La Edutecnolog�a, una alternativa interactiva en el aprendizaje

de las operaciones aritm�ticas b�sicas

Mesias Joselito Gaibor

Mora

[email protected]

https://orcid.org/0009-0009-8271-1394

Danilo Esteban Ayo Arellano

[email protected]

https://orcid.org/0009-0003-0447-5804

Mar�a Elena Ramos

Vacacela

[email protected]

https://orcid.org/0009-0004-7814-6998

Ruth Alexandra Sivisapa Caraguay,

[email protected]

https://orcid.org/0009-0003-6464-4948

 

 

Pilar Roc�o Jumbo

Pineda,

[email protected]

https://orcid.org/0009-0001-1020-1434

 

RESUMEN

La docencia desde su nivel de compromiso, consciente de promover cambios sustanciales, posibilita el desarrollo integral de la ciudadan�a, partiendo no de una visi�n ut�pica, sino concreta, mediante la integraci�n del desarrollo social en su auge constructivo, donde el escolar, consolide sus competencias integrales, en servicio de una identidad transformativa de corte c�vico y real. De esta manera, es pertinente incorporar la tecnolog�a dentro de la finalidad pedag�gica, reestructurando toda su did�ctica y composici�n formativa, por ello, es perentorio desde este extenso, contemplar como finalidad ontol�gica, repensar la forma tradicional de formaci�n, por una alternanza edutecnol�gica, como esa interacci�n interconectada para el aprendizaje de las operaciones aritm�ticas b�sicas.�

Palabras Clave: Edutecnolog�a; interconectividad; aprendizaje; operaciones aritm�ticas b�sicas.

 


 

Edutecnology, an interactive alternative for learning

basic arithmetic operations

 

ABSTRACT

Teaching from its level of commitment to promote substantial changes, enables the comprehensive development of citizenship, not from a utopian vision, but from a concrete one, through the integration of social development in its constructive boom, where the schoolchildren consolidate their comprehensive skills, in service of a transformative identity of a civic and real nature. In this way, it is pertinent to incorporate technology within the pedagogical purpose, restructuring all its didactics and formative composition, therefore, it is peremptory from this extensive, to contemplate as an ontological purpose, to rethink the traditional form of training, by an edutechnological alternation, as that interconnected interaction for learning basic arithmetic operations.

Keywords: Edutechnology; interconnectivity; learning; basic arithmetic operations.

 

 

 

Art�culo recibido 15 febrero 2023

Aceptado para publicaci�n: 15 marzo 2023

 


 

INTRODUCCI�N

El presente ensayo impera en hacer m�s significativo el aprendizaje de las matem�ticas, puesto que, busca repensar la ense�anza, permitiendo un redise�o de la acci�n formativa como pragmasis consciente de cambio. Atendiendo, las necesidades, intereses y motivaciones de los ni�os y ni�as de educaci�n b�sica general. De este modo, la tecnolog�a educativa permite atender a las m�ltiples necesidades pedag�gicas, asumiendo una pertinencia pedag�gica con incidencia social, debido que el empleo de edutecnolog�a en el cosmos del desarrollo, proporciona nuevos mecanismos comunicacionales, motrices, cognitivos y de atenci�n.

Se hace necesario incorporar en el hecho educativo los medios, recursos y componentes tecnol�gicos, puesto que, facilitan la comprensi�n de las �reas cr�ticas como lo es la matem�tica, mejorando su acepci�n y utilidad pr�ctica. De esta manera, los alumnos podr�n acceder a esta ciencia de manera sencilla y eficaz, atendiendo a sus necesidades de percepci�n visual, comunicativa, interactiva y de razonamiento, debido a sus elementos estructurales multimedia.

En relaci�n con lo antes relatado, se motiva a toda la colectividad docente o no, a que permitan crear nuevas alternativas tecnol�gicas de inclusi�n cognitiva y social para nuestra generaci�n de relevo, cubriendo cada una de las dificultades, compromiso e interese particulares de aprendizaje. Con la finalidad de que los patrones tecnol�gicos promuevan la inserci�n y no la exclusi�n.

Tal como lo refiere (Candia, 2018) al referir que estos cambios deben partir y estar integrados en la estrategia institucional y que la comunidad universitaria lo asuma, donde adem�s de institucionalizarlo, es necesario concienciar a la comunidad universitaria de la necesidad imperiosa de adoptar estas modalidades a sus experiencias �ulicas, mediante una fuerte motivaci�n (sensibilizaci�n, reconocimiento, incentivos) del profesorado que participa.

LA MULTIEXISTENCIALIDAD EDUCATIVA, CONTEXTUALIZANDO EL FEN�MENO

La educaci�n constituye la base y pilar fundamental de la formaci�n del hombre para el hombre, con el fin de constituirlo como un sujeto consciente, cr�tico y cognitivamente dado; quien, vea en s� sus propias competencias y habilidades con el prop�sito de ingresar a su medio y hasta transformarlo. Con esto, la misma adquiere una perspectiva emancipadora, dotando al sujeto de habilidades cognitivas que tienen gran pertinencia pr�ctica con el contexto circundante.

