Control del Lenguaje Durante el Uso de Google Translate

 

Bryan Yerab Alegría Lazo[1]

bryan.alegria96@hotmail.com

https://orcid.org/0009-0003-9979-6044

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Villahermosa – México

 

Mtro. Eleazar Morales Vázquez

eleazarmove@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-1596-5043

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Villahermosa – México

 

Mario Rubén Ruíz Cornelio

mario.ruiz@ujat.mx

https://orcid.org/0000-0001-8623-354X

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Villahermosa – México

 

 

RESUMEN

La traducción automática ha evolucionado a través de los años gracias al avance tecnológico. Esta evolución ha permitido que en la actualidad se pueda considerar su uso de forma profesional, dado que su efectividad ha mejorado sustancialmente. Sin embargo, las investigaciones sobre el tema señalan que el control del lenguaje, así como el tipo de texto, son claves esenciales para lograr un uso eficiente de los traductores automáticos. Por esta razón, en este artículo se presenta un análisis realizado a un texto informativo traducido con la ayuda de Google Translate, con el fin de identificar los aspectos de mayor relevancia sobre los que debemos enfocar el control del lenguaje de un texto en particular. Los resultados permitieron concluir que el control del lenguaje adecuado es indispensable para hacer eficiente el empleo de un traductor automático.

 

Palabras clave: recursos digitales; subcompetencia tecnológica; traducción automática


 

Language Control While Using Google Translate

 

ABSTRACT

Machine translation has evolved over the years thanks to technological advances. This evolution has allowed its use to be considered professionally, given that its effectiveness has improved substantially. However, research on the subject indicates that language control, as well as the type of text, are essential keys to achieving efficient use of automatic translators. For this reason, this article presents an analysis carried out on an informative text translated with the help of Google Translate, in order to identify the most relevant aspects on which we should focus the language control of a particular text. The results allowed us to conclude that adequate language control is essential to make the use of an automatic translator efficient.

 

Keywords: digital resources; technological subcompetence; automatic translation

 

 

Artículo recibido 03 noviembre 2023

Aceptado para publicación: 10 diciembre 2023

 


INTRODUCCIÓN

La traducción automática (TA) es una actividad dentro de la industria de la lengua que se ha vuelto una vertiente de objeto de estudio debido a su creciente uso (Ortego, 2020). Por supuesto, este auge es un efecto colateral de la imperiosa era digital que envuelve la realidad como la conocemos hoy, dado el avance de las nuevas tecnologías que ha tenido éxito en el mundo y al incremento en los flujos de trabajo de ciertas áreas (Trujillos-Yébenes y Muñoz-Miquel, 2022).

Según Gamal (2017), la traducción automática: “es un área de la lingüística computacional que investiga el uso de software para traducir texto o habla de un lenguaje natural a otro tanto con o sin ayuda humana” (p. 4). Si bien, la utilización de los traductores automáticos ha sido cuestionada dentro del campo de la traducción profesional por diversos motivos, sobre todo por considerarse que pueden ser imprecisos.

Desde el punto de vista de Koglin (2015), la calidad de una traducción realizada con un sistema de traducción automático depende de diferentes factores. Por un lado, el tipo de texto y el control del lenguaje que contiene. Esto implica al traductor y a la ejecución de su trabajo previo a la traducción automática. Por otro lado, el sistema automático de traducción en sí mismo, lo cual tiene su importancia en los métodos de procesamiento de información que emplean.

Ahora, en el trabajo de Sánchez y Rico (2020) se resalta que la traducción automática se ha pulido a lo largo de los años, precisamente con los avances tecnológicos, ya que en años recientes se han implementado distintos métodos de procesamiento. En primer lugar, encontramos aquellos sistemas basados en reglas que se nutren de información lingüística, diccionarios bilingües y patrones de transferencia. También, los sistemas basados en estadística que emplean corpus monolingües y paralelos entre la lengua que se asume como original y la lengua meta de la traducción deseada. Por otro lado, existen aquellos sistemas que se basan en ejemplos y utilizan de referencia corpus más grandes. Finalmente, los más avanzados son los basados en redes neuronales que mediante algoritmos complejos han pretendido emular la forma en la que funciona y aprende el cerebro humano (inteligencia artificial).

