Relación Entre la Evitación Experiencial y
Estilos de Crianza Disfuncionales en Jóvenes Universitarios
Diego Enrique Almandoz Vargas[1] https://orcid.org/0009-0007-8133-5791 Psicrea APA E.I.R.L. Lima, Perú |
RESUMEN
Palabras clave: evitación experiencial; estilos parentales disfuncionales
Relationship Between Experiential Avoidance and Dysfunctional Parenting Styles in Young University Students
ABSTRACT
This research aimed to determine the correlation between Experiential Avoidance and Dysfunctional Parenting Styles in young students from one university of Lima Metropolitana. It remained within the margins of the not experimental correlational-causal design. The sample was composed of 150 students from one university whose ages ranged between 18 and 33 years belonging to the careers in psychology, communications and hotel and tourism. The data was collected through the instruments: acceptance and action questionnaire II (Martinez, 2018) and the scale of dysfunctional parenting styles (Matalinates, Raymundo & Baca, 2014). One of the main findings is the existence of low positive correlation between Experiential Avoidance and Dysfunctional Parenting Styles subscale Father and Mother. Consequently, It is concluded that both variables are influenced and fluctuate towards the same direction.
Keywords: experiential avoidance; dysfunctional parenting styles
Artículo recibido 04 noviembre 2023
Aceptado para publicación: 12 diciembre 2023
INTRODUCCIÓN
Uno de los principales problemas de la sociedad occidental moderna es la búsqueda frenética de bienestar y placer inmediato, así como el rechazo generalizado a las vivencias que puedan producir congoja o sufrimiento (Wilson & Luciano, 2002). Si bien de buenas a primeras resulta lógico, el mantenimiento de estrategias de evitación del mínimo disconford a largo plazo solo acentúan las posibilidades de desarrollo problemas de salud mental (Hayes et al, 2002).
La psicología no es ajena a los efectos nocivos de las estrategias de evitación usadas en demasía por lo que desde su concepción hubo muchos autores que las estudiaron. Por ejemplo, Freud (1996) hablo de como relegamos al inconsciente las experiencias dolorosas a través del mecanismo de la represión, Roger (2003) comentaba que sus clientes en un estado de defensividad llegaban a negar o evitar lo que les causaba sufrimiento, Fritz Perls (1969) definió el termino evasión como una manera de esquivar las experiencias internas con la finalidad de reducir sufrimiento, Fester (1973, citado en Belloch et al, 2009) refería que las personas que enfrentaban la depresión estaban hundidos en un círculo vicioso de refuerzo negativo que incentivaba las conductas de evitación o escape y así como ellos, hubo más autores interesados (Barajas, 2014; Frankl, 2018; Mowrer, 1939 citado en Belloch et al, 2009).
Hoy en día las investigaciones se están focalizando en un nuevo constructo que engloba a la mayoría de estrategias de evitación que es la evitación experiencial que se definiría como “una tendencia de intentar modificar la forma o la frecuencia de los eventos privados (pensamientos, sentimientos, memorias, predisposiciones conductuales) aún a costa de [posiblemente] generar comportamientos dañinos” (Hayes et al, 2002; p. 215). Esto quiere decir que equivale a cualquier conducta manifiesta o privada que surja en un contexto en el cual los eventos privados están causando un malestar significativo y al ponerlo en práctica se consigue que amaine o se elimine la sensación de sufrimiento.
Se debe resaltar que la evitación experiencial no es intrínsicamente patológica, ya que todos lo utilizan en algún momento (por ejemplo: cuando una persona procrastina), en la medida que se use con moderación y no genere un círculo vicioso de aumento de malestar a mediano y largo plazo (Wilson & Luciano, 2002).
Por otro lado, cuando la evitación experiencial es usada como principal mecanismo de afrontamiento Aguilar y Vargas (2006) refieren que termina por conformar la base de diferentes trastornos mentales, en otras palabras, que las variaciones en que se presenta la evitación ante determinados pensamientos, emociones, sensaciones o impulsos darán paso a la manifestación sindrómica de las diversas psicopatologías.
