El estado del inglés como L2 en México durante los últimos años

 

Gabriela Artime Contreras[1]

[email protected]

https://orcid.org/0009-0007-9494-3796

 

Eleazar Morales Vázquez

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-1596-5043

Rolando Guadalupe Silván Almeida

[email protected]

https://orcid.org/0009-0000-1559-6650

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Villahermosa - México

 

 

RESUMEN

En México se ha buscado la implementación del inglés como segunda lengua (L2) en todos los niveles educativos de forma homogénea; sin embargo, en los últimos años ha habido un retroceso en el dominio de este idioma entre los mexicanos y no se han identificado cambios positivos que sean significativos para enfrentar esta problemática. En este artículo se presenta una revisión documental respecto a la situación que ha vivido el país en materia de enseñanza-aprendizaje del inglés desde el 2015 hasta la actualidad. Asimismo, se aplicó un análisis de contenido a estudios realizados durante dicho periodo y se resaltan propuestas previamente planteadas por una agrupación de instituciones y organismos preocupados por el estado del país respecto a la adquisición del idioma, las cuales podrían retomarse considerando que aún no se han enfrentado problemáticas específicas de mayor impacto negativo.

 

Palabras clave: aprendizaje del inglés; enseñanza del inglés; nivel de inglés.

 

 


 

The status of English as L2 in Mexico in recent years

 

ABSTRACT

In Mexico, the homogeneous implementation of English as a second language (L2) has been sought at all educational levels; however, in recent years there has been a recovery in the command of this language among Mexicans and no significant positive changes have been identified to address this problem. This article presents a documentary review regarding the situation that the country has experienced in terms of teaching-learning English from 2015 to the present. Likewise, a content analysis was applied to studies carried out during said period and proposals previously raised by a group of institutions and organizations concerned about the state of the country regarding language acquisition were highlighted, which should be taken up again considering that they have not yet been approved faced specific problems with a greater negative impact.

Keywords: English learning; English teaching; English level.

 

 

 

 

Artículo recibido 28-marzo 2023

Aceptado para publicación: 28 abril 2023


 

INTRODUCCIÓN

La educación en México es un derecho establecido en la Constitución de 1917, artículo 3° (Avendaño et al., 2013). Además, esta deber ser accesible en igualdad de condiciones para todos los habitantes del país, de acuerdo con la Ley General de Educación, ya que se considera indispensable para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura, así como para desarrollarse individual y socialmente (Secretaría de Educación Pública, s.f.). Así, siguiendo estas argumentaciones, la educación actual en el país debe incluir la instrucción para hablar una segunda lengua (L2), entendiendo que esta es la que se aprende después de la lengua materna (Real Academia Española, 2022), tomando en cuenta que es de vital importancia para que la sociedad participe en todos los sectores de una nación, especialmente el laboral. Es así como el idioma inglés como L2 se ha asumido como una asignatura esencial durante la formación académica de los mexicanos.

El dominio de la lengua inglesa ha cobrado una importancia considerable en el mundo, dado que esta se ha posicionado como la «lengua franca» por excelencia. Este concepto hace referencia a aquella lengua que se emplea como medio de comunicación entre hablantes que no tienen una lengua nativa en común, principalmente por motivos de neutralidad en las relaciones internacionales (Diccionario electrónico de enseñanza y aprendizaje [Dicenlen], 2019). En México, su oficialización como L2 hace que sea imperativo un control absoluto de su implementación en las aulas del país.

En el 2015, Inglés para la competitividad y la movilidad social, un grupo de trabajo creado para promover el dominio del idioma inglés entre la sociedad mexicana, con miembros destacados como Education First, el British Council, la Cámara de Comercio Británica, la Embajada de Estados Unidos en México, la Embajada del Reino Unido en México, la Universidad Nacional Autónoma de México, así como otros organismos e instituciones de alto impacto educativo, económico y social, determinó que dicha lengua es fundamental debido a que esta se relaciona directamente con la competitividad, la movilidad social, la empleabilidad, la mejora salarial, el acceso al conocimiento y el mundo de los negocios. 