En añadidura, no debemos olvidar que la traducción es arte y ciencia a la vez, como bien argumentó Nida (1996) en sus aportaciones, ya que las teorías de traducción son relativas debido a que estas consisten en reglas y principios que no son aceptables para todos los textos. Este planteamiento nos permite sugerir que, pese a la sofisticación científica detrás de los nuevos sistemas de traducción automática, es necesaria la intervención humana en la traducción automática que agregue ese toque artístico que requiere esta labor, pues el traductor juega un papel fundamental como mediador cultural, ya que con su trabajo puede contribuir a los intercambios culturales y a la preservación de la historia de la humanidad (Carrera, 2013).

Asimismo, dado que los avances en la sociedad (incluidos los tecnológicos) traen consigo alteraciones en el mundo y en la realidad, no debemos dejar de lado que este hecho propicia cambios constantes en las lenguas, ya que según Cescato (2017) estas evolucionan para ajustarse a lo que experimentamos como hablantes, por lo que son un fenómeno vivo. Desde nuestra perspectiva, estos cambios son tan veloces que hace que incluso los sistemas de traducción automática modernos tengan complicaciones, por ejemplo cuando un texto contiene neologismos, especialmente si son extranjerismos de un vocabulario especializado.

Por lo anterior, en el presente trabajo se abordan los primeros factores señalados por Koglin (2015), tomando en consideración los beneficios que ofrecen los avances tecnológicos en cuanto a los sistemas de traducción automática. Esto parte desde el planteamiento de que son los procesos ejecutados por el humano, en este caso el traductor, los que requieren mayor énfasis en las investigaciones y análisis sobre esta temática, ya que esto permitiría la optimización de la labor traductora, particularmente cuando se realiza en circunstancias emergentes o para encargos masivos. De igual forma, es donde el traductor puede tomar acción si existen en el texto original elementos que pudieran resultar confusos, ambiguos, incomprensibles en ocasiones o que simplemente estén orientados al entendimiento pragmático, como puede ser el caso de aspectos contextuales (referencias culturales, deixis, jerga especializada, etc.).

En suma, Sánchez y Rico (2020) indican que el lenguaje controlado y la preedición son procesos previos a la traducción automática cuyos objetivos son mejorar la legibilidad de los textos, hacerlos claros y directos de forma que se eviten ambigüedades sintácticas o léxicas durante la traducción automática. En otras palabras, es en este punto de la labor del traductor que se encuentra la clave para mejorar el resultado de una traducción automática, ya que este trabajo permite que el texto introducido en el procesador automático de traducción tenga consistencia lingüística. Por su parte, las autoras también indican que la posedición es una tarea que el traductor debe ejecutar con conocimientos, pero de acuerdo con la calidad que el cliente exija.

Ahora bien, hablando en específico de la posedición, estudios como los de Koglin (2015) y Sekino (2015) abordan el esfuerzo cognitivo que implica esta tarea en comparación con el esfuerzo cognitivo que implica la traducción manual. Sus estudios difieren en resultados, puesto que mientras los resultados de Koglin (2015) indican que la traducción manual requiere mayor esfuerzo cognitivo que la posedición de la traducción automática, los resultados de Sekino (2015) indican totalmente lo contrario.

En este sentido, podemos plantear que, aunque las habilidades de posedición son indispensables en un traductor, en ocasiones hay textos o fragmentos de textos traducidos automáticamente que no lo requieren o que vuelven este paso muy sencillo, pues requieren de una posedición mínima. Esto último sucede especialmente cuando se ha realizado un trabajo de preedición meticuloso e incluso intuitivo. Sin embargo, cuando no se ha realizado un proceso de preedición y se opta por ir directamente a la traducción automática seguida de la posedición, el traductor puede requerir revisar en más de una ocasión ciertos elementos que probablemente necesiten un análisis constante, lo que implica un esfuerzo cognitivo mayor. Si bien, en ambos casos la complejidad y relevancia dependen del texto mismo.

