DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i1.4673

Prácticas educativas efectivas para el desarrollo de habilidades socioemocionales, conductuales y comportamentales en un estudiante de nivel primario

Kerly Feijoo Rojas

kfeijoo@utb.edu.ec

https://orcid.org/0000-0002-3089-6739

 

Miguel Beltrán Moreno

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-9981-9873

 

Nelly Ley Leyva

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-2296-7354

 

Wilfrido Gaibor Zambrano

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-7763-2194

 

David Gortaire Díaz

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-3964-6488

 

Universidad Técnica de Babahoyo

Babahoyo – Ecuador

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: kfeijoo@utb.edu.ec

Artículo recibido 20 noviembre 2022 Aceptado para publicación: 20 diciembre 2022

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

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Cómo citar: Feijoo Rojas, K., Beltrán Moreno, M., Ley Leyva, N., Gaibor Zambrano, W., & Gortaire Díaz, D. (2023). Prácticas educativas efectivas para el desarrollo de habilidades socioemocionales, conductuales y comportamentales en un estudiante de nivel primario. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(6), 14059-14078. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i1.4673

RESUMEN

El desarrollo de habilidades socioemocionales en niños tiene una gran repercusión en la comprensión de las emociones y las relaciones sociales por parte del niño y se convierte en un factor importante que puede tener un efecto positivo en el desarrollo futuro del niño como ayudarle también a tener confianza en sí mismo. El presente caso de estudio está desarrollado desde la perspectiva docente, en didáctica educativa, se presenta el caso de un estudiante de quinto año de educación básica en la Unidad Educativa “Brillante Futuro”., de la ciudad de Guayaquil.

El niño ha tenido problemas de comportamiento, principalmente para socializar con el resto de estudiantes, generar empatía en su entorno, a pesar que su rendimiento académico no es malo, su problema comportamental hace que experimente frustraciones dentro del salón de clases. Adicional, el niño tiene problemas de inseguridad provenientes del núcleo familiar, es hijo de padres divorciados, mantiene problemas de peso y presenta un carácter adverso a las críticas que se le puede realizar tanto de manera positiva como negativa.

El presente caso de estudio se desarrolló bajo actividades para aumentar las habilidades socioemocionales del niño, que puedan mejorar positivamente sus características conductuales-comportamentales que presenta en la actualidad y que su nivel de relación social se nivele hacia su nivel de rendimiento académico que es muy bueno. Se proponen actividades guiadas por la docente principalmente en enfocadas en i. Practicas lectura y escritura motivando la creatividad del niño, ii. Presentar conceptos de ciencias y matemáticas de trabajo individual y colaborativo, iii. Práctica de actividades enfocadas en aprender reglas sociales, iv. Aprender sobre diferentes culturas, razas, contexturas para respetar y apropiar la diversidad de cada persona dentro del aula, y v. Promover el juego con otros niños, utilizando estrategias gamificativas dentro del salón de clases.

 

Palabras clave: Prácticas educativas efectivas, desarrollo de habilidades, socioemocional, conductual-comportamental.


 

Effective educational practices for the development of social-emotional, behavioral and behavioral skills in an elementary level student

ABSTRACT

The socio-emotional skills development in children has a great impact on the child's understanding of emotions and social relationships and it becomes an important factor that can have a positive effect on the child's future development as well as help him to have confidence in himself. This case study is developed from the teaching perspective, in educational didactics, it is presented the case of a fifth-year basic education student at the "Brillante Futuro" Educational Unit, in Guayaquil city.

The boy has had behavioral problems, mainly to socialize with the rest of the students, and generate empathy in his environment, although his academic performance is not bad, his behavioral problem causes him to experience frustrations in the classroom. The child has insecurity problems coming from his family nucleus, is the son of divorced parents, has weight problems, and presents an adverse character to criticism that can be made both positively and negatively.

