Consumo de alcohol en trabajadores de una empresa de

servicios eléctricos

 

Wilson Alexander Zambrano Vélez

[email protected]

Universidad Estatal Península de Santa Elena

Santa Elena-Ecuador

 

Diana Elena Zambrano Vélez

[email protected]

Universidad Estatal de Guayaquil

Guayaquil-Ecuador

 

Jonathan Argelis Zambrano Mera

[email protected]

Hospital Miguel H. de Bahía de Caráquez

Guayaquil –Ecuador

 

Leslie Jetzabel Folleco Calixto

[email protected]

Universidad Estatal de Milagro

Milagro-Ecuador  

 

RESUMEN

El presente estudio tiene por objetivo determinar factores asociados al consumo de alcohol en trabajadores de una empresa de servicios eléctricos de la ciudad de Guayaquil-Ecuador. La muestra estuvo constituida por 239 trabajadores cuyas edades oscilan entre los 20 a 60 años de edad. Se empleó un enfoque cuantitativo con una metodología descriptiva de corte transversal. Se utilizó como instrumento valorativo la encuesta, validada bajo criterio de expertos. El índice de confiabilidad se obtuvo, mediante, el coeficiente de Cronbach arrojando un valor de 0.959 que determina una confiablidad excelente. Los resultados más relevantes indican que el 73% de los trabajadores consume alcohol, de tipo social-habitual; el 10% de ellos, consume alcohol en la jornada laboral, asociado a la escasa supervisión en los lugares de trabajo.

 

Palabras clave: alcohol; consumo; trabajadores


 

Alcohol consumption in workers of an electrical services company

 

 

ABSTRACT

The objective of this study was to determine factors associated with alcohol consumption in workers of an electrical services company in the city of Guayaquil-Ecuador. The sample consisted of 239 workers between 20 and 60 years of age. A quantitative approach was used with a cross-sectional descriptive methodology. The survey was used as a valuation instrument, validated under expert criteria. The reliability index was obtained by means of Cronbach's coefficient, yielding a value of 0.959, which determines excellent reliability. The most relevant results indicate that 73% of the workers consume alcohol, of a social-habitual type; 10% of them consume alcohol during the working day, associated with poor supervision in the workplace.

Keywords: alcohol; consumption; workers

 

 

 

Artículo recibido:  10 Setiembre. 2021

Aceptado para publicación: 15 Octubre. 2021

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN

El consumo de alcohol se ha arraigado en los últimos años representando un costo elevado para los Estados en términos de salud por la tasa de morbilidad y mortalidad que genera. Así lo corrobora la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Informe Mundial sobre Alcohol y Salud: “en 2016 murieron más de 3 millones de personas en el mundo debido al consumo pernicioso de alcohol” (Organización Mundial de la Salud, 2018).

En España, existe una prevalencia elevada de consumo de alcohol tanto en la población general como en la trabajadora (Madoz Gúrpide & Ochoa Mangado, 2008). En países de Latinoamérica como México, el consumo de alcohol representa un problema de salud que requiere de acciones inmediatas de prevención (Ahumada Cortez, Gámez Medina,, & Valdez Montero, 2017). En Colombia, el 90% de la población adulta consume bebidas alcohólicas y el 14% es alcohólica (Ardila & Herrán, 2007). En Perú, más de un millón 700 mil personas presentan dependencia al alcohol (La República, 2017). En Ecuador, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) más de 900 mil personas consumen alcohol, de las cuales el 2,5% son adolescentes (EL COMERCIO, 2013). En consecuencia, la ingesta de alcohol se ha extendido a gran parte del mundo y afecta al estado físico, psicológico y social de las personas, tal como sugieren los hallazgos (Madoz Gúrpide & Ochoa Mangado, 2008); (Ahumada Cortez, Gámez Medina,, & Valdez Montero, 2017).

El consumo de alcohol no se restringe a una actividad específica, su uso se ha dilatado a diferentes prácticas, entre ellas la laboral. Al respecto, datos recogidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) demuestran que entre un 15% y un 30% de los accidentes laborales están relacionados con el consumo drogas (Organización Internacional del Trabajo, 2019). Estudios realizados en diversos países del mundo señalan que el 70% de los consumidores de alcohol trabajan, cuyas edades oscilan entre los 25 a los 44 años de edad (Batida Bastús, 2002).