Por lo tanto, la educaci�n es un elemento confluyente en la instauraci�n de una conciencia s�lida en el individuo, con la que pueda ser part�cipe en un contexto dado y, poder asumir su rol sin que sea sujeto de demagogias provenientes de las circunstancias. En tal sentido, la formaci�n debe ser vista por medio de un c�rculo constante e inacabado, en donde las instituciones educativas forman a ni�as, ni�os, adolescentes y j�venes a integrarse en su totalidad social, para de esta forma asumir toda su estructura socio-cultural un�sonamente. Sin embargo, seg�n Rodr�guez (2004), afirma que:

La educaci�n, como el conocimiento, se pragmatiza para dar respuesta, a la divisi�n del trabajo. Desde la escuela a la universidad el ser humano recibe informaci�n sobre disciplinas aisladas, al igual que con la alienaci�n del trabajo, el educando pierde sentido con la realidad, estudia s�lo parte de ella por separado (f�sica, qu�mica, literatura, filosof�a, matem�tica) como si se tratase de piezas. (p. 08)

Se evidencia, una educaci�n en consonancia con la realidad social, con la finalidad de formar estudiantes con un elevado potencial mn�mico y cognitivo, para de este modo, facilitarle las herramientas pertinentes y particulares con las cuales pueda comprender, interpretar y transformar su contexto, a trav�s de todos los elementos dimanados del sentido y significado cultural. Esta conjetura, hace del conocimiento, un proceso cargado de realismo contextual, superando la disociaci�n curricular, por una implicaci�n situacional.

Sentido por el cual, el hecho pedag�gico pero esta realidad no es una condici�n imprescindible de c�nones sociales, sino que, debe relacionar su estructura y praxis docente, tal como establecer sistemas an�logos entre lo que se ense�a y se percibe en la realidad social actual, para de este modo facilitarle un aprendizaje mucho m�s significativo al estudiante, lo cual est� relacionado con el curr�culo educativo, pues lo c�nsono ser�a que el mismo sea contextualizado, humanista y flexible.

Al respecto, Alvarado (2013) refiere que la pedagog�a debe apostar a interpretar y transformar el entorno en que se desarrolla el estudiante, teniendo como eje, relacionar sus �reas acad�micas de forma globalizada, ��dado que su uso inserto en el curr�culum es medular, por cuanto se cree, que esto se debe, por un lado, a que se conciben los audiovisuales como elementos extracurriculares y, por otro, a la limitada formaci�n recibida para superar la mera utilizaci�n instrumental.

Desde este espectro discursivo, Balestro (2005) describe que la �audici�n puede llegar a explorar y a consolidar estructuras cognitivas que otros medios no pueden lograr, estimulando la atenci�n y creatividad de los escolares en el desarrollo de actividades acad�micas� (p. 85).

Bajo esta perspectiva, los medios did�cticos pueden definirse seg�n Bl�zquez y Lucero (2012) como: Cualquier recurso que el profesor prevea emplear en el dise�o o desarrollo

del curr�culo (por su parte o la de los alumnos) para aproximar o facilitar los contenidos, mediar en las experiencias de aprendizaje, provocar encuentros o situaciones, desarrollar habilidades cognitivas, apoyar sus estrategias metodol�gicas, o facilitar o enriquecer la evaluaci�n. (p. 186).

En relaci�n con lo anterior, un enfoque peculiar en donde se puede establecer la analog�a acad�mica, seria en la educaci�n matem�tica, especialmente en el planteamiento y soluci�n de problemas aritm�ticos b�sicos, consolida el despertar de una racionalidad l�gica y dial�gica que, por su complejidad mecanicista, desorienta y aleja al estudiante de su percepci�n consciente; por cuanto, se deber�a ense�ar, trascendiendo tales problemas a escenarios sociales del acontecer nacional, o en realidades socioescolares, donde el alumno se sienta identificado; es all�, donde se realzar� la acci�n formadora, por medio de un aprendizaje �ptimo y enriquecedor. Sobre tal concepci�n, Guzm�n (2017), relata que:

La educaci�n matem�tica ha de hacer, necesariamente, referencia a lo m�s profundo de la persona, una persona a�n por conformar, a la sociedad en evoluci�n en la que esta persona se ha de integrar, a la cultura en que esta sociedad se desarrolla, a los medios concretos personales y materiales de los que en el momento se puede o se quiere disponer, a las finalidades prioritarias que a esta educaci�n se le quieran asignar y que pueden ser extraordinariamente variadas. (p. 21)

La asociaci�n de la formaci�n matem�tica, es ineludiblemente social y cultural, con la intenci�n de que la misma, le facilite al estudiante habilidades de razonamiento para la comprensi�n de s� mismo, as� como, de su intervenci�n en el medio y el c�mo suceden algunos hechos. Por consiguiente, su ense�anza debe concebirse relacionando expl�citamente tales elementos comunes del individuo, con ello, se tendr� mayor motivaci�n y percepci�n de esta ciencia, tan abstracta pero esencialmente humana.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, se denota que los problemas aritm�ticos b�sico, as� como su resoluci�n, forman habilidades en el escolar, tal como: mayor percepci�n, comprensi�n, estimulaci�n y soluci�n a propuestos dados y emergentes de su devenir social. Sucesivamente a ello, Polya (citado por Fern�ndez, 2016), describe que �la soluci�n de un problema matem�tico se apoya en cuatro fases: Comprender el problema, concebir un plan, ejecuci�n del plan y visi�n retrospectiva� (p. 05).

