DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i1.4572

Batallando entre redes sociales y la inteligencia emocional

en los adolescentes

 

Raúl Veloza Gamba

[email protected]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-5084-9403

Sed educación Bogotá

Bogotá-Colombia

 

RESUMEN

La siguiente investigación documental de tipo descriptivo, en la cual se busca analizar la variable de las redes sociales y la inteligencia emocional, a través de una revisión bibliográfica de trabajos en los que se busca establecer la relación que existe entre las mismas y el efecto que tienen sobre los adolescentes como sujeto principal en el estudio, teniendo como conclusión de que las redes sociales afectan negativamente en la inteligencia emocional. Sin embargo, se genera una objeción puesto que los estudios, al revisarlos en conjunto, no logran determinar un proceso causal; es decir que, si bien los adolescentes que usan menos redes sociales presentan un mayor desarrollo de inteligencia emocional, no se puede decir que este mayor desarrollo se debe a la no utilización de las redes sociales, sino que se les puede identificar porque no las usan en la misma medida que las otras personas por lo que el no uso de redes sociales es más un indicador que la razón por la cual se desarrolla el fenómeno.

 

 

Palabras clave:  análisis de redes sociales; Inteligencia emocional; influencia de los medios; adolescencia; competencia social.

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: [email protected]

Artículo recibido 05 diciembre 2022 Aceptado para publicación: 05 enero 2023

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Cómo citar: Veloza Gamba, R. (2023). Batallando entre redes sociales y la inteligencia emocional en los adolescentes. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar7(1), 2125-2141. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i1.4572

Battling between social networks and emotional

intelligence in adolescents

 

ABSTRACT

The following descriptive documentary Investigation, which seeks to analyze the variable of social networks and emotional intelligence, through a bibliographic review of works in which it is sought to establish the relationship that exists between them and the effect that have adolescents as the main subject in the study, concluding that social networks negatively affect emotional intelligence. However, an objection is raised since the studies, when reviewed together, fail to determine a causal process; In other words, although children who use less social networks show a greater development of emotional intelligence, it cannot be said that this greater development is due to not using social networks, but rather they can be identified because they do not use them. to the same extent as other people, so the non-use of social networks is more of an indicator than the reason why the phenomenon develops.

 

Keywords: emotional intelligence; mobile apps; media influence; adolescence; social competence/skill.

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

Con el pasar de los años se ha complicado de muchas maneras el desarrollo de identidad de las personas en la manera en que se han añadido de forma abrumadora variables que terminan siendo determinantes en el desarrollo de los jóvenes. Filósofos como Guy Debord sostienen incluso antes de la vorágine de la era digital que «Toda la vida de las sociedades en las que dominan las condiciones modernas de producción se presenta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era vivido directamente se aparta en una representación» (Debord, 1967, pág. 1). Es decir, estamos cada vez más integrados virtualmente a través de estos vehículos de información en los que se materializan los teléfonos móviles y las computadoras, pero esto incluso es más complejo de lo que se ve a simple vista, en razón de que las personas ya no son capaces desarrollar sus discursos en la formación de sus hijos fuera del contexto de esta sociedad que no solo es del espectáculo, sino que esta hiper estimulada por la conexión digital    que se desarrolla a través de las tecnologías de la información y comunicación. Es por ello, que se tiende a pensar, que el peso de este contexto nulifica o disminuye de forma determinante las maneras en que una persona desarrolla su inteligencia emocional durante la adolescencia. Sobre todo, cuando se agrega un elemento central como son las redes sociales (de las que se hablará más adelante), que podrían constituir el nuevo y principal escenario de socialización de los adolescentes. Por ahora, se presenta como un preconcepto en el que se indica que las redes sociales pueden deformar los procesos de desarrollo de la inteligencia emocional, incluso se indican que podrían afectar de manera significativa a la empatía como en Soria (2019):

No a todo el mundo le afecta por igual el uso de las redes sociales, todo depende de tus necesidades afectivas y del tiempo que les dediques pues, si las usas como un mero divertimento esporádico obtendrás un resultado, y si crees que no podrías vivir sin ellas probablemente estés en otro estado. pág. 2

Incluso en medios de alta difusión y relativa formalidad, se muestra una falta de rigor expresada sobre todo por la precariedad de la certidumbre en relación con la influencia de las redes sociales en el desarrollo de la inteligencia emocional de los jóvenes, como en su momento se tenía en relación a las ideas de que los videojuegos tenían una influencia importante sobre la violencia en la adolescencia. Como se indica en (García, 2018, pág. 7).

