Corrupción, desigualdad y educación en el crecimiento

 económico peruano, periodo 2005 – 2020

 

Emerito Felipe Zavala Benites[1]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-6520-4675 

Facultad de Ciencias Económicas

Universidad Nacional de Trujillo-

Trujillo- Perú

 

RESUMEN

El estudio consigno como objetivo determinar la incidencia de la corrupción, la desigualdad y la educación sobre el crecimiento económico del Perú. Se ha basado en la metodología de una investigación de enfoque cuantitativo, con alcance correlacional-causal, con diseño no experimental de corte longitudinal de recojo de datos del periodo 2005 al 2022, con la técnica de revisión bibliográfica, procesando los datos con regresión de datos de panel. Los resultados que se encontraron prueban la hipótesis planteada, demostrando que la corrupción tiene una correlación negativa con el crecimiento económico de valor moderado (-0,44), mientras que la desigualdad tiene una correlación negativa muy alta con el crecimiento económico (-0,96) y la educación tiene una correlación positiva muy alta con el crecimiento económico (0,97); además de un coeficiente de determinación de 0,906, es decir que las variables independientes explican el 90,6% del comportamiento de la variable crecimiento económico.  Por tanto, se concluye que tanto la corrupción, desigualdad y educación tienen un efecto muy alto en el crecimiento económico en el caso peruano.

 

Palabras clave: corrupción; desigualdad; educación; crecimiento; Perú.

 

 


 

Corruption, inequality and education in Peruvian economic growth, period 2005 – 2020

 

ABSTRACT

The main objective of the study was to determine the incidence of corruption, inequality and education on the economic growth of Peru. It has been based on the methodology of a research with a quantitative approach, with a correlational-causal scope, with a non-experimental design of longitudinal cut of data collection from the period 2005 to 2022, with the bibliographic review technique, processing the data with data regression. panel. The results that were proposed proved the hypothesis, showing that corruption has a negative correlation with economic growth of moderate value (-0.44), while inequality has a very high negative correlation with economic growth (-0.96). and education has a very high positive confirmation with economic growth (0.97); in addition to a determination coefficient of 0.906, that is to say that the independent variables explain 90.6% of the behavior of the economic growth variable. Therefore, it is concluded that both corruption, inequality and education have a very high effect on economic growth in the Peruvian case.

 

Keywords: corruption; inequality; education; increase; Peru.

 

 

 

 

Artículo recibido 15 febrero 2023

Aceptado para publicación: 15 marzo 2023

 


INTRODUCCIÓN

El crecimiento económico, se ha convertido en un imperativo de los países, con el propósito de lograr mejores niveles de vida para sus ciudadanos (Matousek & Tzeremes, 2021). Existen diversos factores que condicionan el logro de dicha meta, entre ellos se puede citar a la corrupción, la desigualdad y la educación. Dos teorías describen cómo se espera que la corrupción influya en el crecimiento económico. La hipótesis de “engrasar las ruedas” sostiene que la corrupción aumenta el crecimiento económico porque la corrupción elude regulaciones ineficientes. Cuando las regulaciones para iniciar negocios son estrictas, es probable que sobornar a políticos y burócratas dé lugar a una actividad económica vibrante. La hipótesis de “arena las ruedas” sostiene, por el contrario, que la corrupción disminuye el crecimiento económico porque la corrupción impide la producción eficiente y la innovación (Gründler & Potrafke, 2019).

El vínculo entre la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico y temas relacionados ha sido ampliamente investigado en la literatura. El tema de la desigualdad de ingresos ha preocupado a los economistas desde que existen los economistas. Pero, el tema ha ganado nueva prominencia desde la Gran Recesión. Varios autores eminentes han argumentado que la desigualdad de ingresos es uno de los principales problemas sociales de nuestro tiempo (Stiglitz, 2013). Esto está respaldado por la observación empírica de que la desigualdad de ingresos del mercado, medida por el coeficiente de Gini, ha aumentado sustancialmente desde mediados de la década de 1970 en las economías industriales; un desarrollo que contrasta desfavorablemente con un largo período anterior, cuando la desigualdad disminuyó desde los altos niveles que prevalecían a principios del siglo XX (Aiyar & Ebeke, 2019).

El papel de la educación también es fundamental en el proceso de crecimiento, medido principalmente por el capital humano. Algunos países tienen menos existencias de capital humano, mientras que otros tienen una gran oferta de capital humano. Por tanto, la educación relaja las limitaciones de los rendimientos decrecientes y contribuye al crecimiento per cápita a largo plazo incluso en ausencia de avances tecnológicos exógenos. (Blundell et al., 1999) revelaron que la tasa de crecimiento depende en gran medida de la acumulación de capital humano y la innovación, ya que el stock de capital humano y el nivel educativo influyen en la productividad laboral.

El presente estudio tiene como objetivo determinar la incidencia de la corrupción, la desigualdad y la educación sobre el crecimiento económico del Perú. Justificando su importancia, para tomadores de decisiones en la implementación de políticas públicas en beneficio de la población en su conjunto, además de mostrar evidencia empírica para que los académicos sigan ahondando en las relaciones de las variables con el afán de seguir ahondando en sus explicaciones.

