Transición y adaptación: una oportunidad de acceso a la educación universitaria

 

Charli Rose Parra[1]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-9948-2921

Universidad Metropolitana de Educación, Ciencia

y Tecnología UMECIT, Panamá

 

 

 

Alonso José Larreal Bracho

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-5449-0971

Universidad Metropolitana de Educación, Ciencia

y Tecnología UMECIT, Panamá.

 

RESUMEN

 

El presente artículo se propone abordar una comprensión profunda del proceso de transición y adaptación de los estudiantes desde la educación secundaria hacia la Educación Superior, la influencia de las prácticas académicas y las relaciones entre docentes y estudiantes, así como el nivel de participación de los estudiantes en eventos y actividades académicas. La vida universitaria representa una oportunidad para que estos amplíen sus horizontes, se desarrollen académicamente y se sumerjan en una comunidad diversa y enriquecedora. Si bien puede haber desafíos en el proceso de ajuste, estos cambios y ajustes son fundamentales para aprovechar al máximo la experiencia universitaria y alcanzar los objetivos formativos propuestos por la institución. Además, las instituciones universitarias suelen ofrecer recursos y servicios de apoyo académico, como tutorías y asesoramiento, para ayudar a los estudiantes a enfrentar estos retos y tener éxito. Estas diferencias en el entorno educativo universitario resaltan la importancia de que los estudiantes desarrollen habilidades de aprendizaje autónomo, gestión del tiempo, pensamiento crítico y colaboración. Tanto los países como las instituciones terciarias deben abordar el aumento del acceso a la educación superior. Esto requiere un entorno político y normativo favorable, así como estrategias institucionales sólidas para garantizar que el acceso a la educación superior sea equitativo, de calidad y pertinente a las necesidades de los estudiantes y la sociedad.

 

Palabras clave: adaptación académica; educación superior; transición universitaria.

 

 

 

 

 

 

 

Transition and adaptation: an opportunity to access university education

 

ABSTRACT

 

This article aims to address a deep understanding of the process of transition and adaptation of students from secondary education to Higher Education, the influence of academic practices and the relationships between teachers and students, as well as the level of student participation. in events and academic activities. University life represents an opportunity for students to broaden their horizons, develop academically, and immerse themselves in a diverse and enriching community. Although there may be challenges in the adjustment process, these changes and definitions are essential to make the most of the university experience and achieve the educational objectives proposed by the institution. In addition, colleges and universities often offer academic support resources and services, such as tutoring and advising, to help students navigate these challenges and succeed. These differences in the university educational environment highlight the importance of students developing autonomous learning, time management, critical thinking and collaboration skills. Both countries and tertiary institutions need to address increasing access to higher education. This requires a supportive policy and regulatory environment, as well as strong institutional strategies to ensure that access to higher education is equitable, of quality, and relevant to the needs of students and society.

 

Keywords: academic adaptation; higher education; university transition.

 

 

 

Artículo recibido 21 junio 2023

Aceptado para publicación: 21 julio 2023

 

 

 

 

 

 


 

INTRODUCCIÓN

La globalización, los avances tecnológicos y la conectividad instantánea han transformado la forma en que las personas se relacionan y cómo funcionan las sociedades, ya que, hoy se vive en una época en la que el cambio y la interdependencia son características prominentes. Además, la interdependencia en el mundo actual significa que las acciones y decisiones tomadas en un lugar pueden tener repercusiones en otros. Los problemas y las oportunidades no se limitan a las fronteras nacionales, por lo que es crucial trabajar juntos a nivel global para abordar los desafíos comunes y aprovechar las oportunidades (Banco Mundial, 2007).

En relacion al planteamiento anterior, es importante abordar sobre el conocimiento y la innovación, ya que, sin duda son motores fundamentales del desarrollo en el mundo cambiante. El acceso al conocimiento y la capacidad para aplicarlo de manera efectiva son esenciales para el progreso individual y colectivo. La educación, la investigación y el intercambio de información desempeñan un papel vital en la adquisición y difusión de conocimientos. Por su parte, la innovación también es fundamental para abordar los desafíos actuales y futuros. La capacidad de generar nuevas ideas, tecnologías y soluciones creativas es esencial para abordar los problemas complejos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático, la pobreza, la salud global y la sostenibilidad (ONU, 2017).

Asi pues, al fomentar el acceso al conocimiento, promover la educación y fomentar la innovación, se puede construir un futuro más próspero, sostenible y equitativo. Esto significa que un buen aprendizaje y una educación de buena calidad son cada vez más determinantes en el bienestar de los individuos, en el progreso de los países y en la calidad del futuro común de la humanidad.

