Validez y fiabilidad del instrumento de análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes

 

Raúl Veloza Gamba[1]

[email protected]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-5084-9403

Sed educación Bogotá

Bogotá-Colombia

 

 

RESUMEN

El objetivo apuntó a realizar la validación y la fiabilidad del instrumento diseñado para el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes de grado 10 del Colegio Tom Adams Institución Educativa Distrital, IED, Bogotá, Colombia. El enfoque metodológico posibilitó el estudio descriptivo sustentado en un psicométrico, con la prueba y muestra de 20 adolescentes, para obtener evidencias tanto de la validación de contenido por juicio de expertos como de la medición de confiabilidad por cómputo del ‘coeficiente de fiabilidad alfa (α) de Cronbach’ para cada dimensión. El instrumento es un cuestionario concebido a partir del análisis y adaptación del Instrumento de Medición de Inteligencia Emocional (IMIE). El cuestionario definitivo quedo estructuró en 25 ítems con formato de respuesta tipo Likert y agrupados en tres dimensiones. Los resultados destacan en el cuestionario una concordancia del 100% entre los expertos respecto a la asignación de congruencia entre los ítems y las dimensiones. Esto es, el instrumento tiene un índice de validez de 0,85. Además, se obtuvieron adecuados coeficientes alfa (α) de Cronbach en las tres dimensiones: datos sociodemográficos es 0,88, recursos tecnológicos 0,876 y reflexión sobre el uso de las redes sociales 0,900. Esto confirmó una elevada consistencia interna del instrumento. Asimismo, los resultados logrados desde la aplicación de la prueba y el manejo del IMIE reflejan niveles adecuados de comprensibilidad. En conclusión, el cuestionario es un instrumento válido, fiable y útil en la consecución del objetivo para el cual fue elaborado según contexto educativo.

 

Palabras clave:  Confiabilidad, desarrollo de la inteligencia emocional, IMIE, juicio de expertos, uso de redes sociales, validez de contenido.

 


 

Validity and reliability of the quantitative analysis instrument on the use of social networks and the development of emotional intelligence in adolescents

 

ABSTRACT

 The objective was to perform the validation and reliability of the instrument designed for the quantitative analysis of the use of social networks and the development of emotional intelligence in adolescents in grade 10 of the Tom Adams School, District Educational Institution, IED, and Bogotá, Colombia. The methodological approach made possible the descriptive study supported by a psychometric, with the test and sample of 20 adolescents, to obtain evidence of both content validation by expert judgment and reliability measurement by computing the 'Cronbach's alpha (α) reliability coefficient' for each dimension. The instrument is a questionnaire conceived from the analysis and adaptation of the Instrument for Measuring Emotional Intelligence (IMIE). The final questionnaire was structured in 25 items with Likert-type response format and grouped into three dimensions. The results show a 100% concordance between the experts regarding the assignment of congruence between the items and the dimensions of the questionnaire. That is, the instrument has a validity index of 0.85. In addition, adequate Cronbach's alpha coefficients (α) were obtained in the three dimensions: sociodemographic data is 0.88, technological resources 0.876 and reflection on the use of social networks 0.900. This confirmed a high internal consistency of the instrument. Likewise, the results achieved from the application of the test and the handling of the IMIE reflect adequate levels of comprehensibility. In conclusion, the questionnaire is a valid, reliable and useful instrument in achieving the objective for which it was developed according to the educational context.

 

Keywords:  Reliability, Development of emotional intelligence, IMIE, Expert judgment, Use of social networks, Content validity.

 

 

 

Artículo recibido 29 abril 2023

Aceptado para publicación: 29 mayo 2023


INTRODUCCIÓN

Esta investigación está orientada a la dilucidación del tema-problema de los procesos de validez y confiabilidad de los instrumentos de investigación, en tanto que "el cuestionario se construya siguiendo criterios clave de calidad como la validez y la fiabilidad" (García, Espín, Hernández y Alarcón, 2006. p. 3) dado que "utilizar un instrumento validado y confiable favorece el análisis de las hipótesis o preguntas aplicadas al campo de la educación" (Kimberlin y Winterstein, 2008, p. 6). En reciprocidad a lo antepuesto, conviene señalar que, "para determinar la fiabilidad, se debe previamente validar el instrumento de investigación mediante el juicio de expertos (validez de contenido)" Avilez, 2007 (citado en Corral (2009). Así, de lo antepuesto, es notable de retomar la posibilidad de acceso a una colección de atributos subjetivos que funcione para examinar las propiedades psicométricas de un instrumento o, lo que es igual, para evaluar cualitativamente sus respectivos ítems en tanto su "diseño permita recoger de manera válida y confiable la percepción de los sujetos en diferentes momentos" (Montero, 2013, p. 3).