The present case study was developed under activities to increase the socio-emotional skills of the child, which can positively improve the conductorly-behavioral characteristics that he presently presents and that his social relationship is leveled towards their level of academic performance, which is good enough. Activities guided by the teacher are proposed in this case of study, mainly focused on i. practice reading and writing motivating the child's creativity, ii. present concepts of science and mathematics of individual and collaborative work, iii. practice activities focused on learning social rules, iv. learn about different cultures, races, and backgrounds to respect and appropriate the diversity of each person within the classroom, and v. promote playing with other children, using gamification strategies in the classroom.

 

Keywords: Effective educational practices, skills development, socio-emotional, conductorly-behavioral.


 

INTRODUCCIÓN

Explicar el papel de las habilidades socioemocionales en el desarrollo cognitivo, lingüístico y psicológico de los niños y adolescentes es de vital importancia en materia educativa. Lo principal que aprenden los niños durante su etapa de niñez es a aprender, es el momento álgido de la vida cuando el niño tiene mayor capacidad para absorber nueva información de sus profesores y padres, he ahí la razón por lo que es fundamental saber cómo educar a los niños (Guevara Benitez et al., 2020).

Es normal que los niños pequeños desarrollen habilidades sociopsicológicas en sus primeras etapas de vida, estas habilidades son beneficiosas para la forma en que los niños se relacionan con las personas de su entorno (Lacunza & de González, 2011a). Los niños con habilidades socioculturales más desarrolladas tienen más probabilidades de hacer amigos, participar en actividades y ser aceptados en grupos que los que tienen pocas habilidades sociales.

Es importante entonces fomentar el desarrollo social en los niños pequeños porque puede tener un impacto positivo en sus relaciones con sus compañeros y familias a medida que crecen. De acuerdo con Salazar (2018) las habilidades sociales “son el conjunto de capacidades específicas e indispensables para interactuar y relacionarse eficazmente con los demás. Están muy relacionadas con el bienestar personal y la salud integral”.

Las habilidades sociales se desarrollan cuando los niños empiezan a aprender sobre las emociones, las relaciones y las interacciones sociales. A medida que los niños crecen, necesitarán utilizar sus habilidades sociales para desenvolverse en su vida cotidiana (Tacca Huamán et al., 2020).

Estas habilidades son necesarias en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, así como en las relaciones a lo largo de toda la vida puesto que ayudan a los niños a desarrollar la confianza, el autocontrol y la empatía que son vitales para su éxito en la escuela, en casa y en sus futuras carreras (Tolentino Quiñones, 2020). Apoyan también las interacciones positivas con amigos, familiares, profesores y cuidadores y promueven el desarrollo saludable de las relaciones a lo largo de la vida.

Tacca Huamán et al. (2020) explican que la teoría sociocultural, el desarrollo cognitivo y de todas las potencialidades de niños y adolescentes se deben, especialmente, a las interacciones sociales que se producen en la zona de desarrollo próximo, puesto que en estas etapas se define la identidad, se busca el contacto con grupos; y se comprende la importancia de las habilidades sociales para el desarrollo humano.

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo realizar un análisis teórico-práctico en forma de estudio de caso dentro del aula de clases, mediante el análisis de fuentes teóricas y metodológicas sobre el un estudiante en etapa de niñez, con dificultades en el desarrollo de su aprendizaje y comportamiento.

Se busca también estudiar las prácticas más adecuadas y eficientes para mejorar el aprendizaje educativo y potenciar el desarrollo de las habilidades socioemocionales, así como del desarrollo cognitivo del estudiante, buscando mejorar tanto el rendimiento académico como sus habilidades sociales dentro del entorno en el que se desenvuelve el niño a estudiar.

Recordemos que las habilidades sociales se desarrollan con el tiempo, pero pueden mejorarse con la práctica adecuada, esto para nosotras como docentes implica buscar recursos adecuados para que los estudiantes puedan aprender a comunicarse eficazmente, resolver conflictos de forma positiva, gestionar las emociones, establecer amistades y mantener relaciones positivas (Valencia & López, 2012).

Mediante la presente estudio se pretende explicar las principales corrientes teóricas para el desarrollo del caso de estudio, analizando cada una de ellas con total detenimiento y aterrizándolo al medio en el que nos desenvolvemos, para buscar los mejores mecanismos de aplicación curricular.

