Inteligencia emocional en estudiantes de 1ero y 5to semestres de licenciatura en enfermería de la FET-UAT

 

J. Fernanda González Salinas[1]

fgonzale@docentes.uat.edu.mx

https://orcid.org/0000-0002-1752-1027

Facultad de Enfermería de Tampico, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

México

 

María de los Angeles Fang Huerta.

mfang@docentes.uat.edu.mx

https://orcid.org/0000-0003-0843-0120

Facultad de Enfermería de Tampico, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

México

Rosalinda- Garza Hernández.

rgarza@docentes.uat.edu.mx

https://orcid.org/0000-0002-3325-5152

Facultad de Enfermería de Tampico, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

México

 

Ma. Concepción Meléndez Méndez.

mcmelend@docentes.uat.edu.mx

Facultad de Enfermería de Tampico, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

México

José Guadalupe Rivera Peréz,

jriverap@docentes.uat.edu.mx.

https://orcid.org/0000-0002-5628-0879

Facultad de Enfermería de Tampico, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

México

 

 

RESUMEN

Introducción. La inteligencia emocional [IE], se relaciona con el éxito académico y quienes la poseen tienen reacciones favorables al control de las emociones, y son conscientes de como éstas pueden afectarles (Quiliano & Quiliano, 2020). Es deseable que los estudiantes de ciencias de la salud aprendan a manejar sus emociones, por las repercusiones durante la interacción con las personas de su entorno personal y laboral (Liébana-Presa, 2017).  Objetivo general: Analizar las diferencias de las dimensiones de Inteligencia emocional, en estudiantes de 1ero y 5to semestres por cada variable sociodemográfica. Metodología: Estudio descriptivo-transversal comparativo, la muestra 175 estudiantes. Instrumento: Autopercepción de inteligencia emocional (Treit Meta-Mood Scale) de Fernández-Berrocal et al. (2004). Se utilizó Shapiro-Wilks y U de Mann-Whitney y Kruskal-Wallis, y la prueba de Ji cuadrada para determinar asociación de la IE. Resultados: Se identificaron diferencias en las dimensiones de inteligencia emocional y los datos sociodemográficos. Conclusiones: Los estudiantes de primer semestre presentan, mayor desarrollo en las dimensiones de atención, claridad y reparación emocional, comparativamente con los estudiantes de quinto semestre.

 

Palabras clave: Inteligencia emocional; Atención emocional; Claridad emocional; Reparación de las emociones; estudiantes de enfermería.


 

Emotional intelligence in students in the 1st and 5th semesters of a nursing degree.

 

ABSTRAC

Introduction. Emotional intelligence [EI] is related to academic success and those who possess it have favorable reactions to the control of emotions, and are aware of how these can affect them (Quiliano & Quiliano, 2020). It is desirable that health sciences students learn to manage their emotions, due to the repercussions during interaction with people in their personal and work environment (Liébana-Presa, 2017). General objective: Analyze the differences in the dimensions of emotional intelligence in 1st and 5th semester students for each sociodemographic variable. Methodology: Comparative descriptive-cross-sectional study, sample 175 students. Instrument: Self-perception of emotional intelligence (Treit Meta-Mood Scale) by Fernández-Berrocal et al. (2004). Shapiro-Wilks and Mann-Whitney U and Kruskal-Wallis, and the Chi-square test were used to determine the association of EI. Results: Differences were identified in the dimensions of emotional intelligence and sociodemographic data. Conclusions: First semester students present greater development in the dimensions of attention, clarity and emotional repair, compared to fifth semester students.

 

Keywords: Emotional intelligence; emotional attention; emotional clarity; Repair of emotions; nursing students.

 

 

 

Artículo recibido 18 agosto 2023

Aceptado para publicación: 20 setiembre 2023

 


 

INTRODUCCIÓN

Las formas en que cotidianamente vivimos permiten visualizar distintos enfoques en los ámbitos del quehacer humano, tal es el caso del proceso de formación profesional universitario como experiencia de aprendizaje, mismo que se acompaña de estrés académico y de habilidades que no están completamente desarrolladas, por lo que influyen en la inteligencia emocional (Quiliano & Quiliano, 2020).

