Tendederos virtuales feministas: acciones en el espacio digital contra el acoso y hostigamiento

Alamilla Sarilin Ronzón

[email protected]
Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco

Villahermosa; Tabasco, M�xico.

https://orcid.org/0000-0001-7173-6689

 

 

Viviana Castellanos Su�rez

[email protected]

Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco

Villahermosa; Tabasco, M�xico.

https://orcid.org/0000-0003-2506-8207

 

 

Carlos Mario Estrada �lvarez

[email protected]

Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco

Villahermosa; Tabasco, M�xico.

https://orcid.0rg/0000-0002-3988-4646

 

 

 

RESUMEN

Los tendederos son artefactos en los que se cuelgan las vestiduras despu�s de lavar para que se sequen, sin embargo, este mecanismo toma otro sentido cuando se habla de acoso y hostigamiento. En los tendederos virtuales se extiende y desplega la emocionalidad ante el hartazgo de estas conductas, en estos espacios se secan o airean las emociones y estados afectivos que provocan este tipo de comportamientos. El objetivo de este art�culo es realizar una revisi�n sistem�tica de estas situaciones que son producidas mayormente desde los varones hacia las mujeres y que, en muchas ocasiones, no est� sujeta a evaluaciones ni validaciones de terceras personas a causa del sistema patriarcal en el que nuestra sociedad est� sometida. En este trabajo se analiz� el papel de los diferentes colectivos feministas del pa�s en las redes sociales al hacer p�blicas las denuncias y c�mo han logrado hacer visibles los diferentes casos que llegan a sus perfiles y la forma en que incitan a las dem�s mujeres que han atravesado experiencias similares a levantar la voz y la manera en que esa cohesi�n ha logrado que a algunos agresores fuesen removidos de sus puestos e incluso, alcanzado sentencias legales acordes a sus delitos.

 

Palabras Clave: redes sociales; colectivas feministas; tendederos virtuales; hostigamiento; acoso sexual.

 

 

 

Feminist virtual clotheslines: actions in the digital space

against bullying and harassment

 

ABSTRACT

The clotheslines are artifacts in which the clothes are hung after washing to dry, however, this mechanism takes another meaning when talking about bullying and harassment. Emotionality spreads and unfolds in virtual clotheslines in the face of exhaustion of these behaviors, in these spaces the emotions and affective states that cause this type of behavior are dried or aired. The objective of this article is to carry out a systematic review of these situations that are produced mainly by men towards women and that, on many occasions, is not subject to evaluations or validations by third parties due to the patriarchal system in which our society is subjected This paper analyzed the role of the different feminist groups in the country on social networks by making complaints public and how they have managed to make visible the different cases that reach their profiles and the way in which they incite other women who have gone through experiences similar to raising their voices and the way in which this cohesion has achieved that some aggressors were removed from their posts and even reached legal sentences commensurate with their crimes.

 

Keywords: social networks; feminist collectives; virtual clotheslines; harassment; sexual harassment.

 

 

 

 

Art�culo recibido 15 febrero 2023

Aceptado para publicaci�n: 15 marzo 2023


INTRODUCCI�N

El acoso sexual es una las diversas formas de ejercer violencia hacia las mujeres y durante las �ltimas d�cadas ha sido tambi�n el centro de atenci�n en diferentes partes del mundo (L�pez, 2018). Por otra parte, la Comisi�n Nacional de los Derechos Humanos (2021) se�ala que el hostigamiento sexual es otra manera de violentar agraviadamente por medio de la subordinaci�n y el ejercicio de poder, donde las mujeres mayormente son afectadas, esto hace que la desigualdad y la discriminaci�n se vean perpetuadas hacia ellas, generando as� que se limite su desarrollo en distintos espacios, entre ellos el educativo y laboral. De esta manera se crea un ambiente hostil que imposibilita el acceso a una vida libre de violencia.

La Ley General del Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) define al hostigamiento sexual como aquel ejercicio de poder mediante la subordinaci�n existente entre la v�ctima y el agresor, donde se expresa todo tipo de conducta verbal y/o f�sica lo cual est�n relacionadas con la sexualidad y connotaci�n lasciva. De igual manera, acoso sexual como una forma de violencia donde, a comparaci�n del hostigamiento, no existe subordinaci�n, pero si hay ejercicio abusivo de poder sobre la v�ctima lo que conlleva a un riesgo sobre ella por el estado de indefensi�n que le es provocado. 