Es notorio el hecho de que a pesar de que se han dedicado enormes esfuerzos por cuantificar este efecto de los videojuegos violentos, no se han hallado aún evidencias de peso. Muy probablemente se deba a que el problema no se está planteando del modo más adecuado.

Son en realidad observaciones a priori realizadas bajo el velo de una crítica a lo nuevo, sin conocer el efecto real sobre el desarrollo humano, lo cual quiere decir que es importante ir reconociendo esta posible correlación y determinar cuál es en realidad el grado de influencia sobre las competencias sociales y la inteligencia emocional.

METODOLOGÍA

En términos concretos, la investigación se desarrolla bajo un modelo documental, de acuerdo con Hernández y Sampieri (2017), donde la información que se va a analizar parte de un trabajo de búsqueda de informes, monografías, trabajos de grado y publicaciones, en los que se expone la relación entre las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes. Asimismo, en términos del nivel de investigación responde a un modelo de tipo descriptivo (Arias, 2006), pues las variables van a ser descritas desde los discursos y datos obtenidos en otras investigaciones, en los que se realizará una reinterpretación de estos a la luz de una conjunción entre la información que se desarrolla sobre las variables determinadas. Para la selección de los bibliométricos se optó por Scopus, desde una búsqueda básica teniendo en cuenta los términos RRSS y IE con una incidencia negativa y con poblaciones de estudios en Suramérica.

Tabla 1. Metodología

Nota: Elaboración propia.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

2.1 Desarrollo

2.1.1 ¿Qué son las redes sociales?

Para empezar, es necesario delimitar la realidad sobre el fenómeno de estudio, en este caso, es necesario hablar sobre las redes sociales y el por qué pueden ser considerados un factor relevante en desarrollo de la inteligencia emocional en los jóvenes, toda vez que esto un factor primordial dentro del contexto sobre el que se desarrolla la nueva cultura a la vista de la sociedad digitalizada e instrumentalizada a través de estos medios.

Una de las ideas preeminentes es la identificación histórica de su aparición. Fernández (2020) la asocia a la de la WEB 2.0, momento en que la internet paso de ser un proceso en el que las grandes compañías y organizaciones publicaban información, a la manera en que cada persona podía desarrolla sus propias publicaciones, pero esto es un hecho mucho más notable en la práctica de lo que parece. Y esto parte de un mecanismo económico que subyace sobre esto, y que ha cobrado cada vez más sentido, en relación con la manera en que las personas se relacionan con el mundo. En los medios de socialización tradicionales, la información es construida por la intersubjetividad implícita en la que las personas participan; en el caso de las redes sociales, el medio mismo manipula a los interlocutores, puesto que las redes sociales no funcionan de manera lineal con los intereses de los usuarios, sino que los algoritmos de estas redes son usados para dirigir la opinión de las personas en esas redes.

Por lo que la socialización termina siendo un proceso artificial y personalizado en el que se manipula de forma directa los medios, los modos y la naturaleza de la información, llegándose al punto en el que se prioriza un tipo de información sobre otra, o se adapta según el perfil del usuario, teniendo para ello grandes masas de información que es instrumentalizada con el fin de optimizar el vínculo entre usuario, red social y empresas como lo explica Jiménez (2019, p. 204):

Teniendo en cuenta la muestra analizada en esta ocasión, se ha detectado un mayor uso de titulares gancho en las cuentas de los medios especializados en entretenimiento, aunque también se percata la presencia de este tipo de titulares en las publicaciones realizadas por los medios generalistas. En cualquier caso, el uso del clickbait puede ser entendido como parte de una estrategia de engagement que busca no solo incrementar el tráfico a la web del medio, lo que redunda en un mejor posicionamiento, sino también incentivar la interactividad en la red. Se ha observado un alto número de reacciones y comentarios con una connotación positiva (me gusta, me encanta), lo que podría indicar que el efecto engagement es real.

