El Liderazgo y la Comunicación Digital. Dos cauces de un mismo fin

 

Silvia Mercedes Brito Bautista[1]

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https://orcid.org/0009-0003-0611-8683

 

Nelson Neptalí Naranjo Navas

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https://orcid.org/0009-0005-3654-0994

 

Betty Sulamid Remache Alarcón

[email protected]

https://orcid.org/0009-0000-7157-6806

 

Sonia Amparo Quishpe Alarcón

[email protected]

https://orcid.org/0009-0001-2236-8629

 

 

RESUMEN

La gerencia tradicionalmente, fue envestida de una concepción un tanto retraída, asumida como una posición de autoridad, poder, orden y mando; visión trastocada por un afán de dirigir, donde la acción monocular, capacitaba todos los estratos del hecho organizacional. Razón por la cual, el auge del crecimiento social, la globalización y el enfoque sistémico, articularon una vigencia situada en la esencia humana, en la racionalidad dialógica, donde la gestión inoculaba una gerencia; esta, a su vez, constituía un liderazgo afianzado en la nuclearización del contexto, relaciones interpersonales, inteligencia emocional, escucha activa y comunicación sentida. Dimensiones de urdimbre que, al ser valoradas por el continuum orgánico institucional, permiten fecundar acciones estratégicas, equipos de trabajos bajo la disposición común. Por ello, se enmarca como objetivo, describir las relaciones entre el liderazgo y comunicación digital, como un medio de socializante de las metas, acciones y logros organizacionales, dentro de las escuelas de educación básica general de Ecuador, metaforizándolas como dos causas llamadas a coexistir en un mismo fin de convergencia laboral, apertura al cambio, adaptabilidad y conciencia colectiva; orquestada en mejorar las condiciones sociolaborales, curriculares, pedagógicas y formativas desde la ecoconvivencia interrelacional de los actores bióticos de las escuelas.

 

Palabras clave: Liderazgo; comunicación digital; relación organizacional. 


 

Leadership and Digital Communication. Two Channels for the same end

 

ABSTRACT

Traditionally, management was invested with a somewhat withdrawn conception, assumed as a position of authority, power, order and command; vision disrupted by an eagerness to lead, where monocular action enabled all layers of the organizational fact. Reason why, the rise of social growth, globalization and the systemic approach, articulated a validity located in the human essence, in dialogical rationality, where management inoculated management; This, in turn, constituted a consolidated leadership in the nuclearization of the context, interpersonal relationships, emotional intelligence, active listening and heartfelt communication. Warp dimensions that, when valued by the institutional organic continuum, allow fertilizing strategic actions, work teams under the common disposition. For this reason, it is framed as an objective, to describe the relationships between leadership and digital communication, as a means of socializing organizational goals, actions and achievements, within the general basic education schools of Ecuador, metaphorizing them as two causes called to coexist. in the same goal of labor convergence, openness to change, adaptability and collective conscience; orchestrated in improving socio-labour, curricular, pedagogical and training conditions from the interrelational eco-coexistence of the biotic actors of the schools.

 

Keywords: Leadership; digital communication; organizational relationship.


 

INTRODUCCIÓN

La gerencia como cualquier proceso social de intervención humana, ha asumido cambios sustanciales desde la vigencia de las relaciones armónicas, habilidades blandas básicas como sociabilidad, escucha y comunicación; esta terna, gestiona un gran capital de acciones estratégicas, donde, todo será orquestado desde una unidad de apreciaciones simbólicas, cargadas o valoradas de sentido y significado contextual, donde, el ser humano, asume su concepción bajo una conciencia común, personal, concatenada con un principio de otredad. Esta finalidad, permite el dominio de una conciencia común, cuyo sistema amorfo, supera la entropía institucional, logrando una homeostasis de retos, responsabilidades y logros.

