Desarrollo de competencias éticas y sociales en los

estudiantes de medicina desde el currículo

 

Driannet Castillo Peña

[email protected]

https://orcid.org/0009-0007-5961-9202

 

 

Ariagna Martínez Pérez

amartí[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-1710-4079

 

 

Estefanía Elizabeth Moreira Castro

[email protected]

https://orcid.org/0009-0001-7290-9294

Universidad San Gregorio de Portoviejo

Portoviejo – Ecuador

 

 

RESUMEN

Ser un médico competente implica poseer conocimientos científicos y una comprensión biosocial superior. Los perfiles del egresado de medicina contemplan funciones o competencias relacionadas con una formación integral y un enfoque humanista y ético, por tanto, se precisa que las asignaturas contempladas en el plan de estudio se armonicen con este objetivo logrando así la formación de un profesional pertinente para la sociedad. El presente trabajo se realizó con el objetivo de analizar cómo se integran las asignaturas de la malla curricular para favorecer el desarrollo de competencias relacionadas con una actitud ética y humanista descritas en el perfil del graduado de la carrera de medicina. La metodología utilizada implicó la búsqueda de las fuentes documentales utilizadas en el diseño curricular de la carrera y el análisis de documental del diseño curricular. Se encontró que existen varias asignaturas que contemplan el desarrollo de competencias sociales y éticas, estás se integran de manera escalonada y están presentes en distintas disciplinas de la malla curricular.

 

Palabras Clave: competencias sociales; currículo; educación médica; ética médica.

 

 

 

 


 

Development of ethical and social competencies in medical students

ABSTRACT

Being a competent physician implies possessing scientific knowledge and a superior biosocial understanding. The profiles of the medical graduate contemplate functions or competencies related to an integral formation and a humanistic and ethical approach, therefore, it is necessary that the subjects contemplated in the study plan are harmonized with this objective, thus achieving the formation of a relevant professional for society. The present work was carried out with the objective of analyzing how the subjects of the curriculum are integrated to favor the development of competencies related to an ethical and humanistic attitude described in the profile of the graduate of the medical career. The methodology used involved a search of the documentary sources used in the curricular design of the career and the documentary analysis of the curricular design. It was found that there are several subjects that contemplate the formation of a humanistic professional, which are integrated in a staggered manner and are present in different disciplines of the curriculum.

 

Keywords: social competencies; curriculum; medical education; medical ethics.

 

 

 

 

Artículo recibido 15 febrero 2023

Aceptado para publicación: 15 marzo 2023

 

 


INTRODUCCIÓN

La misión fundamental de la universidad consiste en formar profesionales que estén acorde a las necesidades de la sociedad, en el caso particular de las ciencias de la salud y en especial, de la medicina para que el nuevo médico sea capaz de responder a las demandas sociales precisa conocimientos científicos, de ética médica y de su entorno, logrando así  poseer la sensibilidad  necesaria que le permita desempeñar sus funciones con el nivel científico y humano requerido para ser útil socialmente.

En el mundo actual donde la ciencia avanza a pasos agigantados desarrollándose nuevas tecnología inalcanzables hace 30 años, requiere más que nunca que los médicos posean las habilidades técnicas y la calidad humana precisa para ejercer su función dentro de los valores éticos y humanos adecuados, para lograrlo se hace necesario enfocarse en su proceso de formación analizando detenidamente los elementos que la conforman y determinando cuando, como y quienes serán los responsables de potenciar estas habilidades.

Desde hace varias décadas se introdujo el término competencias en el ámbito docente y laboral, estás se utilizan como guía para evaluar el desempeño profesional.

La  formación  por  competencias  en  Educación Superior, se ha convertido en política educativa  internacional,  que  presenta  como  bondades  la  pertinencia  de  las  propuestas curriculares, desde el acercamiento del aprendizaje de los estudiantes con el mundo real, su vida cotidiana, un aprendizaje significativo que responde a los retos y problemas que se les presenta en su cotidianidad, a los cuales están en capacidad como personas y profesionales de dar respuesta desde su formación disciplinar e integral. (Navas-Ríos, 2020, p. 198)

En las ciencias de la salud el modelo educativo basado en competencias favorece el incremento de la calidad del proceso formativo, logrando así profesionales capaces de responder a las necesidades de la sociedad actual. En este contexto el currículo se elabora de acuerdo con las habilidades y destrezas que los estudiantes deben demostrar al final de la carrera.