MARCO TEÓRICO

Corrupción

La corrupción es una conducta vergonzosa llevada a cabo por individuos o grupos, y su impacto es muy perjudicial para otras personas, instituciones y el Estado (Saputra & Saputra, 2021); esta conducta que se desvía o viola las responsabilidades y deberes de funcionario público o funcionarios privados, buscan ganancias personales o estatus o dinero  (Mo, 2001). Aunque no existe una definición integral y universalmente acordada de corrupción, sin embargo, se entiende como el abuso del poder encomendado para beneficio privado (García, 2019). La corrupción se presenta en una variedad de formas, desde las más sutiles hasta las más grandiosas; ha existido durante mucho tiempo, probablemente desde que existen las estructuras sociales humanas; algunas teorías sugieren que en el desarrollo de las estructuras sociales existen claras diferencias en lo que sucedió con las naciones del norte en comparación con las del sur, lo que podría explicar la endemicidad y los mayores niveles de corrupción en estos últimos (Gründler & Potrafke, 2019). Los gobiernos en el norte se crearon para servir a los ciudadanos, mientras que, en el sur, las colonias se estructuraron para explotar los recursos y las poblaciones. Posteriormente, cuando las naciones colonizadas se independizaron, las estructuras sociales que mantenían estas prácticas coloniales continuaron beneficiando a los nuevos individuos en el poder (Hellmann, 2017).

Desde que la investigación académica comenzó a interesarse más en las explicaciones causales de la corrupción, el enfoque de la economía institucional ha sido el paradigma de investigación dominante (Hellmann, 2017). Basado en un modelo convencional de elección racional y contrastado con el llamado problema principal-agente, el enfoque de la economía institucional asume que el agente siempre está interesado en maximizar su propio beneficio del comportamiento corrupto, mientras que el principal está interesado en minimizar los costos de bienestar que vienen con la corrupción (Bahoo et al., 2020). Se puede mencionar el estudio de (Kunicová & Rose-Ackerman, 2005) acerca de la corrupción política que se enmarcan en el enfoque de la economía institucional, sustentan que los electores (el principal) 'prefieren funcionarios honestos a los elegidos que se enriquecen a través de sobornos', mientras que los políticos (el agente) están motivados por los objetivos de 'riqueza individual y reelección'.

Enmarcado en estos supuestos, el enfoque de la economía institucional predice que los actos corruptos ocurren cuando un agente que actúa racionalmente, después de realizar un cálculo de riesgo-beneficio, decide que el beneficio potencial de participar en la corrupción supera los riesgos (Rogers, 2004). Mientras que el factor de ganancias se refiere a la cuestión de cuánto hay para robar; por ejemplo, los defensores del enfoque de la economía institucional han argumentado que las ganancias esperadas de la corrupción son mayores en condiciones de un mercado fuertemente regulado (Gerring & Thacker, 2005) y una economía rica en recursos (Vicente, 2010); el factor de riesgo se refiere a la capacidad del principal para monitorear y sancionar al agente por su comportamiento corrupto (Hellmann, 2017). A su vez, el factor de riesgo es una función del diseño institucional. Por ejemplo, la investigación que sigue el enfoque económico institucional sugiere que la capacidad de monitoreo del agente se fortalecerá a través de una descentralización del gobierno y una mayor libertad de prensa, mientras que la rendición de cuentas es facilitada por los sistemas presidenciales de gobierno y la pluralidad de sistemas electorales (Panizza, 2001).

Por otro lado, se cuenta con basta literatura que discute la definición de corrupción desde las perspectivas económica, legal y gubernamental, con el objetivo de crear una definición a partir de la “idea paraguas”, que contiene conceptos como clientelismo, abuso de poder, captura del estado y patrimonialismo (Varraich, 2014). Otros conceptos incluyen a la corrupción en el gobierno y la burocracia; corrupción en la política, y otra orientada a la corrupción como decadencia moral y falta de ética (Mulgan, 2012). Desde otra óptica, se ha definido a la corrupción en función a su impacto en la economía, sobre las que se tiene varias categorías como gran corrupción, corrupción estructural, corrupción sistémica o endémica, corrupción menor y rentismo (Luna-Pla & Nicolás-Carlock, 2020). Sin embargo, la definición más difundida es la que indica que se trata de “el abuso del poder encomendado para beneficio o ganancia privada” (Transparency International, 2021).

Lograr medir la corrupción se ha vuelto un desafío bastante grande, más aún, a nivel micro, se puede realizar a través de percepciones de los ciudadanos o actores clave (Colonnelli et al., 2019) o se puede optar por los propuestos por los organismos internacionales, los cuales utilizan diversos indicadores (Gallego et al., 2021). Durante los últimos 20 años se han utilizado fuentes empíricas de información para tener una mejor y objetiva aproximación a la realidad del fenómeno de la corrupción mediante el establecimiento de proxies, indicadores de riesgo, correlaciones entre índices relevantes y parámetros socioeconómicos (Olken & Pande, 2012). En esta corriente del pensamiento se tienen índices que buscan medir la corrupción utilizando estándares que apoyan en la medición del riesgo en función a la experiencia y las percepciones; por otro lado, se puede encontrar el comportamiento económico y la investigación antropológica que estudia la honestidad, la cooperación y la reciprocidad; y además, las teorías económicas se esfuerzan por explicar la forma en que ocurre la corrupción utilizando la teoría de juegos, modelos conceptuales de transacciones o comercio y dilemas morales (Yoo, 2008).