Visión que es apoyada por diversos autores que han probado una relación indiscutible entre la presencia de uso excesivo de la evitación experiencial y comportamientos adictivos, depresión, ansiedad, sintomatología postraumática, desregulación emocional, entre otros más (Barbosa, 2017; Chapman et al, 2011; Chawla & Ostafin, 2007; Fey, 2017; Lewis, 2014; Ruiz et al, 2018; Valencia et al, 2017).
Lo que no está totalmente claro serían las causas que producen o factores que influyen en que la evitación experiencial pase de un mecanismo natural y adaptativo a uno limitante y desadaptativo. Sin embargo, según Wilson y Luciano (2002) es muy probable que durante el proceso de socialización de cada nuevo individuo en una sociedad moderna occidental donde el hedonismo e inmediatismo prima se instauren reglas verbales inflexibles como “para uno vivir feliz tiene que estar bien”, “los pensamientos positivos se encuentran en personas normales”, “debemos ser aceptados por los demás”, etcétera, los mismos que aumentarían la probabilidad de padecer sufrimiento subjetivo cuando en la realidad no se cumplan a rajatabla y a su vez aumentarían la probabilidad de utilizar estrategias de evitación ante los eventos privados que no se alineen a un placer inmediato.
Teniendo en cuenta lo anterior, la familia, como sistema compuesto de personas que se interrelacionan e influyen, tendría un papel fundamental, ya que se encarga de la transmisión de estilos conductuales, valores, tradiciones y reglas (Belart & Ferrer, 2008) de la sociedad en que se encuentra.
Es importante tener en consideración que cada familia tiene diferentes formas de interactuar con los nuevos miembros lo que genera, posiblemente, repercusiones distintas en la psicología de los individuos (Suárez & Vélez, 2018). Baumrind (1966, 1967, 1968, 1971; citado en Torío et al, 2008) evaluando el nivel de control, afecto y comunicación logró establecer la existencia de tres estilos educativos o parentales diferentes dentro de la célula familiar: 1) autoritativo, en el cual se da una libre expresión de afecto, una comunicación horizontal y un conjunto de reglas claras; 2) autoritario, en el cual no hay una expresión de afecto, la comunicación es vertical y existe un conjunto de reglas estrictas e inflexibles; y 3) permisivo, en el cual existe sensibilidad a las necesidades de los otros aunque hay un bajo nivel de exigencia, no existen límites claros y la comunicación es poco efectiva. Una gran cantidad de autores (Arranz et al, 2004; López-Soler et al, 2009; Torio et al, 2008) han encontrado evidencia empírica de que los niños y adolescentes que fueron criados bajo una metodología más autoritativa tendían a tener mayores niveles de madurez y competencia social en comparación con los que habían sido criados bajo otra metodología lo que sugiere que la crianza es altamente significativa para el desarrollo psicológico.
Así mismo, existe un lado más negativo de la crianza y la socialización de sus miembros conocido como estilos parentales disfuncionales los cuales se podrían definir como un conjunto de actitudes y comportamientos de cuidado negativos (Parker et al, 1997) que se caracterizan por falta de cariño, interés, exigencia, cuidado o por el contrario sobreprotección o una forma cruel y despótica de imponer autoridad asociada a castigos físicos y verbales degradantes que asumen y aplican los padres por negligencia o ignorancia a los hijos. Parker y sus colaboradores (1997) mencionan que hay 3 estilos disfuncionales que se mencionan a continuación:
1. La Indiferencia se asocia con la falta de apoyo y de control. Esto significa que no hay exigencias ni responsabilidades que asumir y tampoco una estructuración del trato. Normalmente estos padres suelen relevar sus funciones parentales a otras figuras como el colegio u otros familiares; los hijos dan señales de problemas conductuales, el ambiente familiar suele ser desorganizado y son muy vulnerables a las rupturas familiares (Steinber et al, 2006; citado en Raya, 2008).
2. El Abuso es un patrón de reglamentación extremadamente estricta, en el cual los padres esperan de los hijos una obediencia ciega y se aprovechan del poder que tienen sobre ellos (Baumrind, 2005; citado en Torío et al, 2008). Es frecuente encontrar la utilización de castigos físicos y verbales severos.
