Interiorización De Los Estereotipos De Género En La Universidad Veracruzana

 

Mtra. Milena del Carmen Pavón Remes[1]

mipavon@uv.mx

https://orcid.org/0000-0001-8360-6160

Universidad Veracruzana

Coatzacoalcos, Veracruz

 

RESUMEN

La presente investigación tuvo como fin determinar los estereotipos de género interiorizados en estudiantes de Ingeniería en Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) campus Coatzacoalcos de la Universidad Veracruzana. Estudiando los ítems sobre los estereotipos del cuerpo, comportamiento social, competencias y capacidades, emociones, expresiones afectivas y responsabilidad social. De acuerdo con los resultados obtenidos, se logró observar bajos porcentajes respecto a la interiorización de los estereotipos de género. Se concluyó que, de acuerdo con la cultura, el grupo social y la edad que representan los encuestados, se están presentando más casos en donde la equidad de género es una parte fundamental de su cultura social lográndose eliminar la desigualdad de oportunidades laborales causadas por estereotipos de género.

 

Palabras Clave: estereotipos; género; interiorización; universidad veracruzana.

 

 


 

Internalization Of Gender Stereotypes In Veracruzana University

ABSTRACT

The present research aimed to determine the internalized gender stereotypes in Biotechnology Engineering students from Faculty of Chemical Sciences (FCQ) in Coatzacoalcos campus of the Veracruzana University. Items like body, social behavior, competences and capacities, emotions, affective expressions, and social responsibility were studied. According to the results obtained, it was possible to observe low percentages regarding the internalization of gender stereotypes. It was concluded that, according to the culture, the social group, and the age that the respondents represent, there are more cases in which gender equality is a fundamental part of their social culture, thus eliminating unequal employment opportunities caused by gender stereotypes.

 

Keywords: stereotypes; gender; internalization; veracruzana university.

 

 

 

 

 

Artículo recibido 05 Mayo 2023

Aceptado para publicación: 20 Mayo 2023


 

INTRODUCCIÓN

En la actualidad es importante hablar sobre temas relacionados a la cultura de género y sus distintas expresiones, como son los estereotipos establecidos por la sociedad. El género es una representación cultural, como son las ideas, creencias, conceptos, prejuicios, valores, normas y demás, que utiliza la sociedad para generar la estructura y organizar la realidad.

Las culturas de género que rigen, entre las personas, son las que convierten en hombre y mujeres. Son aprendidos desde la infancia y son la base de la construcción de la identidad de género, la cual constituyen la generación de la percepción de género interiorizada.

En este mismo sentido, podemos decir que los estereotipos son la forma en que se categorizan a las personas que por sus atributos o características en los grupos sociales. Estos son herramientas socioculturales, que representan los roles y forma de crianza que han pasado de generación en generación, es decir, son comportamientos, actitudes, pensamientos y emociones que se consideran deben seguir según su sexo biológico; son marcados por la sociedad, de manera cultural e incluso religiosa. Son empleados para definir metas y expectativas, tanto en hombres como mujeres, marcando una evolución diferente en ambos, en muchas ocasiones discriminan a la mujer. Muchas veces los utilizamos de manera inconsciente, ya que se encuentran en nuestros pensamientos y son difíciles de modificar, de esta forma se puede decir que son invariables.

En el contexto educativo, se conoce que la interiorización de los estereotipos de género trae consecuencias importantes, pues influyen en las formas de relacionarse con otros, y en las maneras de actuar y pensar de los sujetos. La mayoría se rigen bajo ciertos valores como la equidad, igualdad y solidaridad. Sin embargo, muchas de estas instituciones aún no logran establecerse como espacios libres de inequidad de género, pero, claro está que se encuentran en la lucha por educar con una cultura de igualdad entre ambos géneros, donde nadie sea más que nadie. Por tanto, se considera de gran relevancia identificar la percepción interiorizada sobre el cuerpo que poseen los estudiantes, las relaciones emocionales entre estos, su responsabilidad y comportamiento social, así como las capacidades y competencias con las que cuentan, se sigan realizando muchos más estudios para poder identificar factores que favorezcan la inequidad o la discriminación de género, para trabajar sobre esto, implementando métodos que ayuden en el favorecimiento de “hombres y mujeres iguales en la sociedad”.