Desigualdad

La mayoría de los estudios sobre la desigualdad se centran en los ingresos, pero la desigualdad también se puede calcular en función de la riqueza, el consumo o cualquier otro indicador razonable del bienestar. La riqueza o el consumo tienen la ventaja de que están menos sujetos a shocks de ingresos a corto plazo, y la desigualdad de los ingresos a lo largo de la vida es probablemente más importante que la desigualdad de los ingresos transitorios. Sin embargo, debido a que los datos de riqueza y consumo no están disponibles en suficientes circunstancias, la mayor parte del trabajo empírico se centra en la desigualdad del ingreso anual (Glaeser, 2005). Hay tres formas diferentes en las que la desigualdad puede afectar los resultados políticos. Primero, el aumento de la desigualdad debería impactar la desigualdad incluso dentro de un marco de votante medio, donde el aumento de la desigualdad conduce a un mayor deseo de redistribución. En segundo lugar, una mayor desigualdad podría reducir la redistribución y la provisión de bienes públicos porque los recursos económicos determinan no solo las preferencias, sino también la capacidad de influir en los resultados políticos. En tercer lugar, la desigualdad económica podría influir en toda la estructura de las propias instituciones políticas como la democracia (Persson et al., 1991).

Se cree que la desigualdad económica tiene importantes consecuencias para la política y las políticas públicas. En las democracias, donde la mayoría pobre puede votar para imponer impuestos a los ricos, se cree que una mayor desigualdad produce un gasto social más generoso. Las democracias desiguales deberían redistribuir más que las iguales. En las dictaduras, cuanto mayor es la brecha de ingresos, más pueden ganar los pobres al derrocar y expropiar a sus gobernantes. Las autocracias desiguales deberían ser más propensas a la revolución. Del mismo modo, cuanto más sesgadas sean las distribuciones de la propiedad y los ingresos, más deberían temer las élites extender el derecho al voto. La alta desigualdad debería desalentar la democratización (Gimpelson & Treisman, 2015).

Educación

La educación pasa por un proceso que al ser humano y estar relacionado con la cultura se convierte en complejo, puesto que es un todo de forma individual, al mismo tiempo supraindividual y supra orgánico (León, 2007). Su agenda a menudo está impulsada por la ideología política, la sabiduría convencional, el folclore y las ilusiones mientras se esfuerza por satisfacer las necesidades e intereses de la economía, los negocios, los empleadores, la ley y el orden, la sociedad civil, la elección de los padres y, al menos retóricamente, los niños, jóvenes y adultos que integran la comunidad de aprendizaje (Davies, 1999).

La educación sin embargo está condicionada a cambios permanentes, en relación a las circunstancias que le toque vivir a la sociedad, en los últimos años está asociada la pandemia en la que corresponde a todos los educadores aprovechar esta oportunidad impulsada por la crisis para promover cambios significativos en casi todos los aspectos de la educación: qué, cómo, dónde, quién y cuándo. En otras palabras, la educación, desde el currículo hasta la pedagogía, desde el maestro hasta el alumno, desde el aprendizaje hasta la evaluación y desde el lugar hasta el momento, puede y debe transformarse radicalmente (Zhao & Watterston, 2021).

Se tienen diversas teorías que tratan de explicar el proceso complejo de la educación. En primer lugar, se tiene al conductismo que se enfoca en cómo se comportan las personas. Evolucionó a partir de una cosmovisión positivista relacionada con la causa y el efecto. En términos simples, la acción produce reacción. En educación, el conductismo examina cómo se comportan los estudiantes mientras aprenden. Más específicamente, el conductismo se enfoca en observar cómo los estudiantes responden a ciertos estímulos que, cuando se repiten, pueden evaluarse, cuantificarse y eventualmente controlarse para cada individuo. El énfasis en el conductismo está en lo que es observable y no en la mente o los procesos cognitivos. En suma, si no se puede observar, no se puede estudiar (Cifuentes, 2021).

Otra teoría que explica la educación es el cognitivismo, este se ha considerado una reacción al énfasis “rígido” de los conductistas en el estímulo y la respuesta predictivos. Los teóricos cognitivos promovieron el concepto de que la mente tiene un papel importante en el aprendizaje y buscaron centrarse en lo que sucede entre la ocurrencia del estímulo ambiental y la respuesta del estudiante. Vieron los procesos cognitivos de la mente, como la motivación y la imaginación, como elementos críticos del aprendizaje que unen los estímulos ambientales y las respuestas de los estudiantes. De naturaleza interdisciplinaria, la ciencia cognitiva se basa en la psicología, la biología, la neurociencia, la informática y la filosofía para explicar el funcionamiento del cerebro, así como los niveles de desarrollo cognitivo que forman la base del aprendizaje y la adquisición de conocimientos. Como resultado, el cognitivismo se ha convertido en una de las teorías de aprendizaje dominantes (Cifuentes, 2021).