Habilidades sociales en niños

Las habilidades sociales pueden definirse como el conjunto de capacidades específicas e indispensables para interactuar y relacionarse eficazmente con los demás (Ramírez-Corone et al., 2020). Las habilidades sociales específicas incluyen la empatía, asertividad y la capacidad de mantener amistades. Además, estas habilidades también están asociadas a las interacciones positivas en la escuela (por ejemplo, mejores notas).

Las habilidades sociales indispensables son las que apoyan el funcionamiento cotidiano; incluyen el autocontrol y la capacidad de resolver problemas. De acuerdo con Fermoso et al. (2019) habilidades sociales se dividen en tres categorías:

Habilidades interpersonales: Se refieren a la capacidad de interactuar eficazmente con otras personas, como escuchar, mantener el contacto visual, sonreír, comprender las señales no verbales, entablar conversaciones triviales, etc. Estas habilidades interpersonales suelen denominarse habilidades "blandas" porque implican emociones más que lógica o hechos (Isaza Valencia & Henao López, 2011). Las habilidades interpersonales son esenciales para mantener relaciones sanas en el trabajo o en el hogar, pero también para desarrollar amistades estrechas con los compañeros, los profesores o los entrenadores, etc.

Las interacciones sociales en el contexto familiar

Las interacciones que establece el niño en el contexto familiar le permiten ir apropiándose de criterios, pautas y valores sociales. En otras palabras, a medida que el niño crece y se hace más maduro, será capaz de identificar lo que es socialmente aceptable y lo que no y serán capaz de entender la importancia de mantener una buena relación con los padres y hermanos (Isaza Valencia & Henao López, 2011).

La relación entre padres e hijos desempeña un papel importante en la formación del desarrollo socioemocional de los niños. Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar un autoconcepto positivo proporcionándoles una atención afectuosa y receptiva. También pueden animarles a expresarse mediante actividades lúdicas. Los niños que reciben una atención adecuada de sus padres tienden a ser más seguros de sí mismos, independientes y bien adaptados que los que no reciben suficiente amor de sus padres (Montalvo Suárez, 2019).

El desarrollo de las habilidades socioemocionales en los niños tiene una gran repercusión en la comprensión de las emociones y las relaciones sociales por parte del niño, es un factor importante que puede tener un efecto positivo en el desarrollo futuro del niño y ayudarle a tener confianza en sí mismo (Ramírez-Corone et al., 2020).

De acuerdo con Fermoso et al. (2019) el niño aprende a comunicarse con los demás mediante la atención y el lenguaje conjuntos, así, es capaz de dar a conocer sus necesidades sin tener que recurrir al castigo físico u otros métodos coercitivos, aprende que puede pedir lo que quiere directamente, sin tener que recurrir a la ayuda de otras personas (por ejemplo, un padre). También aprende que se puede contar con él cuando llega el momento de que otra persona se responsabilice de su cuidado.

Es importante también, de su entorno familiar, que el niño aprenda que tiene derechos como individuo que merece el respeto y la consideración de los miembros de su familia. Esto incluye el derecho no sólo a participar en las decisiones familiares, sino también a que no se le imponga su voluntad (por ejemplo, diciéndole lo que puede comer o vestir) (Vived Conte, 2011).

El proceso de socialización de los niños es complejo. Implica el desarrollo de habilidades socioemocionales, que son esenciales para entender y relacionarse con los demás (Tacca Huamán et al., 2020). Entre ellas se encuentran:

·         La capacidad de utilizar habilidades sociales adecuadas

·         La capacidad de comprender los sentimientos y actitudes de los demás

·         La capacidad de hacer frente al estrés

·         La capacidad de establecer relaciones con otras personas

Para entender cómo se forman estas habilidades, es necesario considerar tanto el contexto biológico como el social. Los factores biológicos incluyen la predisposición genética, el entorno hormonal y el desarrollo físico. Los factores sociales incluyen el entorno cultural, el grupo de edad y la influencia del grupo de iguales (Tacca Huamán et al., 2020).