Ante el panorama expuesto, en esta investigación se busca identificar los estereotipos de género interiorizados en los estudiantes de Ingeniería en Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Veracruzana, campus Coatzacoalcos, con el fin de generar estrategias, si es necesario, en lo referente a la equidad de género y no discriminación, ya que los estereotipos de géneros son creadores de desigualdad.

Descripción del Método

Antecedentes del problema

“La interiorización de los estereotipos de género en jóvenes y adolescentes” es un estudio dentro de la línea de investigación Género y Educación desarrollado por el equipo llamado “Investigación, Evaluación y Tecnología Educativa” que se encuentra en la Universidad de Sevilla, cuyas autoras son las Dra. Pilar Colás Bravo y Dra. Patricia Villaciervos Moreno, y data del año 1999. Su finalidad es identificar desde una perspectiva teórica y empírica, las representaciones culturales (estereotipos) de género interiorizadas por los jóvenes y adolescentes que cursan enseñanza secundaria (entre 14 y 18 años). La relevancia de este estudio radica en 2 cuestiones muy importantes; la primera siendo la identificación de los estereotipos de género y la segunda las consecuencias que tienen a nivel educativo, es decir, en la construcción de la identidad de los sujetos.

Los resultados obtenidos indican una alta interiorización de los estereotipos culturales de género en los jóvenes y adolescentes en seis dimensiones estudiadas: corporal, comportamiento social, competencias y capacidades, emocional, expresión afectiva y responsabilidad social.

Por otra parte, la investigación de los “Estereotipos de género en adolescentes de la unidad educativa “Chordeleg” periodo 2016- 2017” desarrollada por la Universidad Nacional Autónoma de México a cargo de las Maestras Ana Caridad Serrano Patten y Erika Viviana Marín Sarmiento y publicada a través de la Revista Electrónica de Psicología Iztacala obtuvo resultados que indican una tendencia de crecimiento en los estereotipos de género en los estudiantes de bachillerato esto con base a diferentes creencias populares conservadas y transmitidas socialmente cuyo origen radica en estereotipos de patrones patriarcales que se expresan a través de las diferentes dimensiones exploradas.

En este caso, su metodología se basó en un estudio descriptivo conformado por una población de 80 estudiantes correspondientes al 3er curso de bachillerato. De igual forma que en el estudio anterior, el cuestionario usado es el Cuestionario de Interiorización de los Estereotipos de Género en Jóvenes y Adolescente que abarca 6 dimensiones, las cuales son: cuerpo, comportamiento social, competencias y capacidades, emociones, expresión afectiva y responsabilidad social.

Por último, las “Creencias sobre estereotipos de género de jóvenes universitarios en el norte de México” es una investigación publicada en la revista Diversitas, enfocada a las perspectivas en psicología, en la cual colaboran una gran cantidad de autores que van desde María José Cubillas Rodríguez, Elba Abril Valdez, Sandra Elvia Domínguez Ibáñez, Rosario Román Pérez, Alicia Hernández Montaño y Joel Zapata Salazar. Este estudio forma parte de una red de investigación de dos estados de México, cuyo enfoque y objetivo es analizar la construcción de identidades de la población joven universitaria de los estados de Coahuila y Sonora en México y la relación que esta tiene con diversas problemáticas de salud y de calidad de vida.

En este caso, los resultados indican un mayor arraigo a posturas tradicionales en varones y en los estudiantes provenientes de la división académica de ingeniería. En general, los estudiantes de semestres avanzados tienen los mismos prejuicios de género que los de recién ingreso a la institución. Los universitarios siguen debatiéndose entre pasar a la modernidad y mantener las costumbres que ha ido pasando de generación en generación, pues aceptan cambios en el rol de las mujeres y en su participación laboral, en un ámbito más privado siguen siendo ellas las que tienen mayor responsabilidad en cuanto a la familia y, sobre todo, a la crianza de los hijos. Es importante integrar la perspectiva de género en los currículos escolares generando equidad en las comunidades educativas. Se recomienda transversalizar la perspectiva de género en las instituciones de educación superior a través de programas de sensibilización y capacitación.

Hipótesis

No existe diferencia en la caracterización de los estereotipos de género interiorizados entre el alumno y la alumna de la experiencia educativa de probabilidad y estadística de interingeniería de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Veracruzana Campus Coatzacoalcos.