Vinculación que, integra el liderazgo como ese medio interactivo entre el contexto, la fuerza vivaz y la finalidad organizacional, integrada en la vigencia de una regulación común basada en resultados esperados y, cuando no, se reflexiona, reorientando las acciones hacia una modificabilidad situacional de los objetivos. Por ello, todo transita desde los modos epocales, afianzado en el siglo XXI, por las nuevas y vertiginosas formas de comunicación, donde las tecnologías de la información y comunicación, condicionan los escenarios interactivos; por cuanto, la gerencia, se nutre de ella. Esto, se puede confirmar fácilmente, en el contexto de la pandemia Covid-19, donde los entornos de gestión, se volvieron digitales, los procesos, se constituyeron de lo online en redes sociales; dando paso, a una comunicación digital, transversal al liderazgo, donde los roles, fueron impregnados desde este nuevo sentido.

En efecto, las organizaciones educativas y con ello, el liderazgo en las escuelas de educación básica general de Ecuador, lograron articular de manera consciente o inconsciente, directa o indirecta, los mecanismos digitales de comunicación, administrando, organizando, evaluando y redirigiendo las acciones laborales desde nuevos contextos de intervención, sociabilización, comunicación; emergiendo una dialogización de sistemas superadores de brechas administrativas, por espectrales entornos de logros. Consolidándose, un medio instaurado en la diversidad social, atendiendo los modos comunicacionales, sentientes y diligentes de la sociedad laboral, educativa, formativa y gestión del conocimiento.

EL LIDERAZGO, LA COMUNICACIÓN Y SU ENFOQUE DIGITAL DESDE UN CONTEXTO SOCIAL

Desde el surgimiento de la industrialización, los procesos sociales se han visto facilitados por el mitigamiento del esfuerzo, donde las máquinas liberan de trabajo la función humana, siendo necesario el sujeto para operarlas, este fue el comienzo de una era secular de cambio, emprendida en el siglo XVII con la ilustración, loa cual, trajo consigo el redescubrimiento del hombre por el hombre, su sistema de pensamiento afloró grandes inventivas posteriores, entre ellas las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

Siendo, según Escalona (2018), el auge que configuró toda la estructura social, política, cultural, laboral, organizacional, educativa, médica, en fin, todos los extractos a los que pueda implicar, mejorando los procesos de comunicación, interconexión y asistencia manual remota. Este hecho determinó un cambio rotundo en el paradigma relacional o interpersonal; pues, su incorporación dentro de los estadios de la acción humana, generó gran afición en la mayoría y, aversión en unos pocos; resistencia que puede apreciarse por la edad, falta de interés e iniciativa de aprender algo nuevo.

Sin embargo, la tendencia del uso tecnológico es total, ya que todas las sociedades interactúan o han interactuado con medios tecnológicos, esta estructura de integración holística, preconcibió la eclosión de las redes sociales en internet, a fin de crear canales comunicativos, informativos, construcción de conocimientos y debates, desquebrajando la brecha espacio temporal. Hoy día, la realidad permite comprender como la dinámica social se ve sumergida dentro de las redes sociales, siendo los medios comunicacionales que suministran información al momento del hecho, lo cual permite mantenerse informado de manera oportuna.

Conminadamente, permiten impregnar de avance progresista, los cimentos de una comunicación más dirigida, eficaz y sin limitación intercultural, favoreciendo, a nivel organizacional, los canales de gestión, masificación y contrastación de la información. Esta imbricación del auge sociocultural, posibilita un valor a la acción, en respuesta de las múltiples implicaciones, necesidades y estilos de dialogicidad; decantando, mejorando y hasta, consolidando, las interconexiones humanas.

Por cuanto, la sociedad según Flores (2013), “es un sistema comunicacional donde intervienen un conexo de medios interactivos que facilitan la interacción y desarrollo humano” (p. 45). Es así, que su componente biótico circunstancial, alberga un sinfín de necesidades e intereses peculiares, pero a la vez, se circunscriben o avivan en el nodo de un proceso colectivo, donde los sistemas culturales, políticos, familiares, laborales, personales, psicológicos, científicos, tecnológicos, determinan el dinamismo de sus acciones. Resultando imposible conocer la sociedad sin su esencia integral dialógica.