Así, dicha agrupación planteó que se requería de un trabajo en conjunto para enfrentar la gran problemática en el país en cuanto al dominio del idioma, lo que no solo se resumía en un bajo nivel sino en una falta de mejoría, en el que participaran el gobierno, el sector empresarial y las agrupaciones sociales. Por ende, se buscó implementar una Agenda Nacional de Inglés que contara con la participación de la Secretaría de Educación, Trabajo, Economía y Desarrollo Social, así como de las organizaciones empresariales y sociales. Lo anterior con el fin de promover el cambio necesario para que la sociedad mexicana desarrollara el dominio de la L2.

De este modo, los problemas más relevantes en materia de política educativa podían resumirse en la ausencia de una estrategia nacional clara; la nula integración del inglés dentro de la agenda de políticas estatales; la capacidad limitada de la implementación local (poca participación de las autoridades centrales, presupuesto de operación limitado, esquemas de evaluación inciertos); el déficit de maestros de inglés integrados en la enseñanza; la desarticulación del currículo en los distintos niveles educativos; la baja calidad educativa, la deficiencia en los niveles de inglés de egresados de educación básica; y la carencia de instrumentos para medir el nivel de inglés en la población.

En este sentido, las propuestas de Inglés para la competitividad y la movilidad social (2015) dentro de la Agenda Nacional de Inglés que implicarían una reestructuración de la política educativa nacional, fueron las siguientes:

1.       La creación de una Coordinación Nacional de Inglés como una figura central intersectorial para regular la implementación de lineamientos básicos de los programas de inglés a nivel nacional, la articulación de currículos en todos los niveles educativos, las alianzas público-privadas con el sector empresarial y la gestión de conflictos estatales, así como admitir la oportuna evaluación de los avances.

2.       El inicio de una medición nacional de competencias en inglés aplicada de manera periódica y no solo ocasionalmente en la población económicamente activa.

3.       Facilitar el contacto de las familias mexicanas con el idioma inglés mediante una alta exposición a materiales y contenidos multimedia en dicha lengua accesibles para todo público a través de la televisión abierta y radio, así como programas educativos e infantiles.

Asimismo, se determinaron Propuestas para el sistema educativo:

1.       Diseñar un Programa Nacional de Inglés para todos los niveles educativos incorporando buenas prácticas internacionales, objetivos específicos y un currículo homogéneo, así como la suficiencia de maestros activos en la enseñanza.

2.       Plantear estrategias y objetivos a nivel local mediante diagnósticos de las políticas en materia del inglés como L2, con el fin de lograr una cobertura total siguiendo los objetivos de la Agenda Nacional de Inglés, pero a su vez respondiendo a necesidades regionales específicas de cada estado. 

3.       Articular un mapa curricular de la asignatura de inglés que sea consecuente en todos los niveles educativos, estableciendo diagnósticos oportunos sobre el estado real de dominio de los estudiantes en cada etapa formativa, así como del nivel de conocimientos de los profesores y su situación laboral, con el fin permitir una continuidad al plan de estudios y objetivos de la Agenda Nacional de Inglés, coordinado a su vez por la Coordinación Nacional de Inglés, además de permitir el empleo del material didáctico adecuado, incluyendo las nuevas tecnologías.

4.       Introducir sistemas alternativos de financiamiento de educación en lenguas extranjeras para reducir la carga presupuestal al sistema educativo público, así como implementar modelos de cursos en línea masivos.

5.       Desarrollar para la educación superior una agenda curricular para obtener mayores competencias en el idioma, ofreciendo alternativas viables de formación y certificación, así como instituir la obligatoriedad de esta última para la titulación. 

6.       Impulsar programas de intercambios académicos y de investigación con centros y universidades en países angloparlantes.

