Percepción de cuidadores principales acerca de la

educación sexual a tempranas edades

Nuria Janeth Galarraga Montalvo

nuria_galarragam@yahoo.es

https://orcid.org/0000-0002-9197-3240

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

 

Cecilia Nohemy Rosero Bolaños

cnrosero@tecnologicoitca.edu.ec

https://orcid.org/0000-0002-6915-4898

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

Jennifer Gabriela López Anrango

jglopez@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-9117-4254

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

 

Ismenia Araujo Vílchez

ismeniaaraujo@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-9867-5246

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

Rocío Alejandra Duque Granados

raduque@tecnologicoitca.edu.ec

https://orcid.org/0000-0002-5373-7490

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

 

Cristina Nataly Cadena-Palacios

cncadena@tecnologicoitca.edu.ec

https://orcid.org/0000-0003-3679-7958

Instituto Superior Tecnológico José Chiriboga Grijalva con condición de Universitario

Ibarra – Ecuador

 

 

RESUMEN

La sexualidad se ha abordado desde la censura, el misticismo y los tabús ya que se consideraba a sexualidad como referencia directa a la genitalidad y el contacto sexual. El objetivo de esta investigación fue analizar la percepción de los cuidadores principales acerca de la importancia de la educación sexual a tempranas edades. Esta investigación fue de tipo aplicada, descriptiva y de campo, realizada en la Unidad Educativa Rafael Suarez de la ciudad de Ibarra Ecuador. La muestra utilizada en el estudio fue de 102 cuidadores principales de los niños de 5 a 6 años a los cuales se les aplicó una encuesta integrada por 12 preguntas cerradas en referencia a temas relacionados con la importancia de la educación sexual infantil; comprobándose que los cuidadores principales consideran que sean un tema importante a ser tratado y que en ocasiones no tienen las herramientas para hacerlo por lo que en su mayoría están de acuerdo con la inclusión de la asignatura de educación sexual en las aulas dado que se considera que debe ser abordada con la misma naturalidad con la que se tratan los aprendizajes cognitivos o psicomotrices tanto dentro del entorno del aula como en el hogar.

 

Palabras clave: sexualidad; educación sexual infantil; percepción paterna.

Perception of primary caregivers about sexual

education at an early age

 

ABSTRACT

Sexuality has been approached from censorship, mysticism and taboos since sexuality was considered as a direct reference to genitality and sexual contact. The objective of this research was to analyze the perception of parents about the importance of sexual education at an early age. This research was of an applied, descriptive and field type, carried out at the Rafael Suarez Educational Unit in the city of Ibarra, Ecuador. The sample used in the study was 102 parents of children from 5 to 6 years of age, to whom a survey consisting of 12 closed questions was applied in reference to issues related to the importance of child sexual education; verifying that parents consider that they are an important issue to be dealt with and that sometimes they do not have the tools to do so, so most of them agree with the inclusion of the subject of sexual education in the classrooms since it is considered that it should be approached with the same naturalness with which cognitive or psychomotor learning is treated both within the classroom environment and at home.

 

Keywords: sexuality; child sex education; parental perception.

 

 

 

 

 

Artículo recibido 15 febrero 2023

Aceptado para publicación: 15 marzo 2023


INTRODUCCIÓN

La sexualidad ha sido tratada por décadas como un tema tabú que debía manejarse con sumo reparo y censura, debido a que en ocasiones se consideraba que el término sexualidad hacía referencia directa a la genitalidad y que por ende implicaba el contacto sexual. Tratar temas de sexualidad infantil, ha sido aún más complejo debido a que se pensaba que los niños no eran seres sexuados, y no debía ser despertado en ellos el interés por un área que era considerada adulta (Palacios y Yumi, 2018). Se creía que la sexualidad iniciaba con la adolescencia, pero en ese momento del desarrollo, eran los cuidadores principales los responsables de controlar al adolescente; ya que se pensaba que la sexualidad era puesta en práctica al momento de establecer relaciones sexuales (López de la Fuente, 2021).

Con el pasar del tiempo, la educación sexual fue transformándose de tema tabú en un tema necesario e importante; lo mismo sucede con la forma de concebir al ser humano que, hoy en día, es considerado como ser sexuado en el que la sexualidad está presente a lo largo de toda su vida, manifestándose de diferentes maneras (Sosa-Ruiz, Ortiz-Román y González, 2020).

