Factores de aprendizaje que influyen en la educación primaria

 

Dulmary Artunduaga Parra[1]

[email protected]

https://orcid.org/0009-0005-4683-0434

Universidad de la Amazonía.

Colombia.

 

RESUMEN

La educación posee un rol esencial dentro del desarrollo humano a nivel individual y social, de allí que ante las deficiencias y problemas evidenciados en los estudiantes, la responsabilidad docente y la vocación pedagógica del apostolado educativo, conduce a la identificación de los diferentes factores de aprendizaje que influyen positiva y negativamente en el desempeño de los estudiantes de primaria de la Institución Educativa Rural El Lobo del Municipio de Puerto Rico, Departamento de Caquetá, Colombia. Este es un ensayo reflexivo sobre una investigación de corte cualitativo, y tipo estudio de caso, en base al impacto de la participación, capacitación y papel de los diferentes miembros de la comunidad educativa en la deserción escolar, bajo desempeño académico, escasa motivación y éxito educativo de los educandos, concluyéndose que, frente a múltiples dificultades de índole pedagógico, social, familiar, tecnológico y económico, el trabajo mancomunado es la única respuesta posible.

 

Palabras clave: factores de aprendizaje; influencia; barreras; trabajo mancomunado; educación primaria.


 

Learning factors that influence primary education

 

ABSTRACT

Education has an essential role within human development at the individual and social level, hence, given the deficiencies and problems evidenced in students, the teaching responsibility and the pedagogical vocation of the educational apostolate, leads to the identification of the different learning factors. that positively and negatively influence the performance of elementary students of the El Lobo Rural Educational Institution of the Municipality of Puerto Rico, Department of Caquetá, Colombia. This is a reflective essay on a qualitative research, and case study type, based on the impact of the participation, training and role of the different members of the educational community in school dropout, low academic performance, low motivation and success. education of the students, concluding that in the face of multiple difficulties of a pedagogical, social, family, technological and economic nature, joint work is the only possible answer.

 

Keywords: learning factors; influence, barriers; joint work; primary education.

 

 

Artículo recibido 05 junio 2023
Aceptado para publicación: 05 julio 2023

 


 

INTRODUCCION

La Educación: Importancia y Trascendencia para la Vida.

La educación constituye un Fenómeno inherente al hombre y absolutamente necesario para la existencia, sostenimiento y desarrollo de todas las sociedades humanas (Gvirtz et al., 2009). Al mismo tiempo, es un derecho fundamental universalmente reconocido, que se encuentra consagrado de forma expresa en la mayoría de las Constituciones y Cartas Políticas de los países del mundo, en virtud de la relevante función social que cumple, quedando en manos del Estado, la sociedad y la familia su efectivo cumplimiento y satisfacción (MEN, 2003),.

La educación es el camino más seguro que conduce al conocimiento y la única forma en que es posible comprender verdaderamente el mundo y su evolución, siendo el proceso más idóneo que facilita el aprendizaje y la mejor forma de promover habilidades y destrezas, potenciar competencias, adquirir valores, creencias, posturas políticas, sociales, culturales y religiosas; pero sobre todo, es el rasgo y la característica más humana que se puede identificar, porque separa a la especie y la eleva por sobre las meras funciones de la animalidad (Merani, 1972)

Por tanto, la educación dota a los individuos de las herramientas necesarias para participar de forma activa y productiva en la sociedad (Flores, 2011). En tal sentido, lejos de suponer un simple accidente de carácter circunstancial y de ocurrencia aislada, la educación “es una realidad que afecta al hombre en su totalidad, de tal modo que sin la educación la existencia humana perdería su sentido” (Manganiello y Bregazzi, 1980, p. 9), pudiendo incluso afirmarse que sin ella, la vida sería mucho más triste, oscura, difícil y limitada.

En tal sentido, al tratarse de un aspecto que posee un carácter estratégico para el desarrollo pleno, exitoso e integral de cada individuo (Briceño, 2011), así como para el crecimiento y progreso de la civilización moderna, atender de forma responsable, oportuna y diligente a la solución de los problemas, deficiencias y dificultades que se suscitan en relación a la misma, forma parte inescindible de la función docente. Después de todo, es rigurosamente cierto que lo construido durante la infancia incide directamente en la calidad de vida de las personas y sus oportunidades (Reyes, 2013), constituyendo la niñez y el periodo de educación primaria el escenario ideal para empezar a mejorar las experiencias y resultados de aprendizaje escolares.

En Búsqueda de Factores que Influyen en el Aprendizaje: 3 Corrientes y Perspectivas Epistemológicas y Filosóficas.