M�xico es uno de los pa�ses con estad�sticas m�s altas de violencia de g�nero en toda la regi�n Latinoamericana, pues una encuesta realizada por Brain y Win-Gallup International en 2017 se�ala que 46% de las mujeres revelaron haber sufrido acoso sexual, esta encuesta se realiz� a mujeres con edad mayor a 17 a�os, en pa�ses del continente americano entre los que destaca M�xico (Aristegui, 2018). 

�lvarez (2020) apunta que durante 2019, especialmente en los �ltimos meses, se ha acrecentado en M�xico una vigorosa movilizaci�n por parte de j�venes, especialmente mujeres que han tomado las calles, plazas, universidades, medios de comunicaci�n y las redes sociales protagonizando uno de los movimientos m�s radicales de la d�cada, denunciando el alto n�mero de violencia hacia las mujeres, misma que se ha hecho visible y extremas, es decir, hasta los feminicidios en diferentes estados como: Ciudad Ju�rez, Chihuahua, Ciudad de M�xico, Veracruz, Guerrero, entre otros, han experimentado dr�sticos escenarios de violencia, extendi�ndose en a�os recientes a otras regiones como: Coahuila, Tamaulipas, Nayarit, Sonora, Oaxaca, as� como el estado de Hidalgo.

Por otro lado, la Encuesta Nacional de Seguridad P�blica Urbana ENSU (2021) efectuada por el INEGI, revela otros datos relevantes acerca de la violencia sexual que han sufrido las mujeres en M�xico. De acuerdo a los datos de la encuesta, durante el primer semestre de 2021 las cifras de acoso personal y violencia sexual ascendieron a 16.6% de la poblaci�n de 18 a�os y m�s, en el caso de las mujeres la cifra fue de 24.7%.

En este sentido el presente trabajo tiene como objetivo de contribuir con una mirada de acompa�amiento y visibilizaci�n en la lucha hacia la justicia social, pero tambi�n se enfoca a analizar y reflexionar sobre los actos de acoso y hostigamiento que han dado inicio a las pr�cticas feministas de levantar la voz a trav�s de los tendederos virtuales como forma de recuperar la seguridad, los recursos jur�dicos, los Derechos Humanos y el bienestar psicosocial de las mujeres ante sus atacantes, es decir, a trav�s de ello romper el silencio y exponer su sentir emocional ante un contexto de impunidad y violencia.

Movimientos sociales y acciones colectivas de lucha de las mujeres

Para L�pez (2018) los movimientos sociales provocan en las personas la sensaci�n acompa�amiento, de no estar solo en estos grupos, que dif�cilmente hab�an podido convivir de manera colectiva. En la actualidad este ejercicio se realiza bajo el modo virtual, es decir, en internet. En el caso de las mujeres en la lucha contra la violencia, se han consolidado como grupos feministas en los escenarios virtuales, en tanto que, la uni�n entre ellas dentro de los diferentes contextos se ha enriquecido por sus repertorios de acciones colectivas.

Aguilar (2020) plantea que el feminismo surge como una forma de acci�n colectiva, es decir, como movimiento de transformaci�n social iniciado por voces de mujeres que por primera vez y de manera individual visualizaron una vida libre de violencia, lejos de las desigualdades que eran originadas por el hecho de ser mujer. Desde tiempo atr�s, al feminismo se ha adjudicado el uso de algunos recursos ling��sticos, seg�n Chaparro (2022) se le ha asociado con el oc�ano, como una manera de describir sus momentos claves como: olas, mareas o tsunamis.

La primera ola del feminismo aquella que abarc� el siglo XlX y principios del siglo XX como defensa al reconocimiento del derecho ciudadano de las mujeres, es decir, como el derecho al voto libre, la segunda ola del feminismo surge a finales de los a�os 60 en Estados Unidos y Europa una vez conseguido el voto de la mujer en casi la mayor�a de los pa�ses en el occidente, en este segundo movimiento se defendi� los derechos sexuales de las mujeres; la tercera ola nace a mediados de los a�os 80 del siglo XX movimiento feminista mermada por la falta de paradigmas alternativos ante la ca�da del muro de Berl�n, esta ola se relacion� con la interseccionalidad, intensific�ndose as� en los a�os 90 (Garrido, 2021).