Paralelo al conductismo y el cognitivismo fue el trabajo de varios teóricos de la educación, incluidos Lev Vygotsky, John Dewey y Jean Piaget. Su enfoque en el construccionismo social fue describir y explicar la enseñanza y el aprendizaje como fenómenos sociales interactivos complejos entre profesores y estudiantes. Vygotsky postuló que el aprendizaje es la resolución de problemas y que la construcción social de soluciones a los problemas es la base del proceso de aprendizaje. Vygotsky describió el proceso de aprendizaje como el establecimiento de una “zona de desarrollo próximo” en la que existen el maestro, el alumno y un problema a resolver. El profesor proporciona un entorno social en el que el alumno puede ensamblar o construir con otros el conocimiento necesario para resolver el problema (Cifuentes, 2021).

Crecimiento económico

La economía trata de explicar uno de los problemas que afronta permanentemente la sociedad, como es el crecimiento económico. Se define como un proceso que debe ser sostenido durante un periodo prolongado de tiempo sustentado por que los niveles de las diversas actividades económicas están en incremento de forma constante (Labrunée & Eugenia, 2018). Los economistas clásicos vieron los determinantes del crecimiento económico en las inversiones y la mejora de la capacidad productiva. En la primera mitad del siglo XX la economía neoclásica identificó tres factores de crecimiento económico: tierra, capital y trabajo. Esto fue suficiente para explicar las causas del crecimiento económico en los países capitalistas. Cuanto más se utilizaron estos factores, mayor fue el crecimiento económico(Piętak, 2014). En 1957, Robert M. Solow demostró, en su artículo, la participación insignificante de la tierra, el capital y el trabajo en el crecimiento económico de los Estados Unidos, y señaló al progreso técnico como fuente de crecimiento de la economía estadounidense (Solow, 1956). 

El análisis de la teoría del crecimiento económico comienza con el nombre de Joseph Schumpeter. Al contrario de los clásicos, Schumpeter no consideró la acumulación de capital como el principal motor del crecimiento económico. Atribuyó gran importancia al concepto de emprendedor-innovador, calificándolo de "héroe del desarrollo". En su opinión, la innovación y la creatividad de los empresarios determinan el desarrollo económico. Schumpeter estaba convencido de la naturaleza desequilibrada del crecimiento económico. y atribuyó ese proceso a la naturaleza del 'salto'. Luego de la introducción de una innovación, un empresario recibe grandes ganancias, pero con el tiempo la competencia copia la invención y las ganancias comienzan a disminuir (Schumpeter, 1949).

Arthur Lewis desarrolló otra teoría del crecimiento económico. En su obra abordó el problema de los países pobres, pero con una rica mano de obra. Lewis compartió la visión general de los economistas clásicos, pero no siempre estuvo de acuerdo con sus diagnósticos y métodos. El modelo propuesto por Lewis supone mantener un bajo nivel de vida en el corto plazo. Los ahorros así obtenidos incrementarán el stock de capital, lo que a la larga dará lugar a la aparición de un crecimiento de la renta. Así, el modelo de Lewis implica la ampliación de las diferencias entre países en el corto plazo como condición para la igualación de los niveles de ingreso en el largo plazo (Lewis, 1954).

La teoría del crecimiento económico propuesta por Schumeter se basa en los supuestos de la propiedad privada, un mercado competitivo. y la eficiencia de los mercados financieros que podrían apoyar la producción de nuevos inventos. Sin embargo, en países que carecen de un sistema democrático, estas condiciones frecuentemente no se cumplen. Así, la teoría de Schumpeter se dirige a los países democráticos y económicamente desarrollados (Labrunée & Eugenia, 2018). Unos años más tarde, Walt Rostow creó otra teoría del crecimiento económico. Rostow, como Lewis, hizo que el desarrollo económico dependiera de la acumulación de capital y distinguió cinco etapas de desarrollo. Según Rostow, el mayor problema de los países pobres es lograr la tercera etapa, denominada “despegue”. Los países pobres tienen un problema con la interrupción del “círculo vicioso” establecido a lo largo de los años. Rostow propuso romperlo acumulando capital. Sin embargo, se dio cuenta de que en los casos en que no hubiera oportunidades para aumentar la acumulación interna, sería necesario el apoyo externo. Además, según Rostow, la reconstrucción de la economía de agrícola a industrial permitiría la difusión del crecimiento económico en todo el país. En 1971, Rostow agregó una sexta etapa de desarrollo económico, denominada “calidad”, caracterizada por la mejora continua en la calidad de los bienes y servicios (Rostow, 1971).