En Ecuador, las provincias que registraron tasas elevadas de accidentes de trabajo durante el 2018 fueron Carchi, Cotopaxi, Chimborazo, Manabí, Pastaza, Pichincha y Guayas, entre las casusas está el consumo de alcohol (Ministerio de Salud Pública, 2018). Aunque en la actualidad existen normativas sobre prevención del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en los espacios laborales, propuestas desde La Constitución de 2008, los mecanismos utilizados para hacerlas efectivas no son llevados a la práctica por representar un costo económico elevado para las Instituciones laborales.

Por otro lado, los factores que se asocian al consumo de alcohol son el contexto y la historia socio-afectiva. El contexto a través de estímulos interpretados como estresores;  los esquemas, creencias y la percepción que el sujeto tiene de sí, es el resultado de la historia socio-afectiva, aspectos que actúan como detonantes, añádase a esto, los cuadros de depresión, ansiedad y estrés como patologías que intervienen en el consumo de alcohol (Pérez Jiménez, Rodriguez-Medina, & Báez Paz, 2017); en efecto, las personas que presentan ésta sintomatología lidian con el malestar a través del uso de drogas. Del mismo modo, la presión social aumenta la probabilidad de consumo ( Cassola, Pilatti, Alderete, & Godoy, 2005); por lo tanto, se observa una prevalencia del entorno como facilitador de la ingesta de bebidas alcohólicas. Es importante señalar, la naturalización de éste consumo, al ser una costumbre arraigada desde lo social, se considera normal, sin repercusiones significativas para la salud; sin embargo, las estadísticas reflejan el problema socioeconómico que representa. Diferentes estudios confirman, que el uso prolongado de alcohol, produce afectaciones en el sistema nervioso central (SNC) y en sus diferentes procesos como la memoria, de allí su repercusión al momento de realizar una tarea.

El impacto del alcohol para la salud se relaciona con el patrón de consumo, es de alto riesgo cuando provoca dependencia, agresividad, violencia, conducta irracional, disminución de la libido, fatiga ( Babor, Higgins-Biddle, Saunders, & Monteiro, 2001); e influye significativamente en la vida familiar, laboral y social del sujeto; es de bajo riesgo cuando no genera cambios significativos. Aunque, en la actualidad, se evidencian tipologías sobre consumo de alcohol como ingesta experimental, ocasional, episódica, habitual, uso de riesgo problemático y abuso (Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2012); existe la tendencia a caracterizar esta conducta en problemática y no problemática, además, se acepta, la existencia de factores sociales y personales, en la génesis de la conducta de consumo, y la estrecha relación entre los factores mencionados y la dependencia hacia el alcohol. Al respecto, la dependencia es un cuadro que se origina por el uso reiterado de alcohol y genera tolerancia, que es la necesidad de recurrir a cantidades cada vez mayores de alcohol para obtener el efecto deseado.

Otros estudios han demostrado que el consumo excesivo de alcohol, causa disfunción aguda y crónica en el cerebro, generando alteraciones en la memoria y en las funciones intelectuales como cálculo, comprensión y aprendizaje, además, de cambios en el juicio y la afectividad (Rodrigo, 2005). De acuerdo con esos estudios, la memoria de trabajo es uno de los procesos más afectados ante el consumo prolongado de dicha sustancia. Los déficits de memoria de trabajo dentro de las poblaciones alcohólicas, se han asociado con una disminución de la eficiencia neuronal entre el cerebelo encargado de la regulación motora y la coordinación de algunos procesos cognitivos; y las regiones frontales (Seth Goldberg, 2017); manifestándose como un conjunto de alteraciones emocionales y cognitivas, entre las que se destaca, pérdida de memoria e incapacidad para generar nuevos aprendizajes. Estos sujetos presentan dificultades y bajo rendimiento en test neuropsicológicos que exploran la memoria y aprendizaje (Menargues, Ortuño Oliva, & Rosario Baho , 2009), función asociada con el hipocampo.