En relación con estos señalamientos, la importancia de esta dilucidación viene dada por la problematización de fundamentos que la aportación de evidencias psicométricas reclama para la explicitación teórica-metodológica de la calidad de medida -del análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes- en su adaptación a un contexto educativo en el que es cotidiano el uso del teléfonos inteligentes, computadores y tabletas conectados a Internet.

En líneas generales, importa dejar claro que el valor de las siguientes teorizaciones, principalmente acerca del método y los resultados, como práctica científica radica en la posibilidad de mostrar -de manera racional y objetiva- una realidad educativa en los términos discursivos en que la “validez y fiabilidad del instrumento de análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentespuede ser mejor comunicada a través de un texto académico, y en los términos prospectivos en que pueda llegar a ser mejor entendida, definida y aplicada en otros contextos y campos del saber.


 

METODOLOGÍA

El diseño y desarrollo del método de investigación implicó la ejecución de un estudio descriptivo mediante la aplicación de un psicométrico, considerando el diseño de una prueba aplicable a 20 adolescentes, para el encuentro de pertinentes y necesarias evidencias que le son propias tanto a la validación de contenido por juicio de expertos como a la medición de la fiabilidad (consistencia interna) mediante el cálculo del "coeficiente de fiabilidad alfa de Cronbach (α)" para cada dimensión.

Muestra del estudio

La muestra, organizada por muestreo de conveniencia no probabilístico, incluyó a 8 expertos que, con sus reconocidas capacidades humanas, experiencias de investigación y funciones académicas, aceptaron voluntariamente participar en la validez de contenido por juicio de expertos. Entre los criterios aplicados en la organización de la muestra se consideraron: “experiencia del experto en la emisión de juicios y toma de decisiones, nivel de reputación en la comunidad académica y científica, disponibilidad y motivación para participar, mantener un importante grado de imparcialidad y cumplimiento” (Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez, 2008, p. 4). Así, como también “estar capacitado en las técnicas de clasificación de preguntas para validez de contenido” (Garrido, Romero, Ortega, Zagalaz, 2011, p. 3). Justamente, es propicio señalar que, en la definición de esta muestra, los criterios de exclusión utilizados fueron la revocación del consentimiento informado y la no entrega del material evaluado en el plazo establecido.

En suma, atendiendo cognitiva y comprensivamente el objetivo de investigación planteado en la validez de contenido por juicio de expertos se distingue la participación de: 1. Laura Carlota Fernández García, [email protected], Universidad de Oviedo, Facultad de Formación del Profesorado y Educación Universidad de Oviedo; 2. Jesika Ivete Ortega Reyes, [email protected], Colegio de Estudios Científico y Tecnológicos del Estado de Durango, Departamento de Gestión de Calidad del Colegio de Estudios Científico y Tecnológicos del Estado de Durango, México; 3. Elías Arab L, [email protected], Psiquiatría de Niños y Adolescentes. Departamento de Psiquiatría. Clínica Las Condes; 4. Gemma Tur, [email protected], Universidad de las Islas Baleares, profesora asociada del departamento de pedagogía aplicada y psicología de la educación de la universidad de las islas baleares, España; 5. R. Del Moral Pérez, [email protected], Revista EDUTEC, Universidad de Oviedo, España, Universidad de Oviedo, España; 6. Ivory Mogollón de Lugo, [email protected], Revista EDUTEC, Universidad Central de Venezuela; 7. Antonio José Fernández Leiva, [email protected], Universidad de Málaga, Revista EDUTEC. 8. Mercedes González-Sanmamed, mercedes.gonzalez.sanmamed@udc, Universidad de A Coruña, España Revista EDUTEC.