Se observa que, durante el planteamiento del problema, se va realizando un auge cognitivo en cadena, a trav�s del cual, el estudiante lee y comprende el propuesto, luego va creando una serie de alternativas de soluci�n que, a su vez, son ejecutadas, para luego, ser evaluadas, y ver si lo contemplado tiene pertinencia l�gica. Con ello, se tendr�n estudiantes m�s habilidosos a la hora de resolver cualquier problem�tica de �ndole acad�mico y social, quienes ir�n desarrollando poco a poco destrezas para poder interpretar y hasta solucionar (cambiar), la situaci�n o circunstancias percibidas.

De esta manera, Fern�ndez (ob. cit.), describe que �el escolar, tendr� que leer atentamente, y varias veces el enunciado, hasta comprender las relaciones que debe tener en cuenta para la expresi�n l�gica de la pregunta en cuesti�n� (p. 07). De todo lo descrito anteriormente, se presenta que el estudiante debe realizar su proceso de comprensi�n l�gico racional de forma tranquila y sin abruptos escolares, con la finalidad de que pueda dar respuestas concretas y coherentes a lo que se le pide, permitiendo a su vez, la fluidez de diversas ideas de soluci�n, que constituyen la manifestaci�n coherente de la racionalidad.

En consideraci�n a ese nuevo despertar cognoscente, se vuelve incesante la participaci�n de las Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n (TIC) en la funci�n diaria de las personas, las cuales permiten optimizar las labores comunes de la humanidad, rompiendo la brecha digital entre el tiempo y el espacio, as� como la comunicaci�n intercultural. Es de acotar, que las TIC proporcionan una diversidad de medios y recursos tecnol�gicos para hacer m�s ameno y motivante la acci�n de los sujetos en sociedad.

Por tanto, se hace imprescindible incorporar las TIC en el proceso de ense�anza y aprendizaje da las matem�ticas, espec�ficamente en las operaciones aritm�ticas b�sicas, debido a que los estudiantes actualmente, se ven reflejados y sumidos a tales medios, de una forma perentoria y oportuna para la educaci�n, constat�ndose de gran importante y uso para la labor educativa; es as� que Cabero (2007), asume:

Las nuevas tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n se est�n convirtiendo en un elemento clave en nuestro sistema educativo. Cada vez resulta m�s dif�cil encontrarnos con acciones formativas que no est�n apoyadas en diferentes medios tecnol�gicos, y ello ocurre independientemente del sistema educativo en el cual nos movamos, y de los contenidos que estemos levando a acabo. (p. 13)

La incorporaci�n de las TIC en el hecho pedag�gico, sugiere ir desarrollando alternativas y medios de interacci�n, con los cuales, el escolar afiance sus habilidades cognitivas; al avanzar paralelamente con el auge tecnol�gico, se estar�an realzando las potencialidades estudiantiles provenientes de los recursos tecnol�gicos, puesto que ellos, son nativos a tales medios, mientras la mayor�a de los docentes son inmigrantes a los mismo.

Las tecnolog�as educativas persiguen un fin did�ctico, puesto que traen expl�cito e impl�cito la comprensi�n por parte del escolar de lo que se ense�a, logrando de esta forma, un aprendizaje significativo y pertinente. De esta manera, las TIC en el aprendizaje de las matem�ticas le proporcionar� al estudiante, una serie de competencias l�gicas y racionales de forma motivadora, debido a que �l, ya no ver�a de forma abrumadora a las mismas, sino que, por el contrario, se sentir�a abocado en aprenderlas, determinando un medio de ayuda para el docente y de motivaci�n para el estudiante, en donde se lograr� una acci�n educativa optimizada.

En relaci�n con lo antes se�alado, el presente estudio busca repensar y reorientar el proceso formativo, integrando las tecnolog�as educativas en la ense�anza y aprendizaje de las matem�ticas en los estudiantes educaci�n b�sica general de Ecuador, espec�ficamente en el auge de innovaci�n de la praxis docente, al crear, modificar y aplicar la diversidad de componentes tecnol�gicos en el espectro escolar, para as� brindar y proporcionar herramientas de comprensi�n num�ricas, y hasta desarrollarles habilidades tecnol�gicas.

Con respecto a esto Marques (2018), define las competencias e innovaci�n tecnol�gica, como esa entrega consciente entre el docente y la realidad cambiante del contexto global, donde afianza habilidades t�cnicas, operativas y did�cticas en la gesti�n de la ense�anza. Con respecto a esto, se puede asumir la edutecnolog�a, como esa acci�n concurrida a la formaci�n, integrada por todos los programas, medios, recursos y procesos que han sido elaborados con fines did�cticos, los cuales hacen m�s f�cil el proceso de ense�anza y de aprendizaje, incluyendo la percepci�n e inter�s estudiantil, puesto que, hay posturas inmersas en la inclusi�n de tal medio, para as� tener escolares motivados y contribuyentes en el continuum educativo.

La realidad en el acontecer acad�mico actual, demanda la instauraci�n de nuevas estrategias que faculten la acci�n educativa, la cual recree un escenario pedag�gico gratificante para el docente y significante para el estudiante. Permitiendo un ambiente de emancipaci�n y participaci�n constante, el cual, a trav�s de las acciones pertinentes y oportunas del educador, se podr� consolidar y complementar la formaci�n acad�mica con aspectos de la realidad social, con esto el discente se ver� motivado a su aprehensi�n.

