El trabajo de investigación tuvo como objetivo describir los argumentos que sustentan la relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico como elemento para el replanteamiento de las prácticas educativas. Para ello, se aplicó una metodología basada en la revisión bibliográfica y la reflexión teórica sobre el objeto de estudio. Fue necesario la búsqueda de documentos en diferentes bases de datos, principalmente en Google académico, para describir la relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico. Como resultado, se obtuvo que existe la suficiente literatura académica que sustenta la relación descrita, además de que concurren estrategias de liderazgo que permiten gestionar de mejor manera el rendimiento académico con el fin dinamizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo indispensable el quehacer del docente. En conclusión, se hace énfasis en la acción de los docentes por medio de estrategias basadas en el liderazgo educativo para lograr mejores resultados de aprendizaje en los estudiantes, de hecho, el no hacerlo de esta manera puede llegar a provocar una afectación en la calidad de la educación y la gestión de los recursos educativos.

Palabras clave: liderazgo; educación; rendimiento; estudiante; docente

Reflections On The Influence Of Educational Leadership On Academic Achievement

ABSTRACT

The objective of this study was to describe the arguments that support the relationship between educational leadership and academic achievement as an element for the rethinking of educational practices. For this purpose, a methodology based on literature review and theoretical reflection on the object of study was applied. It was necessary to search for documents in different databases, mainly in Google Scholar, to describe the relationship between educational leadership and academic performance. As a result, it was found that there is enough academic literature that supports the described relationship, in addition to the fact that there are leadership strategies that allow better management of academic performance in order to streamline the teaching-learning process, being indispensable the work of the teacher. In conclusion, emphasis is placed on the action of teachers through strategies based on educational leadership to achieve better learning results in students; in fact, failure to do so may cause an impact on the quality of education and inadequate management of educational resources.

Keywords: leadership; education; performance; student;  teacher

Artículo recibido 15 noviembre 2023

Aceptado para publicación: 28 diciembre 2023

INTRODUCCIÓN

El liderazgo educativo se ha visto ampliamente definido por autores que buscan mencionar al liderazgo como punto importante para mejorar la calidad educativa de una institución. Es así que, Díaz (2019) sostiene que hablar de liderazgo educativo implica hablar sobre un accionar práctico que, a partir de diferentes enfoques investigativos, se aprecia una diversidad conceptual que abre oportunidades de debate en la época contemporánea. Dicha variedad de definiciones surge debido al ligamiento de la educación con los contextos en donde el liderazgo debe atender las necesidades de esos contextos.

El liderazgo es la influencia que existe de una determinada persona sobre un grupo para contribuir al desarrollo y lograr sus objetivos (Villa-Sánchez, 2015). Un líder es la persona capaz de gestionar y encontrar el proceso correcto para el cumplimiento de un determinado objetivo. Todo esto nos lleva a pensar que un líder educativo es quien se encarga de incidir de manera positiva en la gestión de acciones necesarias para lograr un cumplimiento los objetivos planteados en la institución educativa específicamente a nivel académico.

El liderazgo es un fenómeno dinámico y multifacético que implica la habilidad de guiar, inspirar y motivar a un grupo o individuo hacia el logro de metas y objetivos comunes. Más que una simple posición de autoridad, el liderazgo se centra en la influencia positiva, la toma de decisiones efectiva y la capacidad de comunicarse de manera clara y persuasiva (Cifuentes-Medina et al., 2020) Por tal razón un líder es capaz de dirigir acciones que ayuden al entorno ha fomenta el crecimiento, la colaboración y la innovación.

Desde su análisis con referencia mitológica, Reyero (2023) expone al personaje Ulises como un prototipo del liderazgo educativo en el sentido que refleja a una persona que es deseable en cuanto se involucra en la defensa y desarrollo, es decir es transformacional y que, además persuade emocionalmente a más de convencer racionalmente, dicho de otra manera, tiene la función de influir en el clima de una cultura gestionando las emociones. Con esto se comprende que, el liderazgo educativo está estrechamente vinculado a la dinámica humana y al desarrollo del yo con la finalidad de la participación en el espacio público, hecho que se vive en las escuelas como espacio para la formación para la ciudadanía.