Por otro lado, se establecieron propuestas para reducir el déficit de formación de maestros y desarrollo profesional docente mediante la atracción, selección y formación de talento. Estas fueron las presentadas a continuación:

1.       Fortalecer el currículo de las escuelas normales, convirtiendo a los profesores normalistas en enseñantes aptos (con un nivel C1 del idioma preferiblemente) para la asignatura obligatoria de inglés en cualquier nivel educativo.

2.       Impulsar licenciaturas en enseñanza del inglés para garantizar la preparación de sus egresados como docentes, tomando en consideración conocimientos didácticos y psicológicos, así como la especialización en enseñanza del inglés en carreras afines como lenguas modernas, literatura inglesa o pedagogía.

3.        Integrar un plan de desarrollo profesional docente para diagnosticar, nivelar y establecer un sistema de seguimiento y formación continua para los profesores, con estándares de certificación, habilidades pedagógicas y de dominio del inglés que sean homogéneos.

4.       Atraer talento de migrantes en retorno y maestros de inglés extranjeros, promoviendo facilidades para que se incorporen a la enseñanza del inglés en distintos niveles educativos a corto plazo.

En el caso del sector empresarial, estas fueron las propuestas planteadas:

1.       Alinear los incentivos de corto plazo de empresas y trabajadores respecto de la inversión en capacitación laboral de idiomas.

2.       Implementar proyectos de Responsabilidad social y alianzas público-privadas para atender las necesidades de aprendizaje de inglés al interior de la organización o en la comunidad.

Mientras que para las organizaciones civiles las propuestas fueron las enumeradas a continuación:

1.       Proyectos educativos directamente en las comunidades con los estudiantes, maestros y trabajadores.

2.       Campañas de concientización dirigidas a la sociedad, padres de familia, jóvenes y niños, denotando la importancia de aprender inglés y sus beneficios a largo plazo.

Así, se desarrolló un plan con propuestas para obtener resultados a corto, mediano y largo plazo, considerando múltiples vías de desarrollo para el dominio del inglés como L2 en México con la participación de diversos sectores. No obstante, a partir de su elaboración y durante el curso de los años hasta la actualidad, dichas estrategias siguen sin ser una realidad. Y el nivel de inglés de los mexicanos no solo no ha mejorado, sino que incluso ha disminuido con el paso del tiempo.

En el 2015, la edición del índice del Nivel de Inglés EF (EF EPI) clasificó 70 países y territorios con base en datos de pruebas aplicadas a más de 910 000 adultos. Los resultados en esa ocasión se resumieron en un incremento de la brecha entre los países con los niveles más altos y los países con los niveles más bajos, así como muchos países sin un cambio positivo en sus promedios y disminución de nivel en otros. Entre estos resultados, se determinó que Latinoamérica era una de las regiones con nivel general bajo (Education First, 2015).

En el caso de México, desde los resultados del 2015 hasta el 2022, el país pasó de encontrarse en el puesto 40 (ubicado dentro del Nivel Bajo), a la posición 88, considerado como uno de los países con Nivel Muy Bajo. Además, en el 2015 se consideraba que México, junto con Brasil, eran los países de Latinoamérica que apuntaban alto en el avance del dominio del idioma debido a sus buenas trayectorias en los resultados. Sin embargo, Brasil que se encontraba entre los países con un Nivel Bajo en dicho año logró progresar para ubicarse entre los países con Nivel Moderado para el 2022; contrario a lo que sucedió con México, quien descendió considerablemente de nivel durante estos años (Education First, 2015; Education First, 2022).

En el Gráfico 1 mostrado a continuación se puede apreciar la trayectoria de México en los resultados desde el 2015 hasta el 2022.

Gráfico 1. Posición Global de México en Nivel de Inglés desde el 2015 hasta el 2022

Nota: elaboración propia basada en los datos de los informes del Índice de Nivel de Inglés EF (EPI) de los años 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022.