Los factores biológicos mencionados anteriormente determinarán si un niño puede o no desarrollar ciertas habilidades socioemocionales como el autocontrol o la empatía hacia los demás. Estas habilidades se desarrollan a través de las interacciones dentro de las familias durante la infancia, especialmente cuando los niños tienen entre 0 y 5 años (Ramírez-Corone et al., 2020).

El desarrollo cognitivo y su relación socioemocional en niños

Los niños deben aprender a interactuar con los demás y con el mundo que les rodea. Se trata de un proceso que comienza ya en el nacimiento, pero que continúa a lo largo de la infancia y la adolescencia. A través de las interacciones con otras personas y objetos, los niños desarrollan habilidades cognitivas que les permiten aprender sobre su entorno y utilizar este conocimiento en sus acciones (Muelas et al., 2019).

La interacción no sólo tiene una función socializadora para el niño, sino que también promueve el desarrollo cognitivo, especialmente a través de la manipulación de un sistema de signos (Lacunza & de González, 2011b). De hecho, el lenguaje es una de las formas más importantes en que los seres humanos desarrollan sus habilidades cognitivas.

Siendo prácticos, las primeras palabras de los niños suelen ser sonidos arbitrarios y no símbolos que representan objetos o acontecimientos (por ejemplo, "pelota", "coche", "perro"). Sin embargo, a los 2 ó 3 años, los niños empiezan a utilizar palabras para referirse a acontecimientos externos a ellos mismos (por ejemplo, "veo a mamá"). A los 3 ó 4 años entienden que las palabras pueden actuar como símbolos de cosas o ideas y que estos símbolos pueden combinarse en frases (por ejemplo, "la pelota es roja"). Con el tiempo, aprenden a crear nuevas frases utilizando múltiples combinaciones de palabras (por ejemplo, "la pelota es grande").

El desarrollo de las habilidades cognitivas está relacionado no sólo con lo que hace (la adquisición de conocimientos), sino también con cómo lo hace (la aplicación de los conocimientos).  A menudo se pregunta por el desarrollo de las habilidades cognitivas en los niños. La pregunta no es nueva, pero no hay consenso sobre cómo responderla (Muñoz et al., 2018).

Algunos autores afirman que el desarrollo de las habilidades cognitivas en los niños comienza desde el nacimiento y se prolonga hasta la edad adulta, mientras que otros creen que se produce de forma gradual. Además, algunos autores creen que la cognición se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo y a diferentes ritmos según la edad y la etapa de desarrollo del niño (González Flórez & Vargas Guillén, 1999; Muelas et al., 2019; Muñoz et al., 2018).

El concepto de desarrollo cognitivo se basa en dos teorías principales: La teoría de Piaget (1962) y la de Vygotsky (1978). Estas teorías se basan en la idea de que la cognición se desarrolla por etapas. La primera etapa se caracteriza por un aumento de los reflejos, lo que lleva a una falta de comprensión y pensamiento concreto (Möhring et al., 2018).

En esta etapa los niños no comprenden conceptos abstractos como la causa-efecto o la permanencia de los objetos; también tienen dificultades para distinguir entre realidad y fantasía. Además, tienen problemas de organización y conservación de los objetos porque no distinguen entre los objetos reales y los que han sido imaginados o construidos por ellos mismos o por su entorno.

La segunda etapa se caracteriza por un aumento de las funciones mentales superiores, como el pensamiento lógico, la planificación, la resolución de problemas, etc., lo que conlleva un aumento de la conciencia de sí mismo, la creatividad. Según Piaget los niños no aprenden sólo información; también aprenden a utilizarla como instrumento para resolver problemas en su entorno o en su interior. Así pues, el aprendizaje no sólo consiste en adquirir conocimientos, sino también en aplicarlos de forma útil.

De acuerdo con Muelas et al. (2019) existen dos factores principales que afectan a la capacidad de aprendizaje de los niños, un factor es la composición genética y otro el entorno. Los genes desempeñan un papel importante a la hora de determinar en qué tipo de persona se convertirá alguien; sin embargo, no lo determinan todo sobre la personalidad, la actitud o incluso la inteligencia de una persona.