El Coeficiente Intelectual [CI] no basta para explicar el futuro de las personas que cuentan con perspectivas, educación y oportunidades similares. A mediados del siglo pasado se dio seguimiento durante varios años, a estudiantes con alto CI de varias universidades de Nueva Inglaterra, que informo que aquellos con calificaciones altas no alcanzaron éxito laboral en función de ascenso, salario y productividad comparativamente con los estudiantes que habían alcanzado calificaciones menores, evidentemente resulto que tampoco tenían satisfacción de vida, ni tampoco en sus interacciones de amigos, pareja o familia.

Por lo tanto en años pasados el éxito de la persona se relacionaba con el CI, describiendo con ello que entre más inteligente era el individuo tendría más facilidad para lograr un buen aprovechamiento académico y un buen desempeño laboral; aspectos que se han venido modificando a través del tiempo debido a las diversas formas de organización social y a la evolución humana, que han demostrado que las personas que logran éxitos en su vida personal y triunfan en su vida laboral no eran las más inteligentes desde el punto de vista científico y convencional; sino que son aquellas que adquieren la capacidad de dominar sus emociones, reconocerse a sí mismos e identificar las emociones de los otros, lo que les permite conducirse  de forma asertiva anticiparse a necesidades o problemas que puedan presentarse en su medio laboral o personal; son las que destacan en la mayoría de sus actividades (Bertrand, 2015). De acuerdo con Fernández-Berrocal & Ruiz, (2008) en años anteriores, las emociones únicamente concernían al ámbito privado de la persona y la enseñanza académica se enfocaba en los aspectos intelectuales y académicos.

Salovey y Mayer (1995), definen a la Inteligencia Emocional [IE] como la capacidad para supervisar los sentimientos y emociones de uno mismo y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propio; definición que 1997, los autores realizaron una adecuación y concretando que es la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; y para regular las emociones proviniendo un crecimiento emocional e intelectual.

Goleman (1995), al publicar “La Inteligencia Emocional” resalta este concepto como uno de los factores más importantes para alcanzar el éxito en todos sus ámbitos y lo considera un rasgo de personalidad, resaltando el plano emocional, como el optimismo, la motivación, el autocontrol, y no solo el éxito profesional (Castejón & Pérez, 2010).

La IE al ser relacionada con el éxito académico es considerada con un rol importante en el proceso enseñanza aprendizaje en los estudiantes de las ciencias de la salud, se ha demostrado que las personas con alto grado de IE tienen más reacciones favorables a controlar el estrés y sus emociones, y son conscientes de cómo sus emociones pueden afectar a otras (Quiliano & Quiliano, 2020). Existe clara evidencia de que las personas que han desarrollado adecuadamente las habilidades emocionales suelen sentirse más satisfechas, son más eficaces y capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad, quienes contrariamente, no pueden controlar su vida emocional, se debaten en constantes luchas internas que lesionan su capacidad de trabajo y les impiden pensar con la suficiente claridad (Goleman, 1995)

Los rasgos más sobresalientes de IE difieren ligeramente entre hombres y mujeres. Los hombres que poseen una elevada IE suelen ser socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez y a comentar sus preocupaciones, demuestran una notable capacidad  para comprometerse con las causas y las personas, son capaces de adoptar responsabilidades, tienen visión ética de la vida, y son afables y cariñosos con sus relaciones, su vida emocional es rica y apropiada, se sienten a gusto consigo mismos, con sus semejantes y con el universo social en el que viven. Las mujeres emocionalmente inteligentes suelen ser enérgicas y a expresar sus sentimientos sin rodeos, con una visión favorable de sí mismas y siempre le encuentran un sentido a la vida, son abiertas y sociables, expresan sentimientos adecuadamente y toleran la tensión. Su equilibrio social les permite rápidamente nuevas amistades, se sienten a gusto consigo mismas como para mostrarse alegres espontáneas y abiertas a las experiencias sensuales; raramente se sienten ansiosas, culpables o se ahogan en sus preocupaciones. Así la IE aporta las diferencias, en las cualidades que más nos ayudan a convertirnos en auténticos seres humanos.

A pesar de la importancia de una educación brindada en base a la IE, los programas de formación académica son mínimos en el campo de la enfermería (Bajo & González, 2014). Para adquirir esta habilidad debe estar presente en la formación desde el inicio de la educación, en base a la importancia que requiere aprender a manejar y conocer las emociones de los demás, para mantener una buena comunicación, (Liébana-Presa, 2017).