Ahora bien, todo lo mencionado con anterioridad denota la potencia e influencia de las redes sociales en las personas que son usuarios de estas. Sin embargo, este proceso no termina por definirlas, pues la instrumentalización de las redes sociales no es un hecho aislado, sino un medio vinculante en relación con una necesidad económica. Los procesos relacionados con la manera en que la sociedad se vinculan es relevante sobre todo en relación a que se genera una relación de dependencia con estas llegando a conclusiones incluso en las que (García, et. al., 2017, pág. 137):

El ciudadano digital, entendido como joven que vive conectado las 24 horas, los 365 días del año, es un ciudadano móvil educado en la conectividad total que percibe como carencia cualquier interrupción de la conexión. En este sentido, su dependencia de las redes es alta, y aunque ninguno la percibe como adicción, si son conscientes de una gran mayoría de los jóvenes han interiorizado hábitos que les obligan a estar consultando constantemente el dispositivo móvil.

Esta relación se sustenta en actitud análoga a la adicción, este proceso de dependencia desarrollado de manera en que los hiperestímulos terminan por atrofiar, la percepción de la realidad y qué es lo que se indica como una posibilidad en la capacidad que tienen las personas para encontrarse de forma saludables ante los fenómenos de relacionamiento social y que, en cierta medida, terminan por provocar efectos negativos sobre la manera en que influye sobre la personalidad en los adolescentes (Lozano Blasco, 2021).

2.1.2 ¿Qué es la inteligencia emocional?

Por otra parte, es importante delimitar qué es la inteligencia emocional, en relación con la manera en que esta puede ser afectada por el contexto y su relación con el desarrollo de los adolescentes en su temperamento y su relación con el mundo. Es así como Salovey y Mayer, citados por Oliveros (2018) la consideran como la habilidad para manejar los sentimientos y emociones, discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones. Igualmente, podría decirse que es la capacidad de sentir, comprender, manejar y modificar estados emocionales propios y en otras personas, de tal modo que la convivencia y el entendimiento sean los mejores posibles. A pesar de ello, no parece tan claro realizar dicho discernimiento, debido a que podría definir otras habilidades humanas en las que no necesariamente interviene la inteligencia emocional, otra definición pertinente es la aportada por Daniel Goleman (Goleman, 1998, pág.17):

La capacidad de reconocer las emociones – tanto propias como ajenas – y de gestionar nuestra respuesta ante ellas. La podemos definir como el conjunto de habilidades que permiten una mayor adaptabilidad de la persona ante los cambios. También tiene que ver con la confianza y seguridad en uno mismo, el control emocional y la automotivación para alcanzar objetivos. Comprender los sentimientos de los demás, manejar las relaciones y tener poder de influencia es básico para conseguir cambios positivos en el entorno.

La diferencia más notable y por la cual se hace una distinción entre una definición y otra, es que en la primera se expresa esta como una cuestión primitiva en el sujeto y, por ende, no es capaz de tener domino sobre ella, siendo lo que implicaría decir que es una característica más similar al instinto que a la inteligencia; la definición de Goleman no solo es más precisa, sino que es este quien da origen a las ideas planteadas sobre ello.

2.1.3 ¿Qué son las competencias sociales?

Podríamos definir las competencias sociales como «modos de conducta que permiten a las personas actuar de manera eficiente y constructiva en su entorno y medio social. Suponen competencias de gran valor para el desarrollo positivo de las sociedades por lo que su desarrollo se torna un aspecto fundamental a desarrollar entre los miembros de la sociedad» (Sanchis, 2020 pág. 4).

En términos concretos se pueden estimar como las acciones que realiza una persona que se relaciona con su grupo social de forma saludable; y es esto lo que se puede evaluar cuando se habla de la influencia de las redes sociales en los procesos de desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes, constituyéndose en un buen indicador.

Aun existiendo pruebas y tests que pueden medir la inteligencia emocional de forma teórica, esto no garantiza que, en realidad, la forma de ejecutar dichas pruebas pueda establecer una causalidad inherente entre la conducta real y la inteligencia emocional.