Entre los cambios morfológicos a nivel cerebral producidos por el consumo de alcohol, se evidencia la reducción del volumen de algunas estructuras. Las áreas del cerebro susceptibles a los daños producidos por el alcohol son la corteza prefrontal a la que se le atribuye la operatividad de las funciones cerebrales superiores, el hipocampo, relacionadas con la memoria y el aprendizaje y el cerebelo estructura fundamental para la coordinación de los movimientos (Téllez Mosquera, 2012).

Otras alteraciones neuroanatómicas son la pérdida difusa de tejido cerebral, ensanchamiento de los surcos y cisuras y agrandamiento de los ventrículos (Bausela Herreras, 2008), lo que le da similitud con cambios degenerativos asociados a la demencia. Adicionalmente, el efecto neurotóxico de esta sustancia contribuye a la aparición de alteraciones neuropsicológicas por la disfunción de neurotransmisores, que interfieren en las funciones cognitivas y afectan el desempeño familiar, social y laboral de los alcohólicos (Téllez Mosquera, 2012).

En el ámbito laboral, las personas que se encuentran bajo el efecto de bebidas alcohólicas, manifiestan diversas conductas, que tienen como consecuencia accidentes laborales, absentismo, disminución de la productividad, mal ambiente entre compañeros (Ardila & Herrán, 2007); consumo favorecido, muchas veces, por exceso de trabajo, monotonía, actividades que se realizan en temperaturas extremas, trabajos a la intemperie, horarios con rotaciones, uso de fuerza física (Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2012); incluso de manera reitera en los espacios laborales se promociona el consumo de alcohol.   

Existen otras circunstancias en el medio laboral que incrementan el consumo, estas son, las pautas del colectivo social, relaciones públicas, disponibilidad, ausencia de normas sobre el consumo de bebidas alcohólicas en el lugar de trabajo (Batida Bastús, 2002). Sin embargo, en casos puntuales, la normativa existe, pero no ha sido socializada y/o aplicada de forma adecuada, en otros casos, no se da el seguimiento necesario, de tal forma que, se permita instaurar la conducta de prevención en los trabajadores. 

2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS O MATERIALES Y MÉTODOS

Es un estudio de enfoque cuantitativo, de campo, descriptivo de corte transversal en el que se determinó la frecuencia y los factores psico-sociales asociados al consumo de alcohol en trabajadores de una empresa de servicios eléctricos de la ciudad de Guayaquil.

El instrumento utilizado fue la encuesta que recoge datos sociodemográficos de los trabajadores e información sobre la principal droga de consumo, frecuencia y factores asociados. Para la validez del instrumento se empleó el método por juicio de expertos quienes adoptaron un juicio bajo el método individual, en la que enmarcaron tres características: congruencia (relación lógica entre las dimensiones), claridad (fácil comprensión de las preguntas) y pertinencia (adaptación en los contextos).

La confiabilidad del instrumento de investigación en relación a la muestra se midió con el coeficiente de Cronbach arrojando un valor de 0.959 que determina confiabilidad excelente; según indica Nina (2021),  la interpretación del “coeficiente Alfa de Cronbach se ajusta a los intervalos de Herrera: 0,00 a 0,53 confiabilidad nula; 0,54 a 0,59 confiabilidad baja; 0,60 a 0,65 confiable; 0,66 a 0,071 muy confiable; 0,72 a 0,99 confiabilidad excelente y 1,00 confiabilidad perfecta”.

El procesamiento de la información se realizó en el programa estadístico SPSS, posteriormente, los valores fueron tabulados en tablas del programa Excel. La muestra estuvo constituida por 239 sujetos que pertenecen a una empresa de servicios eléctricos cuyas actividades consisten en la toma de lectura, corte y reconexión de medidores.

Tabla 1. Rango de edad de los trabajadores

Edad

F

%

20-30

102

43%

30-40

105

44%

40-50

21

9%

50-60

11

4%

Total

239

100%

Fuente: Encuesta a trabajadores

Se observa (tabla 1) que las edades de los trabajadores oscilan entre los 20 a 60 años, registrando un mayor número en el rango de 20 a 40, con el 87%, y el 13% en el rango 41 a 60.

Tabla 2. Género

Género

F

%

Masculino

215

90%

Femenino

24

10%

Total

239

100%

Fuente: Encuesta a trabajadores

 

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Con la finalidad de determinar la frecuencia y los factores psico-sociales relacionados al consumo de alcohol, se dirigió encuestas a cada empleado que realiza trabajos de toma de lectura, corte y reconexión de medidores, siendo administrada en el lapso de un mes.