La educación sexual es la parte del proceso educacional que permite adquirir los conocimientos y desarrollar actitudes y valores para vivir la sexualidad positivamente; dentro de las diversas etapas evolutivas humanas se considera que es un proceso diario, continuo, el cual debe basarse idealmente en tres principios fundamentales: el primero es el conocimiento anatómico y fisiológico que proporciona al niño y a los adolescentes información sobre su morfofisiología; es decir, revelarles realidades que para ellos en sus distintos estadios del desarrollo son misterios que los preocupan y, en ocasiones, hasta los atormentan; el segundo principio es la normalización de la sexualidad y la libertad de referirse a ella y el tercero es la comprensión del instinto sexual, que como todos los demás instintos, ha de ser colocado bajo la dependencia de la voluntad y de la razón (Condo-Condo y Jácome-Alvarado, 2021).

Los programas de educación sexual que se diseñen en las escuelas deberían iniciarse tempranamente, ser específicos para cada edad y constituir una actividad continua de promoción de la salud durante los años escolares. Durante los primeros años escolares, la enseñanza en temas de sexualidad debería centrarse en los aspectos del desarrollo sexual (biológico y psicológico), incluyendo las variaciones normales (Domínguez-Martín, 2018).

En cuanto a la educación sexual infantil, esta tiene como finalidad proporcionar información al niño adaptando la información a la edad infantil y el contexto sociocultural en el cual se desempeña el infante; dirigiéndose a establecer normas de conducta sexual (Delgado y Flores, 2021).

Los niños son seres sexuales desde el nacimiento y se interesan mucho en la sexualidad de acuerdo al nivel de desarrollo de sus procesos cognoscitivos; los infantes, en cuanto son capaces de comunicarse, comienzan a demostrar un interés intenso por lo sexual (Escuer, M. E. V. (2020). Un ejemplo claro de ello son los niños de 3 y 4 años que demuestran interés en conocer sus propios cuerpos y los de sus pares o los niños de 5 años que interrogan a los adultos de su entorno acerca del embarazo y de cómo se hacen los bebés. Una manera de comprender este fenómeno es viéndolos como los pequeños científicos a los que hace referencia Piaget en su teoría del desarrollo cognoscitivo, que, encontrándose con un enigma, intentan, con todos los medios a su alcance, interpretarlo.

La experimentación sexual no cesa o disminuye durante la infancia o adolescencia; de hecho, al ser un tabú o un tema prohibido, se hace más frecuente. Los niños suelen sentirse fascinados con el sexo y con los hechos concernientes al desarrollo sexual, la reproducción humana y las relaciones sexuales, esto puede notarse claramente cuando se observa que los niños en edad escolar no les avergüenza hacer preguntas si se les da la oportunidad (Etayo y Consuegra, 2020).

En lo concerniente a la sexualidad infantil, se puede evidenciar cómo los niños desde muy pequeños miran y tocan sus órganos sexuales con curiosidad y suelen realizarse muchas preguntas con relación al tema; en respuesta a esto, los cuidadores principales y los educadores deben ser siempre claros, hablarles con un vocabulario adecuado a su edad e ir inculcando, desde pequeños, los valores de respeto; respondiendo a las interrogantes infantiles con  naturalidad, sin escandalizarse por la curiosidad del niño que no sólo es completamente natural, sino psicológicamente sana (Díaz-Campoverde y Fajardo-Mora, 2022).

A los estudiosos e investigadores de la sexualidad infantil les ha llamado la atención este tema desde los primeros estudios realizados por Sigmud Freud debido a que el psicoanálisis ha sostenido que la sexualidad acompaña al ser humano desde el momento del nacimiento, y es definida como toda aquella actividad tendiente a la búsqueda del placer. Para Freud la sexualidad se lleva a cabo a través de distintas partes del cuerpo denominadas zonas erógenas (segmentos y partes del cuerpo que permiten experimentar sensaciones placenteras) y una de las primeras zonas erógenas que se pone en marcha a partir del nacimiento es la boca, ya que través de ella el niño satisface la tensión interna causada por el hambre y por ende a través del mecanismo de succión, obtiene placer. Las zonas erógenas detalladas por la teoría psicoanalítica se definen en relación con la edad del infante, como se ha mencionado, en el nacimiento, la zona erógena es la boca, en años posteriores pasa a ser el esfínter anal, en esta etapa el niño experimenta placer al controlar este esfínter y al final de la primera infancia la pulsión sexual se localiza en los órganos genitales (Vallejo-Restrepo, 2013).