El mundo no puede concebirse como tal, sin la apreciación de lo social, su sistema determina la raíz de lo que constituye una familia, pues en ella se arraiga lo cultural, idiosincrasia, tradiciones, conductas, la etnia. Aunque existen procesos científicos que buscan tratarla o maltratarla con métodos que la mutilan en su manifestación, lo correcto para que de allí se manifieste toda su riqueza singular, ha de ser atendida como un proceso humanístico, subjetivo, circunstancial, solo así, mostrará lo que realmente es.

No se trata de una conceptualización estandarizada, sino de una esencia que impregna la noción de existencia de toda la humanidad, dado que mediante la sociedad surge la organización, normas, convivencia y todos los procesos que componen vivir socialmente. Con respecto a esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2003), asume la sociedad como aquella unidad integrada por múltiples aristas que posibilitan la estructuración de la vida; lo social implica lo familiar, cívico, así, como todo el ordenamiento que impregna su cultura, polis, lenguaje, etnia.

Observándose que la sociedad es más que la unidad de un grupo de personas que comparten el mismo sistema étnico, sino que es un medio de convivencia personal, motivado por las apreciaciones, conciencia colectiva y el apresto ante la incidencia del sujeto a lo general, externo, que compone su esencia e interacción. De esta manera, se ha de conocer, comprender la sociedad para saber su dinámica global, pues según Kant (citado por Ríos 2007), describe que el ser humano es un organismo socialmente dado, su existencia se debe a la interdependencia del uno con el otro.  

Por tal razón, se visualiza que una sociedad avanza en el término de sus necesidades e intereses, su constructo holístico ha de partir de un principio integrado, donde todas las personas que la constituyen participen como una unidad. Es una sinergia funcional, donde lo personal como individuo integra lo social, y esta, incide en la identidad personal de cada sujeto. Aquí, el civismo se posiciona como un engranaje que permite la convivencia, la trascendencia de solventar las decadencias como hitos circunstanciales, por logros o restauraciones de lo que son, o posiblemente mejorarlas.

Principios que albergan un cúmulo de posibilidades interactivas desde el plano comunicacional en redes digitales, puesto que su coyuntura, comprende una activación de la sociedad en un contexto sincrónico o asincrónico, donde la digitalización, trasciende las barreras lingüísticas consideradas brechas, articulando la interculturalidad como una multiexistencialidad de posibilidades. Con respecto a esto Torrent (2016), describe este aspecto como “comunicación digital, puesto que el medio o canal que lo determina son las redes sociales o el sistema online” (p. 71).

Se busca mediante el entorno digital socializar lo cívico y de integrarlo en lo social, atendiendo las dinámicas que supeditan su realidad, que de acuerdo con Roger (2010), asume que lo humano en la persona aflora la sociedad, siendo esta la matriz de formación del sujeto, puesto que, en ella se integran las normas, valores que orientan las acciones comunes y subjetivas, aceptadas dentro de un contexto peculiar, esto a razón que, dentro del sistema social, existen esquemas generales y subsociedades. Esto puede entenderse como el mundo, desde su entidad global; de allí, los países, luego sus estados, municipios y localidades, esta ilustración representa su holología.

Ante la instauración del civismo en el contexto digital, se vuelve un caudal de sugestiones, latentes ante la coyuntura de las múltiples circunstancias a las que se expone el ser humano y su integridad social, consolidadas como identidad común, seguida por grupos de individuos, familias o culturas. Situación apreciada por Corbit (2008), al ser “la conducta una representación de elementos externos e intrínsecos de la personalidad” (p. 23).

