psicopolítica digital, partiendo de una vigilancia pasiva hacia un control activo. Esto nos lleva a una gran crisis de la libertad, pues afecta a la misma voluntad libre del ser humano. En un futuro distópico como el planteado en el episodio Nosedive, donde las personas tienen tecnología implantada en los ojos para ver los puntajes de cada persona, el control ejercido social e individualmente es altísimo. “Todo dispositivo, toda técnica de dominación genera objetos de devoción que se introducen con el fin de someter” (Han 2014, p. 14). 

Cárceles de sonrisas falsas

El hermano de la protagonista en cierto momento de la serie, dice lo siguiente sobre el sistema meritocrático de los puntos: “¡Son cárceles de sonrisas falsas!” Cada día las nuevas tecnologías desarrollan nuevos roles con distintas capacidades de influencia dentro del entorno social y presentando otras formas históricas de sociabilidad.

Conforme Jorge Martínez Lucena (2017) estamos frente a un suicidio, un haraquiri de la humanidad. Todo aquello que el hombre requiere como derechos, como libertad, lo lleva a su inminente caída. Pues, el ser humano se deshumaniza, por el impulso humanista de la tecnología. Es lo que se evidencia en éste capítulo de la serie Black Mirror.

 Dentro del sistema de puntos, que se basa en una escala de 0 a 5, con subdivisiones entre cada puntaje, las personas con mayor puntaje tienen acceso a “mejor calidad de vida”. Para poder acceder a altos puntajes, que son a partir de 4.5, las personas deben ser falsas, sonreír, ser “chupamedias”, mostrar un estilo de vida de clase alta en las redes sociales. Han (2014) habla de que los datos recopilados se publican y se intercambian. En la serie vemos que van puntuando unos a otros en cualquier espacio, sea público o privado. De esta forma el auto seguimiento se transforma más bien en auto vigilancia.

Lo interesante es la metáfora de las redes sociales realizada, pero donde hay otros elementos que escapan del análisis. Sabemos que hoy se registra cada click que damos en el teclado, toda nuestra vida se reproduce en la red. Ofrecemos todos nuestros datos a todos y ese hábito digital nuestro proporciona un perfil exacto sobre nosotros, la representación de nuestra persona, de nuestra alma, como diría Han (2014).

En este futuro distópico pero que se siente cercano, las personas caminan mirando, a través de la tecnología de sus ojos, las redes sociales de sus contactos o probables contactos de puntajes altos. De la misma manera, las personas cuando conversan, no se miran a la cara. Es como si no fueran capaces de confrontar un rostro humano.

Exclusión Social o muerte social

La construcción social de la sociedad se funda a partir de los puntajes que recibe cada persona, este sistema de puntos es uno de los elementos principales que conforma esta sociedad de Black Mirror. Por tanto, hay un cambio en el proceso de socialización, la valoración de la persona es por el puntaje que recibe, conforme eso, será su status social, este sistema de puntajes produce una ambición enfermiza para aumentar los puntajes y escalar en la sociedad, anula a otras personas para poder escalar, se vuelven sociópatas.  Hay una transformación del sistema de organización social por clases.

Se percibe una situación social de exclusión o muerte social que sufre la minoría que no desea integrarse al sistema establecido, simplemente, son anulados. No se valora las diferencias personales, los valores o atributos personales como diferencial, el único diferencial es la cantidad de estrellas puede tener la persona. eso de cada uno somos únicos, ya no existe. Se busca la homogeneidad y se elimina las diferencias.

La tecnología en esta distopía es una herramienta de control social que direcciona y condiciona los comportamientos de las personas. Las personas que no cumplen con el estándar de los comportamientos sociales, son excluidas. Esto me lleva a la reflexión sobre el Big Data, que trae Han, donde se crea la sociedad de clases digitales, en esta sociedad el ser humano se clasifica como mercancía, donde la persona con puntuación baja, es considerada basura y se les niega cualquier crédito y son apartados como no deseados (Han, 2014).

La protagonista en todo el episodio busca alcanzar 4.5 puntos para acceder a un préstamo inmobiliario, mudarse a un barrio residencial y vivir en una pequeña mansión. Pero en el transcurso de su travesía por alcanzar la pseudo-felicidad, choca con la verdadera realidad: el sistema meritocrático de puntajes es injusto, aliena y coarta los sentires humanos.

La protagonista se vuelve una marginal en su travesía por alcanzar 4.5 puntos porque comienza a perder puntaje hasta quedarse con cero puntos. Esto la lleva a una especie de cárcel para “inadaptados sociales”, que en verdad son personas que simplemente expresaron enojo, frustración, gritaron, dijeron groserías, etc. O sea, encarcelan a humanos comunes y corrientes. ¿Por qué? Porque no son “perfectos”, como en las Redes Sociales de nuestra realidad.