Como se puede apreciar, a partir del 2017 el descenso en el nivel del idioma incrementó significativamente. No fue sino hasta el 2022 que el país pudo recuperar cuatro posiciones, aunque aún se mantiene dentro de un Nivel Muy Bajo.  Si bien, de acuerdo con el informe del 2022, la mejoría en el nivel de inglés en general se ha dado solo en los adultos mayores de 25 años, pero no en los jóvenes ni en los niños. Esta situación surge como consecuencia de la apertura social ante el resto del mundo, ya que con ello la población adulta ha estado más expuesta al inglés y por ello su nivel ha aumentado, contrario a lo que sucede con poblaciones con alto grado de desigualdad y pocas oportunidades académicas, laborales y sociales.

Esto podría sugerir que en México el nivel de inglés mejoró en los últimos resultados principalmente por la exposición masiva al idioma inglés que existe en los medios de comunicación digital, especialmente las redes sociales, lo cual se hace más evidente al considerar que dichos resultados se dieron posterior a la pandemia por COVID-19 que impactó paulatinamente en el uso de los medios digitales en la población adulta; lo que implica que no son causados por la implementación de políticas educativas efectivas en todos los niveles educativos. Asimismo, cabe recalcar que esta misma situación fue contraproducente para el nivel de inglés de los niños, quienes resultaron afectados por el cierre de los centros educativos, según el informe del EF EPI 2022 (Education First, 2022).

Lo anterior lleva a replantearse qué es lo que se está realizando actualmente en México para afrontar el rezago educativo en materia de dominio del inglés como L2, en qué estado se encuentra el país respecto a la implementación de la enseñanza de esta lengua, así como a reanalizar las principales problemáticas que han dificultado el progreso en cada nivel educativo. Por ello, a continuación se exponen los resultados de una revisión de la literatura reciente acerca de la enseñanza-aprendizaje del inglés como L2 en las escuelas mexicanas. Asimismo, se señalan las dificultades y los avances encontrados relacionados con las propuestas de Inglés para la competitividad y la movilidad social, con el fin de determinar en qué grado se ha afrontado esta problemática a partir del 2015.

METODOLOGÍA

Desde el punto de vista de Arias (2012), los estudios documentales pretenden buscar, organizar y estudiar desde una mirada crítica documentos con el fin de responder a determinadas preguntas de investigación. Además, se aplicó un análisis de contenido, que según López (2002) hace posible analizar diversos contenidos comunicativos promoviendo la curiosidad natural para estudiar la estructura interna de la información mediante la inferencia.

De este modo, en el presente estudio se determinaron las siguientes categorías de análisis presentadas en la Tabla 1, para las cuales se establecieron preguntas de investigación puntuales dentro de la búsqueda de información correspondiente a la temática abordada.

Tabla 1. Categorización para el análisis de estudios en torno al aprendizaje del inglés como L2 en México

Categorías

Subcategorías

Preguntas

1. Nivel educativo básico

1.1. Contexto en la implementación de la enseñanza

¿Cuál es la situación actual respecto a la implementación de la enseñanza del inglés como L2 en el nivel básico de educación?

 

1.2. Principales problemáticas en el aprendizaje

¿Cuáles son las principales problemáticas que envuelven el aprendizaje del inglés como L2 en el nivel medio superior?

 

2. Nivel educativo medio superior

2.1. Contexto en la implementación de la enseñanza

¿Cuál es la situación actual respecto a la implementación de la enseñanza del inglés como L2 en el nivel medio superior de educación?

 

2.2. Principales problemáticas en el aprendizaje

¿Cuáles son las principales problemáticas que envuelven el aprendizaje del inglés como L2 en el nivel medio superior?

 

3. Nivel educativo superior

3.1. Contexto en la implementación de la enseñanza

¿Cuál es la situación actual respecto a la implementación de la enseñanza del inglés como L2 en el nivel superior de educación?

 

3.2. Principales problemáticas en el aprendizaje

¿Cuáles son las principales problemáticas que envuelven el aprendizaje del inglés como L2 en el nivel superior?