3. La Sobreprotección combina el bajo control y exigencia con una casi nula sensibilidad hacia las necesidades del hijo; frecuentemente son crueles y no establecen reglas, no son firmes frente a sus hijos, no esperan acciones alturadas de sus hijos. Hay unidireccionalidad de la comunicación, que suele ser poco efectiva: del padre al hijo (Baumrind, 2005; citado en Torío et al, 2008)
Dichos estilos parentales según varios autores están asociados con problemas de salud mental como mayores posibilidades de consumo prejudicial y dependencia al alcohol, mayores probabilidades de depresión y de ansiedad, mayor probabilidad de conductas agresivas, entre otros (Diaz, 2013; García, 2015; Luna et al, 2014; Olivo, 2012; Ramírez & Diaz, 2017; Ruvalcaba et al, 2011; Salirrosas & Saavedra, 2014).
Teniendo en cuenta que tanto los estilos parentales disfuncionales como el abuso de la evitación experiencial llevan posiblemente al desarrollo de problemas de salud mental algunos autores creyeron que era posible que existiera una asociación entre los mismos y lo investigaron. Fulton et al (2013) realizó un estudio donde encontró que las personas que habían vivido bajo un estilo de crianza sobreprotector presentaban mayores niveles de evitación experiencial. Así mismo, Vanwoerden et al (2015) halló a partir de su investigación que las mujeres que habían vivido bajo un apego maternal desorganizado mostraban mayores niveles de evitación experiencial. Igualmente, Castillho et al (2017) logro obtener datos significativos en el cual demostró una posible asociación entre mayores niveles de evitación experiencial y el apego inseguro.
Estos indicios de que posiblemente ambas variables se encuentren íntimamente relacionadas es importantísima en el plano del contexto peruano por los siguientes motivos:
1. No existe en el momento presente ninguna investigación en Perú que demuestre la asociación entre ambas variables.
2. En el Perú los problemas de salud mental van en aumento y superan el promedio mundial, en referencia a la depresión y a la ansiedad llegando a una prevalencia nacional de 7,6% y 5,9% respectivamente (MINSA, 2005; citado en Brocca, 2019). Si tenemos en consideración que muchos autores (Barbosa, 2017; Chapman et al, 2011; Chawla & Ostafin, 2007; Diaz, 2013; Fey, 2017; García, 2015; Lewis, 2014; Luna et al, 2014; Olivo, 2012; Ramírez & Diaz, 2017; Ruiz et al, 2018; Ruvalcaba et al, 2011; Salirrosas & Saavedra, 2014; Valencia et al, 2017) consideran que la evitación experiencial y los estilos parentales disfuncionales están asociados con la aparición de cuadros psicopatológicos es de suma relevancia conocer descriptivamente los niveles de ambas variables en Perú.
3. La intervención en periodos tardíos de las diferentes psicopatologías no es una opción viable, sobre todo en Perú, por el déficit en los servicios de atención mental, tomando en cuenta que hay una escasez de psicólogos clínicos y psiquiatras con respecto a la demanda (Gestión, 2016; RPP noticias, 2017). Por lo que se torna interesante el encontrar una posible vinculación causal entre el mecanismo de génesis de las psicopatologías, la evitación experiencial, y los estilos parentales disfuncionales ya que brindaría información para establecer futuros caminos hacia la prevención. Si bien es cierto establecer una relación no es causalidad, Hernández, Fernández y Baptista (2014) mencionan que las correlaciones pueden dar una idea de posible causa y esto se suma a la información teórica (Hayes et al, 2002; Wilson & Luciano, 2002) de que los mecanismos de socialización están involucrados en el abuso de la evitación experiencial.
Por lo tanto, esta investigación tiene el propósito de dilucidar los niveles promedios de las variables de evitación experiencial y los estilos parentales disfuncionales. Así mismo buscará retratar la relación que existe entre ambos constructos y sus dimensiones.
METODOLOGÍA
Diseño de Investigación
La presente investigación es de corte cuantitativo y se rige bajo un diseño no experimental por lo cual no se manipularon las variables. Solo se observó, recopiló datos y luego se analizó. Es transversal, es decir la recopilación de datos se hizo en un momento único, siendo de tipo correlacional-causal, es decir se estableció las relaciones entre ambas variables (Hernández et al, 2014).