La preocupación por formar personas capaces de adaptarse a los mandatos del mundo actual se ve reflejado en organismos internacionales como la UNESCO (1996), que mediante su informe Delors (1996), propone cuatro bases en las que se debe asentar la educación para el siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. Las dos últimas bases (aprender a convivir y a ser), se relacionan con las habilidades emocionales y sociales que ayudarán a los alumnos a desarrollarse de manera integral a lo largo de su vida.

A partir de los conceptos descritos anteriormente surgieron autores que dedicaron tiempo a investigar acerca de la IE ante ello es reconocida a nivel mundial, por diversos organismos gubernamentales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2019) que afirma que todos los cambios ocurridos en las grandes empresas y en la económica están teniendo un énfasis creciente en los elementos que componen a la IE.

Para los enfermeros como todos los que se desempeñan en el ámbito de la salud, un alto nivel de IE puede repercutir favorablemente sobre el trabajo en equipo y en la interacción con el paciente y la familiar, motivo por el que esta habilidad debe estar incluida en la formación universitaria desde que esta inicia, por la importancia que tiene mantener el control de las emociones, la relación con el paciente y los cuidados de calidad que han de ser otorgados (López-Fernández, 2015).

El presente estudio tiene como fundamentación los conceptos de IE descrita por los autores Mayer y Salovey (1997); como habilidad para distinguir, apreciar y comunicar emociones con certeza, para consentir y/o encausar sentimientos que simplifiquen el pensamiento; así como para comunicar emociones en la situación, lugar y momento adecuados; el segundo concepto: cognición emocional que incluye la regulación de las emociones para dar origen al desarrollo emocional e intelectual, y Goleman menciona que son características, como la capacidad de automotivación control de impulsos, del estado de ánimo, y de la capacidad para empatizar con las demás personas. Fragoso-Luzuriaga (2022), describió las características del modelo desarrollado por Mayer y Salovey: percepción, evaluación, expresión de las emociones, facilitación emocional del pensamiento, comprensión de las emociones y regulación reflexiva de las emociones, cada una se identifica de acuerdo con la habilidad desarrollada, desde las más simples hasta las que requieren mayor complejidad de pensamiento y desarrollo, identificando de esta manera como se procesa la información emocional. Por lo anterior se plantean los siguientes objetivos: Objetivo general: Analizar las diferencias de las dimensiones que integran la Inteligencia emocional: atención y claridad emocional, y reparación de las emociones en los estudiantes de 1ero y 5to semestres por cada variable sociodemográfica. Objetivos específicos: Identificar la relación de inteligencia emocional con las variables sociodemográficas. Describir las variables sociodemográficas de los estudiantes participantes en la investigación.

MATERIAL Y MÉTODOS.

Se realizó un estudio cuantitativo, descriptivo, de corte transversal y comparativo (Grove, et al. 2016). Esta investigación se derivó de un proyecto del Cuerpo Académico de Gerencia de los Cuidados de la FET- UAT. La población estuvo formada por 900 estudiantes de la Licenciatura en Enfermería, de la que se obtuvo la muestra de 175 alumnos de 1ero y 5to semestres. Se diseño una cédula de datos personales para las variables sociodemográficas y para medir la variable de la investigación se empleó el Instrumento de Autopercepción de Inteligencia Emocional Trait Meta-Mood Scale (TMMS) (Escala Rasgo Meta de Humor) diseñada por Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai (1995), con adaptación al español por Fernández-Berrocal et al. (2005). Consiste en una escala de rasgo sobre el conocimiento emocional que se posee y, evalúa la apreciación de las personas acerca de su habilidad emocional y la habilidad de regular las emociones para consigo mismos, compuesto por tres dimensiones: atención emocional que se refiera al grado de conciencia que se tiene sobre en el enfoque emocional; claridad emocional implica la percepción subjetiva que se tiene sobre las emociones de sí mismo; reparación emocional que hace referencia a la certeza de poder cesar y moderar los estados de ánimo perjudiciales y aumentar los gratos, de esta forma, evalúa los aspectos intrapersonales de la IE. El instrumento tiene consistencia interna informada por los autores α= .90 percepción, α=.90 comprensión y α= .86 regulación.