Haciendo validos los planteamientos descritos en los párrafos anteriores se puede entonces considerarse la postura de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO (2016, pp. 16-60), el cual manifiesta que fortalecer los sistemas educativos de los Estados miembros para satisfacer las necesidades cambiantes y asegurar el progreso continuo en la educación. Como organismo especializado tiene el mandato de promover la paz, la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación.

La UNESCO trabaja en estrecha colaboración con los Estados miembros para desarrollar políticas y estrategias educativas que respondan a los desafíos y las necesidades actuales y futuras. Esto implica fortalecer la capacidad de los sistemas educativos para brindar una educación de calidad, inclusiva y equitativa. La UNESCO promueve la igualdad de género en la educación, la mejora de los estándares educativos, la formación de docentes de calidad y la promoción de prácticas pedagógicas innovadoras (UNESCO, 2018).

Tradicionalmente los países de ingresos más bajos son los que han solicitado, y se han beneficiado, del apoyo técnico de la Organización, mientras que su papel intelectual está enmarcado en una visión humanista más amplia y prospectiva del desarrollo sostenible que es pertinente a todas las sociedades. Dentro del papel intelectual, la UNESCO sirve como un catalizador del diálogo internacional acerca del desarrollo de la educación.

En ese sentido, hablar de transiciones académicas implica considerar las realidades y desafíos que enfrentan los estudiantes y el sistema educativo en su conjunto, desde el inicio de su educación hasta su transición a niveles superiores o al mundo laboral. Estas transiciones se pueden ver como varía un determinado ser vivo, objeto o proceso científico, social o psicológico a través de una transición progresiva en un espacio de tiempo determinado, ya que están interconectadas y tienen un impacto significativo en el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes.

Las transiciones académicas abarcan varios momentos clave en la trayectoria educativa de un estudiante, como la transición de la educación preescolar a la educación primaria, de la educación primaria a la secundaria, y de la secundaria a la educación terciaria o al mundo laboral. Estas transiciones pueden ser críticas, ya que implican cambios en el entorno educativo, las expectativas académicas, las metodologías de enseñanza, las relaciones sociales y las responsabilidades personales (Figuera, 2012).

Las realidades del sistema educativo en relación con las transiciones académicas pueden variar según el contexto y el país, pero algunos desafíos comunes incluyen la continuidad del aprendizaje, el cual garantiza una transición fluida y coherente entre los diferentes niveles educativos, asegurando que los estudiantes adquieran las habilidades y conocimientos necesarios para tener éxito en la siguiente etapa. También, el apoyo socioemocional a los estudiantes durante las transiciones, ya que pueden experimentar estrés, ansiedad y dificultades para adaptarse a los nuevos entornos y demandas académicas.

Por otro lado, la orientación y asesoramiento vocacional y apoyo para que los estudiantes tomen decisiones informadas sobre su futuro académico y profesional, identificando sus intereses, aptitudes y opciones educativas. Asegurar que todas las personas tengan igualdad de oportunidades para acceder y progresar en el sistema educativo, evitando la exclusión y la desigualdad en las transiciones académicas, lo que implica equidad y acceso. En ese mismo orden, la coordinación entre instituciones educativas que promuevan la colaboración y la comunicación efectiva entre las instituciones educativas para facilitar la transferencia de créditos, reconocimiento de estudios previos y garantizar una transición sin problemas, utilizando sistemas de evaluación formativa que brinden retroalimentación oportuna y significativa a los estudiantes, permitiéndoles identificar áreas de mejora y desarrollar habilidades necesarias para la siguiente etapa (Roncancio, 2020).

Abordar estas realidades y desafíos de manera efectiva requiere una colaboración activa entre los diferentes actores educativos, incluidos los docentes, los directores, los padres y los responsables de políticas educativas. Es importante reconocer que las transiciones académicas tienen un impacto significativo en el desarrollo de los estudiantes y que el apoyo adecuado en estas etapas puede influir en su éxito educativo y futuro. Sin embargo, este panorama, es visto desde las transiciones académicas y desde una perspectiva realista, es importante reconocer que existen múltiples escenarios y desafíos que pueden afectar el camino de un estudiante hacia la profesionalización. Estos escenarios pueden incluir factores económicos, sociales, culturales y personales que influyen en la experiencia educativa y en las oportunidades disponibles para los estudiantes.

