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Desde la neuropsicología se han hecho estudios acerca de las funciones ejecutivas, para Lezak (2004) son
un conjunto de habilidades comprometidas en la generación, supervisión, regulación, ejecución y reajuste
de conductas adecuadas para conseguir metas complejas cognitivas, como la creación de un plan de
gobierno o el diseño y ejecución de un proyecto, así como de índole socioemocional como las relaciones
interpersonales en un lugar de trabajo.
Dentro de las funciones ejecutivas se encuentra la memoria de trabajo, definida por Baddeley y Hitch (1974)
como un sistema en el cual se mantiene y manipula la información de forma temporal, además, establecieron
una subdivisión en cuatro componentes que actúan de forma simultánea: el ejecutivo central, el bucle
fonológico, la agenda visoespacial y el buffer episódico.
Cada componente de la memoria de trabajo está relacionado con el desarrollo de funciones específicas que
permiten la adquisición de las competencias matemáticas desde los diferentes pensamientos: numérico,
espacial, métrico, variacional y aleatorio.
Es el componente encargado de la recepción y manipulación de la información visual y espacial, que
proviene tanto de la percepción visual como de la propia mente, como lo declara López M. (2011), por lo
que se afirma que tiene dos subsistemas uno de almacén visual y otro de procesamiento de la información
visual, significativos para el aprendizaje de la geometría y la orientación espacial.
Simmons, F. et al. (2012) mencionan que la agenda visoespacial asume un papel definido y fundamental en
la escritura de los números y la valoración de las magnitudes y Ashkenazi, et al. (2013) verifican que tiene
gran relevancia en la solución de problemas aritméticos debido al uso de representaciones mentales.
El bucle fonológico es el encargado de la recepción y manipulación de la información verbal, el bucle
fonológico al igual que la agenda visoespacial tiene dos subsistemas, uno de almacenamiento y otro de
procesamiento de la información verbal, Tirapu Ustárroz y Grandi (2016) sostiene que este componente, es
el encargado del repaso permanente de la información verbal, lo que permite su sostenimiento momentáneo
durante la ejecución de un trabajo cognitivo.
El bucle fonológico actúa al mismo tiempo en la solución de problemas matemáticos, Zheng, X., Swanson,
H. y Marcoulides, G. (2011) postulan que este sistema favorece la precisión en la búsqueda de resultados a