 

Metodología

La investigación tuvo un enfoque cuantitativo, debido a que se aplicaron encuesta a los estudiantes de Ingeniería en Biotecnología, a través de un sitio on-line y posteriormente se analizaron estadísticamente, con el fin de establecer con patrones de una población y dar respuesta a la pregunta de investigación, que a la vez nos permita aceptar o no la hipótesis nula. Cabe mencionar esta investigación fue un estudio de tipo correlacional, ya que relacionó los factores de la interiorización de los estereotipos de género y el entorno social. Además, de un diseño de corte transversal, esto es, el estudio se efectúo en septiembre 2020 a enero 2021.

Participantes y muestreo

En cuanto a los participantes de esta investigación, la conformaron 52 estudiantes de la carrera de Ingeniería en Biotecnología de la Experiencia Educativa de Probabilidad y Estadística de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana, Campus Coatzacoalcos, del periodo septiembre 2020 a enero 2021.

No hubo ningún sistema de selección de muestreo, ya que el objeto de estudio estuvo conformado por la población.

Instrumentos

El instrumento de recopilación de datos fue extraído de “Revista de Investigación Educativa, elaborado por Pilar Colás Bravo y Patricia Villaciervos Moreno” (Bravo y Moreno, 2007). Fue aplicado a los estudiantes del programa educativo de Ingeniería en Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas, campus Coatzacoalcos, de la Universidad Veracruzana.

El cuestionario se divide por secciones de acuerdo con las dimensiones: cuerpo, comportamiento social, competencias y capacidades, emociones, expresiones afectivas y responsabilidad social.

RESULTADOS

Se observa que el total de estudiantes encuestados de IBT está integrado por 26 hombres (50%) y 26 mujeres (50%), la edad más frecuente está entre 20 y 21 años, seguida de 18 años, esto nos indica una población joven.

En referencia al sexo y edad, existe una población equitativa entre hombres y mujeres, en el grupo de estudiantes de Ingeniería en Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas, Campus Coatzacoalcos, y, además, en promedio los encuestados nacieron entre los años 2000. Así mismo, podemos deducir que en promedio los estudiantes crecieron bajos los mismos criterios, en cuanto a visualización de los estereotipos dados por la influencia de su entorno social.  En este sentido García y Martínez (2009), establecen que los multimedios televisivos transmiten programas a los niños y jóvenes, en donde representan programas, comerciales o personajes que expresan estereotipos de género y que se quedaron arraigados o caracterizados en la cultura y comportamiento de los estudiantes.

Cuerpo


Figura 1. Resultado de la sección: cuerpo. (Elaboración propia, 2021).

 

En esta sección se observa una tendencia negativa ante los estereotipos masculinos y femeninos. De esta manera se puede apreciar que la mayoría de las personas (75%) cree que una persona atractiva del sexo masculino no necesariamente es una persona fuerte y con un cuerpo robusto y vigoroso. De igual forma, en lo relativo a atractivo femenino, los encuestados (80.8%) encuentran que un cuerpo delicado y frágil no es una manera de caracterizar a una mujer. Y la mayor parte de los encuestados cree que las mujeres no deben ocuparse más que los hombres en su apariencia y belleza (92.3%).

Por otra partes, la mayoría respondió que no existían estereotipos que definan a hombres y mujeres, esto es de acuerdo con sus rasgos físicos corporales, apariencia y belleza. Sin embargo, solo un 25% opinó que un cuerpo robusto y musculoso caracteriza al de un hombre, como se observa en la gráfica 1, por lo que se puede deducir, que existen estereotipos que caracterizan a hombres y mujeres de acuerdo con su aspecto físico y estético, según lo comenta Alvariñas y Pazos (2018).


 

Comportamiento social

Figura 2.


Resultado de la sección: comportamiento social. (Elaboración propia, 2021).

 

De acuerdo con lo obtenido, en la gráfica 2 se aprecia como una parte de la población que identifica un comportamiento social atrevido, osado e intrépido a un individuo del género masculino (67.3%), aunque la mayoría de los encuestados no define este comportamiento como exclusivo del género masculino. Por otra parte, un porcentaje mayor a la mitad de los encuestados (63.5%) cree que un comportamiento discreto, prudente y recatado no son más valorados en una mujer.

A demás, se observa que este estereotipo, está más arraigados entre hombres y mujeres. Se observa que tanto el comportamiento intrépido y osado “característico” de hombres, así como el de tímidas y osadas en mujeres, son estereotipos interiorizados por los jóvenes estudiantes, además, nos indica que estereotipan perfiles según el género.  En este sentido Amurrio y otros. (2012), nos comenta que estas percepciones, por parte del alumnado, repercuten en los comportamientos sociales entre estudiantes universitarios, tratando con inferioridad a las mujeres y sintiéndose más importantes los masculinos.