Enfocándonos en el liderazgo del docente, Cueva et al. (2022) señalan que existe una variedad de aportes que lo definen. No obstante, y luego de una revisión de diferentes investigaciones sostienen que el liderazgo docente es un factor relevante que conduce al desarrollo de competencias profesionales y que mejoran la práctica educativa. Además, se reconoce que son necesarias tanto la autonomía y el sentido de cooperación para el desarrollo de dichas competencias, lo cual conlleva al trabajo colegiado y a la participación democrática pues el liderazgo no se limita un grupo mínimo sino distribuido a la comunidad.

Con relación al liderazgo directivo se agrega el concepto rendimiento académico que es un conjunto de destrezas que integran al aspecto cognitivo, afectivo y social que el estudiante adquiere progresivamente en relación a los conocimientos de los niveles educativos que atraviesa (González y Martín, 2019). En otro criterio, el rendimiento académico es el resultado de procesos realizados por docentes y directivos durante la enseñanza buscando cumplir con logros y metas impuestas de un año escolar y en asignaturas determinadas. Para que exista un rendimiento académico satisfactorio debe incluirse un liderazgo tanto de docentes como directivos que sea capaz de responder oportunamente a las dificultades encontradas durante el proceso que se lleve a cabo para cumplir los objetivos planteados.

Desde otro punto de vista, se analiza la definición del rendimiento académico a partir de su etimología, del cual proviene de dos términos en latín; por una parte, la palabra rendimiento refiere al producto obtenido por algo en relación con lo que cuesta, mientras que la segunda palabra trata de la proporción del producto con los medios usados (Rojas y Tausa, 2021). Desde otra perspectiva, el rendimiento académico es el resultado de índole cuantitativa obtenido en el transcurso del proceso de aprendizaje, por lo que está sujeto a los instrumentos de evaluación preparados por los docentes (Uwi, 2023). Ambos estudios, a más de reflejar una variada concepción del tema rendimiento académico, indican que trata de la obtención de una cosa trabajada en un tiempo determinado.

El autor García-Arauz (2016) menciona que el liderazgo educativo influye en todo el entorno educativo, específicamente el liderazgo pedagógico tiene un fuerte impacto en los métodos de enseñanza y actividades que creen un ambiente propicio para el proceso de enseñanza aprendizaje. Según Villa-Sánchez (2015) para que los estudiantes tengan un buen rendimiento académico es más importante el estilo de liderazgo pedagógico que realice el docente dentro del aula que el liderazgo educativo en general. De la opinión de estos dos autores se puede inferir que el liderazgo pedagógico es importante debido a que los docentes son quienes manejan los contenidos y las metodologías de enseñanza aprendizaje que favorecen al rendimiento académico de los estudiantes.

Para Cifuentes-Medina et al., (2020) El liderazgo educativo constituye un factor determinante en la configuración del panorama educativo. Esto va más allá de una mera gestión administrativa, los líderes educativos deben articular una visión coherente y motivadora, y fomentar un entorno que estimule la excelencia académica de los estudiantes. Además, el liderazgo educativo es eficaz garantizando que cada estudiante tenga acceso a oportunidades educativas de calidad.

Con respecto a la influencia del liderazgo educativo y el rendimiento académico, se plantean como antecedentes la investigación de Maquito (2020), la cual surge a partir de las exigencias planteadas a la educación superior para la sociedad actual, lo cual supone una preparación competente y capacidades innovadoras, esto conlleva a analizar si hay cumplimiento por parte del rol docente para el logro de dichos requerimientos. Por ello, y considerando una muestra de 158 estudiantes de la escuela Profesional de Matemáticas de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú, se busca determinar la relación que existe entre el liderazgo docente y el rendimiento académico de los estudiantes. Los resultados obtenidos a partir de encuestas arrojan que si existe una relación positiva moderada (rho=0,729) entre la variable liderazgo docente y la variable rendimiento académico, provocado por el carisma, compromiso y confianza interpersonal.