Así, los docentes exhiben actitudes en el aula que dependen de la función de supervisión del gerente, lastrada en su conciencia laboral, extrapolada por la dinámica de aprendizaje escolar, cuya denominación contextual, reditúa la utilidad cognitiva; complexión que, a la luz de Knowlton y Hawes (2015), plantean que “los educadores deben ser activos en orientar el aprendizaje a través de actividades de aprendizaje adaptadas a las realidades pedagógicas”. (p. 54). Por lo tanto, es inevitable que los docentes en posiciones de liderazgo utilicen la necesidad y la derivación de los hechos de aprendizaje para mejorar el rendimiento académico; fortalecer las habilidades escolares y, consolidar la calidad de la educación. Al respecto León (2016) manifiesta:

Una situación común en las escuelas y colegios es que los docentes muchas veces se niegan a seguir los estándares o políticas educativas emitidas por la gerencia, y estas decisiones afectan constantemente el desempeño de las personas. (p. 95)

Por tanto, en el ámbito de sus funciones, los directivos de las instituciones educativas deben asumir una imagen de liderazgo o un rol gerencial adecuado a la situación actual; es decir, orientado a la comodidad de los empleados, pero a la vez, elevado al desempeño laboral. Su horizonte, debe implicar la gestión directiva, organizacional, pero, con mayor ímpetu, la sociabilización del aprendizaje, la necesidad de los temas pedagógicos, práctica docente; sin embargo, en muchas circunstancias, la composición de cambio e inconsistencia en los lineamientos, crea ruptura en el trabajo docente” (León, ob. Cita: 97).

De esta forma, según Rodríguez (2020), se debe ejercer el liderazgo, desde una “fuerza vivaz de integración en la razón laboral, mejorando la dinámica del bien colectivo, permitir la culminación de una actividad para iniciar la siguiente, incidir en el desarrollo de nuevas experiencias de conocimiento” (p. 31). De allí, los maestros que desempeñan el papel de los gerentes deben crear una imagen laboral que lo demuestre al entorno de la organización y en el desempeño de la enseñanza. Posicionamiento dinámico. El objetivo de la escuela es fortalecer la práctica funcional y la calidad de la educación. Por otro lado, el principio de la diferencia aparece en la percepción de los docentes, lo que orientará sus acciones transformadoras para desarrollar la capacidad de la escuela, primero para evaluar el potencial de su trabajo y luego, para ser estratégico, humano, actual, dialógico, social y constructivo.

Su razón pragmática, se consolida desde una vertiginosa acción de liderazgo y comunicación en un enfoque digital, donde la sociedad, organización, se ven beneficiadas en un rizoma de apreciaciones dialógicas; este sentido, permite según Ostren (2006), constituir escenarios sociabilizadores consistentes, dirigidos por la confianza, atención integral, gestionando informaciones e interconexiones informativas, las cuales, mejoran la dinámica laboral, asistencia y gestión formativa; integrado, en un sistema pedagógico, administrativo, persuasivo y voluntad de trabajo con conciencia común.

CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO EN LA ERA DIGITAL

Una comunidad como unidad solidariamente integrada, es un medio de progreso colectivo, que crea un mecanismo de asistencia y resolución cooperativa de cualquier adversidad perjudicial a su carácter funcional, estructural y sistémico. Por ello, la digitalización comunicacional, se afianzan en las redes sociales, debiendo posicionarse como una alternativa de integración de información entre individuos, sociedades y comportamientos para que las acciones sean dirigidas a un norte de apreciaciones comunes.

Siendo un sistema de implicaciones amorfas, establecida en una concatenación de acciones gerenciales, determinadas en el liderazgo, “singularizada como la capacidad de una persona para influir, motivar, organizar e integrar tantos las acciones organizacionales, como las metas colectivas” (Ortiz, 2019: 53); urdimbre que vincula la gestión de la institución educativa con el proceso de dirigir y ejecutar el trabajo educativo y administrativo de la escuela y sus relaciones con el objetivo de lograr los objetivos institucionales a través del trabajo de los miembros de la comunidad.

En este sentido, el rol del liderazgo de educación debe desarrollarse a través de cuatro tareas administrativas propias del puesto. Al respecto, Graffe (2002) afirma que “todo administrador, junto con otros autores, aplica constantemente ciclos, planeando, organizando, controlando y evaluando cuando dirige una escuela” (p. 498.). Es claro que la aplicación de este ciclo es el proceso de gestión institucional, en el que se planifica, organiza, dirige, controla y supervisa la gestión escolar, optimizando el uso de los recursos técnicos y humanos disponibles.