La investigación conto con la aprobación del Comité de Ética e Investigación de la FET-UAT, con el folio: FET/CEI-2021/002. Y se fundamentó en las disposiciones del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación en México (2014). Título Segundo de los Aspectos Éticos de la Investigación en Seres humanos. Vía online se envió el consentimiento informado, de tal forma que al dar respuesta el sujeto de estudio también daba su consentimiento de participación y se solicitó respuesta a ambos instrumentos, la participación fue sin coacción alguna y con la libertad de suspender su colaboración si así lo deseaban. A todos los sujetos de investigación se les presentó el proyecto y se explicaron los objetivos de la investigación a través de una sesión previamente programada en Microsoft teams.

Se empleó estadística descriptiva e inferencial. Se utilizó la prueba de Shapiro-Wilks para determinar la normalidad de los datos con resultados significativos por lo que se empleó estadística no paramétrica. Para establecer la diferencia de medias de IE por sus dimensiones, se empleó la prueba U de Mann-Whitney para las variables de estudio de dos categorías y la prueba de Kruskal-Wallis para las variables de tres o más categorías y para identificar la asociación de la inteligencia emocional con las variables sociodemográficas se empleó Ji Cuadrada.

RESULTADOS

Los resultados globales de confiabilidad para la prueba Trait Meta-Mood Scale, mostraron α = 0.93, (atención emocional α = 0.86, claridad emocional α = 0.90 y reparación emocional α = 0.90) lo que indica confiabilidad para medir la variable de estudio.

Estadística Descriptiva

Considerando el objetivo de describir las variables sociodemográficas de los participantes se presenta la información de 175 participantes distribuidos en los semestres de 1ero y 5to, donde destacan las siguientes observaciones: el mayor número de alumnos inscritos fue en 1er semestre 90 (51.4%) en comparación con los alumnos de quinto semestre 85(48.6%); la mayoría son mujeres 145 (82.9%), mientras que 30 (17.1%) son hombres. En cuanto a su estado civil, 171 (97.7%) participantes se identificaron como solteros, 1 (0.6%) casado, y en unión libre 3 (1.7%). Respecto a la situación académica, 172 (98.3%) son alumnos regulares y 3 (1.7%) irregulares. La edad promedio de los participantes fue de 19.9 años (Min=16 y Máx.= 40).

Para dar respuesta al objetivo general de analizar las diferencias de las dimensiones de IE por variables sociodemográficas, se presentan los siguientes resultados. Las dimensiones que componen la IE y como se distribuyó en la variable sexo, se constató que las mujeres mostraron una adecuada atención emocional en 45.7%, mientras que los hombres solo 8%, respecto a la claridad emocional tanto las mujeres como los hombres mostraron una adecuada claridad emocional (32.0% vs 39.4%), por último, en la siguiente dimensión reparación emocional, se pudo notar que las mujeres en 39.4% tienen adecuada reparación emocional, por su parte en los hombres solo se mostró en 7.4%.

En el estudio, se identificaron diferencias significativas en la percepción de la atención emocional, claridad emocional y reparación de las emociones entre los estudiantes de distintos grupos de edad. Los individuos de 20 años o menos, reportaron niveles más altos de atención emocional adecuada (36.0%), claridad emocional adecuada (31.4%) y reparación emocional adecuada (30.3%). El grupo de 21 a 25 años también presento porcentajes significativos, con 17.7% indicando atención emocional adecuada, 14.9% señalando claridad emocional adecuada y 16% expresando una reparación emocional adecuada. Sin embargo, en los grupos de 26 a 30 años y más de 30 años, los porcentajes fueron marginales, debido a la baja representación en estos grupos, solo se contó con la participación de un integrante en cada grupo.

Para responder al objetivo de Identificar la relación de inteligencia emocional con las variables sociodemográficas, se llevó a cabo un análisis de asociación entre las dimensiones de la IE y las variables sociodemográficas, utilizando la prueba de Ji cuadrado, como se evidencia en el cuadro I. Los resultados revelaron asociaciones significativas entre la dimensión de atención emocional y las variables de sexo, estado civil e ingresos económicos (p < 0.05). Esto indica que ser hombre o mujer, estar casado, soltero o en una unión libre, y tener ciertos niveles económicos influyen de manera significativa en la forma en que los estudiantes prestan atención a sus emociones.