Participantes
El método de elección se llevó a cabo mediante el muestreo no Probabilístico por conveniencia de tal manera que los sujetos seleccionados fueron los más accesibles para el investigador, por tanto, no todos los elementos de la población tuvieron las mismas posibilidades de ser elegidos (Hernández et al, 2014).
La muestra estuvo conformada por 150 alumnos universitarios de una prestigiosa institución privada de Lima-Perú. De los cuales el 45,3% eran hombres (68 personas) y el otro 54,7% eran mujeres (82 personas). Sus edades oscilaban entre 18 y 33 años, presentando una edad promedio total de 24,02 (D.S. = 3,226). Los estudiantes provenían de diferentes facultades, siendo el 50% de la carrera de psicología (75 personas), otro 38% de la carrera de comunicaciones (57) y el restante del 12% de la carrera de turismo y hotelería (18 personas). Con respecto al estado civil da cada participante, el 83.3% eran solteros (125 personas), el 12,7% se encontraban con un conviviente (19 personas) y el 4% se encontraba casado (6 personas). Por otro lado, cabe resaltar que el 94% de los que participaron en este estudio nacieron en Lima (141 personas), mientras que el 6% nació fuera de la capital (9 personas). Por último, el 8% reconoce la existencia de algún familiar con un trastorno mental (12 personas), mientras que el 92% reporto lo contrario (138 personas).
Instrumentos
§ Cuestionario de Aceptación y Acción II (Martinez, 2018) es una prueba adaptada al contexto peruano dedicada a la medición de la Evitación Experiencial a partir de la contestación de 7 ítems en una modalidad de respuesta Likert del 1 al 7 (desde completamente falso a completamente cierto), mientras mayor sea la puntuación, mayor será el índice de evitación experiencial del sujeto. Esta prueba paso por un análisis factorial confirmatorio que reafirmo los 7 ítems de la prueba cumpliendo con el criterio de RMSEA y SRMR (≤.08), CFI (≥.95) y el AIC menor. Así mismo obtuvo una validez convergente al mostrar correlaciones significativas (p<.01) con el Inventario de Depresión de Beck y el Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado. De la misma manera manifestó buen criterio de confiabilidad mediante el índice de Alfa de Cronbach y Omega superando el 0.70 en ambas.
§ Escala de Estilos Parentales Disfuncionales MOPS (Matalinates et al, 2014) es un instrumento que se encarga de la medición de los estilos de crianza disfuncionales que se ejecutaron en los dieciséis primeros años de vida del usurario. Incluye tres dimensiones: indiferencia, abuso y sobreprotección. Está compuesto de dos escalas de 15 ítems referido uno al padre y uno a la madre respectivamente. El estilo de respuesta es tipo Likert separándolo en cuatro niveles. Para la validez se utilizó un análisis factorial exploratorio con respecto a los postulados teóricos que soportan la prueba dando resultados satisfactorios. El Alpha de Cronbach para la subescala del padre es de α=.853 y para la subescala de la madre es α=.804 alcanzando niveles moderados de consistencia interna.
Procedimiento
Se presento la propuesta de estudio a 1 universidad privada la cual acepto que una persona ingresara para realizar la evaluación a unas aulas determinadas.
Una vez se tuvo el permiso, se registró a la persona que ingresaría, pactando la fecha, la hora y se determinó cuáles serían las aulas donde se aplicarían los test.
Una vez llegó la fecha pactada, se procedió a administrar las pruebas a los participantes. Se les brindó consignas claras por cada prueba cuyo orden fue el siguiente: consentimiento informado, ficha sociodemográfica, el AAQ – II y, por último, la escala de Estilos Parentales Disfuncionales. En promedio la aplicación duró unos 35 minutos. Una vez acabada la aplicación se recogieron las pruebas y los resultados fueron organizados en un Excel para posteriormente destruir las pruebas en físico.