 

Competencias y capacidades

Figura 3.  Resultado de la sección: competencias y capacidades. (Elaboración propia, 2021).


 

En la sección de competencias y capacidades en hombres y mujeres, en el apartado de capacidades masculinas (82.7%), se registró que la mayoría de las personas encuestadas consideran que los hombres no están más capacitados que las mujeres para desempeñar tareas técnicas y mecánicas. En lo que respecta capacidades femeninas se observa que tres cuartas partes de los encuestados no creen que las mujeres están más capacitadas que los hombres para desempeñar tareas organizativas y cooperativas, sin embargo, contrario a la encuesta anterior, un mayor porcentaje (el 25% frente al 17.3%) cree que si hay una diferencia de las tareas que pueden realizar hombres y mujeres. Además, como se observa en la gráfica 3, los encuestados consideran que ni las carreras relacionadas con las ciencias sociales ni las científico-técnicas son de mejor desempeño para mujeres y hombres, respectivamente. Por último, y con un patrón significativo, se muestra que la formación profesional en mujeres no es únicamente mejor en carreras de humanidades, sociales o de cuidados personales. De la misma manera, los hombres no son los únicos que tienen mejor desempeño en carreras relacionadas con la informática, industria o la construcción.

Así, de forma unánime se obtuvo que en ningún caso existe una clara tendencia de estereotipar las competencias y capacidades de mujeres y hombres, existe un porcentaje del 25% que cree que mujeres y hombres si tienen un estereotipo de actividades que los distingue de acuerdo con su género, en el caso de las mujeres de ser organizadas y cooperativas. (Bravo y Moreno, 2007), comentan que esto puede repercutir en la toma de decisiones de un grupo de individuos para la otorgación de roles y actividades en un trabajo escolar, puesto de sociedad estudiantil o alguna actividad académica. De igual forma se debe reforzar el último punto, debido a que, un porcentaje significativo apoya que, en la formación profesional de hombres, estos están mejor capacitados con trabajos relacionadas a la construcción, industria, informática o alguna ingeniería. Relativo a esto, Madolell y otros (2020) comentan que estas respuestas indican, que, desde la elección de las carreras, se aprecian estereotipos ligados a su género, propiciando así, que, en un futuro, ya en la universidad, existan barreras o apoyos para un género u otro de acuerdo con sus capacidades marcados por sus estereotipos del género y no por sus capacidades y habilidades reales.

Emociones

Figura 4.

Resultado de la sección: emociones. (Elaboración propia, 2021).

 

Se observan que, con respecto a los sentimientos en hombres, un porcentaje muy alto de los encuestados (94.2%) cree que llorar y demostrar los sentimientos en público no es un rasgo negativo en hombres. Aunque, en un porcentaje menor que en la pregunta anterior, los encuestados no creen que cuando una mujer cuando se siente herida o lastimada llore (61.5%).

En las últimas dos preguntas se logra apreciar un estereotipo muy marcado en la sociedad actual, pues no hay una gran diferencia entre las personas que piensan que los hombres resuelven la mayoría de sus conflictos utilizando la fuerza física (57.7%), mientras que las mujeres prefieren el dialogo (65.4%), como puede verse en la gráfica 4.

Por la parte que concierne a las emociones expresadas por hombres y mujeres, se logra apreciar claramente los estereotipos más marcados, el primero es que una chica al sentirse herida, lastimadas o con alguna sensación similar, tiende a llorar, marcando el estereotipo de la mujer débil, y relacionándola directamente como el género más emocional. Por otro lado, aunque existe evidencia de que ya no se cree que los hombres sean ridículos por expresar sus sentimientos en público, si existe una clara tendencia, en menor porcentaje, pero casi equitativa, de que los hombres resuelven sus conflictos peleando, y frente a un en un menor promedio, de que las mujeres resuelven sus conflictos utilizando el dialogo. Esto demuestra que nuevamente el género masculino está ligado como el género fuerte, de carácter más agresivo que las mujeres y por tanto con mayor capacidad de pelea frente a las adversidades y problemas que se puedan. En este punto, se puede apreciar los estereotipos más arraigados al género masculino que al femenino.

Expresiones afectivas

Figura 5.

  Resultado de la sección: expresiones afectivas. (Elaboración propia, 2021).