Por lo tanto, es fundamental abordar estos escenarios y desafíos de manera inclusiva y equitativa, asegurando que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades para desarrollarse académicamente y alcanzar sus metas profesionales. Esto implica la implementación de políticas educativas y programas de apoyo que atiendan las necesidades específicas de los estudiantes en diferentes contextos y que fomenten la equidad en el acceso a la educación y las oportunidades de desarrollo. Además, es importante fomentar una cultura de apoyo y empatía en las instituciones educativas, brindando orientación adecuada, recursos y servicios de apoyo emocional para los estudiantes. También se requiere una colaboración entre los diversos actores educativos, incluyendo docentes, familias, comunidades y responsables de políticas, para abordar de manera efectiva los escenarios y desafíos que afectan el devenir de los estudiantes en su camino hacia la profesionalización.

 No obstante, el acceso a la Educación Superior (ES), marca un importante hito en la vida de cualquier estudiante. Este paso, implica una transición significativa y requiere que los estudiantes se adapten a un nuevo entorno académico y enfrenten cambios en varios aspectos o conjunto de alteraciones significativas, en primer lugar, se posee el cambio de espacio institucional, donde el ingreso a la Educación Superior implica dejar atrás la educación secundaria y adentrarse en un nuevo espacio institucional. Es decir, los estudiantes deben adaptarse a un campus universitario o a un entorno educativo diferente al que estaban acostumbrados. Esto implica familiarizarse con la nueva infraestructura, encontrar las aulas, bibliotecas, laboratorios y otros recursos disponibles.

Por otro lado, las prácticas pedagógicas son la forma de enseñanza y aprendizaje en la ES y suele ser diferentes a la educación secundaria, debido a que los estudiantes se enfrentan a nuevos métodos de enseñanza, como conferencias magistrales, debates, seminarios, trabajos en grupo, entre otros. Adaptarse a estas nuevas prácticas implica aprender a tomar apuntes de manera efectiva, participar activamente en las clases y desarrollar habilidades de estudio autónomo (Sousa et al, 2019).

Asi mismo, las tareas académicas, en este aparte como es la ES, los estudiantes se enfrentan a un nivel de exigencia académica más alto. Las tareas y trabajos requieren mayor profundidad, análisis crítico y capacidad de investigación. Los estudiantes deben aprender a manejar la carga de trabajo, cumplir con plazos y desarrollar habilidades de organización y gestión del tiempo. Además, mayor nivel de responsabilidad y autonomía, en este aspecto, los estudiantes tienen mayor autonomía y responsabilidad sobre su propio aprendizaje. No cuentan con el mismo nivel de supervisión y seguimiento que en la educación secundaria. Deben aprender a gestionar su tiempo, establecer prioridades, buscar recursos y apoyo cuando lo necesiten, y tomar decisiones académicas y personales de manera más independiente citando a Santos (2020), refiere que: “La responsabilidad de la Universidad en la formación de agentes de desarrollo” (p.45).

Por otra parte, la transición y adaptación a la educación universitaria puede representar un desafío para muchos estudiantes, y esto se refleja en las tasas más altas de abandono durante el primer año en comparación con los años siguientes. Esta situación ha sido objeto de investigación y se han identificado varios factores que contribuyen a esta tendencia (Tinto, 2019).

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Dentro del desarrollo teórico es necesario abordar elementos como la transición y adaptación a la educación universitaria, estos temas son relevante en el ámbito educativo y han sido objeto de estudio desde diferentes enfoques teóricos. Es decir, estas teorías se centran en los procesos de transición y ajuste psicológico que experimentan los estudiantes al pasar de la educación secundaria a la educación universitaria. Se basa en la idea de que esta transición implica cambios significativos en términos académicos, sociales y emocionales, y que los estudiantes deben adaptarse a nuevas demandas y expectativas. Los estudios en esta área exploran los factores que influyen en el ajuste de los estudiantes, como el apoyo social, las habilidades de afrontamiento y la motivación académica. Por lo tanto, es necesario considerar una variedad de enfoques teóricos y adaptar las estrategias de apoyo y enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes en su camino hacia la educación universitaria.

Adaptación en la Educación Universitaria

La entrada en la Educación Superior representa un momento crucial tanto para los estudiantes como para las instituciones educativas. Durante esta etapa de transición, los estudiantes experimentan cambios significativos en su desarrollo cognitivo y psicosocial, lo que puede tener un impacto en su éxito académico y personal, en cuanto al desarrollo cognitivo la educación terciaria implica un nivel más avanzado de aprendizaje y pensamiento crítico en comparación con la educación secundaria. Los estudiantes se ven desafiados a profundizar en sus áreas de estudio, a desarrollar habilidades de análisis, síntesis y evaluación, y a adoptar una mentalidad más crítica y reflexiva. Este desarrollo cognitivo contribuye a la adquisición de conocimientos especializados y al desarrollo de competencias profesionales (Pascarella, 2019).