La Asociación Médica Mundial adopto, en su 51 Asamblea realizada en Tel Avid (1999),  una resolución que estableció la inclusión de la ética médica y los derechos humanos en los currículos de las escuelas de Medicina, de este modo además de enseñar las materias de las áreas biomédicas y clínicas se impartirían también las relacionadas con la ética médica, favoreciendo así que en el ejercicio de su profesión sean capaces de obtener mediante un pensamiento reflexivo y crítico un diagnóstico adecuado comprendiendo y respetando además el contexto social, cultural y ambiental en el cual se desempeñan y evaluando su propia práctica según los estándares establecidos. 

Partiendo de este punto es un hecho que dentro del currículo de las escuelas de medicinas encontraremos asignaturas relacionadas con la ética médica y Ciencias Sociales. Su llegada al proceso de diseño curricular surgió de la necesidad de dar un papel fundamental a la misión social de esta carrera. Es necesario explicar que, durante el proceso de diseño curricular, al establecer la estrategia de enseñanza, uno de los aspectos a tener en cuenta es la organización del conocimiento, en esta carrera ha sido tradicional realizar esta organización por disciplinas haciendo distinción entre las básicas, clínicas, socio-médicas. Explicamos esto por que pudiera pensarse entonces que el desarrollo de las habilidades éticas y sociales quedarían limitadas a las asignaturas que se enmarcan dentro de las disciplinas socio-médicas y esto sería un error pues debería ser una responsabilidad compartida de todas asignaturas.

En los últimos 60 años ha venido desarrollando un criterio extendido de que la enseñanza de las diversas disciplinas no debe ser realizada de manera individual, sino que debe realizarse con grados variables integración (Andrade, 1971, p. 34). La enseñanza de la ética médica no escapa a este criterio, por tanto, aunque constituya una asignatura independiente, sus bases deben de estar presentes en las disciplinas clínicas y básicas, pues solo así propiciaremos que el profesional formado práctique y desarrolle dichas habilidades ya que el contenido y el tiempo establecido para las disciplinas socio médicas pueden no ser el suficiente para obtener esos resultados.

Llorens Figueroa (2006) realizo un estudio al respecto el que pudo concluir que la materia de ética Médica es insuficiente en temas y tiempo para propiciar el desarrollo de un comportamiento acorde a las necesidades de los pacientes y la sociedad. Corroborando que no basta con el estudio independiente de las asignaturas que conforman las disciplinas sociales o socio-médica sino que es necesario que se articulen con el resto de las áreas.

Un estudio realizado por Mendoza  Fernández (2009), para fundamentar la necesidad de la inclusión de la bioética en los currículos de Medicina,  expresa que  es recomendable difundir la reflexión ética en todos los niveles, desde el pre-grado hasta el post-grado, y no circunscribirse a una sola asignatura anclada en algún momento del plan de estudios. Requiriéndose una integración y horizontal de la enseñanza de la ética con otras asignaturas, dado que en todas ellas existe una dimensión ética a considerar, y que amerita se les examine desde una perspectiva plural. (p. 133)

Un estudio realizado por Parada et al. (2015), analizo el perfil de egreso pertenecientes a 14 universidades chilenas,  para identificar aquellas con un enfoque humanista y ético, pudiendo llegar a la conclusión que la enseñanza de la ética formo parte de todos los currículos evaluados, pero  aunque el  enfoque social estuvo presente siempre,  se le dio mayor importancia  al humanista, estableciendo,  que las habilidades sociales y de comunicación no estaban encaminadas a disminuir la brecha existente entre la comunidad y el equipo de salud. Puede surgir confusión entre los términos humanista y social pudiendo considerarse parte de un todo, las autoras entendemos  al termino humanista  como el utilizado para describir aquel médico que actúa con amor, comprensión y respeto por la autonomía de los pacientes en su actuar adhiriéndose a los principios éticos y al princípio de ante todo no hacer daño, y al  social como el que describe  al médico que tiene las habilidades de comunicación, inteligencia emocional y comprensión del entorno como un todo que  puede repercutir en el estado de salud de  la persona. Ambos enfoques se hacen necesarios en su práctica, concluyendo podemos decir que todo médico humanista ha de tener habilidades sociales, pero no todos lo que poseen esas habilidades sociales son necesariamente humanistas.