La siguiente dimensión fue la claridad emocional, observamos una asociación significativa con el semestre (p < 0.05), lo que sugiere que el semestre en el que se encuentra el alumno ya sea primero o quinto semestre tiene un impacto significativo en su capacidad para comprender y manejar sus emociones. La dimensión de reparación emocional, al igual que la anterior, también se asoció de manera significativa con el semestre (p = 0.01). por lo que los estudiantes que están en distintas etapas de su educación universitaria experimentan niveles distintos de habilidad para abordar y superar las emociones negativas o conflictos emocionales.

Se empleo la prueba de U de Mann-Whitney para identificar diferencias significativas en las dimensiones de la IE entre los grupos definidos por la variable sexo, los resultados de la prueba indicaron que no se encontraron diferencias significativas entre las medianas de las variables evaluadas.

Se realizó un análisis de Kruskal-Wallis para evaluar las diferencias en las dimensiones de la inteligencia emocional en relación con el estado civil de los estudiantes. Los resultados revelaron diferencias significativas; en la dimensión atención emocional se observan diferencias entre los grupos del estado civil, los estudiantes en Unión libre (M=32.3), mostraron una atención emocional significativamente mayor comparativamente con la variable soltero (M =27.2) y con los participantes casados (M=24); en cuanto a la dimensión claridad emocional los participantes casados (M=39) mostraron una mayor claridad emocional en comparación con los participantes en unión libre (M=32.3), y soltero (M =25.8); y en la dimensión Reparación emocional los casados exhibieron valores significativamente más altos (M= 40) a diferencia de los solteros con (M =27.3) y quienes viven en unión libre con (M =25). Los resultados completos se encuentran detallados en el cuadro II.

Como continuación de la prueba anterior mediante el análisis de Kruskal-Wallis se evaluaron las diferencias en las dimensiones de la inteligencia emocional entre estudiantes de primero y quinto semestres.  En la dimensión de atención emocional, los estudiantes de primer semestre mostraron un valor medio (M =27.8) mayor en comparación con los estudiantes de quinto semestre (M =26.6). Con relación a la claridad emocional, nuevamente encontramos que los estudiantes de primer semestre tienen un valor promedio superior (M =27.7), en comparación con los estudiantes de quinto semestre (M =24.3). La tercera dimensión de reparación emocional, también los estudiantes de primer semestre exhibieron valores promedio más altos (M =29), en contraste con los estudiantes de quinto semestre (M=25.7), estos resultados sugieren que en nuestra muestra los estudiantes que se encuentran en primer semestre presentan, en promedio, un mayor desarrollo en las dimensiones de atención emocional, claridad y reparación emocionales en comparación con sus compañeros de quinto semestre. La descripción detallada de los resultados se encuentra en el cuadro III.

DISCUSIÓN

La mayoría son mujeres en 145 (82.9%), mientras que los 30 (17.1%) son hombres datos similares a lo demostrado por Bequis-Lacera et al. (2020) en donde el 80% pertenecen al sexo femenino; Barrera -Gálvez et al. (2019) y Di Lorenzo (2020) que indicaron que en su estudio la mayoría fueron mujeres y una minoría hombres; y diferente a los resultados de Siles-González et al. (2017) en donde su población se integró por 38 mujeres y 2 hombres. +

En el presente estudio 171 (97.7%) participantes son solteros, 1 (0.6%) casado 1(0.6%) y en unión libre 3 (1.7%), datos similares a lo investigado por Bequis-Lacera et al. (2020) que describe que en su estudio la mayoría eran solteros y a Macias et al. (2018) en donde 17.1% se encontró en unión libre.

La edad promedio de los participantes fue de 19.9 años (Min=16 y Máx.= 40) resultados similares a los siguientes autores: Bequis-Lacera et al. (2020) y Macias (2018) que indicaron que sus participantes tenían edad media de 20 años.

Las mujeres mostraron adecuada atención emocional y adecuada claridad emocional diferente a los datos de Siles-González et al. (2017) en donde 15% requieren de mejorar la claridad y la comprensión emocional de sus sentimientos

En el grupo de 26 a 30 años y más de 30 años, los porcentajes fueron marginales, debido a la baja representación en estos grupos, solo se contó con la participación de un integrante en cada grupo, diferente a Torres y Sosa (2020) que en sus resultados encontraron que los mayores de 26 años tienen menor IE y representaron el 14.11% y los de adecuada IE fueron el 25%.