En la sociedad distópica de Nosedive, el episodio no muestra quiénes crearon el sistema meritocrático de puntos, tampoco quiénes son los gobernantes o los dueños de empresas, simplemente muestra las relaciones de poder entre personas de diferentes clases sociales en diferentes circunstancias. El poder, en este caso, lo poseen las personas de clase alta con altos puntajes (como la amiga de infancia de Lacie).

¿Qué pasaría si más personas como Lacie, la anciana que la ayuda en la carretera y el hombre encarcelado, se revelaran al sistema meritocrático por puntajes? ¿Qué pasaría si las personas de clase baja dejaran de aspirar a la felicidad y la libertad creyendo que son “el ser ricos” o tener altos puntajes?

El lenguaje y la comunicación mediatizada por la tecnología

Se puede decir que el lenguaje y la comunicación juega un papel protagónico en esta serie, donde se enfatiza la mediación tecnológica, que afecta el comportamiento del individuo y genera una forma de gratificaciones, que es a través de los puntos y estrellas. Se puede decir, que es una forma de manipulación mental sistemática, una especie de imposición del pensamiento, donde, el que quiere ser exitoso y escalar, debe someterse a las exigentes normas de conducta e interacción con los otros, de lo contrario, sería excluido, y volver a acumular puntos y estrellas sería difícil, por tanto, si uno sale de ese esquema, va a ser difícil retornar a ella, como pasó con la protagonista principal de este capítulo. Pero de dónde le viene este poder de dominación sobe las personas, Según Castell el poder es la capacidad relacional para imponer la voluntad de un actor sobre la de otro sobre la base de la capacidad estructural de dominación integrada en las instituciones de la sociedad (Castells, 2013, p. 74). Ese poder de conectar en red es el poder de los actores y organizaciones incluidos en las redes que constituyen el núcleo de la sociedad y operan por inclusión y exclusión.

Una sociedad dominada desde la cultura a través de la tecnología. Eso nos muestra Nosedive. Marshall McLuhan, ya hablaba que los medios son una extensión del hombre, y que luego de la compulsión en el uso de alguna extensión en particular, esto mismo lleva a que los humanos sirvan a sus propias prolongaciones, como si éstas los sometieran e incluso fuesen dignas de adoración.

En la serie se nota que las personas no se desprenden de sus móviles, ni para ejercitarse dejan. Todo debe ser publicado. Hay un uso compulsivo de los medios. Pendientes de los puntos y las estrellas. Trayendo a nuestra realidad, podemos decir, que los likes son la moneda actual para la aceptación, la cantidad de visitas, reproducciones y comentarios. Considero que en cierta forma nuestra sociedad ha llegado a este punto. Si no estás en las redes, no existís. Al igual que Nosedive, la falsedad es algo cotidiano, todos se tratan bien, se sonríen, son amables, pero con la única intención de mejorar su imagen.

Máscaras, falsedad y status

Las máscaras están al día, todo vale para aumentar el status generado por los puntajes. Por esta razón no puede hablar honestamente, siempre están ocultando sus sentimientos y reprimiendo sus enojos, especialmente cuando están frente a personas con puntaje superior, como si fuese una autoridad que puede decidir el destino de su vida. Durante todo el episodio se respira un aire de falsedad permanente, llegando al punto de que en cierto momento se le ve a Lacie ensayando sonrisas en el espejo e impostando la voz. Todo para impresionar y ganar unos puntos y así conseguir rentar un apartamento.

Ni siquiera consigue disfrutar de un café con galletitas, pues debe preocuparse que ese acto tan trivial, sea del agrado de los demás y le genere puntos. No disfruta de ese acto de comer sino está pensando en que ganancia social le puede redituar la forma de la mordida en la galletita. Haciendo la comparación con nuestra sociedad actual, podemos decir que nos manejamos de manera similar, cuando elegimos qué fotos vamos a poner en nuestro perfil, que cosas vamos a publicar y que no vamos a publicar. A qué publicación vamos dar me gusta o quien vamos a seguir en las redes. Sin darnos cuenta vamos creando una forma de representación de nuestra persona. Con nuestras publicaciones se va creando una imagen, a veces creamos la imagen que queremos que los otros tengan nosotros. Esa imagen de las redes no siempre coincide con la vida real que llevamos, que muchas veces Les totalmente diferente fuera de cámara y de las redes sociales. Las cosas se convierten por si mismas en proveedoras activos de información. Informan sobre nuestras vidas, sobre nuestro hace, gustos, costumbres. La web hace posible un registro total de la vida, somos vigilados hasta de lo que decimos y hacemos en las redes y que cosas usamos diariamente (Han, 2014).