De igual manera, algunos autores apuntan que la cuarta ola del feminismo inicia a principios de a�o 2000, por lo que otros indican que es a partir del 2008, mientras que, por otro lado, sit�an este evento a partir de 2017 con la tendencia del #MeToo o movimiento 8 de marzo del a�o 2018 (Garrido, 2021). As� mismo, Brunet (2020) se�ala que la cuarta ola del feminismo plantea un feminismo mediante las redes y las tecnolog�as de la informaci�n, es decir, para llegar hacia una sociedad justa, el feminismo utiliza las herramientas virtuales como internet y redes sociales, adem�s de ser un feminismo antipatriarcal, anticapitalista y transnacional. 

La violencia hacia las mujeres se ha documentado desde siglos atr�s (De Los Reyes y S�nchez, 2018) es decir, no ha sido un fen�meno nuevo, ante los acontecimientos derivados de la violencia, entendi�ndose como un problema social, en este mismo proceso ha surgido el feminismo como movimiento. �lvarez (2020) menciona sobre este concepto que es una actitud de transformaci�n y compromiso de las mujeres, bajo ese mismo sentido, se ha asumido un camino de encuentros desde tiempo atr�s, llevando a cabo un proceso de concientizaci�n social, visibilizando aquellas condiciones de violencia que viven las mujeres en M�xico y en el mundo.

Por lo tanto, L�pez (2018) menciona que la lucha feminista en contra de la violencia machista se debe centrar en una lucha por la legalidad, no en los hombres, es decir, que las leyes se cumplan y que las conductas violentas de los hombres hacia las mujeres no queden impunes. Para Lamas (2018) luchar contra el acoso y hostigamiento no deben estar alejadas de las exigencias de legalidad, que el actuar de las mujeres alzando la voz es una forma m�s r�pida de tener acceso la justicia. Es por eso que, bajo estas circunstancias de acoso y hostigamiento, las mujeres canalizan el malestar, indignaci�n y hartazgo que les es provocado por las pr�cticas agresivas. Ya sea de forma presencial, en l�nea, o ambas, las mujeres siempre encontrar�n un canal de comunicaci�n y visibilizaci�n.

 

 

Ciberactivismo feminista en M�xico y tendederos virtuales

 Las facilidades que otorgan los medios digitales han logrado distintas maneras de interactuar, seg�n Aguilar y Toro (2020) con ello se ha alcanzado que, nuevas plataformas sean utilizadas de manera constante por los seres humanos, es decir, que puedan integrarlas a su vida diaria, entre estas plataformas se encuentran las redes sociales. As� mismo, se�ala que en la actualidad han sido una v�a de mensajes positivos para cambiar problemas sociales como la violencia hacia las mujeres, pues a trav�s de estos medios se ha generado conciencia, no solo de modo virtual, sino tambi�n en la misma sociedad.

 El apropiarse de la tecnolog�a digital ha logrado visibilizar el potencial del activismo feminista, para Rosales (2018) el esfuerzo que ha tenido este grupo ha permitido que se recupere la organizaci�n de las mujeres en todas partes, a su vez, actualmente se renueva un movimiento con la incorporaci�n de tendencias de ciberactivismo en todo el mundo que es sostenido por una base popular, as� como regional, federal e internacional.

En Am�rica Latina, los movimientos de la cuarta ola feminista se han caracterizado por la activa participaci�n de mujeres j�venes que se pronuncian en contra de la violencia hacia ellas, rechazando el acoso y hostigamiento sexual en los escenarios tanto p�blico como privado (Larrondo y Ponce, 2019). Tambi�n Zimmerman (2017) menciona que esta cuarta ola se ha localizado de forma online y destaca que los escenarios virtuales son indispensables para la construcci�n, el consumo, as� como del compromiso de los discursos de las feministas (Maloney, 2020).

Al respecto, G�mez, G., y Navarro, C. (2021), enfatizan c�mo a partir del 2017, con el movimiento mundial, por la celebraci�n de una huelga internacional por el D�a Internacional de la Mujer y con  la excepcional emergencia sanitaria global vivida en 2021 a causa del COVID-19, se provoc� cambios estructurales en la organizaci�n y llamamiento del #8M, ya que  la restricci�n de las movilizaciones previstas en las calles y plazas alrededor del mundo, no ser�a posible por lo que se traslad� el movimiento  al  entorno online. 