Existen diversos modelos que tratan de simplificar la explicación del crecimiento económico. Estas simplificaciones consisten en la clasificación y agregación de las causas del crecimiento económico. En general, en los modelos de crecimiento económico, la tasa de depreciación del capital y el crecimiento de la población son exógenos. En el caso de la tasa de ahorro, los modelos se pueden dividir en dos grupos. Un primer grupo considera que la tasa de ahorro es exógena, por ejemplo, en el modelo de Harrod y Domar, modelos que utilizan la función de producción y los modelos neoclásicos de Solow y Uzawa. El segundo grupo incluye modelos con una tasa de ahorro endógena, como el modelo neoclásico de Ramsey y los modelos de Kaldor y Pasinetti, que se basan en los logros científicos de Keynes. Los modelos también se pueden dividir de acuerdo con la relación de capital. Los Modelos de Harrod-Domar y los modelos AK asumen su valor constante. A su vez, la relación capital/producción en los modelos neoclásicos puede cambiar con el tiempo. Los modelos de crecimiento económico también se pueden dividir según el criterio del tiempo. Los modelos a largo plazo se utilizan principalmente para determinar el camino del crecimiento sostenible. Caracterizan un patrón según el cual la economía debería crecer. Los modelos a corto plazo se refieren a los logros científicos de Keynes. Su objetivo principal es identificar la posibilidad de que el nivel de producción real se acerque al nivel de producción potencial (Dykas & Tokarski, 2013).

Roy Harrod y Evsey Domar desarrollaron un modelo que buscaba la posibilidad de un crecimiento sostenible. Extendieron el modelo keynesiano a corto plazo, que asume la inestabilidad de la economía capitalista. En el modelo de Harrod-Domar, el crecimiento es sostenible si las tres tasas de crecimiento son iguales: la tasa de crecimiento real, la tasa de crecimiento garantizada y la tasa de crecimiento natural. El proceso de crecimiento económico siempre va acompañado de desempleo involuntario. Segundo, en una economía capitalista no hay convergencia hacia el equilibrio. Así, Harrod y Domar, al buscar perversamente un camino de equilibrio dinámico, demostraron el carácter insostenible del crecimiento económico (Franco & Ramirez, 2005).

Relación de la corrupción y el crecimiento económico

La corrupción no es ajena al mundo de hoy. Casi todos los países tienen señales de su existencia. No es exagerado decir que existe en todas las etapas del desarrollo económico, en diversas formas y en diversos grados, en todos los tipos de sistemas políticos. Los economistas están principalmente preocupados por el impacto y el mecanismo de la corrupción en el crecimiento económico. Este tipo de literatura se puede dividir aproximadamente en dos partes. La primera y más importante parte de la literatura existente confirma que existe una correlación negativa significativa entre la incidencia de la corrupción y el crecimiento económico (Song et al., 2020). Un estudio representativo es el de (Mauro, 1995), en el que argumenta que la corrupción primero afecta la inversión privada, luego el cambio de inversión conduce al cambio de agregado económico. Del mismo modo (Ghalwash, 2014) demostró que la corrupción impacta negativamente en el desarrollo económico de Egipto. Además, (Ndem et al., 2022), al emplear el modelo ARDL en su estudio, sugirieron la misma conclusión. En resumen, esta visión sostiene que la corrupción dificulta el crecimiento económico y se convierte en la “arena” en las ruedas del desarrollo.

La segunda corriente de la literatura cree que, en determinadas circunstancias, la corrupción puede promover el desarrollo. Estos artículos sobre la corrupción dan la impresión de que la corrupción ayuda a fomentar el crecimiento del agregado económico y se convierte en el lubricante de las ruedas del desarrollo. Uno de los autores más importantes de este enfoque es (Leff, 1964), quien plantea que la corrupción aumenta la probabilidad de transacciones beneficiosas que de otro modo no se habrían producido. El mecanismo es que la existencia de corrupción invalida todo tipo de comportamientos gubernamentales corregidos por particulares a través de medios ilegales, como el soborno, etc. Al hacerlo, aumenta la eficiencia. El ejemplo más citado es el “dinero rápido” que pagan los particulares para acortar el proceso burocrático. Empíricamente, (Huang, 2016) encontró que muchos países asiáticos son diferentes de los países europeos y americanos. La corrupción no obstaculiza el desarrollo económico, por el contrario, la corrupción promueve el aumento del agregado económico, como China y Corea del Sur. (Wang, 2016) señaló que, con el aumento de la inversión, la corrupción produciría efectos negativos significativos. Además, dado que la inversión es una de las principales fuerzas impulsoras del crecimiento económico de China, el impacto de la lucha contra la corrupción en la inversión provocará una disminución del crecimiento económico. Con estos antecedentes se propone la siguiente hipótesis:

Hipótesis 1: La corrupción influye de manera negativa en el crecimiento económico en el contexto peruano.

Relación de la desigualdad y el crecimiento económico

La conexión entre la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico es la más importante en economía, particularmente en la economía del desarrollo (Lahouij, 2017). Aun así, no hay un acuerdo claro al que llegar si existe una relación positiva o negativa entre la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico. Por lo tanto, es importante comprender la relación entre estas dos variables económicas porque a menudo se encuentra una mayor desigualdad de ingresos en los países en desarrollo (Klasen, 2016). Diferentes estudios proponen muchos factores que influyen en la desigualdad de ingresos tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Sin embargo, la dirección de estas influencias a menudo no está clara: si un valor más alto de un determinado factor provoca una mayor o menor desigualdad depende de las características del sistema económico en cuestión. (Kaasa, 2003) clasificó diferentes factores que afectan la desigualdad en cinco grupos de la siguiente manera: crecimiento económico y el nivel de desarrollo general de un país; factores macroeconómicos; factores demográficos; Factores políticos; y factores históricos, culturales y naturales.