Por otro lado, retomando el tema de los avances tecnológicos y la evolución del mundo que señalamos en un principio, es importante destacar que en la actualidad, tal y como señala Lizenberg (2015), los traductores deben enriquecer su formación con competencias más allá de las semánticas, lingüísticas, discursivas y culturales, siendo particularmente las competencias digitales imprescindibles. Para Basich et al. (2012), enseñar a los estudiantes de traducción habilidades tecnológicas es esencial para su crecimiento profesional. Además, Fredholm (2022) asevera que cuando recurrimos a la traducción automática nuestro éxito dependerá de la preparación que tengamos para utilizar tales recursos tecnológicos.

Lamentablemente, la subcompetencia instrumental profesional no siempre se desarrolla de forma integral durante la preparación de los futuros traductores profesionales (Micheli, 2013; Hernández-Romero y Marín-Marín, 2021), siendo el uso de los traductores automáticos parte de los aspectos que se suelen omitir o relegar durante la formación académica, y siendo en su mayoría los diccionarios en línea el único de los recursos digitales al que sí se le atribuye relevancia (Sáez, 2016).

Inclusive, en algunas carreras donde la formación se centra en lenguas y se incluye la traducción profesional como un área de especialización, el uso de traductores automáticos es un tema aún más controversial. De acuerdo con Cliford et al. (2013), en el área de enseñanza-aprendizaje de lenguas no está permitido en muchas ocasiones el uso de traductores automáticos con el objetivo de no entorpecer los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Es decir, se considera que se les facilita a los alumnos la tarea y que no permite un razonamiento lingüístico.

No obstante, no debemos olvidar que la traducción como profesión exige más que conocimientos lingüísticos. En el sector empresarial, por ejemplo, las empresas ponen una especial atención a los procesos de posedición de textos en las capacitaciones del personal (Arevalillo, 2012), lo cual nos permite sugerir que el uso de los sistemas de traducción automática no debe considerarse radicalmente como algo negativo para la formación de traductores, sino como un complemento para su inserción laboral a futuro.

Ahora bien, pese a que Silva-Nieves et al. (2020) señalan que las competencias traductoras instrumentales profesionales (Kelly, 2002), como lo es el caso de la competencia tecnológica, son en ocasiones más relevantes al ejercer la profesión traductora que las competencias lingüísticas, en este caso consideramos que los conocimientos lingüísticos van de la mano con las habilidades tecnológicas, puesto que parte de saber utilizar a favor los traductores automáticos es precisamente dominar la redacción en ambos idiomas involucrados y con ello ser capaz de ejecutar la preedición y la posedición de forma efectiva.

En este sentido, la lengua materna juega un papel fundamental. En general, es un pilar para adquirir conocimientos, habilidades y valores que necesitamos los seres humanos para nuestro desarrollo personal y profesional (Batista et al., 2014). Y, particularmente en el campo de la lingüística aplicada, en el que cabe por supuesto la traducción, debemos enfatizar que entre lenguas existe una distancia lingüística que, según Clouet (2015), es tipológica y se relaciona con los orígenes de cada idioma.

METODOLOGÍA

En este artículo presentamos los resultados del análisis realizado a un texto informativo traducido automáticamente mediante la herramienta Google Translate, el cual trabaja con el aprendizaje automático mediante estadística, con el objetivo de resaltar aquellos elementos textuales que consideramos relevantes durante el control del lenguaje, tomando en cuenta el tipo de texto como tal, así como las características del lenguaje utilizado en este. La traducción fue de tipo directa y el texto informativo corresponde a una nota de BBC NEWS publicada en julio del presente año.

De igual manera, durante el análisis enfatizamos la relevancia que posee la lengua materna al implementar la traducción automática en la labor profesional del traductor, ya que es este conocimiento lingüístico el que permite no solamente considerar los elementos textuales de la lengua original (LO), en este caso inglés, sino también aquellos de la lengua meta (LM), teniendo en mente que esta debe dominarse para lograr una construcción textual lo más natural posible y, sobre todo, correcta.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El análisis del texto procesado con el traductor automático Google Translate se presenta detalladamente, considerando el orden de los párrafos.