PERTINENCIA SOCIOEDUCATIVA DESDE LA PRAXIS DOCENTE

La presente narrativa epist�mica, tiene como fin, aprender, reaprender y repensar el proceso de aprendizaje y actitudes de los estudiantes en cuanto a la aprehensi�n de las operaciones aritm�ticas b�sicas, as� como, la importancia que esta tiene para la vida, logrando as� despertar el inter�s del educando en las matem�ticas, promoviendo la optimizaci�n del nivel y rendimiento acad�mico en los discentes, adem�s de elevar su autoestima, para de esta forma, permitir la interacci�n entre sus compa�eros y realizar mejores intervenciones en clase. Cabe destacar, que es necesario la reestructuraci�n de estrategias en la formaci�n de la educaci�n b�sica general, atendiendo las necesidades de los escolares y su contexto inmediato.

Tomando en consideraci�n la necesidad intercontextual de cada instituci�n, se pretende transformar de forma global la visi�n de los estudiantes con respecto a esta ciencia, logrando con ello lo generalizable a trav�s de hechos particulares. De acuerdo con lo anterior, este estudio pretende cambiar la manera de pensar de los estudiantes, no solo de ver la matem�tica desde un punto de vista mec�nico, sino tambi�n, verla o estudiarla desde una perspectiva l�gica y anal�tica, puesto que, es all� donde est� la esencia de ella, aqu� se puede entender la importancia de la matem�tica y su relaci�n con la vida diaria en cada uno de los escolares.

Es as�, que la funci�n formativa desde la edutecnolog�a, no pretende sustituir las competencias del docente, sino por el contrario, transformarlas desde el dominio de las TIC, incorpor�ndolas como un medio de ayuda, el cual facilitar� la labor educativa, destacando un nuevo rol, tal como: orientador, facilitador, tutor y asesor; as� mismo, permitir� la comprensi�n y resoluci�n de las operaciones aritm�ticas b�sicas a los estudiantes educaci�n b�sica general.

TECNOLOG�A EDUCATIVA

El avance cient�fico provee y promueve en la sociedad, una variedad de recursos tecnol�gicos tales como: ordenadores fijos y m�viles, celulares, televisores, sat�lites, pendrive, chif, entre otros, los cuales hacen m�s eficiente el quehacer del ser humano, abordando todos los planos sociales, particularmente el �mbito educativo, al cual le otorga una diversidad de componentes did�cticos, que facilitan la ense�anza y el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes. Sobre esa consideraci�n Soto (2020), afirma que la tecnolog�a educativa:

Se manifiesta a trav�s de artefactos (objetos e instrumentos tecnol�gicos), sistemas y procesos que son susceptibles de ser estudiados, analizados, dise�ados y producidos en espacios escolares y desde la educaci�n b�sica especial, por lo cual la tecnolog�a no debe confundirse con los instrumentos, artefactos y equipos que el hombre dise�a y produce, ni con las actividades que conlleva esta producci�n; es, en esencia, un conjunto de conocimientos que hace posible la transformaci�n de la naturaleza por el hombre y que es susceptible de ser estudiado, comprendido y complementado de acuerdo a la valoraci�n y connotaci�n cultural. (p. 29)

La finalidad o cultura tecnol�gica, es transformar los est�ndares invariantes del ser humano, con el prop�sito de ir evolucionando paulatinamente, puesto que la misma, le permite adaptarse a una sociedad que est� en un constante cambio, por tal raz�n, al incluir las TIC en los ambientes escolares, se lograr� que el estudiante desarrolle habilidades t�cnicas y sociales desde el hecho pedag�gico.

En este sentido, genera nuevos est�ndares a los docentes y estudiantes, espec�ficamente al discente con discapacidad auditiva, puesto que le facilita el desarrollo cognitivo, siendo m�s din�mico e inteligible la comprensi�n del conocimiento, desquebrajando la brecha existencial entre �l y el proceso de aprendizaje.

Por tal raz�n, se hace imprescindible educar en tecnolog�a, su insignia lleva inscrito su saber pr�ctico, permitiendo la formaci�n de sujetos que puedan afrontar en el futuro, cualquier circunstancia social. Es por ello, que formar personas que sean capaces de comprender y adaptarse a las exigencias que emana la vida, es un proceso ineluctable, en donde los medios, los modos de producci�n y las relaciones est�n condicionados por un constante cambio.

LA TECNOLOG�A EDUCATIVA AL ALCANCE DE TODOS

La tecnolog�a debe abarcar todo el espacio educativo, asumiendo sus sistemas y subsistemas, as� como la educaci�n especial, con la intenci�n de que no existan escolares sin acceder a las Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n, bien sea por restricciones econ�micas, fisiol�gicas, sociales o culturales. Al respecto Cabero (2007), sugiere que debe haber una �integraci�n escolar de las nuevas tecnolog�as, puesto que las mismas van a reforzar el proceso pedag�gico, llevando inmerso en s�, el acto comunicativo intencional, donde transmiten informaciones y generan interacciones comunicacionales, promoviendo el desarrollo cognitivo� (p. 30).