No se encontraron diferencias significativas entre las medianas de Inteligencia emocional y sexo igual a lo reportado por Bequis-Lacera et al. (2020) que indicaron que no existen diferencias en las puntuaciones de IE entre el sexo femenino y masculino y también igual a Torres y Sosa (2020) en donde la diferencia fue que los de menor IE se encontraban en el turno matutino y los de adecuada IE se encuentran en el horario vespertino.

La atención emocional de los estudiantes de primer semestre indico un valor mayor a diferencia de los estudiantes de quinto semestre, similar a Di Lorenzo et al. (2019), que refieren que los alumnos hombres de primer año mostraron una media de IE de 120.31 a comparación de los hombres de tercer grado que indicaron una media de 114.7 y para las mujeres de primer año mostraron una media de 119.2 y las de tercero de 122.9.

Relacionado a claridad emocional, los estudiantes de primer semestre tienen un valor promedio superior a diferencia de los de quinto semestre diferente a los datos de Sánchez et al. (2018) que indicaron relación inversa entre claridad emocional y conducta de riesgo.

Los estudiantes de primer semestre exhibieron valores promedio más altos en reparación emocional en contraste con los estudiantes de quinto semestre diferente a los resultados de Sánchez-López et al. (2015) que indicaron no haber encontrado diferencias entre los alumnos de1er y 5to semestres

Se demuestran asociaciones significativas entre la dimensión de atención emocional y las variables de sexo, estado civil e ingresos económicos diferente a Torres y Sosa (2020), que indicaron que la variable sexo, semestre y carrera reportaron un valor de significancia mayor a 0.5 y la diferencia entre los grupos fueron menores.

Se identifico asociación significativa de la dimensión claridad emocional con el semestre diferente a los datos obtenidos por Sánchez et al. (2018) que indicaron asociación inversa entre calidad emocional y conducta de riesgo

Relacionado a la dimensión reparación emocional, también se asoció de manera significativa con el semestre diferente a los resultados de Barriga (2020) que indico relación positiva y significativa entre la dimensión reparación emocional y habilidades sociales.

La inteligencia emocional por sexo y semestre resultó ser adecuada datos similares a los reportados por los siguientes investigadores: Ardiles y Barraza (2020) que demostraron que el nivel de percepción emocional fue adecuado con 87.5%, la comprensión emocional adecuada 61% y la regulación 69.9% y a Ardiles y Jorquera (2020) que refirieron que el nivel de percepción emocional fue adecuado con 60.3%, la comprensión emocional adecuada 53.8% y la regulación 53.2%; Quintanilla y Fiama (2020) reportaron que 80% obtuvieron IE adecuada y 18.8% nivel bajo y diferente a Diaz (2020) en donde sus estudiantes de enfermería 57.3% presentaron IE media, 24.2% IE baja y 18.5% IE alta y a Llibre et al. (2015) en donde las mujeres mostraron IE alta y los hombres IE baja 16.6% y solo 5.6% de ellos inteligencia superior al promedio; también diferente a Reyes y Carrasco (2013) indicaron nivel adecuado en 49%, bajo 36% y solo 4% buen nivel de IE.

ILUSTRACIONES, TABLAS, FIGURAS.

Cuadro I Asociación de las dimensiones de inteligencia emocional con las variables sociodemográficas

Variables sociodemográficas

Atención emocional

Presta poca atención

Adecuada

atención

Demasiada atención

 

f

f

f

gl

p

Sexo

     Mujer

     Hombre

 

51

7

 

80

14

 

14

9

 

2

 

9.21

.010

Estado civil

     Soltero

     Casado

     Unión libre

 

56

1

1

 

94

0

0

 

21

0

2

 

 

4

 

 

10.30

.035

 

Ingresos económicos

     de $0 a $2699.00

     de $2700 a $6799

     de $6800 a $11599

     de $11600 a 34999

 

15

28

12

3

 

31

44

144

5

 

1

14

3

5

 

 

6

 

 

14.65

.023

 

Claridad emocional

Semestre

     Primero

     Quinto

 

28

41

 

46

36

 

16

8

 

2

 

6.198

 

.045

 

Reparación emocional

Semestre

     Primero

     Quinto

 

20

39

 

46

36

 

24

10

 

2

 

12.9

 

.002*

*p=<.001

Nota: f=frecuencia absoluta, gl=grados de libertad, =Ji cuadrada, p= valor de significancia.