Por ejemplo, algunas personas pueden tener un alto coeficiente intelectual, pero aún así pueden ser perezosas o desmotivadas porque sus genes las hacen así. Otro ejemplo sería alguien que tiene un coeficiente intelectual bajo pero que utiliza inteligentemente su inteligencia convirtiéndose en médico o abogado porque sus padres le enseñaron en casa a utilizar su cerebro de forma adecuada.

El desarrollo cognitivo del niño también tiene lugar a través de la interacción con el entorno. El entorno está formado por otras personas, lugares y cosas. El niño aprende observando, copiando, imitando y participando en actividades con sus compañeros. El desarrollo de las habilidades cognitivas en los niños es un tema importante en el campo de la educación. Esto se debe a que se sabe que, si un niño tiene pocas habilidades cognitivas, tendrá dificultades con las tareas escolares y tenderá a tener problemas para hacer amigos (Yana et al., 2019).

El entorno desarrolla su capacidad para interactuar con los demás también tiene una función socializadora en él. Aprende a compartir con los demás y a aceptar sus ideas. También aprende a cooperar con ellos, así como a respetar sus derechos. El niño aprende de sus interacciones con las personas (por ejemplo, sus padres) cómo comportarse adecuadamente en diferentes situaciones y cómo resolver los problemas que pueden surgir en la vida diaria (González, 2015; Lacunza & de González, 2011a).

METODOLOGÍA

La presente investigación es de tipo cualitativo y a su vez, predominantemente analítico y descriptivo. Aborda la metodología de caso de estudio en el que se analiza a un estudiante en específico sobre sus problemas existentes en el desarrollo de sus habilidades tanto socioemocionales como cognitivas.

De acuerdo con Stott y Ramil (2014) “los estudios de caso son un útil modelo de investigación para recabar información en contextos de la vida real. Este tipo de investigación se puede aplicar a situaciones que hayan tenido lugar o emplearse a medida que se vayan desarrollando las mismas. Los estudios de caso, cuando han sido elaborados cuidadosamente, pueden contribuir a materializar cambios significativos en los ámbitos de la política y de la práctica”.

Por su parte Ramírez-Sánchez et al. (2019) indican que “la metodología de estudio de casos consiste en proporcionar una serie de casos que representen situaciones problemáticas diversas de la vida real para que se estudien y analicen”. Es así como al tratarse de un método pedagógico activo, existen condiciones mínimas que se deben cumplir. Por ejemplo, algunos supuestos previos en el docente: creatividad, metodología activa, preocupación por una formación integral, habilidades para el manejo de grupos, buena comunicación con el alumnado y una definida vocación (Gómez, 2012).

Específicamente, un caso es una relación escrita que describe una situación surgida en la vida de una persona, familia, grupo o empresa. Su aplicación como estrategia o técnica de aprendizaje, como se apuntó previamente, entrena a los alumnos en la elaboración de soluciones válidas para los posibles problemas de carácter complejo que se presenten en la realidad futura (Ramírez-Sánchez et al., 2019).

El caso de estudio no proporciona soluciones sino datos concretos para reflexionar, analizar y discutir en grupo las posibles salidas que se pueden encontrar a cierto problema.

Presentación del Caso

Se analiza entonces al estudiante de quinto año de educación básica en la Unidad Educativa “Brillante Futuro”, quién ha tenido problemas de comportamiento, principalmente para socializar con el resto de estudiantes, generar empatía en su entorno, a pesar que su rendimiento académico no es malo, su problema comportamental hace que experimente frustraciones dentro del salón de clases.

El entorno familiar del niño ha sido bastante complicado desde que era pequeño, sus padres tienen aproximadamente 4 años de estar separados y ambos poseen nuevos compromisos, incluso por parte del papá, el niño comenta que tiene una hermanita pequeña, sin embargo, el papá no se ha acercado a él en varios años, lo que él siente abandono y falta de responsabilidad de su parte. El niño conoce las limitaciones que causa el padre ausente, en su entorno familiar, con su mamá, conoce los problemas económicos que posee y la lucha constante por sacarlo adelante.