En la búsqueda e identificación de factores que influyen en el aprendizaje, existen tres corrientes de estudio, desarrolladas con enfoques muy disímiles, sustentadas en diversas nociones epistemológicas sobre la causalidad de los mismos, su importancia relativa, potenciales mecanismos de mejoramiento y la concepción filosófica que se tiene del conocimiento.

La primera es la sustentada en la teoría del aprendizaje por reestructuración (Aznar, 1992; Pozo, 1996; Coll, 2001), bajo enfoques constructivistas del aprendizaje, que abordan los factores que inciden directamente en los procesos relacionados con la actividad mental de los educandos, los procesos de mediación desarrollados en el aula, la relevancia y pertinencia de los contenidos, pero, sobre todo, la significatividad de los aprendizajes.

La segunda está representada por diversas corrientes que sostienen la causalidad no lineal dentro de los factores que influyen en los procesos escolares, apoyándose en perspectivas que escapan a la racionalidad técnica, y apelan a elementos de naturaleza cultural intangible (López, 1991; Bardisa 1997; Bolívar, 2000).

La tercera, generada desde distintas áreas de investigación, es la fundamentada en la eficacia escolar, la cual puede abordarse desde diferentes perspectivas, estudiando los factores que influyen en: a) la productividad escolar; b) la evaluación del impacto de los programas compensatorios; c) el éxito de escuelas inusualmente efectivas; d) la igualdad de oportunidades educativas; e) la eficacia docente (Scheerens, 1999). Al respecto, ha de señalarse que en la actualidad, esta es la corriente con mayores índices de aceptación, ya que las situaciones de competitividad internacional generadas como consecuencia de la globalización, hacen que conseguir elevados estándares de calidad y rendimiento académico, sean toda una necesidad para los diferentes países, a fin de contar con ciudadanos calificados y aptos para desenvolverse y participar activa y productivamente en la sociedad del siglo XXI.

A tal efecto, en materia de eficacia se dispone en primera instancia de las calificaciones obtenidas por los educandos en las evaluaciones regularmente desarrolladas de manera interna dentro de cada Institución educativa, pero también en Colombia se cuenta con las pruebas SABER, implementadas por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES), a modo de evaluaciones externas estandarizadas que permiten monitorear el progreso de los estudiantes colombianos en momentos clave de su formación (MEN, 2021), así como las pruebas Pisa, coordinadas por la OBDE, que revelan la situación de los países dentro del contexto internacional, en materia de desarrollo de competencias educativas básicas (OCDE, 2015), y cuyos últimos informes de resultados indican que hay mucho trabajo pendiente para lograr la excelencia educativa a que aspiran y por la que trabajan día a día la mayoría de los educadores colombianos.

Trabajo en el Aula: Necesidad de un Mayor Nivel de Conciencia, Capacitación y Responsabilidad Desde el Campo Docente.

Dentro de la población analizada, resulta evidente que la actual práctica pedagógica necesita una mayor proactividad por parte de los educadores, al ejercitar sus habilidades para detectar y solucionar los problemas educativos, con miras a fortalecer las competencias que requieren sus estudiantes para desempeñarse social y laboralmente, aspirando a un mejor futuro, más próspero, estable y sostenible (Leyva y Campos, 2019), teniendo presente por sobre todo, que las aptitudes y actitudes desarrolladas en la escuela, deben estar dotadas de significado, utilidad y aplicabilidad, es decir, ser realmente pertinentes, con el propósito de educar para la vida.

Para ello, resulta indispensable evitar la monotonía letárgica e improvisaciones irresponsables dentro del aula, para empezar a llevar a cabo una consistente labor de planificación e implementación de estrategias pedagógicas, y no solo las actividades de trasmisión-divulgación y evaluación de los aprendizajes (Feo, 2010). Empero, para ello se requiere una actitud comprometida en los maestros.

Por ejemplo, es necesario que el educador busque conocer a los estudiantes e indagar cuáles son sus potencialidades y deficiencias, a fin de tomar decisiones acertadas que conduzcan a la resolución de problemas (Ausubel, 1983), mediante el proceso de enseñanza de saberes que posean aplicación dentro de un contexto real. (Molina e Illán, 2008), correspondiendo también a los profesores, dar a conocer a sus estudiantes la aplicabilidad práctica de lo aprendido en clases, animándolos a proseguir con sus estudios, a soñar y trabajar por un futuro mejor.

Así pues, como apóstoles de la educación, el conocimiento y la ciencia, conviene conocer los orígenes de la vocación y retomar su verdadera esencia. Al respecto, etimológicamente la palabra pedagogía refiere a la forma de conducir al niño. Paidos significa niño; mientras que agein significa conducir (Jaramillo, 1990), de allí la necesidad de abandonar perspectivas conductistas decimonónicas, y empezar a crear experiencias de aprendizaje constructivistas (Kaufman, 1994), más dinámicas, participativas e interesantes.