Guerrero Useda et al. (2012) realizo un estudio para establecer la función realmente asignada a la enseñanza de la ética y a la educación moral de la persona en el contexto universitario analizando las carreras de Derecho, Medicina, Ingeniería Civil, realizando el análisis de contenido de 120 asignaturas concluyendo que el 52 % de los programas revisados tenían al menos un curso asociado a la enseñanza de la ética, pero sin contenidos orientados a la educación moral. En este estudio se encontraron 5 cursos asociados a la enseñanza de la ética, pero aquí solo se tuvo en cuenta las del área socio médica, sin embargo, ya hemos defendido que en medicina la enseñanza de este tipo no debe estar circunscrita solo a esas asignaturas, sino que debe de estar presente y articularse perfectamente con las enseñanzas de las ciencias biomédicas y clínicas.

Caballo (2002), afirma que las competencias sociales son un conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa sus sentimientos, actitudes, deseos opiniones o derechos de un modelo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás. Desde esta postura no cabe duda de la importancia del desarrollo de estas competencias en completa armonía con las competencias éticas en los médicos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, no queda duda que la bioética y las asignaturas relacionadas con las ciencias sociales tienen un presencia constante en los planes de estudios de la carrera de Medicina constituyendo ejes transversales de gran valor,  sin embargo a pesar de esto los resultados muestran que el desarrollo de estas competencias en los graduados están lejos de ser los esperados, esto establece profundicemos en las causas,  y reflexionando que está presente pero tal vez el momento en que reciben la enseñanza no es el adecuado o no hay una integración correcta que permita un aprendizaje significativo.

La humanización de la educación médica es un ejercicio continuo de resignificación de las instituciones de educación superior. En concreto, se trata de evaluar los problemas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y desarrollar oportunidades para otras formas de conexión entre profesores y estudiantes, problematizando las cuestiones inherentes a la ética médica. Este enfoque pone en diálogo el paradigma Flexneriano y el paradigma ético-estético-político de la integralidad, en un movimiento constante de reflexión sobre la formación, dando luz a las divisiones entre las doctrinas, ideologías y agrupaciones en el campo de la educación médica La dimensión ética exige la participación activa de la comunidad académica, destacando, en este sentido, la relación entre estudiantes y profesores. Las reuniones para discutir el contenido, las estrategias de enseñanza, la evaluación y la metodología pueden colaborar con la interconexión entre la teoría y la práctica y el desarrollo de habilidades y actitudes críticas (García Júnior, 2020, p.484).

En el Ecuador la educación médica esta basada en el modelo Flexneriano, centrándose en el origen de la enfermedad; pero priman falencias como el enfoque biologicista y la falta de integralidad que propicia la fragmentación del conocimiento por la falta de integración entre las ciencias básicas y las clínicas. En este país no se ha logrado un consenso entre facultades sobre mallas curriculares, perfiles de graduados o metodología de la enseñanza (López Carrera, 2022, p. 17). Esto ha propiciado la formación de médicos con los conocimientos científicos adecuados pero el enfoque ético y social varía según el perfil del graduado de la escuela responsable de su formación.

La Universidad San Gregorio de Portoviejo tiene como misión sustantiva la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad. La Carrera de Medicina, tiene apenas 2 años de vida,  su currículo está  basado en un modelo constructivista con un enfoque por competencias establece como objetivo general  la aspiración de formar médicos generales capaces de interactuar en grupos multidisciplinarios en acciones de promoción de la salud, prevención de enfermedades; diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los problemas de salud de la persona, la familia y la comunidad, con un enfoque biopsicosocial y en concordancia con la política de salud vigente en la constitución del Estado, respetando los principios bioéticos. Con este objetivo propone alejarse del enfoque biologicista de la medicina y tratando de centrarse en la atención primaria de salud y el trabajo comunitario como un eje fundamental para prevenir las enfermedades.