Análisis de datos
Los datos obtenidos fueron procesados en el paquete estadístico IBM SPSS Statistics versión 23. Lo primero que se realizó fue comprobar las facultades de confiablidad de las pruebas bajo el estadístico de Alfa de Cronbach. Luego, se ejecutó una prueba de Kolmogorov-Smirnov sobre los datos obtenidos para establecer la normalidad de la distribución. Seguido de eso, para el análisis descriptivo se obtuvo la media, mediana, moda, desviación estándar, mínimo y máximo de los resultados de las pruebas. Por último, para el análisis inferencial, se administró el coeficiente de correlación de Spearman con el objetivo de vislumbrar si existe o no una relación entre las variables definiendo la magnitud y la dirección de la misma.
RESULTADOS
Se empezó aunando los datos sobre la consistencia interna de los instrumentos utilizados a través del Alfa de Cronbach (1951). Así mismo se usó los parámetros recomendados por George y Mallery (2003) para poder determinar el nivel de ajuste de los instrumentos psicométricos.
En el caso del Cuestionario de Aceptación y Acción II – AAQ-II – Lima-Perú adaptado por Renzo Martínez (2018) alcanzó un alfa de Cronbach de α=,918 lo que según los parámetros recomendados se encontraría en un nivel de excelente, lo cual indica una alta consistencia interna de los ítems de la escala total.
Con referencia a la Escala de estilos parentales disfuncionales MOPS adaptada al contexto peruano (Matalinates et al, 2014) logro diferentes niveles de confiabilidad. Por un lado, la escala con respecto al padre obtuvo niveles de consistencia interna de α=,818 lo que indica un nivel bueno del instrumento siendo fiable para su interpretación. Al ser seccionada en sus diferentes dimensiones de, Abuso, Sobreprotección e Indiferencia, obtuvo los siguientes resultados: α=,822, α=,709 y α=,593, respectivamente. Por lo que, en el caso de los dos primeros, sus niveles alcanzan el grado de bueno y aceptable, mientras que el tercero tiene una confiabilidad pobre. Por otro lado, la escala con respecto a la madre el alfa de Cronbach fue de α=,763 lo cual se categoriza como aceptable para ser utilizado. Al ser dividida en sus dimensiones de, Abuso, Sobreprotección e Indiferencia, se obtuvieron los siguientes índices: α=,721, α=,463 y α=,508, respectivamente. Por lo que, en el caso de Abuso el indicador es aceptable, mientras que en Indiferencia se categoriza como pobre y en Sobreprotección no es aceptable.
Luego, se buscó establecer la distribución de los datos de la muestra con el fin de asignar los estadísticos adecuados según corresponda. Al aplicar el estadístico de Kolmogorov-Smirnov y analizar los datos brindados por las respuestas de los participantes, se pudo concluir que la muestra no se encontraba en una distribución normal debido a que los niveles de significancia que presentaban eran inferiores al 0.05 en todas las escalas y dimensiones. Por lo que se concluyó que se utilizarían exclusivamente estadísticos no paramétricos para el manejo de los datos.
Seguidamente se procedió a realizar una descripción detallada de las frecuencias de las puntuaciones del Cuestionario de Aceptación y Acción II – AAQ-II – Lima-Perú (Martínez, 2018) las mismas que se observan en la tabla 2. Con respecto a los puntajes totales de la variable Evitación Experiencial la media obtenida fue de M=18.85 lo cual indica un nivel promedio. Un 20.1% presentaron puntajes que se consideran altos con respecto a la variable medida. Así mismo, un 42.6% presentaron niveles que se categorizan como bajo o muy bajo. Mientras que el restante 37.3% mostraron puntaciones medias.
Igualmente se actuó con la Escala de estilos parentales disfuncionales MOPS (Matalinates, et al, 2014), el cual se describe detalladamente a continuación y se observan en la tabla 1. Se puede ver distintos resultados con respecto a los estilos parentales disfuncionales lo cuales serán interpretado bajo los baremos generales de los autores de la prueba. Con respecto a la escala del padre se observa que la media obtenida fue de M=9.1 lo cual indica una valoración promedio. Al seccionarlo por subescalas, el abuso tiene un promedio de M=5.33, la sobreprotección de M=1.20 y la indiferencia de M=2.19, por lo que todas se encuentran en una categoría promedio Con respecto a la escala de la madre se observa una puntación promedio de M=2.92 lo cual indica un nivel bajo en general. Al dividirlo por subescalas, el abuso muestra una media de M=2.15, la sobreprotección un promedio de M=2.03 y la indiferencia obtiene como media M=3.35, por lo cual se encuentran dentro de una categoría promedio. Analizando caso por caso se encuentra que en la escala paterna que un 18.2% de la muestra se encuentra dentro de una categoría altamente disfuncional, mientras que 81.8% restante se encuentra de promedio a bajo. De la misma manera, se encuentra que en la escala materna el 100% de los casos se encuentra por debajo de los niveles altos disfuncionales.