A pesar de los múltiples traspiés que puedan haberse originado a la luz de la teoría de Freud, es importante destacarlo ya que fue el inicio de la convicción de que ningún niño llega a la pubertad sin que los problemas sexuales hayan ocupado ya su pensamiento en años anteriores; además, al relacionar los inconvenientes psicológicos de la edad adulta con posibles complejos relacionados con el área sexual en la infancia, de cierta manera se insinuaba que el desarrollo adecuado en el área de la sexualidad influye en el desarrollo psicológico del individuo.

A partir del psicoanálisis, distintos autores han realizado contribuciones que permiten una visión más amplia acerca de la importancia de la sexualidad de los niños, pues conocer cómo va cambiando su cuerpo y pensamientos, les brinda seguridad y equilibrio emocional; de la misma manera, el autoconocimiento permite a los infantes construir el autoestima y le enseña a valorar a otros seres humanos que le rodean (Páez-Pazmiño y Proaño-Guzmán, 2020).

El desarrollo sexual infantil es un proceso biológico y social básico de los niños que se ha estudiado desde enfoques diversos como: el Biológico-Higienista, Hedonista, Socio-culturista, Moralista, Psicológico, de Género, e Integral. Mediante la utilización de estos enfoques se analiza el Desarrollo Integral del Niño en contextos específicos (familia, escuela, docentes y comunidad) que incluye tanto la evolución de las funciones motrices, sensoriales, afectivas, cognitivas, morales y sociales, como los hábitos de crianza, alimentación e interacción social durante el proceso de enseñanza aprendizaje. (Cárdenas-Arcos, 2017).

Un área importante en la formación personal es el entendimiento de la sexualidad dado que en su comprensión se forman constructos psicológicos imprescindibles de las dimensiones comunicativas, sentimentales, afectivas, placenteras y reproductivas del ser humano, que en la formación de la sexualidad intervienen aspectos biológicos, psicoemocionales, culturales, ecológicos y socioeconómicos (Saldarriaga-Gómez, 2019).

Como todas las áreas de la educación, las relacionadas con la sexualidad también están dirigidas a la formación del ser humano como ser social, pues permite que él mismo se apropie de la cultura construida por las generaciones que le antecedieron, a la vez que lo prepara para tener una vida satisfactoria y positiva en las condiciones histórico– culturales que corresponden vivir a cada individuo (López-Palma, 2021).  

La educación sexual en niños de preescolar ayuda  a construir el núcleo de su identidad sexual, favorece: el conocimiento y cuidado del propio cuerpo y el de los demás, la valoración de las emociones y expresiones, la reflexión sobre las relaciones interpersonales, el fomento de los valores y actitudes relacionados con el amor, la solidaridad, el respeto por la vida y la integridad de las personas, el ejercicio de los derechos relacionados con la sexualidad, la construcción de normas de convivencia y las relaciones igualitarias entre varones y mujeres (Araujo, 2015).

Es importante recalcar que la educación sexual no debe limitarse a impartir conocimientos de tipo biológicos, detallar técnicas o procedimientos específicos o a trasladar automáticamente valores y normas de educadores a educandos; sino que debe contribuir a desarrollar actitudes positivas hacia la sexualidad destacando su carácter único e intransferible en el que están inmersos sentimientos, afectos, placeres y también aspectos reproductivos.

Dada la importancia que tiene la educación sexual desde edades tempranas y su relación directa con el desarrollo psicológico, social y emocional de los individuos, el objeto de la presente investigación fue analizar la percepción de los cuidadores principales acerca de la importancia de la educación sexual a tempranas edades.

METODOLOGÍA

Esta investigación es de tipo aplicada, por cuanto, responde a una necesidad específica de conocer la percepción acerca de la importancia de la educación sexual con el fin de utilizarla inmediatamente en la reformulación del plan de estudios en un centro educativo; es descriptiva en cuanto la información obtenida fue utilizada para describir las implicaciones de las percepciones del mundo adulto acerca de la sexualidad infantil. También es una investigación de campo ya que se recolectó los datos en forma directa de la realidad donde se presentan.  El estudio fue realizado en la Unidad Educativa Rafael Suarez ubicada en las calles Rio Quinde y Rio Blanco en el barrio Los Ceibos de la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, Ecuador. La muestra utilizada en el estudio fue de 102 cuidadores principales de los niños de 5 a 6 años pertenecientes a esta unidad educativa, a los cuales se les aplicó una encuesta integrada por 12 preguntas cerradas en referencia a temas relacionados con la Educación Sexual y su importancia en la formación de los hijos. Los datos obtenidos se analizaron por medio de estadísticos descriptivos y representados en tablas y figuras.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación, se detallan los resultados de las encuestas aplicadas a los cuidadores principales de la Unidad Educativa Rafael Suarez con la finalidad de identificar la importancia que atribuyen a la educación sexual en la formación de los niños.