A partir de emigrar a esta acci�n colectiva virtual, se hace uso de un repertorio de acci�n colectiva conocido como escrache, la cual mencionan Arenas L�pez y Betancur Ayala (2020), es una herramienta de denuncia p�blica utilizada tanto en el espacio f�sico como virtual para se�alar a hombres que han agredido sexualmente a las mujeres.

As� toman mayor fuerza estos tendederos virtuales, en ellos se cuelgan en protestas, denuncias, hechos con fecha, autor y describen el tipo de violencia recibida, todo ello con la intenci�n de sacar a la luz p�blica el problema del acoso sexual, violaci�n, violencia o maltrato, teniendo como objetivo exponer a los agresores, la mayor�a de los tendederos se dan en el marco del D�a Internacional de la Mujer tan solo en el 2022 en M�xico se distinguen al menos 5 grupos entre ellos: Justicieras Radicales,https://m.facebook.com/Justicieras-Radicales-109047200716254/, el Tendedero Virtual Delicias 2022 (https://m.facebook.com/Tendedero-Virtual-Delicia104851358796471/?ref=page_internal),  Mujeres de la Sal, https://m.facebook.com/mujeresdelasal/photos/a.111137817172710/480651420221346/?type=3&source=48,Colectivo Latinas Guerreras en movimiento https://www.facebook.com/LatinasGuerrerasMx/photos/a.102815791328443/455766616033357/, AquelarreRadicalNacional https://www.facebook.com/AquelarreRadicalNacional, Asamblea feminista de Baja California Sur https://www.facebook.com/page/1352465168149153/search?q=tendedero

En ellos s� convoca a mandar en l�nea la foto y los hechos con el fin de imprimir la informaci�n para el  tendedero f�sico y a su vez colocarla en el  virtual, con lo cual se abre la posibilidad de que las personas se puedan sumar al tendedero masivo y se recopile a su vez en el tendedero virtual, entre las fotos de los agresores  se encuentran que hay exparejas, profesores, instructores de gimnasio, polic�as, violadores que han quedado impunes y hombres que ejercen violencia tambi�n en redes sociales.

Algunos de estos tendederos se han convertido posteriormente en objetos de arte para exposici�n, para ello valdr�a la pena ser muy cauto, tal como lo propone Mayer, M (2009) al mencionar que:  la denuncia a trav�s del arte es importante, a veces existe el riesgo de estetizar la violencia o de replicarla visualmente provocando una sensaci�n de victimizaci�n en el p�blico, lo cual solo refuerza al sistema.

Cabe mencionar que el acoso y el hostigamiento sexual est�n tipificados en tratados estatales, nacionales e internacionales como delitos sexuales, pero a pesar de que existen leyes, a�n ha sido complicado detectar y hacer que las mujeres logren denunciar estos actos (Ram�rez y Barajas, 2017) esto debido a no querer verse expuestas tanto al rechazo, juicio, culpa, discriminaci�n, etiquetas o estigmas por la sociedad. De igual forma, quienes atienden los casos en ocasiones revictimizan y agravian a las mujeres someti�ndolas a interrogaciones, por lo que terminan abandonando el caso de denuncia y, por si fuera poco, terminan minando su autoestima, dignidad e integridad cuando acuden a una instancia judicial (Ram�rez y Barajas, 2017). Por lo que los tendederos virtuales les vienen bien, ya que permiten diluir en la masa su miedo a verse expuestas y la fuerza social las anima vencer estereotipos, miedos o se�alamientos.

Es menester mencionar, tal como Herrera, Garc�a y Tapia (2015) sostienen que, tanto el hostigamiento como el acoso sexual est�n relacionados con un gran n�mero de problemas psicosociales, as� como de salud f�sica, es decir, con ansiedad y angustia emocional que muchas veces puede llevar hasta el suicidio, consumir sustancias, aislarse socialmente, padecer nerviosismo y desvincularse acad�mica o laboralmente, por lo que la denuncia v�vida y certera alivia estos problemas, ya que invita a sacar el dolor, la angustia, el horror y la zozobra, lo cual permite recuperar dignidad, libertad y vida.