Validez de Contenido por Juicio de Expertos

En esta sección se hace explícita una mirada conceptual a la validez de contenido por juicio de expertos considerando que ésta "ha sido bien aceptada en pruebas educativas" (Martínez, Hernández y Hernández, 2006, p. 22) y, por tanto, es la validez que se utilizó en la presente investigación “como medio que permite a los expertos construir unas experiencias controladoras de posibles sesgos de contenido en el análisis de datos” (Bernal-García, Salamanca, Gutiérrez y Quemba, 2020, p. 7). En reciprocidad a lo antepuesto, Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez (2008), agregan:

El juicio de expertos es un método de validación útil para verificar la fiabilidad de una investigación que se define como una opinión informada de personas con trayectoria en el tema, que son reconocidas por otros como expertos cualificados en éste, y que pueden dar información, evidencia, juicios y valoraciones (p. 29).

Dentro de este contexto, Urrutia, Barrios, Gutiérrez y Mayorga (2014) afirman que esta categoría de validez “permite comprobar la calidad de un instrumento, verificando si este evalúa lo que pretende medir” (p. 1). A este nivel, vale señalar, que esta categoría de validez “generalmente se desarrolla a través de un panel o un juicio de expertos” (Ding y Hershberger, 2002, p. 22). En este sentido, Cabero y Llorente (2013) explicitan que “no hay acuerdo unánime para la definición del número de expertos” (p. 6). En correspondencia, Hernández-Nieto (citado en Sánchez, 2021), indica, “el instrumento ha de ser revisado y evaluado por al menos 3 expertos en el tema” (p. 1). Y, Corral (2009) afirma “otros autores, fundamentados en la aplicación de variables estadísticas, concluyen que la cantidad ideal varía entre 15 y 25 expertos” (p. 3). En forma coincidente, Urrutia, et al, (2014) manifiestan "varios autores señalan que el número de expertos dependerá de los objetivos del estudio, con un rango entre 7 y 30 expertos" (p. 2).

En función de todo lo expresado anteriormente, se decidió que el laborioso trabajo de validez de contenido contara con el apoyo de ocho expertos a los que “se les solicitó que valorasen diferentes aspectos sobre la información inicial, la escala de medida, y los ítems del cuestionario, así como una valoración global del mismo” Wiersma, 2001 (citado en Garrido, et al., 2011, p. 8). Esto, a todo efecto de contribuir con la consecución del objetivo de investigación: “realizar la validación y la fiabilidad del instrumento diseñado para el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes de grado 10 del Colegio Tom Adams Institución Educativa Distrital, IED”.

En consecuencia, cada experto recibió: un instrumento, el formato de valoración cualitativa de los ítems (ver tabla 1) y el instructivo de validación sobre el cual debían especificar: a) nivel de dificultad para la comprensión de los diferentes ítems, b) claridad semántica en cada ítem, c) congruencia entre cada ítem y su correspondiente dimensión y e) validez del conjunto de ítems respecto a garantizar el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes. Cabe señalar aquí que las actividades de análisis y juicio final de la validez se llevaron a cabo en aproximadamente tres meses y, cumplido este plazo, se solicitó a los expertos por vía Internet la devolución del material.

Diseño del Instrumento por IMIE

El instrumento fue diseñado a partir de la realización de tres actividades principales: Frente al desarrollo de la primera se comenzó la investigación documental respaldada por una rigurosa revisión bibliográfica acerca del tema-problema objeto de estudio. De esta manera, se procedió a intensificar la búsqueda metódica de artículos científicos en fuentes documentales, Redalyc, Google Académico, SciELO, entre otras. Así, las emprendidas tareas de revisión y búsqueda fueron luego argumentadas en base a las evidencias reportadas por terceros. Entonces, el logro de esta actividad de investigación se posicionó para construir el mejor fundamento teórico de la naturaleza del instrumento.

En correlación, el devenir de la segunda actividad partió del análisis “del objetivo y de la información necesaria del cuestionario inicial” Cohen y Manion, 1990 (citados en Garrido, et al., 2011, p. 11). De acuerdo con lo anterior, importa resaltar que el diseño del instrumento contempló la constatación de una determinada traducción del objetivo y de las variables (caracterización psicológica y social del uso de las redes sociales, uso cuantitativo-cualitativo de redes sociales por parte de los adolescentes y desarrollo de la inteligencia emocional de los adolescentes) a través de la serie de ítems elaborados y desarrollados para el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes.