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Media |
Mediana |
Moda |
D.E |
Mínimo |
Máximo |
Evitación Experiencial |
18.85 |
16,00 |
12,00 |
9,38 |
7,00 |
49,00 |
MOPS - PAPÁ |
9.10 |
8.00 |
0.00 |
6.39 |
0.00 |
16.00 |
Abuso |
5.33 |
4.00 |
0.00 |
4.24 |
0.00 |
16.00 |
Sobreprotección |
1.20 |
1.00 |
0.00 |
1.49 |
0.00 |
5.00 |
Indiferencia |
2.19 |
2.00 |
0.00 |
1.95 |
0.00 |
9.00 |
MOPS - MAMÁ |
2.92 |
2.00 |
1.00 |
2.73 |
0.00 |
11.00 |
Abuso |
3.35 |
3.00 |
3.00 |
2.97 |
0.00 |
14.00 |
Sobreprotección |
2.03 |
2.00 |
0.00 |
1.761 |
0.00 |
8.00 |
Indiferencia |
2.15 |
2.00 |
2.00 |
1.93 |
0.00 |
10.00 |
Tabla 1: Estadísticos descriptivos de la evitación experiencial y Estilos parentales disfuncionales
Nota: D.S = Desviación Estándar
Finalmente, se realizaron los análisis inferenciales. Para que se lograra de la forma más objetiva se utilizaron las recomendaciones planteadas de Tabachnick y Fidell (2013) sobre el valor de la significancia esencial para la interpretación de los datos y la categorización de los rangos de correlación.
En primer lugar, se puede observar que la relación entre la Evitación Experiencial y los Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) escala de Padre (Tabla 2) obtiene un valor de significancia de p=.000 lo que da entender que los datos de la correlación pueden ser interpretados de manera fiable. La relación entre ambas variables alcanzó un coeficiente de correlación de .355 lo que significa que se encuentran en una relación positiva baja. Esto se traduce en que, dentro de esta muestra, las puntuaciones de ambas variables fluctúan en el mismo sentido, teniendo una influencia leve bidireccional.
En segundo lugar, se puede observar que la relación entre la Evitación Experiencial y los Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) escala de Madre (Tabla 2) obtiene un valor de significancia de p=.000 lo que da entender que los datos de la correlación pueden ser interpretados de manera fiable. La relación entre ambas variables alcanzó un coeficiente de correlación de .270 lo que significa que se encuentran en una relación positiva baja. Esto se traduce en que, dentro de esta muestra, las puntuaciones de ambas variables fluctúan en el mismo sentido, teniendo una influencia leve bidireccional.
Tabla 2. Correlación entre Evitación Experiencial y la Escala de Estilo Parental Disfuncional (MOPS) – Papá / Mamá
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Evitación Experiencial |
Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) - Papá |
Coeficiente de Correlación |
.355 |
|
p |
.000 |
Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) - Mamá |
Coeficiente de Correlación |
.270 |
|
p |
.000 |
Nota: p. = Significancia
En tercer lugar, se buscó recabar información sobre la relación posible entre la Evitación Experiencial y las dimensiones de los Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) escala de Padre, lo cual se verifica en la Tabla 3. Con respecto al nivel del valor de la significancia que se obtuvo frente a las dimensiones de Abuso, Sobreprotección e Indiferencia se aunaron los siguientes puntajes de p=.000, de p=.022 y de p=.004, respectivamente, por lo que se consideran los datos de las correlaciones fiables para una interpretación. En el caso de las dimensiones de Abuso e Indiferencia los coeficientes de correlación alcanzaron de .318 y .231 lo cual calza con la categoría de relación positiva baja. Mientras que la dimensión de Sobreprotección obtuvo un .187 lo cual da cuenta de una relación positiva muy baja. Esto se traduce en que las fluctuaciones de la variable evitación experiencial y las dimensiones de los estilos parentales disfuncionales con respecto al padre se mueven en la misma dirección, influyéndose de forma leve y muy leve, respectivamente.