Tabla 1.

Frecuencia de comportamientos de cuidadores principales en temas de sexualidad

Comportamiento de cuidadores principales

Siempre

Casi siempre

A veces

Nunca

Utiliza información mítica sobre sexualidad

26.4 %

57.85%

8.83%

6.87%

Controla contenidos sexuales en medios de comunicación

54.91%

37.25%

5.89%

1.97%

Utiliza términos correctos para referirse a los genitales

15.69%

47.05%

34.31%

2.95%

Habla clara y abiertamente de sexualidad

14.71%

22.55%

50.99%

11.77%

Proporciona información suficiente sobre sexualidad cuando el niño la requiere

7.85%

11.77%

54.91%

25.49%

 

En la Tabla 1 se advierten las conductas de los cuidadores principales como respuesta a los requerimientos de información en temas de sexual que tienen los hijos, de modo que se puede percibir claramente como los cuidadores principales en su mayoría se refieren con términos adecuados a los órganos genitales, sin embargo proporcionan información en escasas ocasiones y cuando lo hacen prefieren no referirse clara y abiertamente a la sexualidad prefiriendo aludir al tema utilizando mayoritariamente información mítica acerca del tema y controlar el acceso de los niños al contenido sexual al que puedan estar expuestos en medios de comunicación.

Al respecto se puede mencionar que los cuidadores principales consideran que el saber de los niños de 5 años sobre la sexualidad se reduce a la diferenciación entre niños y niñas, diferenciación que se circunscribe al cuerpo, más no aborda las cuestiones de la feminidad y masculinidad o lazos con el otro sexo; estos temas son considerados como algo más complejo que podrá abordarse en otros momentos y que además es necesario un límite en el saber de los niños de tempranas edades (Uribe-Jordán y Chirino-Ortiz, 2019).

El reduccionismo de las consideraciones acerca de la información adecuada en temas de sexualidad a edades tempranas puede ser una de las razones por las que el entorno adulto prefiere proporcionar a los niños información mítica, insipiente y  poco adecuada que en un futuro creará también en los ahora niños un temor infundado a hacer referencia al tema e incluso incrementará su curiosidad oculta por temas relacionados con una de las áreas humanas que debería ser mencionada con la misma naturalidad que se tratan temas de aprendizajes cognitivos o psicomotrices.

Tabla 2.

Opiniones de los cuidadores principales en temas relacionados con educación sexual infantil

Opiniones paternas

Completamente de acuerdo

Ni en acuerdo ni desacuerdo

En desacuerdo

Es adecuado que los hijos vean expresiones de afecto en sus cuidadores principales y sepan que se aman

87.25%

9.81%

2.94%

El internet expone a los niños a información de tipo sexual, no apta para su desarrollo socioemocional

88.23%

9.81%

1.97%

Los cuidadores principales son responsables de proporcionar información adecuada sobre sexualidad a sus hijos

68.62%

9.81%

21.57%

La falta de educación sexual, expone a los niños a ser engañados con informaciones falsas y los hace vulnerables a ser abusados

96.07%

3.93%

0

Los adultos son reacios a la educación sexual de sus hijos porque no los han orientado oportunamente sobre sexualidad infantil

35.29%

54.91%

9.81%

 

La Tabla 2 presenta un resumen de las opiniones más importantes de los cuidadores principales en cuanto a la educación sexual de sus hijos; en la encuesta realizada se incluyó una opción de respuesta neutra de manera que los cuidadores principales que no se sientan cómodos respondiendo puedan abstenerse de hacerlo.