En suma, la tercera actividad involucró un acercamiento cognitivo-comprensivo a la estructura y sentido psicométrico del Instrumento de Medición de Inteligencia Emocional (IMIE), llamado Trait Meta Mood Scale (TMMS), elaborado por Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai (1995), que según Mikulic, Crespi, Caballero, Aruanno y Paolo (2017), “consta de 48 ítems, con formato de respuesta tipo Likert, agrupados en tres dimensiones: Atención, Claridad y Reparación Emocional” (p. 2). En sentido específico, este acercamiento se realizó siguiendo criterios de calidad y ética y buscando formalizar una adaptación lingüística y conceptual del IMIE para diseñar objetiva y racionalmente un instrumento con las propiedades psicométricas adecuadas al análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes.

Reforzando lo expresado, el IMIE funcionó como modelo de datos y patrón de coordinación en la redacción, análisis y revisión de pertinentes ítems a todo efecto de reconocer si los mismos han de resultar relevantes, representativos y congruentes con las dimensiones (datos sociodemográficos, uso de recursos tecnológicos y reflexión sobre el uso de las redes sociales) planteadas y de las que son parte, además se examinó si dichos ítems quedaron correctamente redactados a fin de que los adolescentes-encuestados concibieran las respuestas que importan al análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional.

Concretamente, teniendo en cuenta la consecución de las tres actividades enunciadas, se obtuvieron un total de 25 ítems diseñados según escala tipo Likert pues Esnaola y Grandmontagne (2005) afirman que, “es uno de los diseños más empleados actualmente” (p. 4), y Arteaga, Ortega y González (2016), “cuando el objetivo del instrumento es medir el comportamiento típico de los examinados, se suele utilizar ítems multipunto o tipo Likert” (p. 1). Además, esto fue conveniente para que cada adolescente encuestado pudiera identificarse desde cada ítem con cinco niveles o grados de acuerdo o desacuerdo sobre el tema, yendo desde 1. Siempre (S), 2. Casi Siempre (CS), 3. Algunas Veces (AV), 4. Casi Nunca (CN) y hasta 5. Nunca (N).

Prueba

Posteriormente, el instrumento, obtenido como producto de la consecución de los procesos de la validez de contenido por juicio de expertos, la consistencia interna, así como el diseño y ajuste de los ítems según modelo IMIE, fue sometido a prueba, para medir el grado de comprensibilidad, con una muestra de 20 adolescentes, caracterizada en 10 varones y 10 mujeres con edades comprendidas entre 14 a 18 años, considerando también “que contaran con las mismas características esperables de la población” (Merino-Soto y Livia, 2009, p. 5). En términos generales, cabe señalar que durante el desarrollo de la prueba se produjeron acontecimientos que pudieron afectar significativamente a la sensibilidad conceptual de los alumnos, entre ellos: la pandemia del Covid-19, las restricciones de movilidad de los estudiantes y la presencia de importantes niveles de incertidumbre económica y social a nivel nacional e internacional.

Asimismo, en el devenir de la prueba, los adolescentes fueron informados sobre el objetivo relevante, enfatizando que sus datos personales no serían registrados o publicados, que su participación era voluntaria y que, si en algún momento deseaban retirarse, podían hacerlo sin ningún tipo de impedimento. Precisando de una vez, el principio organizador de la prueba consistió en subdividir la muestra en 2 grupos, el grupo de estudiantes que podía hacer uso de las redes sociales de forma continua y poseía la tecnología móvil celular y el grupo de estudiantes que solo podía hacer uso intermitente de las redes sociales debido a que no poseía la tecnología móvil celular y además experimentaban una importante limitación de acceso a Internet. En concreto, el instrumento se aplicó en una encuesta “como técnica de recogida de información, describiendo los pasos que deben seguirse para su realización y centrando el interés fundamentalmente en la elaboración de su instrumento básico, el cuestionario” (García et al., 2006. p. 6). Asimismo, las respuestas que, en la forma de datos, “están estrechamente relacionados con la validez de contenido” (Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez, 2008, p. 4), fueron autogestionadas con un tiempo de espera aproximado de 30 minutos y una asistencia considerada como hecho aleatorio con un índice de omisión por no asistencia del 10% y por respuestas incompletas 18%.