Es debido a ello, que se puede entender mejor en la presencia o no de competencias que sí se adhieren a un grupo de conductas evidenciables de las personas que permiten un contexto más fiable a la hora de generar una interpretación.

2.1.4 Redes sociales e inteligencia emocional

Luego de la investigación documental (Fernández, 2020) queda claro que la adolescencia es una fase fundamental en la vida de los individuos, y en ella, es donde se marcan nuevos valores y la personalidad de los sujetos. De acuerdo a Fernández  la inteligencia emocional es de fundamental trascendencia para lograr manejar y desarrollar una reacción positiva en este periodo y asentar una buena base para que durante nuestra vida se logren hacer frente a puntos como el control de los sentimientos, autoestima, autoconocimiento y de esta forma de esta abordar la vida en comunidad. La preocupación en relación con la manera en que se desarrolla la inteligencia emocional en los adolescentes es una de las tareas más complicadas por la infinidad de factores que están cambiando actualmente en la sociedad. Por lo que no se podría aislar dicha idea de manera tajante sin desestimar múltiples ideas relacionadas con elementos como las corrientes sociopolíticas, el criticismo exacerbado o planteamientos como los expresados a través de las corrientes posmodernas. (Garcia, 2017, pág. 19)

Ahora bien, en investigaciones como la presentada por Alarcón-Allaín y Salas-Blas (2022) las redes sociales son usadas por casi 3.600 millones de individuos, facilitan la comunicación y promueven los vínculos humanos; sin embargo, su uso inapropiado podría provocar inconvenientes y adicción extrema. Este estudio tenía por objetivo relacionar la adicción a las redes sociales y la sabiduría emocional. Aplicaron un análisis correlacional, en el que participaron 279 alumnos de grado técnico preeminente; de modo que administraron el Cuestionario de Adicción a las Redes Sociales (ARS) y la Escala de Inteligencia Emocional (EI) de Wong-Law. Entre los resultados obtenidos se puede apreciar como la obsesión (ARS) correlaciona de manera negativa con el uso de las propias emociones y la regulación de los sentimientos; asimismo, falta de control y uso desmesurado (ARS) con las magnitudes valoración de las propias emociones, uso de las propias emociones y regulación de los sentimientos; empero, ningún componente de la ARS se correlaciona con la valoración de los sentimientos de los otros. Por igual, hombres y mujeres no difieren en el ARS: los que poseen más horas de conexión son más sensibles a demostrar puntuaciones más altas en adicción a la red. Pero, en cuanto a la inteligencia emocional, las mujeres valoran más los sentimientos de los otros. Por lo que se llega a la conclusión de que la adicción a las redes sociales y la inteligencia emocional se relacionan de manera negativa en casi cada una de sus magnitudes, sin embargo, es una sociedad que carecer de capacidad para expresar complejidad en sus emociones en la mayoría de los casos.

Es en relación con esto, que se desarrolla una idea o prejuicio sobre el acto de relacionarse de tal forma que mantener el control de las distintas situaciones que nos depara en las interrelaciones con los otros. El problema principal con respecto a estas observaciones es que no deja ver una distancia importante entre los preconceptos y la realidad.

Adicionalmente, se considera que la sobreestimulación ocasionada por las redes sociales afecta de forma negativa al individuo y lo separa de sus aspiraciones reales y de sus consideraciones con las otras personas de su entorno (Alarcón-Allaín, 2022, pág. 161)

Asimismo, en un estudio de García Ipaneque (2020) se concluyó que existe correlación entre las redes sociales y la inteligencia emocional en el aprendizaje relevante de los alumnos de Sociología de la UNPRG, Lambayeque; esto quedó «demostrado con el resultado de contraste de la razón de verosimilitud que señaló como costo de significancia de 0,000 menor a 0,05»; asimismo por medio del índice de Nagelkerke se verificó que «las redes sociales y la inteligencia emocional influyen en un 68,1% en el aprendizaje significativo» (García I. , 2020, pág. 25)

La cuestión aquí es que, a pesar de que no se puede comprender el fondo, es evidente que existe una relación causa-efecto en el que las redes sociales afectan la inteligencia emocional de los adolescentes, lo cual manipula de manera significativa el entorno y las maneras en que esto se desarrolla para cada individuo.