Siendo necesario, además, generar climas de aprendizaje en los que los valores éticos y democráticos garanticen una armoniosa convivencia, en la que la tolerancia y el respeto por el otro y sus diferencias, sustituyan al acoso escolar que dificulta el normal desenvolvimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje (Molina e Illán, 2008), generando bajo rendimiento académico, deserción escolar, y llegando incluso hasta a lamentables casos de suicidio de niños y adolescentes.

Necesidad de Trabajo Mancomunado: Una Labor Donde Todos Pueden Contribuir en Favor de los Más Pequeños.

Asimismo, es preciso señalar que el proceso educativo es mucho más amplio que la escolarización, puesto que además de la escuela, existen otros ámbitos propicios para la formación de los individuos dentro de la sociedad (Gvirtz et al., 2009), siendo el hogar un espacio relevante, y el núcleo familiar, el grupo que ejerce más influencia dentro de la Educación de los sujetos, en especial durante los años de infancia.

En este sentido, “existe tal interdependencia entre la vida del hogar y la vida en la escuela, que los problemas de ésta se reflejan en el hogar, y viceversa” (Albarrán, 1979, p. 3). Es por ello que la violencia intrafamiliar, la falta de apoyo, interés y participación de los padres de familia y acudientes en la vida académica de los estudiantes, constituyen un factor que afecta negativamente su proceso de aprendizaje, y sobre el cual los docentes tienen un campo de acción sumamente limitado.

Por otra parte, que los educandos cuenten con una autoestima sana y una adecuada motivación resulta trascendental para garantizar la consecución de aprendizajes significativos, y asegurar el éxito educativo (Gallardo y Camacho, 2008). Al respecto, el docente puede ejercer su influencia voluntaria e involuntariamente sobre el espíritu de sus alumnos (Manganiello y Bregazzi, 1980) de forma cotidiana a través de la dinámica de clase. Siendo presiso que los educadores tengan presente que una sola palabra amable, un único gesto apropiado, un solo comentario amigable y una conducta respetuosa y firme, pero gentil y sensible, pueden generar una diferencia abismal en la vida educativa de los estudiantes.

Así pues, los niños y adolescentes que cuentan con familiares y profesores cercanos que les proporcionan la ayuda que requieren, sin reprenderlos, humillarlos o menospreciarlos, están en capacidad de afrontar sus trabajos escolares con confianza y seguridad, obteniendo resultados más exitosos, y permaneciendo durante más tiempo dentro del sistema educativo formal (Albarrán, 1979), consiguiendo una mayor preparación para alcanzar un futuro profesional exitoso.

Escenarios Difíciles: Cuando la Pobreza Extrema es el Enemigo de la Educación de los Niños del Campo.

Finalmente, no puede dejar de mencionarse la influencia que tienen los factores sociales y económicos como poderosos condicionantes del aprendizaje educativo. En tal sentido, aunque desde las aulas los educadores no poseen ninguna capacidad para trasformar las realidades y el contexto en el que viven sus estudiantes, es preciso comprender que las difíciles situaciones de pobreza extrema de las familias, lamentablemente frecuentes en los países latinoamericanos, generan diversos factores que influyen negativamente en esta materia.

Escenarios de falta de servicios básicos, condiciones de vida insalubres, desnutrición, falta de alimentación, vestido y calzado, trabajo infantil y largas caminatas para ir desde sus hogares y volver de la escuela, comprometen sensiblemente el desarrollo de la capacidad neuronal y cognitiva, los niveles de motivación y apoyo de las familias, la disponibilidad para asistir regularmente a clases y cumplir con las tareas asignadas, afectando el rendimiento académico, y conduciendo irremediablemente a la deserción escolar (Jadue, 1996).

Reflexiones Finales: Una Voz que Grita en el Desierto Pedagógico y Social.

En suma, ya que son múltiples los factores que influyen en el aprendizaje de los estudiantes de educación primaria, y que la solución aislada de aquellos que conciernen al desarrollo de las actividades de aula, es necesaria pero no suficiente, urge implicar a todos los miembros de la comunidad educativa (estudiantes, padres y acudientes, docentes y directivos), a desarrollar un trabajo articulado y mancomunado en fabor de un mejor futuro para estos niños. “La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo”, (Freire, 1999, p. 6); y es precisamente educándose y preparándose para estar a la altura de las elevadas exigencias del siglo XXI, como los niños de comunidades humildes como las del Municipio El Lobo, podrán crecer fortaleciendo sus potencialidades y capacidades personales, rompiendo con su esfuerzo, dedicación y capacitación, las pesadas cadenas de pobreza, miseria y dolor que ataron a este pueblo durante muchas generaciones (Larrañaga, 1996).

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