 

En primera instancia, con las demostraciones de cariño, observamos en la gráfica 5 que el 80.8% de los encuestados opina que no solo las mujeres pueden abrazarse, sino también los hombres, como muestra de cariño. Aunque en un porcentaje menor que lo anterior, los encuestados creen que tomarse de la mano no solo debería ser una característica en mujeres (73.1%). Por otro lado, los encuestados consideran que tanto hombres como mujeres pueden ser capaces de dar consuelo (71.2%). En el tema de actitudes competitivas, solo un porcentaje del 65.4% opina que no es una característica social de hombres, aunque casi el 35% opina que sí, pues este es uno de los estereotipos más marcados en la sociedad mexicana. Y finalmente, aproximadamente el 60% de los encuestados no creen que las mujeres tienen una predisposición natural al amor.

Por la parte de los resultados sobre la expresión femenina, hombres y mujeres tienen los estereotipos de generó ligados fuertemente. Y aunque, nuevamente la tendencia indica que los estereotipos interiorizados en cada género van en disminución, aún hay estudiantes que relacionan ciertos modos de expresar afectos relacionados a cada género, por ejemplo, el de las mujeres amorosas y preparadas para demostrar afecto y cuidados, que relacionan a la mujer como la persona ideal para cuidar y proteger a un bebé, o el de cuidar a un anciano en su vejes o su salud. Por otro lado, también destaca la capacidad de los hombres a ser más competitivos, lo que se traduce en las oportunidades de empleo que los estudiantes puedan recibir en un futuro, pues las mujeres son en la mayoría de los casos enviadas a casa a cuidar de hijos y familiares por la “predisposición” de dar afecto y cuidar de las personas, mientras que, en el caso de los masculinos, reciben mejores oportunidades de empleo por sus actitudes más competitivas, y acciones más “agresivas”. Otros puntos, menos significativos, pero que de igual forma resaltan las diferencias de la interiorización de los estereotipos de género, son las demostraciones de cariño, que son mejor vistas entre mujeres que entre hombres, lo que ocasiona problemas de índole discriminatoria por orientación o preferencia sexual.

Responsabilidad social


Figura 6. Resultado de la sección: responsabilidad social. (Elaboración propia, 2021).

En esta sección se puede ver que la mayoría de las personas encuestadas creen que el rol del sustento económico no recae exclusivamente en hombres (86.5%). Aunque, un menor porcentaje de estos encuestados creen que no solo las mujeres deben preocuparse del cuidado del hogar y de los hijos en una relación (19.2%). También podemos observar, que hay un porcentaje mínimo que, si cree que los roles masculinos y femeninos están estereotipados en dar sustento y cuidar el hogar para hombres y mujeres, respectivamente (13.5%).

Finalmente, la opinión que tienen los estudiantes en referencia a la cultura del hogar es que los hombres y las mujeres, pueden compartir actividades, tanto económicas como de mantener el aseo general del hogar. Hay que destacar, que estos resultados demuestran, que las campañas de equidad de género y las conferencias impartidas a los estudiantes en las instituciones educativas y programas audiovisual, han sido de gran ayuda en la eliminación de los estereotipos de género. Sin embargo, en el trabajo realizado por Tello (2020), encontraron que las actividades de empoderamiento femenino tuvieron buenos resultados, en términos de autonomía personal, pero se debe hacer un mayor esfuerzo para que todo el ambiente que rodea a las féminas (entorno social, familia, conyugue, hijos y amigos) logren la aceptación de este cambio de rol.

CONCLUSIÓN

De acuerdo con los resultados obtenidos, se acepta la hipótesis del presente trabajo, se logra apreciar bajos porcentajes respecto a la interiorización de género, en las seis dimensiones estudiadas, aunque es importante resaltar, que en algunas dimensiones si se logran apreciar un porcentaje marcado en la interiorización de los estereotipos de género. Por lo mencionado, se puede concluir que, por lo que se deduce que no existen diferencias en la caracterización de los estereotipos de género interiorizados entre los estudiantes femenino y masculino de la Facultad de Ciencia Químicas de la Universidad Veracruzana, Campus Coatzacoalcos influenciado por su entorno social. Con los resultados actuales, se puede apreciar los puntos más débiles en los que la entidad educativa debe hacer hincapié para reforzarlos.

Los estereotipos de género orientados al cuerpo no están tan marcadas las diferencias, y en su mayoría, los estudiantes apoyaron a que dichos estereotipos no se encuentran interiorizados en ellos.