Todos estos problemas pueden ser de gran influencia para el desarrollo de la personalidad y del comportamiento, que no sólo puede ser afectado en su escuela sino también en su medio diario. Adicional, el estudiante tiene sobrepeso y esto le ha causado se sienta presionado por muchas personas en su medio debido a este problema, proveniente de la familia, el medio social cerca de su domicilio y la escuela.

Cabe acotar, que el niño ha estudiado en diferentes escuelas por cada año de estudio, desde Inicial II, hasta el quinto año, lo que hace que haya estudiado en 6 unidades educativas diferentes. Habiendo estudiado, durante el año anterior en una comunidad rural del cantón Babahoyo, por lo que se ha mudado entre ciudad y campo en varias ocasiones. En la Tabla I se presenta el desarrollo académico del estudiante durante el primer quimestre.

Tabla I: Rendimiento académico del estudiante.

Áreas Académicas

TAI

AIC

ACG

L

Prueba Parcial

Promedio Parcial

Lengua y Literatura

9,3

10

9,5

10

9

9,56

Matemática

9,5

8,5

9,8

9,5

8

9,06

Ciencias Naturales

10

9

9,2

9

10

9,44

Estudios Sociales

9

9,5

9,3

9,7

9,25

9,35

Promedio Básicas

9,45

9,25

9,45

9,55

9,06

9,35

Cultura Estética

10

9,5

10

10

9,8

9,86

Computación

10

10

9,8

10

9,5

9,86

Cultura Física

8

8,5

8,2

8,5

9

8,44

Lengua Extranjera

10

9,5

10

9,2

9,8

9,7

Promedio complementarias

9,5

9,375

9,5

9,425

9,525

9,47

Desarrollo Humano Integral

P

Proyecto

EX

Comportamiento

B

Elaborado por los autores

 

El rendimiento académico del niño, como estudiante del Quinto año de educación básica es excelente, él indica que tiene muchas expectativas por cumplir, puesto que su mamá no le permite sacar malas calificaciones. Sin embargo, sus problemas de comportamiento no acompañan satisfactoriamente a sus calificaciones.

PROPUESTA DE DESARROLLO DE HABILIDADES

El éxito académico de los niños tanto para su rendimiento como para el desarrollo de su personalidad y comportamiento está directamente relacionado con sus actividades cognitivas (Liesa Orús et al., 2017). Por ello, es importante proporcionarles entornos adecuados para que puedan desarrollar estas habilidades.

El desarrollo de las habilidades cognitivas en los niños se promueve a través de la implementación y el uso de diferentes actividades que son presentadas por el maestro de acuerdo a la edad y el grado de los estudiantes (Carrillo Guerrero, 2016).

Es importante primero que el profesor trabaje en su metodología y adapte sus programas y planes dentro de la clase a las necesidades del o los estudiantes que presentan estas dificultades, para Tolentino Quiñones (2020) entre las actividades el profesor debe i. tener una clara comprensión de lo que es el aprendizaje y cómo se produce, ii. proporcionar oportunidades de aprendizaje que permitan a los alumnos convertirse en participantes activos de su propia educación, y iii. ayudar a los alumnos a desarrollar un sentido de responsabilidad por su propio aprendizaje y comportamiento, así como por el de los demás. Para esto, el profesor debe recurrir a la planificación y gestión adecuada de actividades y recursos dentro del salón de clase, para esto debe existir:

         i.            Organización y disposición de los materiales según sus necesidades

       ii.            La categorización de la información, descomponiéndola en piezas más manejables para que puedan ser analizadas más fácilmente

     iii.            La capacidad de utilizar diferentes tipos de información para resolver problemas o tomar decisiones.