Por lo descrito anteriormente, las tecnolog�as educativas dentro del �mbito pedag�gico, se presentan como un medio did�ctico, cuyo prop�sito, es hacer m�s ameno el proceso de ense�anza y aprendizaje, optimizando las v�as de comprensi�n e interpretaci�n cognitiva. En relaci�n con esto, Cabero (ob. cit.), las clasifica en cuatro posibilidades did�cticas, tales como: �medios para la presentaci�n de la informaci�n, para la ampliaci�n de la comunicaci�n, de evaluaci�n y del trabajo aut�nomo del alumno� (p. 68).

Creando con esto, nuevos espacios de fluidez comunicacional, cognitivo en los ambientes escolares, permitiendo la integrabilidad de los estudiantes con diversidad funcional al contexto pedag�gico, con la finalidad de flexibilizar y facilitar el aprendizaje, as� como los instrumentos evaluativos. Promoviendo, la autonom�a, responsabilidad y el trabajo consciente en su utilidad pr�ctica.

Por lo tanto, el docente antes de integrar las tecnolog�as al proceso pedag�gico, debe tener en consideraci�n las siguientes variables: evolutivas, fisiol�gicas, culturales, socioecon�micas y la situaci�n de los sistemas educativos. En donde la primera hace referencia al cambio, la integraci�n adecuada de los medios al contexto, las capacidades de los estudiantes ante su utilidad y adaptaci�n. La segunda va asignada a las necesidades del estudiante, aqu� el medio pasa de ser un canal de comunicaci�n, a un instrumento que hace posible la comunicaci�n.

La tercera se aplica a los instrumentos de comunicaci�n, donde la cultura crea c�digos y signos, estando los medios inmersos en ellas, creando patrones que decodifiquen el acto comunicativo.� La cuarta se apunta al constante cambio que originan las nuevas tecnolog�as, devengando un cambio de programas adaptativos. Y la quinta y no menos importante, se focaliza a la realidad actual de las instituciones, en cuanto a la carencia de dotaci�n tecnol�gica, a la falta de formaci�n y capacitaci�n de los docentes para el uso de los medios.

Exhortando al docente, a ser cuidadoso con los medios tecnol�gicos a utilizar, debido que no todos van dirigidos a necesidades pedag�gicas pertinentes, cohibiendo muchas veces la reacci�n del estudiante ante tal est�mulo. Esto hace referencia que, si existen en el aula de clase, estudiantes con necesidades educativas especiales, los medios de ense�anza a emplear deben satisfacer su competencias e intereses divergentes, o de cualquier otro aspecto fisiol�gico alterno, puesto que, cada necesidad responde a intereses simb�licos y c�digos particulares.

 

ROL DEL ESTUDIANTE Y DEL DOCENTE ANTE LA TECNOLOG�A EDUCATIVA

ROL DEL DOCENTE

Para que el estudiante pueda lograr el desarrollo de posturas pertinentes en cuanto al uso de las tecnolog�as, el docente debe asumir una serie de aptitudes que permitan el correcto y apropiado uso de las mismas, las cuales, le permitir� promover dichas acciones a sus escolares. Sobre estos se�alamientos Gisbert (citado por Cabero, 2007), describe las funciones que el profesor debe emplear en la sociedad del conocimiento como �consultores de informaci�n, colaboradores en grupo, trabajadores solitarios, facilitadores, desarrolladores de cursos y materiales, y supervisores acad�micos� (p. 262).

Aqu� se demuestra la funci�n sublime de los docentes, en salvaguardar el conocimiento por medio de las tecnolog�as, asumiendo nuevos roles como consultores constantes ante la sociedad de la informaci�n, con ello tambi�n se refuerza el constructivismo, ya que el trabajo intelectual se har� de forma colaborativa y cooperativa, perimi�ndole al docente facilitar el aprendizaje y con ello la participaci�n de los estudiantes. De igual manera Salinas (citado por Cabero, ob. cit.), plantea una serie de habilidades y destrezas que el profesor debe tener son:

Guiar a los alumnos en el uso de las bases de informaci�n y conocimiento. Potenciar que los alumnos se vuelvan activos en el proceso de aprendizaje autodirigido, en el �mbito de acciones de aprendizaje abierto. Asesorar y gestionar el ambiente de aprendizaje, en el que los estudiantes sean capaces de desarrollar experiencias colaborativas. Acceso fluido al trabajo del estudiante. (p. 264)

Es evidente que, el educador debe ser capaz de desarrollar destrezas en sus educandos, las cuales vayan orientadas en la formaci�n de autoregular su propio aprendizaje; as� mismo, debe promover situaciones de construcci�n colaborativas, con la finalidad de formar valores de cooperativismo entre los estudiantes, donde su rol principal no es el de dador de clases, sino el de facilitador de saberes.

En correspondencia con lo antes descrito, Goodyear (citado por Cabero, 2007), sintetiza unos roles principales que el profesor debe desempe�ar en la ense�anza en l�nea, siendo para ellos �facilitador del proceso de ense�anza, consejero, orientador, dise�ador, asesor, investigador, facilitador de contenidos, tecnol�gico, organizador y administrador� (p. 264).

De esta forma, se desvirt�a al docente dador de clase, asumi�ndose una postura y actitud din�mica en los procesos y desarrollo del aprendizaje, en el cual, el educador a trav�s de la tecnolog�a, siendo un gu�a y orientador en las actividades acad�micas, as� como un asesor y consultor de las tem�ticas previstas, para lo cual debe ser un inminente investigador, estando actualizado al avance cient�fico y educativo, para con ello organizar y administrar las clases emprendidas bajo su tutela.