Consecuentemente Hellriegel, Jackson y Slocum (2012), afirman que los líderes deben saber redistribuir el poder, no abusar de él y usarlo con responsabilidad. Si actúan con autoridad, cometen errores y pierden su estatus. Debe entenderse que todos tienen diferentes motivaciones; esta última, variará de una situación a otra. Los gerentes deben comprender cómo se comportan los empleados y cómo se relacionan entre sí. Por lo tanto, a cada situación se le debe dar diferentes tipos de motivación para lograr la estabilidad del equipo.

Es necesario comprender que la capacidad de motivar es una habilidad esencial para un líder que necesita motivar a los miembros de su equipo. Para Chiavenato (2004), cuando hablamos de inspiración, nos referimos al ejemplo que das como referencia para los demás. La capacidad de actuar de una manera que crea una atmósfera que provoca reacciones e inspira motivación. El ambiente de trabajo es un aspecto muy importante, por lo que los gerentes deben velar por el equilibrio y utilizarlo como fuente de motivación.

Desde este principio, el liderazgo debe adaptarse al cambio epocal del contexto, integrando las TIC como un medio de desarrollo funcional, donde la digitalización y las redes sociales, favorecen las interconexiones, intercomunicaciones y gestión funcional; donde, las informaciones, las políticas organizaciones y difusión activa, se monitoriza en, desde y por las tecnologías al alcance de la gerencia (Rojas, 2007). Por cuanto, un líder debe buscar resultados para todos, no solo para sí mismo.

El liderazgo es una forma de vida que avanza hacia la transformación social, influida por los estilos, historia y cultura; bien asumida, como escenario de continuidad o ruptura para nuevos crecimientos; su punto de partida es el aprendizaje o el trabajo diario. Para responder a su finalidad, es necesario construir metas personales, colectivas y luego utilizar los medios para consolidarla. Esta realidad, demanda de líderes sólidos que sepan la dirección correcta para lograr sus objetivos, centrada en la responsabilidad, creatividad, innovación, iniciativa y confianza; esto, determina la voluntad de asumir riesgos, construir alianzas de trabajo y un equipo socializado en la vigencia de la razón organizacional.

COMUNICACIÓN DIGITAL

El ser humano desde la instauración de la razón como proceso de desarrollo, estableció sistemas basados en códigos que le permitieron pasar información de una persona a otra; es por ello que, en las antiguas sociedades, crearon los jeroglíficos como expresión comunicativa, posteriormente, establecieron códigos lingüísticos que facilitaron la interacción, dominio cognitivo y trascendencia del aprendizaje.

De esta manera, la comunicación se erige como aquel medio por el cual se genera el tráfico o traslado de una información de persona a persona, por lo cual, Llovera (2016), lo asume como un principio lingüístico de la especie humana, ya que creamos informaciones para expresar nuestras ideas; complementamos, establecemos acuerdos y desacuerdos, codificamos y decodificamos las informaciones que surgen en grupos o en sociedad.

Sin embargo, la comunicación no se da solo en los seres humanos, en este contexto surge basada en una manifestación lógica, emocional e intuitiva. Los animales también se comunican en su expresión primitiva, mediante sonidos o códigos con significado para cada especie. Pero el verdadero auge comunicacional, “es aquel desarrollado mediante un emisor, quien es la persona que transmite una información, también está presente un receptor, quien es el que lo recibe” (Corrales, 2016: 23). Existen en este anclaje diferentes medios o canales por los cuales se transmite el mensaje; hoy día, con la evolución de las tecnologías de la información y comunicación, el sistema cobra otra conjetura en línea.

Hablándose ahora de comunicación digital, puesto que el desarrollo de las redes sociales, su anclaje social, han potencializado los nexos expresivos lingüísticos, ubicándolos en el contexto online; en este sentido, Cabero (2015), señala que la comunicación digital, es aquel proceso de masificación de una información en el contexto de las redes sociales, donde las comunidades en red, trascienden la brecha comunicativa intercultural, consolidándose entornos interactivos para tratar temas de interés, aquí la sociedad de la información y conocimiento adquieren un principio de utilidad reconstructiva.