De la misma forma, el desarrollo psicosocial en la transición a la Educación universitaria también tiene un impacto en el desarrollo psicosocial de los estudiantes. Se enfrentan a un entorno social nuevo y diverso, interactúan con compañeros y profesores con antecedentes y perspectivas diferentes, y se les presenta la oportunidad de formar nuevas amistades y redes de apoyo. Esta experiencia fomenta el desarrollo de habilidades sociales, la autonomía y la toma de decisiones, así como la construcción de una identidad académica y personal más sólida.

No obstante, las adquisiciones y estructuraciones personales en este componente la entrada en la educación terciaria puede ser un detonante para el desarrollo de nuevas habilidades, intereses y valores en los estudiantes. Durante este periodo, se les brinda la oportunidad de explorar diferentes áreas de conocimiento, participar en actividades extracurriculares, asumir roles de liderazgo y comprometerse en iniciativas que promuevan el crecimiento personal y la responsabilidad ciudadana. Estas experiencias contribuyen a la formación integral de los estudiantes y los preparan para enfrentar los desafíos futuros (Pereira, 2022).

Tanto los estudiantes como las instituciones de Educación Superior (ES), juegan un papel importante en aprovechar al máximo este periodo de transición. Los estudiantes pueden buscar apoyo académico y emocional, participar activamente en actividades y eventos universitarios, establecer relaciones de mentores y buscar oportunidades de crecimiento personal. Por su parte, las instituciones pueden implementar programas de orientación y apoyo estudiantil, promover la participación estudiantil y crear un entorno de aprendizaje inclusivo que fomente el éxito académico y personal.

En definitiva, la entrada en la educación terciaria es un momento clave en la vida de los estudiantes, donde se produce un importante desarrollo cognitivo y psicosocial. Aprovechar esta etapa de transición puede sentar las bases para el éxito académico y personal a lo largo de la trayectoria educativa y profesional de los estudiantes (Santos, 2021). Los procesos de adaptación dependen de la interacción entre las pautas individuales de desarrollo y los factores ambientales. Además de estos, también los intereses, los objetivos y las aspiraciones que los jóvenes formulan sobre el futuro, pueden facilitar el ajuste eficaz a un contexto nuevo y desafiante.

De esta forma, se entiende que la calidad de la transición para la ES depende, en gran medida, del equilibrio entre fuentes de desafío y medios de apoyo percibidos por cada estudiante y que le permite construir (o no) sentido de maestría para confrontarse con una nueva fase de su vida. Las dificultades que los alumnos encuentran durante su recorrido académico pueden constituirse en obstáculos a su adaptación y a su integración. Por eso, es de extrema importancia que los órganos competentes desempeñen su papel para contribuir a su adaptación.

Adaptación académica

Los estudiantes pueden enfrentar dificultades para adaptarse a las demandas académicas de la educación universitaria, como la carga de trabajo más intensa, la necesidad de desarrollar habilidades de estudio más avanzadas y la mayor autonomía requerida en el proceso de aprendizaje. La falta de preparación para estos desafíos puede llevar a una sensación de desbordamiento y a la consideración del abandono. Efectivamente, la vida universitaria implica una serie de ajustes y cambios para los estudiantes, ya que están ingresando a un nuevo entorno educativo con su propio conjunto de características y expectativas. Algunos de los aspectos clave de estos ajustes y cambios son los siguientes, tal como lo plantea (Roncancio, 2020):

Relación con los profesores: en la educación universitaria, la relación entre estudiantes y profesores tiende a ser más igualitaria y basada en el diálogo. Los estudiantes tienen la oportunidad de interactuar con profesores expertos en sus campos de estudio, hacer preguntas, participar en discusiones y recibir orientación académica. Esta relación puede requerir un ajuste para los estudiantes que están acostumbrados a un enfoque más directivo y jerárquico en la educación secundaria.

Relación con lo académico: la educación terciaria implica un nivel más profundo de compromiso académico y un enfoque en el pensamiento crítico y la investigación. Los estudiantes deben ajustarse a un ritmo de estudio más intenso, manejar una mayor carga de lecturas y tareas, y aprender a desarrollar habilidades de análisis y síntesis. También pueden tener la oportunidad de elegir cursos electivos y especializarse en áreas de su interés.

Relación con el contexto universitario: la vida universitaria no solo se trata de la educación formal en el aula, sino también de la participación en actividades extracurriculares, eventos estudiantiles, clubes y organizaciones. Los estudiantes pueden explorar diferentes intereses, desarrollar habilidades de liderazgo y establecer redes de contactos que pueden ser valiosas para su desarrollo personal y profesional.