Analizando ahora el desarrollo de habilidades socioemocionales, se debe de igual forma realizar una adaptación en el plan de estudio de los niños (Ramírez-Corone et al., 2020), mayormente seguido de actividades como:

         i.            Jugar: se debe permitir a los niños jugar libremente y de forma independiente. También hay que animarlos a que expresen sus emociones llorando o gritando cuando estén descontentos o frustrados por una actividad.

       ii.            Autoayuda: los niños aprenden a resolver problemas por sí mismos en lugar de esperar a que otros les ayuden. Esto puede hacerse a través de juegos que requieren que los jugadores trabajen juntos o negocien entre sí, por ejemplo "quién irá primero" o "quién ganará el juego".

     iii.            Colaboración: se trata de una habilidad en la que los niños necesitan cooperar con los demás para conseguir objetivos, como completar un proyecto juntos (por ejemplo, construir una casa).

     iv.            Comunicación: los niños necesitan habilidades comunicativas para comunicarse eficazmente con otras personas (por ejemplo, profesores y compañeros), así como con sus padres y cuidadores. Para desarrollar estas habilidades comunicativas, los padres y cuidadores deben fomentar diariamente en casa actividades como contar historias, hacer dibujos, leer cuentos, escuchar historias, etc.; también pueden ayudar a los niños a aprender a hablar en público.

Así el docente debe llevar un seguimiento dentro y fuera del salón (recesos, ingreso y salida) de clase, incluyendo un progreso que puede ser basado en i. Actividades informativas, ii. Evaluación de las habilidades socioemocionales, iii. Regulación emocional, y iv. Entrenamiento en habilidades sociales.

Las habilidades sociales y la regulación emocional son dos áreas importantes del desarrollo de los niños. La regulación emocional es la capacidad de gestionar las emociones, incluidas la ira, la tristeza, el miedo y la alegría. Las habilidades sociales son la capacidad de conectar con los demás, expresarse de forma socialmente adecuada y relacionarse con los demás a nivel personal (Salazar, 2018). Para su correcto desarrollo, y aparte de las actividades ya presentadas, se pueden utilizar las habilidades cognitivas en tareas como:

         i.            Prácticas lectura y escritura dentro del salón de clase, motivando la creatividad del niño.

       ii.            Presentar y enseñar conceptos de ciencias y matemáticas, utilizando fuentes divertidas e interactivas, de trabajo individual y colaborativo.

     iii.            Práctica y repaso de actividades enfocadas en aprender reglas sociales.

     iv.            Aprender sobre diferentes culturas, razas, contexturas, es decir, enseñar a respetar y apropiar la diversidad de cada persona dentro del aula.

       v.            Promover el juego con otros niños, utilizando estrategias gamificativas dentro del salón de clases, para que el estudiante se sienta empoderado dentro del trabajo en equipo y aprende a lidiar con el trabajo colaborativo, y a respetar sus diferencias y las de otros niños dentro de las actividades del aula (Graells, 2013).

Este tipo de actividades se pueden convertir en herramientas efectivas para que el estudiante tenga mayor interés por relacionarse, continuar su vida académica con un nivel de rendimiento excelente y generar mejores rasgos socioemocionales para su vida cotidiana. También puede ser de gran soporte para que el alumno pueda jugar libremente con otros niños, dentro y fuera de la escuela, hacer más amigos, prestarse a ayudar a los demás, jugar e interactuar incluso con los adultos y participar en deportes u otras actividades dentro y fuera de su hogar (Prette & Prette, 2013).

Las actividades de habilidades sociales ayudan a los niños a desarrollar el conocimiento de sí mismos y de los demás. También les ayudan a comprender sus emociones, comportamientos y motivaciones (Guevara-Benitez et al., 2020). Se proponen así actividades a ser llevadas dentro del salón de clase:

·         Realizar un juego de roles en el que los alumnos representen situaciones sociales como comer con amigos o hacer amigos en el colegio.

·         Organizar una fiesta en clase en la que los alumnos se disfracen y se diviertan y puedan socializar mucho más.

·         Hacer que los alumnos se turnen para hablar de sí mismos o para que otro niño les entreviste.

·         Los estudiantes se presten a inventar historias sobre cómo se sienten tus compañeros de clase con respecto a ciertas cosas, como los sentimientos sobre los deberes o los sentimientos sobre el acoso escolar.

·         Crear su propio juego de mesa en el que ellos elijan qué papel quieren jugar (por ejemplo, de líder, de miembros de equipo, de moderador, y luego intercambien roles).