 

Nota: elaboración propia.

Asimismo, se delimitó un periodo de tiempo para considerar las investigaciones analizadas, tomando en cuenta la progresión de la situación en los últimos años, siendo este lapso desde el 2015 hasta la actualidad.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Nivel educativo básico

En el nivel básico de educación existe una problemática estructural que parte desde las deficiencias que posee la enseñanza del inglés en las escuelas primarias. Esta situación ha ocasionado que los niños egresen de este grado académico sin tener conocimientos significativos de la lengua inglesa que les permitan una continuidad durante la secundaria. Para el 2015, la organización Mexicanos Primero (citado en Ramírez et al., 2017), informó que solo el 3 % de los alumnos egresados de secundaria contaban con los conocimientos y habilidades esperados para ese punto, que equivale al B1 según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Asimismo, se señaló que un 79 % de los estudiantes no tenía ningún conocimiento del idioma inglés. Esta problemática, paulatinamente, repercute en los niveles educativos próximos.

Lo anterior, en resumen, se debe a que no existe un mapa curricular de la asignatura de inglés que permita un seguimiento en cada nivel educativo, lo que ocasiona otra serie de dificultades para los docentes y para los alumnos, tal y como señala Inglés para la competitividad y la movilidad social (2015), siendo la propuesta de una Coordinación Nacional de Inglés que gestione este requerimiento una de las más destacables y congruentes con las dificultades identificadas.

Por otra parte, en el estudio de Izquierdo et al. (2017) se determinó que en escuelas secundarias públicas se ha optado por implementar recursos tecnológicos durante las prácticas pedagógicas cotidianas para mejorar el aprendizaje de los alumnos. Sin embargo, estos recursos son normalmente de los profesores (teléfonos inteligentes y computadoras portátiles), ya que existen anomalías con aquellos disponibles en las instituciones (no siempre hay acceso a internet en la escuela, la infraestructura tecnológica es insuficiente, los materiales y recursos se encuentran bajo resguardo y deben ser solicitados mediante trámites que no favorecen la practicidad o estos solo están disponibles para otras asignaturas). Además, se pudo identificar que el uso de los recursos únicamente se realiza en combinación con materiales que son tradicionales, principalmente para mejorar la comunicación entre profesores y alumnos o entre compañeros mediante los correos electrónicos o las redes sociales fuera de clases, pero no se exploran métodos pedagógicos que exploten los beneficios de la tecnología en el aula e incluso muchos profesores de mayor edad tienden a tener opiniones negativas acerca de este tipo de recursos, alegando que son pérdida de tiempo para los estudiantes.

Esta situación indica que, aunque se pretenda integrar la innovación en las escuelas para mejorar la enseñanza-aprendizaje del inglés, no será suficiente si solamente se entregan equipos sin una visión pedagógica que permita que sean utilizados de forma eficiente por docentes y alumnos, lo cual debería incluir capacitaciones para el personal (maestros y encargados de las áreas de cómputo), así como una infraestructura funcional y verdaderamente disponible para todos que promueva la motivación para mejorar el dominio del idioma. Esto podría ser una realidad con una Agenda Nacional de Inglés que se encargue del diagnóstico oportuno de las necesidades de las escuelas, incluyendo de los docentes que requieren de mayor capacitación tanto para el manejo de tecnología como para la aplicación de nuevos métodos y estrategias de enseñanza.

Nivel educativo medio superior

En el nivel medio superior el principal factor que repercute en una enseñanza-aprendizaje adecuada del idioma inglés es la irregularidad de los contextos educativos para este grado académico, ya que coexisten 33 subsistemas diferentes, lo que no permite que sea posible establecer un nivel de dominio del idioma para el egreso sin que esto sea causa de inequidad (Ramírez et al, 2017). Por ende, no existe un perfil del egresado fijo que brinde pautas para determinar en qué punto de conocimientos y habilidades se encontrarán antes de ingresar al nivel superior, algo que de alguna manera también abre la posibilidad para que las instituciones en el grado superior determinen sus propios perfiles de ingreso de manera heterogénea en toda la nación. 