Por tal motivo, Panadero et al, (2021), manifiestan que la denominada transición/adaptación de los estudiantes en el sistema educativo terciario involucra cambios en varios entornos de la vida del Ser, como lo representa lo social y emocional. En ese sentido, pueden experimentar dificultades para establecer nuevas amistades, integrarse en la comunidad estudiantil y manejar la separación de su entorno familiar y de apoyo anterior. Los sentimientos de soledad, estrés y ansiedad pueden afectar negativamente la capacidad de los estudiantes para enfrentar los desafíos y pueden contribuir a considerar el abandono.

Otro cambio es el relacionado con la ausencia de orientación y apoyo, ya que algunos estudiantes no logran ser orientados y apoyados durante el proceso de transición. Esta situación descrita puede redundar hacia espacios de información muy limitados y claros en relación a la disponibilidad de recursos, servicios académicos y de tipo emocional, orientación, entre otros. Esta debilidad influye en la adaptación de los estudiantes y puede generar un riesgo que conlleve al abandono de sus estudios. Igualmente, la elección de carrera insatisfactoria, para este caso algunos estudiantes pueden darse cuenta durante su primer año universitario de que la elección de carrera que hicieron no es la adecuada para ellos. Esto puede generar una desmotivación y compromiso con los estudios, lo que a su vez aumenta las posibilidades de abandonar el programa. En este orden de pensamiento, la adaptación requiere del desarrollo de habilidades y destrezas para facilitar la resolución de problemas que favorezca la integración de nuevas experiencias  (Eichholz, 2017). 

Transición a la universidad

La transición a la ES presenta diferencias significativas en comparación con la educación secundaria, tanto en términos de tamaño de los grupos de clase como en estilos de enseñanza, demanda de aprendizaje autónomo y responsabilidad individual, así como prácticas de evaluación. Estas diferencias pueden representar un desafío para los estudiantes durante su transición a la educación universitaria, como es el tamaño de los grupos de clase, ya que, en la educación secundaria, los estudiantes suelen tener clases con un número limitado de compañeros, lo que permite una mayor interacción con el profesor y facilita la atención individualizada. En contraste, en la educación universitaria, los grupos de clase suelen ser más grandes, esto implica menos interacción directa con el profesor y también los estudiantes pueden adaptarse a un entorno en el que deben ser más proactivos para buscar ayuda o aclarar dudas (Ellison, 2019).

En este sentido, los estilos de enseñanza en la educación universitaria tienden a fomentar un aprendizaje más autónomo y basado en la investigación. En lugar de depender exclusivamente de la instrucción directa del profesor, los estudiantes son responsables de adquirir conocimientos a través de la lectura, el estudio independiente, la investigación y la participación en las clases. Esto implica desarrollar habilidades de pensamiento crítico, análisis y síntesis de información.

Otro factor, importante es la demanda de aprendizaje autónomo y responsabilidad individual, para este argumento en la educación universitaria, los estudiantes son responsables de gestionar su propio tiempo y establecer sus propias rutinas de estudio. La carga de trabajo puede ser más intensa y se espera que los estudiantes sean capaces de priorizar y organizar sus tareas académicas de manera eficiente. La educación universitaria fomenta la autonomía y la responsabilidad individual en el proceso de aprendizaje. Asi mismo, las prácticas de evaluación en la educación secundaria, tiende a estar más enfocada en exámenes y tareas más estructuradas. Sin embargo, en la educación universitaria, la evaluación puede incluir una variedad de métodos, como exámenes escritos, proyectos de investigación, trabajos individuales o en grupo, presentaciones orales, entre otros. Los estudiantes deben adaptarse a diferentes formas de evaluación y desarrollar habilidades específicas para cada tipo de evaluación (Coertjens et al, 2017).

La transición a la educación terciaria no solo implica un cambio académico, sino también un cambio en el contexto social e institucional en el que los estudiantes se desenvuelven. En muchos casos, los estudiantes se mudan a una nueva ciudad o incluso a un nuevo país para asistir a la universidad, lo que implica una adaptación a un nuevo contexto social, ya que, al ingresar a la educación universitaria, los estudiantes se encuentran sometidos a una gran diversidad de cambios. Además, se encuentran con compañeros de diferentes culturas, antecedentes socioeconómicos y experiencias de vida. La interacción con esta diversidad social puede enriquecer su perspectiva y fomentar el aprendizaje intercultural. Sin embargo, también puede requerir habilidades de adaptación, apertura y respeto hacia las diferencias. Asi pues, en el contexto institucional, las universidades son entidades complejas con su propia estructura, normas y procedimientos (García, 2022).