Coeficiente de Fiabilidad Alfa (α) de Cronbach

La fiabilidad se calculó mediante el análisis de la consistencia interna, utilizándose el coeficiente de fiabilidad alfa (α) de Cronbach que, según Garrido, et al. (2011), “debe interpretarse como un indicador de la consistencia interna de los ítems, pues se calcula a partir de la covarianza entre ellos” (p. 3). Esto es así, en tanto Campo-Arias y Oviedo (2008) expresan, “los valores serán aceptables si se encuentran entre 0.70 y 0.90, y excelentes entre 0.85 y 0.90” (p. 11).

En este sentido, se aclara, la prueba de fiabilidad del instrumento se realizó con la muestra definitiva de 60 adolescentes del grado 10 del Colegio Tom Adams, Institución Educativa Distrital. De acuerdo con lo anterior, Gonzáles (2006), explica, el coeficiente de fiabilidad alfa (α) de Cronbach es “uno de los coeficientes de consistencia interna más utilizados y tratados en la literatura de la teoría clásica para evaluar la fiabilidad” (p. 304). Este argumento destaca en la evaluación de la fiabilidad del instrumento a consideración de que el coeficiente alfa (α) de Cronbach aplicó según la formula siguiente:


Dónde:

α = Coeficiente de Cronbach.

I = Número de ítems.

∑Si2 = Suma de la varianza de cada ítem.

St2 = Varianza total del test o cuestionario.

RESULTADOS

Como primera vía expositiva de los resultados se elige la del hábil manejo de los datos obtenidos desde la validación de contenido por juicio de expertos, ligada a la construcción del instrumento para el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en adolescentes. En este contexto, los datos recogidos fueron almacenados y procesados en el programa Microsoft Excel. Desde allí, se optó por advertir la compleja relación de relaciones entre el diseño del cuestionario, su eficiente-robustez con respecto al objetivo para el que fue creado-construido y el tema-problema de intervención-estudio. En concreto, el índice de validez obtenido -como síntesis o composición del análisis de los datos aportados por los 8 expertos- es de 0,85; el cual se considera adecuado y significativo por cuanto "el índice de validación del instrumento que mide cuestiones educativas debe ser superior a 0,70 puntos" Hurtado y Toro, 2007 (citados en Posso y Bertheau, 2020, p. 10).

Además, lo que también se pretende dilucidar en esta primera vía es que el sistema de descripciones-apreciaciones establecido por los expertos fueron entendidas como “contribuciones de tipo cualitativo indispensables en el desarrollo de un instrumento” Ortega, Jiménez, Palao y Sainz, 2008 (citados en Garrido, et al., 2011, p. 16). El desarrollo de estas descripciones-valoraciones llevó a los expertos a un enfoque de uso en el que se dio a conocer el formato de valoración cualitativa de los ítems. Ver tabla 1.


 

Tabla 1.  Formato de valoración cualitativa de los ítems

Categoría

Calificación

Nota

Relevancia: La pregunta es primordial o fundamental y debe ser incluida.

1. No cumple con el criterio

La pregunta debe ser modificada o eliminada.

2. Bajo concepto

Por su baja importancia, se puede prescindir de esta.

3. Medio concepto

La pregunta es medio relevante, y puede usarse dentro del contexto determinado.

4. Alto concepto

La pregunta es relevante y abarca la esencia del tema.

5. Excelente concepto

La pregunta es excelente y abarca la esencia del tema.

Pertinencia: La pregunta es apropiada y congruente con el tema.

1. No cumple con el criterio

La pregunta no responde a la necesidad del tema

2. Bajo concepto

La pregunta debe ser modificada o eliminada, respecto a la necesidad del tema.

3. Medio concepto

La pregunta tiene un nivel medio de importancia respecto al tema y debe ser modificada.

4. Alto concepto

La pregunta es relevante y si puede usarse dentro del instrumento.

5. Excelente concepto

La pregunta es excelente y abarca la esencia del tema.

Claridad: La pregunta se concibe de manera fácil y está construida gramaticalmente bien.

1. No cumple con el criterio

La pregunta no es clara y está mal construida desde la semántica.

2. Bajo concepto

La pregunta debe ser modificada desde lo sintáctico hasta lo semántico.

3. Medio concepto

La pregunta debe ser modificada para su mejor interpretación.

4. Alto concepto

La pregunta es clara y está bien construida para su interpretación.