Es así que, los procesos comunicativos van adquiriendo un sentido de desarrollo social, basado en las necesidades e intereses humanos, por lo que se hace necesario, crear espacios comunicativos e informativos basados en la realidad de los hechos, a fin de evitar distorsiones del contexto social, para que las personas que crean lazos comunicativos en red, no asuman una conducta desequilibrada ante temas que desinforman, sino, ancladas a un entorno de sociabilización, donde el conocimiento se construye, decanta y reconstruye en comunidades.    

IMPLICACIÓN DE LA COMUNICACIÓN Y EL LIDERAZGO

La comunicación no es un proceso aislado de cada ser humano, puesto que, como seres sociales, su desarrollo se debe a la relación directa con su contexto, a su interacción entre pares, dado que, a medida que surja esta articulación significativa, se van creando patrones formativos, que ayudan a construir la identidad de la persona, su estructura de pensamiento y sistema lingüístico. Es por ello que, el lenguaje y la comunicación dependen de gran medida de la estructura ambiental a la que se expone el sujeto.   

En este orden de ideas, la comunicación como un medio de expresión interactiva, puede ser empleada como un recurso potencial para destruir perspectivas, animar voluntades, motivar o mutilar pensamientos, en el sentido digital y concreto, las expresiones pueden desencadenar conductas cuerdas o adversas a lo esperado, es por ello que Jiménez (2010), determina la comunicación en el contexto organizacional, como aquella que genera medios que permiten mantener las normas, patrones y sistema empresarial, evitando desproporcionar el sentido de humanidad, rendimiento y finalidad.

Siendo necesario, que se establezca un vínculo consciente entre la comunicación y el liderazgo, puesto que esta última, por ser una proporción organizacional de manera individual y colectiva, establece un proceso de activación en red, ya que, según Jiménez (ob. cit.), lo que una persona haga incide directa o indirectamente en su contexto inmediato, por lo que es necesario, regular o manifestar una comunicación anclada en los principios rectores de sociedad, organización y comunidad, para orientar los pensamientos, discursos y acciones en una ilación congruente.

Se asume que, el comportamiento o los gestos se adquieren de alguna otra manera, a través de una profunda autorreflexión o, mediante el consejo de un agente externo. Estos últimos pueden permitir que el comportamiento impulsado por la persona que difunde el mensaje o los medios digitales, activen el comportamiento de los demás. Es como el caso de los políticos cuyo discurso se basa en persuadir a sus seguidores para que sigan sus pautas, muchas veces utilizando un lenguaje incendiario para crear falsas expectativas. Es algo que ocurre en todo acto de comunicación y está diseñado para un propósito específico.

De esta manera, le liderazgo desde su eclosión comunicativa, refleja una articulación de dimensiones necesarias, como lo es la escucha activa, favorecedora de una relación armónica y confiada; la dialogicidad, dirigida a reconocer o generar acuerdos de trabajo; la motivación, es la motorización de la voluntad laboral y sentido organizacional (Vizquerra, 2009). Por cuanto, el liderazgo digital, representa una competencia integral e integrada, donde los docentes en función de gerencia, promueven un abanico de redes interconectadas, basadas a una dialógica múltiple, donde las apreciaciones, logros y trabajo en equipo, nutren las posibilidades de productividad institucional.

REDES SOCIALES

La concepción de la conectividad vacilaba en el hecho de hacer amenas las relaciones interpersonales desde una hiperconexión, generando medios asistidos por usuarios que permitan la vinculación en tiempo y espacio, con la finalidad básica en un primer momento de compartir información.  Ese fue el nacimiento contextual de los primeros cimientos de conectividad, realidad que fue trascendiendo hasta llegar al concepto de Web 2.0, donde los usuarios son los protagonistas, compartiendo lo máximo que puedan.

Hecho que ha permitido un avistamiento de un neoparadigma, en cual se permita la conexión por internet en todo momento y en todo lugar, contando no solo con la posibilidad de utilizar un computador portátil, sino también, emplear el servicio de internet móvil; siendo esta herramienta, la responsable de lograr dicha interconexión, gestando procesos en red de sociabilización, subir constantemente información a la nube, sobre todo con el auge de las redes sociales.