Por lo expuesto, los estudiantes deben familiarizarse con la estructura administrativa de la universidad, los servicios disponibles (bibliotecas, laboratorios, centros de tutoría, etc.) y las políticas académicas. Adaptarse a este nuevo contexto institucional implica aprender a navegar por los procesos de matrícula, manejar horarios y plazos, y buscar el apoyo adecuado cuando sea necesario. Otro factor es el cambio de residencia para muchos estudiantes, la transición a la educación universitaria implica un cambio de residencia. Esto involucra adaptarse a un nuevo entorno de vida, ya sea en un dormitorio universitario, un apartamento compartido o una residencia estudiantil. Los estudiantes deben aprender a gestionar su vida diaria de manera independiente, incluyendo tareas como la planificación de comidas, el manejo de finanzas personales y el establecimiento de rutinas de estudio (Francesc, 2020).

Por ende, a medida que la educación terciaria se expande y se vuelve más accesible, es fundamental que los países desarrollen un entorno político y normativo adecuado para respaldar el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Esto implica la creación de políticas y marcos regulatorios que promuevan la calidad, la equidad y la inclusión.

Algunas medidas que los países pueden considerar incluyen el financiamiento adecuado. Es importante, que el gobierno asigne recursos suficientes para respaldar el crecimiento y el funcionamiento de las instituciones de educación terciaria. Esto implica la asignación de presupuestos adecuados, así como la implementación de políticas de becas y préstamos estudiantiles que faciliten el acceso a la educación para aquellos que lo necesiten. Esto también, incluye el marco normativo claro y transparente, donde los países deben establecer marcos legales y regulatorios claros que garanticen la calidad de la educación superior y protejan los derechos de los estudiantes. Esto implica la creación de estándares de calidad, mecanismos de acreditación y garantías de transparencia en la gestión institucional (Ferreyra et al, 2017).

Por lo tanto, lo referente a la promoción de la diversidad y la inclusión, los países deben trabajar para promover la diversidad y la inclusión en la ES, garantizando el acceso equitativo para todos los grupos sociales y culturales. Esto implica el desarrollo de políticas y programas que apoyen a estudiantes de bajos ingresos, grupos minoritarios y personas con discapacidades. Finalmente, la colaboración entre sectores, en este apartado es importante fomentar la colaboración entre las instituciones de ES, el sector empresarial y otros actores relevantes. Esto puede contener la promoción de la investigación aplicada, la transferencia de conocimiento y la vinculación entre la educación superior y el mercado laboral.

Además, de las medidas a nivel político y normativo, las instituciones terciarias también deben abordar el desafío del aumento del acceso en su propio contexto. Esto conlleva a desarrollar estrategias sólidas para garantizar la calidad de la educación, mejorar los servicios de apoyo estudiantil, promover la retención estudiantil y adaptar los programas académicos para satisfacer las necesidades cambiantes de los estudiantes (Cortina, 2019).

Cabe señalar, que las instituciones de enseñanza superior se encuentran en un momento histórico complejo y desafiante, donde se enfrentan a diversas transformaciones y diversificaciones en varias áreas. Algunos de estos aspectos son: la función institucional, estas instituciones se ven presionadas por la necesidad de equilibrar los valores académicos e investigativos tradicionales con las demandas cada vez mayores del mercado laboral y las expectativas. Se espera que las instituciones formen a profesionales altamente calificados y preparados para enfrentar los desafíos del mundo laboral actual, al tiempo que promuevan la generación de conocimiento y la investigación académica. En cuanto al público destinatario: La matrícula en las instituciones de enseñanza superior se ha masificado en muchos países, lo que implica una mayor diversidad en términos de antecedentes y perfiles de los estudiantes. Las instituciones deben adaptarse para atender las necesidades y prioridades de un cuerpo estudiantil más heterogéneo, brindando oportunidades de apoyo y promoviendo la inclusión y la equidad.

En lo que corresponde a la ubicación geográfica, las instituciones de enseñanza terciaria están experimentando una expansión de sus campus y una mayor oferta de programas transnacionales en línea. Esto permite una mayor accesibilidad para los estudiantes, así como la posibilidad de colaboración y cooperación con instituciones de otros países. La ubicación geográfica ya no es un factor limitante para acceder a la educación superior (Badge, 2016).