Como se explicó anteriormente, el texto seleccionado es una nota publicada en BBC NEWS el 26 de julio de 2023. El título de la nota en LO es:

For the first time ever, a team of Nasa scientists is taking unidentified anomalous phenomena seriously. But how will they sift out the incidents worthy of investigation?

Este título traducido automáticamente por Google Translate queda de la siguiente manera:

Por primera vez, un equipo de científicos de la NASA está tomando en serio fenómenos anómalos no identificados. Pero ¿cómo seleccionarán los incidentes dignos de investigación?

En primera instancia, podemos notar que el título es preciso y que en la construcción textual original no hay ambigüedades o elementos complejos que pudieran complicar el procesamiento del traductor automático. Cabe destacar que en la oración final se respeta la regla en español de no colocar coma después de «pero» cuando se encuentra antes de una pregunta directa. Ahora, veámos el primer párrafo en LO:

It was just a normal day's flying for Alex Dietrich – until it wasn't. Streaking through the sky over the tranquil expanse of the Pacific Ocean near San Diego, the US Navy lieutenant commander was taking her F/A-18F Super Hornet fighter jet on a training mission with a colleague in another plane. Then came a voice through the crackle of the radio.

Este primer párrafo es considerablemente más extenso y contiene elementos lingüísticos más complejos que el título del artículo. Al procesarlo mediante Google Translate, el resultado fue el siguiente:

Para Alex Dietrich era un día normal de vuelo, hasta que dejó de serlo. Atravesando el cielo sobre la tranquila extensión del Océano Pacífico cerca de San Diego, la teniente comandante de la Marina de los EE. UU. llevaba su avión de combate F/A-18F Super Hornet a una misión de entrenamiento con un colega en otro avión. Entonces llegó una voz a través del crujido de la radio.

En términos generales, Google Translate ejecutó una correcta traducción del contenido de este primer párrafo, pese a que contiene elementos que podrían representar complejidad léxica, como aquellos relacionados con la milicia. Por otro lado, podríamos sugerir que un elemento de posedición sería el empleo de una coma después de «entonces», ya que este se emplea como un conector al inicio de una oración. Continuemos con el segundo párrafo en LO:

It was an operations officer aboard the warship USS Princeton, asking them to investigate a suspicious object flitting around: on several occasions, it had been spotted 80,000ft (24.2km) high, before suddenly dropping close to the sea and apparently vanishing. 

El fragmento en LM resultó de la siguiente forma con el empleo de Google Translate:

Era un oficial de operaciones a bordo del buque de guerra USS Princeton, que les pedía que investigaran un objeto sospechoso que revoloteaba: en varias ocasiones, había sido visto a 24,2 kilómetros de altura, antes de caer repentinamente cerca del mar y aparentemente desaparecer.

Ahora bien, en este segmento traducido por Google Translate podemos notar varios elementos de importancia lingüística para considerarlos durante el control del lenguaje. En primer lugar, el traductor debe prestar atención en el cambio de tiempo y modo verbal hasta antes de los dos puntos. En este caso, Google Translate realizó un oportuno cambio, tomando en cuenta que, si bien en inglés es mucho más común el uso de gerundio e infinitivo para reportar un suceso pasado, en el español escrito el uso excesivo de gerundio no se considera adecuado, especialmente porque para relatar un suceso pasado la lengua española suele emplear el pretérito imperfecto y, cuando se reporta un imperativo de un hecho que ya pasó en una oración subordinada, se utiliza el subjuntivo. Por otro lado, podemos destacar que Google Translate omitió adecuadamente la altura en pies, ya que se conservó únicamente la cantidad en kilómetros, considerando la lengua meta. Prosigamos con el siguiente párrafo:

When the two jets arrived at its last known location, close to the ocean's surface, the water seemed almost to be boiling. Moments later Dietrich saw it: what seemed to be a whitish, oblong object around 40ft (12m) long, hovering just above the water – like a wingless capsule, which she described as resembling a Tic Tac. As they edged in closer, it was gone, accelerating off into the sky at what seemed an impossible speed, leaving a glassy expanse of regular sea behind.