Otros estudios, como el de Rodríguez y Sebastián (2019, pág. 4), permiten conocer la relación entre inteligencia emocional y uso de redes sociales a través de un estudio de caso llevado a cabo con estudiantes de secundaria de la institución educativa pública Virgen De Fátima - Huancayo, 2019. En esta investigación se concluyó que existe una relación inversa entre inteligencia emocional y uso de redes sociales, por lo tanto, se acepta la hipótesis alterna (H1) y se rechaza la hipótesis nula (H0). Siendo la hipótesis H1 (Rodríguez & Sebastián, 2019) que existe relación inversa entre Inteligencia Emocional y el uso de redes sociales en estudiantes de secundaria de la institución educativa pública Virgen De Fátima.

Todo esto es importante, ya que de ello se deriva que, mientras mayor es el desarrollo de la inteligencia emocional en la adolescencia, menor es el uso de redes sociales, lo cual en sí mismo es un indicador; sin embargo, estas observaciones no logran determinar de manera adecuada gran parte de las observaciones necesarias en lo concreto, es decir, detectan la correlación, pero no establecen la causalidad.

Es decir, se puede decir que la inteligencia emocional tiene un mayor desarrollo en los adolescentes que no frecuentan las redes sociales de forma adictiva, pero no se puede decir que son las redes sociales las que impiden un desarrollo óptimo de la inteligencia emocional en ellos.

Sobre lo mencionado se puede matizar sobre fenómenos propios de esto en relación con la manera en que se comportan los estudiantes, dado que los adolescentes en los casos en que son estudiantes presentan mejores calificaciones para las pruebas de inteligencia emocional que sus pares que no lo son, a la vez que se puede hacer una conjunción en el que se tiene que las mejores calificaciones están ligadas a uso menos intensos de las redes sociales, por lo que podría haber múltiples causas.

Sobre esta relación entre los índices académicos que se apunta se tiene que (Acero, Pardo, & Rojas, 2018) frente a la prueba de inteligencia emocional, TMMS-24 las esferas (atención, claridad y recuperación) se correlacionan significativamente con ellos mismos y de manera positiva; al igual que claridad y recuperación; y estas dos últimas a su vez correlacionan de forma positiva y significativa con el rendimiento académico de las estudiantes de noveno grado, por lo que se encuentra que, a mayor nivel de inteligencia emocional, mejor rendimiento académico.

Y es ese el problema, no puede ignorarse la relación práctica en la que se expresa que esta relación no es bidireccional, o lo que es lo mismo, no se puede asegurar que los estudiantes tienen mayor inteligencia emocional la tienen porque tienen menor interacción con redes sociales o porque mantienen un rendimiento académico superior. Puesto que ambas ideas se correlacionan, pero no generan una causalidad sustentable.

 

 

Tabla 2

Investigaciones RR.SS. y I.E.

Autores

Estudio

Población

Herramienta

Resultado

Alarcón-Allaín y Salas-Blas (2022)

Adicción a las redes sociales y la sabiduría emocional.

279 alumnos

Grado Técnico

Escala Wong Law

Correlación Negativa.

Falta de control I.E

Uso desmesurado RRSS

García Ipaneque (2020)

Correlación entre

RRSS  y I.E. en el aprendizaje.

160 alumnos

Sociología

UNPRG Lambayeque

Índice

Nagelkerke

Influencia en 68% de aprendizaje significativo.

Rodríguez y Sebastián (2019)

Estudio de caso entre RRSS y I.E.

339 estudiantes secundaria colegio

Virgen de Fátima

Cuestionario de adicción a lRRSS (ARS) Vite Villafane

I.E. BarOn Ice

Relación inversa entre I.E. y RRSS

Nota: Elaboración propia.