Lo anterior también repercute en la percepción que tienen los estudiantes de bachillerato sobre la lengua inglesa y beneficios posteriores para el nivel superior o en general para la vida y el mundo laboral (considerando que no es un nivel educativo obligatorio en México), ya que no existe congruencia entre la teoría y la práctica respecto a la importancia de aprender inglés en el país, tomando en cuenta que en los múltiples contextos se da una importancia distinta que depende en su mayoría de las circunstancias específicas de cada centro educativo y la comunidad que le rodea, incluyendo por supuesto a los mismos profesores de inglés. Esto es, cuando existen múltiples contextos que varían de oportunidades educativas, en los que la calidad de la educación es incierta, así como la formación de los profesores y por ende de los estudiantes, no es posible aplicar estrategias masivas para hacer frente a las dificultades porque es sumamente difícil analizar cada una de las circunstancias una por una y desarrollar estrategias que solucionen las problemáticas de forma especial.

Este sistema carente de una estructura sólida también afecta negativamente el desempeño y la cobertura docente en los centros educativos, puesto que los profesores en ocasiones son destinados a impartir clases en sitios en los que existe un nulo conocimiento del idioma inglés (pero del cual no hay un registro oficial) o, por lo contrario, se asignan maestros con poca experiencia o capacitación (pasantes o becarios) para estar frente a grupo y afrontar las dificultades tan variadas en este tipo de contextos que en muchos casos son totalmente distintos a los contextos en los que tales enseñantes fueron formados y con condiciones muy diferentes para los que aún no están capacitados.

Al respecto, la Secretaría de Educación Pública (2015, citado en Mounkoro, 2019), determinó que dos de los grandes problemas para la enseñanza-aprendizaje de una L2 es la falta de dominio del idioma de los instructores y sus formas de enseñanza en las aulas. Si bien, hace falta analizar el otro lado de esta situación, puesto que es innegable que si un profesor se encuentra con un contexto educativo sumamente problemático y carente no solo de una adecuada formación académica sino de las condiciones necesarias para aprender, su labor no solo será ardua sino que tendrá todos los factores en contra para dar resultados positivos.

Este déficit de profesores capacitados para enseñar inglés en zonas con circunstancias diversas podría enfrentarse con la capacitación continua no solo en materia de inglés sino en didáctica. Además, es necesario regular la contratación de docentes, ya que son lugares en los que no siempre es posible asignar profesores especializados en la enseñanza del inglés externos, lo cual es ocasionado por la falta de presupuesto que impide condiciones salariales dignas, mayormente porque su participación es a través de programas nacionales que dependen de políticas educativas deficientes y no por la falta de profesores egresados de estas carreras. De otra forma, los egresados especializados en enseñanza del inglés seguirán optando únicamente por los contextos más adecuados a sus circunstancias como el espacio que existe en la educación particular e informal.

Nivel educativo superior

De acuerdo con Ramírez et al. (2017), uno de los principales problemas en el nivel superior es que las trayectorias escolares no favorecen a los estudiantes, dado que la calidad de la educación que han recibido previo a su ingreso a dicho nivel es deficiente, por lo que llegan a la universidad sin tener dominio adecuado del inglés que les permita enfrentarse a clases que requieren de un manejo al menos básico.

Otro de los factores que inciden negativamente en el nivel superior es que las instituciones educativas establecen criterios y requisitos propios mínimos de conocimiento y habilidades de la lengua inglesa tanto para el ingreso como el egreso (Ramírez et al, 2017). En teoría, para el egreso se espera que los alumnos posean un nivel B2 de inglés, pero esto no es un requisito obligatorio en todas las universidades ni carreras. Esta falta de regulación, al igual que en el nivel medio superior, no promueve la motivación por parte de los estudiantes para considerar el inglés como una herramienta útil y significativa para sus vidas, además de ocasionar una falta de homogeneidad en el currículo nacional del nivel superior.