Lo comentado anteriormente, contrasta con otras investigaciones, en donde como mencionan Alvariñas y Pazos (2018), 1a pequeña parte de los encuestados que eran estudiantes del bachillerato, dijeron haber recibido tratos diferentes entre hombres y mujeres por parte de los profesores de educación física respecto a las habilidades físicas, como condición física, fuerza, resistencia, entre otras. Esto da como resultado que se interioricen estos estereotipos desde edades muy tempranas y que repercuten a futuro en conductas de discriminación.

En cuanto al comportamiento social, fue donde se observó un mayor porcentaje de interiorización de estereotipos de género por parte de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas. En cuanto a esta dimensión, los datos que se presentan son consistentes con los obtenidos por la investigación realizada por Bravo y Moreno (2007). En esta, aproximadamente la mitad de sus encuestados afirmó que se valoran los comportamientos sociales de manera distinta según el género, en la presente investigación con porcentajes de entre el 32.7% y el 36.5% se afirmó lo mismo. Se puede deducir, que se ha logrado disminuir la percepción de estos estereotipos marcados por el comportamiento social, pero sabiendo que la cultura mexicana ha hecho hincapié en mantener estos comportamientos, los mismos se siguen viendo arraigados en las nuevas generaciones, en menor porcentaje, pero siguen presentes, por lo que el comportamiento social tanto femenino como masculino,  son los estereotipos en los que más se deben trabajar en niños y adolescentes, todo ello con el fin de evitar que se sigan presentando en la edad adulta como lo son los estudiantes universitarios.

Ahora bien, con respecto a las competencias y capacidades, es notable que, para algunos casos, aunque sean asilados, las áreas del conocimiento, y en consecuencia las oportunidades laborales se ven afectadas por los estereotipos de género. Sin embargo, de acuerdo con los resultados obtenidos, esta interiorización se está eliminando notablemente, esto se debe a la participación de mujeres y hombres por igual en las actividades escolares, puestos de trabajo y participación social. Por lo anterior, la participación tanto del profesorado, como del alumnado y de los programas de equidad de género de la universidad han participado de manera correcta, por lo que hay que continuar en el camino realizando nuevos planes y estrategias que nos lleven a la equidad total.

En lo relativo, a la dimensión de los conflictos emocionales y expresión afectiva son asumidos en un porcentaje alto respecto a los anteriores en la interiorización de género, Suberviola (2019), establece que esto se puede dar nuevamente como parte de la cultura y la socialización, pues se ha demostrado que los hombres sobrevaloran sus habilidades emocionales, mientras que las mujeres se infravaloran, causadas por dicha estereotipación de género desde edades tempranas, orillando a las niñas y niños a absorber dichos comportamientos sociales, los cuales son demostrados en edades más adultas como un comportamiento característico de cada género. Por estas razones, las instituciones educativas, deben promover situaciones que posibiliten el desarrollo de la sensibilidad y el carácter de los estudiantes.

Los datos obtenidos en el segmento de la responsabilidad social nos indican que, a pesar de la incorporación femenina a los centros de trabajo, participación social y política, existe una evidente interiorización de los estereotipos, por lo que es claro que los programas que guían hacia la equidad de género están siendo bien recibidos y aceptados por parte de los estudiantes.

Sin embargo, es importante volver a señalar que se acepta la hipótesis del presente trabajo, ya que no existe evidencia suficiente que sustente que hay diferencias entre la interiorización de los estereotipos de género. Además de que se puede deducir que, de acuerdo con la cultura, el grupo social y la edad que representan los encuestados, se están presentando más casos en donde la equidad de género es una parte fundamental de su cultura social y que cada vez más se va logrando eliminar la desigualdad de oportunidades laborales causadas por estereotipos de género.

Es un hecho que los estereotipos de género nos han permitido responder preguntas, conocer jerarquías sociales y establecer roles de trabajo. Sin embargo, como menciona Yurrebaso y otros (2018), la rigidez y su presencia se encuentran en la percepción social generalizada, mientras que en su esencia se encuentra la modernización gracias al apoyo e interiorización de nosotros mismos, es decir, nos apropiamos de todo aquello que hacemos, sentimos y pensamos y por ello, está en nosotros encontrar un nuevo enfoque mucho más cercano a la equidad de género.