 

2.1.5 Un juicio sobre las competencias sociales en las redes sociales

Para concretar con respecto al efecto que mantienen la adolescencia en contraste con la interacción con las redes sociales, sobre esto se tiene que Rivera y Araujo, (2021) afirman que:

Los resultados indicaron que el factor de atención emocional correlaciona sólo con falta de control y con uso excesivo de las redes sociales, mientras que la claridad y la reparación emocionales correlacionan sólo con la obsesión por las redes sociales. Además, estas últimas dos correlaciones son negativas, como se esperaba, en tanto que las dos primeras son positivas. Algunos autores han sugerido que las tres dimensiones de la inteligencia emocional guardarían entre sí una relación de secuencialidad (e. g., Palmer et al., 2003), lo que implicaría que no son dimensiones por completo independientes, sino que alguna de ellas es antecesora de otra. Este concepto podría ayudar a explicar las correlaciones encontradas. (pág. 7)

De esto se tienen varias observaciones en las cuales se puede entrever la manera en que se puede percibir el comportamiento e influencia de las redes sociales en los adolescentes, en primera instancia, se devela un comportamiento en el uso de redes sociales aísla al individuo en el sentido de que lo priva de su comprensión real de la realidad en la que interactúa sustituyéndola no por un escenario virtual agradable como podría pensarse si se revisan los datos sin el rigor necesario, sino con un escenario que optimiza la interacción sobre cualquier otro escenario.

Es decir, las redes sociales estimulan el individuo con cargas que lo hace adicto a ella, no solo con aprobación social, sino además con elementos que lo invitan a dar su opinión y poner a prueba sus pensamientos, pero esto al ser artificial diverge de las condiciones normales en las interacciones sociales tradicionales, en que las cosas no están intervenidas.

 

CONCLUSIONES

Ahora bien, sintetizando la información recabada asta hora se tiene que la inteligencia emocional es un proceso cognitivo propio y personal de cada una de las personas y que tiene una relación importante con el comportamiento y la interacción que se mantiene entre la niñez y la adolescencia, estos factores fueron desarrollados sobre todo por Daniel Goleman (1998), quien inicia observaciones sobre su calidad en el desarrollo de las emociones y el discernimiento, además de la capacidad que tiene la persona para resistirse ante eventos traumáticos, como lo confirma en sus estudios Bonanno, (2004) desde la psicologia positiva.

Los adolescentes se encuentran según estos procesos en los cuales sus cambios hormonales propician modificaciones dentro de su conducta y que pueden incentivar de manera importante observaciones que pueden contravenir las competencias tomadas por normales en la sociedad.

Partiendo de ello es que se tiene que las redes sociales establecen un nuevo escenario en el cual interactuar, este nuevo escenario que se encuentra manipulado o intervenido debido a un excesivo cambio de información realiza una creciente influecia de los moviles (Garcia et. al., 2013), no solamente por las observaciones realizadas por quién genera la reacción sino además por las mismas personas que ya no se relacionan de forma directa a través de sus impresiones y sus observaciones sobre las cosas, sino que ahora son inducidos por el medio para reaccionar de una manera u otra.

Lo cual es incentivado a través de estímulos constantes que terminan por atrofiar la percepción sobre las cosas como estas observaciones implican qué para qué la persona logré relacionarse de forma adecuada dentro de la red social debe inhibir o resistir los impulsos sociales de intervención qué aparecen de una manera u otra dentro de la red social, como afirman (Alonso Berrocal, et. al., 2015), o (Bakshy, et. al, 2011) analilzando los influencers, con factores incentivan comportamientos negativos dentro de la percepción del adolescente.

El cual empieza a entender la sobreexposición a la qué es inducido como una manera de aceptación de su persona, está aceptación artificial que se genera por el desarrollo de las redes sociales y su utilización lleva a fenómenos de adicción, como demuestra (Arteaga Araujo, et. al, 2022)  en estudios recientes, fenomenos  que se mantienen en el tiempo y que atrofian las condiciones el pensamiento mismo de la persona.

Estás observaciones además se prolongan no solo dentro del ámbito de la adolescencia sino que terminan siendo parte del relacionamiento en la etapa adulta, además de que se observa que cada vez más los niños en edades más tempranas se insertan dentro del contexto de las redes sociales, estudios realizados por (Challco, et. al., 2015), (Valencia-Ortiz, et. al., 2021) han demostrado esto en las diferentes etapas del del desarrollo humano desde una perspectiva educativa.