La mayoría de los cuidadores principales están de acuerdo en que sus hijos vean expresiones de afecto entre sus cuidadores principales y sepan que se aman siendo esta una parte muy importante de la sexualidad en la cual están presentes los afectos; además acusan que el internet expone a los niños a información de tipo sexual, no apta para su desarrollo socioemocional y que la falta de educación sexual, expone a los niños a ser engañados con informaciones falsas y los hace vulnerables a ser abusados. En cuanto al deber  de cuidadores principalesde proporcionar información adecuada sobre sexualidad a los hijos      el 21. 57% de los cuidadores principales refieren no estar de acuerdo con que esta cuestión les atañe directamente, lo que resulta preocupante en gran manera ya que ese mismo porcentaje de niños quedaría desprovisto de educación sexual en el hogar debido a que sus cuidadores principales no se sienten en la obligación de proporcionársela. Además de lo anterior, un gran porcentaje de cuidadores principales (54.9%) prefieren no expresar su opinión al referirnos a las razones que llevan a los cuidadores principales ser reacios a proporcionar educación sexual a sus hijos.

Lamentablemente aún en la actualidad existen muchos prejuicios en torno a la educación sexual en niños, lo que genera sentimientos negativos como temor,

timidez y lamentos en torno a estos temas; sin embargo, se considera que los niños deben estar bien informados acerca de su sexualidad, pues de lo contrario se adquieren ideas desacertadas y desconocimiento que más tarde ocasionará una serie de inconvenientes (Chiluisa, 2017). La educación inicial representa una de las etapas más importantes de la vida de un ser humano, debido a que aquí es donde se forman las bases para el adecuado progreso físico, cognitivo, psicomotriz, afectivo e incluso espiritual; así como la construcción de nuevos conocimientos, habilidades y hábitos que resultan ser más complejas de asimilar en edades avanzadas. (Gutiérrez y Ruiz, 2018)

Por lo tanto, la responsabilidad paterna en temas de sexualidad infantil no debería ser eludida ya que de ello depende el desarrollo socioemocional adecuado de los niños y las actitudes con las que los niños asuman la sexualidad en su adolescencia e incluso en su adultez.  

Figura 1.

Inclusión de la asignatura de Educación Sexual en el aula de sus hijos

Cuidadores principales (%)

 

En la figura 2 se puede destacar el acuerdo de la mayor parte de los cuidadores principales hacia la iniciativa de incluir en el pensum de estudios de sus hijos la asignatura de educación sexual, lo que supone un primer acercamiento hacia la implementación del programa en el aula de clase.  Se puede percibir además que un 9.81% de cuidadores principales se han abstenido de contestar manteniéndose neutrales en sus respuestas según lo detallado tanto en la Figura 2 como en la Tabla 2, lo que podría ser más que solo una abstención un indicativa de la manera de reaccionar ante situaciones relacionadas con la sexualidad, ya que ignorar esta área también envía un mensaje que podría hacer más difícil el desarrollo sexual de los niños.

En referencia a la respuesta positiva de la mayor parte de cuidadores principales acerca de la inclusión de educación sexual en el aula de sus hijos se puede mencionar que si los cuidadores principales piensan positivamente de la educación sexual, actuarán a favor de la misma, transmitiendo conocimientos y proyectándola como parte de una formación integral, pero si piensan negativamente de esta,  no contribuirán con dicha educación; de manera que si se observa en los cuidadores principales sentimientos como la confianza hacia la educación sexual se acompañan de conductas de apoyo y, por el contrario, si se expresan como el temor ante los temas de sexualidad, estos estarán asociados con comportamientos de rechazo o desaprobación (Mego-Sanchez y Huaman-Sarmiento, 2021).

     Por lo tanto, se podría concluir que la mayor parte de cuidadores principales incluidos en la muestra serán un apoyo para la docente en la implementación y seguimiento de actividades de la asignatura de educación sexual.

ILUSTRACIONES, TABLAS, FIGURAS.

Tabla 1.

Frecuencia de comportamientos  de cuidadores principales en temas de sexualidad

Comportamiento  de cuidadores principales

Siempre

Casi siempre

A veces

Nunca

Utiliza información mítica sobre sexualidad

26.4 %

57.85%

8.83%

6.87%

Controla contenidos sexuales en medios de comunicación

54.91%

37.25%

5.89%

1.97%

Utiliza términos correctos para referirse a los genitales

15.69%

47.05%

34.31%

2.95%

Habla clara y abiertamente de sexualidad

14.71%

22.55%

50.99%

11.77%

Proporciona información suficiente sobre sexualidad cuando el niño la requiere

7.85%

11.77%

54.91%

25.49%

 

 

 

 

Tabla 2.