Como podemos notar, este párrafo contiene de nuevo elementos importantes para considerar durante el control del lenguaje. Veámos cómo fue traducido por Google Translate:

Cuando los dos aviones llegaron a su última ubicación conocida, cerca de la superficie del océano, el agua parecía casi estar hirviendo. Momentos después, Dietrich lo vio: lo que parecía ser un objeto oblongo y blanquecino de unos 12 m (40 pies) de largo, flotando justo sobre el agua, como una cápsula sin alas, que ella describió como parecida a un Tic Tac. A medida que se acercaban, desapareció, acelerando hacia el cielo a una velocidad que parecía imposible, dejando atrás una extensión cristalina de mar regular.

La primera oración, en términos generales, resulta correcta. Ahora bien, en el caso de la segunda oración, podemos destacar que un acierto del traductor automático fue esta vez sí colocar una coma después del conector temporal al iniciar la oración. Sin embargo, en este caso el traductor no omitió señalar la longitud en pies. De hecho, realizó una inversión, ya que la cantidad en pies se colocó entre paréntesis y la cantidad en metros afuera de los paréntesis, contrario al texto en LO. Otro aspecto importante de destacar es la descripción completa del objeto, dado que en LO se emplea un guion corto para pausar, además de las comas, en tanto en español se emplearon solamente comas. Esto hace la oración un poco compleja y extensa, por lo que la consideración de paréntesis introducidos por el traductor humano sería una opción para mejorar la claridad y la cadencia de lectura. Continuemos con el párrafo que sigue:

This was the infamous "Tic Tac" incident of 2004, which later went viral when a video captured by advanced tracking equipment on one of the planes was leaked to the New York Times. In the footage, eventually confirmed to be authentic by the US Department of Defense, the object can be seen as an oblong shadow against a bright sky, before suddenly lurching off-camera to the left at uncanny speed.

El resultado en LM fue el siguiente:

Este fue el infame incidente "Tic Tac" de 2004, que luego se volvió viral cuando un video capturado por un equipo de seguimiento avanzado en uno de los aviones se filtró al New York Times. En las imágenes, que finalmente confirmaron que eran auténticas por el Departamento de Defensa de EE. UU., el objeto puede verse como una sombra oblonga contra un cielo brillante, antes de salir repentinamente fuera de cámara hacia la izquierda a una velocidad asombrosa.

Pese a que en español se recomienda emplear como primera opción las comillas angulares, al ser una oración larga y compleja, podemos considerar que el trabajo de Google Translate fue aceptable. Sin embargo, un punto que podría mejorarse para esclarecer el texto y no dejar duda en el lector, sobre todo si contemplamos que siempre existe la posibilidad de que alguien no sepa de qué se trata, es añadir la palabra «diario» o «periódico» antes de New York Times. Ahora bien, en la siguiente oración podemos notar un error importante en la construcción en español generada por Google Translate. En la LO se emplea una forma pasiva, lo que centra la atención en «las imágenes». Al intentar replicar esta construcción, Google Translate generó incongruencia en la oración: “…que finalmente confirmaron que eran auténticas por el Departamento de Defensa de EE. UU.”. Si bien, podría corregirse el error al cambiar la oración manteniendo la forma pasiva: “…que finalmente fueron confirmadas como auténticas por el Departamento de Defensa de EE. UU.”, debemos tomar en cuenta que la lengua española sugiere evitar en la medida de lo posible el uso del pasivo, por lo que una opción más natural en español podría ser: “En las imágenes, que el Departamento de Defensa de EE. UU. confirmó como auténticas finalmente…”. Si bien, la elección del estilo depende del traductor humano y del resto de construcciones similares dentro del texto, ya que lo importante es evitar el exceso de todo aquello que pueda considerarse no del todo natural en la LM. Prosigamos con el párrafo siguiente:

It's just one of hundreds of peculiar incidents that have made it into the hands of serious officials in recent years. First there was the US government's 2021 assessment of UFOs – which have been rebranded, rather disappointingly, as the more sober-sounding "Unidentified Aerial Phenomena" (UAPs). Now Nasa is expected to release the results of its first-ever study into Unidentified Anomalous Phenomena – their own twist on the historically dubious designation – and the US Congress subcommittee on National Security, the Border and Foreign Affairs is holding a hearing on them.