Un total de 20 preguntas a 239 trabajadores de una empresa de servicios eléctricos, de las cuales se detallan las más relevantes para el presente estudio: 

Se observa (tabla 3) que un 10% de trabajadores consume alcohol al menos una vez a la semana, en efecto, las personas que establecen este tipo de consumo, generan un grado de afectación a largo plazo que se evidencia en patologías clínicas orgánicas de tipo cardiovascular, gastrointestinal, neurológicas, del aparato locomotor, del sistema hematopoyético y oncológica (Pascual Pastor & Guardia Serecigni, 2012), y que además, afecta el desempeño en el lugar trabajo y contribuyen al absentismo laboral. El 58% de trabajadores consume alcohol de 2 a 12 veces al año, según diversos estudios, es consumo  de tipo social ( Cassola, Pilatti, Alderete, & Godoy, 2005); y se caracteriza por la ingesta de alcohol en eventos sociales, reuniones familiares y de amigos, cabe señalar, que no genera consecuencias nocivas para la salud, sin embargo, las consecuencias inmediatas se relacionan con el grado de alcohol ingerido. A este grupo también pertenece el 5% de trabajadores que consume alcohol una vez año, donde la ingesta es infrecuente y se relaciona con el nivel de prevención en función de las consecuencias que la droga genera y por la práctica de una religión. El 27% de trabajadores no consume alcohol, esto se debe, principalmente, a que este porcentaje de empleados es contratado a través de Fundet (Organización Internacional sin fines de lucro) que se encarga de capacitar y adoctrinar a personas con necesidades laborales, para fomentar la integridad, la confianza y el respeto en los espacios de trabajo (ver tabla 4). En efecto, éste grupo trabajadores por dogma religioso, consideran al consumo de alcohol como una conducta de riesgo, por tanto, no  se lleva a la práctica, es importante señalar también, que la creencia religiosa actúa como mandato que dirige el comportamiento e interviene en los procesos adaptativos que se requieren en contextos determinados.  Sin embargo, no siempre, la persona adoctrinada, cumple la norma, o bien, cierto tipo de conductas son permitidas, esto explica parcialmente el consumo de alcohol en personas que pertenecen a una determinada religión.

Tabla 3. Frecuencia de consumo de alcohol

Frecuencia de consumo

F

%

De 5 a 7 días a la semana

1

0%

Al menos una vez a la semana

23

10%

De 2 a 12 veces al año

139

58%

Una vez al año

11

5%

No consumo

65

27%

Total

239

100%

Nota: Encuesta a trabajadores

 

Tabla 4. Religión a la que pertenece

Religión

F

%

Católica

116

48%

Evangélica

24

10%

Testigos de jehová

23

10%

Mormones (Fundet)

65

27%

No creyentes

11

5%

Total

239

100%

Nota: Encuesta a trabajadores

 

Se observa (tabla 5) que el 63% de trabajadores establece un patrón de consumo de tipo social, un 10% de tipo habitual y existe un caso de uso de riesgo problemático. Al respecto, los tipos de consumo descritos anteriormente, se asocian a factores de tipo personal y familiar, sin embargo, el primero, no tiene repercusiones en la salud, y su afectación se relaciona con los efectos inmediatos tras el consumo, además, es socialmente aceptado ( Cassola, Pilatti, Alderete, & Godoy, 2005); por el contrario, el consumo habitual, es considerado de riesgo por la frecuencia de uso y su impacto en la salud ( Babor, Higgins-Biddle, Saunders, & Monteiro, 2001). Por otro lado, las personas que manifiestan uso de riesgo problemático tienen dificultades para desempeñarse adecuadamente en su lugar de trabajo, también demuestran problemas en la esfera personal, social y familiar, que se manifiesta en comportamientos desadaptativos, así como un bajo estado de salud y patologías psiquiátricas como delirium, demencia persistente, ansiedad y trastornos sexuales. 

