La importancia de la prosa de Gabriela Mistral

 

Gabriel Arturo Farías Rojas[1]

[email protected]

Universidad Adolfo Ibáñez (Chile)

Chile

 

Miriam Elizabeth Cid Uribe

[email protected]

Universidad de Santiago de Chile

 

 

RESUMEN

Este artículo consiste en un ensayo que se propone reflexionar sobre la literatura de Gabriela Mistral como una coalición entre poesía y prosa. Sin embargo, la consideración de ambas no es una tarea fácil de asumir ya que, tradicionalmente, su prosa ha sido ignorada. Afortunadamente, en la actualidad, la importancia de la prosa Mistraliana ha ido cobrando notoriedad en nuestra sociedad y, por ello, nuestro propósito principal pretende apoyar la investigación sobre su prosa en la actualidad. Por lo tanto, develar consideraciones históricas sobre la razón por la cual a Mistral se le otorgó un papel pedagógico particular en Chile resulta útil a la hora de comprender la selección parcial de su poesía por parte de la crítica literaria chilena, mientras que la mayor parte de ella junto con su prosa fueron soterradamente ocultadas al público. En segundo lugar, señalar los aspectos de su prosa que nos ayudan a ver su propia interpretación y posicionamiento sobre los momentos históricos en los que participó como, por ejemplo, su defensa de la paz mundial, es una baza innegable. Además, tanto el reconocimiento de la subjetividad de Mistral como de los trabajos actuales que rescatan el aporte literario de su prosa se muestran como nuestra última reflexión sobre la imposibilidad de seguir descuidando la investigación que se está realizando sobre su prosa a partir de ahora hasta que no quede nada más por descubrir sobre ella. pero sólo si ello llega alguna vez a suceder.

 

Palabras clave: Gabriela Mistral; prosa; tradición; investigación actual; canon literario


 

The importance of Gabriela Mistral’s Prose

 

ABSTRACT

This paper consists of an essay which reflects on Gabriela Mistral’s literature as the mixture of both poetry and prose. However, having both of them is not an easy task to deal with as, traditionally, her prose has been left aside. Fortunately, nowadays, the importance of Mistral’s prose has been gaining notoriety in our society and, thus, our primary job involves supporting research on her prose at present. Therefore, unveiling historical considerations regarding the reason why Mistral was given a particular pedagogical role in Chile proves useful when it comes to understanding the partial selection of her poetry by Chilean literary critics whereas most of it together with her prose were hidden from the public realm. Secondly, pointing out the aspects of her prose which helps us see her own interpretation and position on the historical times she participated in as, for instance, her defence of world peace, is an asset which cannot be denied. Moreover, both the acknowledgement of Mistral’s subjectivity and of current works rescuing the literary contribution of her prose show themselves as our final reflection on the impossibility of continuing neglecting research being carrying out on her prose from now on until there is nothing more to be discovered about it, but only if that ever happens.

Keywords: Gabriela Mistral; prose; tradition; current research; literary canon


 

INTRODUCCION

En primer lugar, es necesario comenzar diciendo que Gabriela Mistral (1889 - 1957) es una de las referencias más importantes en la literatura de nuestro continente americano. Fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1945, por lo que se convirtió no solo en la primera mujer sino también en la primera persona en recibir tal distinción de honor en Iberoamérica. Se podría decir que esta es razón suficiente para que su prosa sea aceptada y reconocida como una importante producción literaria. No obstante aquello, desafortunadamente, no ha sido así. La razón de esto fue el carácter político de gran parte de la prosa de la autora, el cual se oponía a "la imagen solemne y monolítica de la poeta en un momento en que la historia oficial entregó una maestra Mistral sobre todo, santificada, repitiendo siempre los mismos versos, en una actitud de entrega y sacrificio maternal a los niños, a Chile, una imagen multiplicada en el perfil hierático de los billetes de cinco mil pesos ". (Cabello Hutt, 2015, p. 16)