Por otra parte, hay que hacer una observación el vehículo o principio sobre el que se activan las redes sociales no es otro que las necesidades económicas y sociales de las personas, es decir no se trata simplemente de un hecho que se tenga por superfluo, hoy las redes sociales son una necesidad es allí donde se desarrolla en la mayor cantidad de relaciones económicas accesibles a las personas , (López-de-Ayala, et. al., 2020) han confirmado «el uso especialmente intensivo de los medios sociales que hacen los jóvenes, y que se orienta fundamentalmente hacia el entretenimiento y la interacción con su entorno más cercano» y es mediante ellas que las personas buscan superarse aprendiendo nuevas habilidades y competencias a través de herramientas tecnológicas en la que se vinculan de una o manera u otra alguna red social.

Lo cual supone un círculo que busca generar dependencia permanente en el individuo a la adicción, no es un caso voluntario sino una inducción permanente del sistema sobre el individuo, en que el joven o adolescente no puede discernir si lo que está haciendo lo hace por sí mismo o por qué alguna red social está induciendo sus propias competencias y deseos en relación con el comportamiento que está realizando (Fondevila-Gascón, et. al., 2020).

Luego de ello se pueden observar que se hace una revisión bibliográfica en el cual se exponen las diferentes búsquedas que se han realizado, además de los grupos etarios en los que se analizado el comportamiento de influencia de las redes sociales, sobre esto se tienen importantes aclaraciones en primera instancia existe una correlación inversa entre la presencia o altura de la inteligencia emocional y el uso de las redes sociales, esto es importantísimo debido a que la menor jerarquía en inteligencia emocional está relacionado con el mayor uso de las redes sociales aun cuando no debe confundirse cómo se indicó en que se establezca una relación causal sino que simplemente existe una correlación entre ellos.

Además, está correlación no determina si las redes sociales pueden mantener o desarrollar de forma positiva el interrelacionamiento que se mantiene entre los individuos en los casos en que los adolescentes tengan dificultades para el relacionamiento en medios sociales tradicionales, siendo esto una observación importante, a pesar de lo que se pueda creer los medios de relacionamiento tradicionales no son adecuados para todos los jóvenes por lo que no se observan particularidades en relación a las actitudes que presentan las personas en los estudios. Se ha visto al adolescente como una entidad más o menos regular qué reacciona y se relacionan de forma idéntica en todos los casos y por lo que el medio debería afectar de la misma manera, como esta observación que parece más una apreciación filosófica puede ser una divergencia importante en cuanto a las conclusiones que se pueden obtener del estudio dado que las redes sociales no podría ser un catalizador o deformador de las capacidades sociales inherentes sino que más bien es un signo diferenciador que pone en evidencia a las personas que ya posee debilidades en la inteligencia emocional.

Finalmente, se tiene que hacer una información importante en las futuras investigaciones, se debe reconocer de mejor manera qué significa el concepto del adolescente como extracto etario y con características particulares puesto que la heterogeneidad del estrato de etario del adolescente no permite conocer si existe realmente una causalidad referida a su edad o si se refiere más bien a condiciones relacionadas por la inducción o la manera en que las redes sociales intervienen dentro de sus interacciones.

Es decir, existe dentro de las redes sociales una búsqueda permanente al estímulo en la adolescencia por lo que las redes sociales parecen diseñadas para estimular la adicción en      este grupo etario de forma prioritaria sobre otros grupos etarios dado qué es en estos en los que se genera un mayor grado primero de adicción y segundo de fidelidad, y con esta fidelidad lo que se está buscando dentro de las empresas en razón de que permiten generar la mayor cantidad de ingresos en el tiempo además de que estos terminan por ser un grupo económico interesante que apuntar dado que se encuentran prontos a acercarse edades económicas.

Por lo que se puede concluir, que las redes sociales es un indicador de falta deg desarrollo en  la inteligencia emocional, sin embargo, este indicador no refiere una relación causal por lo que es necesario una investigación que permita profundizar en la vinculación que se expone sobre esto.

 

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