Hasta ahora, este párrafo es el más complejo del texto. Véamos la traducción de Google Translate:

Es sólo uno de los cientos de incidentes peculiares que han llegado a manos de funcionarios serios en los últimos años. Primero, fue la evaluación de los ovnis realizada por el gobierno de EE. UU. en 2021, que ha sido rebautizada, de manera bastante decepcionante, como los "fenómenos aéreos no identificados" (UAP, por sus siglas en inglés), que suenan más sobrios. Ahora se espera que la NASA publique los resultados de su primer estudio sobre fenómenos anómalos no identificados (su propia versión de la designación históricamente dudosa) y el subcomité del Congreso de Estados Unidos sobre Seguridad Nacional, Fronteras y Asuntos Exteriores está celebrando una audiencia sobre ellos.

La primera oración traducida resulta correcta. No obstante, el resto del párrafo contiene elementos importantes para su análisis. En primer lugar, se hace mención del término Unidentified Flying Objects (UFOs) en la LO. Sin embargo, en español se adaptó el término tanto en su forma extensa en Objeto Volador No Identificado como en el acrónimo OVNI que, posteriormente, pasó a formar parte del lenguaje común como ovni, en plural ovnis. Esta adaptación realizada hace bastante tiempo ocasiona que el traductor automático considere el término común en español, sin tomar en cuenta el empleo del término como acrónimo (OVNI), ya que en inglés resulta similar al nuevo acrónimo (UFOs/UAPs), por lo que la opinión decepcionada del autor del texto por el renombramiento tiene más sentido al notar claramente el lector esta comparación de ambos, lo cual no sucede en español debido a que no se parecen (OVNIS/FANIS). Estos detalles, por su puesto, son los que hacen tan relevante la participación del traductor humano. Continuemos con el párrafo que sigue:

Around 76 years into America's obsession with aliens – during which the nation has been gripped by reports of flying saucers, weird lights, and the mysteries of Area 51 – the scientific community is finally taking charge. But how do you sift the fancies of conspiracy theories from incidents worthy of investigation? What hallmarks separate a genuine anomaly from a curiously shaped cloud or Chinese balloon? And why are researchers finally paying attention?

La versión en LM que generó Google Translate es la siguiente:

Alrededor de 76 años después de la obsesión de Estados Unidos por los extraterrestres, durante los cuales la nación se ha visto atrapada por informes sobre platillos voladores, luces extrañas y los misterios del Área 51, la comunidad científica finalmente está tomando el mando. Pero, ¿cómo se pueden separar las fantasías de las teorías de conspiración de los incidentes dignos de investigación? ¿Qué características separan una anomalía genuina de una nube de forma curiosa o de un globo chino? ¿Y por qué los investigadores finalmente están prestando atención?

Podemos notar que la primera parte del párrafo es bastante adecuada, ya que siendo una oración larga no deja de ser clara y precisa. Ahora, al iniciar la siguiente oración, vemos que hay un error que al principio (en el título) no generó Google Translate. Nos referimos a la coma empleada después de «pero», dado que es incorrecto su uso cuando sigue un signo de interrogación de apertura. Si bien, debemos destacar que Google Translate generó un muy buen cambio al emplear una forma impersonal al hacer la primera pregunta en lugar de replicar el uso de la segunda persona de la LO. Analicemos el siguiente párrafo:

A telling pattern

In the summer of 1947, a strange new kind of hysteria swept across the US. From California to Maine, and Michigan to Texas, people began reporting sightings of unusually-shaped objects with a characteristically flat, disc-like appearance in the sky.

Cabe señalar que en este punto tenemos un subtítulo, ya que se cuenta otra historia sobre esta temática, pero acontecida en otro tiempo. Google Translate generó el siguiente texto:

Un patrón revelador

En el verano de 1947, un nuevo y extraño tipo de histeria se extendió por Estados Unidos. Desde California hasta Maine y desde Michigan hasta Texas, la gente comenzó a informar sobre avistamientos de objetos de formas inusuales con una característica apariencia plana en forma de disco en el cielo.