Finalmente, basta recapitular en que el acoso y hostigamiento son actos sexistas hostiles que son originados desde las creencias basadas en la mujer como el sexo d�bil, de modo que, deben ser tratadas con agresi�n; adem�s, frecuentemente son se�aladas como las responsables de ser acosadas y sufrir hostigamiento culp�ndolas de provocar los comportamientos sexuales de sus agresores. (Kilmartin, Semelsberger, Dye, Boggs y Kolar, 2015). Estos son actos discriminatorios por raz�n de sexo, los cuales atentan contra los principios constitucionales, violando la dignidad y vida humana, afectando la integridad f�sica y psicol�gica, por lo tanto, estos abusos implican la supremac�a masculina sobre las mujeres (Quintero, 2020).

Los tendederos virtuales sin duda son un paso hacia la justicia, visibilizaci�n y  prevenci�n, pero tambi�n hac�a permitir la atenci�n de los da�os y consecuencias que ha dejado la violencia, convertir las sensaciones en im�genes y palabras. Sin duda, el tendedero apoya a externar los hechos violentos, que con ello se trasformen y pierdan la toxicidad en quien los vivi� (Mi�arro, 2012),  la misma Walker (2009) indica que la mejor manera para entender la violencia, viene de escuchar las descripciones obtenidas de aquellos que las han experimentado. Esperemos que los tendederos pronto cuelguen soluciones y el olor que se desprenda de ellos sea el de la paz.

 

 

CONCLUSI�N 

A manera de conclusi�n podemos recalcar que, como la mayor�a de los movimientos sociales, el feminismo tambi�n se ha adaptado a la modernidad y complejidad de las Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n, llevando la manifestaci�n de los Tendederos a las redes sociales, incitando as�, a que todas las generaciones est�n intercomunicadas de manera virtual otorg�ndoles un espacio para que sus voces sean escuchadas y el sentimiento de unidad se fortalezca dentro de un fen�meno social violento, como lo es el machismo. 

Asimismo, se puede decir que los tendederos feministas se volvieron una manera importante de unificar a las mujeres que han sufrido alg�n tipo de violencia, fortaleci�ndolas de alguna manera para que dif�cilmente vuelvan a callar sus voces a favor de sus agresores; el hecho de que hayan encontrado la manera de llevar esta manifestaci�n al espacio virtual, significa que son muchas las mujeres que necesitan canalizar su enojo y frustraci�n por la falta de justicia, exponiendo a sus violentadores y sinti�ndose respaldadas por sus iguales sin importarles que el lugar sea f�sico o digital. 

Es relevante recalcar que desde el 2019, que se implement� la ley Olimpia, ha iniciado una nueva forma de abordar lo que ahora se le conoce como delitos inform�ticos y se ha trabajado en buscar soluciones para que las agresiones sufridas por muchas mujeres sean respaldadas por las autoridades, se pierda el miedo a demandar y se haga justicia, porque la �nica manera de hacer algo es no volver a quedarse calladas.

BIOGRAF�A

Sarilin Ronz�n Alamilla es Licenciada en Psicolog�a egresada de la Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco. Actualmente es maestrante en Ciencias en Intervenci�n Psicosocial PNPC por la UJAT, su l�nea de investigaci�n enfocada en Procesos y Subjetividad: ni�os, adolescentes y mujeres.

Viviana Castellanos Su�rez es Profesora Investigadora de la Divisi�n Acad�mica de Ciencias de la Salud en la Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco, doctora en m�todos de soluci�n de conflictos y derechos humanos por la UJAT, maestra en Psicolog�a Jur�dica y Criminolog�a por el IUP, licenciada en Psicolog�a por la Universidad Iberoamericana, perito en Psicolog�a. Ha desarrollado l�neas de investigaci�n relacionadas con mujeres, violencia, psicolog�a jur�dica, derechos humanos y grupos vulnerables, cuenta con cap�tulos de libro, art�culos y textos cient�ficos en revistas de prestigio nacional e internacional. Forma parte de redes de investigaci�n nacional e internacional.

Carlos Mario Estrada �lvarez es Licenciado en Psicolog�a por la Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco, Maestrante en Ciencias en Intervenci�n Psicosocial PNPC-CONACYT por la UJAT, perteneciente al Padr�n Estatal de Investigadores PEI por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnolog�a del Estado de Tabasco, autor cap�tulos de libros y art�culos Cient�ficos, as� como ponente en congresos nacionales e internacionales. Su l�nea de investigaci�n es: Violencia, Derechos Humanos y Grupos Vulnerables.

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