Ncube et al. (2013), evaluaron la desigualdad, el crecimiento económico y la pobreza en Oriente Medio y el Norte de África (MENA) y han presentado los patrones de desigualdad, crecimiento y desigualdad de ingresos en la región MENA utilizando datos de series temporales transversales de los países MENA para el período 1985-2009. Investigaron el efecto de la desigualdad de ingresos en el desarrollo social clave, a saber, el crecimiento económico y la pobreza, en la región. Los resultados empíricos muestran que la desigualdad de ingresos reduce el crecimiento económico y aumenta la pobreza en la región. Además de la desigualdad de ingresos, otros factores que aumentan la pobreza en la región son la inversión extranjera directa, el crecimiento de la población, la tasa de inflación y el logro de solo la educación primaria. Las variables que reducen la pobreza en la región incluyen la inversión interna, la apertura comercial, el tipo de cambio, el ingreso per cápita y la renta petrolera como porcentaje del PIB.

Fawaz et al. (2014) confirmaron un impacto negativo de la desigualdad de ingresos en el crecimiento económico de los países en desarrollo de bajos ingresos. Sus conclusiones surgieron del uso del método generalizado de diferencia de momentos (GMM) para una muestra de 55 países en desarrollo de bajos ingresos y 56 países en desarrollo de altos ingresos, propuestos por la clasificación del Banco Mundial. Además, para demostrar que los resultados empíricos no eran arbitrarios, los autores continuaron utilizando la diferencia GMM en una muestra refinada en la que los países se categorizaron endógenamente utilizando el procedimiento de umbral. En conclusión, no encontraron diferencias en la relación entre las dos clasificaciones.

De otro lado, Wolde et al. (2022), plaenteo un estudio que tuvo como objetivo de estudio ver la dirección de la causalidad e investigar la existencia de una relación a largo plazo entre la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico en Etiopía. El estudio empleó datos de series de tiempo anuales durante el período de 1980 hasta 2017. Este estudio se lleva a cabo utilizando técnicas de retraso distributivo autorregresivo (ARDL). El investigador concluyó que existe una relación negativa entre la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo, existe una relación positiva. La magnitud del coeficiente ETC es −1,004961 justificada en torno al 100,4961 por ciento, y el desequilibrio converge anualmente hacia el equilibrio a largo plazo. Además, las pruebas de causalidad de Granger de VECM muestran que la causalidad unidireccional va desde el crecimiento económico hasta la desigualdad de ingresos tanto a corto como a largo plazo. Proponiendo la siguiente hipótesis:

Hipótesis 2: la desigualdad incide negativamente en el crecimiento económico en el entorno peruano.

Relación de la educación y el crecimiento económico

No cabe duda de la gran importancia de la educación en el crecimiento económico, principalmente en países en desarrollo. Comenzando con las contribuciones seminales de Becker (1964), Mincer (1974) y Schultz (1961), los economistas han encontrado útil caracterizar los beneficios de la educación por medio de la noción de inversión en capital humano. Esta idea capta el hecho de que la inversión en seres humanos, al igual que la inversión en formas tangibles de capital como edificios y equipos industriales, genera una corriente de beneficios futuros. La educación se considera una inversión en capital humano, ya que los beneficios se acumulan para un individuo educado durante toda una vida de actividades (Jorgenson & Fraumeni, 1992).

Uno de los beneficios más importantes de la educación es el aumento de los ingresos derivados de la participación en el mercado laboral. Este aumento de los ingresos es la clave para comprender el vínculo entre la inversión en educación y el crecimiento económico. Las personas difieren enormemente en la efectividad en el trabajo. La sustitución de trabajadores más efectivos por menos efectivos aumenta la producción por trabajador. Las personas más educadas o mejor capacitadas son más productivas que las personas menos educadas o mal capacitadas. Sin embargo, la educación y la formación son costosas, por lo que la sustitución de personas con más educación y formación requiere una inversión en capital humano (Jones, 2021).

Por otro lado, se tiene a Matousek & Tzeremes (2021), quienes examinan el efecto del capital humano en las trayectorias de crecimiento económico de los países. Investigan la importancia y el impacto asimétrico del stock de capital humano en el crecimiento económico. Aplicaron un análisis no paramétrico y semiparamétrico en una muestra de 100 países durante el período de 1970 a 2014. Probando los efectos no lineales en el crecimiento económico para dos índices de existencias de capital humano suponiendo una sustitución perfecta e imperfecta entre trabajadores calificados y no calificados. Los hallazgos empíricos para ambos índices sugieren que el efecto del capital humano en los niveles de crecimiento económico de los países es positivo y estadísticamente significativo. Proporcionamos evidencia empírica robusta de una relación no lineal entre el capital humano y los niveles de crecimiento económico. Sin embargo, los patrones asimétricos revelados del capital humano son más enfáticos bajo el supuesto de perfecta sustituibilidad entre trabajadores calificados y no calificados. Por tanto, se proponen la siguiente hipótesis:

Hipótesis 3: La educación tiene un efecto positivo en el crecimiento económico en el contexto peruano.