Por esta razón,  la presenta investigación queda como un antecedente de la  interiorización de los estereotipos de género que manifiestan los estudiantes de Ingeniería en Biotecnología de la FCQ de la Universidad Veracruzana Campus Coatzacoalcos, estos resultados sirven como base, para tomar acciones y evaluar las ya aplicadas en la entidad educativa, esto con el fin de promover más actividades que orienten a todo el personal académico y estudiantil a una equidad de género globalizada en el ambiente universitario.

En suma, esta investigación es el inicio del panorama de la perspectiva que poseen los estudiantes de Biotecnología con respecto a los estereotipos de género interiorizados influenciados por su entorno social, siendo una parte que no había sido explorada y nos lleva a seguir avanzando, como espacios libres de violencia y discriminación para la Facultad de Ciencias Químicas Campus Coatzacoalcos y por ende a la Universidad Veracruzana.

BIBLIOGRAFÍA

ACNUDH. (2002). Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Derechos de La Mujer. Bogotá. Consultado el 5 de noviembre de 2020. https://www.hchr.org.co/index.php/publicaciones/category/38-derechos-de-la-mujer?download=114:derechos-de-la-mujer

Aguilar Montes de Oca, Y. P., Valdez Medina, J. L., y González Arratia López Fuentes, N. I. (2012, diciembre). Satisfacción con los roles de género. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 15(4). https://www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psiclin/vol15num4/Vol15No4Art14.pd

Álvarez-Lires, F. J., Arias-Correa, A., Serrallé Marzoa, J., y Varela Losada, M. (2014). Elección de estudios de ingeniería: Influencia de la educación científica y de los estereotipos de género en la autoestima de las alumnas. Revista de Investigación en Educación., 12(1), 54-72. http://hdl.handle.net/20.500.12799/3266

Alvariñas-Villaverde, M., y Pazos-González, M. (2018, oct./dic.). Estereotipos de género en Educación Física, una revisión centrada en el alumnado. Revista electrónica de investigación educativa., 20(4). https://doi.org/10.24320/redie.2018.20.4.1840

Amurrio Vélez, M., Larrinaga Rentería, A., Usategui Basozabal, E., y Del Valle Logroño, A. I. (2012). Los estereotipos de género en los/las jóvenes y adolescentes. XVII Congreso de Estudios Vascos: Gizarte aurrerapen iraunkorrerako berrikuntza = Innovación para el progreso social, 227-248. Consultado el 15 de abril de 2021. https://www.campuseducacion.com/blog/wp-content/uploads/2018/04/Estereotipos-de-g%C3%A9nero-en-los-j%C3%B3venes.pdf

Baneth-Nouailhetas, E. (2006). Clichés sur l’étranger: rêves étrangers et familiers. Limoge, Presses Universitaires de Limoge.

Bieberach, A., y Perea, Y. (1997). Roles y estereotipos. Fundación Para La Promoción de La Mujer, 1(1), 1–28.

Bonino, L. (2000). III. Varones, género y salud. Nuevas Masculinidades, 2, 41.

Bravo, C. P., y Moreno, V. P. (2007, 1 de enero). La interiorización de los estereotipos de género en jóvenes y adolescentes. Revista de Investigación Educativa, 25(1), 35-38. https://revistas.um.es/rie/article/view/96421

Canet Benavent, E., García Cuenca, E., Gascó Doménech, E., y Ribelles Arellano, A. (2003, marzo). Manual sobre la violencia contra las mujeres. Guía de información para la mujer en situación de abuso. Generalitat Valenciana. https://mobiroderic.uv.es/handle/10550/65571

Cantera, L. M., y Blanch, J. M. (2010, julio). Percepción Social de la Violencia en la Pareja desde los Estereotipos de Género. Psychosocial Intervention, 19(2), 121-127. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592010000200003&lng=es&tlng=es.

Caricote Agreda, E. (2006, julio-septiembre). Influencia de los estereotipos de género en la salud sexual en la adolescencia. Educere, 10(34), 463-470. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35603409

Castillo Sánchez, M., y Gamboa Araya, R. (2013, 30 de enero). La vinculación de la educación y género. Revista Electrónica Actualidades Investigativas En Educación, 13(1), 1–16. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44725654014

Del Castillo, C. C., Romero, A., y Erari Gil-Bernal, F. de M. (2018, 19 de octubre). Indicadores de Deseo, Autoerotismo e Impulsividad Sexual en Mujeres de la Ciudad de México. Acta de Investigación Psicológica, 3(1), 1031-1040. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/S2007-4719(13)70950-5

Del Valle, T. (2002). Modelos emergentes en los sistemas y las relaciones de género (Vol. 27). Narcea Ediciones.