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El desarrollo de habilidades socioemocionales y cognitivas en los niños es esencial para su éxito en la vida. Por lo que es importante que los profesores reconozcan la importancia de estas actividades y la forma en que se pueden implementar en sus aulas, así como en el hogar.

La principal conclusión de este estudio es sobre las habilidades sociales ya que estas son la capacidad de interactuar con los demás de forma positiva. Las habilidades sociales son de gran importancia ya que pueden desarrollarse a través de diversas actividades que ayudan a los niños a aprender a interactuar con personas de diferentes edades, razas y culturas.

Por lo que, la socialización, que es el proceso de aprender a relacionarse con los demás puede ser una tarea difícil para los niños de distintas edades, especialmente si no están bien preparados por sus padres o tutores.

Al ser un proceso continuo que comienza desde el nacimiento y continúa durante toda la vida. El proceso de socialización comienza con la interacción del niño con sus padres, familiares y amigos en el hogar, la escuela y la comunidad. Para que los niños se conviertan en individuos equilibrados que puedan funcionar eficazmente en la sociedad, necesitan estar expuestos a diversos entornos que incluyan a la familia, los compañeros y los representantes de la comunidad en diversos papeles (por ejemplo, los profesores).

Así, el desarrollo de habilidades socioemocionales y cognitivas en los niños es uno de los objetivos más importantes de la educación. Esto se debe a que el desarrollo de habilidades socioemocionales y cognitivas en los niños es importante porque asegura el crecimiento de su personalidad, identidad y autoestima.

Se vuelve vital en el aula evaluar el desarrollo que tienen los alumnos en materia socioemocional y cognitivo, puesto que podemos ayudarlos a romper sus barreras preexistentes. Los niños son como una esponjita, que todo absorben y a esta edad, todo lo que se les dice es correcto para ellos, aún no refutan sobre el contexto en el que se desenvuelven. Al traer consigo, problemas socioemocionales los reflejan también en la escuela, y como docentes sabemos que esto no solo está perjudicando la escuela, sino que también perjudica su cotidianeidad, su contexto familiar, su contexto social y también el escolar.

Por lo que finalmente, se presentan las principales recomendaciones que ayudarán a aumentar la calidad de la enseñanza:

·         Animar a los alumnos a hablar de sus emociones. Los niños están desarrollando la inteligencia emocional porque son capaces de reconocer cuándo están enfadados o molestos y cuál es la mejor manera de manejar la situación. Esta habilidad les ayudará a ser más conscientes de sí mismos y a ser capaces de gestionar sus emociones adecuadamente.

·         Enseñar a los alumnos a resolver eficazmente los problemas mediante la formulación de preguntas y el debate de ideas con los demás. Esto les ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas que les beneficiarán en situaciones futuras, a la vez que les proporciona confianza para manejar situaciones o tareas desafiantes que surjan durante los días de clase o después del horario escolar.

·         Enseñar a los alumnos a gestionar su tiempo de forma eficaz para que no pierdan un valioso tiempo de aprendizaje al distraerse con influencias externas como la televisión, los videojuegos u otras actividades que les quitan tiempo sin aportar nada.

REFERENCIAS

Carrillo Guerrero, G. B. (2016). Validación de un programa lúdico para la mejora de las habilidades sociales en niños de 9 a 12 años.

Fermoso, D. A., Cruzes, G. C., & Ruiz, E. J. C. (2019). Habilidades sociales en niños de primaria. IE Revista de Investigación Educativa de La REDIECH, 10(19), 191–206.

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González, A. E. (2015). Las habilidades sociales en los fenómenos de violencia y acoso escolar.

González Flórez, J., & Vargas Guillén, G. (1999). De la «Informática Educativa» a la «Pedagogía Computacional».(De J. PIAGET & S. PAPERT a  A. NEWELL & H.A. SIMON).

Graells, P. R. M. (2013). Impacto de las TIC en la educación: funciones y limitaciones. 3 c TIC: Cuadernos de Desarrollo Aplicados a Las TIC, 2(1), 2.

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