Al respecto, Gallego (2010) define una red social como un conjunto de personas interconectadas. En informática, las redes sociales se refieren a los sitios web que estas personas utilizan para generar información personal, compartir información, interactuar con el contenido y participar en actividades sociales. Las relaciones con los usuarios pueden variar de una empresa a otra y de amistad. Según Boyd y Ellison (2010), las asumen como un servicio web que permite a las personas: a) crear un perfil público o semipúblico dentro de un sistema restringido, b) crear una lista de otros usuarios con los que comparten una relación y c) ver y explorar listas relacionadas. Relaciones entre personas y sistemas y otras personas.

De esto podemos concluir que, las personas siempre han estado conectadas en grupos: familia, trabajo, relaciones, etc. En una red social, los individuos se conectan, interactúan y pueden tener más de un tipo de relación entre ellos. Al respecto, Roger (2006) definió una red social, como una plataforma digital donde personas de diferentes orígenes culturales interactúan entre sí, para crear nuevas relaciones interpersonales más allá del tiempo y el espacio; es una herramienta beneficiosa para la comprensión, indagación, interacción y comunicación.

Las redes sociales en internet, son aplicaciones digitales en web que facilitan las conexiones e interacciones. Creando un escenario, donde las personas pueden reunirse con anticipación o a través de Internet. Conectarse a través de red de redes, puede conducir a conocidos directos e incluso a nuevas amistades. Se basan en los vínculos entre sus usuarios. Según Pere (2000), existen diferentes tipos de redes sociales, las más importantes son las siguientes:

1.- Red social universal. Son los más y los más conocidos. En España, los más habituales son Facebook, Instagram, Google y Twitter. 2.- Red social profesional. Sus miembros están relacionados con el trabajo. Se pueden usar para conectar a las parejas o la caza de empleo. Los más conocidos son LinkedIn, Xing y Viadeo. 3.- Redes sociales verticales o temáticas. Se basan en temas específicos. Pueden conectar a personas con los mismos pasatiempos, las mismas actividades o los mismos roles. Los más famosos son Flickr, Pinterest y YouTube. (p. 95)

En este sentido, según Roger (2006), la red social es un mecanismo para que las masas sociales se comuniquen entre sí, rompiendo las brechas de comunicación de tiempo y espacio, porque sus elementos se enriquecen preservando el lugar y sus objetivos, integrando desde simposios, congresos, cursos y más. Por ello, son una alternativa informativa que debe sensibilizar a los usuarios en su utilidad y actitud crítica; desde la gestión empresarial, ocupan un norte de posibilidades de interacción, comunicación y dinamización de los modos organizacionales.

CONCLUSIÓN

Entender la gerencia, es comprender y articular dialógicamente el liderazgo y la comunicación digital, pues, esta vinculación, muestra una evolución sentida de los procesos laborales, donde la gestión, en el contexto educativo, permite orientar nuevos procesos imbricados en una sociabilización de medios relacionales, donde lo administrativo, restrictivo, se transforme en entornos de confianza; la información, las acciones, se movilizan de forma directa y eficaz, asumiendo los diversos entornos, Apps y redes sociales existentes. De esta manera, se logra una gestión sistémica, interviniente y en constante cambio; siendo, las nuevas tecnologías, aquellos retroactivadoras nodos sociolaborales.

Esta fécula, enmarca una implicación no solo funcional desde la organizacional, sino también que, interviene condicionalmente en el desarrollo de los aprendizajes, administración de la enseñanza, promoviendo la innovación y, atender, la diversidad de estilos, ritmos y modos epistémicos, tanto de los docentes, como escolares, viéndose asistidos por la digitalización, cuyo conocimiento interconectado, mejora las relaciones humanas, comprensión e intervención de sistemas prospectivos; favoreciendo, toda clase de falencia, pues, al armonizar los medios de comunicación, el conocimiento fluirá consistentemente, nutrido por la esencia relacional, cultural, histórica y global del momento.

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[1] Autor Principal