Considerando esto nos proponemos analizar cómo se integran las asignaturas de la malla curricular para favorecer el desarrollo de competencias relacionadas con una actitud ética y humanista descritas en el perfil del graduado de la carrera de medicina, contribuyendo así  a la formación de médicos éticos y con valores humanos fidedignos capaces de brindar una atención de calidad y calidez.

METODOLOGÍA

Considerando las características de este trabajo el tipo de investigación es de tipo básica, con diseño no experimental puesto que no se manipularon variables de manera deliberada. El enfoque es cualitativo , el tipo de estudio fue una revisión documental del currículo de la Carrera de Medicina de la Universidad San Gregorio de Portoviejo para analizar cómo se integran las asignaturas de la malla  curricular para favorecer el desarrollo de competencias relacionadas con una actitud ética y humanista, para esto se tuvo en cuenta la forma de organización del conocimiento, las asignaturas que conforman la malla y los contenidos mínimos contemplados, la búsqueda bibliográfica para respaldar las teorías del estudio se realizó a través de la base de datos Scielo, utilizando como palabras clave: ética médica, competencias éticas y sociales, medicina, currículo; en el tiempo comprendido entre el 1  de diciembre de 2022 y el 27 de febrero de 2023, se utilizaron 2 computadoras de escritorios, una laptop, para procesar la información. Se realizo búsqueda de fuentes bibliográficas que sustenten la teoría defendida en este estudio.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación, se exponen los principales resultados obtenidos del análisis documental del Currículo de la Carrera de Medicina de la Universidad San Gregorio de Portoviejo. Esta carrera comenzó hace apenas 2 años por lo que todavía no hay ningún egresado, en el proceso de diseño curricular las humanidades médicas son un eje   fundamental.

El currículo está basado en un modelo constructivista con un enfoque por competencias, posee una organización de la enseñanza por disciplinas, divididas en 4 núcleos, biomédicas, clínico-quirúrgicas, salubristas, socio-médicas, que abarcan 71 asignaturas organizadas en XII periodos académicos con un total de 11360 horas, con una duración total de 6 años. El núcleo de las socio-médicas abarca asignaturas como: Humanidades Médicas, Comunicación Humana, Bioética, Psicología, Metodología de la investigación, Escritura Académica, Estrategias de escritura académica y médica. El núcleo de las disciplinas Salubristas incluye: Atención Primaria de Salud, Salud Pública, Diagnóstico de salud, Epidemiología, Prevención de enfermedades y promoción de salud, Medicina Comunitaria, Intervención de Salud, Administración de Salud. El núcleo de las biomédicas está conformado por las asignaturas básicas como: Anatomía, Bioquímica, Embriología, Fisiología, Histología.

El núcleo de disciplinas clínico quirúrgica hace distinción entre las asignaturas dividiéndolas en básicas de la clínica: Microbiología, Parasitología, Inmunología, Anatomía patológica y las asignaturas clínicas tradicionalmente conocidas como Introducción a la clínica, Medicina interna, Cirugía general, Pediatría, Ginecología, radiología, Imagenología, Medicina tropical, Práctica clínica. En cada nivel se incluye al menos una asignatura integradora perteneciente al núcleo salubrista, que pretende dar cumplimiento a la fusión de la teoría impartida en las diferentes disciplinas con la práctica en la comunidad, favoreciendo el enfoque humanista y social que debe desarrollar el futuro graduado.

Se observó que la enseñanza de la ética médica se consideró en las asignaturas que conforman las disciplinas salubristas, Socio médica y Clínico quirúrgica, abarcando 4 niveles de los 12 presentes en la malla curricular (Tabla 1).