Igualmente, los programas de estudio, las instituciones están revisando y adaptando sus programas para abordar las demandas cambiantes del mercado laboral y las necesidades de la sociedad. Se están enfocando en desarrollar habilidades relevantes, promover la interdisciplinariedad y la educación basada en competencias, y ofrecer programas académicos más flexibles que se adapten a las necesidades individuales de los estudiantes. En el mismo orden de ideas el uso de tecnología se presenta como un factor relevante en la medida en que las instituciones están incorporando cada vez más tecnología en sus procesos de enseñanza y aprendizaje. Esto contiene el uso de plataformas en línea, recursos digitales, herramientas de colaboración y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la realidad virtual. La tecnología tiene el potencial de mejorar la experiencia educativa y proporcionar nuevas formas de acceso al conocimiento (Altbach et al, 2018).

En consecuencia, las instituciones de enseñanza superior están experimentando cambios y diversificaciones en múltiples áreas. Para mantenerse relevantes y cumplir con sus objetivos, deben adaptarse a estos desafíos y buscar un equilibrio entre las tradiciones académicas, las demandas laborales, la diversidad estudiantil y el uso de la tecnología. Esto requiere una visión estratégica, una adaptabilidad continua y un enfoque centrado en la calidad de la educación y la formación integral de los estudiantes.

METODOLOGÍA

La metodología de un trabajo de investigación es un elemento clave para el logro efectivo de la misma, debido a que se establecen los procedimientos y herramientas necesarias para el cumplimiento del objeto planteado como es analizar la transición y adaptación: una oportunidad de acceso a la educación universitaria. Para realizarlo se usó una metodología descriptiva, con un enfoque documental, es decir, revisar fuentes disponibles en la red, cuyo contenido sea actual, publicados en revistas de ciencia, disponibles en Google Académico, artículos científicos, bases de datos, entre otros, lo más ajustadas al propósito del tema, con contenido oportuno y relevante desde el punto de vista científico para dar respuesta a lo tratado en el presente artículo y que sirvan de inspiración para realizar otros proyectos.

El presente artículo sigue una estructura general que incluye una investigación documental, es decir, detecta, obtiene y consulta la biografía y otros materiales que parten de otros conocimientos y/o informaciones recogidas moderadamente de cualquier realidad, de manera selectiva, de modo que puedan ser útiles para los propósitos del estudio. La investigación es de tipo descriptivo, donde se realizará, interpretará y analizará en un tiempo determinado. Al respecto, Hernández, Fernández y Baptista, (2006) aducen que “la investigación descriptiva busca especificar propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno que se analice. Describe tendencias de un grupo o población” (p. 103)

Se desarrollará una investigación de campo, con un diseño transeccional descriptivo, en tanto, (Hernández et al, 1991) dicen que “el procedimiento consiste en medir en un grupo de personas u objetos una o generalmente más variables y proporcionar su descripción” (p. 193)


 

CONCLUSIONES

Como resultado en el abordaje de algunos de los factores que son inherentes en el proceso de la transición y adaptación de los estudiantes que pretenden acceder a la ES en su proceso de cualificación y formación para la vida, y que probablemente se puedan constituir en limitantes para el logro de estos objetivos, resulta fundamental que las instituciones educativas implementen programas de orientación y apoyo que ayuden a los estudiantes a adaptarse a la educación universitaria, tanto a nivel académico como social y emocional. De igual manera, las instituciones ES deben brindar recursos, servicios de tutoría, actividades de integración y programas de desarrollo personal que puede contribuir a reducir las tasas de abandono y mejorar la experiencia educativa de los estudiantes.

También, es importante que los estudiantes desarrollen estrategias para adaptarse a estos cambios y aprovechar al máximo su experiencia en la ES. Esto puede incluir establecer rutinas de estudio, buscar apoyo académico cuando sea necesario, participar activamente en actividades extracurriculares y aprovechar las oportunidades de networking y desarrollo personal que ofrece la institución educativa. Por otra parte, los estudiantes enfrentan inquietudes al elegir una carrera, ya que esto definirá su rutina diaria durante muchos años y marcará su transición hacia la independencia. La edad, la estructura familiar, el manejo emocional, los intereses y las relaciones interpersonales del estudiante influyen en el aprendizaje, el rendimiento académico, la adaptación y el autocuidado como parte de la comunidad universitaria. Estos factores también impactan en su calidad de vida y éxito profesional.

Para fomentar la salud y reducir los problemas crónicos degenerativos en este grupo, se sugieren algunas ideas para aumentar el entusiasmo, éxito, transición, adaptación y autocuidado de los estudiantes, como es brindar recursos y apoyo para que los escolares puedan conocer sus intereses, habilidades y valores, y así tomar decisiones informadas sobre su carrera profesional de acuerdo a su exploración y orientación vocacional. Asimismo, proporcionar servicios de asesoramiento y orientación emocional para ayudar a los alumnos a manejar el estrés, la ansiedad y otros desafíos emocionales durante su transición y trayectoria universitaria por medio de apoyo emocional y psicológico.