En el estudio de Trigueros et al. (2020) se señala que existe fracaso académico universitario y entre las razones que indican los estudiantes es la baja motivación, ansiedad y pérdida de interés. Por tanto, el ambiente vivido en las aulas es relevante para completar los estudios y, por ende, los docentes tienen un papel considerable para influir en sus respuestas motivacionales y afectivas. Es así que, con la participación de 3354 estudiantes de la Universidad de Granada y Almería, España, se realiza un estudio cuyo resultado muestra que el liderazgo docente tiene una alta influencia en la motivación y resiliencia académica, de modo que los docentes que se involucran en variadas actividades durante clase generan mayor motivación intrínseca y son calificados como líderes transformacionales.

En otra investigación realizada por Vargas et al. (2022) se menciona que el liderazgo educativo posee varios tipos de liderazgo, los cuales influyen en más o menos medida en el rendimiento académico de los estudiantes, esto dependerá de igual forma de los factores propios de cada institución, como es el caso de la muestra de esta investigación la cual está compuesta por dos instituciones, la primera corresponde a la Institución Educativa Alfredo Bonilla Montaño, mientras que la segunda al Liceo Benalcázar, la primera siendo una institución fiscal con una tipo de educación holístico y la segunda privada manteniendo una teoría de modificabilidad de estructura cognitiva de Reuven Feurstein y el modelo de educación diferenciada. Las dos instituciones cuentan con un liderazgo transformacional, lo cual permite concluir que aplicando este tipo de liderazgo y teniendo la capacitación correcta del personal docente, el rendimiento académico sería positivo.

Como último antecedente, según la investigación Muñoz et al. (2023) las estrategias que mantienen los lideres educativos promueven a que exista un correcto desempeño académico y por ende un buen rendimiento, según su investigación realizada con cincuenta estudiantes de octavo año de la Narciso Celda Maldonado, en la que se observó que las estrategias que aplicaban los líderes que gestionan las diferentes actividades en la unidad educativa, están ligadas al rendimiento académico de los estudiantes, en la medida que estas estrategias motivaban y promovían un compromiso a los docentes, se reflejaba en el desempeño correcto de los estudiantes.

A partir de la reflexión de los antecedentes, se establece que el liderazgo pedagógico y educativo se presenta como una gestión continua que se enfoca en el adecuado progreso de la adquisición de conocimientos por parte de los estudiantes. Dentro de este proceso constante, los docentes y directivos tienen la capacidad de tomar medidas que impacten positivamente en el desempeño académico, asegurando así el cumplimiento efectivo de los objetivos establecidos a nivel educativo (Tafur et al., 2020). Las acciones realizadas en el ámbito académico contribuyen a la elaboración de una planificación dirigida hacia un rendimiento académico adecuado y, sobre todo, mejoran las condiciones de aprendizaje.

Las instituciones educativas tienen una estructura administrativa específica, en la cual cada líder debe elaborar un plan de acción para abordar las necesidades que surgen a medida que la institución crece o enfrenta nuevos desafíos académicos para los estudiantes (Toledo, 2020). En la actualidad, estos planes de acción se ven obstaculizados por líderes educativos que carecen de una gestión adecuada, lo que dificulta la ejecución eficiente de actividades pedagógicas que buscan mejorar la calidad de la educación y, como consecuencia, resulta en un bajo rendimiento académico de los estudiantes.

El liderazgo educativo se refleja en el progreso que experimenta una institución educativa en un período determinado, especialmente en los resultados académicos que sus estudiantes exhiben en el futuro. Dado que el liderazgo educativo está presente en todas las instituciones, se puede determinar cuál de ellas está mejor dirigida por sus autoridades. Las acciones emprendidas por un líder educativo para fomentar un buen desempeño académico son más evidentes en instituciones educativas que enfrentan mayores necesidades; en estas, se puede observar claramente un avance o retroceso en la calidad educativa (Alonzo-Yaranga et al., 2023). Por esta razón, es crucial que un líder implemente acciones para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes y cumplir con los objetivos establecidos.