Asimismo, Mason (citado por Cabero, ob. cit.), relata tres roles fundamentales que deben desempe�ar los profesores, tales como �organizativo, social e intelectual� (p. 264). Ante tal planteamiento, se ve oportuno discernir que el docente debe conocer el uso de las tecnolog�as, y a su vez, el proceso a impartir, con el prop�sito de hacer m�s ameno y comprensible el proceso de aprendizaje. Con ello tambi�n se evidencia, la funci�n a ser ejercida como asesor, regulado por un horario acad�mico, ser consultor en potencia, para ir actualizando sus conocimientos. De igual manera, debe promover la investigaci�n y el trabajo en equipo entre sus estudiantes.

ROL DEL ESTUDIANTE

Los estudiantes no s�lo deben usar los recursos tecnol�gicos, sino que deben saber usarlos, con posturas reflexivas, creativas y cr�ticas, capaces de afrontar conscientemente su empleo y funci�n en el marco �tico social.� Sobre esto Horton (citado por Cabero, 2007), plantea una serie de caracter�sticas espec�ficas que el estudiante debe poseer para la utilizaci�n de la tecnolog�a, es as� que debe �tener cierta capacidad para el autoaprendizaje, y verlo en s� mismo como positivo. Ser autodisciplinario. Saber expresar por escrito con claridad. Poseer ciertas habilidades y experiencias en el manejo de los ordenadores. Tener un objetivo claro� (p. 273). Tales argumentos se consolidan con lo planteado por Garck (2007) tras acotar que �la creatividad es el principio b�sico para el mejoramiento de la inteligencia personal y del progreso de la sociedad y es tambi�n, una de las estrategias fundamentales de la evoluci�n natural� (p. 54).

Asimismo, Manso (2001) atribuye que dentro de la educaci�n audiovisual se tienen que tener e cuenta los siguientes objetivos y orientaciones:

1. Contribuir a articular una pol�tica audiovisual dirigida y que responda a los

intereses de la poblaci�n.

2. Fomentar y estimular una aut�ntica pol�tica de comunicaci�n educativa.

3. Fomentar el desarrollo de una pol�tica de educaci�n en medios

4. Coordinar los mecanismos de autorregulaci�n.

Precisando a trav�s de esto, un estudiante con cualidades singulares, donde, en el primer momento de utilidad tecnol�gica ha d asumir �responsabilidad y conciencia�, en cuanto a c�mo usar dicho medio, as� mismo, debe tener la facultad para regular su aprendizaje, claro est� que ello s�lo es posible, con la previa facilitaci�n y formaci�n del educador. Por otra parte, Bartolom� y Gran� (citado por Cabero, ob. cit.), se�alan que el discente del futuro necesita dejar de aprender conceptos, para desempe�ar otra serie de competencias como:

Desarrollar habilidades para el autoaprendizaje y para el sentido cr�tico. Trabajar en equipo y saber trabajar en red. Aprender a dialogar. Ser flexibles a saber adaptarse. Ser capaces de participar activamente en los procesos.� Tener dominio de lectura y la comprensi�n lectora textual, audiovisual y multimedia. (p. 273)

De esta manera, los estudiantes deber�n ir desarrollando habilidades adaptativas que les sirvan para adecuarse al avance tecnol�gico, asumiendo una actitud y postura cr�tica, ampliando de este modo su capacidad creativa, interpretativa y desarrollo cognitivo, a trav�s de la inserci�n de ellos al espacio multimedia, obteniendo a su vez, un completo dominio de comprensi�n en cuanto a la utilidad de los medios tecnol�gicos. En efecto Cabero (ob. cit.), describe una serie de competencias que el estudiante debe practicar en el uso de las tecnolog�as, ejerciendo una:

Capacidad de an�lisis y s�ntesis. Capacidad de aplicar los conocimientos. Resoluci�n de los problemas. Capacidad de aprender. Trabajar en equipo. Habilidades interpersonales. Planificaci�n y gesti�n del tiempo. Gesti�n de la informaci�n. Capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones. Creatividad. Conocimiento sobre el �rea de estudio. (Pp. 273-274)

Con esto se constata que, las tecnolog�as no a�slan al sujeto, en muchos casos, buscan la actividad cooperativa y colaborativa, recreando situaciones interactivas, virtuales y presenciales, realzando el trabajo en equipo, siendo este, una habilidad fehaciente que el estudiante deber� dominar, para darle una correcta utilidad.

Del mismo modo, se busca que planifique y gestione cronol�gicamente su tiempo de uso, a trav�s de una capacidad cr�tica y reguladora del desarrollo de su aprendizaje y adquisici�n de conocimientos, que permitan desarrollar la creatividad y, as�, poder armonizar con el pensamiento l�gico, pues los docentes deben promover en sus estudiantes la capacidad para afrontar situaciones de aprendizajes de toda �ndole. En efecto, Boden (2017) conceptualiza la �creatividad como la producci�n de una idea, un concepto, una creaci�n o un descubrimiento que es nuevo, original, �til y que satisface tanto a su creador como a otros durante alg�n periodo� (p. 59).En tal sentido, los autores de este abordaje ensay�stico acotan que la edutecnolog�a promovida por el sistema educativo de este milenio debe estar acompa�ada de habilidades por parte del estudiante tanto creativas como anal�ticas y, de esta manera, fomentar el desarrollo del pensamiento cr�tico y reflexivo, pero que �ste no diste de la acci�n o la aplicabilidad de saberes.