5. Excelente concepto

La pregunta es muy clara y consistente gramaticalmente.

Fuente: Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez (2008)


 

Con esto se quiere poner énfasis en que tal formato se convirtió en una aproximación, que tuvo un carácter previo o si se quiere pre-científico, que los expertos utilizaron para el organizado análisis de los ítems. Se impuso, por tanto, la definición y delimitación de cada ítem especialmente relacionadas con la relevancia, la pertinencia y la claridad. Desde allí, se obtuvieron resultados que dieron cuenta de la robustez cualitativa del instrumento, esto es, en relevancia 4,63, pertinencia 4,63 y claridad 3,50, en una escala de 1 a 5 dependiendo, por supuesto, de la direccionalidad hacia el uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional. Ver tabla 2

La segunda vía expositiva refiere al estudio de la confiabilidad a través de un análisis de la consistencia interna de los ítems, desde el que se verificaron ‘coeficientes de fiabilidad alfa (α) de Cronbach’ muy buenos para las tres dimensiones del instrumento. En tal sentido, para la dimensión ‘datos sociodemográficos’ se obtuvo una consistencia de 0,88; para la dimensión ‘uso de recursos tecnológicos’ 0,876 y para la dimensión ‘reflexión sobre el uso de las redes sociales’ 0,900. Con respecto a estos resultados, del coeficiente de fiabilidad alfa (α) de Cronbach en cada una de las dimensiones, se constató una buena consistencia interna y homogeneidad de los ítems y esto significó una excelente confiabilidad respecto a la utilización del instrumento en la prueba con 20 adolescentes.

Tabla 2  Dimensiones e ítems con los valores de relevancia, pertinencia y claridad

Fuente: Elaboración propia

Justamente, en atención a estas vías expositivas es de vital importancia destacar que el instrumento se consideró válidamente idóneo para medir el comportamiento de sus dimensiones subyacentes a partir de los ítems diseñados y, al mismo tiempo, es un producto de gran utilidad científica por cuanto el pertinente diferencial de información recogido se constituyó en insumo clave para la investigación. A modo de síntesis corresponde aludir que, en efecto, no fue necesario introducir cambios en la red lingüística y de sentido conceptual del instrumento.

Por lo anterior, se concluye que la evidencia obtenida tanto de la validación de contenido por juicio de expertos como de la medición de la confiabilidad mediante el cómputo del coeficiente de fiabilidad alfa de Cronbach (α) es favorable a los efectos de acortar los tiempos en la metódica aplicación del instrumento e inducir la adecuada diferenciación conceptual de cada ítem y la objetividad de las opciones de respuesta. Sin embargo, para concluir con esta elaboración, sólo resta señalar que las dos vías expositivas de los resultados, como inferencias teóricamente expresables, permiten precisar que aún quedan importantes investigaciones empíricas por realizar en la búsqueda de evidencias psicométricas con muestras de mayor tamaño para generar instrumentos de alto impacto en el aprendizaje mediado por la tecnología educativa y que a su vez fortalezcan el rol docente y estudiantil ante la globalizada industria 4.0 y la nueva normalidad.

CONCLUSIONES

El objetivo de investigación apuntó a “realizar la validación y la fiabilidad del instrumento diseñado para el análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes de grado 10 del Colegio Tom Adams Institución Educativa Distrital, IED, Bogotá, Colombia”. En un sentido más concluyente y discutible, el logro de este objetivo estuvo vinculado a la obtención de evidencias psicométricas como garantía teórica para explicitar la calidad metodológica de la medición que se realizó sobre una muestra de 20 adolescentes y que se consideró como posibilidad científica para la aplicación del cuestionario (validado y confiable) en otros contextos educativos.

En efecto, en primer lugar, mediante investigación documental y manejo del IMIE, se logró un adecuado ajuste y adaptación de 25 ítems que resultaron relevantes, representativos y congruentes con las dimensiones planteadas. En segundo lugar, se reportó una evidencia de validez adecuada y significativa por el índice resultante de 0,85. En tercer lugar, la evidencia de consistencia para las dimensiones: ‘datos sociodemográficos’ 0,88; ‘uso de recursos tecnológicos’ 0,876 y ‘reflexión sobre el uso de las redes sociales’ 0,900 explicita una importante consistencia interna y homogeneidad de los ítems.