Por lo tanto, esta imagen casi santa de Mistral, en tanto poetisa -y no como poeta como contemporáneamente se le nomina-, en primer lugar, no acepta a una Mistral que, en su prosa, pueda pronunciar su voz independientemente de los intereses de una imagen aceptada por la historia tradicional de un país, en este caso Chile. La voz propia y autónoma de Gabriela Mistral era tan evidente en su prosa que, en el mismo discurso al momento de recibir el Premio Nobel de Literatura, se presentará como la voz indirecta de los ilustres idiomas español y portugués. Por lo tanto, se alejará del republicanismo nacionalista y se centrará en una misión para unir a las comunidades hispanoamericanas y brasileñas dentro de una América no solo hispana o latinoamericana más española que portuguesa, sino que abarcará una América ibérica más allá de sus diferencias lingüísticas. Esto, si nos basamos en los presupuestos de Collingwood (1948), no es sino un conjunto de presuposiciones que tenemos al momento de preguntarnos sobre la importancia de su prosa, de la cual podemos colegir la instalación de la poesía de Gabriela Mistral en desmedro de su prosa en la tradición literaria y republicana en Chile. Ello nos permitirá, desde este momento, ahondar más en dicha prosa.

Además, la conciencia iberoamericana de la prosa mistraliana ya mencionada pronto se expande a todo el mundo. Desde entonces, Mistral se ha convertido en una voz global para la paz. Su prosa defiende la paz como una postura innovadora desde un pacifismo que se opone a las guerras que están ocurriendo en el mundo en el siglo XX. De esta manera, esta prosa política pacifista de Mistral recibe panegíricos incluso de Pablo Neruda. Él dice de Mistral que "nadie ha olvidado su ‘palabra maldita’. Usted es una defensora conmovedora de la paz. Por estas y otras razones, nosotros la amamos ". (2008, p. 387).

Debido a lo expresado anteriormente, sería impensable justificar una investigación de Gabriela Mistral como autora solo desde su trabajo como poeta. Aunque los cuatro libros publicados por ella durante su vida (Desolación, Ternura, Tala y Lagar respectivamente) y el libro póstumo llamado Poema de Chile pueden dar cuenta de una representación poética de una autora que merece el Premio Nobel de Literatura, es menester el que podamos comprender la naturaleza de su prosa para entender por qué fue censurada dentro del imaginario de Mistral en Chile y por qué se le negó el Premio Nacional de Literatura antes de recibir el Premio Nobel de Literatura. Solo años después de que Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura, recibió el Premio Nacional en 1951. Debido a esto, es necesario analizar aquello que incomoda de la prosa mistraliana para devolverle la naturaleza literaria que le fue negada y el poder subjetivo e intersubjetivo americano que es contenido dentro de su carácter político.

 

En esta dirección, coalicionar literatura y prosa política en Gabriela Mistral no es una tarea fácil. Es necesario considerar elementos que pongan en cuestión la imagen tradicional sobre ella, sin negarla, pero analizando dicha postura objetiva y, por ende, racional, a la luz de los acontecimientos históricos, los cuales le otorgarán a dicho discurso en prosa el valor literario que oficialmente le fue negado en nuestro país. Esto responde tanto a cuestiones de la tradición literaria, la cual no consideraba una prosa no ficcional como parte del acervo de la autora, como también a prejuicios con respecto al discurso publicado en medios de comunicación culturales, los cuales no respondían a las materialidades de las publicaciones literarias ni de sus propósitos estéticos. Sin embargo, la escritora hacía gala de su creación literaria en la estética misma de su discurso en prosa, más allá de las pretensiones intelectuales del mismo. Asimismo, es ese discurso el que la posiciona en los medios internacionales y que en gran parte podría haber ayudado al otorgamiento del Nobel. Para romper dichas barreras debemos, necesariamente, ejercer nuestra libertad y desestimar prejuicios ahistóricos, es decir, sin base histórica pero que, sin embargo, fueron perpetuados en el tiempo. En esa línea, Gadamer se pregunta,

¿Estar inmerso en tradiciones significa real y primariamente estar sometidos a prejuicios y limitado en la propia libertad? ¿No es cierto más bien que toda existencia humana, aun la más libre, está limitada y condicionada de muchas maneras? Y si esto es así, entonces la idea de una razón absoluta no es una posibilidad de la humanidad histórica. Para nosotros la razón sólo existe como real e histórica, esto es la razón no es dueña de si misma sino que está siempre referida a lo dado en lo cual se ejerce. (1999, p. 343)