Hubo un claro predominio de las asignaturas del núcleo salubrista, siendo estás incluso las pioneras en introducir estos conocimientos desde el primer nivel de la carrera. Sin embargo, al revisar las asignaturas que conforman la disciplina clínico quirúrgica encontramos que solo en una de ellas se contempla impartir estos conocimientos en el cuarto nivel justo antes de los niveles que se encargaran de enseñar el examen físico y la historia clínica, aunque lo hace en un momento crucial consideramos que deben de estar presentes también en asignaturas como medicina interna, pediatría, ginecología, para lograr un aprendizaje significativo. Estamos consciente que durante el estudio de las asignaturas los docentes probablemente se encargaran de aclarar estos aspectos, pero para corroborarlo habría que analizar a profundidad la planificación académica y el sílabo de estás.

La asignatura bioética está programada para el octavo nivel, coincidiendo por tanto con el cuarto año de formación, esto no supone un problema porque la ética médica está presente en las disciplinas salubristas y en las iniciales del área clínica, pensamos que está diseñado así para lograr una aprehensión de los conocimientos y que se vallan fusionando con las habilidades adquiridas para la práctica clínica.

Para Miles et al. (1989) "La educación ética debe ser conceptualmente coherente, integrada vertical y horizontalmente a través de un entrenamiento preclínico y clínico multidisciplinario, demostrando los valores humanos en la práctica clínica" (p. 706)De acuerdo con estos autores la enseñanza de la ética médica y para nosotros también las relacionadas con las competencias sociales, deben de estar presente en todo momento de la formación y además en la actuación del docente, pues independientemente de lo expresado en el currículo no podemos pretender formar valores éticos y humanos que no estén presentes en el profesor.

En carreras como Medicina con una larga duración y gran cantidad de contenido es inevitable la tendencia a olvidar los conocimientos impartidos a medida que el nivel avanza, de ahí la importancia de una integración curricular adecuada que permita una interdisciplinaridad para la fusión de lo ya aprendido con lo nuevo por aprender.  Si se pretende formar médicos con altos valores éticos se hace necesaria la presencia de estas enseñanzas en casi todas las asignaturas, especialmente en las relacionadas con la práctica clínica.

Esta preocupación no es infundada, hay múltiples investigaciones acerca del tema, Blasco (2009), expresaba que mientras la bioética sea una disciplina que corre paralela al resto de la ciencia médica, viviremos en la frustración de formar médicos por la mitad. Habría que, de algún modo, impregnar la educación universitaria de una cultura ética, de modo longitudinal, continuo, práctico, accesible y muy importante, atrayente (p.105).

Nuestro criterio se adhiere totalmente al anterior, considerando la constancia de la enseñanza del comportamiento ético en todo momento del proceso formativo como un pilar fundamental para lograr la formación de dichas competencias.

Las humanidades médicas todavía constituyen un territorio difuso, cuyos límites se están construyendo y experimentando. El reto de consolidar la humanización de la salud va más allá de las cuestiones metodológicas y de la integración de asignaturas (García Júnior, 2020, p.480). De acuerdo a lo planteado anteriormente podemos decir que el mero hecho de que las humanidades estén presentes e integradas en el currículo no significa la necesaria formación de médicos humanistas por que este es un proceso complejo, consideremos desde nuestra opinión que las competencias sociales deben de estar presentes en los graduados de medicina para poder ser humanistas. En el estudio observamos que la presencia de las disciplinas salubristas y  socio médicas, que en este caso contemplan a las humanidades médicas, determinan y potenciaban el enfoque social planteado en la Misión y en el perfil del graduado de la Carrera de Medicina de la Universidad San Gregorio de Portoviejo.

En la carrera de medicina es vital que los estudiantes desarrollen habilidades para establecer una comunicación efectiva con sus futuros pacientes, este es un eje vertebrador tan importante como los conocimientos médicos. Las asignaturas que favorecieron el desarrollo de competencias sociales se agruparon en las disciplinas Salubrista y Socio médica presente en 4 de los 12 niveles que conforman la carrera, en ella predominaron los temas relacionados con el enfoque social de la salud, la comunicación y la atención centrada en la persona (Tabla 2).

Es loable la importancia que se dio al desarrollo de dichas competencias en relación a la medicina comunitaria, estableciendo desde etapas tempranas la vinculación con la sociedad y potenciando el desarrollo de estás a través del trabajo comunitario y no solamente desde el aula. Tomando en cuenta que la mayoría de los aprendizajes se consolidan mediante la interacción social, consideramos que esta forma de integración arrojará resultados positivos.