Como se�alaba Arist�teles, sin pensamiento no hay acci�n, sin acci�n no hay personaje y sin personaje no hay historia (�lvarez, 2012), filosof�a que sostiene que al igual que en su momento la informaci�n por si sola sustentaba al poder y despu�s hubo de adicionar la velocidad al mismo poder, la historia de la nueva educaci�n radica fundamentalmente en nuestros personajes que tengan la capacidad de hacer historia a trav�s de sus pensamientos desbordantes y disruptivos, que tengan el talento de implementar esquemas de trabajo impregnados de imaginaci�n distante a la tradicional y que propicien el uso y la aplicaci�n de tecnolog�as desde el mismo epicentro �ulico , hacia espacios educacionales jam�s antes alcanzados.

VIGENCIA GNOSEOL�GICA DE LA EDUTECNOLOG�A

Seg�n Llovera (2022), La escuela como epicentro del desarrollo social, construcci�n de conocimientos y realce de la conciencia humana, se consolida como la materializaci�n cognoscente de la episteme, no desde su noci�n filos�fica, sino como un andamiaje de validez emp�rica, cuya consistencia acad�mica se vislumbra a partir de las interacciones simb�licas y procesos dial�gicos, dejando de ser un centro de dogmas, donde la verdad recae exclusivamente en el docente, para constituirse en un recinto de constelaciones paradigm�ticas, donde el aprendizaje es un sistema de construcci�n entre el escolar-su contexto-mundo de vida.

Es as�, que el espacio educativo ha de ser una sinergia sociocultural, cient�fica y tecnol�gica, a fin de garantizar el arte de ense�ar, partiendo de las necesidades e intereses escolares, los cuales permitan la eclosi�n de conocimientos con sentido pragm�tico, por lo cual, se deben generar nodos intelectuales de lucubraci�n, para emerger el ser cognoscente como identidad intra e interinstitucional.

Tal como lo se�ala Caballero (2004) al expresar que� �dentro de los recursos did�cticos, el audiovisual es uno de los que se ha introducido con mucha fuerza en los contextos educativos, forma parte de la cultura del estudiante y sobre todo de la cotidianidad de los mismos� (p. 121). No obstante, el desarrollo de la edutecnolog�a� constituye un dasaf�o para convertir tales recursos audiovisuales y �ulicos en ecosistemas virtuales.

Esto a raz�n de hacer del ni�o, ni�a, adolescente, seres con autonom�a cognitiva, que sean sus propios administradores, hasta reguladores de sus procesos de pensamientos metacognitivos.

Por su parte, Brophy (2006) detalla que �los estudiantes deben recibir de parte del docente oportunidades de respuestas activas que van m�s all� de lo formatos simples de pregunta y respuestas, involucrando y generando estrategias y recursos in�ditos� (p. 68).

Desde esta noci�n transformadora, se invita al y la docente a ser conscientes de su propia pr�ctica pedag�gica, generando procesos de introspecci�n profunda, la cual permita repensar el sentido de su hacer y toda la acci�n que en ella se promueva, para evitar rupturas did�cticas que incapaciten al estudiante en percibir el conocimiento de manera cr�tica. Solo as�, se impregnar� de sentido, significado la labor formativa, partiendo de una perspectiva hol�stica, que caracterice el valor de la docencia integrada en la realidad social, cultural, pol�tica, econ�mica, cient�fica y tecnol�gica, como un sistema din�mico, que mediante la postmodernidad determina la complejidad del hacer docencia.

Estas circunstancias globales, inscritas en una situaci�n planetaria de variabilidad social y educativa, haciendo que los docentes desde las escuelas, reflexionen sobre la forma de ense�ar, reorientando las pol�ticas pedag�gicas en cuanto su hacer formativo, haci�ndose imprescindible, concatenar la educaci�n presencial con las m�ltiples alternativas que brinda la dutecnolog�a. Brind�ndoles a los estudiantes, diversos medios de desarrollo intelectual procedentes al enfoque de conectividad, que seg�n Siemens (2007), fomenta el aprendizaje de manera significativa y exponencial, realzando las habilidades del escolar, pues, potencializa los diversos tipos de aprendizaje.

Al asumir una educaci�n en tecnolog�a, se da apertura a una era de formaci�n en autonom�a cognitiva, donde el aprendizaje se vuelve m�s significativo para el estudiante; esto seg�n Prenski (2004), puesto que los ni�os son nativos en las tecnolog�as, mientras los docentes son migrantes. Raz�n por la cual, es preciso manifestar habilidades de apresto ante el cambio, favoreciendo directamente el aprendizaje del escolar y el trabajo funcional del propio docente. Mejorando el ritmo de planificaci�n, buen uso del tiempo, desarrollando medios de did�ctica digital, volviendo de la educaci�n un sistema de relevancia c�smica.

As� mismo, resulta diferente entre los mismos actores en materia digital el uso y manejo de dispositivos tecnol�gicos; donde los estudiantes desarrollan estrategias cognitivas nuevas que facilita la interacci�n con dispositivos tecnol�gicos, en contraste, la mayor�a de los docentes encuentran limitantes desde esta realidad (Romero,2011) dificultando as� la adaptabilidad de las TIC en la experiencias acad�micas.