De esta manera, no sería razonable, bajo ninguna manera, desestimar la naturaleza literaria de la prosa solo por la naturaleza literaria misma de la poesía mistraliana. Para ello, hemos esbozado anteriormente tanto el propio estilo literario en la prosa como la influencia de la prosa en hacer de la escritora Mistral un nombre de renombre internacional. En este sentido, independiente de la ausencia de ficción en su prosa, lo literario de ella responde a una subjetividad cuya conciencia individual proyecta una versión de la realidad descrita y una postura individual a esa realidad, una postura no solo objetiva sino también con las cualidades. aspectos psicológicos de una persona que expresa hechos, sentimientos, emociones, etc.

La escritura de Gabriela Mistral no es ajena a estos rasgos de subjetividad. Por lo contrario. Pedro Luis Barcia (2010) hace una analogía interesante entre la escritora y Michel de Montaigne, quien la inspiró fuertemente al establecer (2010, p. XCI) que ambos tienen "una actitud egotista" en sus escritos y que "Gabriela habla de sí misma y sobre sí misma" y "en ello nunca niega su subjetividad". Mistral tenía una tendencia a contar historias incluso en sus textos no ficticios donde era un personaje importante en lo que escribió -una clara muestra de diégesis con aspectos de descripción y narración propios de todo texto literario. A finales de los años 70, Luis Vargas Saavedra (1978, p. 25) dijo que Gabriela "nunca se puede describir científicamente, con la objetividad sensorial de una Colette o una Virginia Woolf". Mistral no solo tenía una preocupación social desde una posición política objetiva, sino que también tenía su propia postura en la que podría haber contradicciones que solo los críticos entenderían más tarde. Por ejemplo, en “Feminismo: una nueva organización del trabajo” (Del Pozo, 2015), Mistral critica fuertemente el feminismo igualitario porque, en la lógica de la igualdad entre hombres y mujeres, las mujeres perderían los pocos beneficios que tenían y terminarían siendo sometidas. Una lógica injusta del trabajo precario, por el cual, además de las injusticias de género, la mujer ahora sufriría las injusticias de clase que el hombre proletario ya estaba sufriendo. Entonces, la precaria situación de las mujeres, según la autora, sólo iba en aumento con la instalación de un feminismo igualitario que concibiese la lucha por la emancipación social en su conjunto sin preocuparse por los detalles de esta emancipación y las consecuencias de estrategias mal planificadas y, por lo tanto, mal puestas en práctica.

La prosa política de Gabriela Mistral es sin duda una parte fundamental de la producción literaria de la autora. Aunque la prosa, y especialmente la prosa política, tiene poca difusión, su importancia es notable porque gracias a ella Gabriela Mistral logró ser una figura conocida y reconocida en Iberoamérica, e incluso en todo el mundo. Pedro Luis Barcia menciona el papel de la prosa en la obtención por parte de la escritora del Premio Nobel de Literatura en 1945. Citando las propias palabras de la Academia Sueca (Barcia, 2010, p. LXXIII), él se refiere a Gabriela Mistral, quien "ha hecho de su nombre un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano." Ello ciertamente incluye a Brasil, ya que la autora pasó un período fundamental de su vida en Petrópolis, en Río de Janeiro, y recibió las noticias del Nobel cuando vivía allí. Es en esta medida que Barcia deja en claro que este mérito latinoamericano e iberoamericano no se debe a su poesía, sino a su prosa en la que logró representar a esta unión de pueblos americanos, una misión que comenzó en su primer viaje al extranjero cuando fue invitada por José Vasconcelos a participar en la Reforma Educativa del México Postrevolucionario en 1922. Asimismo, se podría decir que, al haber ganado el Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral se convirtió en una figura canónica de la literatura iberoamericana y mundial, y, por los motivos expuestos anteriormente, su prosa fue considerada una de las principales razones por las cuales le fue otorgado el Premio Nobel. Todo ello, indirectamente, incluye a su prosa política en la consideración de canon literario además de su poesía.