Fascendini (2020), resaltaba la importancia del desarrollo de las competencias sociales para los estudiantes y futuros graduados y planteaba que , la universidad, como institución educadora debe tener dentro de sus prioridades otorgar y brindar alternativas y espacios formativos para los jóvenes, siendo que estas competencias permitan constituirse en una herramienta imprescindible para obtener éxito personal en todas las facetas de la vida, sabiendo que el ser humano gran parte de su tiempo se encuentra interactuando con otras personas, siendo su naturaleza social, resultando indispensable que se disponga de este repertorio de habilidades para que la comunicación y actividad profesional sean eficaces (p.44).

Coincidiendo con lo planteado por este autor, no cabe dura que la Carrera de Medicina tuvo como una de sus prioridades el desarrollo de las competencias sociales y así quedo demostrado en la malla curricular cuando diferentes asignaturas con objetivos de aprendizaje distinto se enfocaron a esta vertiente.

 

ILUSTRACIONES, TABLAS, FIGURAS.

Tabla 1.

Asignaturas relacionadas con las competencias éticas

Asignatura

Nivel

Disciplina

Contenidos mínimos

Atención Primaria de Salud.

I

Salubrista

Ética médica y salud

Introducción a la Clínica

IV

Clínico-quirúrgico

Ética Médica en el examen físico

Medicina Comunitaria

VIII

Salubrista

Ética y medicina de familia

 

Bioética y salud

X

Socio-médica

Estudia las dimensiones morales, éticas, legales y deontológicas del actuar médico con el paciente, la familia y la sociedad; el bien y el mal de la praxis médica, la autonomía del paciente, la beneficencia y la no maleficencia, el consentimiento informado. La ética en la investigación clínica. El médico, la medicina y los medios de comunicación. La ética en la relación médico paciente.

 

 

Tabla 2.

Asignaturas relacionadas con competencias sociales.

Asignatura

Nivel

Disciplina

Contenido Mínimos

Atención Primaria de Salud.

I

Salubrista

Enfoque social de la salud. Comunicación

Humanidades Médicas.

I

Socio médica

Historia de la salud y la enfermedad. Relaciones que tienen la salud y la enfermedad con los diferentes estados de evolución biológica y cultural.

Comunicación Humana

I

Socio médica

Estrategias de interacción y análisis de discursos. Lectura crítica de textos académicos y no académicos.

Diagnóstico de Salud en la Atención Primaria.

III

Salubrista

Análisis de la situación de salud. Componentes del estado de salud de la población, El humano con un ser biopsicosocial.

Psicología II

VIII

Socio médica

La comunicación y el grupo como categorías que definen la subjetividad como relación. Funciones y roles de la comunicación.

Medicina Comunitaria

VIII

Salubrista

Entrevista clínica y relación asistencial. La atención centrada en la persona.

 

 

CONCLUSIONES

La Carrera de Medicina de La Universidad San Gregorio de Portoviejo, tuvo dentro de sus prioridades la formación de competencias éticas y sociales en sus  estudiantes y futuros médicos, para ello integro armónicamente, en diferentes asignaturas y niveles, las enseñanzas que propiciaban estas habilidades acercándose por tanto a la formación de médico con las habilidades necesarias para establecer una comunicación efectiva, con un comportamiento ético y absoluto respeto por la autonomía de los demás.

Las asignaturas relacionadas con el desarrollo de competencias éticas y sociales se integraron de manera articulada en los diferentes núcleos disciplinares, favoreciendo la formación de profesionales que puedan tratar la enfermedad y los enfermos.

La presencia del enfoque social con una formación integral para tratar al individuo desde la comunidad fue tangible en la malla curricular en sintonía con el objetivo general que se plantea la carrera para la formación del futuro médico.

Es necesario reforzar el desarrollo de estas competencias en mayor número de asignaturas de la disciplina clínica quirúrgica, para que naturalmente a través del actuar diario queden plasmada en el estudiante actitudes éticas y comportamiento encaminado en todo momento ser humano.

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