Desde otra perspectiva, en respuesta a las situaciones del mundo, a la compleja expansi�n espacio, tiempo y derivaciones econ�micas, surge la educaci�n multimodal y todo su compendio tecnol�gico, como una alterativa, la cual rompe las brechas espaciotemporales, facilitando la educaci�n, singulariz�ndola al alcance de todos, generando medios y aulas virtuales que solidifican experiencias �nicas, potencializando las habilidades de cada participante.

La edutecnolog�a, no desquebraja las relaciones interpersonales, sino que las condiciona a otro escenario interconectivo, donde lo cultural, social, ideol�gico, pol�tico y ling��stico es trascendido a un espacio �nico de convergencia formativa, extrapolando la experiencia viva del sujeto a los entornos virtuales, donde la multimedia, mass media y las nuevas tecnolog�as se articulan en una matriz sin�rgica de interacci�n dial�gica funcional, con respecto a esto, Siemens (2007), describe que lo fundamental de este enfoque, es que lo habitual se vuelve desconocido, pr�ctico y ameno, lo interactivo se hace un medio reticular para la consolidaci�n de aprendizajes �tiles.

No es solo una modalidad de educaci�n y estudio, es un ethos de aprendizaje, donde el dasein cognitivo, es consolidado por la predisposici�n del sujeto por aprender en entornos abiertos, flexibles, sistem�ticos, cr�ticos, as� como, la apertura a las diferentes corrientes de pensamiento, complementada por el h�bito y t�cnicas de estudio que ayuden a planificar los tiempos desde la comodidad de sus necesidades, cuyas demandas satisfagan por una lado la labor acad�mica, por el otro los intereses personales.

Sobre esta perspectiva de cambio global, donde la complejidad nutre cada acci�n educativa, la educaci�n b�sica general de Ecuador, reorienta su praxis pedag�gica en beneficio del aprendizaje integral de los estudiantes, a fin de garantizar la potencializaci�n de todas sus habilidades, garantizando su realce intelectual, fecundando un sistema biopsicofuncional, no como un medio pernicioso, sino como un sistema de interacci�n consciente, dial�gico, donde sea el propio escolar el protagonista de su aprendizaje, construy�ndolo seg�n sus necesidades e intereses; por tanto, se pretende el desarrollo de un sujeto cr�tico, reflexivo, con total autonom�a intelectual.

Tal como lo refieren Garc�a et al. (2017), ��se hace necesario que los docentes se adapten al uso e incorporaci�n de las TIC para mejorar el proceso de ense�anza y aprendizaje� y de esta manera tener estudiantes que transiten de un rol de receptor de informaci�n a un activo que participe en su propio aprendizaje para ser capaz de analizar, tomar decisiones y dominar �mbitos del conocimiento en esta sociedad cada vez m�s tecnol�gica.

CONCLUSIONES

Es un constante auge de cambio y desarrollo lo que demanda la educaci�n, pues, los nodos convencionales de direcci�n del aprendizaje de las matem�ticas, espec�ficamente en las operaciones aritm�ticas b�sicas, demuestran una reconfiguraci�n necesaria, para transformar la apat�a por aprender las definiciones, propiedades, procedimientos y ejercicios, por un edonismo cognitivo de comprensi�n y acci�n, cuyas habilidades ser�n extrapoladas en la resoluci�n de problemas socioescolares reales.

Esta preocupaci�n trae consigo, la indagaci�n acerca del por qu� esto est� ocurriendo, si bien se podr�a decir, que son las estrategias docentes, los conocimientos que el estudiantado trae, el h�bito de estudio que el estudiante adquiere al momento del aprendizaje y el compromiso familiar, estos factores pueden influir en la obtenci�n del �xito acad�mico de los escolares.

En tal sentido, se describe que la utilizaci�n de estrategias de aprendizaje inadecuadas, podr�a ser uno de los detonantes del bajo rendimiento estudiantil o desinter�s por aprender, esto se debe a que son dogmas arraigadas en la direccionalidad de la funci�n formativa que se oponen al cambio; es decir, al descubrimiento o aplicaci�n de estrategias innovadoras que permitan despertar en el estudiante el inter�s por la matem�tica.

Cuya intenci�n, se constituye en consolidar un ambiente de clase ameno, que potencialice el aprendizaje de las matem�ticas en los escolares, donde la funci�n del docente, no sea la de transmisor de informaci�n, sino facilitador de conocimientos. Por lo cual, se hace imprescindible educar en tecnolog�a, para as�, desarrollar destrezas sobre el pensamiento l�gico que permita la comprensi�n y resoluci�n de problemas aritm�ticos b�sicos.

Asumiendo que, este es necesario en el proceso de formaci�n continuo del estudiante, promover el desarrollo del pensamiento l�gico, racional y formal desde la comprensi�n coherente de los problemas aritm�ticos b�sicos, permitiendo interrelacionar los conocimientos acad�micos con situaciones reales del contexto socioeducativo. Por lo cual se devela, que las representaciones gr�ficas como im�genes, las proyecciones sonoras y de video potencializan el aprendizaje de los estudiantes, al atender la diversidad, estilos y ritmos de aprendizaje, en un cosmos de apreciaciones y asistencia pedag�gica.

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