En términos generales, podríamos considerar que es una traducción aceptable. No obstante, un primer aspecto que podría mejorarse con la intervención del traductor humano es evitar la repetición de la preposición «de»: "...de objetos con formas...". Otro aspecto es la descripción de la característica, pues debido a las reglas de orden en los adjetivos en inglés la traducción no resulta tan precisa e incluso por el término empleado puede parecer redundante. Podría mejorarse de la siguiente manera: "...una peculiar apariencia plana como de disco en el cielo". Además, de esta manera no se repetiría la palabra forma. Pasemos al fragmento siguiente:

It all began with an aviator and businessman from Idaho. Kenneth Arnold had been searching for a downed military aircraft in his single-engine CallAir A-2 one June afternoon, when he saw a bright flash at 10,000ft (3,048m), over the Cascade Mountains in Washington. Nine objects, like giant reflective "pie-pans", were flipping, banking, and weaving in and out of formation in the sky. Arnold watched them zip from one peak to another and calculated that they must have been moving at an incredible speed – around 1,200mph (1,931km/h), more than twice as fast as the record-holder at the time. This was the beginning of America's fascination with the flying saucer.  

Google Translate nos dio este resultado en español:

Todo empezó con un aviador y empresario de Idaho. Kenneth Arnold había estado buscando un avión militar derribado en su monomotor CallAir A-2 una tarde de junio, cuando vio un destello brillante a 10.000 pies (3.048 m), sobre las Montañas Cascade en Washington. Nueve objetos, como "moldes para pasteles" gigantes y reflectantes, giraban, se inclinaban y entraban y salían de la formación en el cielo. Arnold los observó pasar de un pico a otro y calculó que debían haberse movido a una velocidad increíble: alrededor de 1.931 km/h (1.200 mph), más del doble que el poseedor del récord en ese momento. Este fue el comienzo de la fascinación de Estados Unidos por el platillo volante.

De esta traducción lo primero que queremos señalar es que, en esta ocasión, Google Translate mantuvo exactamente en el mismo orden y forma los datos sobre la altura, algo que en casos anteriores no había sido así, lo cual resta naturalidad al discurso en español, tomando en consideración que calcular en pies una determinada altura puede ser complicado para un lector acostumbrado al sistema métrico, por lo que resulta innecesario colocar el dato original y bastaría el dato en el sistema métrico. Ahora, lo curioso en esta traducción es que en las siguientes oraciones se invierte de nuevo como lo hizo en un párrafo anterior Google Translate, dejando el dato en kilómetros por hora afuera de los paréntesis y el dato en millas por hora dentro de los paréntesis. Otro aspecto que debemos enfatizar es el cambio del término «platillo volador» por «platillo volante» al final del párrafo, puesto que anteriormente sí se había traducido como «platillos voladores» cuando se empleó en plural, pero en la versión en singular el traductor automático modificó el término, lo cual es un error debido a que la versión conocida en español es «platillo volador». Veámos el penúltimo fragmento analizado:

Before that moment, there were zero mentions of flying saucers in the Earth's atmosphere in any US newspaper since records began in 1770, based on the US Library of Congress newspaper archives. But within a month of Arnold's report, there had been tens of sightings across the country – and what had initially been dismissed as a "tall story" by experts started to cause a national panic.

El traductor automático nos brindó la siguiente traducción al español:

Antes de ese momento, no hubo ninguna mención de platillos voladores en la atmósfera de la Tierra en ningún periódico de EE. UU. desde que comenzaron los registros en 1770, según los archivos de periódicos de la Biblioteca del Congreso de EE. UU. Pero un mes después del informe de Arnold, hubo decenas de avistamientos en todo el país, y lo que inicialmente los expertos habían descartado como una "historia fantástica" comenzó a causar pánico nacional.

En términos de contenido, la traducción es adecuada. No obstante, podemos notar ciertos aspectos en la redacción que podrían mejorarse con la intervención humana. El primero es evitar la repetición de EE. UU., cambiando el término, por ejemplo, por el adjetivo «estadounidense». Además, contario a lo que notamos en un párrafo anterior, en este Google Translate omitió la coma que debería ir después de la palabra «pero», ya que es un conector que introduce una oración. Finalmente, analicemos el último fragmento seleccionado:

This is the first challenge of analysing UAPs – the more we look for them or even think about them, the more we seem to spot.