Además, no en todas las carreras se destina el aprendizaje del inglés con la misma relevancia. Por ejemplo, en aquellas que están relacionadas con la docencia en la educación básica del país se ha buscado priorizar la enseñanza del inglés considerando que los futuros docentes, como es el caso de los normalistas, deben poseer competencias especiales, tales como el dominio de una L2, el trabajo colaborativo, el dominio de las tecnologías, entre otras (Muñoz, 2015). A pesar de ello, en la actualidad aún no se tienen los resultados esperados para poder aprovechar que los docentes egresados de escuelas normales tengan conocimientos y habilidades para enseñar inglés como L2 y cubrir con ello una gran parte de la educación: el nivel básico.

En el caso de las instituciones de educación superior que ofrecen carreras afines al aprendizaje o a la enseñanza del inglés, tampoco existe una normativa que regule los perfiles de ingreso de forma homogénea en todo el país. En algunas universidades, además, se utiliza el Examen Nacional de Ingreso como instrumento para acceder a estas carreras, lo cual le resta importancia a tener un dominio del inglés específico, ya que en esta prueba solamente se evalúa el dominio del inglés en una sección muy simplificada que analiza comprensión lectora y gramática en muy pocos ejercicios (Ramírez et al, 2017). Como se puede deducir, una mínima evaluación que no abarca todas las habilidades necesarias para dominar un idioma, y que además se reduce en pocas preguntas de un nivel principiante, no es suficiente para determinar si un aspirante es apto para enfrentarse a clases de inglés que exigirán un dominio muy superior de dicha lengua, lo cual conlleva que durante los primeros años de estudio universitario tal estudiante se encuentre en dificultades para adaptarse a sus clases si su nivel del idioma es inferior al de sus compañeros y al que se le exige en las aulas. 

Además, debido a que la educación no formal ha cubierto necesidades que la educación formal no, existen en el país diversos centros educativos, cursos particulares, capacitaciones intensivas, entre otros, destinados enteramente al manejo del idioma inglés de forma técnica, ejecutiva, conversacional, etc. (Ramírez et al, 2017). Por ende, si se considera que no todas las personas pueden tener acceso a estas oportunidades, este hecho conlleva que la heterogeneidad en el nivel de inglés de niños, adolescentes y adultos sea aún más dispersa, equivalente a la desigualdad en el país.

Al respecto, Santanta et al. (2016) mencionan que en el sector privado la implementación del idioma inglés no se encuentra en condiciones tan graves como en la educación pública, ya que se ha podido determinar que los alumnos tienen acceso a más horas de clase con docentes más preparados. Esta situación se debe principalmente a las condiciones socioeconómicas, dado que las ventajas que esto conlleva (acceso a productos culturales en inglés, acceso a educación particular, mayores oportunidades laborales y académicas, acercamiento cultural en contextos nativos de inglés) aumentan el nivel de idioma de los alumnos.

Es entonces en donde propuestas como la integración del sector empresarial, así como de las organizaciones sociales realizada por Inglés para la competitividad y movilidad social (2015) hacen sentido, dado que deben contemplarse otras vías para implementar la formación en inglés, asumiendo que esta integración también es una inversión que permitiría un incremento en la competitividad del país y por ende una mejora económica para que más personas puedan tener acceso a educación de calidad.

CONCLUSIONES

El problema principal al que se enfrenta México en la implementación del inglés como L2 es que no existe una regulación para la enseñanza de este idioma, lo que implica que no hay congruencia entre los planes de estudio del nivel básico con aquellos del nivel medio superior ni con los del nivel superior. Esto convierte el aprendizaje del inglés en una inconstante llena de retrocesos, estancamientos y pocos avances para el sistema educativo. Asimismo, esta falta de regulación en el currículo de los niveles educativos perjudica la asignación de profesores en cada uno de estos, además de impedir que se analicen las circunstancias de forma generalizada y a partir de ello crear estrategias que sean replicables en los distintos grados académicos, puesto que en cada uno existen circunstancias distintas, problemáticas específicas y niveles inciertos del idioma inglés.