Tabla 3. Correlación entre Evitación Experiencial y las dimensiones de la Escala de Estilo Parental Disfuncional (MOPS) – Papá
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Dimensiones de MOPS - Papá |
||
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|
Abuso |
Sobreprotección |
Indiferencia |
Evitación Experiencial |
Coeficiente de Correlación |
.318 |
.187 |
.231 |
|
p |
.000 |
.022 |
.004 |
Nota: p. = Significancia
En cuarto lugar, se buscó recabar información sobre la relación posible entre la Evitación Experiencial y las dimensiones de los Estilos Parentales Disfuncionales (MOPS) escala de Madre, lo cual es visible en la Tabla 4. Con respecto al nivel del valor de la significancia que se obtuvo frente a las dimensiones de Abuso y Sobreprotección se aunaron los siguientes puntajes de p=.000 y de p=.002, respectivamente, por lo que se consideran los datos de las correlaciones fiables para una interpretación. Mientras que en el caso de la dimensión de Indiferencia el valor de significancia supero el nivel mínimo para ser fiable, por lo que no se tomará en cuenta en la interpretación. En el caso de las dimensiones de Abuso y Sobreprotección los coeficientes de correlación alcanzaron de .367 y .255 lo cual calza con la categoría de relación positiva baja. Todo esto se traduce en que las fluctuaciones de la variable evitación experiencial y las dimensiones de abuso y sobreprotección con respecto a la madre se mueven en la misma dirección, influyéndose de forma leve.
Tabla 4. Correlación entre Evitación Experiencial y las dimensiones de la Escala de Estilo Parental Disfuncional (MOPS) – Mamá
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Dimensiones de MOPS - Mamá |
||
|
|
Abuso |
Sobreprotección |
Indiferencia |
Evitación Experiencial |
Coeficiente de Correlación |
.367 |
.255 |
.157 |
|
p |
.000 |
.002 |
.055 |
Nota: p. = Significancia
DISCUSIÓN
El nivel promedio de evitación experiencial (M=18.85) era esperable teniendo en consideración que Hayes, Barnes y Roche (2002) mencionan que la evitación experiencial se encuentra en todos los seres humanos, ya que es un subproducto de la posesión del lenguaje. Se destaca que un 20.1% de la muestra tenía un púntaje alto lo que es explicable ya que la muestra proviene una sociedad occidental en la cual se promueven ideas y creencias que fomentan una intolerancia al malestar que hace más probable el uso de la evitación experiencial (Wilson & Luciano, 2002).
Con respecto a los estilos parentales disfuncionales la escala del padre (M=9.1) mostró niveles promedios mientras que la escala de la madre (M=2.92) mostró niveles más bajos. Esto coincide con un estudio anterior realizado por Gonzáles (2017) en la cual también encontró una percepción más negativa de la figura paterna frente a la materna. Esto podría verse explicado debido a que la cultura peruana está dominada, mayoritariamente, por una doctrina machista, en la cual el padre, dentro de la crianza, toma un rol distante a nivel emocional y asume un puesto de autoridad punitiva, al ejercer el castigo verbal y físico frente a los que están bajo su cuidado (Giraldo, 1972; Oblitas, 2009).