Aunado a estos resultados, el rango de valores obtenido para consistencia por dimensiones concuerda con el reportado por Acosta y Clavero (2017), en su estudio denominado “Validación inicial de un instrumento en construcción para evaluar la Inteligencia Emocional, como conjunto de habilidades, en una muestra de alumnos de Educación Secundaria”. Acá, Acosta y Clavero contaron una consistencia interna del cuestionario (IE) de .840. Esto significó la presencia tanto de niveles aceptables de fiabilidad respecto a las dimensiones identificadas como de intercorrelaciones positivas entre los totales y las dimensiones que los conforman y además las correlaciones resultaron positivas y significativas. En conclusión, se determinó que el instrumento puede aplicarse en el ámbito psicosocial educativo en la población adolescente.

De seguido, para enfatizar en la validez de contenido por juicio de expertos se considera la investigación de Jiménez, Ortega, Valencia y Resendiz (2022), de título: “Validación por Jueces de un Programa en Educación Emocional para Adolescentes en tiempos de pandemia por COVID-19”. Desde allí, Los resultados fueron analizados de forma descriptiva para indicar que el 100% de los jueces razonaron el programa como adecuado para aplicar en objetivos, procedimientos y resultados esperados y concluyen que el diseño del programa es adecuado y apto para su aplicación previendo que los adolescentes se verán beneficiados por su participación. De esta manera, se concluyó que el análisis de la pertinencia de una intervención a partir de expertos favorece la validación de las intervenciones, incrementando el éxito de la implementación.

En coincidencia con la finalidad apropiable a la investigación Pérez, Alegre y López (2021) en su estudio acerca de la “Validación y fiabilidad del cuestionario de desarrollo emocional en Adultos (CDE-A35)” obtuvieron destacables correlaciones con otras pruebas de inteligencia emocional (TEIque y CTI), así como con las dimensiones de la prueba de personalidad (NEO-FFI) y con el Inventario de habilidades sociales (EHS) que confirmaron la validez convergente del instrumento (cuestionario). Asimismo, mediante los análisis de regresión Pérez, Alegre y López confirmaron la validez incremental del CDE-A35 sobre otras pruebas ya establecidas. En definitiva, el CDE-A35 resulto ser un instrumento bien fundamentado teóricamente y con buenas características psicométricas por lo que se consideró óptimo para evaluar la inteligencia emocional en adultos.

Por otro lado, para resaltar posibles limitaciones metodológicas de la prueba, cabe aquí destacar que el hecho de haber utilizado una muestra de sólo 20 estudiantes -adolescentes que hacen vida social educativa en el Colegio Tom Adams Institución Educativa Distrital, IED, Bogotá, Colombia- puede haber llevado a una generalización limitada de los resultados. Por ello, es importante que futuros estudios traten de ampliar las características tanto sociales como educativas de la muestra. Sin embargo, puede ser válido destacar que las propiedades psicométricas del instrumento se mantuvieron estables durante su aplicación a este grupo cultural adolescente. Positivamente, esto no necesariamente implica que los resultados de esta investigación no puedan ser considerados como una “adaptación local que permite, entre otras cosas, realizar comparaciones válidas con los resultados obtenidos en otros países” González, Custodio y Abal (2020). En este sentido lógico, es posible razonar las propiedades psicométricas presentadas como satisfactorias, por lo cual el instrumento resultó válido y fiable para la medición del “análisis cuantitativo del uso de las redes sociales y el desarrollo de la inteligencia emocional en los adolescentes” en una muestra de 20 adolescentes. Los resultados obtenidos se suman a los evidenciados por los estudios presentados que verifican su funcionamiento psicométrico robusto.

LISTA DE REFERENCIAS

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Capel, F. (2020). La influencia de las redes sociales en la inteligencia emocional de jóvenes y adolescentes. [Trabajo de grado, Universidad de Almería]. Repositorio UAL. http://hdl.handle.net/10835/9904   

Corral, Y. (2009). Validez y Confiabilidad de los Instrumentos de Investigación para la Recolección de Datos. Revista FCE. Volumen 19, Número 33. Pp. 229-47. http://hdl.handle.net/123456789/1949

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ANEXOS

Cuestionario final, dimensiones y variables

 

Interfaz de usuario gráfica

Descripción generada automáticamente con confianza mediaTexto, Carta

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