Por último, ofrecer talleres y programas que ayuden a los estudiantes a mejorar sus habilidades de organización, gestión del tiempo, toma de apuntes y técnicas de estudio efectivas a traves del desarrollo de habilidades de estudio. En esa misma dirección promover la participación en actividades extracurriculares, clubes y organizaciones estudiantiles para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de liderazgo, establecer redes sociales y encontrar un sentido de pertenencia en la comunidad universitaria, fomentando la participación estudiantil y estableciendo programas de tutoría entre estudiantes de diferentes niveles académicos brindando apoyo académico y personal, por intermedio de programas de tutoría y mentoría, con el fin de educar a los escolares sobre la importancia de mantener una alimentación balanceada, hacer ejercicio regularmente, descansar lo suficiente y manejar el estrés de manera saludable.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Altbach, P. G. (2018). Tendencias en la educación superior global: Seguimiento de una revolución académica. . París: Unesco.

Badge, S. E. (2016). ¿Funciona la acción afirmativa? Casta, género, calidad universitaria. París: Revisión económica americana.

Banco Mundial. (2007). Informe sobre el Desarrollo Mundial 2007: Desarrollo y la nueva generación. . Washington, DC,: Banco Mundial.

Coertjens, L. B.-Y. (2017). La transición de los estudiantes a la educación superior desde una perspectiva. Revista Educacion de alta calidad, 357–369.

Cortina, R. (2019). Política educativa indígena, equidad y entendimiento intercultural en América Latina. Nueva York.: Palgrave Macmillan.

Eichholz, J. (2017). Capacidad adaptativa. Bogotá: Ediciones de la U.

Ellison, L. &. (2019). Estudiantes de derecho de primer año: el impacto del tipo de evaluación en el rendimiento. Revista Valoración y evaluación en la educación superior, 283– 293. Obtenido de https://doi.org/10.1080/02602938.2018.1496398

Ferreira, I. (2021). Factores familiares y sociodemográficos. Lisboa: Fundación Calouste Gulbenkian & Fundação para a Ciência e Tecnologia.

Ferreyra, M. M. (2017). En una encrucijada: Superior educación en América Latina y el Caribe. Washington DC.: Banco Mundial.

Figuera, G. P. (2012). La adaptacion y la persistencia académica en la transición en el primer año de universidad: . Medellín: Universidad de Antioquia.

Francesc, P. (2020). Hacia el acceso universal a la educación superior: tendencias internacionales. México: Unesco.

García, P. D. (2022). Transición a educación superior y evaluación: un estudio longitudinal anual. Revista Universidad Nacional de Educación a Distancia, 15-37.

Naciones Unidas. (2017). Perspectivas de la población mundial: la revisión de 2010. . Nueva York,: Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División de Población.

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). (2016). Aprender a ser: la educación del futuro. París: UNESCO.

Panadero, E., & Pérez, J. F. (2021). Transición a educación superior y evaluación: un estudio longitudinal anual. Madrid, España: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Pascarella, E. &. (2019). Cómo la universidad afecta a los estudiantes: Hallazgos e ideas de veinte años de investigación. Nueva York: Libro en rústica Promedio.

Pereira, A. S. (2022). Para obtener éxito en la vida académica: Apois dos estudantes. Aveiro: Universidade de Aveiro.

Roncancio, P. (2020). La adaptación y las instituciones de educación superior: conceptos y desafíos. revista beroamericana de Educación Superior, 198-214.

Santos, S. M. (2020). La responsabilidad de la Universidad en la formación de agentes de desarrollo. España: Universidade do Minho.

Santos, S. M. (2021). A responsabilidade da Universidade na formação de agentes para el desenvolvimiento. Braga: Universidade do Minho.

Sousa, R., & Ferreira, A. L. (2019). La transición y el proceso de adaptación a la Educación Superior: un estudio con estudiantes de una escuela de enfermería y de una escuela de educación. Revista de Docencia Universitaria, 11(4), 403-422. Obtenido de file:///C:/Users/BBQR/Downloads/Dialnet-LaTransicionYElProcesoDeAdaptacionEnLaEducacionSup-4559291.pdf

Tinto, V. (2019). Completando la universidad: Repensar la acción institucional. . Estados Unidos: Universidad de Chicago.

UNESCO. (2018). El Avance hacia la escolarización de todos los niños se estanca pero algunos países muestran el camino a seguir. París: Unesco. Obtenido de http://es.unesco.org/gem-report/sites/gem-report/files/228184S_0.pdf

 



[1] Autor principal.

Correspondencia: [email protected]