En relación a la correlación entre las variables la evitación experiencial mostró una vinculación significativa positiva baja con los estilos parentales disfuncionales tanto con la escala del padre (p=.000, r=.355) como con la escala de la madre (p=.000, r=.270). Esto era predecible a la luz de algunos argumentos teóricos y empíricos. En primer lugar, el primer contacto que el sujeto tiene con el lenguaje es a través de la familia y son estos últimos los que le terminan por transmitir las ideas, reglas, creencias, valores y tradiciones a través del proceso de socialización (Moré et al, 2005) por lo que es inferible que tengan alguna influencia sobre los mecanismos de evitación experiencial. En segundo lugar, al explorar las variables y sus relaciones con otros constructos, se dio a conocer que muchas psicopatologías se encontraban emparentadas con ambas variables del estudio, y en todas esas investigaciones se determinaba que la presencia de las variables estudiadas en niveles elevados correlacionaba en la misma dirección con la aparición de criterios de psicopatologías (Barbosa, 2017; Castillho et al, 2017; Chapman et al, 2011; Chawla & Ostafin, 2007; Diaz, 2013; Fey, 2017; Fulton et al, 2013; García, 2015; Lewis, 2014; Luna et al, 2014; Olivo, 2012; Ramírez & Diaz, 2017; Ruiz et al, 2018; Ruvalcaba et al, 2011; Salirrosas & Saavedra, 2014; Valencia et al, 2017; Vanwoerden et al , 2015), por lo que se podía intuir que tanto la evitación experiencial como los estilos parentales disfuncionales tenían una relación.
Así mismo, desglosando los estilos parentales disfuncionales se encontró que la dimensión Abuso tanto en la escala del padre (p=.000, r=.318) como en la de la madre (p=.000, r=.367) correlacionan de forma positiva débil con la Evitación Experiencial. Si bien no existen datos previos en otras investigaciones que afirmaran la relación entre ambas se tomo en cuenta que en los estudios de Castillho (2017) y Vanwoerden et al (2015) se encontraron claros indicios de que la evitación experiencial tenia una relación significativa tanto con el apego desorganizado como con los apegos inseguros los cuales, normalmente, son consecuencias de haber tenido experiencias desagradables con sus cuidadores primarios, tal como se vería en un estilo disfuncional de crianza abusivo.
De igual manera, la dimensión de sobreprotección tanto en la escala del padre (p=.022, r=.187) como en el de la madre (p=.002, r=.255) mostraron una relación significativa positiva muy baja y baja respectivamente con la variable de evitación experiencial. Esto último muestra similitudes a lo encontrado por Fulton et al (2013) quienes en una muestra similar confirmaron que la sobreprotección era encontrada en personas con indicadores más altos de evitación experiencial.
Por otro lado, la dimensión de indiferencia fue significativa con la escala del padre (p=.004, r=.231) mostrando una relación positiva baja mientras que con la escala de la madre no mostró significancia adecuada (p=.055). Si bien es cierto con la escala de la madre no se puede llegar a una conclusión verídica debido a la nula fiabilidad de esa dimensión en particular con respecto al padre la indiferencia tiene una gran relación conceptual, nuevamente, con los estilos de apego inseguro y desorganizado que mostraron un comportamiento similar al relacionarlo con la evitación experiencial (Castillho et al, 2017; Vanwoerden et al, 2015).
Por último entre las limitaciones más resaltantes del estudio se puede mencionar que la muestra tuvo un número limitado de participantes y su elección fue a través del muestreo no probabilístico lo que dificulta la generalización de los resultados. Así mismo, a pesar que los instrumentos mostraron un buen nivel de ajuste a escala general a través del Alfa de Cronbach, algunas dimensiones de la Escala de Estilos Parentales Disfuncionales tanto el padre como de la madre obtuvieron un nivel pobre o nulo lo que no permite una inferencia totalmente fiable de esas dimensiones.
CONCLUSIONES
La correlación entre ambas variables queda confirmada siendo coherente con los resultados similares de muchos otros investigadores (Castillho et al, 2017; Fulton et al, 2013; Vanwoerden et al, 2015). Así mismo, a nivel teórico guarda una relación estrecha con los dichos de Wilson y Luciano (2002) sobre el hecho de que la socialización, que en este caso sería el estilo parental disfuncional, impacta claramente en la evitación experiencial.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer ampliando la muestra y tomando la prueba en otros contextos es probable que se encuentren correlaciones más fuertes. Además, centrarse en realizar investigaciones más de corte explicativo que puedan confirmar causalidad entre los estilos parentales disfuncionales y la evitación experiencial para tener información más clara al momento de prevenir la génesis de psicopatologías.
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