Opiniones de los cuidadores principales en temas relacionados con educación sexual infantil

Opiniones paternas

Completamente de acuerdo

Ni en acuerdo ni desacuerdo

En

desacuerdo

Es adecuado que los hijos vean expresiones de afecto en sus cuidadores principales y sepan que se aman

87.25%

9.81%

2.94%

El internet expone a los niños a información de tipo sexual, no apta para su desarrollo socioemocional

88.23%

9.81%

1.97%

Los cuidadores principales son responsables de proporcionar información adecuada sobre sexualidad a sus hijos

68.62%

9.81%

21.57%

La falta de educación sexual, expone a los niños a ser engañados con informaciones falsas y los hace vulnerables a ser abusados

96.07%

3.93%

0

Los adultos son reacios a la educación sexual de sus hijos porque no los han orientado oportunamente sobre sexualidad infantil

35.29%

54.91%

9.81%

 

Figura 1.

Inclusión de la asignatura de Educación Sexual en el aula de sus hijos

Cuidadores principales (%)

CONCLUSIONES

En ocasiones el entorno adulto prefiere no tratar temas de sexualidad con niños de edades tempranas o tratarlos muy a la ligera por desconocimiento del tipo de información que se debe proporcionar a los infantes y la profundidad de las respuestas que deben ser proporcionadas.

Aún en la actualidad los cuidadores principales utilizan información mítica para explicar a los niños de entre 5 y 6 años temas de sexualidad lo que resulta poco adecuado ya que esto influirá en la percepción que se tenga en el futuro de la sexualidad, pudiendo ocasionar temor de hablar de estos temas con los cuidadores principales y traer consecuencias negativas en la adolescencia.

La educación sexual infantil debe ser abordada con la misma naturalidad con la que se tratan los aprendizajes cognitivos o psicomotrices tanto dentro del entorno del aula como en el hogar.

Las actitudes con las que los adolescentes aborden la sexualidad, serán el reflejo de la responsabilidad paterna y docente en el abordaje de esta área educativa en todos los momentos del desarrollo, más aún en edades tempranas.

Los cuidadores principales incluidos en la muestra de estudio están de acuerdo con la inclusión de la asignatura de educación sexual en el aula de los niños de 5 a 6 años por lo que se espera una respuesta positiva y de apoyo en la implementación y seguimiento en temas de sexualidad infantil.

Los cuidadores principales consideran importante el aprendizaje infantil en temas de sexualidad, de esta manera que estos aprendizajes puedan ser una guía en el conocimiento de los órganos sexuales, cuidado e higiene de los mismos y a su vez ser conscientes del respeto al propio cuerpo y de los pares de manera que se puedan prevenir abusos.

La enseñanza de la educación sexual a niños de edades tempranas evitará complicaciones en el futuro relacionadas con discriminación, enfermedades de transmisión sexual, embarazos precoces, abusos, entre otros.

Los cuidadores principales no están debidamente capacitados para responder las inquietudes de sus hijos, ocasionando un daño, poniendo barreras para entre ellos y dando lugar a la desconfianza; sabiendo que en cada una de estas etapas hay un buen instrumento para garantizar una buena educación.

Se debe tener en cuenta la necesidad de preparar a los niños para asumir la sexualidad de manera natural y armónica, como una de las mejores partes de la vida, en la que prima la aceptación del propio cuerpo y la capacidad de dar y recibir afecto.

Las relaciones familiares, con compañeros y amigos influyen en la información y consolidación de valores, así como en la construcción de la identidad sexual y consolidación social de afectos.

Se debe capacitar tanto a cuidadores principales como a docentes en temas de educación sexual infantil, de manera que el entorno adulto pueda convertirse en una fuente de información fiable, que construya la sexualidad sin deformar esta área del natural desarrollo humano.

La familia debe ser el principal ente educador en temas de sexualidad de manera que pueda cumplir su misión de educar a partir del conocimiento de las etapas que los niños han de vivir, estando atentos a posibles señales de alerta siendo capaces de afrontar las diversas situaciones sin sentimientos de pánico.

Se debe comunicar conceptos y sentimientos acerca de la sexualidad de una manera clara y sin mensajes ocultos que puedan distorsionar la formación infantil al grado de tener conflictos con su sexualidad en el futuro.

No existe un momento ideal para empezar a hablar de sexo con un niño, sin embargo, como cuidadores principales se deben provechar situaciones específicas como la llegada de un hermano o un embarazo en el círculo cercano del niño para conversar sobre sus dudas respecto de la sexualidad, teniendo en cuenta que él aceptará las explicaciones con naturalidad siempre y cuando sea planteadas en forma clara y espontánea.

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