Como podemos apreciar, este segmento es un comentario que remata esta parte de la historia sobre la temática. Google Translate generó el siguiente texto en la LM:

Este es el primer desafío del análisis de las UAP: cuanto más las buscamos o incluso pensamos en ellas, más parecemos detectar.

Ahora bien, lo que queremos destacar de esta traducción es que, de nuevo, el traductor automático no desambigua o esclarece el acrónimo, ya que de hecho se mantiene como se emplea en inglés, aunque el traductor automático asume erróneamente el término como femenino. Si bien, debemos también tomar en cuenta que el texto por sí solo en LO no esclarece si se refiere al término Unidentified Aerial Phenomena o si se refiere a Unidentified Anomalous Phenomena, lo cual puede resultar ambiguo y correspondería en este caso al traductor humano, mediante la lectura meticulosa del texto, determinar a cuál se refiere el autor.

De esta manera, luego de analizar el texto informativo traducido con la ayuda de Google Translate, podemos determinar que este sistema de traducción automática es bastante funcional, salvo excepciones específicas relacionadas con aspectos estilísticos, gramaticales, términos especializados que implican un conocimiento cultural y construcciones textuales ambiguas.

Como tal, al hablar del tipo de texto podríamos sugerir que la terminología utilizada dentro del artículo informativo sí fue en ocasiones confusa, ambigua y no clara en el texto original, lo cual no permite una adecuada traducción automática. En estos casos, nos fue de gran utilidad analizar paralelamente tanto el texto en LO como el texto generado por Google Translate en la LM para notar las irregularidades, lo cual forma parte del trabajo del traductor humano en cuanto al control del lenguaje.

En este sentido, la posedición funciona estratégicamente para mejorar la redacción en español de las traducciones, corrigiendo todos aquellos aspectos que generaban un texto incongruente, impreciso, poco claro o incorrecto. Este proceso permite contemplar un panorama amplio de posibilidades al tomar en cuenta el texto en LO para mejorar una versión en la LM.

Sin embargo, desde nuestra perspectiva, la preedición podría ser una mejor aliada que la posedición, ya que pudimos notar que no hay un patrón específico en el que Google Translate agregue u omita ciertos elementos lingüísticos de forma correcta o incorrecta, como lo es el caso de los signos de puntuación, el cambio de sistemas de medición, el orden de los adjetivos e incluso el cambio de forma pasiva a forma activa, por lo que lo ideal sería modificar en la LO estos aspectos, quitando o agregando elementos, para tener un mejor control de lo que el traductor automático mantiene en la versión en LM.

De esta forma, los resultados de nuestro análisis concuerdan con lo argumentado por Koglin (2015) respecto a la importancia del tipo de texto y el control del lenguaje que contiene para lograr la calidad en una traducción generada de forma automática, ya que el traductor humano puede notar aquellos aspectos que el sistema estadístico del traductor automático, en este caso Google Traductor, no logra detectar.

CONCLUSIONES

Después de realizar el presente análisis, podemos concluir lo siguiente:

En primer lugar, el uso de Google Translate sí es funcional y práctico para la labor traductora, pero deben tomarse en cuenta las posibles fallas al traducir elementos determinados, lo que implica que el traductor humano no debe dejar toda la tarea de traducción al traductor automático ni asumir el texto generado como un trabajo finalizado.

En segundo lugar, la posedición comprende un proceso de análisis amplio que implica un conocimiento profundo no solamente de la LO, sino de la LM, dado que sin este conocimiento no sería posible para un traductor humano darse cuenta de los errores en una traducción.

En tercer lugar, la preedición debe ser una tarea que contenga cierto grado de intuición, así como de lógica, ya que el traductor humano debe anticiparse a aquello que podría ocasionar errores ocasionados por ambigüedades, imprecisión, entre otros factores relacionados con la distancia lingüística.

Finalmente, podemos concluir que el control del lenguaje adecuado es indispensable para hacer eficiente el empleo de un traductor automático, por lo que debería ser un aspecto mucho más abordado durante la formación de los estudiantes de traducción.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Correspondencia: bryan.alegria96@hotmail.com