McLuhan sostiene que la información de la actividad de los usuarios serviría para construir perfiles de sus hábitos individuales y que estos datos  podrían venderse a consorcios privados (McLuhan & Fiore, 2001).Sigue diciendo Mc Luchan que los medios electrónicos, funcionan como elementos que retribalizan, es decir, los patrones de interdependencia social se cambian debido a que la simultaneidad de la aldea global hace que el modelo de vida privado y aislado ceda paso a la experiencia emocional como la que se tendría en una vida dentro de una tribu. En dicha forma de existencia “mucha gente sabe mucho acerca de otros” (McLuhan & Fiore, 2001).

Algo que me llamó la atención de la serie, es que no es bien visto interactuar con personas de bajo puntaje, es decir con personas que no son aceptadas por esa sociedad hipócrita. Los que puntúan bajo tienen limitaciones de acceso a lugares y pocas posibilidades que lo va marginando poco a poco. Esa meritocracia basada en los puntajes lleva a una posición jerárquica que visibiliza más aún la brecha entre las personas con puntuación baja.

Ya finalizando puedo decir que uno de los grandes teóricos de la comunicación MacLuchan, que iluminó este trabajo, ya hablaba sobre esta gran aldea global y de la influencia de la tecnología en la vida del sujeto, considerándolo como extensiones de su propio cuerpo. Así como decía que el medio es el mensaje, porque es el medio el que controla y modela la escala y forma de las asociaciones y trabajos humanos.

También Clifford Geertz (1992) afirma que la cultura es el acumulado de estructuras de sistemas de símbolos organizados. Pensar que, para el sentido común planteado en el universo de la serie, es parte de la cultura de esta sociedad distópica entender la felicidad como el acceso al consumo.

Se puede decir que este capítulo de Black Mirror nos muestra como los protagonistas se alejan de la realidad y entran en una sociedad digital llena de estereotipos, creando personas deshumanizadas, alejadas del contexto real de la vida y esto potenciado por los medios tecnológicos.

También presenta como sería una sociedad digital de la utopía igualitaria, donde todos tienen la oportunidad para ser exitoso, solo que para alcanzar el objetivo necesitan la aprobación de aquellos que tienen mayor puntaje. Paradójicamente, esta sociedad digital, como ya lo señalaba Han (2014) recae en un sistema de puntos sumamente desigual, donde el clasismo está presente más que nunca. La interacción humana se ve afectada llegando al punto de interactuar con el mero deseo de recibir una recompensa en puntos.

Aunque, algo curioso que tiene la serie son dos escenas.

La primera: cuando la anciana en el camión le pregunta a Lacie si se sintió bien al gritar y decir groserías.

La segunda: la escena final cuando Lacie interactúa con un desconocido, estando ambos encarcelados, comienzan a insultarse y sonríen mientras lo hacen.

Ambas escenas plantean una idea de “alivio” en el hecho de decir lo que sentimos. En primer lugar, la señora del camión seguía viviendo en la sociedad meritocrática con un bajo puntaje de menos de 2 puntos, pero, no se importaba en ser como era ella, decir las cosas de frente, insultar, llorar, enojarse… No reprimir los sentimientos.

En cuanto a la escena final, es paradójico que la tan preciada felicidad, haya sido encontrada por la protagonista estando encerrada, estando cancelada, pero... con la posibilidad de decir lo que sentía.

Aunque ¿qué pasa con las personas canceladas? ¿No vuelven a la sociedad? Ella descubrió que la felicidad y la libertad no están en el acceso al consumo y al ser de clase alta… pero ¿qué hará con ese conocimiento?

Quizás esa pregunta debería ser para quienes vivimos en esta realidad.

Bibliografía

Castells, M. (2013). Comunicación y poder. Siglo XXI Editores México. México: Siglo XXI Editores.

Geertz, C. (1992). La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa. Barcelona: Gedisa.

Han, B. C. (2014). Psicopolítica: neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder .

Martínez Lucena, J., & Barraycoa, J. , J. (2017). Black mirror: porvenir y tecnología. Black mirror, 1-272.

McLuhan, M., & Ducher, P. (1996). Comprender los medios de comunicación: las extensiones del ser humano. Barcelona: Paidos.

McLuhan, M., & Fiore, Q. (2001). The medium is the massage. California: Gingko Press. California: Gingko Press.