Fuente: Cédula sociodemográfica y Trait Meta-Mood Scale.                              n = 175

 

Cuadro II Prueba Kruskall-Wallis para determinar diferencia de medias por la variable estado civil

Estado civil

Soltero

Casado

Unión libre

Valor

M

DE

Valor

M

DE

Valor

M

DE

Min

Max

Min

Max

Min

Max

Atención emocional

11

40

27.2

6.6

24

24

24.0

-

24

39

32.3

7.6

Claridad emocional

11

40

25.8

7.1

39

39

39.0

-

23

40

32.3

8.6

Reparación emocional

11

40

27.3

7.4

40

40

40.0

-

18

31

25.0

6.8

Nota: Valor min=valor mínimo, Valor máx= valor máximo, M =media, DE=Desviación estándar 

Fuente: Cédula sociodemográfica y Trait Meta-Mood Scale.                           n = 175

 

Cuadro III Prueba Kruskall-Wallis para determinar diferencia de medias por la variable semestre

 

Primer semestre

Quinto semestre

Valor

M

DE

Valor

M

DE

Min

Max

Min

Max

Atención emocional

11

40

27.8

6.8

15

39

26.6

6.4

Claridad emocional

11

40

27.7

7.0

14

40

24.3

7.0

Reparación emocional

12

40

29.0

7.3

11

40

25.6

7.3

Nota: Valor min=valor mínimo, Valor máx= valor máximo,M=media, DE=Desviación estandart

Fuente: Cédula sociodemográfica y Trait Meta-Mood Scale.                             n = 175

 

CONCLUSIONES

La presente investigación demostró que existen diferencias y asociaciones entre la Inteligencia emocional y las variables sociodemográficas, que pueden limitar el progreso académico de los alumnos, lo que conduce a mayor indagación del impacto que esto representa en la formación de los estudiantes de enfermería. Lo aquí demostrado indica la necesidad de incorporar en el currículo de enfermería la enseñanza de esta variable así como su evaluación paulatina hasta finalizar la formación del estudiante; sin dejar de considerar otras variables personales, familiares, sociales y del entorno educativo que pueden combinarse con la inteligencia emocional y determinar el progreso académico; esto permitirá un indicador favorable en el futuro laboral del profesionista, de quien se espera que se muestre capaz de manejar de manera asertiva sus emociones en todos los ámbitos en los que ha de desarrollarse.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Ardiles-Irarrázabal, R. y Jorquera, M. (2020). Relación entre espiritualidad e inteligencia emocional en estudiantes de enfermería. Horizonte de Enfermería, 31(3), 306- 324

Bajo, Y. & González, R. (2014). La salud emocional y el desarrollo del bienestar enfermero. Metas de Enfermería, 17(10), 12-16.

Barrera-Gálvez, R., Solano-Pérez, CT., Arias-Rico, J., Jaramillo-Morales, OA., y Jiménez-Sánchez, RC. (2019). La inteligencia emocional en estudiantes universitarios. Educación y salud Boletín Científico Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 7(14), 50-55.

https://doi.org/10.29057/icsa.v7i14.4437

Barriga, A. (2020). Inteligencia emocional y habilidades sociales en estudiantes de enfermería técnica del Instituto de Educación Superior Tecnológico Publico Vilcanota, Sicuani 2020. (Tesis doctoral). Universidad Autónoma Deica.

http://repositorio.autonomadeica.edu.pe/handle/autonomadeica/653

Bequis-Lacera, M., Tellez, A., Pardo, C., Sanchez, K., Gutierrez, L., & Leal, L. (2020). Inteligencia emocional en estudiantes de enfermería en una institución de educación superior. [Tesis de maestría]. Facultad de Enfermería Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Bertrand, R (2015). ¿Qué es la inteligencia emocional? Descubriendo la importancia de las emociones. https://www.psicologiaymente.net/inteligencia/inteligencia-emocional#! (2018- 03-02).

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[1] Autor Principal

Correspondencia: fgonzale@docentes.uat.edu.mx