Sin embargo, ¿por qué la prosa de Mistral no tuvo la difusión de un canon que la poesía ciertamente ha disfrutado? Nuevamente, por supuesto, el carácter político de gran parte de su prosa no está dentro de un concepto rígido y dominante de canon. Cuanto más desafiante es el canon, menos canónico es. Por un lado, el Nobel confiere a la prosa, y particularmente a la prosa política, el valor literario de canon. Por otro lado, los poco canónico de dicha prosa, por la complejidad política de su contenido, tiene como consecuencia una desestimación de esa parte de la obra mistraliana con el objetivo de otorgarle su debida legitimación a la poesía porque esa sería una forma más tradicional de fundamentar, socialmente, el Nobel para Gabriela Mistral en cuanto canon.

Para comprender esta situación en profundidad, me gustaría citar a Boaventura de Sousa Santos, en su definición de canon (2010, p. 71). Santo explica que, "se entiende que el canon literario en la cultura occidental significa el conjunto de obras literarias que, en un momento histórico dado, los intelectuales y las instituciones dominantes o hegemónicas consideran las más representativas y las más valiosas y autorizadas en una determinada cultura oficial". Aquí hay una tensión entre el discurso intelectual y el poder de un sector hegemónico. Desde entonces, es posible interpretar que la prosa tiene un mayor valor para los intelectuales e instituciones que abogan por una reciprocidad internacional, mientras que su poesía es más valorada por las autoridades de una determinada cultura local oficial. En Chile, por ejemplo, la poesía era más adecuada para que la autora coincidiera con un perfil cultural republicano unificador que consideraba a las mujeres importantes y necesarias como madres y educadoras. Así, la poeta y escritora se cristalizó como la madre y educadora de Chile.

Para reforzar aún más lo anterior, Boaventura Sousa Santos (2010) muestra el funcionamiento del canon literario al decir que "en el canon literario (…) las obras elegidas para integrar el canon son aquellas que ya no están expuestos a la lógica de las opciones y se convierten en la base o raíz del campo literario" (p. 71). De esto se puede deducir que tanto la poesía como la prosa fueron elegidas originalmente para el Nobel, pero luego se realizó una segunda selección debido a la imposibilidad de que la prosa política fuera parte de una raíz debido a su continua relectura a la luz de los acontecimientos políticos mundiales. En esta postura, los textos feministas aporéticos -por sus posturas contradictorias, subjetivas- de Mistral, por ejemplo, siguen dependiendo mucho de continuas lecturas y relecturas, como, por ejemplo, aquellas del feminismo poscolonial u otras de los movimientos feministas de barrios. De ahí, su imposibilidad a la cristalización tan necesaria para la estabilidad de una república que requiere la trascendencia de lo canónico en representación del espíritu de la nación. Decidirse a reincorporar el discurso en prosa de Gabriela Mistral a la categoría de canon, significaría cuestionarse la misma lengua republicana que ha instaurado el discurso canónico republicano de una Mistral ‘poetisa’ y educadora. En este aspecto, son esclarecedoras las palabras de Michel Foucault, al enunciar que “la cuestión que plantea el análisis de la lengua, a propósito de un hecho cualquiera de discurso, es siempre este: ¿según qué reglas ha sido construido tal enunciado y, por consiguiente, según qué reglas podrían construirse otros enunciados semejantes? (2002, p. 44). Ante esto, parece imperativo cuestionarse cuáles son las reglas detrás del discurso tradicional en torno a la imagen de Gabriela Mistral en Chile, que, por un lado, hace caso omiso a la existencia de su prosa, y por otro, da pie a discursos en explícito rechazo al valor de dicha prosa. En este último caso podemos encontrar el caso de Susana Münnich, quien se opone fuertemente al estudio de la prosa literaria -y no solo a considerarlo como literatura. Se requiere, sin dudas, cuestionar y reflexionar sobre dichas reglas que también fueron, aparentemente, las reglas bajo las cuales funcionó la crítica literaria nacional sobre Gabriela Mistral.