De este modo, el problema abordado se centra en la indagación de la relación existente entre el liderazgo educativo y los resultados del rendimiento académico de los estudiantes. Se busca comprender en profundidad cómo las acciones y estrategias de los líderes educativos impactan directamente en el desempeño académico de los estudiantes, considerando factores como la toma de decisiones, la gestión administrativa y la implementación de políticas educativas. Identificar y analizar esta conexión es esencial para desarrollar enfoques efectivos que mejoren la calidad educativa y fomenten un rendimiento académico óptimo entre los estudiantes"

La relación entre el liderazgo educativo y los resultados del rendimiento académico de los estudiantes constituye un aspecto fundamental en el ámbito educativo. A pesar de la creciente atención a la importancia del liderazgo en las instituciones educativas, existe una brecha en la comprensión integral de cómo las estrategias y prácticas de liderazgo específicas influyen en el rendimiento académico de los estudiantes.

Este problema se complica debido a la diversidad de enfoques y estilos de liderazgo adoptados por los directivos educativos. Por ello, la falta de una comprensión profunda de esta relación puede limitar la capacidad de los líderes educativos para implementar intervenciones eficaces que mejoren significativamente los logros académicos de los estudiantes. En este sentido, se plantea como objetivo del estudio describir los argumentos que sustentan la relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico como elemento para el replanteamiento de las prácticas educativas.

METODOLOGÍA

La metodología del estudio se basó en la reflexión teórica mediante la revision bibliográfica, que permite determinar la relevancia e importancia de un tema. Además, según Gómez-Luna et al. (2020) este tipo de investigaciones invita a que otros investigadores consulten fuentes de información citadas en el manuscrito para comprender los fundamentos que sustentan un objeto de estudio y aportar a otras investigaciones realizadas sobre temas similares.

A partir de esto, se tomó en cuenta el proceso metodológico sugerido por Gómez-Luna et al. (2020) que implicó la definición del problema, búsqueda de la información, organización de la información y análisis de la información. Para la definición del problema fue necesario contextualizar la relación del liderazgo educativo con el rendimiento académico de los estudiantes, debido a que esto puede presentar diversas perspectivas. En la búsqueda de información se utilizó diferentes bases de datos en conjunto con Google Académico para obtener documentos, principalmente artículos.

La organización de la información se la realizó por medio de organizadores gráficos para sintetizar los argumentos básicos de autores seleccionados para ser citados. Finalmente, para el análisis de la información se aplicó la discusión crítica de los autores citados para generar un discurso que reflexione sobre el liderazgo educativo y el rendimiento académico, para que a partir de ello, se consideren estrategias para abordar la relacion descrita.

A partir del proceso metodológico se buscó generar una propuesta teórica-reflexiva que aporte a la literatura académica sobre el tema. Si bien existen diferentes estudios empíricos en los que se demuestra la relació entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico, hubo la necesidad de aportar con un estudio bibliográfico con fines académicos y de apoyo a la práctica docente desde la relación de teoría y el quehacer educativo.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En los resultados, se describen los fundamentos teóricos que abordan la relación del liderazgo educativo y el rendimiento académico. Por otro lado, se aporta con una reflexión teórica de estrategiad que permitan el replanteaminto de prácticas educativas.

Relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico

Figura 1.

Influencia del liderazgo educativo en el rendimiento académico.

Según Cifuentes-Medina et al. (2020), para mejorar la relación del liderazgo educativo con el rendimiento académico, es fundamental identificar el contexto de la institución educativa. Esto permitirá abordar de manera efectiva los cuatro aspectos importantes para aplicar el tipo de liderazgo adecuado a las necesidades específicas de la institución. Una vez identificado el contexto educativo, se hace necesario examinar el tipo de liderazgo que mejor se adapta a las necesidades de la institución.

El trabajo de gestión se vuelve crucial al buscar la participación de actores educativos que propongan actividades para resolver los conflictos académicos previamente identificados. Para (Cifuentes-Medina et al. 2020), mantener una evaluación constante de los avances académicos derivados de la implementación de estas actividades se vuelve imperativo, ya que permitirá realizar ajustes oportunos para mantener un alto rendimiento académico.

Según Cifuentes-Medina et al. (2020), el liderazgo transformacional es fundamental para la implementación de estrategias que mejoren el rendimiento académico. Este tipo de liderazgo educativo se centra en la distribución que involucran a los actores educativos, manteniendo una relación constante con el rendimiento académico. Asimismo, se sustenta en las decisiones pedagógicas que se toman en el proceso educativo, adaptándose de manera clara y específica a las necesidades académicas.