 

Tabla 5. Tipos de consumo

Tipos de consumo

F

%

Social

150

63%

Habitual

23

10%

Uso de riesgo problemático

1

0%

No consume

65

27%

Total

239

100%

Nota: Encuesta a trabajadores

 

Se observa (tabla 6) que un 5% de trabajadores que consume alcohol tiene como factor asociado dificultad en la resolución de problemas, al respecto, la persona con dificultad de tipo personal y familiar, ante la falta de recursos de afrontamiento, desarrolla la visión en túnel, que afecta la capacidad para identificar estímulos del entorno, necesarios en la resolución de problemas, de modo que, como alternativa utiliza el consumo de alcohol, que al mismo tiempo, resulta ser, una medida desacertada, pues incrementa la sensación de impotencia y experiencias estresantes (Esteban Valencia & Pérez Gómez, 2019). La falta o ausencia de recursos de afrontamiento genera dificultades en el manejo de la ansiedad, ira, problemas de comunicación y baja autoestima (Espada, Botvin, Griffin, & Méndez, 2003). Cabe señalar, que los elementos mencionados pasan desapercibidos o no son atendidos por los empleadores, lo cual agrava el estado físico y psicológico del trabajador que se encuentra vinculado al consumo de alcohol.

Tabla 6. Factores psico-sociales relacionados al consumo de alcohol

Factor psico-social y consumo de alcohol

F

%

Dificultad en la resolución de problemas

12

5%

Eventos sociales, familiares, amigos

162

68%

No consume

65

27%

Total

239

100%

Nota: Encuesta a trabajadores

Se observa (tabla 7) que del 10% de mujeres, el 7% consume alcohol, mientras que del 90% de hombres el 66% lo hace. La característica significativa se da según el tipo de consumo, en personas de sexo masculino de identifica el consumo social, habitual y uso de riesgo problemático y, en personas de sexo femenino el consumo es social. Los estudios sugieren que los hombres tienen mayor riesgo de intoxicación, de abuso y de dependencia, principalmente bajo el consumo ocasional, ligero y frecuente, en relación a mujeres, que consumen con menor frecuencia y presentan menos problemas asociados (Bríñez Horta, 2001). Por otro lado, los efectos varían en función del patrón de consumo de alcohol, el estado de salud y las características psicológicas de quien consume.

 

Tabla 7. Género y tipo de consumo

Género

No consume

Consume

Tipo de consumo

Masculino

24%

66%

Social, habitual, uso de riesgo problemático

Femenino

3%

7%

Social

Total

27%

73%

 

Nota: Encuesta a trabajadores

 

Se observa (tabla 8) que el 10% de trabajadores consume alcohol en la jornada laboral, una posible explicación radica en la forma habitual de trabajo; en toma de lectura, corte y reconexión de medidores, al realizarse por rutas  en  diferentes sectores de la ciudad, las medidas de supervisión, resultan, en su mayoría, ineficaces, en consecuencia, el trabajador incurre al consumo de alcohol, después de haber establecido un patrón de consumo de alto riesgo, que se caracteriza por el deseo, necesidad física y emocional de consumir la droga y conseguir el efecto deseado. Según estudios, la probabilidad de sufrir accidentes de trabajo tras el consumo de alcohol es significativa (Organización Internacional del Trabajo, 2019); esto se debe a la disminución de la inhibición, perdida del auto-control, pérdida la coordinación muscular, y de los centros vitales del cerebro, en casos específicos a través del uso de equipos eléctricos y de combustión (Salas, 2012). Otra consecuencia del consumo de alcohol, es el absentismo laboral, esto se da, en circunstancias donde los síntomas inmediatos del consumo es la somnolencia, pérdida de memoria, doble visión, que dificultan que cumpla con la jornada de trabajo, al mismo tiempo, afecta su desempeño; además, el lugar de trabajo, muchas veces, favorece este tipo de consumo, debido a reuniones que se acompañan de la ingesta de alcohol, o lugares donde se tiene fácil acceso al mismo, hay que añadir también, la naturalización del consumo de alcohol, que, desde lo social, es normal ( Cassola, Pilatti, Alderete, & Godoy, 2005), y muchas veces, no se reflexiona sobre las afectaciones que genera.

Tabla 8. Consumo de alcohol en el trabajo

Consume de alcohol en el lugar trabajo

F

%

Si consume

24

10%

No consume

215

90%

Total

239

100%

Nota: Encuesta a trabajadores

 

Ante estos elementos resulta importante y necesario que las Instituciones laborales establezcan medidas que permitan prevenir el consumo de alcohol dentro y fuera de los espacios de trabajo a fin de mejorar el estado físico y mental de los sus colaboradores y procurar un entorno seguro y saludable. 

4. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES

El consumo de alcohol es una práctica común en la población actual que tiene consecuencias negativas para la familia y la sociedad. Un factor que podría tener incidencia crucial, para reducir su uso, es la desnaturalización del consumo, generando a partir de esto,  nuevas formas  de relación que no implican la ingesta de alcohol y que deben ser aplicados en las Instituciones laborales.  

Es necesario profundizar en los factores que inciden en el consumo de alcohol a fin de aplicar estrategias psicoeducativas que reduzcan el uso de esta droga. En la investigación el 73% de  la población trabajadora consume alcohol de tipo social-habitual, y un caso de uso problemático, asociado a factores contextuales, personales y familiares; al respecto, corresponde a las Instituciones laborales adoptar medidas que mejoren la salud física-mental de sus colaboradores y, a través, de actividades recreativas enfocadas en el deporte favorecer ambientes de trabajo sanos y productivos.

Es fundamental que las Instituciones laborales generen espacios de diálogo, donde se aborden las consecuencias del consumo de drogas, al mismo tiempo, que fomenten una conciencia preventiva en sus colaboradores a fin de reducir la ingesta de alcohol durante la jornada de trabajo. También deben crear mecanismos que permitan mayor control sobre las actividades de los trabajadores, de tal forma, que el lugar de trabajo sea seguro, y se reduzca la tasa de accidentes laborales.

5.  LISTA DE REFERENCIAS

Babor, T., Higgins-Biddle, J., Saunders, J., & Monteiro, M. (2001). Cuestionario de Identificación de los Transtornos debidos al Consumo de Alcohol. Obtenido de https://www.who.int/substance_abuse/activities/en/AUDITmanualSpanish.pdf

Cassola, I., Pilatti, A., Alderete, A., & Godoy, J. (2005). Conductas de riesgo, expectativas hacia el alcohol y consumo de alcohol en adolescentes de la ciudad de Córdoba. Laboratorio de Evaluación Psicológica y Educativa. Facultad de Psicología, 1-18. Obtenido de https://www.researchgate.net/publication/277050469_Conductas_de_riesgo_expectativas_hacia_el_alcohol_y_consumo_de_alcohol_en_adolescentes_de_la_ciudad_de_Cordoba

Ahumada Cortez, J., Gámez Medina,, M., & Valdez Montero, C. (2017). EL CONSUMO DE ALCOHOL COMO PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA. Ra Ximbi, 13-24. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/461/46154510001.pdf

Ardila, M., & Herrán, O. (2007). Validez factorial del cuestionario de expectativas hacia el consumo de alcohol (AEQ-III), en adultos de Bucaramanga, Colombia. Rev Méd Chile, 488-495. Obtenido de https://www.scielo.cl/pdf/rmc/v135n4/art11.pdf

Batida Bastús, N. (2002). Problemas laborales asociados al consumo de alcohol. Adicciones, 1-11. Obtenido de https://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/526/520

Bausela Herreras, E. (2008). Neuropsicología y adicciones. Neuropsicología, 1-3. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/1793/179317751001.pdf

Bríñez Horta, J. (2001). Diferencias de género en problemas con el alcohol, según el nivel de consumo. Adicciones, 1-18. Obtenido de https://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/559/551

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Espada, J., Botvin, G., Griffin, K., & Méndez, X. (2003). Adolescencia: consumo de alcohol y otras drogas. Papeles del psicólogo, 9-17. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/778/77808402.pdf

Esteban Valencia, J., & Pérez Gómez, A. (2019). Ausentismo laboral y su relación con el consumo de alcohol y otras sustencias psicoactivas. Obtenido de https://www.academia.edu/14635833/AUSENTISMO_LABORAL_Y_SU_RELACI%C3%93N_CON_EL_CONSUMO_de_alcohol_y_otras_SUSTANCIAS_PSICOACTIVAS

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Seth Goldberg, J. (2017). Age of Drinking Initiation’s Association with Cognitive Functioning. Obtenido de https://scholarsrepository.llu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1446&context=etd

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