A pesar del contexto de inequidad entre poesía y prosa, ya hay esfuerzos de recuperación de la primera. Esto ha ocurrido ya que, aunque la postura política de Mistral ha sido censurada, especialmente en la crítica literaria tradicional en Chile, la prosa sigue siendo un canon; es un canon incipiente en proceso de recuperación y creciente aceptación tanto en los ámbitos académicos y de la crítica, como también en el contexto de lectura más masiva. Pero, es necesario dejar en claro su calidad e importancia. Pedro Luis Barcia (2010) habla del valor de su prosa al referirse a diferentes personalidades de respeto en el mundo de la crítica literaria, al expresar que,

Del maestro Luis Alberto Sánchez, quien predijo, durante años, que la prosa de la autora "era ese trabajo menos conocido, era una verdadera joya"; por Guillermo de Torre ("La prosa de Gabriela Mistral tiene quilates tan altos o más altos que los de su verso; sin embargo, en su forma más rica y personal, se expresa su propia expresión personal, su propio discurso"), por Enrique Anderson Imbert, Hernán Díaz Casanueva, etc. Es memorable el homenaje rendido por Víctor Andrés Belsunce, dentro de la asamblea de la ONU, quien, tan pronto como supo de la muerte de la escritora, dijo: “Su prosa era tan hermosa como su obra poética. Se podría decir de él lo que se dijo sobre Valery: que si su poesía era de oro, su prosa era de diamante”. (2010, p. IXXII)

Esto no se expresa solo como un capricho de opinión. De hecho, la prosa de Mistral no solo es rica en contenido y carácter estético, sino que también es muy extensa. En el año de publicación del texto de Barcia (2010), él afirmó que, aunque todavía se conoce poco sobre prosa, hoy, después de un proceso de compilación y selección de material, se han conocido más de 5000 páginas en todo el mundo.

En Chile, Diego del Pozo, consciente de la grave situación nacional en la que se encontraba la prosa política, decidió realizar una antología del trabajo político de Gabriela Mistral, de la cual resulta el libro Por La Humanidad Futura (2015). Es una de las principales obras de este tipo que no oculta su apellido político, lo que hace evidente que la naturaleza política de Mistral fue fundamental en su producción literaria, en la libertad política no militante y en su preocupación por la unión de las comunidades iberoamericanas más allá de las diferencias geográficas y lingüísticas. Además, esta prosa política que actúa como un canon literario del nuevo siglo, junto con sus características estéticas propias e innegables que la constituyen como arte literario, es, al mismo tiempo, una defensa de las personas en su transversalidad social y cultural. Por lo tanto, trabajos de este tipo son una prueba fehaciente de un resurgimiento de este canon literario en prosa que, en vista de las dificultades de aceptación por parte de cierta tradición que teme a la innovación investigativa, tiene que actuar como una literatura en vías de canon, en tanto respuesta contemporánea a la elección determinista del valor literario de Gabriela Mistral que su obra padeció en el pasado siglo.

REFERENCIAS

Barcia, Pedro Luis. “La Prosa de Gabriela Mistral”. In: Mistral, Gabriela. Antología: En Verso y Prosa. Perú, Real Academia de la Lengua Española, Alfaguara, 2010.

Cabello Hutt, Claudia. Prólogo a Gabriela Mistral. In: Concha, J. Gabriela Mistral. Ediciones Alberto Hurtado, 2015.

Collingwood, R.G.  An Essay on Metaphysics, Oxford University Press, 1948.

Del Pozo, Diego (ed). Por la Humanidad Futura: Antología Política de Gabriela Mistral. La Pollera Ediciones, 2015.

Foucault, Michel. La arqueología del saber, Siglo Veintiuno, Buenos Aires, 2002.

Gadamer, Hans-Georg. Verdad y Método I, Ediciones Sígueme – Salamanca, 1999.

Münnich, Susana. Gabriela Mistral. Soberbiamente transgresora. LOM Ediciones, 2005.

Neruda, Pablo. Confieso que he vivido. Pehuén Editores, 2008.

Santos, Boaventura de Sousa. A Gramática do Tempo: para uma nova cultura política. Cortez Editora, 2010.

Vargas Saavedra, Luis. Introducción. In: Mistral, Gabriela. Prosa Religiosa de Gabriela Mistral, Luis Vargas Saavedra (comp. e ed.). Editorial Andrés Bello, 1978.

 



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