La aplicación del liderazgo transformacional (Cifuentes-Medina et al. 2020), se enfoca en las necesidades académicas específicas, involucrando a los actores educativos en la toma de decisiones para mejorar el rendimiento académico. Este enfoque pedagógico juega un papel crucial en la relación entre el liderazgo educativo y el desempeño académico, permitiendo abordar de manera efectiva las necesidades específicas de la institución educativa.

Es importante recalcar que el liderazgo educativo, independientemente del que se escoja en una determina institución debe cumplir con parámetros específicos (Bolivar, 2010) enfocándose en un inicio en las condiciones del entorno, puesto que debe acoplarse a las necesidades y cumplir un rol efectivo y eficaz para solventar las necesidades académicas, el liderazgo educativo debe mantener una motivación constante con todos los actores que intervienen en el ámbito académico.

Según Bolívar (2010), es esencial mantener prácticas académicas que sean evaluadas de manera continua, con el propósito de conservarlas o ajustarlas según las necesidades. Los resultados de estas prácticas deben ser valorados y vinculados con los objetivos establecidos al inicio de la implementación de cada estrategia, generando un ciclo de trabajo que se actualiza constantemente, según lo considere necesario el ente de gestión o para mejorar el rendimiento académico

Replanteamiento de las prácticas educativas

Figura 2.

Estrategias de liderazgo educativo para el rendimiento académico

Desde su estudio, Amazo y Suárez (2023) señalan que entre algunas estrategias del líder docente que mejoran el rendimiento académico son: tener claro los conceptos acerca de didáctica, pedagogía y metodología en educación, sumando el conocimiento del área en el que se desempeña y modelo pedagógico que aplica en su campo. A su vez, debe considerar las características del grupo de alumnos y del entorno en donde aplica su papel como educador. Todo esto conlleva a la adquisición de un conjunto de herramientas para el proceso de enseñanza y aprendizaje, obteniendo un resultado doble de ganar-ganar que aporta a la calidad de educación es decir a los estudiantes y el desarrollo profesional hablando de los docentes.

En una investigación similar, Bonilla (2020) coincide con el aporte anterior respecto a la relevancia que hay que brindar a las características de los educandos pues, como estrategia, todo líder educativo en busca de mejorar el desempeño de sus alumnos, debe estar dispuesto a escucharlos, entenderlos y consolidar niveles de concertación que direccionen el aprendizaje, el cual llega a efectuarse tanto en el docente como el estudiante siendo los protagonistas y beneficiados del fenómeno natural llamado educación pues este hecho considera al ser humano aprendiente independientemente de su posición. Sin embargo, volviendo al liderazgo educativo el docente se convierte en un aprendriz permanente que debe adaptarse a las exigencias del contexto social con su generación.

Por su parte, Pedraza et al., (2023) señala que ante la crisis educativa, que requiere encontrar respuestas para construir una mejor educación, el liderazgo educativo es una herramienra clave y, para ello, indican algunas entretegias que optimizan el desempeño docente y mejoran el programa escolar con el desempeño de los estudiantes, dichas estrategias son: estimular el desarrollo de los estudiantes para mejorar el aprendizaje permanente, fomentar el trabajo colaborativo que influya el aprender entre pares, conocer a los estudiantes en el aspecto cognitivo, físico, emocional y social para entender los procesos que atraviesan, realizar estudios que atiendan los problemas de la cotidianidad escolar, poner en practica el diálogo continuo con los actores de la comunidad educativa y ejecutar actividades lúdicas que promuevan la interacción social.

A partir de la revisión lieraria por parte de Montoya y Delgado (2022) se afirma que, si existe un buen líder que motive en el proceso de enseñanza y aprendizaje, es razonable que se reflejen altos índices en el rendimiento estudiantil. No obstante, es importante seguir trabajando en el desarrollo de estrategias que orienten hacia dicho logro académico y entre algunas de ellas son: crear en los alumnos hábitos de responsabilidad en sus tareas, tiempos de estudio, desarrollar la confianza de participar, emitir ideas. Así mismo, brindar el apoyo pedagógico para evitar vacíos de contenidos, de modo que adquieran un aprendizaje significativo y un desarrollo integral, esto hace posible un aprendizaje eficaz que conlleva a la consecusión de lograr un desempeño académico justo y real.