Estrada Rodríguez, J. L., Mendieta Ramírez, A., Gonzáles Vidaña, B. Perspectiva de género en México: Análisis de los obstáculos y limitaciones. Biblioteca Digital, Repositorio Académico.

Fernández-Montesinos, A. (2016). Los estereotipos: definición y funciones. Revue d’études Ibériques et Ibéro-Américaines, (10), 53–64. https://iberical.sorbonne-universite.fr/wp-content/uploads/2017/02/Pages-from-Iberic@l-no10-automne-2016-Final-4.pdf

Fisas, A. V. (1998). El sexo de la violencia: género y cultura de la violencia (vol. 132). Icaria Editorial. https://books.google.com.mx/books?id=9BkbLa5WJh8C&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

García-Muñoz, N., y Martínez-García, L. del C. (2009, 15 de marzo). The positive representation of the image of women in the media. Comunicar, 32, 209-214. https://doi.org/10.3916/c32-2009-03-002

Gavaldón, B. G. (1999, 12 de marzo). Los estereotipos como factor de socialización en el género. Comunicar, (12). https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15801212

amas, M. (2000, enero-abril). Diferencias de sexo, género y diferencia sexual. Cuicuilco, 7(18). https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35101807.

Lluch, X., y Salinas, J. (1996). La diversidad cultural en la práctica educativa. Materiales Para La Formación Del Profesorado En Educación Intercultural. Madrid: Ministerio de Educación y Cultura. http://hdl.handle.net/11162/64516

Madolell Orellana, R., Gallardo Vigil, M. Á., y Alemany Arrebola, I. (2020, 28 de febrero). Los estereotipos de género y las actitudes sexistas de los estudiantes universitarios en un contexto multicultural. Profesorado, Revista de Currículum y Formación Del Profesorado, 24(1). https://doi.org/10.30827/profesorado.v24i1.8148

ONU. Organización de las Naciones Unidas. (2018). Igualdad de género y empoderamiento de la mujer. Desarrollo Sostenible. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/

Páez, D. (2006). Relaciones entre grupos, estereotipos y prejuicio. En D. Páez, I. Fernández, S. Ubillos y E. Zubieta (Coords.), Psicología social, cultura y educación (pp.751-815). Madrid: Pearson Prentice Hall.

Simón, M. E. (2005). Convivencia y relaciones desiguales. Currículum y género. Revista Educar, pp.153-168. http://www.ciudadanas.org/ELENASIMON/

Stoller J, R. (1968). A further contribution to the study of gender identity. International Journal of Psycho-Analysis, 49 (2), 364–369. Consultado el 16 de febrero de 2021.

Suberviola, I. (2019). Diferencias en competencias emocionales desde la variable género.

Variables Psicológicas y Educativas Para La Intervención En El Ámbito Escolar, 3, 281–286.

Tello, S. A. S. (2020, 25 de noviembre). Procesos de empoderamiento de mujeres en condiciones de vulnerabilidad social para llegar a ser Jefas de Hogar. RevID, Revista de Investigación y Disciplinas, (3), 151–175. https://www.evirtual.unsl.edu.ar/revistas/index.php/revid/article/view/110

UNESCO. (2017). La Igualdad de Género y la Cultura. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Consultado el 3 de diciembre de 2020.

Vázquez, V., & Arellano, M. E. C. (2008, junio). Género, sexualidad y poder el chisme en la vida estudiantil de la Universidad Autónoma Chapingo, México. Estudios Sobre Las Culturas Contemporáneas, 14(27), 77–112. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31602704

Wagner, J., Sackett-Taylor, A. C., Hodax, J. K., Forcier, M., & Rafferty, J. (2019, 17 de mayo). Psychosocial overview of gender-affirmative care. Journal of Pediatric and Adolescent Gynecology, 32(6), 567–573. doi: 10.1016/j.jpag.2019.05.004.

Yurrebaso, A., Picado, E., Paiva, T., & Pérez, J. L. (2018, 1 de noviembre). Percepción juvenil de los estereotipos de género a través de nuevos agentes de socialización. Egitania Sciencia, 2(23), 173–191. http://egitaniasciencia2.ipg.pt/index.php/egitania_sciencia/article/view/239

 



[1][1]