Es necesario retomar las propuestas destacadas en este artículo que en su momento Inglés para la competitividad y la movilidad social (2015) plantearon, las cuales se han resaltado mediante la identificación de problemáticas relacionadas con estas en los últimos años. De esta manera, podría haber un verdadero cambio no solo en las políticas educativas, sino en la participación de todos los sectores necesarios para que exista un progreso en realidad significativo.

LISTA DE REFERENCIAS

Arias, F. (2012). El Proyecto de Investigación. Introducción a la metodología científica. Caracas: Episteme.

Avendaño Enciso, A., Saiz Hernández, J. A. y Vázquez, M. L. (2013). Educación en México: Realidades y Contrastes. Reconstitución de Instituciones, 1(1), 69-86.

Diccionario de Enseñanza y Aprendizaje de Lenguas [Dicenlen]. (2019).  Lengua franca. https://www.dicenlen.eu/es/diccionario/entradas/lengua-franca

Education First. (2015). EF EPI EF English Proficiency Index.

Education First. (2016). EF EPI EF English Proficiency Index.

Education First. (2017). EF EPI EF English Proficiency Index.

Education First. (2018). EF EPI Índice del Dominio del Inglés de EF.

Education First. (2019). EF EPI Índice del nivel de inglés. Una clasificación de 100 países y regiones en función de su nivel de inglés.

Education First. (2020). EF EPI Índice EF de nivel de inglés. Una clasificación de 100 países y regiones en función de su nivel de inglés.

Education First. (2021). EF EPI Índice EF de nivel de inglés. Una clasificación de 112 países y regiones en función de su nivel de inglés.

Education First. (2022). EF EPI. índice EF de nivel de inglés. Una clasificación de 111 países y regiones en función de su nivel de inglés.

Inglés para la competitividad y la movilidad social. (2015). Inglés es posible. Propuesta de una Agenda Nacional.

Izquierdo, J., De la Cruz Villegas, V., Aquino-Zúñiga, S. P., Sandoval-Caraveo, M. C. y García-Martínez, V. (2017). La enseñanza de lenguas extranjeras y el empleo de las TIC en las escuelas secundarias públicas. Comunicar. Revista Científica de Educomunicación, 15(50), 33-41. https://doi.org/10.3916/C50-2017-03

López Noguero, F. (2002). El análisis de contenido como método de investigación. XXI: Revista de Educación, 4, 167-179. https://bit.ly/2QQ4TQq

Mounkoro, I. (2019). Estrategias para potenciar el aprendizaje de una lengua extranjera desde el enfoque de la socioformación. Revista de Lenguas Modernas, (31), 209-2018.

Muñoz Mancilla, M. (2015). La enseñanza del inglés en planes y programas de estudio de las Escuelas Normales de México. Praxis Investigativa ReDIE, 7(12), 85-95.

Ramírez Gómez, L. A., Pérez Maya, C. J. y Lara Villanueva, R. S. (2017). Panorama del Sistema Educativo Mexicano en la Enseñanza del Idiomas Inglés como Segunda Lengua. Revista de Cooperación y Bienestar Social, (12), 15-22.

Real Academia Española. (2022). Segunda lengua. Diccionario de la lengua española (Edición del Tricentenario). https://dle.rae.es/lengua?m=form#Es7GK9v

Santana Villegas, J. del C. (2016). Variables que influyen sobre el aprendizaje del inglés como segunda lengua. Revista Internacional de Lenguas Extranjeras, (5), 79-94. https://doi.org/10.17345/rile201679-94

Secretaría de Educación Pública [SEP]. (s. f.). La estructura del Sistema Educativo Mexicano. Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación.

 



[1] Autor Principal