METODOLOGÍA

Los aspectos metodológicos que se ha seguido en la presente investigación, se enmarcan en el enfoque cuantitativo (Hernández & Mendoza, 2018), de alcance explicativo causal (Carrasco, 2019), con diseño no experimental, de corte longitudinal, los datos fueron obtenidos de información secundaria publicados por el Instituto de Estadística e Informática y del Banco Mundial de los años 2005 al 2020, se ha seguido la técnica a través de la revisión bibliográfica, utilizando como instrumentos de recolección de datos las fichas de  observación, para el procesamiento se utilizó el programa Rstudio en la versión 2022, utilizando la regresión multivariable para el análisis de la causalidad y la direccionalidad de las variables, así mismo que permitió probar las hipótesis planteadas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación, se presentan los resultados encontrados en la investigación. En primer lugar, se presenta la evolución de la percepción de corrupción en el Perú, mostrándose índices más altos en los peri0dos 2005, 2006 y en el año 2011; mientras que en los años 2020 se tienen menores niveles, esto permite afirmar que en los últimos años se ha venido disminuyendo dicha percepción. Los resultados se presentan en la figura 1.

Figura 1

La corrupción en el Perú, América Latina y el Mundo

Nota: Los datos fueron extraídos del Banco Mundial. Elaboración propia

En relación a la comparación de medias del crecimiento económico y la desigualdad económica, se puede evidenciar que en los últimos años las tasas de crecimiento económico han ido disminuyendo, del mismo modo se tiene un aumento del índice Gini, pasando de 41.6 a 50.5, que en general en promedio en el periodo de medición se tiene una media de 43.9, que es relativamente bajo, lo que indica que en el caso peruano se tiene relativa equidad, considerando u valor 0,00 equidad perfecta y 100 puntos inequidad perfecta . Los resultados se muestran en la figura 2.

Figura 2
Comparación de medias entre el crecimiento económico y desigualdad económica periodo 2005-2020.

Nota: Los datos fueron obtenido del Banco Mundial. Elaboración propia

Del mismo modo se ha realizado la comparación de medias del crecimiento económico y la educación, evidenciando que, al obtener un mayor nivel educativo, se obtiene mejores índices de crecimiento económico, demostrando de este modo que en caso particular peruano se tiene una relación positiva entre las dos variables. Los resultados se muestran en la figura 3.

Figura 3
Comparación de medias entre crecimiento económico y educación periodo 2005-2020.

Nota: Los datos fueron obtenido del Banco Mundial. Elaboración propia

 

También se muestran los valores de las correlaciones obtenidas entre las variables en estudio, encontrando un valor de -0,44 entre corrupción y crecimiento económico; un valor de -0,96 entre desigualdad y crecimiento económico; un valor de 0,49 entre desigualdad y corrupción; un nivel de 0,97 entre educación y crecimiento económico; -0,51 entre educación y corrupción; y -0,96 entre educación y desigualdad. Estos valores dan a entender que la desigualdad y el crecimiento económico tienen una asociación negativa casi perfecta, así como la educación y la desigualdad; contrario son los resultados de asociación entre educación y crecimiento económico que tienen una relación positiva casi perfecta; mientras que entre corrupción y crecimiento económico se tiene una elación negativa moderada. Estos resultados obtenidos permiten afirmar que tanto la educación y la desigualdad generan efectos negativos en el crecimiento económico, mientras que la educación genera efectos positivos en dicha variable; lo que muestra resultados para la implementación de políticas para mejorar la educación y eliminar la desigualdad, así como disminuir los niveles de corrupción, con la finalidad de generar mejores indicadores de crecimiento económico en el caso peruano. Los resultados se presentan en la figura 4.

Figura 4
Matriz de correlación entre variables

Nota: Los resultados fueron determinados a partir de datos publicados por el Banco Mundial. Elaboración propia

Finalmente, para probar las hipótesis de estudio se ha realizado el cálculo de regresión, utilizando la regresión múltiple para dicho propósito, obteniendo valores que corroboran las hipótesis planteadas. Para el caso de la corrupción se ha obtenido valores -0,10; en caso de la desigualdad se ha obtenido un valor de -1.23 y para el caso de educación se ha determinado un valor de 0,59; la mayoría con niveles de significancia menores 0,05, salvo educación que tiene un valor mayor; además que se ha encontrado que las tres variables, es decir corrupción, desigualdad y educación explican el 0,907 del comportamiento de la variable crecimiento económico, demostrando de este modo la gran importancia de dichas variables para el mejor comportamiento de la economía peruana. Los resultados se muestran en la tabla 1.

Tabla 1
Estimación panel del modelo de influencia de corrupción, desigualdad y educación en el crecimiento económico.

Variable dependiente: LPBI

 

Método: Panel EGLS (Secciones-cruzadas)

 

Data: 10/27/22   Time: 23:14

 

 

muestra (adjusted): 2007 2020

 

 

Periodos incluidos: 14

 

 

Secciones cruzadas incluidas: 23

 

 

Panel total (balanceado): 322

 

Variable

Coeficiente

Std. Error

t-Statistic

Prob.