En su estudio Castrejón y Peña (2019) comparten que el liderazgo que una individuo ejerse, depende del contexto educativo en el que está involucrado, esto garantiza que se ejecuten cambios de mejora en dicho espacio escolar en el que se atiendan sus interés y necesidades. Al hablar de necesidades se hace mención no solo a aquellas de índole interna sino en el aspecto global como el hecho de la implementación de TIC, por tanto, el rendimiento estudiantil esta sujeto a la competencia digital del profesorado, y algunas de las estretegias que se pueden implementar para mantener la coherencia con la actual escolaridad tecnologica es la multidisciplinariedad, es decir que se implemente el uso de redes sociales, cursos virtuales y ser flexible con el uso de audios o juegos interactivos.

Por otro lado, Yarleque et al., (2023) indican que la relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico de los estudiantes universitarios reside en el tipo de liderazgo democrático mismo que evidencia la práctica pedagógica en el desarrollo de un grupo integral y coordinación, con ello se entiene que el docente se convierte en el propototipo líder a seguir por los estudiantes y como estrategias que se aplican está: transmitir en los alumnos el tipo de liderazgo democrático en los salones, delegar tareas, verificar la puntualidad, fomentar el trabajo colaborativo y propiciar la participación activa, el diálogo y compromiso.

CONCLUSIONES

El liderazgo educativo juega un papel crucial en el rendimiento académico de los estudiantes. Cuando los líderes educativos están comprometidos con la excelencia académica, se crea un ambiente propicio para el aprendizaje. Por ejemplo, un director que fomenta la colaboración entre los docentes, establece metas claras y motiva al personal a alcanzar un alto rendimiento, puede influir positivamente en los resultados académicos de los estudiantes. Además, un liderazgo educativo efectivo puede asegurar que los recursos se asignen de manera adecuada, garantizando que los estudiantes tengan acceso a las herramientas y el apoyo necesario para sobresalir en sus estudios.

Por otro lado, cuando el liderazgo educativo es deficiente, puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico. Por ejemplo, si un director no proporciona un ambiente de aprendizaje seguro y de apoyo, o no aborda de manera efectiva los desafíos académicos, los estudiantes pueden experimentar dificultades para alcanzar su máximo potencial. Además, la falta de liderazgo educativo puede resultar en una mala gestión de los recursos, lo que a su vez afecta la calidad de la educación que se ofrece.

En resumen, la relación entre el liderazgo educativo y el rendimiento académico es fundamental. Un liderazgo educativo sólido puede inspirar a los estudiantes, apoyar a los maestros y asegurar que se brinde una educación de calidad. Por otro lado, un liderazgo deficiente puede obstaculizar el progreso académico y el bienestar de los estudiantes. Es crucial que los líderes educativos reconozcan su impacto en el rendimiento académico y trabajen activamente para crear entornos educativos que fomenten el éxito de todos los estudiantes.

En efecto, la importancia de aplicar estrategias de liderazgo directivo para mejorar el rendimiento académico recae en el rol que desempeña el docente en dos espacios, el primero con su grupo de alumnos y el segundo con el entorno educativo. En el primer ambiente, el docente se convierte en prototipo líder al prestar atención a las características del grupo, mantenerse actualizado con el empleo de TIC, prestar entendimiento y escucha activa a las necesidades. Esto conlleva al diálogo, trabajo colaborativo e integral, hábitos de responsabilidad, participación, compromiso, puntualidad, es decir orienta a la adquisición de actitudes que se reflejan en el quehacer y alto índice del logro académico. Respecto al segundo ambiente, se comparte una visión actualizada de pedagogía, didáctica, metodología y se mejora la práxis y conocimiento en la comunidad educativa.

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[1] Autor Principal

Correspondencia: cinthyabravobdf4@gmail.com