C

18.28369

1.849110

9.887834

0.0000

ICOR

-0.100030

0.032189

-3.107583

0.0011

CGINI

-1.231910

0.144970

-8.497679

0.0000

TEDU

0.591334

0.302885

1.952338

0.0518

AR(1)

0.797244

0.028370

28.10150

0.0000

 

Especificación de efectos

 

 

 

 

 

Estadísticas ponderadas

 

 

R-squared

0.906716

Mean dependent var

27.70218

Adjusted R-squared

0.906426

S.D. dependent var

12.42136

S.E. of regression

0.079653

Sum squared resid

1.871677

F-statistic

3443.396

Durbin-Watson stat

1.667793

Prob(F-statistic)

0.000000

 

 

 

Nota: Resultados obtenidos a partir de datos del Banco Mundial. Elaboración propia

 

El objetivo principal de la investigación es determinar la incidencia de la corrupción, la desigualdad y la educación sobre el crecimiento económico del Perú; los resultados encontrados demuestran que las tres variables independientes explican en muy alto grado el comportamiento de la variable dependiente, es decir que tanto la corrupción, desigualdad y educación son variables que en el contexto peruano propician el crecimiento de la economía.

En primer lugar, se ha demostrado que la corrupción, en el caso peruano tiene una asociación negativa con el crecimiento económico, en un grado moderado, esto es consistente con los resultados obtenidos por Luna-Pla & Nicolás-Carlock (2020), quienes encontraron que la corrupción es un fenómeno negativo no solo para la economía, sino también para otros factores y se presenta en diferentes niveles convirtiéndose en muchos de los casos en corrupción estructural o endémica, la cual genera efectos negativos en las esferas en las que se presenta. De otro lado estos resultados van en la misma dirección de las propuestas que realizan Song et al., (2020) quienes sostienen que la corrupción tiene una relación negativa con el crecimiento económico, propiciando que este fenómeno se inmiscuya primero en la inversión y luego en el agregado económico, generando de este modo indicadores negativos en el logro de metas a nivel económico; demostrándose de este modo que la corrupción es tiene efectos negativos en países en desarrollo como es el caso del contexto de estudio. Al mismo tiempo estos resultados son contrarios a los encontrados por (Huang, 2016) quien determino que la corrupción en países asiáticos genera el aumento del agregado económico, propiciando de este modo mejoras en los niveles de crecimiento de la economía.

De otro lado, la desigualdad también se ha determinado que está asociada negativamente con el crecimiento económico, sin embargo, su nivel de asociación es muy alto, demostrándose de este modo que en países en desarrollo como el Perú, los niveles de desigualdad no permiten altos índices de crecimiento desde la perspectiva económica, esto se evidencia con resultados de los últimos quince años que asociado a las brechas de ingresos de las personas, se tiene menores niveles de crecimiento de la economía. Los resultados son consistentes con los encontrados por Ncube et al. (2013) quienes encontraron que altos niveles de desigualdad no permiten indicadores favorables de crecimiento económico, lo que más bien genera pobreza en los piases en desarrollo. Así mismo van en la misma dirección de los hallazgos de Fawaz et al. (2014) que esta relación es negativa en países en desarrollo como el contexto de estudio.

Contrario a los anteriores es el efecto de la educación, que se traslada en el capital intelectual y capital humano de los países, que permite efectos positivos en la economía, demostrando de este modo que a mayor educación se tendrá mejores niveles de crecimiento económico, de lo contrario se tendría efectos nocivos para las economías.  Los resultados van en la dirección de los estudios realizados por Matousek & Tzeremes (2021), que encontraron que el capital humano es fundamental para la economía, demostrando que países que cuentan con altos niveles de capital humano, logran mejores resultados en su economía.

Finalmente se ha encontrado que las tres variables aportan en alto grado el comportamiento del crecimiento económico, demostrando de esta manera la gran importancia que tienen la disminución de la corrupción, trabajar en bajar los niveles de desigualdad y mejorar la educación de la población para lograr incrementar los indicadores económicos como es el caso PBI a nivel país; por tanto, es fundamental tomar en cuenta los resultados y transformar en políticas públicas que deben ser implementadas para mejorar estos indicadores, ya que se traducirá en una mejor calidad de vida para la población de cada país.

CONCLUSIONES

El crecimiento económico de un país está condicionado a diferentes factores, entre ellos se tiene a la corrupción, desigualdad y educación, que explican en muy alto grado el comportamiento de este último indicador económico, principalmente en países en desarrollo como es el que se ha estudiado. La corrupción en este caso tiene una relación negativa de nivel moderado, es decir tiene un efecto negativo pero que no es muy alto; sin embargo, la desigualdad es una variable que tiene una mayor asociación negativa de nivel muy alto; por otro lado, la educación al permitir crear capital humano permite altos niveles de crecimiento económico, debido principalmente a que permite formar personas que contribuyen con su fuerza laboral, emprendimiento, innovación, entre otros a generar mejores niveles de producción, lo que se traduce en mejores indicadores económicos. De este modo es importante en países en desarrollo proponer e implementar políticas que permitan mejor los indicadores de cada una de las variables en estudio, debido a que permitirá mejores condiciones de vida para la población.

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[1] Autor Principal